Textos: Efe Gómez - Universidad Nacional de Colombia

U.N. Sede Medellín / Departamento de Bibliotecas
manera. En tres capítulos de la obra son las mulas las
que hablan sobre la patria y en otros tres se ve a los
humanos tratando los mismos temas o viviéndolos. En
el prólogo del libro original el escritor había dicho que
publicaba las “Piscologías” hacia la mitad de la serie
y deja ver que hay un problema –que lamenta -para
publicarlas todas. Como lector uno echa de menos que
no las haya sacado todas. Por fortuna, en el extracto
del guión de la película que publicamos (“18 de octubre”)
vuelven a aparecer… ¡Ya quisiéramos que salgan
más a la luz! Y en dos de las croniquillas de don Efe
los personajes serán otros animales. En “El filósofo” se
trata de ganado. Mire el lector qué parecidas a ciertos
humanos son estas vacas y bueyes y cómo representan
los conflictos humanos más arduos y también los
más corrientes. Bajo los rostros de esas vacas, toros,
novillos, novillas y bueyes hay seres humanos, tal vez
muy humanos… O sea que son en parte animales y en
parte hombres como personajes de las grandes fábulas
de que se han servido los sabios para tratar sus asuntos
desde el Panchatantra en adelante. Efe Gómez se
las ha ingeniado para “dar un rodeo” y con él mostrar
el problema del filósofo que vive en la sociedad antioqueña.
El valor que don Tomás Carrasquilla, amigo y
contertulio de Efe Gómez, le daba a esto es elocuente.
Dice: “Con éxito envidiable ha cultivado (…) lo que él
intitula “Croniquillas”, que son acaso lo más jugoso y
original de sus producciones; suele poner en boca de
animales conceptos altos y sutiles, tal vez porque no le
parezcan bien justificados en humanos labios”.
En la obra los hombres, como tales, son vehículos
del martirio para algunos integrantes de ese hato. De
hecho, en palabras de la novilla Paloma, los hombres
son “de esa raza réproba” que Dios ha encargado
de “martirizar” a su propia especie, que se ha hecho
digna por sus pecados de ese martirio. En ello se ve
el pensamiento católico que ve en todo impedimento
un motivo de purgación del alma para ganarse la otra
vida. Ella plantea que en el hato hay intelectuales
“entre quienes estaban desacreditadas hasta parecer
ridículas, las grandes pasiones y la admiración de los
espectáculos sublimes” pero el filósofo de la croniquilla,
que no es un intelectual sometido, lo que hace es
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