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Esquema empleado por Xenakis para la realización de una de las secciones de su obra Metástasis
aplicó los mismos procesos
compositivos que en sus obras
musicales de la época. Aunó las
experiencias del espacio, luz y
sonido en sus creaciones
arquitectíonicas bautizadas con
el nombre de Polytopes. Xenakis
constituye, por lo tanto, un gran
ejemplo de tesón y
perseverancia, una actitud
admirable ante las adversidades
y la mejor muestra de cómo
integrar arte y ciencia. En
publicaciones como Musiques
Formelles y su tesis para la
universidad de París
Arts/Sciences: alliages, Xenakis
presenta los fundamentos
formales y matemáticos de su
música y cómo conectar
disciplinas a priori tan diferentes
como la física, la matemática, la
literatura, la música, la pintura, la
danza o el teatro.
Asimismo, fue pionero del uso del
ordenador en la música,
fundando en 1966 el EMAMu,
conocido a partir de 1972 como
CEMAMu (Centre d'Études de
Mathématique et Automatique
Musicales), instituto dedicado al
estudio de aplicaciones
informáticas en la música.
La química de la música
Continuaremos con un músico
científico, el autor de las
conocidas Danzas polovtsianas,
Aleksander Borodin (1833­1887).
Tuvo una vida confortable y
recibió una buena educación
incluyendo clases de piano,
violoncello, flauta, francés y
alemán. A los 15 años se inscribe
en la Facultad de Medicina, y a
los 21 es contratado en el
Hospital de la Armada. Con 23
ya era profesor de la Academia
Militar de Química. Borodin no
recibió clases formales de
composición hasta 1863, cuando
se convirtió en discípulo de Mili
Balakirev. En 1869 empezó a
trabajar en la composición de su
ópera el Príncipe Ígor, pero
debido a la gran carga de
trabajo como químico, la ópera
quedó inconclusa al momento
de su muerte, siendo
completada posteriormente por
Rimski­Korsakov y Glazunov.
A pesar de ser un compositor
reconocido, Borodín siempre se
ganó la vida como químico,
trabajando en el campo de los
aldehídos. Tal vez los aldehídos
no nos suenen demasiado, pero
uno de sus compuestos
derivados, los acetildehídos, son
los responsables de algunos
síntomas de la resaca tras la
ingesta de bebidas alcohólicas.
Se le atribuye el descubrimiento
de la reacción aldólica, una
importante reacción en química
orgánica, junto a Charles
Adolphe Wurtz y de la
reacción Borodin­Hunsdiecker.
La reacción aldólica se usa
ampliamente en la producción a
gran escala de productos
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