Descargar Musikenews nº7

os Vanos Deleites
Esta sección pretende dar cabida a sus elucubraciones.Sí ciones,querido ;usted y amable lector. Buscamos
sus más inspirados disparates, la anécdota más hilarante, rante, el parec pare ido más razonable, la queja
más vehemente y el chismorreo más delirante. En definitiva, finitiva, un ees pacio para nuestro regocijo y
aliviar la mente de todas sus perturbaciones. Un Un lugar
para los vanos deleites.
Parecidos
Razonables
Música Amarilla
Hoy retratamos a un tenor, que debido a su personalidad
excéntrica y excesiva no cejó en su empeño de regalar
innumerables anécdotas para el recuerdo. Esto le costó el
sobrenombre de "il pazzo", es dedir el que es loco entre los
locos. Su nombre: Franco Bonisolli. Era lo que se considera
un tenor muy macho, de voz oscura y una facilidad
insultante en los agudos. En lo musical era capaz de lo
mejor y de lo peor como demuestra su extensa discografía.
Franco Bonisolli acuñó el término "Placimingo" para referirse
a Plácido Domingo (obsérvese que se omiten tanto del
nombre como del apellido la sílaba do) debido a que el
tenor madrileño ha tenido históricos problemas con el do de
pecho (busquen el video Plácido tarzán, o los agudos
"corta-pega" de La Traviata o Turandot). Dentro de esta
polémica, Bonisolli afirmaba que siempre llevaba encima un
antídoto porque Domingo lo quería envenenar. Puesto a
polemizar con titanes del mundo musical, Karajan lo increpó
en un ensayo abierto al público en la ópera Il trovatore en
Viena en 1977 y Franco Bonisolli no dudo en lanzarle la
espada que portaba como Manrico. Por supuesto fue
despedido de inmediato, y adivenen quién fue el sustituto:
Plácido Domingo. Nuestro querido "pazzo" no sólo
incordiaba a sus "colegas".
Los creadores de Bola de Dragón, en su eterno
afán de buscar los más interesantes rasgos
occidentales, tomaron como referente para su
personaje Gyumaoh (Ox-Satán) al extraordinario y
carismático Juyma, alumno de contrabajo jazz
Dentro de sus momentos memorables se encuentra una
actuación en La Scala, cantando Turandot, que tuvo el
valor de detener, tras una proeza vocal con varios do de
pecho implicados. Entonces pidió al público un aplauso
para "il maestro Puccini". Tambien, tras un error cantando
el do de pecho del final del aria Di quella pira, con sus
abucheos correspondientes, no dudó en salir con el telón
abajo y rematar con un do "a capella". LLegar al final de
La donna e mobile y en lugar de dar el superagudo final,
proyectar al público un "estoy muy cansado" también nos
muestra la nobleza del loco preferido de la lírica.
Tampoco tienen desperdicio sus
entrevistas para la televisión
alemana, en la que compara a los
tres tenores con productos como la
aspirina o los preservativos.
Además, aseguraba que su físico
era el idóneo para la música pop y
que la ópera era para gordos: "pop
is sex opera is fat" . Incluso ya
fallecido siguió generando
controversia. Murió pocas horas
después que su tocayo y mayor
referente tenoril Franco Corelli, sin
que se supiera en las redacciones
de medio mundo cuál de los dos
tenorísimos había finado. En fin,14