Los hayedos prepirenaicos aragoneses y su conservación - Jolube ...
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sobre la cual, con ayuda del estereoscopio, se delimitaron las masas que, en<br />
principio, fue posible detectar. También se indicaban las manchas o lugares<br />
que planteaban dudas, para <strong>su</strong> posterior comprobación.<br />
Habida cuenta de que en otoño las hayas adquieren un característico<br />
color rojizo, amarillento y pardo, antes de caer, fue en esa estación cuando<br />
se llevaron a cabo la mayoría de las tareas de comprobación sobre el terreno.<br />
En esa estación los bosques de haya, incluso las hayas aisladas se distinguen<br />
con nitidez. Secundariamente se efectuaron salidas en la primera<br />
mitad de la primavera, cuando el color verde-tierno de las hojas de Fagus<br />
destaca bastante. Por fin, durante las salidas de campo veraniegas se simultanearon<br />
las labores cartográficas con la toma de inventarios y datos florísticos<br />
o fitotopográficos.<br />
En cualquier caso se observaron todas las masas que previamente se<br />
habían delimitado sobre las fotografias aéreas y por este procedimiento se<br />
efectuaron correcciones O se precisaron los limites; además, se iba asignando<br />
cada mancha a las unidades escogidas. En esta fase de los trabajos de campo<br />
se pudieron señalar bastantes ejemplares aislados de haya y abeto, de gran<br />
importancia para la interpretación de lugares potenciales para esos árboles<br />
en el Prepirineo.<br />
Para la restitnción a los planos 1:50.000 de la información adquirida se delinearon<br />
las masas y símbolos definitivos, procurando evitar las deformaciones<br />
producidas por ante un territorio accidentado: acantilados, barrancos,<br />
etc. Luego se fotocopiaron los originales de las hojas con los correspondientes<br />
recintos numerados y sobre la copia se colorearon las cinco unidades cartográficas<br />
según el código anotado más arriba. Ambos documentos, original<br />
y copia, han servido para el tratamiento informático de preimpresión e<br />
impresión. Como puede comprobarse, las manchas más extensas se destacan<br />
en los macizos de Oturia, al NE de Sabiñánigo, y la Sierra Ferrera, al N<br />
de Aínsa, ambas en la provincia de Huesca.<br />
9.2 Comentario a los bosques cartografiados en los ocho sectores<br />
más significativos<br />
Se describen a continuación las particularidades de los <strong>hayedos</strong> o bosques<br />
mixtos de haya y otros árboles cartografiados a lo largo de nuestro<br />
estudio. Para mayor comodidad se agrupan en ocho sectores geográficos<br />
que gozan de factores ecológicos similares (clima, <strong>su</strong>strato, flora, etc). Se<br />
indican las hojas correspondientes del mapa topográfico y los inventarios<br />
representativos de <strong>su</strong> composición florística en las Tablas que ya conocemos.<br />
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De Oeste a Este y de Norte a Sur estas <strong>su</strong>báreas son:<br />
1. Santo Domingo-Salinas-Puy Mané<br />
2. Oroel-San Juan de la Peña<br />
3. Oturia-Portiello-Picardiello<br />
4. Canciás-Galardón<br />
5. Cotiella-Sierra Ferrera-Turbón<br />
6. Sierra del Sis<br />
7. Loarre-Gratal-Javierre<br />
8. Gabardiella-Guara.<br />
9.2.1 Sierras de Santo Domingo, Salinas y Puy Moné<br />
(Hojas 208 y parte de la 209. Inventarios n.o 1-5 de la Tabla 5. Figura 14)<br />
Las calizas de las Peñas de Santo Domingo (1523 m)-Sierra de Salinas<br />
(1384 m) Y los conglomerados del Puy Mané (1293 m) se sitúan en la parte<br />
más occidental del Prepirineo Aragonés, concretamente en los confines de<br />
Huesca y Zaragoza, donde la comarca de Cinco Villas roza el «Galligo»;<br />
buena parte de estos territorios vierten al río Arba, otros al Onsella y otros<br />
al Asabón. Viniendo del Sur, por los carrascales de Luesia o por los pinares<br />
de pino carrasco de Biel, entre matorrales de coscoja y lentisco o entre los<br />
madroñales de Agüero-San Felices, re<strong>su</strong>lta inesperado hallar, a unos 3-5 km,<br />
bosquetes e incluso manchas apreciables de haya. No obstante, acercándonos<br />
por el Puerto de Santa Bárbara o por la Sierra de Leyre, estos bosques de<br />
frondosas entre amplios quejigales son más comunes.<br />
El clima de toda esta zona, aunque mediterráneo por la sequía del verano,<br />
presenta un régimen de lluvias con máximos invernales, debido a que<br />
los frentes oceánicos barren la zona de NW a SE o bien de W a E. Ello explica<br />
cómo las vertientes expuestas al W y al N reciben frecuentes nieblas o<br />
quedan encapotados mientras que por laderas opuestas o piedemontes circundantes<br />
luce el sol. Estas nubes parásitas desbordan a veces la ceja hacia<br />
el <strong>su</strong>r, de modo que en el Barranco de Val tenemos uno de los pocos <strong>hayedos</strong><br />
de la zona de estudio con exposición meridional, a 1140 m (cí. inventario<br />
n.O 4 de la Tabla 5). (Véase Figura 14).<br />
Para la cartografía de estos montes zaragozanos hemos contado con la<br />
ayuda de los trabajos forestales previos, como la «Ordenación integral de la<br />
Sierra de Santo Domingo» y otros, que incluían la repartición de los distintos<br />
tipos de árboles en la cabecera del Arba, junto a datos de la propiedad de<br />
los montes. Toda esta información -€laborada por Emilio Escudero y<br />
otros- nos fue amablemente facilitada por el Servicio de Conservación del<br />
Medio Natural de la Diputación General de Aragón.<br />
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