géneroysexualidad adolescente - Archivo Abierto Institucional de la ...

posesión, coacción verbal, insistencia, chantaje emocional, miedo a perder la pareja y un largo
etcétera que se extrae de las entrevistas realizadas a mujeres en los diferentes estudios sobre
violencia (Lena, A Et al. 2007; Villaseñor, M y Castañeda, J.D. 2003; González, A. 2006).
Estos autores coinciden en que la violencia aparece en la sexualidad de una forma sutil y
difícil de detectar y todas estas formas sutiles de violencia sexual tienen su base en el poder
que se ejerce en un contexto de relación no equitativa, mostrándose ésta como prueba de
virilidad frente a la debilidad femenina.
La visión androcéntrica en las relaciones sexuales entiende a las mujeres como un
objeto para el uso y disfrute masculino, que no posee deseos propios ni necesidad de
desarrollo personal y social. El ejercicio de la violencia como muestra de poder y el afán de
dominación masculina quedan patentes en encuestas y entrevistas realizadas a varones en
diferentes investigaciones (García Vega, E. Et al. 2005; Villaseñor, M y Castañeda, J.D.
2003) sobre sus deseos y conductas sexuales, en las que con relativa frecuencia aparecen
conductas relacionadas con humillar y forzar a sus parejas sexuales. Si unimos esta forma de
entender la experiencia sexual violenta como un hecho agradable para los varones, con la
ambigüedad que genera el consentimiento de las mujeres en las relaciones sexuales, estamos
perpetuando la idea de que la violencia le es natural al hombre y que el gusto por la violencia
le es inherente a la mujer, naturalizándose los deseos masculinos hasta el punto de legitimar la
violencia contra las mujeres para satisfacerlos (Cerviño, M.J. Et al. 2007).
3.6 PRÁCTICAS SEXUALES: MANIFESTACIONES DEL SEXISMO
Existen numerosas investigaciones sobre sexualidad y adolescencia que han tenido
como objetivos principales conocer el grado de utilización de métodos anticonceptivos,
valorar la percepción que tienen los jóvenes del riesgo con respecto a las infecciones de
transmisión sexual o conocer las conductas sexuales en el contexto de la salud sexual o
reproductiva. (Faílde, J.M.; Lamerias, M.; Bimbela, J.L. 2008; Encuesta Nacional de Salud
Sexual .CIS. 2008). Son minoritarios los estudios dirigidos a conocer los significados que las
distintas prácticas sexuales tienen para los sujetos y si realmente estas prácticas y sus
significados están condicionados por la desigualdad entre los géneros (Navarro, E.; Barberá,
E. y Reig, A. 2008; López, F. Et al. 2011). Estos últimos serán los aspectos en los que se
centrará el presente trabajo.
El modelo se sexualidad que impera en nuestras sociedades, es un modelo elaborado
desde el punto de vista masculino, donde la sexualidad femenina se define en respuesta a la
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