géneroysexualidad adolescente - Archivo Abierto Institucional de la ...

femeninas, pues ellas lo asocian en mayor medida a la expresión de amor y de afecto, con
expresiones del tipo: «tiene mucha importancia, con el sexo es como se expresa el amor y si
no funciona el sexo, lo más seguro es que acaben surgiendo conflictos entre ellos», «mucha
importancia porque así demuestras cuanto quieres a tu pareja, también con abrazos y besos
pero con el sexo con lo que más, pienso yo» y ellos establecen una relación directa entre sexo
y placer, pasión o gusto por la práctica en sí misma, y así lo sugieren con respuestas como:
«…a mí me gusta el sexo y me gusta que con la persona que estoy tengamos relaciones
sexuales, si los dos queremos y podemos claro…», «creo que el sexo es lo que mantiene viva
una pareja».
A medida que se ha profundizado en la búsqueda de opiniones personales, basadas en
mayor o menor medida en las experiencias y sensaciones propias, se han ido poniendo de
manifiesto las diferencias entre la percepción masculina y la femenina. La preferencia
individual entre sexo sin amor o sexo en el contexto de una relación, ha dejado constancia de
ello. Prácticamente todos los varones manifiestan la satisfacción que les produce el sexo con
su pareja afectiva, pero se inclinan hacia el sexo desvinculado del amor, argumentando su
posición mediante la ausencia de responsabilidad y preocupación por la otra persona, que para
ellos caracteriza a este tipo de encuentros sexuales; prueba de ello dan sus expresiones al
respecto: «…si no te quieres complicar la vida es mejor el sexo sin amor», «…mejor el sexo
únicamente por obtener placer sexual, porque seguramente disfrutas mucho más y no te
cohíbes en cosas que tu pareja no quiere, porque no te importa tanto la otra persona como si
fuera tu novia», de las que se desprende una falta de respeto absoluta hacia los intereses,
gustos y preferencias de la pareja sexual. Esta distinción que establecen los varones entre
pareja afectiva y pareja únicamente sexual, también queda patente en sus reflexiones sobre si
en el sexo es preferible agradar o ser agradado, a lo que responden de forma muy similar
todos ellos. Optan por la satisfacción propia en las prácticas desvinculadas del amor y por la
satisfacción mutua si hablamos de relación amorosa.
Estos dos aspectos son los que muestran la diferencia de respuesta más significativa en
comparación con las adolescentes, para quienes en la mayoría de los casos es preferible el
sexo en el contexto de una relación sentimental, por ser éste más completo, satisfactorio y con
el que se sienten cómodas por la mayor confianza que se establece con la pareja. Encontramos
relación directa entre estas afirmaciones y las respuestas extraídas de la segunda cuestión que
estamos analizando, para la que cuatro de las cinco entrevistadas refiere mayor satisfacción
agradando a la otra persona, que con el placer propio, y así lo muestran las siguientes
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