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Historia: Dr. Ramón Carrillo / Médicos argentinos ... - Revista Ambo

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<strong>Médicos</strong> por el Mundo<br />

32 de los mejores hospitales del país. Tenía hace hoy menos de un año. Invierno, frío<br />

“fuenteovejunezco” de Favaloro, políticos “ibericidio” en masa.<br />

33<br />

que bajar un poco la intensidad y esperar<br />

a que el tiempo se convirtiera en carrera,<br />

la carrera, en estabilidad y la estabilidad,<br />

en calidad de vida. Pero esta novela estaba<br />

ambientada en la Argentina.<br />

Cuando proyectaba a diez o quince años<br />

y observaba a compañeros de trabajo mayores<br />

que yo, mejor formados que yo,<br />

trabajando en el mismo lugar “promisorio”<br />

que yo, veía que no sólo no habían podido<br />

conseguir esa calma y ese orden, sino que<br />

algunos sufrían en su vida síntomas de desintegración<br />

personal, familiar y social.<br />

En conclusión, a principios de 2008, cuando<br />

sonó el teléfono por el llamado desde<br />

España, yo era tierra fértil para subirme a<br />

cualquier avión o “bondi” que me dejara<br />

fuera de la furiosa Buenos Aires. Salió España<br />

como podría haber salido Trelew o<br />

cualquier otro lugar.<br />

¿Desde cuándo estás allá?<br />

Aterrizamos en Madrid en enero de 2009,<br />

" La Argentina es<br />

una adolescente<br />

tremendamente<br />

hermosa, conflictuada<br />

porque no sabe si jugar<br />

a las muñecas o ponerse<br />

implantes mamarios.<br />

Es muy difícil vivir con<br />

una compañera así".<br />

invierno europeo. Subimos al avión con<br />

35 grados, porteños y bajamos con cero<br />

grados, nieve y soledad.<br />

¿Por qué decidiste irte?<br />

La respuesta interesante quizá no sea a<br />

por qué me fui, sino a por qué motivos<br />

no me fui. Es muy importante saber bien<br />

a qué cosas le tenemos apego y a cuáles<br />

no, porque son estas cosas, materiales<br />

o espirituales, las que nos definen como<br />

personas.<br />

No me fui porque la Argentina sea un mal<br />

país para vivir. No me fui porque me fuera<br />

mal en términos materiales, sí sociales. No<br />

me fui pegando un portazo, insultando a<br />

jefes, compañeros, familiares y amigos.<br />

No me fui, tampoco, sintiendo pena por<br />

ellos, pensando que esos pobres seres se<br />

quedaban en Bananolandia. No me fui<br />

enojado ni jurando venganza ni no volver<br />

nunca jamás. Me fui un poco por culpa del<br />

país y de su sistema sanitario, y un poco<br />

por culpa mía. Sí, culpa mía. El exilio pocas<br />

veces es un mérito.<br />

Visto desde más lejos, nuestro país es<br />

excelente, aun con todas sus pobrezas y<br />

defectos.<br />

El argentino es un personaje hipercrítico,<br />

ambicioso tanto para bien como para mal,<br />

permanentemente activado en busca de<br />

ser mejor, tener algo mejor, llegar más lejos,<br />

aunque ese llegar más lejos signifique<br />

un palco en la cancha de Boca o “tunear”<br />

la cupé Fuego. De esta búsqueda por<br />

superarse, emergen nuestros premios<br />

Nobel en Medicina, un Favaloro, un Maradona<br />

del fútbol (no de la vida), Gardel<br />

y el tango, el Colón, escritores a raudales<br />

y mil etcéteras más. Pero también tenemos<br />

el Maradona de la vida, el asesinato<br />

y militares que han rifado el país al peor<br />

postor (también, militares heroicos que<br />

han dado su vida, no así los políticos). La<br />

Argentina es una adolescente tremendamente<br />

hermosa, conflictuada porque no<br />

sabe si jugar a las muñecas o ponerse implantes<br />

mamarios. Es muy difícil vivir con<br />

una compañera así.<br />

¿Qué pasos seguiste para conseguir trabajo?<br />

A nosotros nos llamaron, pero si querés<br />

conseguir trabajo, acá las opciones son dos:<br />

contactos o MIR. Si querés venir a trabajar<br />

a España, tenés que tener un amigo o conocido<br />

que te suelte información. Otra opción<br />

es venir directamente a rendir el MIR,<br />

que no es más terrible que rendir en la Argentina,<br />

y entrás siempre (aunque no en la<br />

especialidad que quieras, eso es cierto). La<br />

tercera opción es la del mochilero médico:<br />

abrís Internet, buscás una oferta de trabajo<br />

y te postulás, pero, como dicen acá, “que<br />

Dios te coja confesado”. La última opción,<br />

generalmente rara, es venir como estudiante<br />

a hacer un fellow, que hay pocos y<br />

no sé cómo se barajan.<br />

¿Cómo te sentiste al llegar y cuáles fueron<br />

las primeras impresiones del sistema de<br />

salud español?<br />

Es la pregunta más compleja. Bajarse de<br />

un avión con visa de trabajo y residencia,<br />

y un título académico te da ventajas, no<br />

garantías. Uno no se da cuenta de lo difícil<br />

que es armar las cosas en un lugar nuevo<br />

donde, en la realidad, no tenés ni documentos<br />

útiles ni estás registrado en ninguna<br />

parte. La verdad es que, una vez pasada<br />

la fiebre del viaje, la mudanza y ver por<br />

primera vez tu casa, el hospital, la ciudad,<br />

etc., te atropella la realidad. Nosotros llegamos<br />

con las mejores expectativas y, a<br />

los veinte días, quería cometer un urgente<br />

Mi experiencia no es la del argentino que<br />

vuelve a Buenos Aires de vacaciones y<br />

dice que acá es todo recopado, que el<br />

euro es una moneda del carajo y que te<br />

cansás de tomar cervecita en el Mediterráneo.<br />

Bien por ellos, pero no les creo.<br />

Aunque sí hay algo cierto: inmediatamente,<br />

te subís al nivel de vida europeo, donde<br />

siendo médico casi seguro que no vas<br />

a tener problemas de plata; vas a vivir en<br />

una casa o departamento más grande y<br />

lindo que el que dejaste en la Argentina,<br />

y vas a laburar la mitad o menos. Eso, que<br />

se dice rápido, eso es lo que te mantiene<br />

fuera de la Argentina porque tenés la certeza,<br />

falsa o no, de que en los próximos<br />

treinta años no vas a conseguirlo en tu<br />

país. Para que se den una idea, mi mujer,<br />

mi hijo y yo debemos haber quintuplicado<br />

el tiempo que pasamos juntos con<br />

sólo llegar a España. Esto es irrefutable y<br />

tan sólido que es capaz de mantenerte a<br />

10.000 km de tu casa pagando un precio<br />

inestimablemente alto.<br />

La gente, cuando hablás individualmente<br />

con ellos, es “normalita”. Ni más buenos<br />

ni más malos. La sociedad en conjunto no<br />

te abre las puertas. Te dejan entrar, pero<br />

no te invitan. Sin ánimos de redundar en<br />

comentarios típicos, debo decir que la<br />

gente es más fría, distante y menos comprometida<br />

que nosotros.<br />

El Sistema Nacional de Salud (SNS) te garantiza<br />

universalidad de atención aunque<br />

seas ilegal, narcotraficante y pederasta. España<br />

tiene unas estadísticas que hacen que<br />

se te caiga la cara de asombro: 2/1000 de<br />

mortalidad infantil (mientras que la Argentina<br />

tiene 10/1000), y una expectativa de<br />

vida de 78 años para los varones y 84 para<br />

las mujeres (en la Argentina, 72 y 78, respectivamente).

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