Temas de espiritualidad - Autores Catolicos

transmitidas sexualmente, respecto sobre todo al Sida cuya subida
es vertiginosa.
Buscan detener el azote de modo rápido y eficaz. Quieren
prevenirla en los jóvenes que, hoy, se entregan a las aventuras
sexuales a una edad muy temprana. Por eso anuncian, en las
mismas escuelas, un acceso fácil es el preventivo del condón (del
nombre de su inventor, un inglés del siglo XVIII).
Su intención es Buena, pero su solución deja que desear.
El uso del condón no es eficaz al 100%. Hay muchos fallos.
Pero no es ésa la razón de nuestro rechazo a la inmensa
publicidad orquestada a la distribución gratis de preservativos.
La escuela no es una farmacia.
Nos hace falta ver más lejos que nuestra sociedad contemporánea
que vive alegrías fáciles, inmediatas, sin ninguna atención a los
valores del amor, del matrimonio y de la familia.
Los jóvenes sueñan con un porvenir de verdadera felicidad, de
amor sincero y estable, de una vida que tiene sentido. No es el uso
del condón lo que va a facilitar su marcha hacia la madurez, el
dominio de ellos mismos, la armonía de su ser. Al contrario,
verán crecer la amargura, un amor efímero, prontamente
decepcionado y engañoso.
Hay que promover en los jóvenes una formación en el verdadero
sentido de un amor don de sí, verdadero y generoso, abierto a las
responsabilidades y a la vida.
La Iglesia predica la educación sexual fundada en el dominio de
sí, la abstinencia y el respeto de los valores. La castidad vale
siempre.
El uso prematuro de las facultades sexuales rebaja y vulgariza un
acto humano tan grande.