Temas de espiritualidad - Autores Catolicos

En 1985, el entonces nuncio apostólico, Gerónimo Prigione, declaró que el
sida constituía un castigo divino por el hecho de que los primeros casos se
asociaron a la promiscuidad y al "sexo entre hombres" o con prostitutas.
Esta visión no ha variado. El complejo moralista ha seguido imponiéndose
en la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), como bien lo saben las
organizaciones civiles que se han constituido para enfrentar y prevenir ese
flagelo. Esto lo supo desde un principio la comunidad homosexual -católica
en su mayoría-- y los familiares de las primeras víctimas del VIH,
que padecieron las consecuencias del estigma religioso.
Alvaro aún no cumple los 30 años de edad, pero tiene en su haber un sólido
trabajo de lucha contra el sida. Conoce muchos ejemplos de prejuicio,
intolerancia e ignorancia dentro de la grey católica ante esta pandemia. "En
la clínica 25 del IMSS --dice-- sucedió un hecho lamentable con una mujer
en grado avanzado de esta enfermedad. Fue en 1996. Sus familiares le
llevaron un sacerdote que, al percatarse del motivo por el que la paciente
estaba internada, decidió administrarle el sacramento de la unción, pero a
distancia, ¡a través del vidrio de una las ventanas del pabellón donde estaba
internada!".
Así, la vaguedad de la CEM para definir una posición concreta en la lucha
contra el sida y la moral conservadora dictada desde El Vaticano
constituyen en nuestro país un muro de contención que diluye los esfuerzos
tanto de la sociedad civil como de las autoridades sanitarias para enfrentar
con eficacia y dignidad las secuelas de esta enfermedad.
En el ámbito mundial hay verdaderos matices dentro de la Iglesia católica
parar enfrentar el sida. En no pocas diócesis africanas o asiáticas se han
emprendido programas asistenciales que combinan esfuerzos de
organismos públicos y organizaciones no gubernamentales (ONG) católicas
para impulsar proyectos de formación de voluntarios, de adquisición de
medicina contra infecciones ocasionales, de ayuda en alimentos, de
atención a mujeres infectadas y de acciones ecuménicas específicas contra
el VIH.
Programas de este tipo existen en Uganda, Guinea, Costa de Marfil y
Burundi, entre otros países. La Iglesia católica de Costa de Marfil ha puesto
en marcha planes nacionales VIH/sida para los periodos 1995-1997 y 1998-
2000, según reconoció el arzobispo emérito de Zacatecas y actual
presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud de El
Vaticano, Javier Lozano Barragán.