PDF: Fuentes para la historia del Opus Dei
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Álvaro <strong>del</strong> Portillo (1935)<br />
Álvaro <strong>del</strong> Portillo fue el primer sucesor <strong>del</strong> Beato Josemaría al<br />
frente <strong>del</strong> <strong>Opus</strong> <strong>Dei</strong>. Se incorporó al <strong>Opus</strong> <strong>Dei</strong> en el año 1935, durante<br />
un retiro espiritual predicado por el Beato Josemaría en <strong>la</strong> residencia de<br />
Ferraz, y pronto se convirtió en un fiel y cercano co<strong>la</strong>borador <strong>del</strong><br />
Fundador, quien, ya en 1939 le l<strong>la</strong>maba “saxum”, roca, porque<br />
albergaba <strong>la</strong> esperanza de apoyarse en él <strong>para</strong> <strong>la</strong> tarea de gobernar <strong>la</strong><br />
Obra.<br />
Carta de Don Josemaría Escrivá a Álvaro <strong>del</strong> Portillo, desde<br />
Burgos 63<br />
Jesús te me guarde, Saxum.<br />
Y sí que lo eres. Veo que el Señor te presta fortaleza, y hace<br />
operativa mi pa<strong>la</strong>bra: saxum! Agradéceselo y séle fiel, a pesar de... tantas<br />
cosas.<br />
(...) ¡Si vieras, qué ganas más grandes tengo de ser santo, y de<br />
haceros santos! Te abrazo y te bendigo.<br />
Carta de Don Josemaría Escrivá a Álvaro <strong>del</strong> Portillo, desde<br />
Madrid 64<br />
Saxum! ¡qué b<strong>la</strong>nco veo el camino —<strong>la</strong>rgo— que te queda por<br />
recorrer! B<strong>la</strong>nco y lleno, como campo cuajado. ¡Bendita fecundidad de<br />
apóstol, más hermosa que todas <strong>la</strong>s hermosuras de <strong>la</strong> tierra! Saxum!.<br />
Recuerdos de Álvaro <strong>del</strong> Portillo tras el fallecimiento <strong>del</strong> Beato<br />
Josemaría 65<br />
Puedo atestiguar que su unión con Dios aumentó año tras año, en<br />
un "crescendo" maravilloso, hasta el fin de su vida. Ya en 1935, cuando<br />
acababa de conocerlo, vi c<strong>la</strong>ramente que sólo pensaba en el Señor y en<br />
cómo servirle. Ponía los cinco sentidos en todo lo que hacía; pero, al<br />
mismo tiempo, estaba completamente metido en Dios. Vivía lo que solía<br />
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