PDF: Fuentes para la historia del Opus Dei
PDF: Fuentes para la historia del Opus Dei
PDF: Fuentes para la historia del Opus Dei
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
corpus sumus in Christo, singuli autem alter alterius membra’ (Rom. XII,<br />
5); nosotros, siendo muchos, somos sólo un cuerpo en Cristo, pero cada<br />
miembro está al servicio de los otros miembros.<br />
Todos debéis serviros, hijos míos, unos a otros como pide vuestra<br />
fraternidad bien vivida, pero los sacerdotes no deben tolerar que sus<br />
hermanos <strong>la</strong>icos les presten servicios innecesarios. Los sacerdotes somos<br />
en <strong>la</strong> Obra los esc<strong>la</strong>vos de los demás y, siguiendo el ejemplo <strong>del</strong> Señor -<br />
que no vino a ser servido sino a servir: ‘non veni ministrari, sed<br />
ministrare’ (Matth. XX, 28)-, hemos de saber poner nuestros corazones<br />
en el suelo, <strong>para</strong> que los demás pisen b<strong>la</strong>ndo. Por eso, dejaros servir sin<br />
necesidad por vuestros hermanos seg<strong>la</strong>res, es algo que va contra <strong>la</strong><br />
esencia <strong>del</strong> espíritu <strong>del</strong> <strong>Opus</strong> <strong>Dei</strong>.<br />
Carta 6-V-1945, n. 10 y 25 120<br />
La vocación no nos saca de nuestro sitio, de aquel<strong>la</strong> condición<br />
social que tenemos en el mundo. Ni ante <strong>la</strong> Iglesia ni ante el mundo<br />
hacemos otra profesión que <strong>la</strong> que hacen nuestros iguales, los fieles<br />
cristianos, cumpliendo todos los deberes de católicos responsables y<br />
ejercitando los deberes y los derechos de los ciudadanos corrientes. (...)<br />
En su aspecto espiritual o ascético, <strong>la</strong> formación que nos da <strong>la</strong> Obra<br />
tiende a crear en nuestras almas una disposición habitual, como un<br />
instinto, que nos conduce a mantener siempre —a no perder— el punto<br />
de mira sobrenatural en todas <strong>la</strong>s actividades. No vivimos una doble vida,<br />
sino una unidad de vida, sencil<strong>la</strong> y fuerte, en <strong>la</strong> que se funden y<br />
compenetran todas nuestras acciones.<br />
Cuando respondemos generosamente a este espíritu, adquirimos<br />
una segunda naturaleza: sin darnos cuenta, estamos todo el día pendientes<br />
<strong>del</strong> Señor y nos sentimos impulsados a meter a Dios en todas <strong>la</strong>s cosas,<br />
que, sin Él, nos resultan insípidas. Llega un momento, en el que nos es<br />
imposible distinguir dónde acaba <strong>la</strong> oración y dónde comienza el trabajo,<br />
porque nuestro trabajo es también oración, contemp<strong>la</strong>ción, vida mística<br />
verdadera de unión con Dios -sin rarezas-: endiosamiento.<br />
Carta 8-XII-1949, n. 6, 83 y 87 121<br />
93