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UNEP(OCA)/MED IG.12/9
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Peligrosos y de las enmiendas del Protocolo sobre la Protección del mar Mediterráneo contra la
contaminación de origen terrestre.
74. En el marco del PAM, Chipre había recibido una gran asistencia para el establecimiento
de su sistema de vigilancia de la contaminación marina. El programa MEDPOL servía de
orientación a los esfuerzos del país por evaluar y controlar la contaminación marina. Chipre había
participado constantemente en las actividades del Centro Regional de Respuesta a Situaciones
de Emergencia de Contaminación Marina en el Mediterráneo (CERSEC). El acuerdo entre Chipre,
Egipto e Israel relativo al plan subregional de preparación e intervención en caso de accidentes
importantes de contaminación marina en el Mediterráneo había sido aprobado por el Consejo de
Ministros y ya había logrado progresos concretos. Deseaba dar las gracias al CERSEC por sus
esfuerzos en la realización de ese acuerdo y a la Unión Europea por financiar el proyecto que hizo
el acuerdo posible.
75. Chipre había estado colaborando estrechamente con el CAR/ZEP en la conservación de
los hábitat y especies marinas, en particular en lo concerniente a la foca monje y las tortugas
marinas del Mediterráneo. Desde 1989 Chipre venía organizando cursos de capacitación en
técnicas de conservación de la tortuga marina para cursillistas patrocinados por el PAM de otros
países del Mediterráneo. Confiaba en que se pusieran en aplicación los planes de acción
revisados relativos a las tortugas marinas y a los mamíferos marinos que se habían sometido a
la aprobación de la Reunión.
76. El representante de Francia dijo que una visión histórica de los últimos 25 años, con la
ayuda de la labor realizada por el Plan Azul sobre los indicadores, mostraba los cambios de gran
alcance que se habían producido en el área mediterránea. Se habían logrado mejoras en la vida
de los habitantes de la región, pero se habían agravado también problemas como los de la
contaminación de las ciudades costeras en las que el 50 por ciento de los efluentes no estaba
tratado; la contaminación atmosférica en las aglomeraciones urbanas, el 80 por ciento de las
cuales carecían de instrumentos de medición; la diversidad biológica, que estaba muy necesitada
del apoyo del FMAM, y la mala gestión de los recursos hídricos. El PAM seguía estando
insuficientemente conectado con las políticas nacionales. Esas políticas se beneficiarían de los
análisis del PAM y viceversa. Quedaba mucho por hacer para dar eficacia a la acción común. Se
habían logrado progresos y, a este respecto, daba las gracias al Coordinador y a los Centros de
Actividades Regionales. Confiaba en que la nueva carta funcional ayudaría a fijar las tareas con
más precisión. Había una gran tarea por delante para lograr la participación de toda la sociedad
civil en la labor del PAM, así como de los socios multilaterales en el plano regional, como el Banco
Mundial, el FMAM, el Programa de Asistencia Técnica para el Mediterráneo (PATM) y el Centro
para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la Región Árabe y Europa (CEDARE). La Asociación
Euromediterránea estaba iniciando sus actividades y los países podían contar con el apoyo de
Francia, que a mediados del 2000 asumiría la presidencia de la Unión Europea, para ayudar a
reforzar la Asociación y para ajustar sus actividades a las del PAM.
77. Al mismo tiempo que manifestó su agradecimiento al Coordinador por la documentación
que tenía ante sí la actual Reunión, en la que se indicaba el apoyo financiero recibido, señaló que
a su juicio los cuadros que contenían las cifras deberían ser más específicos con respecto a cada
tema. Creía también que toda la financiación externa se debería utilizar mejor, prestándose la
debida atención a todos los tipos de contribuciones voluntarias.
78. Con respecto a la prevención de la contaminación, el PAM y MEDPOL habían establecido
un programa operacional que Francia había respaldado por conducto del FMAM francés. Tenía
grandes esperanzas depositadas en el proyecto y dijo que debería iniciarse rápidamente. En la
región mediterránea los países debían estar alerta a los desastres naturales y, a ese respecto,