Breve reseña histórica - Estheticnet

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Marketing
Los canales de cable, los suplementos gráficos y los
micros de radio servirán de apoyo de campaña; las
revistas especializadas son medios menos masivos
que los genéricos, pero muchos más específicos en
cuanto a la selectividad de los impactos en su audiencia
y lectura. Los PNT, los inserts, canjes publicitarios,
programas especiales, auspicios de eventos,
congresos y coligación con celebridades permitirán
también una mejor transmisión del concepto diferencial
de su marca, pues en ellos el público objetivo
está cautivo del mensaje; su personalización, a través
de medios de correo directo o electrónicos específicos
y especializados, produce importantes impactos
en su cartera de clientes.
En la industria los ratings, shots y ratios de circulación
cuantitativos son menos relevantes que la segmentación
de los targets, reader ships, impactos cualitativos,
sin olvidar que la ecuación de costo-beneficio
de la campaña publicitaria debe ser medida en el
balance de la directa captación de clientes y el indirecto
posicionamiento forjado de su marca.
Pregúntese, entonces, ¿qué pretende comunicar: productos
o servicios diferenciados a través de acciones
directas o indirectas? ¿Su marca a los efectos de crear
una actitud proactiva y efectiva de los clientes hacia
ella? ¿Cuál será el objeto de su campaña: estimular
una demanda primaria de una categoría genérica de
productos o servicios dentro de un establecimiento
diferenciado, estimular la demanda selectiva de su
marca dentro de un concepto genérico, o comunicar
una marca organizacional con productos o servicios
diferenciados lo más alejada posible del genérico?
¿Cuál será el público: metafocal, ampliado o segmentado?
¿En qué ámbito: nacional o local? ¿Cuál es la tipificación
publicitaria pretendida: industrial, comercial,
profesional o de servicios?
| Conclusión
En principio, cualquiera sea la respuesta, procure, de
la comunicación, un fuerte componente de efecto
duradero. Por ello la estrategia no puede ser impulsiva,
irracional, cambiante, sino más bien recursiva,
racional y constante, una vez elegido el rumbo.
Cuestione las hipótesis que conciben el comportamiento
del ser humano en su faceta de decodificador
de mensajes, comprador, usuario de productos o servicios,
sea lógico y racional; puesto que la realidad nos
demuestra que el factor emocional es, en numerosas
ocasiones, absolutamente más resolutivo.
No olvide que, en materia de oportunidad de comunicar
el mensaje, debería aprovechar el momento, la
coyuntura o situación del tiempo de referencia, la fre-
cuencia; pues el consumidor comienza a retener un
mensaje cuando este último tiene una tasa de repetición
razonable.
No se aleje creativamente de la sinceridad que deben
contener las propuestas, globalizar el mensaje no aleja
el nocivo sentimiento de fraude que produce en el consumidor-usuario,
una eventual real frustración en la
hora de la prueba post compra del producto o servicio,
una vez que le fueron persistentemente comunicados
sus teóricamente excepcionales resultados.
Las marcas tienen, cada una, su propia identidad, que
puede ser asociada con estereotipos mentales de las
personas, de modo que ellas generen una identificación
proactiva. La industria permite amplias opciones
del efecto insight a partir de la creación de propias
valoraciones de los conceptos de salud, belleza, estética,
placer…
Hay que enmarcar la comunicación y las campañas
publicitarias en el objetivo que sean una inversión que
retorne, y no una erogación que se transforme en un
gasto corriente. No olvide que de tal decisión dependerá
el flujo de sus clientes.
El fin último de la publicidad tiene que ser promover
sentimientos a partir interacciones con su marca
organizacional, sus productos o servicios, generándole
resultados económicos financieros percibidos;
de lo contrario, sólo habrá gastado para acumular
algo de valor residual para su marca y no invertido
en ella.