Breve reseña histórica - Estheticnet

Medicina Estética
célula del tejido tratado absorbe parte de esta energía
(gracias a su grado de resistividad) y la transforma en
temperatura; ésta va del interior al exterior del cuerpo,
calentando posteriormente al electrodo de aplicación.
La potencia está calibrada para alcanzar temperaturas
internas no superiores a los 41-42º C (en los protocolos
de bioestimulación no alcanzamos nunca esta temperatura),
a nivel de todos los tejidos corporales.
El calor clásico (fuego, radiación infrarroja, ultrasonidos,
onda corta, etc.) se produce por rozamiento o fricción
molecular; sobre los tejidos determina flaccidez.
El calor debe penetrar en el cuerpo, y ello en función
de un parámetro que es la resistencia térmica de los
tejidos.
Por el contrario, la hipertermia o temperatura producida
por el Método Indiba® se genera en los propios tejidos,
y determina reafirmación o compactación tisular,
por una posible acción directa sobre el citoesqueleto
(estructuras del citoplasma celular) y sobre las proteínas
extracelulares que mantienen la rigidez estructural
de los tejidos. Y ello, además de la lógica vasodilatación,
con aumento del volumen sanguíneo circulante
y, por ende, de todos los procesos metabólicos.
Los efectos biológicos que nos interesan son:
- Incremento de la circulación arterial (vasodilatación),
dando lugar a un aumento de la oxigenación y a
la disminución de la acidez de los tejidos.
- Incremento del drenaje venoso, con aumento de la
reabsorción de los catabolitos y disminución del
edema en áreas con procesos inflamatorios.
- Incremento de la permeabilidad de la membrana
celular, lo cual facilita los intercambios metabólicos.
- Estimulación del sistema inmunitario y disminución
de los radicales libres.