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BURGOS.
hemos espre.sa.Io, llegó la hora que terminó los dias de Don
Enrique III, falleciendo en Toledo á 25 de diciembre de 1406,
á los 27 años de edad, y 16, dos meses y 21 dias de reinado.
En una cláusula de su testamento manifestó la promesa que
habia hecho de fundar un conv. de la orden de San Eraueisco,
y dispuso que sus testamentarios lo construyesen ó empleasen
á su arbitrio el valor del edificio en reparar otros monast.
arruinados. No habiéndolo cumplido los albaceas, se creyó en
obligación de verificarlo muchos años después su hijo, el rey
D. Juan, que á la muerte prematura de su padre quedó en
la tierna edad de 22 meses. Consumido la mayor parte de su
turbulento reinado eu sofocar los bandos y parcialidades que
tuvieron lugar en aquella época, no dio muestra el rey de
cumplir la voluntad de su padre, manifestada en el testamento,
hasta después de haber trascurrido el largo periodo de 35 años:
mas al fin de ellos, resuello á verificar la fundación que alli se
indicaba trató de ejecutarla , siendo su ánimo suplir los gastos
de la fáb., y los de dotación , con bienes de su esclusiva pertenencia,
pudo erigirle desde luego, sin aguardarla resolución
de otro alguno ; pero siguiendo el impulso de su carácter
apocado y tímido confió el negocio á la deliberación de ciertos
personages. Los pareceres fueron diversos, apoyaron su pensamiento
2 ilustres sacerdotes que gozaban de la mas alta reputación
en la corte y en toda España. Varones egregios que á
la dignidad episcopal de que estaban investidos agregaban la
relevante cualidad de ser los mas ilustrados y eruditos de su
siglo. Estos eran el esclarecido D. Alonso de Cartagena, ob.
de Burgos; y D. Alonso de Madrigal, ob. de Avila, conocido
vulgarmente con cl renombre de Tostado. Su voto por grave y
respetable que fuese no arrastró el dictamen de los demás:
mostraron oposición casi lodos los principales de la corte y el
ayunt. de Burgos noticioso de los designios del rey se esforzó
en contrariarlos: señalándose sobre todos en resistirlos el poderoso
y malhadado valido D. Alvaro de Luna , á quien con
este motivo se le comenzó á oscurecer la estrella, puesto que
esta oposición fué una de las muchas causas que el rey publicó
tener para decapitarle en la circular dirigida espresamento
á Burgos y á todos los conc. de las c. y v. del reino en la cual
dice : «Y asi mesmo turbando y embargando (D. Alvaro,) que
yo no edificase ni construyese la igl. y monast. de Miradores,
que yo elegi para mi sepultura, ni librasen, ni pagasen los
mrs. que yo para ello mandé dar.» Sabed r cl rey D. Juan
délas encontradas opiniones délos consultados, se resolvió
por primera vez en su vida á rechazar la de su favorecido ministro,
siempre irresistible,siempre hasta esla ocasión absoluta
y decisiva. La fundación del monast. en los palacios de Mirallores
quedó irremisiblemente acordada en su ánimo; y desde
aquel momento emprendió los trabajos conducentes para llevarlo
á cabo. Apartándose de la elección que su padre habia
hecho de la religión de San Francisco , se crej r
ó eu plena libertad
para plantear en el futuro conv. lo que mejor se aviniese
con sus ideas , fijándose desde luego en el instituto car
tujano; austero, rígido , penitente y de severa observancia;
circunstancias que alagaban los principios de su religiosidad.
Con fecha 12 de octubre 1441 escribió desde Burgos una carta
firmada de la real mano y refrendada por el doctor Fernán
Diez de Toledo, oidor de su consejo, al general de la gran Cartuja
D. Francisco Mareime, ofreciéndole el insinuado palacio
con los parques y algunas rentas para erigir un monast. en
cuya igl. habia do reposar su cuerpo después de su muerte.
Aceptada la piadosa oferta comisionó el general al P. 1). Miguel
de Buesla prior del conv. de Seala Dei, para que acompañado
de otro prior que lo fué el del Paular D. Juan de las
Fuentes, pasase á Burgos á tomar posesión délos palacios
como lo hizo sin tardanza. El alcaide de ellos Alonso de Zúñiga
, quien requerido con una cédula librada por el rey para
aquel objeto , dio la posesión á los apoderados de la orden el
dia 9.Í de febrero de 1412 por testimonio de Diego de Burgos,
escribano público. Finalizado este solemne acto, habilitaron lo
mejor (pie les fué posible una de las salas del palacio para que
hiciese veces de igl. on la cual se cree haberse celebrado la primera
misa aquel mismo dia, porque la hermosa capilla que habia
empezado á levantar D. Enrique III nunca llegó á concluirse.
Como no era fácil constituir de repente una comunidad
completado religiosos, se plegaron alas circunstancias los
PP. priores y dejando en el novísimo conv. al P. D. Rerengario
Strud, monge de misa profeso de Scala Dei y á Fr. Juan
de Arévalo, lego del Paular con un criado que les asistiese;
partieron ambos á la corle para arreglar los intereses del naciente
monast. Ninguna dotación les había señalado aun el
rey D. Juan , quien recibió en Tordesillas álos priores con
notable afabilidad oyéndoles agradablemente el relato de la
posesión. Habiéndoseles ordenado que presentasen por escrito
sus pretensiones, lo hicieron incontinenti reduciéndolas á 3
art. cuales eran : 1." que se les diese dinero para fabricar igl.,
arreglar habitaciones y oficinas y comprar servicio de mesa
y alhajas necesarias. 2." Que señalasen rentas, ciertas, perpetuas
y seguras para la manutención de 12 mongos y un prior,
8 conversos, 12 criados y algunos huéspedes. V 3." que se les
diese instrumento auténtico sollado con el sello real on el que
constase la donación de los palacios y dotación del monast.
Muchas y graves dificultades hubo que vencer antes de quedar
arreglado el negocio, porque la corle constante en su decidida
oposición ponía cuantos obstáculos le sugería una ostinada
resistencia al proyecto de fundación pue repugnaba ; lograron
no obstante con respecto al primor art. una libranza de
100,000 mrs. que pareció á los comisionados, cantidad harto
mezquina para tantas obras, pero que hubieron de aceptar
obligados de la necesidad-La segunda petición era de suyo
mas inasequible y como nada puniesen adelantar tomaroiu'liferenlorumbo:
propusieron al rey confiar el asunto á la reconocida
prudencia del ob. de Burgos D. Alonso de Cartagena su
protector y esla gracia les fué otorgada. Reunidos con él los
priores se convinieron en señalar 150 cargas de trigo, otras
tantas do cebada, 150 cántaras do vino, 1,000 florines en dinero
corriente y 22 mareos de plata. Presentado cl convenio
en la corto volvió á ser combatido ahincadamente. Sometido
al informe de ciertos consejeros del monarca, lo aprobaron,
si, pero con notables rebajas en lo anteriormente propuesto;
por lo que aflijídos los priores discurrieron introducir una súplica
formal aconsejados del ob. de Avila que miraba con tierno
cariño la religión de los cartujos, entre los cuales habia sido
novicio en los primeros años de su juventud. Dio el rey
grato oido á la súplica; avocó asi el espediente é hizo que á su
presencia se designasen las rentas de la dotación, hallándose
en el acto los 2 priores, Fernando de Saldaña, su tesorero, un
relator y un contador. Quedó fijada la dotación en 500 fan. de
trigo, igual número de cebada, 1,000 cántaras de vino y
50,000 mrs. en dinero, con promesa de acrecerla si la esperiencia
ensoñase que era insuficiente. Satisfechos los solícitos
priores do la munificencia del monarca, consignada en la do
lacion que acababa do autorizar, no por eso dejaron de quedar
algún tanto mohínos con respecto alas 1,000 cántaras de vino,
cuyo número reputaban por escaso para ol surlido de la comunidad
; sin embargo, no replicaron confiados en sacar todo
el part. conveniente do la real palabra empeñada, como en bre
ve lo acreditó el suceso. Mas entre tanto que el prior del Paular
activaba en la corte el pronto despacho de los documentos
de la fundación y dotación arreglados á lo pedido en
el art. 3.", salió el de Scala Dei para Miradores, donde (lió
nuevo realce á la habilitada igl. y capilla, y á las oficinas y
dormitorios con los maravedises que el rey les habia librado.
Eran indispensables estos reparos en una casa que por instantes
aguardaba nuevos habitadores, como sucedió la víspera do
Pentecostés, en la cual llegaron 3 mongos de la Cartuja de Sevilla.
Al verse 5 reunidos, se constituyeron en comunidad , y r
el dia de Pentecostés dieron principio a la observancia de sus
peculiares institutos , celebrando misa solemne y cantando las
domas horas canónicas. Con esto el palacio suntuoso de los reyes
de Castilla y León quedó trasformado de repente en retirado
albergue de penitentes cenovitas, que al estrépito y números:.-
corto que acompañaba á los monarcas, pocos meses anies,
subsistía ahora un silencio sepulcral solo interrumpido de
cuándo en cuándo con himnos sagrados. El 31 de mayo llegó el
prior del Paular y después dé haber dado nueva distribución á
las celdas y oficinas y de haber demarcado térm. para pasearse
, asi de á pie como do á caballo, nombraron al P. Juan de
Rermeo para vicario, siendo el primero que mereció la vicaria,
como mereció ser el primer prior electo de esta casa. Habiendo
cl capítulo general, por respetos al rey fundador, erigido
una nueva prov. con el título de Castilla, compuesta de las
Cartujas de! Paular, Sevilla, Aniago y Miradores, independiente
de Cataluña, se intimó al prior de Scala Dei se retirase á
su casa y no se entrometiese en ningún negocio de las de Caslilla
, desairo que recayendo sobre quien tanto habia trabajado
cu obsequio de la fundación, acredita la ingratitud inherente