La experiencia musical cervantina - Centro Virtual Cervantes
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Juan José PASTOR COMÍN<br />
embargo, al igual que hemos hecho con el resto de figuras arquetípicas y anónimas<br />
que pueblan toda su producción y que, considerando los análisis precedentes,<br />
han sido integradas en la ficción de tal modo que su presencia se ha revelado<br />
siempre pertinente en la encuesta de su sentido último, es necesario relacionar<br />
a nuestro autor con personajes próximos o familiares vinculados de algún modo a<br />
la actividad <strong>musical</strong> con el fin doble de contextualizar otras posibles referencias<br />
artísticas así como el de determinar el origen de una afición que se traduce en un<br />
conocimiento musicológico importante diseminado en toda su obra.<br />
Comencemos con el padre de nuestro autor, Rodrigo de <strong>Cervantes</strong>, bastante<br />
mal conocido por su condición más que discreta [Canavaggio, 2003: 53].<br />
Aquejado de sordera desde la infancia, esta llega a ser absoluta en su vejez.<br />
Conoció el éxito en los años anteriores a la desunión de la familia, cuando los<br />
<strong>Cervantes</strong> estaban en primera fila en la villa del cardenal Cisneros. De él nos ha<br />
llegado su afición por la vihuela y participación en torneos y juegos ecuestres en<br />
los que a la buena sociedad le gustaba brillar 2 • Astrana incide nuevamente en su<br />
saber <strong>musical</strong> al describir el carácter de la madre de <strong>Cervantes</strong>, doña Leonor de<br />
Cortinas, ante la adversidad de su destino:<br />
Cuando nos la imaginamos aceptando el amor de un hombre<br />
probablemente huraño y retraído, como suelen ser los sordos, aunque<br />
Rodrigo dijérase jovial y muy aficionado a la música; sufriendo con<br />
entereza el rosario de calamidades que se cernió sobre aquella familia:<br />
la desgracia de las hijas, el cautiverio de los hijos, la prisión del esposo,<br />
la penuria constante del hogar, la peregrinación azarosa de un sitio a otro<br />
en busca de un mejoramiento de fortuna que no llegó jamás. [Astrana<br />
1948/58: 1,191]<br />
Entre las dificultades que sobrevinieron a la familia debemos destacar el<br />
impago de un préstamo de cuarenta mil maravedíes para pagar a un acreedor<br />
llamado Gregorio Romano [Canavaggio, 2003: 59] que supuso el encarcelamiento<br />
y una relación de embargo que nada oculta de la indigencia del cirujan0 3 •<br />
2 Dado que su dolencia le impedía seguir las huellas de su padre, decidió ejercer como<br />
médico-cirujano, oficio despreciado en una época donde el cirujano, barbero, si se terciaba, era<br />
poco más que un simple artesano. Vid. Sliwa [1997: 175-179].<br />
3 El teniente de merino mayor de Valladolid, García de Medina, procedió a embargar los<br />
bienes de Rodrigo de <strong>Cervantes</strong> y los de su hermana. Ante el escribano Francisco Mateo de<br />
Morillas y en presencia de varios testigos, se presentó en el piso bajo de la casa del barrio de<br />
Sancti Spiritus (extramuros de la villa) y trabó los bienes siguientes: «Primeramente, una manta<br />
frazada blanca. -Otra colorada. Más cuatro sábanas. -Más otras dos mantas frazadas viejas. -Más<br />
tres almohadas de cama, las dos llanas y la una labrada. -Más unas calzas amarillas. -Más un jubón<br />
blanco. -Más un sayo pardo, viejo. -Más cuatro colchones. -Más un repostero, con las armas de<br />
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