Forjar una juventud comprometida con su futuro - Juventud Rebelde
Forjar una juventud comprometida con su futuro - Juventud Rebelde
Forjar una juventud comprometida con su futuro - Juventud Rebelde
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
10<br />
CULTURA<br />
DOMINGO 13 DE ENERO DE 2008<br />
<strong>juventud</strong> rebelde<br />
Todavía quedan obras maestras<br />
Keira Knightley, a quien también vimos en Piratas del Caribe, encarna un rol protagónico en Expiación, drama<br />
romántico ambientado en los años 30.<br />
La maldición de la flor dorada, del talentoso Zhang Yimou, se mueve entre el amor, el odio, la ambición y otras<br />
coordenadas del típico drama de Shakespeare.<br />
por JOEL DEL RÍO<br />
cult@jrebelde.cip.cu<br />
La vida de los otros, filme alemán, no precisa de la credencial del Oscar a<br />
la Mejor Película Extranjera para demostrar que es <strong>una</strong> obra maestra.<br />
rante al Oscar), la <strong>su</strong>eca Sarabanda, canto de<br />
cisne del más autor de todos los autores, Su<br />
Majestad Ingmar Bergman; el florilegio formalista<br />
chino llamado La maldición de la flor dorada,<br />
la francesa <strong>con</strong> director austriaco La pianista<br />
(de Michael Haneke), y la selección cierra <strong>con</strong><br />
Cobrador: In God We Trust, lamentablemente<br />
preterida en la entrega de los Corales principales<br />
en el reciente Festival de La Habana.<br />
Debo aclarar que este cronista no alcanzó a<br />
participar en la selección de los mejores filmes del<br />
año (cosa que tengo por costumbre desde más o<br />
menos <strong>una</strong> década) gracias a <strong>una</strong> serie de torpezas<br />
tecnológicas muy personales, amén de las<br />
<strong>con</strong>exiones ineficientes, las tareas de fin de año,<br />
y los correos electrónicos remisos a pasar por mi<br />
bandeja de salida, de modo que no pude emplear<br />
la primera persona del plural, es decir incluirme,<br />
cuando daba cuenta de los re<strong>su</strong>ltados, en los<br />
anteriores párrafos. Mi selección incluía básicamente<br />
los mismos títulos de la selección finalista,<br />
aunque había algunos que no me parecieron tan<br />
extraordinarios y, en cambio, marcaba mi preferencia<br />
por otros que la mayoría de mis colegas<br />
ignoraron olímpicamente, como la belga El niño,la<br />
iraní Las tortugas también vuelan y la norteamericana<br />
Little Miss Sunshine, joya del cine independiente<br />
sobre todo por <strong>su</strong> marcada sátira, y<br />
cuestionamiento de valores tan caros al American<br />
Dream como el éxito, la belleza, el <strong>su</strong>puesto buen<br />
gusto y la sobredimensión de la vida pública y del<br />
papel de los medios. Entre mis preferidos no<br />
había ninguno de los largometrajes cubanos de<br />
Luz silenciosa, de Carlos Reygadas, fue la gran ganadora del pasado Festival de<br />
Cine Latinoamericano en La Habana.<br />
SE benefician de títulos grandiosos y <strong>su</strong>gerentes,<br />
que rememoran antiguas leyendas, metáforas<br />
audaces, y evocan <strong>con</strong> luces y músicas tiempos,<br />
espacios, amores... Hablan de lo enorme y<br />
lo minúsculo <strong>con</strong> <strong>una</strong> profundidad de antología,<br />
demostrando que el cine magnánimo sobrevive<br />
en tanto espejo del alma humana, de las angustias<br />
y alegrías del hombre y la mujer de este planeta.<br />
Con películas como estas puede decirse<br />
que el cine existirá para siempre, en el soporte<br />
que sea, como <strong>una</strong> de las grandes <strong>con</strong>quistas<br />
del siglo XX, porque en más o menos dos horas<br />
cada <strong>una</strong> de estas obras expresa el más alto<br />
<strong>con</strong>cepto del cine de autor, aquel que desde finales<br />
de los años 50 juró comprometerse <strong>con</strong> la<br />
verdad, la in<strong>con</strong>formidad y la belleza.<br />
Once son los títulos seleccionados por la Asociación<br />
Cubana de la Prensa Cinematográfica<br />
para destacarlos entre los mejores exhibidos en<br />
Cuba durante 2007. Pero además hay otros dos<br />
niveles de elección, el de los mejores documentales<br />
vistos en igual período, y la clasificación<br />
cubana, integrada este año por un largometraje<br />
de ficción (Madrigal, de Fernando Pérez), un<br />
documental (Buscándote Habana, de Alina Rodríguez),<br />
un corto de ficción (El patio de mi casa,de<br />
Patricia Ramos) y dos animados (Quietud interrumpida,<br />
de Alexander Rodríguez, y El propietario,<br />
de Ernesto Piña). De las obras cubanas escogidas<br />
deben destacarse la <strong>juventud</strong> de los realizadores<br />
y la presencia de dos realizadoras, señales<br />
auspiciosas para los próximos tiempos de nuestro<br />
cine, si es que pretende renovarse, como<br />
compete a toda disciplina artística deseosa de<br />
evitar el anquilosamiento.<br />
De los documentales vistos acá, los críticos y<br />
periodistas eligieron en la cima El telón de azúcar<br />
y otra vez Buscándote Habana, seguidos por<br />
Model Town, De Generación y Las camas solas<br />
(todos procedentes de las obras destacadas en<br />
la Muestra Nacional de Nuevos Realizadores),<br />
junto <strong>con</strong> ¿Quién soy yo? Los niños en<strong>con</strong>trados<br />
en Argentina, el más reciente aporte de Estela<br />
Bravo al cine de encuesta, comprometido y lúcido,<br />
visto recientemente en la televisión nacional.<br />
Dejo para el final la selección de los mejores<br />
largometrajes de ficción. La máxima votación<br />
fue para las obras de dos realizadores mexicanos,<br />
absolutamente distintos y ambos formidables<br />
en <strong>su</strong>s respectivas poéticas. Alejandro<br />
González Iñárritu (por Babel) y Carlos Reygadas<br />
(mencionado, por <strong>su</strong>puesto, gracias a Luz silenciosa).<br />
A renglón seguido se destacan, también<br />
<strong>con</strong> gran número de votos, la rumana Cuatro<br />
meses, tres semanas, dos días, y la alemana<br />
La vida de los otros, ambas clasificadas en<br />
todas partes del mundo entre las obras maestras<br />
del cine europeo <strong>con</strong>temporáneo.<br />
De manera descendente ocupan <strong>su</strong>s escaños,<br />
hasta el lugar 11, las norteamericanas Elefante<br />
y Redacted, la británica Expiación (actualmente<br />
postulada a casi todos los premios<br />
importantes del cine anglosajón, y segura aspificción<br />
de 2007, aparte de los méritos que les<br />
re<strong>con</strong>ocí en <strong>su</strong> momento, pero ninguno me pareció<br />
al nivel de otros títulos distinguidos.<br />
Tampoco tiene demasiada importancia, para<br />
ningún espectador, yo incluido, coincidir punto a<br />
punto <strong>con</strong> tal o más cual selección de prestigio,<br />
ya se trate de los elegidos por la prensa cinematográfica<br />
cubana, o los festivales de Cannes,<br />
Venecia o La Habana, el Oscar o el Goya. Cada<br />
quien tendrá que labrar <strong>su</strong> propio camino al<br />
inigualable descubrimiento que significa apreciar<br />
en lo que vale un gran filme. Y hay pocas cosas<br />
que recompensen tanto en el cine como llegar a<br />
sentir, aunque sea por unos segundos e in<strong>con</strong>scientemente,<br />
que esa película se hizo para que<br />
uno la viera, la pensara y la sintiera, y entonces te<br />
estremeces, te elevas o te hundes. Uno re<strong>con</strong>oce<br />
que se encuentra delante de <strong>una</strong> gran película<br />
cuando esta <strong>con</strong>sigue sacudirte la modorra<br />
intelectual de tanta televisión <strong>su</strong>perficial y redundante,<br />
y no te queda más remedio que desentumecer<br />
cerebro y corazón, aprestar el oído, afilar la<br />
inteligencia o emocionarte hasta las lágrimas.<br />
No estoy diciendo que carezcan de utilidad<br />
para muchos espectadores el mapa, la brújula y<br />
hasta el talismán que puede aportar el trabajo de<br />
los buenos críticos y <strong>su</strong>s selecciones. Hay un<br />
incuestionable valor orientador, didáctico, de apertura<br />
y proposición, en este tipo de jerarquías.<br />
Queda en manos del espectador atenderlas,<br />
anotar en <strong>su</strong> memoria estos títulos, celebrarse<br />
porque a él también le parecieron formidables,<br />
o ir corriendo a ver aquellas otras películas que<br />
los críticos jamás mencionamos siquiera, y cumplen<br />
<strong>con</strong> la función de entretener o divertir sin<br />
mayores <strong>con</strong>secuencias.<br />
Claro que para cumplir medianamente <strong>con</strong><br />
la función de recomendar filmes enriquecedores<br />
y corregir valoraciones espurias, esta selección<br />
anual de los críticos tiene que disponer de<br />
un espacio de exhibición (desde hace muchos<br />
años inexistente): de modo que estos títulos,<br />
por lo regular difíciles y poco vistos, alcancen<br />
otro aire, <strong>una</strong> segunda oportunidad de en<strong>con</strong>trar<br />
<strong>su</strong> público y de ser odiados histéricamente<br />
o amados hasta el fanatismo o que puedan<br />
ser incluso, ¿por qué no?, valorados <strong>con</strong> mayor<br />
serenidad fuera de las prisas de festival o las<br />
urgencias de las ciclos en la Cinemateca.<br />
Recuerdo <strong>con</strong> nostalgia aquella época en<br />
que la Cinemateca programaba regularmente,<br />
cada enero, los títulos elegidos por los críticos<br />
y periodistas cinematográficos cubanos. Solo<br />
así la selección tiene algún sentido más allá de<br />
la inútil vanidad intelectual, o del <strong>con</strong>ciliábulo<br />
entre <strong>con</strong>ocedores e iniciados. ¿Será que es<br />
imposible retomar aquella buena costumbre?