Revista ''Langabezian'' nº 6.pdf
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10 Marzo 2014<br />
EN TIERRA DE NADIE<br />
Las revoluciones se producen, generalmente,<br />
en los callejones sin salida.<br />
(Bertolt Brecht)<br />
Esta cita data de hace más de 50<br />
años. La pregunta es: desde entonces<br />
¿ha cambiado algo dentro del ámbito<br />
de lo social? O mejor aún, ¿hemos<br />
llegado a una involución donde la<br />
clase trabajadora ha abandonado el<br />
mal nombrado siglo XXI, deformándose<br />
en la clase oprimida del siglo XIX?<br />
Vivimos tiempos muy convulsos donde<br />
la clase política utiliza la hipocresía<br />
en vez de la verdad, donde<br />
las argucias de los gobiernos sirven<br />
para mantener su poltrona a buen recaudo.<br />
Mientras “una pequeña parte”<br />
de la sociedad, como hacía antaño, se<br />
manifiesta pidiendo soluciones. Sí,<br />
una pequeña parte, porque las revoluciones<br />
nunca han sido producidas<br />
por mayorías.<br />
La columna<br />
Dentro de esas minorías se encuentra<br />
gente sin tierra, que no tiene nada,<br />
que no puede perder, y que mediante<br />
la lucha sólo puede ganar; gente que<br />
está contra el muro del callejón.<br />
Todo esto debemos aplicarlo a nuestra<br />
realidad. Llevamos mucho tiempo<br />
ejercitando contra el ejecutivo, pidiendo<br />
soluciones para recuperar un<br />
futuro laboral, un estado de bienestar,<br />
una mejor sanidad, mejoras<br />
para pensionistas y una óptima educación<br />
para la juventud, etc. Pero<br />
todo esto ha llegado a oídos sordos<br />
y ante nuestra vista han aparecido<br />
yermos campos cultivados de mentira,<br />
que con las manos del poder, han<br />
destruido todo lo peleado por la sociedad<br />
trabajadora. Aún peor, para<br />
llegar a esta devastación se valen<br />
de subterfugios legales y, utilizando<br />
la máxima de “la justicia es igual<br />
para todas las personas”, gozan de<br />
total impunidad. Buscan un nuevo estado<br />
feudal, y escarban en nuestra<br />
miseria para enriquecerse aún más:<br />
el pobre mañana más pobre y el rico<br />
mañana seguirá gobernando, pero cada<br />
día en un trono más alto que, de seguir<br />
así, no podremos escalarlo.<br />
Nuestra vigilancia hoy tiene que ser<br />
más intensa que nunca. Parece que<br />
vienen vientos de cambio tristemente<br />
azuzados por el pueblo, porque es<br />
siempre el pueblo quien ha de buscar<br />
las soluciones y no sus gobernantes.<br />
Es casi seguro que se va a producir<br />
un traspaso de poderes y esta vez<br />
debemos de ser beligerantes ante la<br />
terquedad e hipocresía política, y<br />
nada de benevolencia. Porque si nos<br />
confiamos volveremos de nuevo a estar<br />
en tierra de nadie con la bota<br />
que nos oprimía presionando con más<br />
fuerza sobre nuestras vidas. Lo que<br />
hemos conseguido hasta ahora no nos<br />
lo pueden volver a robar. Si así fuese,<br />
el abismo ahondaría más.<br />
La lucha de una minoría es importante,<br />
pero más importante es compartir<br />
con toda la sociedad una victoria.<br />
Hay gente que es impasible y que sus<br />
lágrimas, no como las de la gran parte<br />
de la humanidad, no tienen mejilla.<br />
Algún día, quien se encuentra en tierra<br />
de nadie, vivirá en una tierra<br />
de todos.<br />
Ánimo, porque la batalla continúa y<br />
aún deberemos dar muchas vueltas al<br />
Parlamento.<br />
Jose Luis Galindo