La sociedad del espectáculo, Guy Debord - Revista Observaciones ...
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<strong>Revista</strong> <strong>Observaciones</strong> Filosóficas 22<br />
lo que existe"; pero aquello que existía para él ya no podía ser sino la totalidad<br />
<strong>del</strong> movimiento histórico. <strong>La</strong> posición exterior <strong>del</strong> pensamiento, que en realidad<br />
se mantenía, sólo podía ser enmascarada mediante su identificación con un<br />
proyecto previo <strong>del</strong> Espíritu, héroe absoluto que ha hecho lo que ha querido y<br />
ha querido lo que ha hecho, y cuya realización coincide con el presente. Así, la<br />
filosofía que muere en el pensamiento de la historia no puede ya glorificar su<br />
mundo más que renegando de él, pues para tomar la palabra es preciso<br />
suponer concluida esta historia total allí donde ella condujo todo; y cerrar la<br />
sesión <strong>del</strong> único tribunal donde puede ser dictada la sentencia de la verdad.<br />
77<br />
Cuando el proletariado manifiesta por su propia existencia en actos que este<br />
pensamiento de la historia no se ha olvidado el desmentido de la conclusión es<br />
también la confirmación <strong>del</strong> método.<br />
78<br />
El pensamiento de la historia no puede ser salvado más que transformándose<br />
en pensamiento práctico; y la práctica <strong>del</strong> proletariado como clase<br />
revolucionaria no puede ser menos que la conciencia histórica operando sobre<br />
la totalidad de su mundo. Todas las corrientes teóricas <strong>del</strong> movimiento obrero<br />
revolucionario han surgido de un enfrentamiento crítico con el pensamiento<br />
hegeliano, tanto en el caso de Marx como en el de Stirner o Bakunin.<br />
79<br />
El carácter inseparable de la teoría de Marx y <strong>del</strong> método hegeliano es a su<br />
vez inseparable <strong>del</strong> carácter revolucionario de esta teoría, es decir, de su<br />
verdad. Es en esto en lo que esta primera relación ha sido generalmente<br />
ignorada o mal comprendida, o incluso denunciada como el punto débil de lo<br />
que devenía engañosamente en una doctrina marxista. Bernstein, en<br />
Socialismo teórico y socialdemocracia práctica, revela perfectamente esta<br />
conexión <strong>del</strong> método dialéctico y de la toma de posición histórica, lamentando<br />
las previsiones poco científicas <strong>del</strong> Manifiesto de 1847 sobre la inminencia de<br />
la revolución proletaria en Alemania: "Esta autosugestión histórica, tan errónea<br />
como la podría haber concebido cualquier visionario político, sería<br />
incomprensible en el caso de Marx, que en esta época ya había estudiado<br />
seriamente la economía, si no se viera en ella el resultado de un resto de<br />
dialéctica antitética hegeliana de la que ni Marx ni Engels supieron nunca<br />
deshacerse completamente. En estos tiempos de efervescencia general esto<br />
fue más fatal aún para ellos".<br />
80<br />
<strong>La</strong> inversión que Marx efectúa para una "salvación por transferencia" <strong>del</strong><br />
pensamiento de las revoluciones burguesas no consiste en reemplazar<br />
trivialmente por el desarrollo materialista de las fuerzas productivas el recorrido<br />
<strong>del</strong> Espíritu hegeliano yendo a su propio encuentro en el tiempo, cuya<br />
objetivación es idéntica a su alienación y cuyas heridas históricas no dejan<br />
<strong>Guy</strong> <strong>Debord</strong><br />
<strong>La</strong> Sociedad <strong>del</strong> Espectáculo