La sociedad del espectáculo, Guy Debord - Revista Observaciones ...
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<strong>Revista</strong> <strong>Observaciones</strong> Filosóficas 24<br />
perfección inmutable de su imagen de <strong>sociedad</strong> feliz-, pero no porque<br />
rechacen la ciencia. Los pensadores utopistas están por el contrario<br />
enteramente dominados por el pensamiento científico, tal como se había<br />
impuesto en los siglos precedentes. Ellos buscan el perfeccionamiento de este<br />
sistema racional general: no se consideran en modo alguno como profetas<br />
desarmados, puesto que creen en el poder social de la demostración científica<br />
e incluso, en el caso <strong>del</strong> saintsimonismo, en la toma <strong>del</strong> poder por la ciencia. Al<br />
respecto, dice Sombart, "¿Pretendían arrancar mediante luchas lo que debe<br />
ser probado?" No obstante la concepción científica de los utópicos no se<br />
extiende a este conocimiento de que los grupos sociales tienen intereses en<br />
una situación existente, fuerzas para mantenerla, y también formas de falsa<br />
conciencia correspondientes a tales posiciones. Queda muy retrasada respecto<br />
a la realidad histórica <strong>del</strong> desarrollo de la ciencia misma, que se ha encontrado<br />
en gran parte orientada por la demanda social derivada de tales factores, que<br />
selecciona no solamente lo que puede ser admitido, sino también lo que puede<br />
ser investigado. Los socialistas utópicos siguen prisioneros <strong>del</strong> modo de<br />
exposición de la verdad científica, conciben esta verdad según su pura imagen<br />
abstracta, tal como les había sido impuesta en una etapa muy anterior de la<br />
<strong>sociedad</strong>. Como subrayó Sorel, los utópicos piensan descubrir y demostrar las<br />
leyes de la <strong>sociedad</strong> sobre el mo<strong>del</strong>o de la astronomía. <strong>La</strong> armonía a la que<br />
aspiran, hostil a la historia, deriva de un intento de aplicación de la ciencia a la<br />
<strong>sociedad</strong> menos dependiente de la historia. Intenta hacerse reconocer con la<br />
misma inocencia experimental que el newtonismo, y el destino feliz<br />
constantemente postulado "juega en su ciencia social un papel análogo al que<br />
le corresponde a la inercia en la mecánica racional" (Materiales para una<br />
historia <strong>del</strong> proletariado).<br />
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El aspecto determinista-científico en el pensamiento de Marx fue precisamente<br />
la brecha por la cual penetró el proceso de "ideologización", todavía vivo él, y<br />
en mayor medida en la herencia teórica legada al movimiento obrero. <strong>La</strong><br />
llegada <strong>del</strong> sujeto de la historia es retrasada todavía para más tarde, y es la<br />
ciencia histórica por excelencia, la economía, quien tiende cada vez en mayor<br />
medida a garantizar la necesidad de su propia negación futura. Pero con ello<br />
se rechaza fuera <strong>del</strong> campo de la visión teórica la práctica revolucionaria que<br />
es la única verdad de esta negación. Así, es importante estudiar<br />
pacientemente el desarrollo económico, y admitir todavía, con una tranquilidad<br />
hegeliana, la aflicción, lo que sigue siendo, en su resultado, "un cementerio de<br />
buenas intenciones". Se descubre que ahora, según la ciencia de las<br />
revoluciones, la conciencia llega siempre demasiado pronto y deberá ser<br />
enseñada. "<strong>La</strong> historia nos ha desmentido, a nosotros y a todos los que<br />
pensaban como nosotros. Ha demostrado claramente que el estado <strong>del</strong><br />
desarrollo económico en el continente no se hallaba todavía ni mucho menos<br />
maduro...", dirá Engels en 1895. Toda su vida Marx ha mantenido el punto de<br />
vista unitario de su teoría, pero la exposición de su teoría fue planteada sobre<br />
el terreno <strong>del</strong> pensamiento dominante precisándose bajo la forma de críticas<br />
de disciplinas particulares, principalmente la crítica a la ciencia fundamental de<br />
la <strong>sociedad</strong> burguesa, la economía política. Esta mutilación, ulteriormente<br />
aceptada como definitiva, es la que ha constituido el "marxismo".<br />
<strong>Guy</strong> <strong>Debord</strong><br />
<strong>La</strong> Sociedad <strong>del</strong> Espectáculo