[299] COMENTARIO DE LIBROS ALGUNOS ... - Revista Biblica

Revista Bíblica
Año 46 - 1984
Págs. 299-305
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COMENTARIO DE LIBROS
ALGUNOS ESTUDIOS SOBRE EL EVANGELIO DE MARCOS
Horacio Bojorge S.J.
El Evangelio de Marcos está en el centro del interés de los estudios bíblicos. Queremos señalar tres
nuevos comentarios aparecidos en alemán, la traducción de uno de ellos al italiano y la traducción al
castellano del clásico comentario de V. Taylor. He aquí los datos de esas obras:
1. Rudolf PESCH Das Markusevangelium. 1. Teil: Einleitung und Kommentar zu Kap. 1,1 - 8,26; 2.
durchgesehene Auflage. Freiburg i. Br., Herder 1977, XXIV - 424 págs. 2. Teil: Kommentar zu Kap.
8,27 - 16,20. 1980 2 , XVI - 576 pigs. (Herders theologischer Kommentar zum Neuen Testament 2)
2. Rudolf PESCH Il vangelo di Marco. Parte prima: Testo greco e traduzione. Introduzione e commento
ai capp. 1,1 - 8,26, Brescia, Paideia 1980, 658 págs. Parte seconda: Testo greco e traduzione, commento
ai capp. 8,27 - 16,20, Brescia, Paideia 1982, 838 págs. (Commentario teologico del Nuovo Testamento
II/1).
3. Joachim GNILKA Das Evangelium nach Markus. 1. Teil: Mk 1 - 8,26; 2. Teil: Mk 8,27 - 16,20.
Einsiedeln - Neukirchen/Vluyn, Benziger u. Neukirchener Verlag, 1978-1979, 316 y 364 pigs. (EKK:
Evangelisch-Katholischer Kommentar zum Neuen Testament 2).
4. J. ERNST Das Evangelium nach Markus. (Uebersetzt und erklärt von Josef Ernst) Regensburg,
Friedrich Pustet 1981, 536 págs. (Regensburger Neues Testament)
5. Vicent TAYLOR Evangelio según San Marcos. (Presentación de D. Mínguez Fernández) Madrid,
Cristiandad 1981, 835 págs.

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Anunciando la segunda parte del comentario de Pesch en nuestra Revista Bíblica 41 (1979) 272, Diego
Losada lo califica de monumental e importantísima obra. Una traducción italiana, de M. Soffriti, lo acerca
ahora a un círculo más amplio de lectores del mundo latino y justifica que volvamos sobre él con mayor.
detenimiento. Este comentario, que aparece en el Herders theol. Komm. z. NT, siguiendo al igualmente
monumental de Schnackenburg sobre el evangelio según San Juan (que Herder ya ha traducido al
castellano), hace la cosecha de los nutridos frutos que los métodos histórico-críticos han ido recogiendo
acerca de este evangelio preterido en otros siglos. Como se observará, tanto el original alemán como la
traducción italiana, se edita en dos volúmenes. La razón no es meramente editorial. Pesch ha repartido así
la materia que corresponde a cada una de las dos grandes partes en que se divide el evangelio de Marcos.
El tomo I, además de la .introducción general, contiene el comentario de Mc 1,1 - 8,26. Esta parte primera
estaría determinada esencialmente por colecciones premarcanas de enseñanzas y milagros de Jesús. El
tomo II contiene el comentario de Mc 8,27 = 16,8, donde el evangelista seguiría un relato premarcano de
la Pasión. El capítulo 13, que Pesch considera de particular importancia para datar el evangelio, debería
ser considerado como un agregado. Las dos grandes partes del evangelio se dividen a su vez en tres partes
cada una: 1,1 - 3,6; 3,7 - 6,29; 6,30 - 8,26 / 8,27 - 10,52;11,1 - 12,44 con 13 como anexo; 14,1 -16,8.
El comentario no procede verso a verso, sino por perícopas. Cada una de ellas es comentada según un
esquema fijo que la explica desde distintos ángulos. Cada parte del esquema va numerado en números
romanos: I) Informaciones crítico-literarias; texto griego y traducción; notas de crítica textual. II)
Información crítica sobre el género literario y la forma y partes de la perícopa. III) Comentario de cada
versículo. Aquí, según la oportunidad se encuentran consideraciones sobre la génesis del texto, o
informaciones sobre la crítica de la tradición. IV) Informa sobre crítica e historia de la tradición,
permitiendo emitir un juicio sobre la calidad de la tradición textual. V) Informa sobre crítica de la
redacción, lo cual permite apreciar el trabajo propio del evangelista y en particular su concepción
teológica. Además de la Bibliografía general del volumen, se da la bibliografía especial al final de cada
perícopa. Pesch ofrece en cuanto a bibliografía un elenco nutrido, de escrupulosidad germana y puesto al
día hasta en la segunda edición.

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El estilo del comentario es denso. Su lenguaje es sumamente parco en palabras a la vez que rico en
información.
Pesch no sólo ofrece el estado actual de los estudios marcanos, sino que en algunos aspectos toma
posiciones propias originales. Este es el caso, por ejemplo, en varios aspectos del análisis de la redacción
y de la tradición, que le permite dibujar mejor el logro propio de Marcos y delimitar el relato premarcano
de la Pasión. También hace sus aportes originales en no pocos puntos de detalle.
En el primer volumen del comentario se encuentran notas-excurso, La Galilea en Mc (pág. 184);
"Anunciar" en Mc (pág, 185); "Evangelio" en Mc (pág. 186); "Reino de Dios" en Mc (pág. 188); La
intimación del silencio a los demonios (pág. 230); El mandato de guardar secreto en los relatos de
curación milagrosa (pág. 249); La teoría marcana de la parábola (pág. 394); La colección premarcana de
parábolas (pág. 394); El motivo marcano de la incomprensión de los discípulos (pág. 437). Hay además
Excursos más extensos. En el primer volumen de la edición alemana esos excursos son dos: 1) La
colección premarcana de milagros y la así llamada cristología del theios aner en Mc; 2) Los hermanos y
hermanas de Jesús. Este segundo excurso se ha omitido en la traducción italiana. En el segundo volumen,
hay siete excursos: 1) La historia premarcana de la Pasión; 2) El así llamado secreto mesiánico y la
cristología marcana; 3) La colección catequística premarcana; 4) La admiración en el evangelio de Mc:
motivos y terminología; 5) Cronología de la Pasión; 6) La tradición de la última cena; 7) El proceso a
Jesús. En dos apéndices se estudia los dos finales de Mc.
Pesch discute en la introducción los problemas de autor, fecha, destinatarios, originalidad literaria,
tomando también en estos problemas sus propias posiciones. El autor sería un judeo cristiano venido de
Palestina a Roma, pero no sería el Juan Marcos jerosolimitano ni el "intérprete" de Pedro. Su nombre sería
Marcos y habría escrito su evangelio en Roma, según afirma la tradición. Los destinatarios serían la
Iglesia de judíos y cristianos. La fecha de redacción, poco después del 70, o anterior, con el agregado del
cap. 13 después de esa fecha. Su originalidad literaria y redaccional sería muy pequeña, afirma Pesch
apartándose en esto de la opinión actualmente predominante entre los exégetas. Sería un teólogo
conservador cuyo principal interés sería la tradición de la autoridad de Jesús de Nazareth. Pesch adhiere a
la teoría de las dos fuentes respecto del problema sinóptico. Mc sería anterior a Mt y Lc e independiente
de Q. El final más

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primitivo de Mc sería 16,8. Pesch rescata a través de su estudio, un Marcos muy apegado a la tradición y
las tradiciones que maneja, reticente a reelaboraciones, redaccionales de las tradiciones preexistentes y
cuya teología, por lo tanto, cobra peculiar valor histórico. Estas convicciones, se apartan de las tendencias
de no pocos investigadores actuales, más escépticos respecto del valor del evangelio para remontarse hasta
el Jesús histórico. Esta hipótesis de fondo es la que gobierna todo el comentario de Pesch.
3. El comentario de Joachim Gnilka, otro notable exégeta católico alemán, aparece poco después del de
Pesch. Es el primer volumen de la serie Evangelisch-Katholischer Kommentar zum Neuen Testament,
dedicado a un evangelio. Se trata también, como el de Pesch, de un comentario científico que aplica el
método histórico-crítico. La bibliografía ha podido presentarse con criterio selectivo, dada la existencia
del comentario de Pesch. Ambos comentarios se complementan en este aspecto como en otros. Gnilka es
más parco que Pesch en lo que respecta a aspectos filológicos y de crítica textual, así como de historia de
la redacción. Gnilka se ocupa, en cambio, a diferencia de Pesch, de la historia de los influjos ejercidos
por Marcos. Como Pesch, Gnilka comenta por perícopas y no verso a verso. A propósito de cada una de
ellas ofrece: 1. Bibliografía referida al pasaje; 2. Traducción del pasaje (sin texto griego, como en el de
Pesch); 3. Análisis, de carácter predominantemente crítico-redaccional y crítico-formal; 4. Explicación de
cada versículo; 6. Apreciación histórica, en la cual se trata de relacionar el pasaje con el respectivo
momento de la vida de Jesús; 6. Resumen y/o 6. Influjo del pasaje en la historia posterior.
En los problemas introductorios, Gnilka coincide a grandes rasgos con Pesch y ambos con gran parte de
los exégetas que desconfían del testimonio de Papías por sus intenciones apologéticas. (A nuestro juicio,
se pasa con demasiada frecuencia de la sospecha a la descalificación. Históricamente puede darse el caso
de que los hechos históricos sean alegados con una intención, sin deformarlos o faltar a la verdad). Gnilka
expone sin embargo las distintas opiniones con mucha cautela y matiza cuidadosamente los grados de
certeza que hay a favor de unas y otras. La propuesta de . Pesch, según la cual el autor sería un
judeocristiano venido de Palestina a Roma, le parece a Gnilka que complica innecesariamente las cosas.
Los destinatarios serían cristianos venidos del paganismo. Que haya sido redactado en Roma, es

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posible; pero que vaya dirigido a esa comunidad parece menos verosímil. Marcos escribió su evangelio
después del año 70; quizás en los tres años siguientes. Tanto Pesch como Gnilka siguen dando gran
importancia a la guerra judía y a la destrucción de Jerusalén para datar este evangelio. Pero es sabido que
autores como Robinson (Redating the New Testament) han puesto recientemente en tela de juicio este
tipo de razonamiento.
El comentario de Gnilka ha querido salir al paso de un creciente malestar que ha estado suscitando la
exégesis histórico-crítica entre predicadores, catequistas y también teólogos dogmáticos, especialmente en
el campo de la teología fundamental. Para ello, a propósito de las perícopas y aún muchos versículos
acomete el espinoso problema de su historicidad y de su relación con el Jesús histórico. El carácter
ecuménico de este comentario, se plasma sobre todo mediante la historia de su influencia en la teología
posterior y la historia de la interpretación. Esta historia registra las controversias postbíblicas, desde la
patrística hasta teólogos actuales. El lector encontrará allí los nombres de Ignacio de Antioquía, Beda,
Lutero, Calvino, Erasmo, Strauss, Schweitzer, Barth, Lagrange.
Así como Pesch ha preferido evitar los Excursus, Gnilka ofrece un número algo mayor, casi el doble: 16.
Trata en ellos 1. Hijo de Dios; 2. Galilea; 3. Los Escribas; 4. La Lepra; 5. Los Publicanos; 6. Los Fariseos;
7. El Secreto Mesiánico; 8. La Teoría de las Parábolas; 9. Milagros y Exorcismos de Jesús; 10. Los
preceptos levíticos de pureza; 11. Divorcio y nuevo Matrimonio; 12. Guerra Judía y destrucción del
Templo; 14. La Crucifixión; 16. Usos funerarios judíos. Como se ve, aspectos teológicos pero también
históricos y arqueológicos.
4. También el gran comentario Regensburger Neues Testament está en pleno proceso de revisión y
reactualización. En esta serie, que era conocida y muy usada entre nosotros en su traducción castellana, el
comentario de Marcos se debía a J. Schmid (1989). El nuevo comentario al evangelio de Marcos está
ahora a cargo de J. Ernst, docente de Nuevo Testamento en Paderborn, también católico, y autor de varias
obras exegéticas mayores, entre las cuales varios otros comentarios dentro del Regensburger Neues
Testament: Lucas, Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. La introducción es breve (pp. 7-23) e
informa sobre el evangelio como concepto, género literario y ubicación histórico-teológica; división;
autenticidad, tiempo y lugar de redacción. Este co-

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mentario también procede por perícopas y se articula en tres pasos: 1. análisis del texto desde el punto de
vista de la crítica literaria y de la historia de la tradición; 2. explicación de cada versículo; 3. Interpretación
y explicación del sentido en vistas a la predicación. Este comentario es sucinto y poco profuso en
consideraciones e hipótesis críticas. Ofrece una buena fundamentación científica, pero se orienta también
a auxiliar al predicador y docentes de religión y por lo tanto al servicio directo de la fe. El comentario se
ha aliviado remitiendo numerosas cuestiones a los excursos, que son 25. Citemos algunos: Bautismo de
Juan; Hijo de Dios; Reino de Dios; Galilea; Exorcismos de Jesús; La lepra en la Biblia; Milagros de Jesús;
Escribas; Fariseos; Los hermanos de Jesús; Las Parábolas; Fe en el Ev. Mc.
Dadas sus características propias, esta obra reúne en sí las cualidades que lo hacen útil por igual al
exégeta, al estudiante de teología y al predicador o catequista, pero también al creyente interesado en una
aproximación religiosa al texto evangélico.
5. Hay que saludar la aparición de la traducción castellana del comentario a Marcos del británico V.
Taylor. Es una felicísima iniciativa editorial, por tratarse de un comentario clásico entre los modernos. De
la sucinta pero densa y acertada presentación de Dionisio Mínguez espigamos algunos conceptos
definitorios y orientadores. Vicent Taylor (1887-1968) es una de las figuras que llenan el último medio
siglo de la historia de la exégesis. Heredero de una pura tradición británica, luchador solitario contra
innumerables dificultades que le cerraron el acceso a la universidad, infatigable servidor de la palabra en
su predicación y escritos, asceta disciplinado y científico rigurosamente sincero, inspirador y animador de
jóvenes valores, pero sobre todo creyente de corazón con una fe rayana en el pietismo. Su producción
exegética fue muy fecunda y consta principalmente de tres trilogías: Historical Evidence for the Virgin
Birth- (1920); Behind the Third Gospel (1926); The Formation of the Gospel Tradition (1933). Jesus and
His Sacrifice (1937); The Atonement in New Testament Teaching (1940); Forgiveness and Reconciliation
(1941); The games of Jesus (1953); The Life and Ministry of Jesus (1054); The Person of Christ in New
Testament Teaching (1958). Su comentario al evangelio de Marcos es el fruto de diez años de trabajo
(1942-1952) y se publicó en 1952. La traducción castellana aparece casi treinta años más tarde y da
testimonio del valor perdurable de una obra que no ha envejecido y que es posible traducir ahora

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gracias a la elevación del nivel científico y cultural bíblico entre nosotros. Es una traducción fidelísima,
sin reducciones ni modificaciones de contenido ni estructura. Se ha mantenido el texto griego y se lo
acompaña con la traducción de la Nueva Biblia Española (J. Mateos).
La intención de Taylor con este comentario fue pionera en su época: "En este comentario he prestado
especial interés al oscuro período subyacente a la composición del evangelio. Espero haber considerado
adecuadamente la inapreciable tradición de Papías... pero el evangelio no ha de explicarse por la simple
hipótesis de un testigo ocular de la era apostólica. Más de una generación separa a Papías de las obras y
las palabras de Jesús durante su ministerio histórico; y el evangelio refleja, en muchos aspectos
importantes, la liturgia, la teología y los intereses catequéticos de una Iglesia cristiana viva. A pesar de sus
defectos manifiestos, el método de la historia de las formas nos ha impuesto esta convicción, y, aunque la
crítica de Bultmann y de otros autores sea excesivamente radical, aporta muchas ideas positivas y
constructivas".
Nos alegra disponer, en traducción, de esta obra que D. Mínguez califica, con justicia, de "extraordinaria y
aún hoy imprescindible para el estudio serio de Marcos".