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Ea 2 – DOCUMENTO 12. Historia de la Psicología Pastoral ... - icergua

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<strong>de</strong> A<strong>la</strong>in Juraville titu<strong>la</strong>do Lacan et <strong>la</strong> philosophie (Presses universitaires <strong>de</strong> France, París, 1984). Esta obra todavía no<br />

ha sido traducida al español, en el<strong>la</strong> se p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuarta estructura psíquica. El psicoanálisis afirma que<br />

en el ser humano pue<strong>de</strong>n existir sólo tres estructuras psíquicas: Neurosis, perversión y psicosis. Si tenemos <strong>la</strong> suerte<br />

<strong>de</strong> ser neuróticos, <strong>de</strong> menor grado, estamos bien. El psicoanálisis presupone que nadie es absolutamente sano.<br />

Juranville <strong>de</strong>ja abierta <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> que exista una cuarta estructura a <strong>la</strong> cual <strong>de</strong>nomina: Sublimación. En Argentina,<br />

que yo sepa, so<strong>la</strong>mente en doctor Roberto Harari se ha ocupado <strong>de</strong> este tema, en su Seminario titu<strong>la</strong>do: “Neurosis,<br />

psicosis, perversiones, sublimación: Estructuras y puntuaciones” (Mayéutica: Institución Psicoanalítica, Buenos Aires, 1988).<br />

Estas estructuras psíquicas parecerían ser superpuestas sobre <strong>la</strong>s que nos presenta el Señor en <strong>la</strong> Parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l<br />

Sembrador. Reitero que el tema lo tengo en estudio y que su ulterior <strong>de</strong>sarrollo aparecerá en <strong>Psicología</strong> pastoral con<br />

amor, en el año 1999 o en el 2000. La fecha no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> mi, sino <strong>de</strong> <strong>la</strong> Editorial. Si el Señor me conce<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong><br />

entereza para seguir investigando. Por ahora los remito a los siguientes recortes <strong>de</strong> “Hacia una psicología pastoral para<br />

los años 2000”:<br />

“Antes <strong>de</strong> que Jacques Lacan se refiriera a <strong>la</strong>s estructuras <strong>de</strong>l psiquismo, ya nuestro Señor Jesucristo nos había<br />

presentado, en <strong>la</strong> Parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l Sembrador, una tipología <strong>de</strong> por lo menos cuatro maneras diferentes <strong>de</strong> expresarse el<br />

ser humano. La semil<strong>la</strong> es buena, pero el sembrador necesita saber que no <strong>de</strong>be sembrar, o pastorear a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l<br />

camino, entre espinos, o entre pedregales, en <strong>la</strong> misma forma que se siembra o se pastorea sobre el buen terreno”.<br />

(Introducción, p. 17).<br />

“Uno <strong>de</strong> los aspectos que ha revolucionado mi trabajo pastoral ha sido el darme cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> tomar en<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>la</strong> estructura psíquica <strong>de</strong> cada persona que tengo <strong>de</strong><strong>la</strong>nte. Si bien los elementos teóricos que presento en<br />

esta obra proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> mis 45 años <strong>de</strong> experiencia pastoral (1950-95), no es menos cierto que <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> teorizar<br />

sobre <strong>la</strong> práctica pastoral me da <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> mejorar mi trabajo. Luego, soy el primer lector y beneficiario <strong>de</strong> esta<br />

obra. También se están revolucionando, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi congregación, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interpersonales. Insisto ante los<br />

hermanos que no se <strong>de</strong>be juzgar, a priori, a ningún hermano como buen o mal cristiano, sin tener en cuenta su<br />

estructura psíquica, para encarar con él <strong>la</strong> pastoral más a<strong>de</strong>cuada. Insisto <strong>de</strong> que necesitamos en <strong>la</strong> congregación un<br />

ambiente <strong>de</strong> comprensión y no <strong>de</strong> tensión; una pastoral <strong>de</strong>l amor y no <strong>de</strong> <strong>la</strong> agresividad”. (pp.219-202).<br />

“El agente <strong>de</strong> pastoral, sea <strong>la</strong>ico o pastor, <strong>de</strong>be recordar que él, o el<strong>la</strong>, también tiene una estructura psíquica, <strong>la</strong> cual no<br />

es necesariamente <strong>la</strong> mejor. Por lo tanto, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sechar todo intento <strong>de</strong> presentarse como mo<strong>de</strong>lo a imitar. Jesucristo<br />

es, para el cristiano, nuestro único mo<strong>de</strong>lo. También <strong>de</strong>be renunciar a su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que los feligreses "se conviertan" en<br />

imagen y semejanza <strong>de</strong> su estructura psíquica. Ten<strong>de</strong>mos a pensar que nuestras i<strong>de</strong>as son siempre <strong>la</strong>s mejores. Es por<br />

eso que afirmo, en el capítulo 6: "No existen más tensiones psicológicas en el pastor que <strong>la</strong>s que él mismo genera". Es<br />

por eso que en el capítulo 7 reflexiono sobre el pastor y su esposa como personajes y como personas. Todo lo dicho<br />

sobre el pastor vale también para los adali<strong>de</strong>s <strong>la</strong>icos”. (p. 220)<br />

“En este último capítulo he presentado conclusiones inconclusas. Si pudiera alcanzar <strong>la</strong>s conclusiones perfectas sobre<br />

<strong>la</strong> integración i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> los cinco ingredientes con que he trabajado, habría logrado un nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> pastoral para el<br />

tercer milenio. Habría alcanzado un mo<strong>de</strong>lo mágico para utilizar con todos por igual. Justamente eso es lo que quiero<br />

evitar. Lo que <strong>de</strong>seo enfatizar es que, por cuanto el entrevistador y el entrevistado tienen estructuras psíquicas y<br />

vivencias espirituales diferentes, cada entrevista pastoral es única e irrepetible. Es imposible "armar" un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

entrevista pastoral que haga posible que <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> nazca, <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta crezca, y dé fruto en todos los terrenos, utilizando<br />

siempre el mismo método agríco<strong>la</strong>. La Parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l Sembrador nos muestra <strong>la</strong> imposibilidad. Pero trabajando con los<br />

cinco ingredientes, con <strong>la</strong> proporción a<strong>de</strong>cuada en cada caso, es posible <strong>de</strong>struir el camino, cercando el terreno, para<br />

<strong>de</strong>spués ararlo, sembrarlo, cuidarlo, y hacerlo producir. También es posible recoger <strong>la</strong>s piedras y convertir<strong>la</strong>s en cercas<br />

que protejan el sembradío. También es posible limpiar el terreno <strong>de</strong> espinos antes <strong>de</strong> iniciar el cultivo. Cada terreno<br />

<strong>de</strong>manda un tratamiento diferente. Todos los métodos y ningún método: ese es el método”. ( pp.220-221).<br />

2.- Imago Dei y prisma tri<strong>la</strong>teral<br />

La singu<strong>la</strong>ridad histórica <strong>de</strong> cada entrevista pastoral, es el producto <strong>de</strong> <strong>la</strong> interacción entre <strong>la</strong> singu<strong>la</strong>ridad histórica <strong>de</strong>l<br />

pastor y <strong>de</strong>l feligrés. Cada entrevista pastoral, como <strong>la</strong> experiencia mística, es singu<strong>la</strong>r e irrepetible. Si nos remontamos<br />

al siglo I veremos que Jesús jamás se entrevistó con dos personas siguiendo un mismo esquema. Por lo tanto, en <strong>la</strong><br />

pastoral <strong>de</strong>l siglo XXI se <strong>de</strong>be recordar que, a pesar <strong>de</strong> los cambios culturales, hay valores esenciales que son<br />

permanentes, estos son los que vienen <strong>de</strong> nuestro Señor y Maestro. Estos valores, en su diacronía, atraviesan <strong>la</strong><br />

historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia. Pero es necesario reconocerlos como valores sincrónicos <strong>de</strong> nuestra cultura.<br />

Mi libro Hacia una <strong>Psicología</strong> <strong>Pastoral</strong> para los años 2000, <strong>de</strong> reciente aparición, es parte <strong>de</strong> una trilogía que espero<br />

po<strong>de</strong>r completar en el año 1999. En esta obra intento hacer dialogar los valores <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe cristiana con algunos recursos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura <strong>de</strong> nuestro tiempo, a los efectos <strong>de</strong> contribuir a <strong>la</strong> humanización <strong>de</strong>l hombre en un contexto cristiano. La<br />

tapa, a varios colores, <strong>de</strong> <strong>la</strong> edición portuguesa, interpreta muy bien lo que <strong>de</strong>sea lograr el autor. Aparecen dos niveles<br />

diferentes, aunque <strong>de</strong>l mismo color, que se encuentran separados por un abismo, y sobre ese abismo un puente, con<br />

un color diferente. Jesucristo es el camino diferente, que hace posible <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> distintos niveles <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

expresión humana, a pesar <strong>de</strong>l abismo <strong>de</strong> separación. Los hermanos luteranos brasileños también supieron interpretar<br />

muy bien al autor al ponerle por título: Introducción a <strong>la</strong> <strong>Psicología</strong> <strong>Pastoral</strong> porque, ciertamente, se trata <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

introducción a una trilogía. (Introduçâo à Psicologia <strong>Pastoral</strong>, Editora Sinodal, Sâo Leopoldo, 1996).<br />

La Biblia nos dice que el hombre fue creado a imagen y semejanza <strong>de</strong> Dios (Imago Dei). A partir <strong>de</strong> esa enseñanza<br />

sugiero <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l hombre como un prisma tri<strong>la</strong>teral. Así como creemos un Dios Trinitario, reconocemos que<br />

<strong>Ea</strong> 2 <strong>–</strong> <strong>DOCUMENTO</strong> <strong>12.</strong> 4

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