Masaje para Dummies - PlanetadeLibros.com
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Los autores<br />
Steve Capellini: Puede que en estos momentos estés pensando: “¿Qué<br />
hace que este individuo sea tan especial <strong>com</strong>o <strong>para</strong> escribir un libro sobre<br />
masajes?”. Quizá lo que me capacita especialmente es la ingente cantidad<br />
de tiempo, que asciende a muchos miles de horas, que he pasado<br />
confinado en una sala a solas con otras personas, tocándoles todo el cuerpo<br />
y recibiendo dinero a cambio.<br />
¿Qué podría ser más divertido? ¿O más extraño? Espero poseer las suficientes<br />
habilidades <strong>com</strong>unicativas <strong>com</strong>o <strong>para</strong> mostrarte los motivos por<br />
los cuales un ser humano, <strong>com</strong>pletamente cuerdo, querría pasar gran<br />
parte de su vida de esta manera tan rara.<br />
Y, además, <strong>para</strong> que te hagas una idea de algunas habilidades específicas,<br />
a grandes rasgos incluyo una cronología de mi vida desde el punto de<br />
vista del masaje:<br />
1977: Recibí el primer masaje de mi vida, que me dio mi novia del<br />
instituto, Grace. En aquel momento me di cuenta de que había sucedido<br />
algo importante.<br />
1983: Asistí a un curso de masaje de ciento ocho horas en Los Ángeles<br />
y recibí un certificado. Tuve que hacerme un test de enfermedades<br />
venéreas en un centro de salud de la zona <strong>para</strong> recibir la licencia<br />
(por una ordenanza sobre prostitución municipal).<br />
1984: <strong>Masaje</strong>é a los miembros del reparto y del equipo de una película<br />
que se filmó sobre Ernest Hemingway en Pamplona, España, durante<br />
los famosos encierros. Y en efecto, corrí.<br />
1985: Conseguí mi primer trabajo <strong>com</strong>o masajista en un spa de Florida,<br />
donde, por 4 dólares la hora, daba masajes de cuerpo entero con<br />
aceite a “tipos duros” que fumaban puros.<br />
1986: Reconsideré mi elección de carrera profesional. Empecé a trabajar<br />
en la empresa de paisajismo de un amigo.<br />
1987: Me llamaron <strong>para</strong> trabajar en un nuevo spa de Miami, el Doral.<br />
<strong>Masaje</strong>é a la doctora Ruth Westheimer, quien me contó el “secreto”<br />
de los afrodisíacos.<br />
1988: Me convertí en el supervisor del departamento de masaje y tratamientos<br />
de spa de El Doral, y estuve a cargo de cuarenta terapeutas.<br />
1989: Me convertí en formador de personal <strong>para</strong> spas viajando constantemente<br />
<strong>para</strong> contratar masajistas y supervisar la apertura de<br />
spas en Vermont, Jamaica, en cruceros y en muchos otros sitios.<br />
1992: Empecé a impartir talleres a masajistas y empresarios. <strong>Masaje</strong>é