Torre: Curso sobre Investigación de Homicidios - Poder Judicial ...

Como se ha dicho, un elemento a tener en cuenta en los casos de
actividad sexual que muchas veces es soslayado, es la posibilidad el contagio
venéreo, en la victima sobreviviente, o la que ha permanecido privada de la
libertad y sometida por un periodo mas o menos extenso previo a la muerte (casos
de este tipo tenemos registrados en nuestro pais). Aun con la ausencia de signos
de la patología, se debe procurar detectar la presencia de microorganismos
infectantes de esas enfermedades en fluidos orgánicos, presentes en el cadáver.
El médico legista o el autopsiante, según el caso, ante un hecho de estas
características deben proceder al examen clínico (victima sobreviviente) y a la
solicitud de búsqueda de los microorganismos, por el laboratorio, en los fluidos
obtenidos en el cadáver.
El peritaje comporta varios interrogantes:
1.- si hay manifestaciones actuales, el diagnóstico nosológico de la
enfermedad venérea.
2.- en caso afirmativo, época del contagio;
3.- en caso negativo, si ha habido antes y en qué forma, la afección,
curada o latente ahora;
4.- la posibilidad de contagio extragenital;
5.- si el imputado como infectante tiene o ha tenido la afección;
6.- si podía éste ignorarla en su verdadero carácter, o tratarse de un
proceso latente.
Algunas de estas cuestiones pueden resultar de solución inaccesible para el
perito, pero el médico debe buscar su aclaración o darle los mayores elementos
posibles al juez, quien los completará con las demás pruebas acumuladas. En las
investigaciones, por delitos contra la integridad sexual, resulta mas sencillo,
porque se examina en mejor forma al acusado y a la víctima, y la exploración es
más o menos próxima al contagio posible.
Con las evidencias físicas logradas en la escena y en el cadáver, de
acuerdo a la experiencia de los investigadores, se puede establecer con cierto
grado de confianza como, cuando y donde ocurrieron los hechos, los vestigios de
la actividad del criminal y sus fenómenos.
Segunda etapa: categorización de la información.
El proceso de evaluación del escenario del delito se debe practicar en
forma ordenada si se pretende que los resultados contribuyan de manera útil a la
investigación. Aunque hemos recorrido solamente una parte del camino en
nuestra comprensión general de los delitos graves, la experiencia acumulada y el
comportamiento delictivo nos ofrecen una serie de iniciales de esquemas
temáticos que pueden aplicarse cuando escrutemos las características de un
delito. Ver: Smith, Doug y West, Adrian; “El uso de los perfiles criminales en la
investigación de delitos en serie”, Nacional Crime Faculty, Gran Bretaña, 1994.
En un homicidio puede haber tanto intenciones primarias como
secundarias. En la motivación primaria pueden incluirse razones emocionales,
egoístas o específicas, un individuo puede matar en defensa propia, por
compasión o por motivos sexuales.
La violencia familiar o las disputas pueden ser causa generadora de
homicidios. Si el asesino tiene un trastorno mental puede cometer un crimen
simbólico o tener una crisis psicótica.
Los asesinatos grupales tienen en general motivaciones religiosas, de
culto u organizaciones fanáticas. Ressler, Robert y otros; “Sexual Killers and Their
Victims, Identifying Patterns Through Crime Scene Analysis”, Journal of
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