Descargar el libro - Ciudadania Bolivia
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POLÍTICA E IDENTIDAD EN COCHABAMBA<br />
sin duda, conserva todavía en su frente <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo de eterna m<strong>el</strong>ancolía. Alejado<br />
de los centros de actividad, no goza de los beneficios de la civilización y sólo se<br />
mueve cuando la ambición o <strong>el</strong> fanatismo r<strong>el</strong>igioso se propone aprovechar de su<br />
ignorancia (:50-51).<br />
En ningún momento aterriza en <strong>el</strong> caso de los indígenas cochabambinos, se limita a<br />
exponer las razones generales que mueven la sublevación d<strong>el</strong> Perú liderada por Tupak Amaru,<br />
pinta <strong>el</strong> panorama de los indígenas de Centro, Norte y Sur América, <strong>el</strong> repartimiento, la<br />
mita, <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> opresor de la iglesia, todo desde las generalidades americanas y no desde las<br />
particularidades cochabambinas.<br />
Después de descritas las causas de los levantamiento peruanos, realiza una r<strong>el</strong>ación<br />
contextual entre las sublevaciones encabezadas por Tomás Katari en Chayanta, las de Paria,<br />
Carangas, Pacajes, Chulumani y Sicasica, esta última liderada por Tupak Katari, y las<br />
insurrecciones de Cochabamba en 1781.<br />
Viscarra no se libra de hacer caracterizaciones de los indios sublevados. En contraposición<br />
a la consecuencia de los mártires mestizos, los indios son cobardes y traicioneros: “se vieron<br />
precisados a impetrar perdón de la Audiencia de Charcas, no sin entregar a los corifeos d<strong>el</strong><br />
levantamiento” (:55).<br />
10<br />
El indio levantado no merece gloria, sino humillación.<br />
El 1o de abril de 1781 entró a Chuquisaca Dámaso Catari en medio d<strong>el</strong> gentío que<br />
se arremolinaba a su presencia. El pueblo, olvidando sin duda <strong>el</strong> respeto que se<br />
debe a las víctimas, escarneció al desgraciado Catari, poniendo en su cabeza una<br />
corona de plumas y dándole por cetro un asta de buey (:55).<br />
Los hechos protagonizados por los indígenas cochabambinos merecen dos párrafos en<br />
todo <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato de Viscarra.<br />
Apandillados los indios de Colcha, se unieron con los de Tocopaya, Quirquiavi,<br />
Arque y Capinota y dieron muerte <strong>el</strong> 21 de febrero de 1781 a José Bustos y pocos<br />
días después a Juan Uzieda. Bernabé Valdivia, M<strong>el</strong>chor Rocha y otros.<br />
El 25 de febrero d<strong>el</strong> mismo año acaeció la más grave de las insurrecciones de<br />
la provincia de Cochabamba, la de los naturales de Tapacarí que extremaron su<br />
furor, hasta <strong>el</strong> punto de acometer a los vecinos de susodicho pueblo en la iglesia<br />
en la que estaban congregados (:57).<br />
El verdadero protagonista es “<strong>el</strong> pueblo de Cochabamba” ya que con “un entusiasmo<br />
indecible se puso sobre las armas” ante <strong>el</strong> “furor” de los indios.