26.11.2014 Views

Dorfman_Ariel_Mattelart_Armand_Para_leer_al_pato_Donald

Dorfman_Ariel_Mattelart_Armand_Para_leer_al_pato_Donald

Dorfman_Ariel_Mattelart_Armand_Para_leer_al_pato_Donald

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

120 PARA LEER AL PATO DONALD<br />

misma a la bóveda, pasando por el sufrimiento, dependiendo<br />

sólo de sus propios medios, es decir, de un ser que en la soledad<br />

utiliza astucia, inteligencia, ideas brillantes, y.,. sus sobrinos.<br />

He aquí el mito básico de la movilidad soci<strong>al</strong> en el sistema<br />

capit<strong>al</strong>ista. El sélf-made-man. Igu<strong>al</strong>dad de oportunidades, democracia<br />

absoluta, cada niño parte de cero y acumula lo que se<br />

merece. Don<strong>al</strong>d m<strong>al</strong>ogra estas esc<strong>al</strong>eras del éxito a cada rato.<br />

Todos nacen con la misma posibilidad de subida vertic<strong>al</strong>, por<br />

medio de la competencia y del trabajo (sufrimiento y aventura<br />

y la única parte activa, la geni<strong>al</strong>idad). Tío Rico no le lleva ninguna<br />

Ventaja <strong>al</strong> lector respecto del dinero, porque ese dinero no<br />

sirve y es más bien un impedimento, como un hijo ciego o tullido.<br />

Es un incentivo, un fin, una meta; pero nunca, una vez<br />

<strong>al</strong>canzado, determina la próxima aventura. Por eso no hay his¿<br />

toría en estos cuentos, porque el oro amnésico del anterior no<br />

sirve para el próximo episodio. Si sirviera, habría un pasado que<br />

estaría determinando el presente. El capit<strong>al</strong> y todo el proceso de<br />

la acumulación de la plusv<strong>al</strong>ía sucesivas serían la respuesta y la<br />

solución <strong>al</strong> éxito del Tío Rico, y nunca podría el lector identificarse<br />

con él. Solo en la primera historieta podría ocurrir esto.<br />

Pera todas son la primera y la última historieta; pueden <strong>leer</strong>se<br />

en cu<strong>al</strong>quier, orden (una escrita en 1962 puede publicarse sin<br />

molestias en 1971 y una del 68 en 1969).<br />

l,a avaricia, entonces, que causa tanta risa, no es sino la pant<strong>al</strong>la<br />

para empobrecerlo y devolverlo a su punto de origen, para<br />

que así pueda probar y clamar eternamente su v<strong>al</strong>or. Además,<br />

esta tacañería es el defecto de una cu<strong>al</strong>idad: la famosa cu<strong>al</strong>idad<br />

del empresario burgués que Weber y von Martin han estudiado.<br />

Signo de su predestinación para el éxito, posibilidad mor<strong>al</strong> para<br />

apropiarse sin gastar, y de la inversión en el comercio y la industria<br />

olvidándose de la propia persona. <strong>Para</strong> el burgués, esta<br />

ascesis era el signo de su predestinación para el éxito, era la.<br />

posibilidad mor<strong>al</strong> de adueñarse del trabajo ajeno sin gastar, sin<br />

macularse. Pero el propósito de eso era la re~inversión en el comercio,<br />

y la industria. Me Pato tiene esa mor<strong>al</strong> ascética, sin la<br />

inversión que la sustenta y el poder que la acompaña. Sigue con<br />

nuestras simpatías.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!