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Dorfman_Ariel_Mattelart_Armand_Para_leer_al_pato_Donald

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TÍO, CÓMPRAME ÜN PROFILÁCTICO 31<br />

Una vez más el adulto invade la historieta, ahora bajo el manto<br />

benefactor de la geni<strong>al</strong>idad artística. (Por si acaso, no estamos<br />

en contra de la geni<strong>al</strong>idad artística).<br />

Por último, esta f<strong>al</strong>ta de axila y muslo enfatiza la incapacidad<br />

para rebelarse en contra del orden establecido: el personaje<br />

está condenado a ser un esclavo de los demás, t<strong>al</strong> como lo<br />

es de Disney.<br />

Cuidado; el universo es rígido, pero no debe jamás transparentarlo.<br />

Es un mundo jerárquico pero que no puede aflorar<br />

como t<strong>al</strong>. El momento en que se extr<strong>al</strong>imita este sistema de<br />

autoridad implícito, es decir, el momento en que se hace explícito,<br />

visible, manifiesto, el orden arbitrario, fundado únicamente<br />

en la voluntad de unos y la pasividad de los otros, se hace perentorio<br />

rebelarse. No importa que haya un rey, mientras éste<br />

gobierne escondiendo el hierro bajo un guante de seda. Pero<br />

cuando muestra el met<strong>al</strong>, es obligatorio su derrocamiento. <strong>Para</strong><br />

que el orden funcione no debe exagerar su poder más <strong>al</strong>lá de<br />

ciertos límites tácitamente convenidos, porque <strong>al</strong> extremarse»<br />

muchas veces se evidencia la situación como caprichosa. Se ha<br />

destruido el equilibrio y hay que restituirlo. Quienes emprenden<br />

inevitablemente esta tarea, son los niños o los anim<strong>al</strong>itos pequeños,<br />

no para colocar en lugar del tirano el jardín de la espontaneidad,<br />

no para llevar la imaginación <strong>al</strong> poder, sino para reproducir<br />

el mismo mundo de la racion<strong>al</strong>idad de la dominación del<br />

adulto. Cuando el grande no se comporta de acuerdo con el modelo,<br />

el niño toma su cetro. Mientras sea eficaz el sistema, no se<br />

lo pone en duda. Pero basta que f<strong>al</strong>le para que el niño se rebele,<br />

exigiendo la restauración de los mismos v<strong>al</strong>ores traicionados, reclamando<br />

la estabilidad de las relaciones dominante-dominado.<br />

Los jóvenes auspician, con su prudente rebelión, con su madura<br />

crítica, el mismo sistema de referencias y v<strong>al</strong>ores. Nuevamente,<br />

no hay discrepancias entre padres e hijos: el futuro es iguaj ál<br />

presente y elpresente es igu<strong>al</strong> <strong>al</strong> pasado.<br />

No hay que olvidar que el niño se identifica con su seftiejante<br />

dentro de la revista y por lo tanto participa en su propia<br />

colonización. La rebeldía de los pequeños dentro del cuento es<br />

sentida como una rebeldía propia, auténtica, en contra de la

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