Dorfman_Ariel_Mattelart_Armand_Para_leer_al_pato_Donald
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DEL BUEN SALVAJE AL SUBDESARHOLLADO 75<br />
cambio de b<strong>al</strong>as desenchufadas e insensatas, y la tregua en una<br />
siesta. "¡RhaThon sí, Patolandia no!", grita un guerrillero apoyando<br />
<strong>al</strong> ambicioso dictador (comunista) y dinamitando la embajada<br />
de Patolandia. Al advertir que anda m<strong>al</strong> su reloj, el vietcong<br />
dice: "Queda demostrado que no se puede confiar en los<br />
relojes del 'paraíso de los trabajadores'". La lucha por el poder<br />
es meramente person<strong>al</strong> y excéntrica: "Todos quieren ser gobernantes".<br />
"¡Viva Rha Thon! Dictador del pueblo feliz", es el grito,<br />
y se agrega en un susurro, o "infeliz". El tirano defiende su parcela:<br />
"Mátenlo. No dejen que estropee mi revolución". El s<strong>al</strong>vador<br />
en esta situación caótica es el príncipe Encanh Thador o<br />
Yho Soy, formas del egocentrismo mágico. El viene a reunificar<br />
el país y a "pacificar" <strong>al</strong> pueblo. Fin<strong>al</strong>mente debe triunfar, porque<br />
los soldados rehusan las órdenes de un jefe que ha perdido<br />
su caiisma, que no es "encantador".<br />
Soldado 1: "¿<strong>Para</strong> que sigan estas tontas revoluciones?".<br />
Soldado 2: "No. Creemos que es mucho mejor que haya un<br />
rey en Inestablestán, como en los buenos tiempos".<br />
Y para cerrar el circuito y la <strong>al</strong>ianza, Tío Rico reg<strong>al</strong>a "estás<br />
riquezas y el elefante a Inestablestán", tesoros que le pertenecían<br />
antes a ese pueblo. Uno de los sobrinitos comenta: "La<br />
gente pobre puede hacer uso de «lias". Y por último, tantas ganas<br />
tiene Tío Rico de volver de este remedo de Vietnam, que promete:<br />
"Cuando vuelva a Patolandia, haré incluso <strong>al</strong>go más. Devolveré<br />
la cola de un millón de dollares del elefante de jade".<br />
Apostamos, sin embargo, que Me Pato se olvidó de sus promesas<br />
apenas llegó. Así, el siguiente diálogo (en Patolandia) en<br />
otra revista (D. 445):<br />
Sobrinito: "También les dio la gripe asiática".<br />
Don<strong>al</strong>d: "Siempre he dicho que nada bueno nos puede venir<br />
del Asia".<br />
Una similar reducción es la que ocurre respecto del Caribe:<br />
Cuba, Centroamérica: La república (?) de San Bananador (D.<br />
364). Don<strong>al</strong>d se burla de los niños que juegan <strong>al</strong> secuestro: son<br />
cosas que ya no suceden: "En los barcos no se secuestra a nadie<br />
y los marineros no padecen escorbuto en este tiempo..." El su-