Manual Ecuador.FH10 - Oficina Regional de la FAO para América ...

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Detectar los destinos de egresos de especies susceptibles, y/o vectores mecánicos,
en los últimos treinta (30) días del inicio estimado de la enfermedad, para su
seguimiento epidemiológico (estudio prospectivo).
Establecer las acciones profilácticas de control para cada una de ellas (rastreos,
interdicciones, vacunaciones y control de movimientos).
Realizar las comunicaciones pertinentes (horizontales y verticales).
Elaborar un informe final al cierre oficial del mismo.
6.5.1. Toma de Muestras para identificación del agente
El diagnóstico clínico precoz es de gran relevancia para el control y/o erradicación de
esta enfermedad.
La toma de muestras y la tecnología utilizada para el diagnóstico de la Estomatitis
Vesicular debe estar en concordancia con la metodología utilizada para el diagnóstico
de la Fiebre Aftosa a fin de facilitar el diagnóstico diferencial de estas enfermedades
vesiculares.
Los virus del serogrupo de la Estomatitis Vesicular pueden ser patógenos para los
humanos y se deben de tomar precauciones adecuadas cuando se manipulan muestras
de tejidos potencialmente infectados con virus.
Cuando no es posible tomar muestras para la identificación del agente, se pueden
utilizar muestras de suero en los animales convalecientes para detectar y cuantificar
los anticuerpos específicos. Se prefiere la toma de pares de sueros del mismo animal,
recogidos por separado en intervalos de 1-2 semanas, para comprobar el cambio en
el título de anticuerpo.
Considerar para ello que a partir del 5° día post infección comienza la producción
de anticuerpos y su titulación aumenta a contar del día 10 post infección.
El diagnóstico precoz es factible hacerlo a través de la detección de las primeras
vesículas detectables, aún sin romperse. A medida que pasan los días post infección
el diagnóstico deja de ser precoz, debido a que el virus se elimina en mayor cantidad
entre los 3 a 5 días post infección. El epitelio de los bordes de la herida puede obtenerse
una buena muestra.
Las mejores muestras para el diagnóstico son el fluido vesicular, el epitelio que cubre
las vesículas sin romper, los trozos de epitelio de las vesículas recién rotas.
Las muestras de elección para confirmar una sospecha es el tejido epitelial vesicular
bucal, lingual, podal o de glándula mamaria.
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