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Cada cultura es diferente. Ustedes tienen su<br />
casa y viven bien con lo que tienen. Nuestros<br />
espíritus antiguos nos han dicho que tenemos<br />
que vivir bien y que tenemos que respetar<br />
nuestra cultura… Nosotros tenemos una buena<br />
vida, tenemos salud, tenemos nuestra cultura.<br />
No queremos intercambiar nuestra vida por<br />
una escuela o un avión. No queremos perder<br />
nuestro territorio… No queremos hacer nuevos<br />
documentos. Queremos hacer un solo documento<br />
en el que se comprometen a no entrar a<br />
nuestro territorio. Firmamos este documento y<br />
no queremos hacer cada año otros documentos.<br />
Queremos que nos respeten para siempre<br />
(Huamuñí y Enomenga).<br />
La TEXACO impuso que las empresas petroleras<br />
operando en la zona, actuaran como estructuras de<br />
poder local, con relaciones de dominación y dependencia.<br />
Éramos libres Y pasamos a ser trabajadores<br />
asalariados y gente que depende y espera de la<br />
empresa por un plato de comida y con hombres,<br />
borrachos en los puertos, esperando ser recogidos<br />
para volver a la casa… En la actualidad casi todo el<br />
pueblo Huaorani tiene alguna relación de dependencia<br />
con las compañías petroleras.<br />
- Nosotros éramos gente sana, las heridas se curaban<br />
rápido, nos decían que teníamos muchas defensas<br />
dentro del cuerpo. Pero la misión nos trajo<br />
gripe y sarampión, que no resistimos y las petroleras<br />
nos trajeron la hepatitis B y D y las enfermedades de<br />
transmisión sexual. En el 99 se hicieron análisis de<br />
sangre, en los Estados Unidos, Lima y Ecuador, que<br />
prueban esta realidad. El informe médico revela que<br />
los Huaorani se contagiaron en un campo petrolero<br />
(El Comercio, 2/03/99). Un antropólogo de EEUU<br />
denunció las perversas prácticas de los empleados<br />
de una petrolera de EEUU que trataba con hombres<br />
Huaorani para que les trajeran a sus hermanas a los<br />
campamentos. En 1997 se anunciaba ya la venta de<br />
genes Huaorani en una tienda de Nueva York. Nos<br />
valoran por lo que pueden vender de nosotros.<br />
‘yo quiero hablar del punto de vista del pueblo<br />
Huaorani, de mi idea, de mi corazón.<br />
Nosotros vivimos en la amazonía, defendemos<br />
el derecho a la vida de los Huaorani.<br />
En Amazonía no necesitamos aviones,<br />
carros, porque afectan demasiado al mundo.<br />
Cada día hay más fábricas ¿cómo van<br />
a solucionar? Solo cada día salen más problemas.<br />
Les pedimos a ustedes que piense<br />
en lo que va a pasar en el futuro… Tenemos<br />
la selva bien grande. Hay tantos estudiantes<br />
que se van a estudiar de aquí mismo, mejor<br />
aprender nuestra zona. En nuestro país hay<br />
mucho para estudiar, tantas lagunas, tantos<br />
ríos, tanta selva, tanto viento, tanta agua, en<br />
donde cada día hay más frutos. En vez de<br />
estudiar esto, salen del país y vuelven y sus<br />
ideas cambian mucho y piensan demasiado<br />
y quieren más petróleo (Enomenga, sf).<br />
‘Lo peor que pudo traer la civilización a los<br />
huaorani fue el alcohol (Caento, 1993)’<br />
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