Memoria de actividades 2007-2008 - Real Academia de la Historia

MEMORIA DE ACTIVIDADES 2007-2008
La exposición se anunció en el exterior de la
Academia mediante dos banderolas que se colgaron
de las fachadas del edificio de Nuevo Rezado y del
Palacio de Molins. También se confeccionó un panel
para decorar la entrada a las salas. En las vitrinas y
en las imágenes de las paredes se colocaron cartelas
explicativas de las piezas.
Del diseño de la exposición se ocupó la empresa
Ecra. Servicios Integrales de Arte (don Abraham
Rubio Celada, doña Elena Martínez Benito y doña
Cristina Castro González).
Las fichas del catálogo de la exposición fueron
elaboradas bajo la dirección de don Gonzalo Anes
y con la colaboración de don Abraham Rubio, doña
Asunción Miralles de Imperial, doña Carmen Manso
y don Jorge Maier.
El director de la Real Academia de la Historia
presentó la exposición con estas palabras:
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Fernando Chueca Goitia, arquitecto
y humanista
Panel que se utilizó para anunciar
la exposición homenaje a
don Fernando Chueca Goitia
Con esta exposición, la Real Academia de la
Historia rinde merecido homenaje al académico
Fernando Chueca Goitia. Nació el 29 de mayo de 1911
en Madrid. En 1936 se graduó en la Escuela Técnica
Superior de Arquitectura, de la que llegó a ser catedrático
de Historia de la Arquitectura y Urbanismo.
Conoció muy bien las técnicas de su profesión y supo
unir presente y pasado en esa síntesis enriquecedora
que sólo pueden captar hombres de mente amplia y
de espíritu abierto como fue Fernando Chueca.
Las artes y las letras le llamaron desde la juventud. Cultivó la
poesía y el teatro, el ensayo, la historia, siempre con estilo claro y
brillante. Las pinturas y dibujos nos lo muestran como buen pintor
y dibujante. Los proyectos y las restauraciones de monumentos,
como buen arquitecto. Su participación en la vida política durante
la transición española tuvo especial interés para la monarquía parlamentaria
que se restauró en la persona de Don Juan Carlos I.
Fernando Chueca disfrutó siempre con su trabajo porque hacía
lo que le gustaba, lo que le apasionaba. Manifestó su actitud de
hombre abierto a todos los intereses culturales y políticos en sus
obras y en su conversación. Dejaba ver enseguida la conformidad,