Atònits! - Gremi d'Indústries Grà fiques de Catalunya

Fiscal
Recetas para la
CRISIS FINANCIERA
Joan Buscà - Asesor Fiscal del Gremi d’Indústries Gràfiques de Catalunya
En el día antes de la presentación del Proyecto de Ley de los Presupuestos
Generales del Estado para el año 2009 en el que se
prevén una disminución de los ingresos tributarios respecto a los
previstos para el año 2008 del 6,9 por ciento, la Agencia Tributaria ofrece
unos resultados realmente preocupantes en cuanto a las cifras de
recaudación tributaria. En el pasado mes de agosto del 2008, los ingresos
por impuestos descendieron un 52,8 por ciento en relación con el
mismo mes del año 2007, lo que supone 9.321 millones de euros de
diferencia.
Esta noticia acompañada de las ya casi diarias y habituales de “falta de
liquidez monetaria y de confianza” que muestra la economía mundial,
obligan a pensar a los responsables de dirigir las arcas públicas en
tomar decisiones que ayuden a reactivar y a devolver la confianza a
la “economía productiva” para que nuevamente los ingresos públicos
vuelvan alcanzar las cifras necesarias para mantener el gasto público.
Dichos de manera llana y entendible, estamos delante de unos vasos
comunicantes donde cualquier movimiento desequilibra el líquido del
circuito. Es lo del “pez de que muerde la cola”.
Hay que proponer y tomar medidas rápidas y contundentes por parte
de quién tiene la responsabilidad de gobernar ya que el “paciente”
esta en situación “grave”. Las pocas medidas que conocemos hasta
ahora nos parecen muy tímidas e insuficientes. En estos momentos,
está en trámite parlamentario un Proyecto de Ley por el que se va a
suprimir el gravamen del Impuesto sobre el Patrimonio para el año
2008, medida reivindicada históricamente desde hace tiempo ya que
somos el único país de la UE que todavía lo tenemos en vigor. En este
mismo citado Proyecto de Ley se introduce un cambio importante en
el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): se generaliza el sistema de
devolución al final de cada periodo de liquidación para aquellas empresas
que tengan el saldo de este impuesto “a su favor”. Esperemos
que el desarrollo reglamentario de este procedimiento no introduzca
limitaciones relevantes. Este régimen de devolución actualmente
sólo es aplicable para las empresas exportadoras y otros operadores
económicos, entre otros, los promotores de viviendas para la venta,
laboratorios, etc. Empresas que soportan el tipo de gravamen del 16
por ciento pero en cambio en sus ventas aplican tipos de gravámenes
inferiores. Esta medida puede introducir un poco más de “liquidez” en
la financiación de las empresas.
Hace pocos días fue desaprobada en el Parlamento de Madrid una
propuesta de ley en la que nuevamente se incorporaba una rebaja del
tipo de gravamen en el Impuesto sobre Sociedades: rebajar el tipo
actual general del 30 al 25 por ciento y para las pymes, del 25 al 20
por ciento. Con los tipos actuales del 25 y 20 por ciento seguimos en
la parte alta de los Impuestos sobre Sociedades de la UE. Por tanto, no
es una medida incentivadora para las empresas locales ni para captar
inversiones internacionales.
Otra medida propuesta por las empresas es la de incentivar el no reparto
de beneficios mediante el pago del 50 por ciento del Impuesto
sobre Sociedades. El otro 50 por ciento se pagaría en el momento
que la propiedad decidiera repartir las reservas voluntarias acumuladas.
De esta forma se premiaría la autofinanciación de las empresas,
como ocurre en otros países de la UE.
Otra de las medidas propuestas sería la de eliminar “temporalmente”
los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades durante el
tiempo que sea necesario (dos/tres años) para dar mayor liquidez a
las empresas. Para las arcas públicas no representaría una disminución
de la recaudación final ya que se trata simplemente de una medida
de diferimiento del ingreso por este impuesto.
En el año 1991, el Banco de España emitió unos bonos de Deuda
Pública (penalizadora) a un tipo de interés “reducido” que podían
suscribir de forma anónima aquellas personas o empresas que disponían
de dinero opaco. Aquella emisión tenía un vencimiento fijo a
cinco años equivalente al tiempo de la prescripción de los impuestos
en aquel momento de acuerdo con la Ley General Tributaria. Actualmente
y según fuentes del propio Banco de España, existen ciento
diez millones de billetes de 500 euros totalmente descontrolados. En
cifras absolutas son 55.000 millones de euros. Si el Banco de España
actualmente emitiera una emisión de bonos de Deuda Pública para
todo una buena parte de este dinero pudiera revertir a las arcas del
Estado, éste podría disponer de una importante liquidez de masa monetaria
cuando se manejan estos déficits actuales. Es aquello de “a
grandes males, grandes remedios”.
Esperemos, deseamos, pedimos que nuestros actuales gobernantes
sean conscientes de la gravedad actual de nuestra economía productiva.
No podremos prometer y atender compromisos pasivos si
la economía activa no funciona. Si no hay una economía productiva
fuerte y con confianza, difícilmente vamos a poder salir de esta gravedad
actual. Cuanto más dure la gravedad más tiempo y dura será la
recuperación. ///
gremi 19