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ACTUALIDAD<br />
Éxito en la reposición de Kiu<br />
Midrid. Teatro de la Zarzuela. 18-1-1993. Kru, ópera de Luis de Pablo, sobre texto de Alfonso Vallejo. Carlos<br />
Alvarez, Manuel Cid. Dalmacio Goniáleí y Sharon Cooper. Orquesta Sinfónica y Coro titulares del teatro. Dirección<br />
de escena, escenografía y figunnes. Francisco Nieva. Dirección music3l: fosé Ramón Encinar<br />
P<br />
rimer parecer, juicio, reflexión o<br />
como quiera llamarse: la de considerar<br />
rotundo acierto inaugurar la<br />
temporada oficial del Teatro de la Zarzuela<br />
con la reposición o, mejor dicho,<br />
con nueva producción de uno de los títulos<br />
operísticos estrenados en este mismo<br />
ciclo, pronto va a hacer diez años.<br />
Estamos ya en un estadio paranormal en<br />
lo que al ofrecimiento de nuevas partituras<br />
españolas se refiere. Un poco menos<br />
en lo teatral, pero no hay ya páramo. Sí<br />
lo hay en cambio, y de ahí el fundamento<br />
de esta introducción, en lo que afecta a<br />
los reestrenos. Deben intensificarse. Obvio<br />
es - y véase implícita en esta afirmación<br />
la valoración que me merece Kiu, sin<br />
que en nada<br />
le afecte<br />
lo que voy<br />
a pensar en<br />
alto en la<br />
tercera parte<br />
de esta<br />
crónica-;<br />
obvia es, digo,<br />
que sólo<br />
a las obras<br />
que por su<br />
calidad fo<br />
merezcan<br />
aludo.<br />
añadida, además de con una no menos<br />
rica y sugererrte escenografía, a redondear<br />
en subyugadora, obra de arte el acto<br />
primero de la ópera. Para entendernos:<br />
hasta que el extrañísimo revisor,<br />
Babinski, ha coiocado a todos los viajeros<br />
y el tren arranca. Por otro lado, ni<br />
exagera los sucesos que preparan el desenlace,<br />
ni distraen las figuraciones, extensivamente<br />
alusivas, que arma en el<br />
exterior.<br />
Formidable de todo punto de principio<br />
a fin (sin que tampoco afecte a la<br />
aseveración la matización posterior sobre<br />
cierto desmayo narrativo), José Ramón<br />
Encinar. Difícil me parece que pueda<br />
explicarse mejor, ni en sus líneas maca<br />
el Coro del teatro, preparado por<br />
Se i amare I la. Y las figuras protagonistas lo<br />
fueron todas de verdad. Y todas en el<br />
doble aspecto vocal y escénico. Desde<br />
la sensacional Sharon Cooper (Carol), llena<br />
de expresivo encanto, y el gran repetidor<br />
Manuel Cid (Foster), hasta los perfectís<br />
i mámente asentados en sus papeles<br />
Carlos Alvarez (Holmes) y Damalcio<br />
González (Simón). Sin olvidar, ni mucho<br />
menos, a Sánchez Gericó (Doctor), Freitas<br />
(Babinski) a Poblador (Auxiliar). Ni<br />
tampoco a mimos y figurantes.<br />
En tercer lugar, confirmación de Kiu<br />
como obra de interés desusado y de<br />
valores indiscutibles, si bien con cierta<br />
sensación, en todo caso personal ¡sima,<br />
de descenso peligroso, tras los raconti<br />
sucesivos de Foster y Holmes, en el clima<br />
críptico y de sustrato enigmático<br />
que es razón y sostén de toda la trama.<br />
No resulta<br />
menos<br />
positivo ni<br />
encomiástico<br />
el segundo<br />
de los<br />
apartados<br />
que voy a<br />
suscribir:<br />
me parecieron<br />
de alta<br />
Kiu en la producción de Francisco Nieva pora eí T.LN La Zarzuela<br />
categoría tanto la nueva producción, como<br />
su efectiva plasmación, musical y es-<br />
estras, ni en las múltiples inflexiones de<br />
detalle, el colosal trabajo orquestal de<br />
cénica. Reconozco que, ante cualquier<br />
de Pablo, tan concienzudo como naturalmente<br />
fluido. Que se ahonde tanto, y<br />
nueva propuesta de teatro musical, me<br />
pongo en guardia ante lo que la dirección<br />
escénica pueda deparar. Por eso<br />
en tan recta dirección, hacia esa suerte<br />
de hermoso lirismo neoexpresionista<br />
quiero, lo primero de todo, descubrirme<br />
ante el trabajo de Francisco Nieva.<br />
que de Pablo ha sabido insuflar tanto en<br />
su propuesta instrumental como en las<br />
En todos sus aspectos. No sólo cumple<br />
soluciones vocales, tan sui generis pero<br />
escrupulosamente lo que condiüo srne<br />
tan lógicas, que ofrece. Bien es cierto<br />
qua non de arranque, a saber, someterse<br />
a los pensamientos textuales y musi-<br />
que para ello contó con miembros de<br />
primer orden. La Orquesta Arbós demostró<br />
una vez más su ya proverbial pocales<br />
preestablecidos, sino que contribuye,<br />
con inteligentes sutilezas gestuales,<br />
lifacetismo, con una respuestarealmente<br />
de movimientos y de exacta nerviosidad<br />
espléndida. Cumplió de manera magnífi-<br />
20 SCHERZO<br />
FOTO: ALCÁNTARA<br />
Se me antoja, en efecto, tras este nuevo<br />
acercamiento a Kiu, que se desploma un<br />
punto esa atmósfera de invencible desasosiego,<br />
tan genialmente preparada en<br />
el primer acto, que estimo elemento<br />
conformador decisivo de tan siniestro<br />
viaje. De harto mayor peso aún en él<br />
que el tremendismo, la analítica de lo<br />
claustrofóbico o la filosofía de lo grotesco.<br />
Creo, sinceramente, que revelan<br />
ambos personajes demasiada historia<br />
pasada, y no precisamente en los parlamentos<br />
de mayor enjundia de la obra<br />
Leopoldo Hontañón