Scherzo. Núm. 72

ENTREVISTA
nota. Después, empecé de nuevo a cantar, pero sólo para mí.
Y me di cuenta de que la calidad de la voz seguía estando allí.
Aunque me daba mucho miedo, le dije a mi marido: «búscame
la oportunidad de cantar algo que no sea muy comprometido
para mi, por ejemplo, una Sieglinde..»
S,-¿Una Sieglinde
LA-Bien. hice una Ariodno, que comparado con la Emperatriz
no era difícil...
S.-¿Dónde
LK-La verdad, no me acuerdo; creo que en Viena, a en
Alemania.
C-¿Qué £0/ fue
LR,-Bien. bien. Sin embargo, he de decir que aquellos críticos
-sobre todo los americanos- que no se ensañaron conmigo en
mis malos momentos, tampoco estaban dispuestos a dejarse
convencer así como asi de que /o había recuperado mi forma, y
eso que de diez funciones, volvía a cantar bien ocho, Todavía
me asombra cómo logré superar la crisis, porque esta crisis era
muy grave. Entonces fue cuando conocí a mi segundo marido, y
a nuevo amor nueva felicidad, nuevas fuerzas, otra vez te das
cuenta de que eres alguien, /a no eres aquella persona que estaba
en declive. Tuve la suerte de ser aún suficientemente joven,
aún no tenia 40 años; si la crisis me hubiera venido en la mitad
de los cuarenta, creo que no la habría superado. Había estado
absorbida por mi profesión. A mi primer mando lo estimaba y
veneraba como a un padre: tenía veintiocho años mas que yo,
fue mi guía, me formó, me enseñó muchas cosas, y le estaré
eternamente agradecida por ello. Sólo que cuando era ya una
mujer casi madura, algo me faltaba, algo no iba bien en mi vida, y
coincidió con la crisis... Porque esta
vida es así: cuando estas allí arriba,
aún quieren ponerte una coronrta
más, cuando vas para abajo, te dan
un puntapié para que aún bajes más
de prisa. Y entonces apareció este
hombre nuevo, este amor nuevo...
Yo no creía que se pudiera querer
tanto algo que no fuera mi profesión.
Así, recibí nuevas fuerzas, se
encendieron luces dentro de mi cabeza,
veía lo que antes no había visto,
y de repente también en el canto
van mejorando las cosas. Desde
entonces todavía canté durante
quince años mi viejo repertorio con
triunfos increíbles en todo el mundo.
Ahora yo me decía: ¿cómo soy
capaz de hacer esto ¿Por qué lo
hago ahora mejor La verdad es
que no tengo la respuesta exacta.
Serán fuerzas que se movilizan ante
acontecimientos como éste, o es la
voluntad que te guía... no lo sé: sí
puedo decir que de repente tenia
otra vez confianza en mí misma.
LR—Si. me he hecho otro repertorio, he tenido que aprenderlo
y, además, cantarlo. Así vino lajenufa. Un día, en Viena. me
la ofreció por casualidad el codirector de la Opera de Sidney.
Me preguntó si conocía la obra: «Sí, la he visto una vez hace
años; ¡pero será un papel para mi» Y entonces la estudié y vi
que había frases maravillosas, que el papel se puede cantar con
belleza. También me dije: «tampoco puedes cantar ya Elsa, porque
a los 55 años, casi en edad de jubilación, no vas a ser la virginat
doncellas Asi que estudié la Ortrud y vi que ahora era ideal
para mi. Además, estos son papeles que cuando los canta una
soprano de voz cálida suenan mejor que cuando lo hace una
mezzo, aunque hay excepciones como Christa Ludwig, que fue
una fantástica Ortrud. Ahora bien, lo más dramático que he cantado
es Kundry, papel hochdramatisch ciento por ciento, que hice
porque ahora tenía mejor centro y mejores graves que antes, sin
perder mis agudos. Nunca me había importado tener problemas
en el centro y en los graves. He sido famosa por mis agudos y
mis pianos. Sin embargo, ahora que canto las malas, las asesinas,
compruebo que no hay nada más agradecido que lo malo, hacer
de rnala sea en el cine, en el teatro de verso o en la ópera.
C-¿ts mds difícil, pues, hacer en el escenano un papel de
bueno
LFt-Sí, hacer una Pamina creíble es mucho más difícil que
convencer como Ortrud. Lo sencillo, lo simple, es lo más difícil.
Lo más difícil en el teatro y en la ópera es la -as! llamadanaturalidad,
porque la escena es artificio y esa naturalidad es
artificial.
$,-¿Ha considerado la posibilidad de ampliar aún este repeftorio
C.-¿Se puede decir que ese viejo
repertorio suyo incluía en esto nuevo
etopo tonto lo alemán como lo
italiano
LR.-Por supuesto, en Viena incluso más lo italiano que lo
alemán. Para ello me daba confianza el comprobar que podía
volver a cantar los grandes legatos. Después vino la serie de
Lo mujer sin sombra, con Bohm, y así llegué a los 55 años y me
dije: «es hora de dejar este repertorio, Salomé, la Emperatriz,
porque no tienes necesidad de eso.» Y me pregunte: «¿qué
puedo hacer todavía»
C.-Otro nueva etapa...
45SCHERZO
Leonie Rysonek como Otemnestro junto o Cwynethpnes en Befara. Gnebró, 1990.
LK-Hice la Condesa de Lo dama de picas en mi segunda
actuación en Barcelona, pero éste es un papel que vocalmente
no me estimula. He tenido y tengo otras ofertas. Por ejemplo,
me ofrecieron Diálogos de Carmelitas; pero no hablo apenas
francés, no he cantado nada en este idioma, y esto me retrae.
Además, tenía que hacerla en Francia, donde soy algo así
como un monumento y me llaman «el monstruo sagrado».
No quiero defraudarles. No quiero que digan: «¿qué necesi-