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AP.T3.1-MPyC.Tema3.EfectosTemperatura.TransicionVitrea

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MATERIALES POLIMÉRICOS Y COMPUESTOS.<br />

LECCION 3.- EFECTOS DE LA TEMPERATURA. TEMPERATURA DE TRANSICION VITREA.<br />

1.- Orígenes moleculares del comportamiento dependiente del tiempo.<br />

Para comprender la dependencia con la temperatura de las propiedades mecánicas de los sólidos<br />

viscoelásticos, es necesario analizar los procesos moleculares que ocurren durante la deformación<br />

dependiente del tiempo. En la figura 1.1 se muestra la variación típica del módulo de relajación de<br />

tensiones para polímeros amorfos y semicristalinos.<br />

Figura 1.1.- Variación típica del módulo de relajación de tensiones para polímeros amorfos y<br />

semicristalinos.<br />

El polímero amorfo muestra, de forma clara, las cuatro regiones del comportamiento viscoelástico: vítrea,<br />

viscoelástica, gomosa y fluyente. Aunque existen diferencias en cuanto a la escala de tiempo para los<br />

diferentes polímeros, la forma general de la curva es la misma para todos.<br />

En periodos cortos de tiempo el material exhibe un comportamiento vítreo, con un valor del módulo de<br />

relajación, G(t) 10 9 N/m 2 . La rigidez se relaciona con los cambios en la energía elástica de deformación<br />

almacenada, y que está asociada con la rigidez del esqueleto de la cadena molecular. Los movimientos<br />

están restringidos a las vibraciones atómicas, necesitándose grandes tensiones para causar la deformación.<br />

Al ir aumentando el tiempo el módulo de relajación disminuye rápidamente, ya que aparecen modos de<br />

movimiento adicionales asociados con la progresiva rotación de los segmentos de las cadenas principales<br />

alrededor del esqueleto formado por la propia cadena principal (Figura 1.2).<br />

Para tiempos aún mayores el módulo de relajación alcanza la meseta correspondiente al comportamiento<br />

gomoso, donde el material exhibe las características de la elasticidad de la goma, con un valor del módulo<br />

de relajación, G(t) 10 6 N/m 2 . Esto se asocia con los enmarañamientos existentes entre las cadenas y a lo<br />

largo de ellas, y que para un tiempo dado y debido a la amplia movilidad de la cadena se va produciendo<br />

el desenmarañamiento de forma progresiva.<br />

La longitud crítica de cadena necesaria (z) para que se produzca enmarañamiento depende de la polaridad<br />

y de la forma del polímero. Así, el número de átomos de la longitud crítica en la cadena del<br />

poli(metacrilato de metilo) (PMMA), el poliestireno (PS) y el poliisobutileno son de 208, 730 y 610<br />

respectivamente.<br />

En dichos períodos de tiempo largos, las moléculas muestran una considerable flexibilidad de modo que<br />

en el estado no deformado adoptan conformaciones que conducen a la máxima entropía (o mínima energía<br />

libre) y las deformaciones elásticas se deben a los cambios de conformación.<br />

1


Los módulos de relajación correspondientes al estado vítreo y gomoso, en general, son independientes del<br />

tiempo dentro de su región de operación.<br />

Figura 1.2.- Transiciones en polímeros amorfos en función del tiempo y la temperatura.<br />

2


Dentro de los polímeros amorfos el comportamiento viscoelástico anterior, puede modificarse por la<br />

presencia o ausencia de uniones transversales de tipo químico, o también cambiando el peso molecular<br />

del polímero el cual controla el grado de enmarañamiento o las uniones transversales de tipo físico.<br />

Las uniones transversales de tipo químico previenen el flujo molecular irreversible que puede ocurrir en<br />

los períodos largos de tiempo, dando lugar a una meseta de comportamiento gomoso. Por su parte, las<br />

uniones transversales de tipo físico restringen el flujo molecular en períodos de tiempo cortos, pero no en<br />

los largos.<br />

El valor del módulo de relajación para la meseta está directamente relacionado con el número efectivo de<br />

uniones transversales por unidad de volumen y, por tanto, con el peso molecular. Cuanto mayor sea este<br />

habrá más uniones transversales y mayor será el valor del módulo relajado.<br />

Como se puede deducir de la figura 1.1 los polímeros cristalinos tienen un comportamiento muy diferente<br />

al de los amorfos. La presencia de la fracción cristalina tiende a hacer que la estructura sea más rígida, por<br />

lo que el módulo de relajación varía con el tiempo de una forma menos drástica. El valor del módulo<br />

cambia de 10 9 N/m 2 a 10 8 N/m 2 o 10 7 N/m 2 .<br />

2.- Dependencia de la temperatura.<br />

Las propiedades mecánicas de los polímeros son muy dependientes de la temperatura. El parámetro<br />

habitualmente utilizado para estudiar la variación del comportamiento mecánico de los polímeros con la<br />

temperatura es el módulo de relajación de tensión, que se obtiene experimentalmente en una serie de<br />

ensayos isotérmicos (cada uno a una temperatura diferente) de relajación, midiendo al cabo de cierto<br />

tiempo (10 segundos concretamente) la tensión a una determinada deformación que se mantiene constante<br />

( 1 = 0,01, por ejemplo). Es decir:<br />

(10)<br />

G(10, 1)<br />

<br />

<br />

El efecto de la temperatura sobre la rigidez de los polímeros (Figuras 2.1 y 2.2) tiene mayor importancia<br />

en el diseño y uso de los polímeros para aplicaciones de ingeniería (sometidos a cargas más o menos<br />

importantes).<br />

Como puede observarse el comportamiento es diferente para los termoplásticos y los termoestables, ya<br />

que a estos últimos les afecta mucho menos la temperatura. Por su parte, el comportamiento de los<br />

termoplásticos depende de la disposición de las cadenas moleculares y, en particular, si es cristalino<br />

(ordenado) o amorfo (aleatorio).<br />

1<br />

(2.1)<br />

Figura 2.1.- Variación del módulo de relajación con la temperatura para termoplásticos y termoestables.<br />

3


MODELO DE POLIMEROS AMORFOS<br />

MODELO DE POLIMEROS CRISTALINOS.<br />

Figura 2.2.- Variación del módulo de relajación con la temperatura para polímeros amorfos y cristalinos.<br />

4


En el caso de los materiales termoplásticos amorfos o de muy baja cristalinidad, el diagrama que se<br />

obtiene representando gráficamente los valores del módulo de relajación de tensión frente a la temperatura<br />

correspondiente es de la forma representada en la figura 2.3.<br />

Figura 2.3.- Módulo de relajación de tensiones en función de la temperatura.<br />

Las probetas relativamente frías (tramo AB) presentan altos valores del módulo (del orden de 10 9 N/m 2 )<br />

pudiéndose observar que el material se mantiene duro, quebradizo, recupera elásticamente casi toda la<br />

deformación y llega a romper con pequeños alargamientos, cuando se le somete a fuertes tensiones<br />

instantáneas.<br />

Existe una gran cantidad de enlaces intermoleculares formados y las cadenas están tan próximas unas a<br />

otras que incluso los pequeños átomos de hidrógeno interferirán con las cadenas vecinas al rotar. Las<br />

moléculas del polímero quedan atrapadas o inmovilizadas en posiciones fijas en un estado totalmente<br />

desordenado y caótico. Se dice que el polímero se encuentra en estado vítreo, debido a su comportamiento<br />

similar al del vidrio.<br />

Cuando se va incrementando la temperatura, llega un momento en el cual se alcanza una temperatura por<br />

encima de la cual, el material se hace mucho más elástico. El módulo de relajación disminuye varios<br />

órdenes de magnitud en un intervalo temperatura de unos 20 ºC, para estabilizarse después a temperaturas<br />

crecientes (tramo CD), hasta que se produce una caída brusca y se pierde la consistencia, sin que exista<br />

una temperatura claramente definida de fusión. En este tramo, denominado meseta elastomérica, las<br />

probetas presentan un aspecto blando, gomoso y resistente al choque.<br />

La temperatura a la que se produce la última y definitiva caída del módulo de relajación se denomina<br />

temperatura de reblandecimiento o, impropiamente, de fusión (T m ).<br />

Es evidente que en el intervalo BC se ha producido una cierta transformación del material que también<br />

afecta a otras propiedades además de a las mecánicas. Este fenómeno se conoce como transición vítrea y<br />

la temperatura a la cual se produce se denomina temperatura de transición vítrea, T g , y corresponde<br />

(cuando se calienta el polímero) a la transformación de un sólido rígido en un sólido que tiene las<br />

características de la goma.<br />

La brusca disminución del módulo de relajación que se produce a la temperatura de transición vítrea (T g )<br />

se interpreta como una consecuencia de la existencia de un umbral energético que debe ser sobrepasado<br />

para que los segmentos de las cadenas moleculares puedan girar libremente, superando las barreras<br />

potenciales existentes.<br />

A bajas temperaturas las macromoléculas se encuentran ovilladas, con muy limitadas posibilidades de<br />

movimiento relativo. Por encima de la temperatura de transición vítrea, existe la suficiente energía térmica<br />

(k B T) y el suficiente volumen libre (debido a la dilatación que se produce al aumentar la temperatura)<br />

para que los segmentos de las cadenas moleculares puedan desenmarañarse (desovillarse) y rotar con<br />

facilidad, permitiendo desplazamientos que se traducen en deformaciones viscoelásticas más de mil veces<br />

superiores a las que tienen lugar a baja temperatura.<br />

5


La validez de esta interpretación queda ratificada cuando se compara el comportamiento de diferentes<br />

muestras de cualquier material polimérico, con distintos pesos moleculares M, en ensayos de relajación a<br />

diferentes temperaturas, cuyos resultados se ponen de manifiesto en la figura 2.4. El ensayo «1»<br />

corresponde a un poliestireno de peso molecular medio del orden de 10000, excepcionalmente bajo para<br />

un polímero industrial, mientras los ensayos «2» y «3» se han llevado a cabo con muestras del mismo<br />

producto de peso molecular 140000 y 217000, respectivamente.<br />

Figura 2.4.- Módulo de relajación en función de la temperatura, para diferentes valores del peso<br />

moleculares.<br />

Si las cadenas moleculares son excesivamente cortas, tan pronto se supera el nivel energético que permite<br />

la movilidad de los segmentos moleculares, se produce la fluencia viscosa, deslizando las moléculas unas<br />

contra otras sin que puedan existir conexiones elásticas duraderas y, en consecuencia, no aparece la<br />

meseta elastomérica.<br />

En cambio, si la longitud de las cadenas es grande, aún a temperaturas muy superiores a la de transición<br />

vítrea, el deslizamiento relativo de las moléculas queda frenado elásticamente por numerosos<br />

ovillamientos o entrecruzamientos moleculares. La extensión de la meseta elastomérica es tanto mayor y<br />

tanto más horizontal, cuanto mayor sea el peso molecular del polímero, con temperaturas de<br />

reblandecimiento T m más altas.<br />

El nivel energético mínimo que permite la fácil movilidad de los segmentos moleculares, correspondiente<br />

a la temperatura de transición vítrea, está estrechamente relacionado con la composición y estructura<br />

química de las macromoléculas y puede alterarse sensiblemente con la presencia de moléculas pequeñas y<br />

móviles que se interponen entre las del polímero como en una disolución y que se denominan<br />

plastificantes.<br />

En la figura 2.5 se pone de manifiesto como un PVC plastificado con el 30% de DOP amplía la meseta<br />

elastomérica con respecto al mismo PVC sin plastificante, rebajando también considerablemente la<br />

temperatura de transición vítrea.<br />

Figura 2.5.- Módulo de relajación en función de la temperatura para el PVC con y sin adición de<br />

plastificante.<br />

6


El fenómeno de la transición vítrea queda enmascarado en los materiales termoplásticos cristalinos, pues<br />

los cristalitos se deshacen a temperaturas superiores a la de transición vítrea de las zonas amorfas. Las<br />

zonas cristalinas, constituidas por tramos de moléculas que se prolongan en las zonas amorfas, actúan<br />

como centros de anclaje, que dificultan el deslizamiento y el material se comporta como si estuviera<br />

reticulado.<br />

En consecuencia el módulo de relajación no cae brusca sino lentamente con la temperatura, y la meseta<br />

elastomérica sólo se detecta cuando han desaparecido la mayoría de los cristalitos (temperatura de fusión<br />

cristalina T fc ), según se pone de manifiesto en la figura 2.6.<br />

Figura 2.6.- Módulo de relajación en función de la temperatura para un polímero cristalino.<br />

La forma de la curva módulo de relajación-temperatura de los polímeros cristalinos depende de la historia<br />

térmica de las probetas usadas en los ensayos, particularmente de la velocidad de enfriamiento a partir del<br />

producto fundido, ya que esta resulta decisiva para la estructura cristalina del material. Como en los<br />

amorfos, también depende del peso molecular. Cuando este es suficientemente grande los polímeros de<br />

alta cristalinidad presentan un estado cristalino flexible, con magnífica resistencia al impacto y<br />

seudomódulos de elasticidad altos, lo que les hace muy adecuados para ciertas aplicaciones industriales.<br />

Los diferentes estados que los polímeros amorfos y cristalinos pueden presentar según la temperatura y su<br />

peso molecular pueden representarse esquemáticamente en los diagramas que se muestran en la figura 2.7.<br />

Figura 2.7.- Estados de los polímeros amorfos y cristalinos según la temperatura y su peso molecular<br />

Si los polímeros están ligeramente reticulados y su estructura es amorfa, su comportamiento es muy<br />

similar al de los termoplásticos amorfos, aunque se diferencian de éstos en que al aumentar la temperatura<br />

no llegan a fundir, sino que se descomponen. A temperaturas superiores a la transición vítrea prevalece su<br />

comportamiento elástico sobre la fluencia viscosa y por ello se denominan elastómeros.<br />

Si la reticulación es muy numerosa, las posibilidades de movimiento relativo son muy reducidas y no se<br />

detecta la transición vítrea. El material resulta poco elástico y quebradizo con módulos de relajación altos.<br />

Tampoco se reblandece a altas temperaturas sino que se descomponen. Es el caso de los materiales<br />

duroplásticos.<br />

7


3.- Fusión y fenómeno de transición vítrea.<br />

Cuando se deja un objeto de plástico a la intemperie durante el invierno, puede observarse que se quiebra<br />

o se rompe con mayor facilidad que durante el verano. Lo que ha tenido lugar es el fenómeno conocido<br />

como la transición vítrea, que a temperaturas bajas es algo que sólo le ocurre a los polímeros, lo cual es<br />

una de las cosas que los hacen diferentes. Hay una cierta temperatura (distinta para cada polímero)<br />

llamada temperatura de transición vítrea, T g . o, más bien, una región relativamente estrecha de<br />

temperaturas, en la que se manifiesta un fuerte cambio de las propiedades físicas y mecánicas.<br />

Cuando el polímero se enfría por debajo de dicha temperatura, se vuelve duro, rígido y quebradizo, con<br />

propiedades análogas a las de los vidrios. Sin embargo, por encima de dicha región de temperaturas, el<br />

polímero es blando gomoso y se comporta como un líquido más o menos viscoso con propiedades<br />

elásticas semejantes a las de los cauchos.<br />

Algunos polímeros se emplean a temperaturas por encima de sus temperaturas de transición vítrea y otros<br />

por debajo. Los plásticos duros como el poliestireno y el poli(metil metacrilato), son usados por debajo de<br />

sus temperaturas de transición vítrea, es decir, en su estado vítreo. Sus T g están muy por encima de la<br />

temperatura ambiente, ambas alrededor de los 100 o C. Los cauchos elastómeros como el poliisopreno y el<br />

poliisobutileno, son usados por encima de sus T g , es decir, en su estado caucho, donde son blandos y<br />

flexibles.<br />

El valor que toma la temperatura de transición vítrea condiciona, en gran medida, las posibles aplicaciones<br />

de un polímero amorfo. Así, por ejemplo, copolímeros de estireno-butadieno (de composición aproximada<br />

25/75 en moles) con una T g ≈ 70 °C se utilizan para fabricar neumáticos, porque a temperatura ambiente<br />

tienen una elasticidad semejante a la del caucho. Sin embargo, no podrían utilizarse, por ejemplo, para<br />

fabricar una mesa ya que no tienen buena estabilidad dimensional. Sí pueden utilizarse para esos fines, por<br />

el contrario, el poli(metacrilato de metilo) o el poli(cloruro de vinilo), cuyos valores de T g están alrededor<br />

de 105 °C y 80 °C, respectivamente.<br />

La transición vítrea no es lo mismo que la fusión. La fusión es una transición que se manifiesta en los<br />

polímeros cristalinos. Ocurre cuando las cadenas poliméricas abandonan sus estructuras cristalinas y se<br />

transforman en un líquido desordenado. La transición vítrea es una transición que se manifiesta en los<br />

polímeros amorfos, es decir, polímeros cuyas cadenas no están dispuestas según un ordenamiento<br />

cristalino, sino que están dispuestas en cualquier ordenamiento, aún en estado sólido.<br />

Pero incluso los polímeros cristalinos tienen alguna porción amorfa. Esta porción generalmente constituye<br />

el 40-70 % de la muestra polimérica. Esto explica porque una misma muestra de un polímero puede tener<br />

tanto una temperatura de transición vítrea como una temperatura de fusión. Pero lo importante es saber<br />

que la porción amorfa sólo experimentará la transición vítrea, y la porción cristalina sólo la fusión.<br />

Cuando la temperatura es alta, las cadenas pueden moverse con facilidad, de modo que cuando se toma<br />

una porción de polímero y se dobla, las moléculas, que ya están en movimiento, no tendrán problemas en<br />

moverse hacia nuevas posiciones, con el fin de aliviar la tensión que se está ejerciendo sobre ellas. Pero si<br />

se trata de doblar una muestra de polímero por debajo de su T g , las cadenas ya no podrán desplazarse<br />

hacia otras posiciones. Y justamente, sucederá una de las dos cosas siguientes:<br />

(A).- O las cadenas serán lo suficientemente resistentes como para soportar la fuerza que se está<br />

ejerciendo y la muestra no se doblará<br />

o bien<br />

8


(B).- La fuerza que se está aplicando es demasiado grande para que las inmóviles cadenas poliméricas<br />

puedan resistirla y ya que no pueden moverse a su alrededor para aliviar dicha tensión la muestra se<br />

quebrará o se romperá.<br />

La temperatura exacta a la cual las cadenas poliméricas experimentan este gran cambio en su movilidad,<br />

depende de la estructura del polímero. Para ver cómo un pequeño cambio en la estructura puede significar<br />

un gran cambio en la T g , puede observarse la diferencia entre el poli(metil acrilato) y el poli(metil<br />

metacrilato)<br />

Poli(metil acrilato)<br />

Poli(metil metacrilato)<br />

El poli(metil metacrilato) posee un grupo metilo extra enlazado al carbono alfa. El pequeño grupo metilo<br />

causa una gran diferencia en el comportamiento y las propiedades del polímero, Así el poli(acrilato de<br />

metilo) es un caucho blanco a temperatura ambiente, pero el poli(metacrilato de metilo) es un plástico<br />

duro, resistente y transparente. La ausencia de esos grupos metilo en el poli(metil acrilato) permite que sus<br />

cadenas se deslicen ampliamente unas sobre otras. Si las cadenas pueden hacer eso, toda la masa del<br />

polímero podrá fluir más fácilmente. Para simplificar, si un polímero tiene facilidad de movimiento, será<br />

flexible, mientras que si no la tiene, será rígido.<br />

La temperatura de transición vítrea del poli(metil acrilato) es 6 ºC y la del poli(metil metacrilato) atáctico<br />

105ºC .<br />

Existe otra diferencia entre fusión y transición vítrea. Cuando se calienta un polímero cristalino a<br />

velocidad constante, la temperatura aumentará a velocidad constante. La cantidad de calor requerida para<br />

incrementar la temperatura de un gramo de polímero un grado, se denomina calor específico.<br />

La temperatura seguirá aumentando hasta que el polímero llegue a su punto de fusión. Cuando esto<br />

sucede, la temperatura se mantendrá constante, aún cuando se suministre más calor. Se mantendrá<br />

constante hasta que todo el polímero haya fundido completamente (Figura 3.1.a). Luego, la temperatura<br />

del polímero comenzará a ascender nuevamente. El aumento se detiene porque la fusión requiere energía.<br />

Toda la energía que se agregue a un polímero cristalino en su punto de fusión, se utilizará en la fusión y<br />

no en un aumento de la temperatura. Este calor se denomina calor latente de fusión.<br />

Una vez que el polímero fundió, la temperatura comienza a ascender de nuevo, pero ahora lo hace a una<br />

velocidad más lenta, ya que el polímero fundido tiene mayor capacidad calorífica que el polímero<br />

cristalino en estado sólido, de modo que puede absorber más calor con incrementos de temperatura más<br />

pequeños.<br />

Cuando un polímero cristalino funde, ocurren dos cosas: absorbe una cierta cantidad de calor, el calor<br />

latente de fusión, y experimenta un cambio en su calor específico. Cualquier cambio debido al calor, ya<br />

sea fusión o congelamiento, ebullición o condensación, que involucre un cambio en el calor específico y<br />

un calor latente, se denomina transición de primer orden. La transición sólido-líquido viene acompañada<br />

de un incremento de volumen (Una excepción es el agua) y un incremento en contenido calorífico<br />

(Entalpía), correspondiente al calor de fusión.<br />

9


Pero cuando se calienta un polímero amorfo hasta su T g , sucede algo diferente. Primero se calienta y la<br />

temperatura se eleva a una velocidad determinada por el calor específico del polímero. Pero cuando se<br />

alcanza la T g la temperatura sigue aumentando, no se detiene (Figura 3.1.b). No hay calor latente<br />

involucrado en el fenómeno de transición vítrea. La temperatura sigue incrementándose.<br />

Pero por encima de la T g ya no lo hace a la misma velocidad que por debajo. El polímero experimenta un<br />

incremento en su calor específico luego de alcanzar la transición vítrea. Puesto que la transición vítrea<br />

involucra un cambio en el calor específico pero no existe calor latente, esta transición se denomina<br />

transición de segundo orden.<br />

Así, el punto de fusión (T m ) se denomina temperatura de transición de primer orden y a la T g , temperatura<br />

de transición vítrea, o en algunos casos, temperatura de transición de segundo orden.<br />

Figura 3.1.- Gráfica temperatura-calor para un. (a).- Polímero cristalino (b).- Polímero amorfo.<br />

La transición vítrea, que se pone de manifiesto en los ensayos de relajación a diferentes temperaturas,<br />

también se detecta en ensayos de impacto y de otras características, no sólo mecánicas y físicas (Rigidez,<br />

permeabilidad a los gases), sino térmicas (calor específico, coeficiente de dilatación), ópticas (índice de<br />

refracción) y las propiedades dieléctricas, entre otras, que presentan una discontinuidad en las<br />

proximidades de T g . Así, la T g puede determinarse observando los cambios en los valores de cualquiera<br />

de estas propiedades, como por ejemplo el incremento de permeabilidad a los gases.<br />

La temperatura de fusión y/o la de transición vítrea de un polímero se determina como en el caso de los<br />

materiales cerámicos a partir de la gráfica del volumen específico frente a la temperatura, ya que aumenta<br />

al alcanzar el valor de T g , para adecuarse a la mayor agitación de los segmentos de la cadena. La figura<br />

3.2 es una gráfica de este tipo, en la cual las curvas A y C se refieren, respectivamente, a polímeros<br />

amorfos y cristalinos, y tienen la misma forma que las correspondientes a las cerámicas.<br />

En los materiales cristalinos aparece un cambio de volumen específico a la temperatura de fusión T m . Los<br />

materiales completamente amorfos presentan variación continua de volumen específico al fundir pero, al<br />

enfriarse, la pendiente de la curva experimenta una ligera disminución cuando alcanzan la temperatura de<br />

transición vítrea T g . Por debajo de T g el material se considera un sólido amorfo. Al calentarse por encima<br />

de T g no pasa inmediatamente al estado líquido, sino que primeramente pasa a un estado gomoso como un<br />

sólido elástico y luego un posterior calentamiento lo transforma de forma gradual a un estado de líquido<br />

más o menos viscoso.<br />

10


Los polímeros semicristalinos (curva B) tienen un comportamiento intermedio, y presentan tanto<br />

temperatura de fusión como de transición vítrea. T m y T g son propiedades características de las fases<br />

cristalina y amorfa. Los valores de T m son normalmente de un 33 a un 100 % superiores a los de T g . Por<br />

regla general, T g es del orden de (2/3)T m , es decir T g siempre es más baja que T m .<br />

En el estado vítreo la estructura molecular es desordenada y, por tanto, ocupa un volumen mayor que en el<br />

estado cristalino, lo cual explica la distancia entre las líneas ED y FC en la figura 3.2, que guarda relación<br />

con el volumen libre. Por debajo de T g el volumen libre es, prácticamente, constante y por encima<br />

aumenta de forma significativa con la temperatura.<br />

Figura 3.2.- Volumen específico frente a la temperatura (enfriando el polímero fundido en estado líquido).<br />

Curva A.- Polímero totalmente amorfo.<br />

Curva B.- Polímero semicristalino<br />

Curva C.- Polímero cristalino.<br />

11


Los polímeros cristalizables pueden cristalizar o sólo vitrificar dependiendo de la historia térmica recibida<br />

(Figura 3.3). Si un polímero de este tipo que está a una temperatura alta en estado líquido, aunque con<br />

viscosidad relativamente alta, se somete a un enfriamiento, el material va aumentando su viscosidad hasta<br />

que se llega a un punto como el A. Tras el punto A, los polímeros cristalizables pueden seguir el camino 1<br />

o 2 dependiendo de las condiciones de enfriamiento, a diferencia de los polímeros amorfos, que<br />

cualesquiera que sean las condiciones de enfriamiento, siguen el camino 1.<br />

Los polímeros cristalizables siguen el camino 1 si el enfriamiento es rápido, mientras que si el<br />

enfriamiento es lento siguen el camino 2. Cuando se sigue el camino 1, se llega a una región de<br />

temperaturas, indicada por la letra B, en la que la gráfica volumen-temperatura cambia de pendiente. Por<br />

debajo de esta región de temperaturas el coeficiente de expansión térmica, representado por la pendiente<br />

de la gráfica, se vuelve más pequeño que el que tenía cuando estaba líquido. Y, al igual que en el caso de<br />

los polímeros amorfos, en la temperatura en la que se produce este cambio de pendiente, Tg, hay un<br />

cambio brusco en las propiedades mecánicas y físicas.<br />

Si el enfriamiento es relativamente lento, el material sigue el camino 2. Al llegar al punto A se produce<br />

un decrecimiento brusco de volumen en un intervalo de temperaturas. En este intervalo de temperaturas,<br />

que en las sustancias de bajo peso molecular es muy estrecho y, sin embargo, en polímeros es más ancho,<br />

el material cristaliza. Para ello, se ordena y, como consecuencia, disminuye bruscamente de volumen. Si<br />

se continúa el enfriamiento, el material sigue un proceso análogo al del camino 1. La transición vítrea se<br />

observa (punto C), aunque de una forma menos acusada que en el caso anterior (camino 1), pues es menor<br />

la cantidad de material que sufre la transición, dado que gran parte del mismo está cristalizado.<br />

Figura 3.3.- Representación esquemática del enfriamiento de un líquido polimérico siguiendo los caminos<br />

1 o 2 según la velocidad de enfriamiento: (1) Enfriamiento rápido (2) Enfriamiento lento.<br />

La capacidad para formar materiales en estado vítreo no es exclusiva de los polímeros orgánicos. En<br />

principio, cualquier material que pueda ser enfriado lo suficientemente rápido, por debajo de su<br />

temperatura de fusión, como para no cristalizar completamente, podría sufrir una transición vítrea. De<br />

hecho, una gran cantidad de materiales distintos a los polímeros orgánicos exhibe el fenómeno de la<br />

vitrificación, así determinados materiales metálicos han sido conseguidos en estado vítreo.<br />

A diferencia de los vidrios para ventanas, los vidrios metálicos no son transparentes o fáciles de<br />

fragmentar. Muchos metales tradicionales son fáciles de doblar debido a los defectos (dislocaciones) en su<br />

retícula cristalina, pero los vidrios metálicos no tienen ninguna red cristalina y ninguna dislocación, y su<br />

desordenada disposición de átomos les da propiedades mecánicas y magnéticas distintivas. Los vidrios<br />

metálicos, que normalmente se fabrican de dos o más metales, pueden presentar grandes capacidades de<br />

resistencia, tensión elástica y dureza. Otra ventaja es que, como otros materiales dúctiles más débiles,<br />

pueden ser fácilmente calentados, ablandados y moldeados en complejas formas.<br />

12


Puesto que el cambio de la pendiente de la curva volumen específico-temperatura o índice de<br />

refracción-temperatura no es siempre claro, es mejor extrapolar estas curvas linealmente y determinar la<br />

T g mediante su intersección, como se muestra en la figura 3.3.<br />

Figura 3.3.- Determinación de T g mediante el cambio brusco del valor del volumen específico.<br />

Como se muestra en la figura 3.4, tanto los valores de T g como de T m , se detectan como transiciones<br />

endotérmicas en medidas calorimétricas, tales como el análisis térmico diferencial (DTA) o la calorimetría<br />

de barrido diferencial (DSC). Es importante resaltar que los valores determinados de T g dependen del<br />

método de ensayo y del tiempo y por tanto los valores obtenidos mediante métodos distintos pueden<br />

diferir en unos pocos grados.<br />

Aunque el valor de T g que figura en la bibliografía está relacionado con el inicio del movimiento de<br />

segmentos en el esqueleto de la cadena principal del polímero, pueden observarse valores distintos de T g ,<br />

llamados …… o secundario terciario, correspondientes al inicio del movimiento de grupos<br />

pendientes grandes o de ramas de la cadena de polímero.<br />

13


Figura 3.4.- ATD (Termograma) típico de un polímero.<br />

La determinación exacta de la temperatura de transición vítrea resulta muy difícil, pues la discontinuidad<br />

se produce a diferentes temperaturas, dependiendo de la velocidad de enfriamiento o calentamiento, tal y<br />

como se indica en los diagramas de la figura 3.5 correspondientes a las determinaciones experimentales<br />

del volumen específico y del calor específico respectivamente. De acuerdo con el comportamiento<br />

observado, la localización de T g como punto de intersección de la línea del líquido y la del sólido no es un<br />

punto estricto para cada material, sino que tiene condicionantes de tipo cinético, en el sentido de depender<br />

de la velocidad de enfriamiento a la que se somete al material. El punto en el que se produce el cambio de<br />

pendiente varía en función de la velocidad de enfriamiento, obteniéndose valores tanto más altos cuanto<br />

mayor sea la velocidad de enfriamiento.<br />

Figura 3.5.- Volumen específico y calor específico de un polímero en función de la temperatura.<br />

La determinación experimental de la temperatura de transición vítrea exige una velocidad de enfriamientocalentamiento<br />

infinitamente lenta.<br />

Es importante destacar que la temperatura de transición vítrea es independiente del grado de cristalinidad<br />

del material. Sin embargo, la magnitud de las discontinuidades en sus propiedades asociadas a la<br />

transición vítrea disminuyen al aumentar el grado de cristalinidad y en los polímeros altamente cristalinos<br />

T g es, a veces, difícil de detectar.<br />

Los polímeros simétricos como el HDPE presentan las mayores diferencias entre T m y T g . Como indican<br />

los datos de la tabla 3.1, los valores de T g son bajos para los elastómeros y los polímeros flexibles, y<br />

relativamente altos para los plásticos amorfos duros.<br />

14


Como se muestra en la tabla 3.1, el valor de T g para el polipropileno (PP) isotáctico es 373 °K ó 100 °C,<br />

aunque a pesar de todo, debido a su alto grado de cristalinidad no fluye con facilidad por debajo de su<br />

punto de fusión de 438 °K (165 °C). Por otro fado, el poliisobutileno altamente amorfo, que tiene un valor<br />

de T g de 203 °K (-70 °C), fluye a temperatura ambiente.<br />

También, como se muestra en la tabla 3.1, la T g disminuye a medida que aumenta el tamaño de los grupos<br />

éster en los poliacrilatos y polimetacrilatos. El efecto del grupo rigidizador fenileno queda también<br />

demostrado por la T g del politereftalato de etilenglicol, que es 119 °K mayor que la del poli(adipato de<br />

etilenglicol).<br />

Tabla 3.1.- Temperatura de transición vítrea para algunos polímeros.<br />

Los valores de Tg expuestos en la tabla 3.1 tienen tan solo un carácter indicativo, pues tanto variables<br />

externas a la muestra, tales como la ya mencionada velocidad de calentamiento o enfriamiento del<br />

experimento, como variables internas propias del tipo de muestra, tales como peso molecular, etc.,<br />

influyen en el valor de Tg obtenido.<br />

15


4.- Factores que influyen en las temperaturas de fusión y de transición vítrea.<br />

La temperatura de transición vítrea (Tg) marca el comienzo de los movimientos coordinados de largos<br />

segmentos de la cadena polimérica. Por tanto, aquellos factores que incrementan la energía requerida para<br />

el comienzo de tales movimientos moleculares aumentan el valor de T g y aquellos que la hacen decrecer<br />

lo rebajan. Se analizará cómo influyen en dicha temperatura la naturaleza química y una serie de variables,<br />

tales como la presión, el peso molecular, la adición de plastificantes, etc.<br />

Los diferentes polímeros comerciales muestran valores de la temperatura de transición vítrea Tg muy<br />

diferentes, comprendidos entre los -120 °C para el polietileno y los 208 °C para el polivinil-carbazol. En<br />

la tabla 4.1 se dan las temperaturas de transición vítrea y de fusión de varios polímeros.<br />

Tabla 4.1.- Temperaturas de transición vítrea y de fusión de algunos de los polímeros más comunes.<br />

Polímero<br />

Temperatura de<br />

transición vítrea (ºC)<br />

Temperatura de<br />

transición vítrea (ºC)<br />

Polietileno (Baja densidad) -120 115<br />

Polietileno (Alta densidad) -90 137<br />

Cloruro de polivinilo 105 212<br />

Politetrafluoretileno -90 327<br />

Polipropileno -20 175<br />

Poliestireno 100<br />

Nilón66 57 265<br />

Poliéster Polietilentereftalato (PET) 73 265<br />

Policarbonato 150 230<br />

Polivinil-carbazol 208<br />

ABS 88-125<br />

Algunos polímeros tienen T g altas, y otros T g bajas y la razón es muy simple: todo depende de la facilidad<br />

con la que se muevan las cadenas. Una cadena polimérica que pueda movilizarse fácilmente, tendrá una T g<br />

muy baja, mientras que una que no se mueve tanto, tendrá una T g alta. Cuanto más fácilmente pueda<br />

moverse un polímero, menor calor habrá que suministrarle para que las cadenas empiecen a contornearse<br />

para salir de un estado vítreo rígido y pasar a otro blando y flexible.<br />

Los factores que determinan la temperatura de transición vítrea son los que afectan a la posibilidad<br />

de rotación de los segmentos moleculares en los enlaces simples de las macromoléculas de los<br />

polímeros. Algunos afectan a la movilidad de dichos segmentos directamente y otros modifican la<br />

interacción entre las cadenas. El tamaño, posición y rigidez de los grupos sustituyentes y cadenas laterales<br />

influye sobre la temperatura de transición vítrea aumentando esta con sustituyentes más voluminosos,<br />

cadenas laterales menos flexibles, de mayor polaridad e, incluso, por la simetría de la sustitución.<br />

El entrecruzamiento o reticulación entre cadenas dificulta la movilidad de los segmentos de las cadenas,<br />

incrementando Tg.<br />

A continuación se analizan los principales factores que afectan a esta temperatura son:<br />

4.1.- Flexibilidad o rigidez de las cadenas.<br />

4.1.1.- Introducción.<br />

La flexibilidad de las cadenas es el factor más importante a tener en cuenta. Cuanto más flexible sea la<br />

cadena principal, mayor será el movimiento del polímero y más baja será su Tg. Este factor influye<br />

principalmente por su relación directa con la movilidad de las macromoléculas, la cual influye en la<br />

16


capacidad de las cadenas moleculares para vibrar y rotar a medida que la temperatura aumenta. Cuanto<br />

mas rígida (o menos flexible) sea una cadena, la probabilidad de que experimente un movimiento de<br />

rotación cuando la temperatura aumenta es menor y, por tanto, el valor de Tg es mayor. La flexibilidad de<br />

los polímeros amorfos más allá del estado vítreo depende de un tipo determinado de movimiento de<br />

flexión de los segmentos de las cadenas de polímero.<br />

La mayor o menor flexibilidad de las cadenas puede ser debida a:<br />

1.- Naturaleza de la cadena principal.<br />

2.- Presencia y tamaño de los grupos pendientes.<br />

3.- Entrecruzamiento<br />

4.1.2.- Naturaleza de la cadena principal.<br />

La movilidad de las cadenas poliméricas está afectada básicamente por las barreras de rotación en torno a<br />

los enlaces de la cadena principal de la macromolécula. Las barreras de rotación, a su vez, están<br />

condicionadas por el tamaño de los grupos que forman dicha cadena principal y por los sustituyentes que<br />

penden de ella. Polímeros como el polietileno o el poli(óxido de etileno) tienen facilidad de rotación<br />

alrededor de los enlaces de la cadena principal, mientras que la introducción de grupos más voluminosos y<br />

rígidos, como el grupo fenilo, resta flexibilidad a la cadena.<br />

El ejemplo más notable es el de las siliconas, como puede ser el polidimetilsiloxano.<br />

Esta cadena principal es tan flexible, que el polidimetilsiloxano tiene una T g de -127 o C, por ello es un<br />

líquido a temperatura ambiente y hasta se usa para espesar champus y acondicionadores de cabello.<br />

En otro extremo esta la poli(fenilen sulfona).<br />

La cadena principal de este polímero es extremadamente rígida, tanto, que el polímero no tiene T g . Se<br />

puede calentar a más de 500 o C y aún permanecerá en su estado vítreo. Es más, puede llegar a<br />

descomponerse ante tanto calor, pero no experimentará transición vítrea. Para hacer que el polímero sea<br />

procesable, debemos agregar algunos grupos flexibles a la cadena principal. Los grupos éter funcionan<br />

perfectamente.<br />

17


Los polímeros como éste, se denominan poli(éter sulfonas), y esos grupos éter flexibles hacen que la T g<br />

descienda a la temperatura mucho más adecuada de 190 o C.<br />

La flexibilidad aumenta cuando hay muchos grupos metileno (CH 2 ) o átomos de oxigeno entre los grupos<br />

rigidizantes de la cadena. Así, la flexibilidad de los poliesteres alifáticos aumenta a medida que se<br />

incrementa m.<br />

Se considera, en general, que las cadenas moleculares formadas a base de segmentos:<br />

-C-C- y -C-O- son flexibles<br />

(el enlace –C-O- es más flexible que el –C-C-, por corresponder a un ángulo de 180 °).<br />

En la tabla 4.1.2.1 se da la temperatura de transición vítrea de algunos polímeros en los que existe<br />

diferencia en la rigidez de la cadena principal. Hay que tener en cuenta que los grupos pendientes que<br />

puedan existir también juegan un papel en la mayor o menor rigidez. No obstante, la naturaleza de la<br />

cadena principal represente una tendencia global.<br />

Tabla 4.1.2.1.- Temperatura de transición vítrea de algunos polímeros en los que existe diferencia en la<br />

rigidez de la cadena principal.<br />

4.1.3.- Grupos pendientes.<br />

La flexibilidad de las cadenas del polímero esta a su vez relacionada con el tamaño de los grupos laterales<br />

o pendientes, disminuyendo cuando se introducen átomos voluminosos o grandes grupos atómicos que<br />

restringen la rotación molecular. Los grupos pendientes ejercen un gran efecto en la movilidad de la<br />

cadena. Incluso un grupo pequeño puede actuar como un anzuelo que atrapa cualquier molécula cercana<br />

cuando la cadena polimérica intenta moverse. Los grupos pendientes también pueden atraparse entre sí<br />

cuando las cadenas tratan de deslizarse una sobre otra.<br />

18


Pero los grupos voluminosos también pueden disminuir la T g . Debido a la presencia de los grupos<br />

voluminosos, existe un límite para el empaquetamiento de las cadenas poliméricas. Cuanto más alejadas<br />

se encuentren unas de otras, se podrán mover con mayor facilidad. Esto disminuye la T g . Decir que existe<br />

más espacio disponible entre las cadenas poliméricas, significa decir que hay más volumen libre en el<br />

polímero y, por lo general, cuando más volumen libre exista, menor será la T g . Puede verse mejor con una<br />

serie de polímeros metacrilato:<br />

Puede observarse una gran disminución cada vez que alargamos esa cadena alquílica pendiente en un<br />

carbono. Empezamos con 120 o C para el poli(metil metacrilato), pero cuando llegamos al poli(butil<br />

metacrilato) la T g ha bajado a apenas 20 o C, casi a temperatura ambiente.<br />

Por otra parte, los grupos pendientes pueden hacer que aumente la T g . Así, con tamaños mayores de los<br />

grupos pendientes disminuye la flexibilidad de las cadenas y, por tanto, aumenta el valor de la temperatura<br />

de transición vítrea, T g .<br />

En la tablas 4.1.3.1 se da la temperatura de transición vítrea de algunos polímeros en los que existe<br />

diferencia en el tamaño del grupo pendiente unido a la cadena principal. La serie polietileno,<br />

polipropileno y poliestireno tienen temperaturas T g de -120, -15 y 100 °C, respectivamente.<br />

Tabla 4.1.3.1.- Temperatura de transición vítrea de algunos polímeros en los que existe diferencia en el<br />

tamaño del grupo pendiente unido a la cadena principal<br />

19


En la tabla 4.1.3.2 puede verse como T g aumenta al pasar de un sustituyente, unido a la cadena principal,<br />

del tipo metilo a un sustituyente del tipo naftilo o bifenilo. El aumento de la rigidez en la cadena es más<br />

acusado en el caso en que la cadena principal esté disustituida o en el caso que el sustituyente esté unido<br />

por dos puntos a la cadena principal, como puede observarse en la tabla 4.1.3.2.<br />

Tabla 4.1.3.2.- Efecto de los grupos pendientes en el valor de T g .<br />

La simetría de los grupos pendientes también influye, de modo que el polímero con grupos laterales<br />

simétricos muestra más movilidad y la Tg disminuye, mientras la Tg del cloruro de polivinilo (PVC) vale<br />

87 °C, la del cloruro de polivinileno (-CH 2 - CCl 2 -) es -17 °C.<br />

Uno de los mejores grupos pendientes para elevar la T g es el voluminoso grupo adamantilo, derivado de<br />

un compuesto llamado adamantano.<br />

Un grupo tan voluminoso como éste, hace algo más que comportarse como un anzuelo que atrapa<br />

moléculas vecinas e impide que el polímero se mueva. Se comporta nada menos que como un ancla. No<br />

sólo atrapará moléculas cercanas, sino que además, su considerable masa es como una gran carga para el<br />

movimiento de su cadena polimérica, lo que hace que ésta se mueva mucho más lentamente. Para ver<br />

cuánto afecta esto a la T g , veamos dos poli(éter cetonas), una con un grupo adamantano pendiente y otra<br />

no.<br />

20


La T g del polímero de arriba es aceptable con sus 119 o C, pero el grupo adamantilo la eleva más aún, a<br />

225 o C.<br />

Por otro lado, la flexibilidad de los polímeros amorfos más allá del estado vítreo disminuye cuando en las<br />

estructuras básicas del polímero hay grupos como:<br />

La introducción de anillos, tales como el grupo p-fenileno, en la cadena principal tiene un marcado efecto de<br />

incrementar la rigidez y, en consecuencia, la temperatura de transición vítrea.<br />

Así el politereftalato de etileno es más rígido y tiene un punto de fusión más elevado que el poli(adipato<br />

de etilenglicol), siendo también más rígido que el poli(tereftalato de butilenglicol) a causa de la menor<br />

cantidad de grupos metileno entre los grupos rigidizantes.<br />

La flexibilidad de los polímeros amorfos disminuye drásticamente cuando la temperatura está por debajo<br />

de la temperatura de transición vítrea. A temperaturas por debajo de T g , no hay movimiento de los<br />

segmentos siendo cualquier cambio dimensional de la cadena del polímero el resultado de distorsiones<br />

temporales de los enlaces de valencia primarios. Los plásticos amorfos dan mejor resultado por debajo de<br />

la temperatura T g , pero los elastómeros deben utilizarse por encima de su punto de fragilidad, o T g .<br />

La flexibilidad aumenta con la temperatura de acuerdo con la ecuación de Arrhenius, ya que esta<br />

relacionada con el tiempo de orientación (τ m ), que es una medida de la facilidad para desenrollar las<br />

hélices de los polímeros, y que viene dado por:<br />

E RT<br />

E<br />

<br />

m<br />

Ae o bien : log m log<br />

A<br />

2.3RT<br />

donde la constante A es función de la estructura del polímero y R es la constante universal de los gases ideales.<br />

El grupo voluminoso fenilo en el poliestireno (PS) limita la rotación y por tanto la T g y el τ m son más<br />

altos que los valores correspondientes del HDPE. Cuando se hallan sustituyentes tales como el<br />

cloro en el poliestireno, los valores de T g y τ m son aun mayores. De la misma manera, los nilones<br />

aromáticos, llamados aramidas, tienen una mayor resistencia al calor que los nilones alifáticos.<br />

21


La presencia de grupos polares en la cadena tiende a elevar el valor de Tg más que los grupos no polares<br />

de tamaño equivalente. Estos grupos conducen a la formación de uniones más o menos estables entre la<br />

maraña de cadenas, dificultando en mayor o menor grado la movilidad de las mismas, tal y como puede<br />

comprobarse en la tabla 4.1.3.3.<br />

Tabla 4.1.3.3.-Efecto de la polaridad de los sustituyentes, X<br />

4.1.4.- Entrecruzamiento.<br />

Los entrecruzamientos limitan la movilidad de las cadenas macromoleculares, y así dan lugar a un<br />

aumento del valor de T g . Con una concentración muy baja de entrecruzamientos este efecto es apenas<br />

perceptible. Los experimentos con el sistema poliestireno + divinil benceno muestran que para una<br />

concentración del 0.4 % de DVB y más alta, tiene lugar un aumento perceptible del valor de T g .<br />

En el caso de cauchos, vulcanizados con azufre, el límite de detección para observar un aumento del valor<br />

de T g parece estar en el 1 - 2 % de azufre, de modo que para un caucho técnicamente vulcanizado el valor<br />

de T g apenas es influenciado por el proceso de vulcanización.<br />

Grados de entrecruzamiento más altos tienen un efecto significativo. Para una resina de poliester<br />

insaturada con entrecruzamientos cortos y rígidos, la temperatura de transición vítrea aumenta en 21 °C<br />

cuando el número de átomos entrecruzados equivale a 50, mientras que con 24 átomos el aumento es de<br />

93 °C.Por tanto, en los plásticos termoestables la densidad de entrecruzamientos tiene un efecto grande<br />

sobre el valor de T g , y, por consiguiente, sobre la utilidad de los plásticos a temperaturas elevadas.<br />

4.2.- Interacción entre las cadenas. Fuerzas intermoleculares.<br />

Cualquier aspecto que haga aumentar la magnitud de los enlaces intermoleculares, debidos a dipolos o<br />

enlaces tipo puente de hidrogeno, incrementa la temperatura de transición vítrea T g , al aumentar las<br />

fuerzas de atracción entre las moléculas.<br />

Por ejemplo, la mayor polaridad de los grupos laterales actúa en este sentido. Así, el polipropileno<br />

(no polar) tiene una T g , de -15 °C, el PVC (moderadamente polar) de 90 °C y el poliacrilonitrilo<br />

(altamente polar) de 120 °C, aun cuando el tamaño de estos tres grupos es casi idéntico.<br />

22


Las interacciones pueden disminuirse aumentando la distancia entre las cadenas, como es el caso de los<br />

polímeros con largas cadenas laterales, que disminuyen el valor de T g . Este efecto parece ser mayor que<br />

el aumento de rigidez de cadena, como se pone de manifiesto en los ejemplos de la tabla 4.2.1. En el caso<br />

de PMP la estructura más compacta del grupo lateral da lugar a un equilibrio diferente de los efectos que<br />

se contrarrestan.<br />

Tabla 4.2.1.- Disminución del valor de T g por aumento la distancia entre las cadenas.<br />

Las estructuras tridimensionales con fuertes enlaces intermoleculares tendrán temperaturas de transición<br />

vítrea siempre muy altas, a decir verdad, a ninguna temperatura muestran la movilidad característica del<br />

estado viscoelástico.<br />

4.3.- Compacidad. Grado de ramificación. Longitud de la cadena.<br />

Al aumentar la compacidad del polímero disminuye el volumen interno no ocupado y los movimientos<br />

intermoleculares son más difíciles. Por ejemplo, las estructuras lineales ramificadas tendrán un mayor<br />

número de extremos de cadenas (zonas poco compactas) y, en consecuencia, disminuirá la temperatura<br />

T g . Por otro lado, los fuertes enlaces de las estructuras tridimensionales densifican el polímero y T g ,<br />

aumenta.<br />

Por su parte, la ramificación de las cadenas disminuye la eficiencia de empaquetamiento y la capacidad<br />

de las cadenas para alinearse y enlazarse. Por consiguiente, la temperatura de fusión disminuye al<br />

aumentar el grado de ramificación de las cadenas, que modifica su capacidad para formar enlaces de Van der<br />

Waals y/o de puente de hidrogeno.<br />

Además, el entrecruzamiento o reticulación entre cadenas también disminuye la movilidad molecular y<br />

aumenta la T g .<br />

23


El efecto sobre la compacidad del número de extremos de cadena en el polímero explica también la<br />

variación de T g , con el peso molecular medio ( M ). Responde a una formula del tipo:<br />

T<br />

g<br />

<br />

k<br />

Tg<br />

<br />

M<br />

donde T g<br />

∞ corresponde al polímero de peso molecular infinito (Cadenas de longitud muy larga) , y k es una<br />

constante empírica, aproximadamente igual a 10 5 . Vemos entonces que al disminuir M, también lo hace T g ,<br />

debido a la mayor facilidad de movimiento de las cadenas.<br />

Los extremos de las cadenas se mueven libremente como respuesta a los movimientos vibratorios. Al<br />

aumentar la longitud de las cadenas, el número de extremos disminuye. De este modo se necesita más<br />

energía con el fin de generar el movimiento vibratorio suficiente para que se produzca la fusión. Este<br />

incremento de energía se aporta elevando la temperatura de fusión.<br />

Un polímero de bajo peso molecular tiene, en proporción a su masa, un mayor numero de segmentos finales de<br />

cadena y estos disponen de mucha mayor movilidad que los segmentos intermedios, es decir, a mayor peso<br />

molecular corresponde mayor T g .<br />

La figura 4.3.1 muestra la dependencia de T g y T m con el peso molecular. Ambas temperaturas aumentan al<br />

aumentar el peso molecular, pero a pesos moleculares elevados son independientes del peso molecular. La<br />

figura 4.3.1 también destaca la influencia de la temperatura y del peso molecular en la naturaleza del<br />

polímero.<br />

A temperaturas relativamente elevadas los materiales de bajo peso molecular están en estado de líquido<br />

fluido, mientras que para los de pesos moleculares intermedios y altos prevalecen los estados líquidos<br />

viscoso y sólido elástico, respectivamente. Los polímeros cristalinos aparecen a baja temperatura y a<br />

pesos moleculares bajos: al aumentar el peso molecular aumenta el carácter amorfo.<br />

Figura 4.3.1.- Temperatura de fusión y temperatura de transición vítrea en función del peso molecular.<br />

24


4.4.- Copolímeros y plastificantes.<br />

En el caso de los copolímeros, sus temperaturas T g tomaran valores intermedios entre las de los homopolímeros<br />

puros, por ser su estructura mezcla de la de ambos. En el caso más general sus temperaturas T g se evalúan<br />

según la formula siguiente:<br />

T T <br />

T<br />

g 1 g1 2 g2<br />

donde ω 1 y ω 2 , son las fracciones volumétricas de cada comonómero en el copolímero.<br />

La ecuación (4.4.1) también se puede expresar en la forma (Ecuación de Fox):<br />

1 1 2<br />

(4.4.4)<br />

T T T<br />

g g1 g2<br />

(4.4.1)<br />

donde υ 1 y υ 2 , son las fracciones en peso de cada comonómero en el copolímero.<br />

La adición de plastificantes tiene un efecto muy grande sobre las temperaturas T g de los polímeros. Son<br />

sustancias de carácter no macromolecular (bajo peso molecular) que, adicionadas a los polímeros, rebajan<br />

la temperatura de transición vítrea de éstos. Estos aditivos son de amplio uso en la industria, variando su<br />

capacidad de disminuir el valor de T g con su naturaleza química. La figura 4.4.1 muestra el efecto de<br />

diversos plastificantes en la T g del poliestireno.<br />

Figura 4.4.1.- Influencia del contenido (% en peso) de distintos plastificantes en la T g del poliestireno (1)<br />

β-naftilsalicilato (2) Nitrobenceno (3) Disulfuro de carbono.<br />

Se trata de una pequeña molécula que penetrará entre las cadenas poliméricas y las separará. Esto se<br />

conoce como aumento del volumen libre. Cuando esto ocurre, las cadenas pueden deslizarse entre sí con<br />

mayor facilidad. Y al deslizarse con mayor facilidad, podrán moverse a temperaturas más bajas de lo que<br />

lo harían sin el plastificante. De esta forma, la T g de un polímero puede ser disminuida, con el objeto de<br />

hacerlo más flexible y más fácil de manipular.<br />

25


Algunas moléculas que se emplean como plastificantes son:<br />

El olor que se percibe en los automóviles nuevos es el plastificante que se evapora de los componentes<br />

plásticos en su interior. Después de muchos años, si se evapora lo suficiente, el tablero no estará<br />

plastificado y la T g de los polímeros del tablero se elevará por encima de la temperatura ambiente y se<br />

volverá quebradizo.<br />

Asimilando su acción al caso de los copolímeros, el plastificante ocupa el lugar del componente de<br />

menor T g . En definitiva, la adición de plastificantes disminuye drásticamente el valor de T g , con lo que se<br />

amplia la zona correspondiente al comportamiento elastomérico (Figura 2.4). La adición del plastificante<br />

dimetil-ftalato al PVC convierte a este de ser un polímero vítreo (T g = 80 °C) en un plástico flexible a<br />

temperatura ambiente.<br />

4.5.- Temperaturas de transición secundarias.<br />

Mientras que T g se refiere a la temperatura a la que la cadena principal del polímero deja de tener energía<br />

térmica suficiente para moverse, estas otras temperaturas de transición secundarias corresponden a<br />

aquellas para las que determinadas ramificaciones o grupos laterales quedan bloqueados. Como se trata<br />

de segmentos de cadena pequeños sus movimientos relativos son más fáciles que los de la cadena<br />

principal por lo que estas temperaturas serán siempre inferiores a T g .<br />

Por ejemplo, el polimetacrilato de metilo (PMME), con una temperatura T g igual a 115°C presenta también<br />

una temperatura de transición secundaria correspondiente al grupo:<br />

O<br />

C O CH<br />

próxima a la ambiente. Los cambios que le ocurren al polímero al pasar éstas temperaturas son similares a,<br />

los apuntados respecto a T g pero de mucha menor cuantía.<br />

5.- Correspondencia tiempo – temperatura.<br />

La realización de ensayos de fluencia o de relajación de larga duración (varios años) para determinar los<br />

valores correspondientes al final de la vida de una pieza a fabricar con un material plástico es<br />

prácticamente inviable. La solución de este problema se ha encontrado en el hecho comprobado de que a<br />

largo plazo estos materiales se comportan a cualquier temperatura de manera muy similar a como lo hacen<br />

a corto plazo a temperaturas más elevadas.<br />

En la figura 5.1 se dan las curvas típicas de fluencia y de relajación de tensiones, que muestran el<br />

comportamiento de un polímero semicristalino (Polietileno) y de uno amorfo (Poliisobutileno),<br />

respectivamente. Se puede observar que, para ambos materiales, las propiedades mecánicas varían de<br />

forma considerable con la temperatura. En particular, la complianza de fluencia J(t) aumenta al hacerlo la<br />

temperatura, mientras que el módulo de relajación G(t) disminuye al aumentar la temperatura.<br />

3<br />

26


También se puede observar que la dependencia con la temperatura es más pronunciada para los polímeros<br />

amorfos que para los semicristalinos.<br />

(a).- Polietileno (Semicristalino)<br />

(b).- Poliisobutileno (Amorfo)<br />

Figura 5.1.- Curvas de fluencia y de relajación de tensiones que muestran el comportamiento de. (a).- un<br />

polímero semicristalino (Polietileno) y (b).- de uno amorfo (Poliisobutileno).<br />

Para caracterizar completamente el comportamiento viscoelástico de un polímero se deben determinar los<br />

esfuerzos de relajación en un intervalo de temperaturas, puesto que la magnitud del módulo de relajación<br />

depende de la temperatura. La figura 5.2 nos da el logaritmo del módulo de relajación frente al logaritmo<br />

del tiempo para un polímero que presenta comportamiento viscoelástico a varias temperaturas. De la<br />

observación de la figura 5.2 cabe destacar :<br />

(1).-La disminución de G(t) con el tiempo (correspondiente a la disminución del esfuerzo):<br />

Ecuación:<br />

() t<br />

G( t) Er<br />

( t)<br />

<br />

<br />

0<br />

(5.1)<br />

(2).- El desplazamiento de las gráficas a valores inferiores de G(t) al aumentar la temperatura.<br />

Para representar la influencia de la temperatura, se toman datos puntuales correspondientes a un<br />

determinado tiempo de la gráfica del log G(t) frente al log t (por ejemplo t l en la figura 5.2) y luego se<br />

hace la gráfica del logaritmo de G(t) frente a la temperatura. La figura 5.3 es una gráfica de ese tipo,<br />

correspondiente a un polímero amorfo (atáctico). En este caso, el valor de t l se tomó arbitrariamente 10 s<br />

después de aplicar la carga. En la gráfica de dicha figura se distinguen las regiones típicas de los<br />

polímeros amorfos.<br />

A baja temperatura, en la región vítrea, el material es rígido y frágil y el valor de G(10) es el del módulo<br />

elástico, que inicialmente es independiente de la temperatura. A nivel molecular, las largas cadenas<br />

moleculares están en una posición "congelada" a esas temperaturas.<br />

27


Al aumentar la temperatura, G(10) cae bruscamente un factor de 10 3 en un intervalo de temperatura de<br />

20°C. A veces se denomina la región de reblandecimiento o la región de transición vítrea y T g se<br />

encuentra cerca del límite superior de temperatura de esta región.<br />

Para el poliestireno (Figura 5.3), T g = 100 °C. Dentro de esta región de temperatura, una probeta<br />

polimérica tiene un comportamiento correoso: la deformación depende del tiempo y no se recupera<br />

totalmente al dejar de aplicar el esfuerzo. A temperaturas superiores, las vibraciones atómicas empiezan a<br />

mover las cadenas moleculares de modo coordinado.<br />

Dentro de la región de temperaturas de la zona gomoelástica (Figura 5.3) el material se deforma como el<br />

caucho: están presentes los componentes elástico y viscoso y la deformación se facilita porque el módulo<br />

de relajación es relativamente bajo.<br />

A1 final, las dos regiones de elevada temperatura son la del flujo gomoelástico y la del flujo viscoso.<br />

Calentando a estas temperaturas, el material experimenta una transformación gradual desde el estado<br />

sólido elástico blando al líquido viscoso. Dentro de la región del flujo viscoso, el módulo disminuye<br />

drásticamente al aumentar la temperatura.<br />

Desde el punto de vista molecular, la movilidad de las cadenas se intensifica y los segmentos de cadenas<br />

experimentan movimientos de vibración y de rotación completamente independientes unos de otros. A<br />

estas temperaturas, toda deformación es viscosa.<br />

Normalmente el comportamiento de deformación de un polímero viscoso se especifica en función de la<br />

viscosidad, que es una medida de la resistencia del material a fluir cuando se aplican fuerzas cizallantes.<br />

La velocidad de aplicación del esfuerzo también influye en las características viscoelásticas. El<br />

incremento de la velocidad de aplicación del esfuerzo ejerce el mismo efecto que la disminución de la<br />

temperatura.<br />

Figura 5.2.- Variación logaritmo del módulo de relajación con el del tiempo a diferentes temperaturas.<br />

28


Figura 5.3.- Logaritmo del módulo de relajación frente a la temperatura para el poliestireno amorfo,<br />

mostrando cinco diferentes regiones de comportamiento viscoelástico.<br />

En la figura 5.4 se ha representado el comportamiento del logG(10) frente a la temperatura<br />

correspondiente a varias configuraciones moleculares del poliestireno. La gráfica para el material amorfo<br />

(curva C) es la misma que en la figura 5.3. Para el poliestireno atáctico con pocos enlaces entrecruzados<br />

(curva B), la región elástica forma una línea horizontal que se extiende a lo largo de la temperatura de<br />

descomposición del polímero. Aumentando el entrecruzamiento, el valor de G(10) también aumenta. Los<br />

cauchos o materiales elastoméricos tienen este tipo de comportamiento y se suelen utilizar a temperaturas<br />

comprendidas dentro del tramo horizontal.<br />

La figura 5.4 también muestra la dependencia de la temperatura de un poliestireno isotáctico casi<br />

totalmente cristalino (curva A). La disminución de G(10) en T g es mucho menos pronunciada que para los<br />

otros materiales de poliestireno y el módulo de relajación se mantiene en valores relativamente elevados al<br />

aumentar la temperatura hasta aproximarse a la temperatura de fusión. De la figura 5.4 se deduce que la<br />

temperatura de fusión del poliestireno isotáctico es de unos 240 °C.<br />

29


Figura 5.4.- Logaritmo del módulo de relajación frente a la temperatura para el poliestireno isotáctico<br />

cristalino (Curva A), atáctico ligeramente entrecruzado (Curva B) y amorfo (Curva C).<br />

La figura 5.3, que nos da la variación del módulo de relajación con la temperatura para un polímero<br />

amorfo, 10 segundos después de aplicar la carga, es similar a la curva que nos el modulo en función del<br />

tiempo a temperatura constante (Figura 1.1). Esta similitud nos lleva al concepto de equivalencia tiempo<br />

– temperatura. Así, al ensayar a alta velocidad (tiempo corto) se está dentro de la región de<br />

comportamiento vítreo (Alto valor del módulo), que es lo que ocurre cuando se ensaya a bajas<br />

temperaturas.<br />

Por otra parte, al ensayar a baja velocidad (tiempo largo) se está dentro de la región de comportamiento<br />

gomoso (Bajo valor del módulo), que es lo que ocurre cuando se ensaya a altas temperaturas. Así, el<br />

espectro entero de tiempos de relajación se traslada a lo largo del eje de los tiempos cuando se cambia la<br />

temperatura.<br />

El principio de correspondencia tiempo-temperatura permite obtener a partir de experimentaciones<br />

directas de corta duración a diferentes temperaturas unas curvas maestras de variación del módulo de<br />

relajación a la temperatura de transición vítrea, con escala de tiempo a largo plazo, tal y como se<br />

representa en la figura 5.5.<br />

Figura 5.5.- Obtención de la variación del módulo de relajación a con escala de tiempo a largo plazo, a<br />

partir de experimentaciones directas de corta duración a diferentes temperaturas,<br />

30


Disponiendo de la curva maestra de un polímero puede obtenerse, de igual forma, la curva característica<br />

que define al módulo a cualquier otra temperatura en función del tiempo.<br />

Cambiando la temperatura de ensayo es posible obtener la curva de relajación completa en función del<br />

tiempo, con respecto a alguna temperatura de referencia que nos proporcione la relación de deslizamiento<br />

o factor de traslación. Esta posibilidad se muestra en la figura 5.6, donde la curva que nos da el modulo de<br />

relajación en función del tiempo puede obtenerse trasladando las curvas correspondientes a diferentes<br />

temperaturas.<br />

El proceso de traslación se denomina principio de reducción de variables, donde dos variables<br />

independientes (tiempo y temperatura) se reducen a una variable simple (tiempo reducido a una<br />

temperatura dada, también denominado superposición tiempo – temperatura)<br />

Las figuras 5.6.a y b muestran las curvas típicas que nos dan la complianza de fluencia y el módulo de<br />

relajación de tensión, respectivamente, a dos temperaturas diferentes, poniendo de manifiesto que las<br />

curvas están trasladadas un factor, que se denomina factor logarítmico de traslación , log(a T ), mientras que<br />

a T se conoce con el nombre de factor de traslación. La dependencia con la temperatura de a T caracteriza la<br />

dependencia con la temperatura del comportamiento viscoelástico de los polímeros amorfos.<br />

El tiempo de relajación determina la posición de la curva del módulo de relajación a lo largo del eje<br />

del tiempo. Cuando se incrementa la temperatura, el proceso de relajación se desarrolla más rápidamente<br />

y, por tanto, el tiempo de relajación será más pequeño, de tal modo que para una carga dada el valor de<br />

una determinada deformación se alcanzará primero.<br />

El factor de traslación, a T , se puede definir como el cociente:<br />

a<br />

T<br />

( T)<br />

<br />

( T )<br />

r<br />

(5.2)<br />

donde :<br />

τ(T) Tiempo de relajación a la temperatura T.<br />

τ(T r )Tiempo de relajación a la temperatura de referencia T r .<br />

La fórmula (5.2) nos dice que el tiempo de relajación y, por tanto, el desplazamiento de la curva del<br />

módulo de relajación de tensión a lo largo del eje del tiempo a una cierta temperatura viene dado por:<br />

r <br />

T 0<br />

( T)<br />

a T a <br />

T<br />

(5.3)<br />

31


Figura 5.6.- Módulos en función del tiempo para polímeros ensayados a dos temperaturas<br />

Se han desarrollado varias expresiones para determinar el valor de a T .<br />

Ecuación de Williams, Laundel y Ferry (WLF).<br />

A partir del estudio de un gran número de polímeros amorfos Williams, Laundel y Ferry han probado que<br />

log(a T ) puede ser descrito empiricamente por la siguiente ecuación :<br />

log<br />

<br />

a<br />

T<br />

<br />

0<br />

C1( T T0)<br />

<br />

0<br />

C2 ( T T0)<br />

<br />

<br />

(5.4)<br />

0 0<br />

donde C 1 y C 2 son constantes y T 0 es una temperatura de referencia. Si T 0 se toma como T g , entonces<br />

0 g 0 g<br />

C 1 = C 1 y C2 = C 2 y toman los valores 17.44 y 51.6, respectivamente, válidos para prácticamente<br />

todos los polímeros amorfos. Aunque los coeficientes pueden variar para algún polímero, la ecuación de<br />

WLF se ajusta a muchos sistemas en el intervalo de temperatura que va desde T g a T g + 100 ºC, es<br />

decir en el dominio de comportamiento gomoso<br />

32


La ecuación WLF es muy útil para describir el comportamiento de los polímeros amorfos por encima de la<br />

temperatura de transición vítrea, T g , en el estado gomoso. La presencia de volumen libre permite a las<br />

moléculas relajarse en una nueva configuración. Sin embargo, por debajo de T g , en el estado vítreo, los<br />

movimientos están impedidos por la presencia cercana de otras moléculas y para que tenga lugar la<br />

relajación debe superarse una barrera de potencial. En esta región, por tanto, la cinética de la relajación se<br />

describe mejor tomando como base las teorías de transición de estado, que también son aplicables a los<br />

polímeros semicristalinos, en los que aún por encima de T g las regiones cristalinas interfieren con la libre<br />

difusión de las moléculas.<br />

Teoría de la transición de estado. Ecuación de Arrhenius.<br />

En general, se puede suponer que el proceso de relajación, tal y como ocurre con otros procesos<br />

dependientes del tiempo y de la temperatura, puede describirse mediante la ecuación de Arrhenius. Así, la<br />

mayoría de los polímeros tienen tiempos de relajación dados por dicha ecuación.<br />

La ecuación de Arrhenius es:<br />

donde:<br />

H<br />

<br />

<br />

H RT<br />

Ce (5.5)<br />

Energía de activación del proceso de relajación (J/mol).<br />

R = Constante de los gases perfectos, 8.3 J/K.mol.<br />

T = Temperatura absoluta ( K).<br />

Entonces aplicando la ecuación (5.5) para la temperatura T y T 0 se tiene:<br />

( T)<br />

Ce<br />

luego:<br />

y tomando logaritmos neperianos:<br />

H RT<br />

a<br />

T<br />

,<br />

( T ) Ce<br />

( T)<br />

Ce<br />

<br />

( T0<br />

)<br />

0<br />

Ce<br />

0<br />

H RT<br />

H<br />

H<br />

1 1 <br />

RT <br />

R T T0<br />

<br />

e<br />

H RT<br />

H<br />

1 1 <br />

Ln( aT<br />

) <br />

R T T0<br />

<br />

0<br />

(5.6)<br />

(5.7)<br />

A menudo la magnitud de H es desconocida, por lo que es necesario medir el valor de Log(a T ) a partir<br />

de dos curvas del módulo de relajación a dos temperaturas diferentes , por ejemplo 20 y 60 ºC, de acuerdo<br />

con el esquema de la figura 5.6.b . El valor de ΔH vendrá dado por:<br />

H<br />

<br />

RTT0<br />

a T<br />

T<br />

0<br />

ln( )<br />

T<br />

(5.8)<br />

Una vez determinado el valor de ΔH, puede ya calcularse el valor a T de para cualquier otra temperatura.<br />

Suele tomarse como temperatura de referencia la de transición vítrea, T g .<br />

Cuando la temperatura aumenta el valor de (T) disminuye, de tal modo que los efectos viscoelásticos<br />

ocurren más rápidamente. Esto puede cuantificarse para la fluencia como sigue.<br />

33


Aplicando la ecuación que nos da la complianza de fluencia en el caso del modelo de Zener se tiene:<br />

Tiempo t y temperatura T 0 :<br />

Tiempo a T t y temperatura T:<br />

Comparando las ecuaciones anteriores, se deduce que:<br />

T<br />

<br />

J 0 ( t) JU JR JU<br />

1<br />

e<br />

<br />

T<br />

0<br />

<br />

<br />

T<br />

J ( aT t) JU JR JU<br />

1<br />

e<br />

<br />

<br />

<br />

t<br />

<br />

<br />

<br />

at T<br />

<br />

a <br />

<br />

0<br />

T<br />

T<br />

T T<br />

J 0 ( t) J ( a t)<br />

T<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

(5.9)<br />

(5.10)<br />

(5.11)<br />

En la figura 5.7 se muestra una comparación entre los valores del Log(a T ) dados por las relaciones de<br />

Arrhenius y de WLF. Se deduce que a altas temperaturas la correspondencia es muy buena, pero a bajas<br />

temperaturas las diferencias son significativas.<br />

Figura 5.7.- Comparación de la relaciones de Arrhenius y WLF<br />

6.- Limitaciones de la equivalencia tiempo – temperatura.<br />

La dependencia con la temperatura que nos dan las ecuaciones de WLF y Arrhenius, no siempre describen<br />

completamente el comportamiento de relajación de los polímeros. Dichas ecuaciones describen el<br />

desplazamiento de la curva a lo largo del eje del tiempo, pero no tienen en cuenta el efecto de la<br />

temperatura sobre las complianzas o módulos relajadas o no relajadas.<br />

En los polímeros semicristalinos y amorfos a temperaturas altas, la estructura es menos rígida y es<br />

necesario un deslizamiento vertical adicional de la complianza, como se muestra en la figura 6.1.<br />

En la mayoría de los casos el cambio relativo en el módulo relajado es similar al cambio relativo en el no<br />

relajado. Esto ha dado lugar al procedimiento de reducción por superposición de los datos de fluencia a<br />

diferentes temperaturas:<br />

J<br />

R<br />

( T1<br />

) JU<br />

( T1<br />

)<br />

(6.1)<br />

J ( T ) J ( T )<br />

R<br />

2<br />

U<br />

2<br />

34


donde J U (T 1 ) y J R (T 1 ) son las complianzas relajada y no relajada a la temperatura T 1 y J U (T 2 ) y J R (T 2 ) los<br />

valores correspondientes a la temperatura T 2 y. Como se ilustra en la figura 6.1, la corrección a realizar<br />

cuando existen cambios en la temperatura, es un desplazamiento vertical de la curva de complianza,<br />

conjuntamente con el desplazamiento horizontal usual en la escala del tiempo.<br />

Figura 6.1.- Dependencia de la complianza relajada y no relajada con la temperatura.<br />

7.- Temperatura de fusión y de reblandecimiento.<br />

A diferencia de los termoplásticos amorfos que no tienen un punto de fusión claramente definido, los<br />

materiales termoplásticos cristalinos de pesos moleculares no muy elevados pierden la consistencia en un<br />

intervalo de temperaturas relativamente estrecho cuando se sobrepasa la temperatura de fusión cristalina<br />

T . Sin embargo, en polímeros cristalinos de elevado peso molecular puede manifestarse una meseta<br />

fc<br />

elastomérica cuando han fundido los cristalitos, es decir en el intervalo comprendido entre T ft y T m .<br />

Los factores que determinan la temperatura de transición vítrea también determinan el punto de fusión<br />

cristalina; sin embargo, esta última temperatura se considera independiente del peso molecular.<br />

El factor controlante de T g es la flexibilidad de la cadena molecular mientras que T fc está principalmente<br />

determinada por las fuerzas de atracción entre las macromoléculas. Para poder influir separadamente sobre<br />

cada una de ellas puede recurrirse a la técnica de copolimerización.<br />

En la práctica la máxima temperatura de utilización de los polímeros se determina en función de la<br />

temperatura a la que se producen deformaciones inaceptables (T g ) por diversos métodos estandarizados:<br />

ensayo VICAT, temperatura de deformación bajo carga, etc.<br />

El ensayo VICAT, definido según norma UNE 53118 consiste, en síntesis, en determinar la temperatura a<br />

la que una aguja de 1 mm 2 de sección penetra 1 mm en una muestra, siguiendo un programa de variación<br />

de temperatura normalizado, bajo la acción de un peso fijo. Generalmente la máxima temperatura de<br />

utilización de un polímero es 25 ºC inferior a la del ensayo VICAT. La norma UNE 53075 define la<br />

determinación de la temperatura de flexión bajo carga.<br />

En los termoplásticos de carácter amorfo, como el poliestireno y el polimetacrilato de metilo, la máxima<br />

temperatura de utilización está por debajo de T g , mientras que en los cristalinos, como las poliamidas<br />

(«nylons»), es superior a T g .<br />

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