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Revista Junio 2014

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Ayer y Hoy de La LINEA<br />

Los “Hileros” de La Atunara<br />

Juan A. M. Suffo<br />

Cuando se fundó La Línea de la Concepción en el<br />

1870, contaba con 150 huertos y una pequeña<br />

industria, muy modesta, como barcas de pesca,<br />

canteras, caleras, fábricas de ladrillos, tejas y<br />

otras industrias. Y dentro de esas otras, se contaba<br />

la de los hileros a mano, artesanía que en las playas de la<br />

Atunara eran muy importante y productiva, a lo largo de los<br />

años fabricaron toda clase de cabos para el arrastre y artes de<br />

pesca de las barcas pescadoras de la Atunara y San Felipe.<br />

Estos cabos o cordeles trenzados por medio de rudimentarias<br />

ruedas de madera, eran confeccionados utilizando el algodón,<br />

cáñamo o filástica que además de cubrir las necesidades de<br />

esta población y de la otra aldea de pescadores de la Caleta<br />

en Gibraltar, eran también exportadas a Algeciras, Ceuta, Barbate,<br />

Estepona y Sabinillas, donde eran muy apreciados por<br />

su excelente calidad de fabricación.<br />

Parece ser que estos primeros hileros que se establecieron en<br />

La Línea, casi todos eran de la costa levantina, además de<br />

Estepona, Fuengirola, etc. Según cuentan en la prensa local y<br />

amigos como Paco Tornay o Antonio Cruz, en esos años existían<br />

18 o 20 ruedas o “ruecas” que hilaban en nuestras playas,<br />

tan excelente y acreditada cordelería para usos del mar.<br />

El último artesano de esta industria de los hileros, fue don Manuel<br />

Muñoz Mata, en las playas del Conchal, que según contaba,<br />

los hileros eran originarios de la costa de Málaga, como<br />

él mismo que vino de Fuengirola. Nos cuenta que esta primitiva<br />

industria de la cordelería para usos marinos, utilizando ruedas<br />

manuales de hilado de cáñamo, es originaria también de la<br />

costa levantina. En el 1905 concretamente en la Atunara, existían<br />

varios hileros a mano entre el Espigón de San Felipe y la<br />

Atunara. José el padre de Manuel Muñoz, se empleó con un<br />

carabinero retirado que se dedicaba en el barrio de pescadores<br />

a fabricar cordeles para los palangres, y ganaba siete reales y<br />

el café, trabajando de sol a sol, y vendiéndoles los cordeles<br />

que hacían a don Antonio Rando, que tenía una tiendecita<br />

donde se vendía desde velas para alumbrarse y comestibles,<br />

hasta utensilios para la pesca.<br />

Los hileros más antiguos eran los señores Fco. Robles Alamino<br />

y José Campo Flores, ambos tenían varias ruedas manuales<br />

de hilados de cáñamo. Existían otros hileros en esta playa de<br />

Levante, con un total de 10 o 15 de estas ruedas manuales<br />

para torcer el cáñamo o la filástica.<br />

magazineCADIZ Número 7

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