"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR
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CENTRO DE FORMACIÓN PARA LA INTEGRACIÓN REGIONAL<br />
TRAINING CENTRE FOR REGIONAL INTEGRATION<br />
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración<br />
Regional"<br />
© copyright <strong>CEFIR</strong><br />
DT 16 / 1996<br />
Este documento puede circu<strong>la</strong>r libremente a través de <strong>la</strong> Red siempre que incluya<br />
esta dec<strong>la</strong>ración de propiedad. Para todo uso comercial o publicación (incluyendo<br />
en revistas electrónicas) Ud. debe solicitar autorización al autor info@cefir.org.uy.<br />
<strong>La</strong>s ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva<br />
responsabilidad y no representan necesariamente <strong>la</strong>s del Centro de Formación para <strong>la</strong> Integración<br />
Regional (<strong>CEFIR</strong>).
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Tab<strong>la</strong> de Contenido<br />
Koldo ECHEVARRIA p. 3<br />
Nuevas Fronteras del Estado y <strong>la</strong> Administración Pública. Visiones Europeas<br />
Oscar OSZLAK p. 25<br />
Estados Capaces: Un Desafío de <strong>la</strong> Integración<br />
Antonio QUINTÍN p. 43<br />
<strong>La</strong> Gerencia Pública. Del "Sistema del Botin" a <strong>la</strong> Gestión Profesional<br />
Eduardo ZAPICO GOÑI p. 50<br />
<strong>La</strong> Adaptación Administrativa en España a <strong>la</strong> Unión Europea y los Nuevos<br />
Requisitos y Perfiles de los Funcionarios Públicos<br />
Björn BECKMAN p. 82<br />
El Desafío Europeo para los Funcionarios Públicos <strong>Nacional</strong>es: El Caso de Suecia<br />
Mario MARCEL p. 95<br />
Modernización de <strong>la</strong> Gestión Pública: <strong>La</strong> Experiencia Chilena<br />
Adriaan SCOUT p. 104<br />
<strong>La</strong> Coordinación Intraministerial de los Asuntos Europeos. El Estudio de un<br />
Caso en cuanto a Temas y Conceptos<br />
Arianne van der KLUGHT p. 128<br />
Presentación del Programa Karolus<br />
Björn BECKMAN p. 133<br />
El Programa Karolus: <strong>La</strong> Perspectiva de un Estado Miembro<br />
José Alberto BONIFACIO p. 138<br />
Redes de Cooperación Interadministrativa en América <strong>La</strong>tina<br />
Ruben CORREA FREITAS p. 151<br />
Perspectivas de Nuevas Modalidades de Cooperación Interadministrativa y<br />
Posibles Líneas de Acción<br />
Jorge GRANDI p. 158<br />
Informe de Avance. Grupo de Río: Fortalecimiento de <strong>la</strong>s Administraciones<br />
<strong>Nacional</strong>es para <strong>la</strong> Integración Regional<br />
Edward BEST p. 166<br />
Capacidades para <strong>la</strong> Integración Regional en Europa y en América <strong>La</strong>tina:<br />
Un Marco Conceptual para el Análisis Comparativo<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
NUEVAS FRONTERAS DEL ESTADO Y LA ADMINISTRACION PUBLICA: Visiones<br />
Europeas<br />
Koldo ECHEBARRIA<br />
Director, Instituto de Dirección y Gestión Pública, Escue<strong>la</strong><br />
Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE),<br />
Barcelona, ESPAÑA<br />
1. INTRODUCCION<br />
Cada vez resulta más difícil elevarse conceptualmente sobre <strong>la</strong> dinámica de los acontecimientos que<br />
afectan a <strong>la</strong>s sociedades en este fin de siglo. No sólo el ritmo de cambio resulta difícil de asimi<strong>la</strong>r, sino que<br />
<strong>la</strong>s lentes por <strong>la</strong>s que observamos tienden a ofrecernos una perspectiva incompleta y sesgada de lo que nos<br />
rodea. Vivimos una época de profunda inestabilidad institucional y epistemológica, en <strong>la</strong> que parafraseando<br />
a Schon (1971), no sólo ya carecemos de mundo estable, sino que carecemos de teorías estables que nos<br />
ayuden a construir nuevas instituciones capaces de ofrecer estabilidad.<br />
Esto nos ocurre cuando analizamos el devenir del Estado contemporáneo. Ni <strong>la</strong>s teorías, ni muchos de los<br />
conceptos sobre los que se ha construido su pensamiento y su práctica a lo <strong>la</strong>rgo de este siglo parecen<br />
ayudarnos a resolver sus actuales dilemas: el concepto de soberanía, <strong>la</strong> división de poderes, <strong>la</strong> teoría del<br />
interés general, <strong>la</strong> lógica de los fallos del mercado, <strong>la</strong> noción de servicio público, el principio de legalidad, <strong>la</strong><br />
separación entre lo público y lo privado, entre Estado y sociedad, entre política y administración, entre<br />
estados federales y unitarios, entre asuntos nacionales e internacionales, ofrecen categorías de gran<br />
utilidad al intérprete de los cambios. Nuestra incertidumbre con respecto al Estado, no se limita a <strong>la</strong><br />
ausencia de teorías para explicar su realidad, sino a <strong>la</strong> crisis de los modelos de transformación de esa<br />
realidad, que hace prevalecer <strong>la</strong> incredulidad y el espontaneismo frente a <strong>la</strong> confianza voluntarista propia de<br />
<strong>la</strong> reforma. Los conceptos clásicos del Estado se han quedado obsoletos, pero lo que resulta más<br />
preocupante, es que "su influencia, aun considerable, nos impide encontrar soluciones aceptables para<br />
problemas que no llegamos ni siquiera a aprehender, faltos de categorías mentales adaptadas a <strong>la</strong> nueva<br />
realidad" (Crozier, 1995: 93).<br />
Estas perplejidades enmarcan necesariamente el esfuerzo de este trabajo, cuya finalidad es encontrar<br />
algunas de <strong>la</strong>s estructuras de razonamiento que subyacen a <strong>la</strong>s recientes transformaciones del Estado en<br />
los países de <strong>la</strong> Unión Europea. En torno a <strong>la</strong>s mismas abundan <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones, los posicionamientos y<br />
los juicios favorables y desfavorables, habiéndose convertido en uno de los escenarios favoritos del<br />
activismo político y académico.<br />
Sin embargo, el esfuerzo de acumu<strong>la</strong>ción intelectual sobre <strong>la</strong> peripecia reciente de los estados<br />
contemporáneos es todavía <strong>la</strong>mentablemente escaso, en parte, por el fraccionamiento de <strong>la</strong>s<br />
aproximaciones y, al menos en otra parte, por <strong>la</strong> extraordinaria dificultad del análisis comparado, en el que<br />
los conceptos y <strong>la</strong>s teorías se resisten a viajar con <strong>la</strong> libertad que desearíamos los analistas (ver Peters,<br />
1996).<br />
A pesar de sus dificultades, <strong>la</strong> comparación entre países es una de <strong>la</strong>s vías de futuro para avanzar en el<br />
conocimiento y posibilidades de desarrollo de los sistemas públicos. No porque nos permita descubrir el<br />
remedio a nuestros problemas en <strong>la</strong>s soluciones de los demás, sino porque el análisis y contraste de<br />
realidades parcialmente convergentes y divergentes hace crecer <strong>la</strong> capacidad de aprendizaje, permitiendo,<br />
al menos, "evitar posibles errores" (Caiden, 1991: 167). No debe olvidarse que el conocimiento de <strong>la</strong>s<br />
condiciones locales es el principal ingrediente de <strong>la</strong> estrategia de reforma. <strong>La</strong> apuesta por <strong>la</strong> comparación<br />
debe enmarcarse, por tanto, en una confianza razonable y modesta en <strong>la</strong>s posibilidades de "ilustrar"<br />
(Barze<strong>la</strong>y, 1993: 5) <strong>la</strong>s políticas de reforma, siempre que no se magnifiquen sus expectativas, ni se olvide,<br />
como recordaba Juan de Mairena a sus alumnos, que todo en este mundo es empeorable.<br />
En esta dirección, empezaremos por identificar los factores que subyacen a <strong>la</strong> emergencia de <strong>la</strong>s políticas<br />
de reforma, tratando de distinguir entre lo que l<strong>la</strong>maremos su contexto externo, es decir, <strong>la</strong>s tendencias<br />
comunes al conjunto de los países europeos que presionan a favor del cambio y su contexto interno<br />
formado por <strong>la</strong> manera en <strong>la</strong> que dichas tendencias aparecen en cada caso, dando lugar a políticas de<br />
reforma con diversas intencionalidades. Desde aquí avanzaremos hacia <strong>la</strong> definición conceptual de <strong>la</strong>s<br />
reformas, que definiremos como cambios inducidos y discontinuos en el carácter y el modelo de<br />
razonamiento de <strong>la</strong>s instituciones, descartando un concepto empobrecido de <strong>la</strong> reforma que <strong>la</strong> equipara a<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
una mera simplificación operativa. En el siguiente apartado efectuaremos una tentativa de estructurar su<br />
contenido en distintas visiones o modelos coherentes de problemas y soluciones, que compiten por <strong>la</strong><br />
atención de los reformadores.<br />
Prescindimos en este trabajo de una dimensión esencial a <strong>la</strong> hora de entender y diseñar <strong>la</strong>s reformas. Nos<br />
referimos al proceso de su e<strong>la</strong>boración y puesta en práctica, es decir, el camino que recorren los cambios<br />
hasta institucionalizarse en nuevos comportamientos. El contexto, el contenido y el proceso son<br />
dimensiones interdependendientes de cuya congruencia depende <strong>la</strong> viabilidad de <strong>la</strong> reforma. <strong>La</strong> idea de<br />
proceso también forma parte de los modelos mentales en los que se inspiran <strong>la</strong>s reformas, pero su<br />
tratamiento excede por su importancia y complejidad <strong>la</strong>s posibilidades de este artículo.<br />
2. LA EMERGENCIA DE LAS POLITICAS DE REFORMA: FACTORES CONVERGENTES Y<br />
DIVERGENTES<br />
Es común vincu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s transformaciones de los últimos quince años a <strong>la</strong> unión de dos factores: por una<br />
parte, <strong>la</strong> crisis económica de mediados de los setenta que marca el punto de inflexión hacia cambios<br />
trascendentales en <strong>la</strong> economía mundial y, por otra parte, el ascenso de fuerzas conservadoras que,<br />
rompiendo el consenso de <strong>la</strong> posguerra sobre el papel del Estado, cuestionan radicalmente sus funciones y<br />
pautas de organización y funcionamiento. Esta imagen es, sin embargo, demasiado general y simple para<br />
ofrecer una explicación satisfactoria en todos los países. De hecho, el contexto en el que van emergiendo<br />
<strong>la</strong>s políticas de reforma se nos presenta como un conjunto de factores parcialmente coincidentes y<br />
divergentes, cuyo examen en cada caso ofrece un conocimiento más ajustado de <strong>la</strong> realidad.<br />
<strong>La</strong>s coincidencias y divergencias pueden analizarse siguiendo una caracterización del contexto muy útil<br />
para este fin y, en consecuencia, para evitar un determinismo fácil entre cambios del entorno y emergencia<br />
de <strong>la</strong>s reformas. Consiste en distinguir entre contexto externo e interno, en una traducción literal de los<br />
términos que utiliza Pettigrew (1992) en su modelo de cambio estratégico: el primero estaría formado por el<br />
conjunto de tendencias que afectan genérica e indiferenciadamente a los Estados europeos, como<br />
consecuencia de su creciente interdependencia política, económica y social; el segundo sería <strong>la</strong> manera en<br />
que estas tendencias se interiorizan en cada país, lo que depende tanto de su posición de partida<br />
(económica, histórica, social), como de <strong>la</strong> lectura ideológica dominante sobre el impacto de los cambios<br />
externos.<br />
2.1 El contexto externo: <strong>la</strong> convergencia de <strong>la</strong>s presiones para el cambio<br />
Hay muchas perspectivas desde <strong>la</strong>s que se puede poner de manifiesto <strong>la</strong> fenomenal transformación del<br />
mundo en el que vivimos y <strong>la</strong>s consecuencias de <strong>la</strong> misma para <strong>la</strong> organización y funcionamiento de los<br />
Estados europeos. Algunas expresan tendencias universales de alcance general, pero otras tienen una<br />
incidencia más directa y profunda sobre los países en los que centramos nuestro análisis. Lo que se ha<br />
dado en l<strong>la</strong>mar el modelo estatal europeo con el fin de subrayar su contraposición con el modelo<br />
norteamericano, a pesar de <strong>la</strong>s notables diferencias entre países, se caracteriza por el alto grado de<br />
protagonismo económico y político del sector público en <strong>la</strong> cobertura de <strong>la</strong>s necesidades sociales. Este<br />
protagonismo se pone de manifiesto en <strong>la</strong> fuerte tasa de participación del gasto público en el producto<br />
interior bruto, resultado del compromiso del Estado con <strong>la</strong> estabilidad y crecimiento a través de una<br />
intervención activa en <strong>la</strong> economía y de <strong>la</strong> existencia de una densa red de instituciones nacionales de<br />
carácter público financiadas mediante impuestos que garantizan los derechos sociales y económicos de<br />
todos los ciudadanos. Esta construcción institucional, que hace apenas veinte años era percibida como el<br />
estadio más avanzado de <strong>la</strong> democracia, está hoy severamente cuestionada por un conjunto de tendencias<br />
que inciden en su viabilidad económica, política y social.<br />
<strong>La</strong> primera de estas tendencias aparece estrechamente unida a <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong>s circunstancias<br />
económicas en <strong>la</strong>s últimas décadas. <strong>La</strong> crisis de los setenta rompe una tendencia ininterrumpida de<br />
crecimiento desde el final de <strong>la</strong> segunda guerra mundial, quebrando <strong>la</strong> ilusión alimentada durante ese<br />
tiempo de poder asegurar al mismo tiempo un crecimiento sostenido y un reparto más equilibrado de <strong>la</strong><br />
riqueza. Nos encontramos ante "un punto de inflexión en <strong>la</strong> teoría y en <strong>la</strong> práctica del sector público" (Miller,<br />
1984), que ofrece dos lecturas con diversas implicaciones sobre el futuro del modelo estatal europeo:<br />
• de forma inmediata <strong>la</strong> crisis económica se traduce en <strong>la</strong>s dificultades presupuestarias que sufren los<br />
países europeos desde mediados de los setenta; el descenso de <strong>la</strong> actividad económica, <strong>la</strong> aparición de<br />
un desempleo estructural que afecta a un porcentaje elevado de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción activa y el l<strong>la</strong>mado<br />
"co<strong>la</strong>pso posmalthusiano", derivado de <strong>la</strong>s presiones demográficas sobre el sistema de protección<br />
social, provoca un creciente desequilibrio entre los ingresos y los gastos estatales. En países en los que<br />
el sector público se eleva como media por encima de <strong>la</strong> mitad del producto interior bruto, <strong>la</strong> crisis fiscal<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
amenaza con hipotecar <strong>la</strong>s posibilidades de crecimiento de sus economías, al producir un círculo vicioso<br />
en el que <strong>la</strong>s necesidades de financiación del Estado terminan por reducir <strong>la</strong>s posibilidades de<br />
crecimiento de <strong>la</strong>s que a su vez dependen los ingresos públicos;<br />
• una lectura diferente nos llevaría a sostener que <strong>la</strong> crisis fiscal no es el problema, sino un mero síntoma<br />
de un problema mucho más grave y profundo: <strong>la</strong> insostenibilidad de unas economías del bienestar,<br />
basadas en políticas e instituciones económicas y sociales de ámbito nacional, ante un proceso<br />
imparable de globalización. <strong>La</strong> apertura de mercados está cambiado <strong>la</strong>s estructuras de <strong>la</strong> economía<br />
internacional, provocando una recomposición acelerada de <strong>la</strong>s actividades económicas entre<br />
continentes y países. Esta tendencia que se interpreta como una transición del "capitalismo organizado"<br />
al "capitalismo desorganizado" (<strong>La</strong>sh y Urry, 1987) hace de los Estados actores de <strong>la</strong> competencia<br />
internacional, poniendo en cuestión <strong>la</strong> lógica doméstica de <strong>la</strong>s políticas e instituciones del bienestar.<br />
Aunque ambos razonamientos están interre<strong>la</strong>cionados, sus implicaciones no son <strong>la</strong>s mismas: según <strong>la</strong><br />
primera, el actual Estado del bienestar sería un peligro para <strong>la</strong> competitividad de <strong>la</strong>s economías nacionales,<br />
mientras que para <strong>la</strong> segunda <strong>la</strong> competitividad sería un peligro para el Estado del bienestar. Cualquiera<br />
que sea <strong>la</strong> explicación elegida, lo cierto es que el cambio en <strong>la</strong>s circunstancias económicas ha provocado<br />
una drástica reducción del margen de maniobra de los Estados europeos para proveer el bienestar de los<br />
ciudadanos a través del modelo institucional vigente en <strong>la</strong> última mitad de siglo.<br />
Un segundo bloque de factores es de orden sociopolítico y afecta <strong>la</strong> ruptura del consenso en torno al<br />
papel del Estado en <strong>la</strong> corrección de <strong>la</strong>s desigualdades. El Estado del bienestar, como consecuencia de su<br />
propio éxito, ha quedado atrapado en los países desarrol<strong>la</strong>dos en un ciclo redistributivo que se efectúa<br />
mayoritariamente entre <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses medias, tendiendo a legitimarse en un contrato mercantilista con los<br />
ciudadanos de do ut des. El resultado es lo que se ha l<strong>la</strong>mado el "parasitismo racional", un fenómeno por el<br />
que los ciudadanos tienden a calcu<strong>la</strong>r su re<strong>la</strong>ción con el Estado, en términos de pagar los menores<br />
impuestos y recibir los mayores servicios. En este proceso los derechos sociales tienden a confundirse<br />
como derechos individuales, perdiendo de vista los valores de solidaridad y equidad, que ven disminuir su<br />
peso político.<br />
El resultado es lo que Galbraith (1992) ha l<strong>la</strong>mado "<strong>la</strong> cultura de <strong>la</strong> satisfacción", que se expresa en <strong>la</strong><br />
desilusión de <strong>la</strong>s amplias c<strong>la</strong>ses medias con unos servicios públicos que no satisfacen sus crecientes<br />
expectativas consumistas y su resistencia a ceder una mayor parte de su renta en forma de impuestos.<br />
Estamos ante <strong>la</strong> ruptura histórica del consenso social entre <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses medias y <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses inferiores que se<br />
encuentran en <strong>la</strong> base fundacional del Estado del bienestar. Esta situación crea el caldo de cultivo para lo<br />
que Self (1985) ha l<strong>la</strong>mado "el renacimiento de <strong>la</strong>s ideologías" que se reavivan en <strong>la</strong> confrontación política<br />
sobre el papel y funcionamiento del Estado.<br />
En tercer lugar, <strong>la</strong> multiplicación del nivel de vida en <strong>la</strong>s sociedades occidentales, unida al extraordinario<br />
desarrollo de <strong>la</strong>s tecnologías de <strong>la</strong> información y <strong>la</strong>s comunicaciones, está produciendo profundas<br />
transformaciones en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones humanas (ver Crozier, 1987 y 1995). <strong>La</strong>s mayor capacidad<br />
adquisitiva, <strong>la</strong>s facilidades para comunicarse y <strong>la</strong> abundancia de información ofrecen nuevas posibilidades<br />
para el ejercicio de <strong>la</strong> libertad, contribuyendo a incrementar el poder de negociación de los actores<br />
individuales y colectivos frente al Estado. <strong>La</strong> interdependencia crece exponencialmente y con el<strong>la</strong> aumenta<br />
<strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong>s decisiones políticas y económicas.<br />
Esta evolución hace cada vez más ineficaces los medios de control y dominación tradicionales que basan<br />
su eficacia en un entorno simple e incapaz de resistirse a <strong>la</strong>s decisiones de los poderes públicos. El Estado<br />
burocrático, compartimentado y centralizado, es incapaz de absorber <strong>la</strong> complejidad del mundo que le<br />
rodea, demasiado dinámico e interdependiente para sus posibilidades de conocimiento y manipu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
realidad. Los medios que había empleado para reducir y contro<strong>la</strong>r esa complejidad son cada vez menos<br />
eficaces, ya que los actores a los que van destinados tienen con su libertad más posibilidades de no<br />
obedecer. Se abre <strong>la</strong> puerta a <strong>la</strong> crisis de <strong>la</strong> teoría jurídica y organizativa del Estado.<br />
En cuarto lugar, los Estados europeos han asistido al proceso gradual y lento, pero imparable, de <strong>la</strong><br />
institucionalización europea, cuyas parálisis recurrentes no pueden obviar <strong>la</strong> importancia de su<br />
transformación. <strong>La</strong> Unión Europea ha tenido un efecto trascendental en <strong>la</strong>s economías de sus Estados<br />
miembros, liberalizando <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción de mercancías, personas y capitales, generando una importante<br />
actividad regu<strong>la</strong>toria de carácter económico y social, estabilizando <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones monetarias y ofreciendo un<br />
ingente flujo de ayuda social y regional a los países más atrasados.<br />
Por encima de todo lo anterior, <strong>la</strong> Unión ha impulsado nuevos valores constitucionales como el libre<br />
mercado, <strong>la</strong> desaparición de los monopolios o <strong>la</strong> disciplina presupuestaria, que seña<strong>la</strong>n los límites en los<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
que ahora están obligados a operar los Estados miembros. Parale<strong>la</strong>mente, sus políticas e instituciones han<br />
redefinido <strong>la</strong> estructura de oportunidades de los actores políticos y económicos que no pueden basar sus<br />
expectativas en <strong>la</strong>s fronteras nacionales, alterando <strong>la</strong>s redes tradicionales de <strong>la</strong>s políticas públicas y<br />
promoviendo importantes cambios institucionales. En resumen, <strong>la</strong> Unión Europea no sólo ha diluido el<br />
concepto de soberanía estatal, sino que ha hecho inservible <strong>la</strong> vieja distinción entre asuntos nacionales e<br />
internacionales y los modelos convencionales de e<strong>la</strong>boración e imp<strong>la</strong>ntación de políticas públicas.<br />
Apareciendo como una de <strong>la</strong>s innovaciones más prometedoras en <strong>la</strong>s capacidades de gobernar en el<br />
ámbito global (Dror, 1996), <strong>la</strong> institucionalidad europea no puede entenderse adecuadamente con <strong>la</strong>s<br />
teorías del Estado contemporáneo (Metcalfe, 1996).<br />
Por último, este conjunto de tendencias es en parte <strong>la</strong> causa y el resultado de un cambio en <strong>la</strong>s corrientes<br />
de pensamiento en torno al Estado. <strong>La</strong> teorización de los fallos del Estado va ganando partido<br />
progresivamente a <strong>la</strong> de los fallos del mercado, creado un clima favorable a <strong>la</strong> sustitución del paradigma<br />
precedente. <strong>La</strong> ciencias sociales y <strong>la</strong> economía en particu<strong>la</strong>r ofrecen un panorama en progresivo deterioro<br />
de <strong>la</strong>s políticas y de <strong>la</strong> organización estatal proponiendo recambios radicales. <strong>La</strong>s teorías de <strong>la</strong> elección<br />
pública, el monetarismo, <strong>la</strong> economía de <strong>la</strong> organización, el movimiento institucionalista y <strong>la</strong> filosofía política<br />
neoliberal se convierten en pi<strong>la</strong>res de <strong>la</strong>s nuevas políticas que favorecen <strong>la</strong>s políticas de oferta frente a <strong>la</strong>s<br />
de demanda, <strong>la</strong> restricción frente al expansionismo fiscal, el mercado frente a <strong>la</strong> burocracia, <strong>la</strong> comunidad<br />
frente a <strong>la</strong>s instituciones, <strong>la</strong> elección individual frente a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación o el libre comercio frente al<br />
proteccionismo. Estas corrientes han ido ganando fuerza gracias a su difusión por multitud de think-tanks,<br />
instituciones públicas y privadas, redes académicas y organizaciones internacionales como el Banco<br />
Mundial, el Fondo Monetario Internacional, <strong>la</strong> Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos<br />
(OCDE) y <strong>la</strong> Comisión Europea.<br />
<strong>La</strong> caída del muro ha reforzado estas tendencias, eliminando una coartada que justificaba <strong>la</strong> inamovilidad de<br />
ciertas políticas e instituciones y acelerando el proceso de globalización económica, política y social. Como<br />
hemos tratado de explicar, <strong>la</strong> crisis de <strong>la</strong> cosa pública obedece a causas profundas que afectan en diverso<br />
grado a todos los países europeos y tienen que ver con el desfallecimiento del modelo de razonamiento en<br />
torno a <strong>la</strong> satisfacción de los intereses colectivos, que ha prevalecido en este siglo. Los cambios descritos<br />
tienden a cuestionar sus propios presupuestos de partida, esto es, su sentido económico, su legitimidad<br />
política y su lógica de intervención sobre <strong>la</strong> sociedad, creando <strong>la</strong> oportunidad al desarrollo de diversas<br />
alternativas teóricas y prácticas, que se verán concretadas en función de <strong>la</strong>s circunstancias de cada país.<br />
2.2 El contexto interno como desencadenante inmediato de <strong>la</strong>s reformas: modalidades<br />
Aunque todos los países europeos se encuentren sometidos a unas mismas tendencias económicas,<br />
políticas y sociales, ello no les obliga a reaccionar de <strong>la</strong> misma forma. Por un <strong>la</strong>do, su situación de partida<br />
no es <strong>la</strong> misma, lo que hace que <strong>la</strong>s tendencias descritas produzcan consecuencias diferentes en cada país;<br />
por otro <strong>la</strong>do, <strong>la</strong> relevancia de <strong>la</strong>s presiones externas para el cambio depende de <strong>la</strong> capacidad de<br />
percepción de <strong>la</strong>s mismas, es decir, de un contexto interno receptivo (Pettigrew, 1992) que interprete los<br />
acontecimientos externos en c<strong>la</strong>ve de necesidad de reformas. No es de extrañar, por tanto, que pese a<br />
estar sometidos a tensiones externas muy simi<strong>la</strong>res, los Estados europeos osci<strong>la</strong>n entre reformas con<br />
diversas ambiciones y resultados y <strong>la</strong> ausencia de reformas.<br />
Entre los factores que pueden servir para explicar <strong>la</strong> emergencia de estas políticas en un país, así como sus<br />
intencionalidades y disposiciones más relevantes, vamos a destacar tres: en primer lugar, <strong>la</strong> medida en que<br />
los cambios económicos provocan una situación de crisis en <strong>la</strong> hacienda pública que hacen inevitables <strong>la</strong>s<br />
reformas asociadas a objetivos de política económica; en segundo lugar, <strong>la</strong> ideología política dominante y<br />
sus convicciones en torno a <strong>la</strong> necesidad de cambios en el sector público y <strong>la</strong> dirección de éstos; y, en<br />
tercer lugar, el perfil institucional acuñado por el Estado, expresado en su tamaño, su grado de<br />
centralización, sus formas tradicionales de intervención y sus re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong> sociedad.<br />
A partir de estos factores podemos aventurar al menos cuatro grupos de políticas de reforma,<br />
caracterizados por contextos internos diversos que nos ayudan a entender sus intencionalidades, aunque,<br />
como veremos más ade<strong>la</strong>nte, ello nos les impida compartir algunos de sus contenidos.<br />
2.2.1 Reformas rupturistas<br />
En contra de <strong>la</strong> impresión generalizada sobre el ascenso de <strong>la</strong> nueva derecha y su impacto ideológico en <strong>la</strong><br />
transformación del Estado, este fenómeno tiene en <strong>la</strong> Unión Europea un escenario bastante concreto y, se<br />
podría añadir, ais<strong>la</strong>do: el Reino Unido. Es aquí donde <strong>la</strong>s "políticas de convicción" (Metcalfe y Richards,<br />
1987; Dunsire y Hood, 1989) permiten explicar <strong>la</strong>s reformas como un esfuerzo deliberado por "hacer<br />
retroceder <strong>la</strong>s fronteras del Estado", tal y como defendía <strong>la</strong> Sra. Thatcher en su primer manifiesto electoral.<br />
6
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
El ascenso conservador se produce en el Reino Unido amparado por un persistente declive económico del<br />
que se había culpado a <strong>la</strong> expansión del aparato estatal (Bacon y Eltis, 1976) y en un clima social<br />
soliviantado por el poder de los sindicatos, que percibía a <strong>la</strong> izquierda más próxima a los productores que a<br />
los consumidores de los servicios públicos (Deakin y Wright, 1990: 3). A ello hay que unir al menos tres<br />
características del peculiar sistema institucional británico que se combinan para ofrecer un cheque en<br />
b<strong>la</strong>nco a los conservadores: en primer lugar, <strong>la</strong> consecución de cómodas mayorías par<strong>la</strong>mentarias con un<br />
porcentaje de votos muy inferior al necesario en el resto de los países europeos; en segundo lugar, el alto<br />
grado de centralización territorial del poder político; y, en tercer lugar, <strong>la</strong> existencia de una constitución no<br />
escrita que deja sin defensa formal aspectos centrales de <strong>la</strong> organización de los poderes públicos, como por<br />
ejemplo el Civil Service.<br />
A pesar del radicalismo de <strong>la</strong> retórica política empleada, <strong>la</strong>s reformas van a abordarse, salvo excepciones,<br />
con estrategias pragmáticas y persistentes que van remode<strong>la</strong>ndo aspectos centrales del aparato estatal.<br />
Los cambios se sitúan, no obstante, muy lejos del desmante<strong>la</strong>miento del Estado del bienestar que sus<br />
defensores propugnaban y sus detractores auguraban. El gasto público, a pesar de haber descendido<br />
ligeramente su participación en el producto interior bruto, no ha dejado de crecer y los gastos sociales han<br />
aumentado en cuatro puntos su participación en el producto interior bruto entre 1980 y 1990, aunque sí se<br />
han modificado sus prioridades. Los cambios se han concentrado en una profunda revisión del modo en que<br />
el Estado ejerce sus responsabilidades, incluyendo los mecanismos de financiación y provisión de servicios<br />
públicos y los instrumentos de intervención en <strong>la</strong> economía. En conjunto, han supuesto una c<strong>la</strong>ra ruptura<br />
con el modelo institucional precedente, sin que parezca probable un retorno al pasado incluso en el caso de<br />
una nueva mayoría <strong>la</strong>borista.<br />
2.2.2 Reformas conservacionistas<br />
Los países escandinavos y Ho<strong>la</strong>nda forman un segundo grupo con una serie de características comunes<br />
que crean un contexto diferente para <strong>la</strong> emergencia de políticas de reforma. Se trata de sociedades que han<br />
desarrol<strong>la</strong>do hasta su máxima expresión el igualitarismo, mediante un amplio sistema de prestaciones<br />
sociales de carácter universal y gratuito, confiado a un aparato administrativo con un alto grado de<br />
integración institucional. En ellos el Estado del bienestar es reconocido y apreciado por <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong><br />
pob<strong>la</strong>ción como un signo positivo de identidad y estabilidad social y económica.<br />
Su escenario político aparece dominado por <strong>la</strong> socialdemocracia o por coaliciones de centro izquierda o de<br />
centro derecha, que comparten un fuerte apego a <strong>la</strong>s instituciones del bienestar y gobiernan con un alto<br />
grado de consenso, en el que participan decisivamente los agentes sociales. En este contexto, culpabilizar<br />
al Estado de todos los males y defender el retroceso de <strong>la</strong> responsabilidad pública en <strong>la</strong> cobertura de <strong>la</strong>s<br />
necesidades de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción tiene escaso rédito electoral.<br />
En estos países <strong>la</strong>s reformas se explican por <strong>la</strong> imposibilidad de sufragar el coste creciente de <strong>la</strong>s políticas<br />
sociales, que ha llegado a amenazar <strong>la</strong> buena salud de sus economías. Sin embargo, el objetivo no es<br />
desmante<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s instituciones del bienestar, sino defender y profundizar sus progresos de justicia y<br />
solidaridad, que se perciben como una garantía y no como una amenaza de <strong>la</strong> prosperidad futura. <strong>La</strong>s<br />
reformas se centran en <strong>la</strong> identificación de "ajustes competitivos y solidarios" (Pfaller, Gough y Therborn,<br />
1993) en <strong>la</strong>s políticas sociales y en una profunda revisión de los mecanismos existentes para <strong>la</strong> obtención,<br />
distribución y gestión de los recursos públicos (ver Gustafsson, 1987).<br />
2.2.3 Reformas desarrollistas<br />
Dentro de este grupo incluimos dos países, Francia y España, que a pesar de rodearse de circunstancias<br />
muy diferentes, comparten reformas basadas en una visión positiva y en c<strong>la</strong>ra progresión del papel del<br />
Estado, cuestionando <strong>la</strong> herencia recibida en favor de una redefinición de <strong>la</strong>s responsabilidades públicas.<br />
<strong>La</strong>s reformas francesas de finales de los ochenta se asocian al impulso renovador de Michael Rocard, que,<br />
de hecho, recoge una corriente de pensamiento que se había ido fraguando a lo <strong>la</strong>rgo de los años en<br />
determinadas élites intelectuales y administrativas y que había recibido su primer empuje bajo el anterior<br />
gobierno conservador. Más que de una política de partido (de hecho <strong>la</strong>s ideas de Rocard despertaron poco<br />
entusiasmo en sus sucesores), habría que hab<strong>la</strong>r en este caso de una corriente de pensamiento asociada a<br />
creadores de opinión, entre los que destacan los altos funcionarios organizados en asociaciones.<br />
<strong>La</strong> reforma francesa sólo puede entenderse desde <strong>la</strong> posición preponderante del Estado, al que<br />
corresponde, muy por encima del resto de los países europeos, un papel esencial en <strong>la</strong> concepción de <strong>la</strong><br />
identidad y el carácter nacional. Sin que <strong>la</strong>s presiones económicas se manifestaran entonces con <strong>la</strong> misma<br />
intensidad que en los países referidos anteriormente, Francia aborda su política de reforma en c<strong>la</strong>ve de un<br />
7
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
gran proyecto político con el objetivo de cambiar <strong>la</strong>s pautas de re<strong>la</strong>ción entre el Estado y <strong>la</strong> sociedad. El<br />
objetivo no es disminuir el papel del Estado, ni tampoco apunta<strong>la</strong>r sus conquistas, sino más bien redefinir<br />
sus misiones y reforzar sus capacidades para que pueda cumplir satisfactoriamente un papel que se juzga<br />
irremp<strong>la</strong>zable para el progreso y al bienestar de los ciudadanos.<br />
Los objetivos de <strong>la</strong> reforma se articu<strong>la</strong>n a partir de reconocer un profundo desajuste entre <strong>la</strong> concepción de<br />
Estado a <strong>la</strong> francesa, su modo de organizarse y responder a <strong>la</strong>s demandas sociales y los requerimientos de<br />
una realidad en profunda mutación. <strong>La</strong> respuesta es promover un cambio ideológico en <strong>la</strong> mentalidad con <strong>la</strong><br />
que operan los poderes públicos, mediante <strong>la</strong> descentralización y <strong>la</strong> desconcentración, una gestión más<br />
dinámica de <strong>la</strong>s personas, el estímulo a <strong>la</strong> asunción de responsabilidades en <strong>la</strong> línea, <strong>la</strong> evaluación de <strong>la</strong>s<br />
políticas públicas y nueva idea de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> Administración y los usuarios de los servicios<br />
públicos (ver a este respecto <strong>la</strong> Circu<strong>la</strong>r de 23 de febrero de 1989 referida a <strong>la</strong> renovación del sector<br />
público).<br />
En el caso de España <strong>la</strong> situación de partida es muy diferente. <strong>La</strong> trayectoria del Estado contemporáneo se<br />
caracteriza por una combinación de autoritarismo y debilidad estructural. <strong>La</strong> ausencia de libertades<br />
democráticas se combina con una centralización obsesiva del aparato estatal y una hacienda raquítica<br />
incapaz de atender <strong>la</strong>s necesidades de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Esto ha provocado que el Estado careciera del grado<br />
de legitimación social y política que disfrutaba en los restantes países europeos. Esto explica que el<br />
proyecto modernizador de <strong>la</strong> democracia españo<strong>la</strong> pase por el fortalecimiento de <strong>la</strong>s instituciones estatales,<br />
de modo que puedan desempeñar con eficacia <strong>la</strong>s funciones que les corresponden en una sociedad<br />
moderna. Dos retos básicos han caracterizado este proyecto en los últimos quince años: <strong>la</strong><br />
descentralización del poder político y <strong>la</strong> construcción de un Estado del bienestar equiparable al de los<br />
restantes países europeos.<br />
Como consecuencia de ello, <strong>la</strong> reforma que ha seguido a <strong>la</strong> transición democrática en España se<br />
caracteriza por su carácter expansivo, centrándose en desarrol<strong>la</strong>r sus instituciones y aumentar <strong>la</strong> oferta de<br />
servicios públicos a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. En este tiempo se ha duplicado el volumen del sector público en re<strong>la</strong>ción<br />
al producto interior bruto que ha pasado de representar <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> media europea a situarse muy cerca<br />
de <strong>la</strong> misma. Este proceso, protagonizado por el partido socialista, ha contado, no obstante, con el respaldo<br />
de <strong>la</strong>s demás fuerzas políticas, que, allí donde han ejercido responsabilidades gubernamentales, han<br />
apostado por incrementar el peso de <strong>la</strong> acción pública. A ello habría que apostil<strong>la</strong>r, no obstante, <strong>la</strong>s rémoras<br />
de <strong>la</strong> democracia españo<strong>la</strong> a <strong>la</strong> hora de construir un marco eficaz para el ejercicio y control de <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades públicas, adaptado a su extraordinario crecimiento; ha prevalecido un peso<br />
desproporcionado del decisionismo político frente a los criterios profesionales y una obediencia a lógicas<br />
cliente<strong>la</strong>res y corporativas opuestas a <strong>la</strong> introducción de reformas en el aparato estatal. <strong>La</strong> crisis política y<br />
presupuestaria que ha padecido España en los últimos años se puede re<strong>la</strong>cionar directamente con estos<br />
déficit.<br />
2.2.4 Reformas pragmáticas<br />
En los últimos años, <strong>la</strong> mayoría de los países europeos aparecen unidos en una misma corriente de<br />
reformas que, en ausencia de una denominación más expresiva, calificamos de pragmáticas. El horizonte<br />
que persiguen es <strong>la</strong> Unión Económica y Monetaria, cuyo acceso se ha hecho depender de superar con éxito<br />
un examen macroeconómico basado en cumplir determinados criterios de convergencia.<br />
Se trata de reformas que se presentan a menudo como "<strong>la</strong> única alternativa posible", atribuidas a una "razón<br />
de Europa", a <strong>la</strong> que deben plegarse el resto de <strong>la</strong>s consideraciones. Detrás de <strong>la</strong>s medidas vincu<strong>la</strong>das a<br />
esta meta es frecuente que no haya un discurso político explícito sobre el papel del Estado, sólo una<br />
justificación de <strong>la</strong> necesidad de cumplir <strong>la</strong>s condiciones del tratado para no pagar el alto coste financiero que<br />
supondría salirse de <strong>la</strong> red monetaria europea. <strong>La</strong> ideología subyacente no es obra ni de los partidos ni de<br />
sus líderes, sino de <strong>la</strong>s burocracias fiscales de los Estados y <strong>la</strong>s instituciones europeas. <strong>La</strong> reforma<br />
ir<strong>la</strong>ndesa de mediados de los ochenta, anticipando los problemas que más tarde se presentarán en otros<br />
países, es un buen ejemplo; al menos Alemania, Francia, Italia y España se encuentran en estos momentos<br />
en <strong>la</strong> misma situación.<br />
El resultado es una estrategia de reforma de carácter esencialmente pragmático que renuncia a una<br />
valoración política de fondo sobre lo que el Estado debería hacer y dejar de hacer, sobre <strong>la</strong> financiación de<br />
los servicios públicos o sobre los costes y beneficios del modelo de empleo público y sus alternativas. Hay<br />
un cálculo sobre cómo realizar los ajustes presupuestarios con el menor desgaste político posible, lo que<br />
equivale a practicar <strong>la</strong> ambigüedad y evitar conflictos con los intereses más organizados. Cualquier desliz<br />
en este cálculo que minusvalore <strong>la</strong> capacidad de presión de los colectivos afectados puede costar <strong>la</strong><br />
8
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
parálisis de <strong>la</strong>s reformas, como puso en evidencia <strong>la</strong> crisis francesa de diciembre de 1995. El problema se<br />
complica en los Estados con estructuras descentralizadas, como Alemania, España o Italia en los que el<br />
poder central carece de capacidad para imponer jerárquicamente sus medidas de disciplina, debiendo<br />
buscar un amplio consenso político.<br />
<strong>La</strong> secuencia de estas reformas es bien conocida (ver Levine y Rubin, 1985): se empieza por conge<strong>la</strong>r<br />
gastos de funcionamiento, se retrasan los pagos a los proveedores, y se sacrifican <strong>la</strong>s inversiones; a<br />
continuación se venden activos y propiedades públicas, se recortan los suministros y el personal y se dejan<br />
de atender nuevas necesidades; finalmente, cuando no hay más remedio, los programas existentes se van<br />
recortando por los bordes, bien disminuyendo <strong>la</strong> cuantía de <strong>la</strong>s prestaciones económicas o acabando con <strong>la</strong><br />
gratuidad de los servicios mediante <strong>la</strong> imposición de tasas. Estas medidas tienen hasta aquí poco de<br />
verdaderas reformas, ya que apenas inciden sobre <strong>la</strong> lógica incremental del gasto público, con el riesgo de<br />
conformarse con un mero ap<strong>la</strong>zamiento de los problemas, que volverán a presentarse más ade<strong>la</strong>nte cuando<br />
ya no queden activos que vender. Hab<strong>la</strong>r de reformas significa reformu<strong>la</strong>r los procesos de asignación y<br />
evaluación de recursos, creando nuevas reg<strong>la</strong>s de juego que permitan orientar de forma selectiva <strong>la</strong>s<br />
políticas de gasto.<br />
Junto a <strong>la</strong> reforma siempre existe <strong>la</strong> posibilidad de <strong>la</strong> no reforma, también presente en el panorama europeo.<br />
Alemania hasta <strong>la</strong> reunificación, Italia durante <strong>la</strong> mayor parte de este tiempo y España en <strong>la</strong> pasada<br />
legis<strong>la</strong>tura, aunque <strong>la</strong>s razones de su inactividad sean diferentes: Alemania, porque hasta <strong>la</strong> reunificación no<br />
sufría presiones presupuestarias, sin que sus instituciones administrativas mostraran los síntomas de<br />
desfallecimiento de otros países; Italia, que padecía tanto <strong>la</strong> crisis económica como <strong>la</strong> insatisfacción por el<br />
funcionamiento del Estado, porque su deteriorado sistema político se había convertido de hecho en el factor<br />
de bloqueo de <strong>la</strong>s reformas; y España, porque <strong>la</strong>s consecuencias de <strong>la</strong> crisis política y económica de los<br />
últimos años convertían <strong>la</strong>s reformas en una empresa política demasiado pesada para el partido del<br />
gobierno.<br />
A tenor de <strong>la</strong>s anteriores explicaciones, el desarrollo de <strong>la</strong>s políticas de reforma se explica, de forma<br />
inmediata, más por el segundo que por el primero de ambos contextos. Esto significa, sin dejar de<br />
reconocer una creciente convergencia entre los países analizados, que nos inclinemos, al igual que Hood<br />
(1996), por un modelo explicativo de <strong>la</strong>s reformas basado en <strong>la</strong> contingencia de factores. En segundo lugar<br />
y con carácter complementario, habría que situar <strong>la</strong> importancia adquirida por <strong>la</strong> "difusión" (Halligan, 1996)<br />
de <strong>la</strong>s ideas reformadoras entre países a través de los vínculos que les proporcionan <strong>la</strong>s instituciones<br />
europeas y algunas organizaciones internacionales como <strong>la</strong> OCDE.<br />
3. EL CAMBIO INSTITUCIONAL COMO CENTRO DE LAS REFORMAS<br />
Hace casi dos décadas García-Pe<strong>la</strong>yo (1977) acuñó entre nosotros <strong>la</strong> expresión "transformaciones del<br />
Estado contemporáneo", subrayando <strong>la</strong> naturaleza plural y diversa de los cambios que podían afectar al<br />
sistema público. <strong>La</strong>s reformas pertenecen a una de estas posibles transformaciones, caracterizándose por<br />
ser <strong>la</strong> expresión de una fuerza de voluntad que trata de romper <strong>la</strong> lógica inercial de <strong>la</strong>s instituciones y <strong>la</strong>s<br />
políticas públicas. <strong>La</strong> discontinuidad del cambio es <strong>la</strong> diferencia que caracteriza a <strong>la</strong> reforma; no en vano<br />
<strong>la</strong>s notas de "inducción" o "dirección" forman parte de todas <strong>la</strong>s definiciones clásicas de <strong>la</strong> reforma (ver,<br />
entre otros, Caiden, 1969: 75; Dror, 1976: 127 y Leemans, 1976: 8).<br />
<strong>La</strong>s instituciones, cuya nota esencial es el afán de perdurar, tienden a responder a <strong>la</strong>s presiones del<br />
entorno, mediante cambios periféricos que no cuestionan su lógica dominante. Esta adaptación espontánea<br />
es el resultado de lo que l<strong>la</strong>ma Schon (1971: 31) "conservadurismo dinámico", en el que se da una<br />
secuencia típica de estrategias reactivas: agotadas <strong>la</strong>s posibilidades de ignorar una nueva demanda, <strong>la</strong><br />
primera reacción consiste en su contención y ais<strong>la</strong>miento, otorgándole un reducido ámbito de actuación que<br />
se mantiene separado y distante; cuando esto no basta se recurre a <strong>la</strong> cooptación incorporando al sistema<br />
<strong>la</strong>s fuerzas que pugnan por el cambio, diluyendo sus energías y amortiguando su impacto. Sólo el fracaso<br />
de estas estrategias permite abrir <strong>la</strong> ventana de <strong>la</strong>s reformas.<br />
Esta teoría ayuda a explicar como el Estado contemporáneo ha intentado preservar su estabilidad,<br />
reaccionando a <strong>la</strong>s presiones externas mediante cambios espontáneos y continuos. Frente a ellos, <strong>la</strong>s<br />
reformas son cambios inducidos y discontinuos, que alteran el modo de razonamiento y el "carácter" de <strong>la</strong><br />
institución, aportando un nuevo orden de valores y principios que modifican gradualmente el<br />
comportamiento de sus actores. No es casual, por tanto, que <strong>la</strong>s reformas, aunque decisivas en marcar <strong>la</strong><br />
dirección que siguen <strong>la</strong>s instituciones, expliquen sólo una pequeña parte de sus cambios cuantitativos, que<br />
son mayoritariamente cambios continuos derivados de un modelo de razonamiento ya institucionalizado.<br />
9
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong>s reformas, como cambios discontinuos, pueden revestir dos modalidades: por una parte, pueden afectar<br />
al diseño de <strong>la</strong>s instituciones, es decir, a <strong>la</strong> manera en <strong>la</strong> que los poderes del Estado se organizan y<br />
articu<strong>la</strong>n con el entorno para e<strong>la</strong>borar y poner en práctica <strong>la</strong>s políticas públicas, lo que se denomina reforma<br />
institucional; por otra parte, pueden centrarse, no tanto en el proceso como en el contenido de <strong>la</strong> acción<br />
pública, redefiniendo su alcance, sus objetivos y finalidades, lo que se denomina reforma sustancial. No<br />
obstante, es frecuente que <strong>la</strong>s reformas l<strong>la</strong>madas sustanciales incorporen, al menos parcialmente, reformas<br />
institucionales a través de sus instrumentos de aplicación.<br />
Mientras el Estado liberal destaca por <strong>la</strong> reforma institucional, instaurando dispositivos como <strong>la</strong> separación<br />
de poderes, el principio de legalidad, el control judicial o <strong>la</strong> ordenación de una función pública profesional e<br />
independiente, lo propio del Estado del bienestar ha sido innovar y ampliar el contenido de <strong>la</strong> acción pública,<br />
poniendo el énfasis en <strong>la</strong> redistribución, <strong>la</strong> solidaridad, <strong>la</strong> ciudadanía social o <strong>la</strong> corrección de los fallos del<br />
mercado; de hecho, es bastante común reconocer como una de <strong>la</strong>s causas de <strong>la</strong> actual crisis, <strong>la</strong><br />
incapacidad del Estado del bienestar para dotarse de un marco institucional propio, en el que los derechos<br />
sociales puedan verse realizados y protegidos de manera efectiva, sin subordinarse al modelo burocrático<br />
garantista del liberalismo (Prats, 1987).<br />
<strong>La</strong>s reformas europeas de los años ochenta y principios de los noventa, no obstante sus diferencias, y a<br />
pesar de <strong>la</strong> retórica política neoliberal que les rodea, pueden caracterizarse más como institucionales que<br />
como sustanciales. Con <strong>la</strong> única excepción de los países más retrasados en el desarrollo de sus sistemas<br />
de bienestar, como por ejemplo España, en los casos restantes, incluso allí donde <strong>la</strong>s reformas se han<br />
hecho en nombre de <strong>la</strong> reducción del papel del Estado, no han afectado tanto a <strong>la</strong> extensión de <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades públicas y a su contenido, como a <strong>la</strong> conformación y funcionamiento de <strong>la</strong>s instituciones a<br />
través de <strong>la</strong> que el Estado descarga sus responsabilidades. <strong>La</strong> intención de los reformadores ha sido<br />
cambiar el comportamiento de los actores de <strong>la</strong>s políticas públicas, tanto internos como externos,<br />
reestructurando el "tejido institucional" formado por <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego que definen sus incentivos para<br />
actuar (Schwartz, 1994: 49).<br />
Habría que añadir que nos enfrentamos con reformas que concentran su atención en el rediseño del poder<br />
ejecutivo en correspondencia al peso desproporcionado que éste ha adquirido en los modernos Estados del<br />
bienestar. Esto hace que también puedan caracterizarse como reformas administrativas en un sentido<br />
amplio de esta expresión. Estas pueden tener por objeto, sin el propósito de ser exhaustivos, <strong>la</strong>s áreas<br />
siguientes: <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong>s estructuras gubernamentales y administrativas, <strong>la</strong> ordenación y<br />
articu<strong>la</strong>ción entre élites políticas y administrativas, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones intergubernamentales, el sector público<br />
empresarial, el régimen y gestión del empleo público, <strong>la</strong> gestión financiera y presupuestaria, los<br />
instrumentos de contabilidad y control de gestión, <strong>la</strong>s políticas de contratación y compras, <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong>s<br />
normas, <strong>la</strong>s políticas de precios y tasas, el régimen y <strong>la</strong> gestión del patrimonio, <strong>la</strong>s aplicación de <strong>la</strong>s<br />
tecnologías a <strong>la</strong> gestión, <strong>la</strong>s políticas de comunicación e información, el control judicial y par<strong>la</strong>mentario, el<br />
control por otras instancias, los derechos de los ciudadanos ante <strong>la</strong> Administración y los mecanismos de<br />
participación de <strong>la</strong> sociedad en <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración e imp<strong>la</strong>ntación de <strong>la</strong>s políticas públicas.<br />
A pesar de esta definición, no es extraño que <strong>la</strong> parte del Estado que recibe <strong>la</strong> calificación de<br />
"administrativa" se interprete en c<strong>la</strong>ve reduccionista, como perteneciente a una esfera puramente interna,<br />
separada y ajena a <strong>la</strong> política, consistente en un trabajo rutinario y mecánico. De aquí surge una concepción<br />
restrictiva de <strong>la</strong> reforma, propia de burócratas, consultores y defensores de una ortodoxia administrativa<br />
clásica, que se equipara con <strong>la</strong> mera simplificación, sin trascendencia política o constitucional alguna,<br />
resultado de <strong>la</strong> aplicación puramente técnica de unos supuestos principios generales de <strong>la</strong> organización.<br />
Sin embargo, <strong>la</strong> que hemos definido como parte administrativa del Estado, ni puede reconocerse en <strong>la</strong><br />
anterior descripción, ni puede reformarse bajo esas premisas. Abordar <strong>la</strong> reforma de manera realista supone<br />
reconocer al menos <strong>la</strong>s siguientes complejidades:<br />
• en primer lugar, política y administración no son compartimentos estancos. <strong>La</strong> complejidad y dinámica<br />
de <strong>la</strong> realidad hace imprescindible <strong>la</strong> existencia de amplias discrecionalidades en <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración y<br />
ejecución de muchas políticas públicas, que producen constantes so<strong>la</strong>pamientos entre ambas esferas,<br />
haciendo imposible trazar una delimitación precisa;<br />
• en segundo lugar, <strong>la</strong>s responsabilidades públicas, lejos de ejercerse en solitario por una Administración,<br />
se sustancian cada vez más en procesos interadministrativos e intergubernamentales, en los que se<br />
entrecruzan <strong>la</strong>s competencias de diferentes entidades públicas. <strong>La</strong> gestión de <strong>la</strong>s fronteras y de <strong>la</strong>s<br />
transacciones entre poderes públicos y privados se convierte en una dimensión crítica de <strong>la</strong> reforma;<br />
• en tercer lugar, <strong>la</strong> imagen maquinal no representa adecuadamente <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> mayor parte de los<br />
servicios públicos, caracterizados por el ejercicio de tareas profesionales o semiprofesionales que se<br />
definen en contacto directo con sus destinatarios. En estos casos, <strong>la</strong> imposibilidad e incluso <strong>la</strong><br />
10
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
inconveniencia de predecir el contenido de <strong>la</strong> actuación hace inviable un modelo de gestión basado en<br />
una idea mecánica del trabajo;<br />
Ante una realidad semejante, el ideal de reforma técnica basada en principios universales y abstractos<br />
tiene, en el mejor de los casos, un margen muy estrecho condenándose en los demás a verse frustrada. Los<br />
principios tienden, como advertía Simon (1964), a convertirse en proverbios, entrando en contradicción<br />
entre ellos cuando pretenden aplicarse. <strong>La</strong> "verdadera reforma" (Siedentopf, 1982: ix) supone considerar a<br />
<strong>la</strong> Administración como un sistema abierto y diverso enmarcado en el conjunto de los poderes públicos y de<br />
<strong>la</strong> sociedad; supone reconocer<strong>la</strong> como algo más que un asunto técnico, reconociendo su dimensión política;<br />
supone, por último, ser consciente de que <strong>la</strong> eficacia de una estructura o un procedimiento no es universal y<br />
varía en función de <strong>la</strong>s condiciones en <strong>la</strong>s que se aplica.<br />
A partir de esta idea reduccionista de <strong>la</strong> reforma, es frecuente menospreciar los esfuerzos de <strong>la</strong> verdadera<br />
reforma en comparación con <strong>la</strong>s reformas políticas y constitucionales, por circunscribirse a "<strong>la</strong>s ramas<br />
bajas" de <strong>la</strong> institucionalidad estatal (Dente, 1996: 110). <strong>La</strong> conclusión de que <strong>la</strong> reforma administrativa sirve<br />
muy a menudo para "hacer eficientemente lo incorrecto" refuerza el escaso interés de numerosos políticos y<br />
académicos en sus posibilidades de transformación de <strong>la</strong> realidad. Sin embargo, también se puede<br />
sostener, con Dente, que "<strong>la</strong>s ramas bajas son en realidad <strong>la</strong>s auténticas raíces del árbol que representa <strong>la</strong><br />
materia constitucional de un país"; <strong>la</strong> eficacia del sistema electoral, del poder legis<strong>la</strong>tivo, del poder judicial o<br />
de <strong>la</strong> distribución territorial de <strong>la</strong>s competencias depende al final del buen funcionamiento de los servicios<br />
públicos y de una re<strong>la</strong>ción positiva entre el Estado y los ciudadanos. En el Estado de nuestros días, basado<br />
en re<strong>la</strong>ciones masivas y cotidianas entre los poderes públicos y <strong>la</strong> sociedad, el poder político real, como<br />
poder de ordenación y transformación social, se sitúa en ser capaz de incidir de forma efectiva en cada una<br />
de estas transacciones.<br />
Por añadidura es una equivocación que se repite pensar que <strong>la</strong> reforma administrativa sigue<br />
necesariamente al cambio político y a <strong>la</strong> reforma constitucional. Sin dejar de reconocer que <strong>la</strong> reforma<br />
constitucional es indispensable para refundar <strong>la</strong> convivencia en el respeto de los derechos y libertades, no<br />
es menos cierto que muchas de <strong>la</strong>s expectativas del cambio político se frustran precisamente en <strong>la</strong> inercia<br />
de los comportamientos políticos y administrativos en estas l<strong>la</strong>madas ramas bajas de <strong>la</strong>s instituciones. Con<br />
comp<strong>la</strong>cencia o pesimismo, se dice que "<strong>la</strong>s constituciones cambian, pero <strong>la</strong> administración permanece",<br />
poniendo el énfasis en <strong>la</strong> insensibilidad o <strong>la</strong> dificultad de <strong>la</strong> reforma política para hacerse presente en el día<br />
a día donde se definen de modo tangible los derechos de los ciudadanos.<br />
En este sentido, <strong>la</strong> concentración de <strong>la</strong>s reformas europeas de estos últimos años en <strong>la</strong> parte administrativa<br />
del Estado es una muestra de realismo. A pesar de que <strong>la</strong> absorción mediática de <strong>la</strong> política y su interés por<br />
<strong>la</strong>s "grandes" decisiones no contribuye a prestar atención a <strong>la</strong> "inmensidad" de <strong>la</strong>s pequeñas decisiones, <strong>la</strong>s<br />
reformas han cotizado al alza en el mercado político. Frente a lo que había ocurrido en el pasado, el objetivo<br />
"político" de <strong>la</strong> buena Administración se ofrece a los ciudadanos como una contrapartida necesaria de <strong>la</strong><br />
confianza que ponen en sus representantes y de <strong>la</strong> contribución que realizan a <strong>la</strong> hacienda pública.<br />
Finalmente, tendríamos que preguntarnos si <strong>la</strong> denominación de <strong>la</strong>s reformas como modernización, en <strong>la</strong><br />
que se reconocen <strong>la</strong> mayoría de los países (ver Thoenig, 1988), supone alguna caracterización específica<br />
de <strong>la</strong>s mismas. Es fácil advertir que <strong>la</strong> expresión modernización no se utiliza en un sentido técnico, sino en<br />
un sentido más propio del lenguaje corriente, de amplio uso político y periodístico, que <strong>la</strong> identifica con los<br />
procesos de renovación, a través de <strong>la</strong> innovación tecnológica, productiva y organizativa (ver Gil Calvo,<br />
1995: 327). Así expresada, <strong>la</strong> idea modernización está llena de ambigüedad pudiendo alcanzar a cambios<br />
que no son verdaderas reformas y al revés: por un <strong>la</strong>do, por modernización puede entenderse un<br />
rejuvenecimiento físico o tecnológico, que no suponga un verdadero cambio institucional; y, por otro <strong>la</strong>do,<br />
puede ser difícil presentar como modernización una reforma dirigida a reforzar garantías o derechos<br />
fundamentales, normalmente alejada de <strong>la</strong> connotación de innovación científica o tecnológica de <strong>la</strong><br />
modernización.<br />
Sin embargo, a pesar de estas matizaciones, <strong>la</strong> intencionalidad y el contenido de los cambios que vamos a<br />
analizar no reve<strong>la</strong>n diferencias semánticas que permitan distinguir conceptualmente entre reforma y<br />
modernización. El cambio de significante, de reforma a modernización, obedece a razones<br />
fundamentalmente simbólicas y metodológicas: por un <strong>la</strong>do, romper con <strong>la</strong> percepción de fracaso asociada<br />
al movimiento anterior de reformas, acuñando una expresión con el atractivo de <strong>la</strong> novedad; por otro <strong>la</strong>do,<br />
distanciarse de <strong>la</strong> aproximación predominantemente formalista y normativa de <strong>la</strong> reforma, a <strong>la</strong> que se<br />
asociaba su déficit de imp<strong>la</strong>ntación. <strong>La</strong> modernización expresa, para nosotros <strong>la</strong> denominación comúnmente<br />
aceptada del ciclo de reformas administrativas abierto a partir de los cambios económicos y políticos que se<br />
manifiestan desde mediados de los setenta.<br />
11
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
4. LOS MODELOS QUE INSPIRAN EL CONTENIDO DE LAS REFORMAS: VISIONES COMPETITIVAS<br />
DE PROBLEMAS Y SOLUCIONES<br />
Una vez descritas <strong>la</strong>s intencionalidades y examinado el alcance y objeto de <strong>la</strong>s políticas de reforma vamos a<br />
dedicar este último apartado a analizar su contenido, es decir, <strong>la</strong>s nuevas disposiciones que introducen o<br />
aspiran a introducir en <strong>la</strong>s instituciones administrativas. Para este fin nos podemos ayudar de los<br />
documentos oficiales, así como de los cada vez más numerosos libros y artículos que ofrecen un<br />
descripción más o menos detal<strong>la</strong>da de los cambios en cada país. Una fuente de especial interés son <strong>la</strong>s<br />
publicaciones de <strong>la</strong> Unidad de Gestión Pública de <strong>la</strong> OCDE que junto a estudios monográficos sobre temas<br />
concretos, edita informes periódicos sobre <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong>s reformas en base a <strong>la</strong> contribución de sus<br />
corresponsales nacionales (1993 a 1995) y algún valioso documento de síntesis (1986).<br />
Como contrapartida, sigue siendo escasa <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración teórica sobre <strong>la</strong>s fuentes primarias. El déficit de<br />
marcos metodológicos y conceptuales solventes para <strong>la</strong> comparación de experiencias y el anglocentrismo<br />
de <strong>la</strong> literatura, ha dado pie a una cierta simplificación de <strong>la</strong>s conclusiones. <strong>La</strong>s reformas se han identificado<br />
mayoritariamente con un único modelo o doctrina, que se denomina "gerencialismo" (Pollit, 1990), "gestión<br />
empresarial de los servicios públicos" (Savoie, 1994) o, en <strong>la</strong> expresión más citada de todas, "new public<br />
management" (Hood, 1991).<br />
De acuerdo con esta interpretación monista de <strong>la</strong>s reformas, estas se caracterizarían por un espíritu<br />
antiburocrático y tras<strong>la</strong>darían a los servicios públicos <strong>la</strong>s técnicas de gestión que se utilizan en el mundo<br />
empresarial privado. Los contenidos comunes del new public management, de acuerdo con el análisis<br />
sintético de Hood (1996), serían los siguientes:<br />
• <strong>la</strong> atribución de un mayor poder discrecional de gestión a los directivos en <strong>la</strong> línea;<br />
• el establecimiento de objetivos e indicadores cuantitativos de los servicios prestados;<br />
• el control de <strong>la</strong> gestión a través de medidas de resultado;<br />
• <strong>la</strong> descentralización de <strong>la</strong>s organizaciones públicas en unidades autocontenidas;<br />
o <strong>la</strong> introducción de competencia entre organizaciones públicas y entre éstas y organizaciones<br />
privadas;<br />
o <strong>la</strong> utilización de técnicas y prácticas simi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong>s empleadas por el sector empresarial privado;<br />
• <strong>la</strong> aplicación de criterios de disciplina en <strong>la</strong> utilización de los recursos.<br />
Esta definición, como cualquier otra que pretenda establecer una idea unitaria del contenido de <strong>la</strong>s políticas<br />
de reforma o modernización, no sólo es difícil de justificar empíricamente, sino que además incurre<br />
fácilmente en dos simplificaciones. <strong>La</strong> primera consiste en situar en el mismo nivel de abstracción ideas que<br />
están en p<strong>la</strong>nos conceptuales diversos, como, por ejemplo, <strong>la</strong> descentralización de <strong>la</strong> gestión en unidades<br />
autocontenidas y <strong>la</strong> fijación de indicadores de resultado, cuando éstos últimos constituyen precisamente uno<br />
de los parámetros de diseño de <strong>la</strong> creación de estas unidades; otro tanto se podría decir de <strong>la</strong> dimensión<br />
consistente en aplicar técnicas empresariales, que podría situarse por encima de <strong>la</strong>s dos anteriores.<br />
<strong>La</strong> segunda simplificación consiste en identificar el contenido de <strong>la</strong>s reformas con un concepto genérico de<br />
management y contraponer management a burocracia. El management, puede considerarse como una<br />
disciplina o aproximación científica a <strong>la</strong> actividad estatal, pero no como un inventario de problemas y<br />
soluciones listo para ser aplicado. Si algo caracteriza <strong>la</strong> evolución del pensamiento de gestión es<br />
precisamente su acusada fragmentación en escue<strong>la</strong>s y corrientes de pensamiento que proponen modelos<br />
de razonamiento diferentes. Además, <strong>la</strong>s ciencias de <strong>la</strong> gestión han ido especializándose para tratar<br />
parce<strong>la</strong>s o sectores de <strong>la</strong> realidad con problemas específicos, ofreciendo prescripciones muy diferentes. Por<br />
último, contraponer management a burocracia supone ignorar el contenido esencialmente burocrático de <strong>la</strong>s<br />
escue<strong>la</strong>s pioneras y más influyentes en el desarrollo de esta disciplina, conocidas como management<br />
científico y técnico, que tanta repercusión tuvieron en el desarrollo de <strong>la</strong> Ciencia de <strong>la</strong> Administración, sobre<br />
todo en los Estados Unidos.<br />
Superar estas simplificaciones requiere un esfuerzo, en primer lugar, para encontrar categorías<br />
conceptuales, que permitan agrupar y ordenar los lemas y <strong>la</strong>s propuestas, que a menudo aparecen<br />
desordenadamente expuestas en los programas de reforma y en sus descripciones. Barze<strong>la</strong>y (1994: 11),<br />
por ejemplo, ha definido tres niveles de abstracción, "estrategia", "políticas" e "instrumentos", bajo los que<br />
reordena el contenido de varios trabajos comparativos sobre <strong>la</strong>s reformas (Savoie, 1994; Aucoin, 1990;<br />
Hood, 1990; Pollit, 1990; Schick, 1990 y Schwarz, 1994). <strong>La</strong> estrategia, que coincide con lo que nosotros<br />
vamos a denominar visión, es un modelo de intervención que sirve tanto describir, como para diagnosticar <strong>la</strong><br />
realidad e indicar posibles soluciones. <strong>La</strong>s políticas serían el conjunto de disposiciones con <strong>la</strong>s que se<br />
pretende transformar cada parte de <strong>la</strong> realidad administrativa, (<strong>la</strong>s estructuras, los recursos humanos, los<br />
procedimientos de gestión o <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con los destinatarios de los servicios). Por último, los instrumentos<br />
12
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
serían <strong>la</strong>s técnicas, prácticas y herramientas metodológicas con <strong>la</strong>s que se pretende hacer efectiva una<br />
política (por ejemplo, en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> políticas de recursos humanos, <strong>la</strong>s técnicas de remuneración,<br />
selección, evaluación, etc.).<br />
En segundo lugar, hay que hacer el esfuerzo de c<strong>la</strong>sificar <strong>la</strong> información empírica disponible sobre <strong>la</strong>s<br />
reformas en <strong>la</strong>s categorías del marco conceptual descrito. Este es el propósito del resto de este apartado,<br />
en el que identificaremos cuatro visiones diferentes de <strong>la</strong> reforma, fruto de <strong>la</strong> imposibilidad de caracterizar<br />
en un único modelo <strong>la</strong>s políticas de reforma de los países europeos en el período de tiempo examinado.<br />
Esta no es una conclusión original. Otros autores han defendido previamente <strong>la</strong> existencia de diferentes<br />
estrategias de reforma: Aucoin (1990) distingue entre un "paradigma" public choice y un paradigma<br />
gerencialista; Peters (1993), aunque los describe inicialmente como visiones, hab<strong>la</strong> de cuatro "modelos": de<br />
mercado, de participación, de flexibilidad y de desregu<strong>la</strong>ción. K<strong>la</strong>ges y Haubner (1992) distinguen entre<br />
estrategias de contractualización, de comunicación y una estrategia híbrida entre <strong>la</strong>s anteriores. Finalmente,<br />
Barze<strong>la</strong>y (1993) que, en un trabajo previo al anterior, se refiere a tres "visiones": burocrática, de p<strong>la</strong>nificación<br />
comprehensiva y gerencialista.<br />
A continuación, nos inclinamos por cuatro visiones, que se expondrán haciendo referencia a los<br />
antecedentes ideológicos en los que basan su razonamiento y describiendo brevemente sus propuestas en<br />
re<strong>la</strong>ción a cuatro componentes del tejido institucional público: <strong>la</strong>s estructuras, el empleo público, los<br />
procedimientos de gestión y <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos. <strong>La</strong>s visiones van a presentarse como<br />
competitivas, ante <strong>la</strong> evidencia de que se disputan <strong>la</strong> atención de los reformadores. Esto no significa que<br />
cada política de reforma se corresponda exactamente con todas <strong>la</strong>s propuestas de una de <strong>la</strong>s visiones. Lo<br />
más normal es que <strong>la</strong>s reformas puedan asociarse con una visión dominante, que les otorga su pauta<br />
central de intervención; ahora bien, es bastante común que los reformadores elijan los ingredientes que les<br />
atraen de distintas visiones sin reparar en su coherencia. De hecho, <strong>la</strong> recomendación de medidas<br />
contradictorias no es infrecuente en los programas de reforma.<br />
4.1 Visión garantista<br />
<strong>La</strong> visión garantista de <strong>la</strong> reforma tiene sus raíces en los ideales de libertad y justicia del Estado liberal de<br />
Derecho, que se tras<strong>la</strong>dan a <strong>la</strong> teoría jurídica del Estado y a <strong>la</strong> concepción weberiana de <strong>la</strong> organización<br />
administrativa. Su aspiración es lograr <strong>la</strong> plena juridicidad de <strong>la</strong> actuación de los poderes públicos como<br />
medio para evitar <strong>la</strong> arbitrariedad y garantizar los derechos y libertades políticas y económicas del orden<br />
social del liberalismo.<br />
Esta visión tiene como valor central <strong>la</strong> seguridad jurídica, cuya defensa persigue garantizar un marco de<br />
certidumbre en <strong>la</strong>s transacciones económicas que haga posible el pleno desarrollo de <strong>la</strong> actividad industrial<br />
y mercantil. El sometimiento de <strong>la</strong>s actuaciones públicas al Derecho salvaguarda <strong>la</strong> autonomía de los<br />
agentes económicos y les libra de exigencias arbitrarias. No es extraño, por tanto, que sea ésta <strong>la</strong> visión<br />
subyacente a <strong>la</strong>s reformas orientadas a luchar contra <strong>la</strong> corrupción cuyo efecto económico es el<br />
falseamiento del libre juego de <strong>la</strong> competencia e, incluso de <strong>la</strong>s políticas de liberalización que se dirigen a<br />
eliminar facultades discrecionales de los poderes públicos para intervenir en los mercados, produciendo<br />
incertidumbre o discriminando entre los operadores.<br />
<strong>La</strong> visión garantista promueve un modelo institucional dirigido a <strong>la</strong> aplicación objetiva y uniforme del<br />
ordenamiento jurídico. Una re<strong>la</strong>ción no exhaustiva de su modelo de problemas y soluciones sería <strong>la</strong><br />
siguiente:<br />
A) Estructuras de gobierno y administración<br />
Se basa en estructuras burocráticas orientadas a conseguir <strong>la</strong> unidad de criterios en el tratamiento de los<br />
problemas a través de una estricta integración jerárquica, basada en una línea de mando c<strong>la</strong>ra y directa y<br />
una estricta separación horizontal de funciones entre órganos. Junto a ello una tecnoestructura horizontal<br />
acumu<strong>la</strong> poderes de reg<strong>la</strong>mentación y autorización buscando <strong>la</strong> armonización de prácticas y decisiones.<br />
13
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Falta de c<strong>la</strong>ridad en <strong>la</strong> línea de mando * Estandarización de estructuras<br />
* Falta de unidad de criterios en <strong>la</strong> periferia * Centralización de decisiones<br />
* Confusión en <strong>la</strong> atribución de funciones * Especialización de funciones<br />
* Descoordinación entre departamentos * Creación de órganos colegiados<br />
* Excesiva autonomía de los departamentos * Reforzamiento de órganos horizontales<br />
B) Empleo público<br />
<strong>La</strong> política de empleo público está orientada a proteger <strong>la</strong> independencia y profesionalidad de los<br />
empleados públicos, tratando de ais<strong>la</strong>rles de dos riesgos que pondrían en peligro su objetividad: <strong>la</strong><br />
politización de sus decisiones y <strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>ción preferente a atender intereses personales o corporativos.<br />
Esto se pretende conseguir con un régimen jurídico específico y uniforme y <strong>la</strong> creación de una cultura<br />
basada en el esprit de corp.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Patronazgo y politización * Comisiones de control y acceso reg<strong>la</strong>do<br />
* Duplicidad de intereses * Incompatibilidades<br />
* Agravios comparativos por fragmentación de<br />
condiciones <strong>la</strong>borales<br />
* Unificación de condiciones de empleo<br />
* Corporativismo profesional * Socialización y formación común<br />
C) Procedimientos de decisión y control<br />
<strong>La</strong> anticipación de <strong>la</strong> realidad y <strong>la</strong> previsión de <strong>la</strong> única respuesta normativa posible son <strong>la</strong>s obsesiones de<br />
<strong>la</strong> visión burocrática para asegurar <strong>la</strong> predecibilidad de <strong>la</strong> acción pública. Los mecanismos consisten en<br />
reprimir el incumplimiento de <strong>la</strong>s normas y multiplicar <strong>la</strong> producción normativa para reducir al mínimo <strong>la</strong><br />
discrecionalidad, "caballo de Troya del Estado de Derecho". <strong>La</strong> consecuencia paradójica es que no hay peor<br />
enemigo de <strong>la</strong> seguridad jurídica que <strong>la</strong> inf<strong>la</strong>ción normativa.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Excesiva discrecionalidad operativa * Estandarización de comportamientos<br />
* Incumplimiento de normas (intervención /<br />
inspección)<br />
* Refuerzo de los órganos de control interno<br />
* Dispersión de trámites * Manualización y mecanización<br />
* Inseguridad jurídica por inf<strong>la</strong>ción normativa * Codificación y simplificación<br />
D) Re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos<br />
El ciudadano se identifica con el "administrado", pasivo y sumiso ante <strong>la</strong> Administración, pero titu<strong>la</strong>r de<br />
derechos e intereses preexistentes (en particu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> propiedad) que <strong>la</strong> Administración no puede<br />
ignorar y cuya plenitud se defiende por diversos procedimientos, cuya "c<strong>la</strong>ve de bóveda" es el control<br />
judicial.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Indefensión ante <strong>la</strong>s inmunidades del poder * Reforzamiento del control judicial<br />
* Desatención de intereses legítimos * Concepción procesal del procedimiento<br />
* Secretismo * Transparencia<br />
* Perjuicios por funcionamiento normal o anormal de<br />
los servicios<br />
* Responsabilidad patrimonial de <strong>la</strong> Administración<br />
14
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> reforma garantista, estrel<strong>la</strong> de buena parte de estas políticas en los años sesenta, está muy lejos de<br />
haber desaparecido del panorama europeo, conservando un indudable protagonismo en países como<br />
Alemania, Italia o España y, de forma más generalizada, en momentos de crisis políticas derivadas de<br />
casos de corrupción. Además, es una visión que puede asociarse a propuestas neoliberales, que defienden<br />
<strong>la</strong> sustitución íntegra de <strong>la</strong>s funciones públicas de propiedad, producción e incluso de financiación de los<br />
servicios por mecanismos regu<strong>la</strong>torios, que representan "una vuelta a los modos más tradicionales de<br />
intervención pública" (Muller y Wright, 1994: 10).<br />
En el caso de España, por ejemplo, <strong>la</strong> tradición dominante de <strong>la</strong> reforma administrativa responde a esta<br />
visión, procedente de <strong>la</strong>s leyes de finales de los cincuenta y principios de los setenta, que crearon en<br />
España <strong>la</strong>s bases de un Estado de derecho, que aunque no democrático, sí fue capaz de ofrecer <strong>la</strong><br />
seguridad jurídica necesaria al desarrollo económico que siguió al l<strong>la</strong>mado p<strong>la</strong>n de estabilización. Del mismo<br />
modo, <strong>la</strong>s primeras y últimas reformas del <strong>la</strong>rgo período de gobierno socialista llevan este sello: en su recta<br />
inicial tuvieron como finalidad reforzar <strong>la</strong>s incompatibilidades de los funcionarios y minar el corporativismo;<br />
en su recta final, fueron dirigidas a prevenir nuevos casos de corrupción en los altos cargos<br />
(incompatibilidades) y en <strong>la</strong> asignación de contratos públicos.<br />
También Italia ofrece medidas acordes con este modelo durante el Gobierno Amato, cuya filosofía consistió<br />
en "contener <strong>la</strong> posible arbitrariedad y garantizar <strong>la</strong> libertad de los ciudadanos" (Dente, 1995: 111), hecho<br />
que le hace calificar a este autor <strong>la</strong> reforma como "neo-tradicional". Del mismo modo Alemania, un país que<br />
durante los ochenta no pierde <strong>la</strong> confianza en sus estructuras administrativas, persevera en su<br />
perfeccionamiento burocrático-garantista con medidas dirigidas a mejorar <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> producción<br />
legis<strong>la</strong>tiva, a <strong>la</strong> codificación y simplificación normativa.<br />
Esta visión presenta, junto a indudables ventajas no pocos inconvenientes. Por una parte, el valor de<br />
libertad y justicia que representa <strong>la</strong> defensa de <strong>la</strong> seguridad jurídica está fuera de toda duda; ante<br />
organizaciones y prácticas preburocráticas, dominadas por <strong>la</strong> corrupción y <strong>la</strong> arbitrariedad <strong>la</strong>s medidas<br />
expuestas son necesarias y saludables. Pero, por otra parte, el modelo expuesto presenta dos graves<br />
inconvenientes cuando se pretende aplicar de manera uniforme a toda <strong>la</strong> Administración. El primero es <strong>la</strong><br />
inviabilidad de sus propuestas para alcanzar los fines que pretende ante <strong>la</strong> circunstancia de que existan<br />
funcionarios que se resistan a <strong>la</strong> aplicación objetiva de técnicas o reg<strong>la</strong>s generales; por ejemplo en<br />
actividades prestacionales, como <strong>la</strong> sanidad o <strong>la</strong> educación, <strong>la</strong> connotación negativa de <strong>la</strong> discrecionalidad<br />
es a <strong>la</strong> vez perjudicial e imposible de poner en práctica y <strong>la</strong> idea de administrado al que se ofrecen<br />
mecanismos de protección, por ejemplo, a un enfermo en una lista de espera, son bastante poco relevantes.<br />
El segundo inconveniente es su despreocupación por <strong>la</strong> racionalidad económica, basada en los valores de<br />
economía, eficacia y eficiencia, cuya realización puede verse perjudicada con <strong>la</strong> obsesión por el formalismo,<br />
<strong>la</strong>s estructuras homogéneas y <strong>la</strong> uniformización de <strong>la</strong>s condiciones de trabajo. <strong>La</strong> burocracia garantista es<br />
en el mejor de los casos una solución cara, cuando no cara e ineficaz al mismo tiempo; <strong>la</strong> reciente ley<br />
españo<strong>la</strong> de contratos proporciona un buen ejemplo de ambas perversiones.<br />
4.2 Visión eficientista<br />
<strong>La</strong> visión eficientista se corresponde con <strong>la</strong> aproximación del management científico o técnico que tiene<br />
como valor central <strong>la</strong> racionalidad económica en <strong>la</strong> conversión de los recursos en resultados. Con este fin<br />
surge el instrumental clásico de <strong>la</strong>s Ciencias de Gestión, que incluye <strong>la</strong>s técnicas de contabilidad y control<br />
de gestión, el presupuesto, el análisis financiero, <strong>la</strong> logística, <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> producción, de <strong>la</strong>s compras, de<br />
los inventarios, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación de puestos, <strong>la</strong> evaluación de cargas de trabajo, etc.<br />
<strong>La</strong> aplicación de <strong>la</strong> versión gerencial de <strong>la</strong> burocracia a los servicios públicos no ha sido sin embargo tan<br />
evidente como a <strong>la</strong>s organizaciones industriales. <strong>La</strong> ausencia de presiones competitivas y <strong>la</strong> abundancia de<br />
recursos ofrecen buena parte de <strong>la</strong>s razones. Barze<strong>la</strong>y (1993: 13) distingue entre el modelo europeo de<br />
burocracia pública, que pone el acento en el cumplimiento de <strong>la</strong>s normas, y el modelo americano, mucho<br />
más sensible a <strong>la</strong> lógica gerencial al desarrol<strong>la</strong>rse más en contacto con <strong>la</strong> expansión de <strong>la</strong> empresa<br />
industrial. De hecho, <strong>la</strong>s reformas que históricamente se re<strong>la</strong>cionan con esta visión, como el presupuesto<br />
por programas, el presupuesto base cero, <strong>la</strong>s técnicas de c<strong>la</strong>sificación y valoración de puestos de trabajo o<br />
<strong>la</strong> remuneración según el rendimiento tienen su origen en los Estados Unidos.<br />
Una de <strong>la</strong>s implicaciones del desarrollo de este modelo es <strong>la</strong> profesionalización de los directivos, titu<strong>la</strong>res<br />
del conocimiento de <strong>la</strong>s técnicas ligadas a <strong>la</strong> obtención de <strong>la</strong> racionalidad económica. Se produce <strong>la</strong><br />
separación entre propiedad y dirección y está última recibe una amplia autoridad para asignar recursos a<br />
resultados. Este desarrollo institucional ha permanecido ajeno al sector público, donde además de <strong>la</strong>s<br />
15
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
discrecionalidades técnicas, sólo se han reconocido facultades discrecionales en el poder político que no <strong>la</strong>s<br />
pone al servicio de <strong>la</strong> racionalidad económica.<br />
A) Estructuras de gobierno y administración<br />
<strong>La</strong>s estructuras ideales están presididas por <strong>la</strong> combinación óptima de <strong>la</strong>s economías de esca<strong>la</strong> en <strong>la</strong><br />
agrupación de puestos y unidades y <strong>la</strong>s economías de especialización en <strong>la</strong> diferenciación horizontal. Se<br />
favorece una lógica de agrupación del trabajo en grandes unidades productivas y de integración o<br />
externalización de actividades en función de criterios de coste.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Exceso de centros con iniciativa política de gasto * Supresión de ministerios y departamentos<br />
* Proliferación excesiva de órganos * Reducción de <strong>la</strong> estructura orgánica<br />
* Dispersión ineficiente de servicios comunes * Centralización de servicios comunes<br />
* Alto coste de <strong>la</strong> organización propia * Contratación externa<br />
* Insuficiente contenido económico de puestos de<br />
mando y directivos<br />
B) Empleo público<br />
* Potenciación de <strong>la</strong>s funciones directivas<br />
El empleo se percibe en términos de factor productivo a optimizar aplicando métodos científicos de<br />
organización del trabajo, como <strong>la</strong>s técnicas de análisis de cargas, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación y valoración de puestos o<br />
<strong>la</strong> aplicación de técnicas de `productividad a <strong>la</strong>s remuneraciones. Esto supone mantener <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>s<br />
ajustadas al máximo y vincu<strong>la</strong>r el sa<strong>la</strong>rio a <strong>la</strong> productividad.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Exceso de personal en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> carga de trabajo * Reducción de p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>s<br />
* Crecimiento de los sa<strong>la</strong>rios por encima de <strong>la</strong><br />
productividad<br />
* Desajustes entre tareas a realizar, puestos y<br />
remuneraciones<br />
C) Procedimientos de decisión y control<br />
* Vincu<strong>la</strong>ción parcial de <strong>la</strong>s remuneraciones al<br />
rendimiento<br />
* C<strong>la</strong>sificación y valoración de puestos<br />
Los procedimientos de gestión están sujetos a estándares de producción basados en el cálculo económico<br />
entre costes y resultados de <strong>la</strong> actividad. Para ello <strong>la</strong> información resulta imprescindible, abarcando costes,<br />
actividades y resultados, a través de sistemas contables e indicadores de gestión que ofrecen el cauce para<br />
el control de gestión que se ejerce desde órganos especializados en <strong>la</strong> tecnoestructura.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Desconocimiento de costes de <strong>la</strong>s actividades * Información contable de costes<br />
* Ausencia de objetivos de resultado * Fijación de objetivos cuantitativos<br />
* Falta de control por resultados * Reforzamiento de auditorías de gestión<br />
* Falta de criterios económicos en <strong>la</strong> asignación de<br />
recursos<br />
* Imprevisión del impacto presupuestario de políticas y<br />
programas<br />
D) Re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos<br />
* Análisis coste-beneficio<br />
* Evaluación económica anticipada<br />
<strong>La</strong> visión burocrático-eficientista concibe al ciudadano como el receptor de una prestación individualizada<br />
con contenido económico. El objetivo sería maximizar <strong>la</strong>s utilidades individuales con los recursos<br />
disponibles salvaguardando criterios de universalidad y equidad en el disfrute de <strong>la</strong>s prestaciones. Esto<br />
significa reconocer el potencial de que el ciudadano cubra parte del coste de los servicios, bien en dinero o<br />
16
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
con su propio trabajo; también puede suponer aplicar medidas de racionamiento o ap<strong>la</strong>zamiento de <strong>la</strong><br />
prestación ante un exceso de demanda insatisfecha.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Falta de conciencia de coste de los usuarios * Imposición de tarifas<br />
* Consumo excesivo de prestaciones * Racionamiento o ap<strong>la</strong>zamiento de servicios<br />
* Elevados costes de tramitación o prestación * Coproducción de servicios<br />
Esta visión está siendo practicada por <strong>la</strong>s reformas pragmáticas a <strong>la</strong>s que nos referíamos en el primer<br />
apartado. Francia, Italia, Alemania o España se afanan en equilibrar sus presupuestos con medidas de<br />
estas características. Sin embargo, <strong>la</strong> visión burocrático-eficientista comparte el racionalismo constructivista<br />
de <strong>la</strong> anterior, resultando muy difícil de poner en práctica ante el tamaño, <strong>la</strong> diversidad y pluralidad de <strong>la</strong><br />
Administración. Lo que se ha escrito sobre <strong>la</strong> experiencia fallida del presupuesto por programas (Zapico,<br />
1989), es extensible como crítica a esta visión. Ello no impide reconocer <strong>la</strong> necesidad de aplicar muchas de<br />
<strong>la</strong>s medidas citadas en una contexto de ajuste presupuestario duro, aunque sólo sirvan como remedio en el<br />
corto p<strong>la</strong>zo.<br />
4.3 Visión contractualista<br />
<strong>La</strong> visión contractualista de <strong>la</strong> gestión se caracteriza por ofrecer pautas antiburocráticas de gestión sin<br />
perder de vista <strong>la</strong> racionalidad económica en <strong>la</strong> asignación de recursos a resultados. Sus dos fuentes de<br />
inspiración ideológica son el pensamiento public choice, <strong>la</strong> estructura divisional de <strong>la</strong>s grandes empresas y<br />
<strong>la</strong> moderna teoría económica de <strong>la</strong> organización. Todas el<strong>la</strong>s coinciden en promover una alteración de <strong>la</strong>s<br />
reg<strong>la</strong>s institucionales que gobiernan <strong>la</strong>s grandes organizaciones, rompiendo <strong>la</strong> integración burocrática,<br />
mediante su descomposición en centros autónomos coordinados por resultados y que compiten en diverso<br />
grado entre ellos. De este modo, se favorece <strong>la</strong> adaptación de <strong>la</strong> gestión a <strong>la</strong>s circunstancias específicas de<br />
distintos mercados y comunidades y se promueve en los centros productores <strong>la</strong> responsabilización por el<br />
logro de resultados.<br />
<strong>La</strong> teoría public choice pone a su disposición <strong>la</strong> crítica económica a <strong>la</strong> burocracia y sus propuestas de<br />
restaurar el gobierno representativo frente a funcionarios que se visualizan como maximizadores de los<br />
presupuestos en su propio interés. <strong>La</strong> estructura divisional es <strong>la</strong> pauta organizativa que adoptan <strong>la</strong>s grandes<br />
corporaciones diversificadas con <strong>la</strong> finalidad de incrementar sus resultados reconociendo en sus modelos<br />
de gestión <strong>la</strong> diversa estructura institucional (de proveedores, competidores y clientes) que caracteriza los<br />
diferentes segmentos de mercado. <strong>La</strong> moderna economía de <strong>la</strong> organización aporta una revisión de <strong>la</strong>s<br />
posibilidades de mercados y jerarquías como mecanismos de coordinación, resaltando el potencial de<br />
incentivo de <strong>la</strong> competencia frente a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación burocrática en una asignación más eficiente de los<br />
recursos.<br />
<strong>La</strong> consecuencia es una visión centrada en sustituir <strong>la</strong> coordinación jerárquica en <strong>la</strong> asignación y gestión de<br />
los recursos basada en el monopolio de <strong>la</strong> oferta, por una coordinación contractual basada en una re<strong>la</strong>ción<br />
de competencia más o menos desarrol<strong>la</strong>da entre los proveedores, que dispondrían de autonomía de<br />
gestión. De aquí se derivarían, en principio, mayores estímulos para adaptar <strong>la</strong>s prestaciones a los deseos<br />
de los demandantes y una utilización más eficiente de los recursos.<br />
A) Estructuras de gobierno y administración<br />
<strong>La</strong> idea central es descomponer <strong>la</strong> burocracia en estructuras que representan los diferentes intereses en<br />
juego que, en lugar de confundirse entre ellos, adquieren un espacio propio desde el que defender su papel.<br />
Esta es <strong>la</strong> diferenciación entre representantes políticos y burócratas de <strong>la</strong> teoría public choice, entre<br />
propiedad y gestión en <strong>la</strong> estructura divisional o entre funciones de regu<strong>la</strong>ción, financiación y producción en<br />
<strong>la</strong> economía de <strong>la</strong> organización aplicada a los servicios públicos. Esto se concreta en un diseño institucional<br />
basado en separar el principal y el agente y articu<strong>la</strong>r su re<strong>la</strong>ción de forma contractual, como partes que<br />
negocian en posición de igualdad sus derechos y obligaciones.<br />
17
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Confusión de responsabilidades políticas y administrativas * Separación principal-agente<br />
* Deseconomías de esca<strong>la</strong> * Descentralización en unidades autónomas<br />
* Abuso de <strong>la</strong> posición de monopolio * Introducción de competencia<br />
* Separación de funciones interdependientes entre<br />
departamentos<br />
B) Empleo público<br />
* Agrupación según mercado<br />
Coherentemente con <strong>la</strong> política anterior esta visión rompe con <strong>la</strong> idea de una gestión centralizada de los<br />
recursos humanos, ya sea a través de un régimen jurídico común o de reg<strong>la</strong>s horizontales de c<strong>la</strong>sificación y<br />
valoración. Frente a ello cobra fuerza <strong>la</strong> figura de los directivos, que emergen como el gozne de articu<strong>la</strong>ción<br />
entre el principal-político y el agente-productor, siendo el responsable de hacer cumplir el contrato; esto<br />
supone un régimen específico para su acceso, remuneración y remoción y pautas de preparación y<br />
socialización que aseguren una sensación común de pertenencia. El resto del empleo, apenas si necesita<br />
observar normas comunes, quedando fragmentado en estatutos diferentes de acuerdo con <strong>la</strong>s<br />
características de su entorno de trabajo; ello significa romper con tabúes fuertemente interiorizados en <strong>la</strong><br />
Administración, como el agravio comparativo por <strong>la</strong> discriminación de <strong>la</strong>s condiciones <strong>la</strong>borales.<br />
Problemas percibidos<br />
* Indefinición de responsabilidades de gestión de<br />
recursos y de resultados<br />
* Inadaptación de <strong>la</strong>s condiciones de trabajo a <strong>la</strong>s<br />
necesidades<br />
* Descoordinación entre agencias por fragmentación<br />
de objetivos y culturas<br />
Soluciones propuestas<br />
* Creación de una función directiva profesional<br />
* Autonomía de gestión de personal de <strong>la</strong>s agencias<br />
* Preparación y socialización común de los directivos<br />
C) Procedimientos de decisión y control<br />
Los procedimientos de decisión y control están basados en una amplia autonomía del agente que, en el<br />
marco de ciertos límites, dispone de libertad para aplicar los recursos recibidos a los objetivos marcados por<br />
el principal; contractualmente, los recursos y <strong>la</strong> capacidad de gestionarlos con autonomía serían los<br />
derechos del contrato, mientras que los objetivos significarían <strong>la</strong>s obligaciones. Esta re<strong>la</strong>ción permite una<br />
tensión competitiva entre <strong>la</strong>s agencias que optan por <strong>la</strong> asignación de recursos del principal, estimu<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong><br />
utilización más eficiente de unos recursos cuya economía revertiría en <strong>la</strong> agencia y una vincu<strong>la</strong>ción a<br />
resultados de <strong>la</strong>s propuestas de gasto e inversión.<br />
El control se basa en verificar el grado en que el agente cumple los objetivos a los que se ha comprometido,<br />
mediante instrumentos de p<strong>la</strong>nificación y control por resultados. Esto supone unas condiciones mínimas de<br />
infraestructura administrativa y de comunicaciones entre principal y agente para evitar el riesgo de<br />
asimetrías de información entre ambos que reducirían <strong>la</strong> eficacia del control.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Inexistencia de dirección política sobre <strong>la</strong> gestión * Establecimiento de un mandato político explícito<br />
* Asignación histórica de recursos ajena a los<br />
objetivos<br />
* Presupuestación por objetivos<br />
* Desconocimiento de los resultados <strong>la</strong> gestión * Establecimiento de flujos normalizados de<br />
información<br />
* Falta de control por resultados * Control y auditorías de gestión<br />
* Falta de adaptación de <strong>la</strong> gestión a <strong>la</strong>s condiciones<br />
propias de <strong>la</strong> actividad<br />
* Autonomía operativa<br />
* Falta de incentivos para un gestión eficiente * Reversión de parte de <strong>la</strong>s mejoras el agente<br />
18
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
D) Re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos<br />
<strong>La</strong> idea de contrato se extiende también a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre el agente que proporciona los servicios y los<br />
ciudadanos que los reciben. Frente a <strong>la</strong> idea del administrado o del contribuyente, el ciudadano se reconoce<br />
más bien como un cliente y por tanto como titu<strong>la</strong>r del derecho a una prestación material específica e<br />
individualizada, cuyo incumplimiento debería ser compensado económicamente. Esto se combina con<br />
atribuir al cliente <strong>la</strong> posibilidad de salida y cambio de proveedor público o privado, estimu<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong><br />
competencia entre ellos y una forma diferente de responsabilidad.<br />
Problemas percibidos<br />
* Insatisfacción del usuario con el servicio del<br />
proveedor<br />
Soluciones propuestas<br />
* Libertad de elección<br />
* Despersonalización de los servicios * Segmentación de mercados<br />
* Indefinición del contenido y condiciones de los<br />
servicios<br />
* Codificación del contenido de <strong>la</strong>s prestaciones a que<br />
se tiene derecho<br />
* Inutilidad de <strong>la</strong>s rec<strong>la</strong>maciones por mal servicio * Compensaciones económicas por incumplimiemto<br />
Esta visión se ha practicado en <strong>la</strong>s políticas de reforma de numerosos Estados europeos. <strong>La</strong> creación de<br />
agencias ejecutivas en el Reino Unido, Ho<strong>la</strong>nda, Dinamarca, de centros de responsabilidad en Francia o de<br />
diversas formas de entes autónomos en España se re<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> misma. Sus ventajas se re<strong>la</strong>cionan con<br />
los estímulos que crean para <strong>la</strong> adaptación a los objetivos del principal y a <strong>la</strong>s necesidades de los<br />
destinatarios. Sus riesgos se re<strong>la</strong>cionan con <strong>la</strong>s tentaciones expansivas que conllevan y <strong>la</strong> posible<br />
desatención de interdependencias entre servicios y políticas públicas que recaen en agencias diferentes.<br />
4.4 Posburocracia adaptativa<br />
<strong>La</strong> que hemos l<strong>la</strong>mado posburocracia adaptativa es una visión cuyos antecedentes pueden situarse en al<br />
menos tres corrientes de pensamiento: en primer lugar, <strong>la</strong>s distintas ramas de <strong>la</strong> corriente de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
humanas en <strong>la</strong>s ciencias de gestión, incluyendo el movimiento de <strong>la</strong> cultura organizativa y <strong>la</strong> calidad; en<br />
segundo lugar, de <strong>la</strong> moderna sociología de <strong>la</strong>s organizaciones y su razonamiento antiburocrático; y, en<br />
tercer lugar de <strong>la</strong>s teorías políticas y jurídicas de <strong>la</strong> participación ciudadana y comunitaria en <strong>la</strong> acción<br />
pública.<br />
A diferencia de <strong>la</strong>s visiones anteriores que perciben <strong>la</strong> gestión como control o establecimiento de estándares<br />
para <strong>la</strong> verificación de objetivos predeterminados, <strong>la</strong> visión posburocrática se orienta a equiparar gestión con<br />
aprendizaje o lo que es lo mismo con <strong>la</strong> adquisición del conocimiento que haga posible el control. Esto se<br />
tras<strong>la</strong>da a sus políticas de estructuras, personas, procesos de gestión y re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos.<br />
A) Estructuras de gobierno y administración<br />
<strong>La</strong> idea de estructura es en esta visión el cauce para el aprendizaje. Esto supone que <strong>la</strong> estructura debe<br />
guardar un paralelismo con <strong>la</strong>s condiciones del entorno de trabajo de <strong>la</strong>s que depende este aprendizaje;<br />
esto supone <strong>la</strong> participación de los agentes internos y externos que pueden proporcionar información y<br />
conocimiento. También supone acomodar el ritmo de vida de <strong>la</strong>s estructuras a <strong>la</strong> dinámica de los<br />
problemas, evitando su petrificación en el tiempo.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Pérdida de sinergias por división rígida del trabajo * Coordinación no jerárquica<br />
* Incongruencia entre <strong>la</strong>s estructuras y los problemas * Estructuras ad hoc<br />
* Estructuras cerradas * Estructuras abiertas agentes externos/redes<br />
B) Empleo público<br />
Desde esta perspectiva, el empleo se percibe como el sistema de re<strong>la</strong>ciones humanas en el que se ejercen<br />
<strong>la</strong>s responsabilidades públicas. El funcionario público es percibido como un profesional dentro de un equipo<br />
y <strong>la</strong>s responsabilidades directivas se basan en suscitar su participación y compromiso con <strong>la</strong>s metas y<br />
objetivos de <strong>la</strong>s políticas públicas.<br />
19
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Separación rígida de tareas por puestos y personas * Enriquecimiento de puestos y co<strong>la</strong>boración en <strong>la</strong>s<br />
tareas<br />
* Desmotivación por falta de participación * Cauces locales de participación<br />
* Falta de adhesión de los objetivos colectivos * Incentivos por resultados conjuntos<br />
C) Procedimientos de decisión y control<br />
Si <strong>la</strong> gestión se entiende como aprendizaje, <strong>la</strong>s decisiones y el control se parecen a un proceso de prueba y<br />
error en el que hay una retroalimentación permanente. <strong>La</strong> discrecionalidad en el punto de encuentro,<br />
considerado <strong>la</strong> fuente principal de donde se extrae información y el control profesional de <strong>la</strong>s actuaciones<br />
sustituyen a <strong>la</strong> burocratización del comportamiento.<br />
Problemas percibidos<br />
* Distanciamiento entre el poder de decisión y el<br />
conocimiento para adoptar<strong>la</strong><br />
* Procedimientos estándares inadaptados a <strong>la</strong>s<br />
necesidades de los destinatarios<br />
Soluciones propuestas<br />
* Empowerment a <strong>la</strong> línea<br />
* Flexibilización de los procedimientos<br />
* Tratamiento impersonal y uniforme de los problemas * Favorecer <strong>la</strong> discrecionalidad en el punto de<br />
encuentro<br />
D) Re<strong>la</strong>ciones con los ciudadanos<br />
El ciudadano es percibido como partícipe de <strong>la</strong> acción pública, capaz de incidir con su comportamiento no<br />
tanto en <strong>la</strong> maximización de su propia utilidad, sino en <strong>la</strong> mejor cobertura de <strong>la</strong>s necesidades sociales. Su<br />
trascendencia como persona o como agrupación colectiva comunitaria (asociaciones) se proyecta tanto a <strong>la</strong><br />
e<strong>la</strong>boración como a <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación y evaluación de <strong>la</strong>s políticas públicas. Predomina una visión re<strong>la</strong>cional y<br />
no puramente transaccional de <strong>la</strong> interacción.<br />
Problemas percibidos<br />
Soluciones propuestas<br />
* Desconocimiento de <strong>la</strong>s necesidades * Sistemas comunitarios de escucha<br />
* Prestaciones definidas al margen de <strong>la</strong>s<br />
necesidades<br />
* Corresponsabilización de los ciudadanos en <strong>la</strong>s<br />
decisiones<br />
* Inexistencia de evaluación de los servicios * Participación en el control de los usuarios de<br />
servicios<br />
Esta visión es más teorizada retóricamente que practicada en <strong>la</strong> realidad. Todos los países hab<strong>la</strong>n de<br />
flexibilidad, de participación, de receptividad a los ciudadanos, pero en muchos casos ello es más aparente<br />
que real. Predomina una modernización de ventanil<strong>la</strong>, de renovación estética de los lugares de encuentro y<br />
los cauces de re<strong>la</strong>ción, que después no profundiza en el interior del modelo institucional. No obstante,<br />
Francia o Suecia ofrecen algunas interesantes experiencias en este terreno.<br />
5. CONCLUSIONES<br />
En el marco de tendencias de fondo convergentes, pero con causas inmediatas propias de cada país,<br />
hemos visto como un movimiento de cambios con efectos trascendentales sobre el perfil institucional y <strong>la</strong><br />
gestión del sector público recorre casi todos los Estados europeos, convirtiéndose en <strong>la</strong> tendencia<br />
internacional más sobresaliente en el panorama actual del Estado (Hood, 1991). <strong>La</strong> crisis económica de los<br />
setenta, al romper con el mito de un crecimiento ilimitado y sostenido, obliga a <strong>la</strong> revisión de <strong>la</strong>s políticas<br />
fiscales, lo que a su vez desencadena un examen más profundo del papel asumido por el Estado, de su<br />
organización y funcionamiento.<br />
<strong>La</strong> contradicción que supone <strong>la</strong> burocratización del bienestar, ya detectada con anterioridad, "pudo obviarse<br />
mientras el desarrollo económico y el incrementalismo del gasto social no han conocido límites" (Prats,<br />
1993: 139). Aquí se sitúa <strong>la</strong> diferencia esencial con <strong>la</strong>s tentativas de reforma de los sesenta y principios de<br />
los setenta, que, a pesar de anticipar estos problemas y ofrecer respuestas, se sustentaban en <strong>la</strong> visión de<br />
futuro de una élite académica y administrativa, careciendo del estímulo de presiones económicas<br />
20
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
inmediatas para captar <strong>la</strong> atención política. No en vano para Caiden (1991) <strong>la</strong>s transformaciones de estos<br />
años representan "<strong>la</strong> mayoría de edad de <strong>la</strong> reforma administrativa".<br />
<strong>La</strong>s transformaciones descritas, sin haber afectado dramáticamente al papel de los Estados europeos,<br />
suponen un cambio de tendencia. Con carácter retrospectivo bien podrá decirse, con Milward (1994) que "el<br />
poder de los Estados-nación europeos alcanzó su punto culminante a finales de los sesenta, considerando<br />
el período entre 1945 y 1968" o que el tercer cuarto del siglo representa el período de máximo apogeo de un<br />
modelo institucional de <strong>la</strong> acción pública, <strong>la</strong>s burocracias nacionales del bienestar (Dunsire y Hood, 1989).<br />
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24
ESTADOS CAPACES: Un Desafío de <strong>la</strong> Integración<br />
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Oscar OSZLAK<br />
Director del Programa de Postgrado en Administración Pública;<br />
Coordinador del Programa Especial de Investigación sobre Estado y<br />
Políticas Públicas, Universidad de Buenos Aires, ARGENTINA<br />
1. INTRODUCCION<br />
En buena parte del mundo, <strong>la</strong> última década ha sido testigo de transformaciones fundamentales, tanto en<br />
<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre los Estados y sus sociedades nacionales como en los patrones de organización<br />
económica y política en el p<strong>la</strong>no internacional.<br />
Fenómenos como <strong>la</strong> desregu<strong>la</strong>ción y apertura de mercados, el ajuste del Estado y <strong>la</strong> economía, <strong>la</strong><br />
desocupación y flexibilización <strong>la</strong>boral, <strong>la</strong> privatización de empresas y servicios públicos, <strong>la</strong> descentralización<br />
administrativa y <strong>la</strong> integración regional, han redefinido los roles tradicionales del Estado nacional -<br />
principalmente sus funciones benefactoras y empresarias- rep<strong>la</strong>nteando a <strong>la</strong> vez el papel del mercado, <strong>la</strong><br />
empresa privada, los actores y espacios supra-nacionales. Estos procesos han contribuido a conformar<br />
distintas modalidades de un capitalismo desorganizado y difuso, pero hegemónico respecto de otras formas<br />
de organización económica.<br />
A <strong>la</strong> vez, <strong>la</strong> historia reciente registra oleadas democratizadoras, luchas por nuevos derechos sociales,<br />
desequilibrios cada vez más profundos entre pobres y ricos (se trate de países o de c<strong>la</strong>ses sociales),<br />
recrudecimiento de <strong>la</strong> xenofobia y los fundamentalismos religiosos, fenómenos que también contribuyeron a<br />
transformar radicalmente <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociopolíticas dentro de, y entre, Estados nacionales.<br />
<strong>La</strong> reflexión académica sobre estos procesos ha avanzado mucho más lentamente que el ritmo de los<br />
cambios que se vienen operando, aún cuando <strong>la</strong> literatura se nutre permanentemente de nuevos aportes. El<br />
presente trabajo pretende contribuir a esta línea de reflexión, en re<strong>la</strong>ción a uno de los procesos antes<br />
enumerados, que registra una atención creciente en <strong>la</strong> agenda de los Estados nacionales: su capacidad<br />
institucional para afrontar los desafíos de <strong>la</strong> integración regional.<br />
El análisis del tema se sustenta en <strong>la</strong> evidencia empírica que reflejan los trabajos presentados a un taller<br />
internacional sobre el tema , algunas contribuciones recientes al estudio de <strong>la</strong>s transformaciones ocurridas<br />
en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones Estado-sociedad y mi experiencia personal en <strong>la</strong> aplicación de metodologías para el<br />
diagnóstico de <strong>la</strong> capacidad institucional del Estado. Por lo tanto, el trabajo no pretende ser exhaustivo ni<br />
reflejar el estado actual del conocimiento sobre el tema.<br />
Desde un punto de vista más operativo, el trabajo propone orientar el análisis de <strong>la</strong> capacidades estatales<br />
para <strong>la</strong> integración, hacia un enfoque que privilegie <strong>la</strong> singu<strong>la</strong>ridad de cada experiencia integradora y <strong>la</strong><br />
densidad de <strong>la</strong> trama social e institucional interviniente. Desde esta perspectiva, también p<strong>la</strong>ntea algunas<br />
reflexiones respecto a los efectos que tienen los actuales procesos de transformación estatal y social sobre<br />
el perfil profesional y <strong>la</strong>s exigencias de formación de los funcionarios involucrados en <strong>la</strong>s experiencias de<br />
integración regional.<br />
2. INTEGRACION REGIONAL Y DEMOCRACIA<br />
Existe suficiente evidencia para afirmar que <strong>la</strong> integración regional en América <strong>La</strong>tina cobró particu<strong>la</strong>r<br />
impulso sólo después que los países que integran <strong>la</strong> región lograron construir sistemas democráticos<br />
re<strong>la</strong>tivamente estables y poner en marcha profundos procesos de ajuste y reforma del Estado. ¿Podría<br />
afirmarse, a partir de esta constatación, que <strong>la</strong> vigencia de <strong>la</strong> democracia en los Estados miembros o <strong>la</strong><br />
continuidad de los esfuerzos de reforma estatal, son condiciones necesarias para sostener un esquema de<br />
integración entre esos Estados? En esta primera sección del trabajo exploraremos <strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>ción entre<br />
democratización e integración, para luego analizar <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre este último proceso y <strong>la</strong> reforma del<br />
Estado.<br />
No hay duda que <strong>la</strong> experiencia de democratización en nuestro continente ha sido <strong>la</strong> que sustenta con<br />
mayor fuerza <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> "tercera o<strong>la</strong>" de Huntington (1991). Sin embargo, esta experiencia no ha sido<br />
pareja, se cuestiona su efectiva vigencia y se expresan dudas acerca de su futuro. ¿De qué manera se<br />
encuentran asociadas democracia e integración? ¿En qué medida se vería afectado el proceso integrador<br />
25
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
por los avatares de <strong>la</strong>s aún incipientes democracias de <strong>la</strong> región? ¿Hasta qué punto es <strong>la</strong> consolidación<br />
democrática condición necesaria de <strong>la</strong> capacidad institucional del Estado para <strong>la</strong> integración?<br />
Para responder a estas preguntas, conviene repasar los interrogantes centrales que p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> reciente<br />
literatura sobre democracia en América <strong>La</strong>tina . Sostendré, al respecto, que sus preocupaciones caben<br />
cómodamente en tres cuestiones centrales: 1) ¿Pueden convivir <strong>la</strong> democracia y <strong>la</strong> crisis económica? 2)<br />
¿Son <strong>la</strong>s democracias existentes auténticas democracias? y 3) ¿Perdurará <strong>la</strong> democracia bajo <strong>la</strong>s críticas<br />
condiciones que actualmente experimentan varios países del continente? A mi juicio, esa literatura formu<strong>la</strong><br />
más preguntas abiertas que respuestas definitivas, pero es inevitable resumir sus p<strong>la</strong>nteamientos centrales<br />
para poder especu<strong>la</strong>r acerca de <strong>la</strong>s perspectivas que <strong>la</strong> cuestión democrática crea para el progreso de <strong>la</strong><br />
integración y el mejoramiento de <strong>la</strong>s capacidades de gestión de los gobiernos.<br />
Consideremos <strong>la</strong> primera pregunta: ¿Pueden convivir <strong>la</strong> democracia y <strong>la</strong> crisis económica? Hasta ahora,<br />
<strong>la</strong> evidencia empírica demuestra que pueden, habiéndose p<strong>la</strong>nteado un buen número de razones para<br />
explicar <strong>la</strong> viabilidad de esta "extraña pareja":<br />
• <strong>La</strong> democracia arribó cuando <strong>la</strong> crisis ya había emergido: los gobiernos militares fueron -en muchos<br />
casos- considerados responsables de <strong>la</strong>s crisis.<br />
• El espanto de <strong>la</strong> vida cotidiana bajo regímenes autoritarios condujo a observar a <strong>la</strong> democracia como <strong>la</strong><br />
única forma civilizada y convivible de organización social y política.<br />
• El liderazgo político jugó un papel decisivo en <strong>la</strong> creación del consenso social requerido para evitar<br />
cualquier retorno al autoritarismo.<br />
• <strong>La</strong> ciudadanía acabó descubriendo que el cuarto oscuro es un poderoso instrumento para reemp<strong>la</strong>zar a<br />
los gobiernos que demuestran escaso éxito en satisfacer demandas sociales.<br />
• Coaliciones más fuertes entre los gobiernos de turno y el gran capital, y <strong>la</strong> simultánea declinación del<br />
poder de los sindicatos y otras organizaciones corporativas, ha tendido a reducir <strong>la</strong> vulnerabilidad<br />
política frente a <strong>la</strong>s demandas sociales.<br />
• Los partidos de derecha, alineados con los más tradicionales de centro y centro izquierda, han<br />
encontrado nuevos canales de expresión política que tornan ahora innecesario su apoyo a regímenes<br />
militares.<br />
• El Poder Ejecutivo ha ganado una renovada fuerza como actor político. El sistema de contrapesos entre<br />
los poderes puede haberse resentido pero, ciertamente, un proceso de toma de decisiones uni<strong>la</strong>teral y<br />
sumamente expeditivo ha posibilitado <strong>la</strong> introducción de profundos cambios económicos y sociales, sea<br />
cual fuere <strong>la</strong> evaluación político-ideológica que los mismos merezcan.<br />
• Los poderes extranjeros han jugado un rol principalísimo en el mantenimiento de <strong>la</strong>s instituciones<br />
democráticas, especialmente a través de <strong>la</strong> utilización de medios financieros y diplomáticos.<br />
Por supuesto, no todos estos factores son aplicables a cualquier experiencia ais<strong>la</strong>da. Combinaciones<br />
particu<strong>la</strong>res de estos factores podrían explicar <strong>la</strong> coexistencia de <strong>la</strong> democracia y <strong>la</strong> crisis en diferentes<br />
países de <strong>la</strong> región.<br />
Sin embargo, existen signos de que <strong>la</strong>s jóvenes democracias no han adquirido totalmente características<br />
democráticas, lo cual ha conducido a diversos autores a p<strong>la</strong>ntear nuestra segunda pregunta: ¿Son los<br />
regímenes vigentes en América <strong>La</strong>tina auténticas democracias? De nuevo, distintos argumentos han<br />
intentado demostrar que, al menos en ciertos países, <strong>la</strong>s democracias existen sólo en los papeles:<br />
• <strong>La</strong>s elecciones se han convertido meramente en una formalidad: los patrones autoritarios y <strong>la</strong><br />
dominación tecnocrática sobreviven, convirtiendo a <strong>la</strong> democracia en una farsa.<br />
• En varios países, el poder militar se ha mantenido incólume y <strong>la</strong> vida política sigue dependiendo en gran<br />
medida de los devaneos y el comportamiento de <strong>la</strong>s fuerzas armadas.<br />
• Regímenes personalistas y coercitivos, basados a menudo en un sistema partidario hegemónico, siguen<br />
siendo una escena familiar en América <strong>La</strong>tina.<br />
• Los actores tradicionales de <strong>la</strong> democracia (v.g. par<strong>la</strong>mento, partidos, sindicatos, asociaciones<br />
empresarias) han perdido poder a manos de los grupos económicos más concentrados, los tecnócratas<br />
y los políticos venales.<br />
• <strong>La</strong> corrupción generalizada, el patronazgo estatal y <strong>la</strong>s prácticas adscriptivas continúan demostrando el<br />
arraigo de una cultura política c<strong>la</strong>ramente resistente al desarrollo de <strong>la</strong>s instituciones democráticas.<br />
Esta caracterización puede no ser estrictamente representativa de <strong>la</strong>s democracias existentes en <strong>la</strong> región<br />
pero, ciertamente, muchos de los rasgos descritos son aplicables en numerosos casos.<br />
<strong>La</strong>s circunstancias examinadas hasta este punto sugieren una pregunta final inevitable: ¿Sobrevivirá <strong>la</strong><br />
democracia en América <strong>La</strong>tina bajo estas condiciones? Obviamente, es mucho más sencillo especu<strong>la</strong>r<br />
acerca de <strong>la</strong>s razones de <strong>la</strong> perdurabilidad de <strong>la</strong> democracia durante tiempos de crisis o identificar rasgos<br />
26
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
no democráticos en los regímenes existentes que predecir el posible desenvolvimiento de procesos políticos<br />
y sus probables consecuencias sobre el futuro de <strong>la</strong> democracia. Además, no es posible ofrecer una<br />
respuesta global a una pregunta que reúne en su p<strong>la</strong>nteamiento a países con enormes diferencias en sus<br />
niveles de modernización, movilidad social, cultura política y grado de institucionalización democrática.<br />
<strong>La</strong> literatura reciente registra una mezc<strong>la</strong> de respuestas optimistas y pesimistas. Los autores consideran, en<br />
general, que <strong>la</strong>s perspectivas de una creciente consolidación democrática dependen de:<br />
• El grado de consenso social y <strong>la</strong> fortaleza que demuestre el sistema de partidos para <strong>la</strong> formación de<br />
coaliciones, <strong>la</strong> negociación política y <strong>la</strong> renovación del liderazgo.<br />
• El grado en que los partidos de izquierda y derecha sean capaces de anticipar y evitar <strong>la</strong>s<br />
consecuencias desestabilizantes resultantes de adoptar decisiones políticas orientadas a <strong>la</strong> ciega<br />
promoción de intereses sectoriales o de c<strong>la</strong>se.<br />
• El poder remanente de <strong>la</strong> institución militar y el grado de control que <strong>la</strong>s fuerzas armadas aún ejercen<br />
sobre los gobiernos democráticamente elegidos.<br />
• <strong>La</strong>s perspectivas de superar algunos cuellos de botel<strong>la</strong> críticos que condicionan fuertemente el proceso<br />
de crecimiento económico, particu<strong>la</strong>rmente <strong>la</strong>s bajas tasas de inversión privada, <strong>la</strong> vo<strong>la</strong>tilidad del capital<br />
"golondrina" y el pesado servicio de <strong>la</strong> deuda externa.<br />
• <strong>La</strong>s posibilidades de satisfacer <strong>la</strong>s demandas de una agenda social explosiva a medida que <strong>la</strong>s políticas<br />
de ajuste continúen aplicándose impiadosamente, <strong>la</strong>s condiciones materiales de vida de los pobres<br />
sigan deteriorándose, <strong>la</strong>s expectativas crezcan y <strong>la</strong> existencia de una escena pública abierta cree<br />
condiciones para el advenimiento de nuevas formas de regímenes autoritarios-civiles de cuño<br />
nacionalista.<br />
Es innecesario seña<strong>la</strong>r que cualquier perspectiva teórica sobre el futuro de <strong>la</strong> democracia debe considerar <strong>la</strong><br />
extraordinaria incertidumbre de este proceso, preñado de sorpresas y difíciles dilemas (O'Donnell, Schmitter<br />
y Whitehead, 1988). Ninguna especu<strong>la</strong>ción seria puede basarse sobre <strong>la</strong> necesidad de reunir condiciones<br />
estrictas o prerrequisitos inevitables para alcanzar un estadio particu<strong>la</strong>r de democratización. <strong>La</strong>s recientes<br />
transiciones demuestran que <strong>la</strong> democracia es un proceso en el cual, tanto <strong>la</strong>s condiciones estructurales<br />
adversas como <strong>la</strong>s decisiones estratégicas que adoptan los actores políticos en un contexto fuertemente<br />
restringido, son igualmente relevantes para los posibles resultados de estos patrones interactivos.<br />
Para retomar e intentar responder nuestra pregunta pendiente, es probable que los procesos de integración<br />
resulten altamente vulnerables -en cuanto a su viabilidad- a <strong>la</strong> interrupción de <strong>la</strong> institucionalidad<br />
democrática en uno o más de los Estados miembros, ya que <strong>la</strong> vigencia de <strong>la</strong> democracia es uno de los<br />
supuestos de <strong>la</strong> construcción y continuidad de estos esquemas integradores. Sin embargo, podría afirmarse<br />
que así como <strong>la</strong> democratización al<strong>la</strong>nó el camino para iniciar o profundizar el diálogo integracionista entre<br />
los Estados que abrazaron el régimen democrático, del mismo modo parecería ahora que los avances<br />
producidos en los esquemas integradores pueden operar como un dique de contención -o, al menos, como<br />
un importante factor disuasivo- de eventuales aventuras golpistas, como bien lo demuestra <strong>la</strong> reciente<br />
experiencia paraguaya .<br />
3. INTEGRACION REGIONAL Y REFORMA DEL ESTADO<br />
<strong>La</strong> segunda re<strong>la</strong>ción significativa respecto al tema de este trabajo es <strong>la</strong> que se establece entre integración<br />
regional y reforma estatal. Históricamente, <strong>la</strong> formación de los Estados nacionales en América <strong>La</strong>tina implicó<br />
<strong>la</strong> expropiación de funciones antes reservadas a otras instancias articu<strong>la</strong>doras de <strong>la</strong> sociedad (v.g. familia,<br />
asociaciones de caridad, Iglesia, Cabildos locales) y su conversión en materia propia de esa nueva forma de<br />
dominación que crecía a <strong>la</strong> par de <strong>la</strong> expansión de sus ámbitos de intervención social (Osz<strong>la</strong>k, 1978, 1981).<br />
Durante casi un siglo y medio, ese proceso de crecimiento no se detuvo, prolongándose en <strong>la</strong> conformación<br />
de aparatos estatales subnacionales cada vez más extendidos.<br />
Hoy, los Estados nacionales <strong>la</strong>tinoamericanos afrontan un rep<strong>la</strong>nteo de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego que gobiernan<br />
sus re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong> sociedad civil, así como con otros Estados y sociedades nacionales. <strong>La</strong><br />
transformación parece estar adquiriendo tal relieve que, a veces, más que un cambio en <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s<br />
parecería que lo que también cambia es el juego mismo. Hasta es posible que los propios atributos de <strong>la</strong><br />
"estatidad" -<strong>la</strong> condición de ser Estado- se estén modificando en el proceso.<br />
Un aspecto c<strong>la</strong>ve de esta transformación es el corrimiento de <strong>la</strong>s fronteras funcionales entre estas diversas<br />
esferas. Así, se observa por una parte que ciertos actores de fuerte gravitación económica, organizaciones<br />
no gubernamentales e instancias estatales sub-nacionales se están haciendo cargo de crecientes<br />
responsabilidades en <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> cosa pública, mientras que una nueva trama de actores<br />
supranacionales -gobiernos y empresas extranjeras, conglomerados multinacionales, organismos<br />
27
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
multi<strong>la</strong>terales- parece restringir o condicionar cada vez más, a través de sus estrategias y acciones, los<br />
espacios de decisión autónoma de los Estados nacionales.<br />
El primero de estos procesos se manifiesta a través de <strong>la</strong> descentralización del Estado y <strong>la</strong> privatización de<br />
empresas y servicios públicos. <strong>La</strong> primera supone <strong>la</strong> transferencia a gobiernos subnacionales (regiones,<br />
provincias, estados, departamentos, municipios) de <strong>la</strong> responsabilidad de producir bienes, prestar servicios<br />
o establecer regu<strong>la</strong>ciones que hasta hace poco eran monopolio exclusivo del nivel nacional de gobierno. <strong>La</strong><br />
segunda, <strong>la</strong> renuncia del Estado nacional al desempeño de su tradicional rol empresario, transfiriendo esta<br />
responsabilidad al sector privado o, a veces, a empresas públicas extranjeras.<br />
En conjunto, <strong>la</strong> descentralización y <strong>la</strong> privatización -a todas luces, aspectos complementarios de un mismo<br />
proceso- producen un vaciamiento funcional de <strong>la</strong>s gestiones de prestación directa de bienes y servicios por<br />
parte del Estado nacional y el consiguiente achicamiento de su aparato institucional antes responsable de<br />
<strong>la</strong>s mismas.<br />
El segundo proceso se refiere a un fenómeno que años atrás denominara <strong>la</strong> "internacionalización del<br />
Estado" (Osz<strong>la</strong>k, 1983), es decir, el creciente grado de apertura y vulnerabilidad de los Estados nacionales<br />
de <strong>la</strong> región a <strong>la</strong>s fuerzas y presiones del contexto internacional . Esta "internacionalización", en verdad,<br />
alcanza tanto al Estado como a <strong>la</strong> sociedad e introduce en sus respectivas agendas, problemáticas y pautas<br />
de asignación de recursos que responden a proyectos y criterios de racionalidad no necesariamente<br />
compatibles con intereses estrictamente nacionales.<br />
<strong>La</strong> integración regional parece corresponder a una de <strong>la</strong>s formas con que se manifiesta este proceso de<br />
internacionalización. Sin embargo, conviene marcar algunos de sus rasgos distintivos, para evitar caer en<br />
un reduccionismo que observaría a <strong>la</strong> integración como un aspecto más de lo que hoy se denomina<br />
"globalización". Best (1995) parece aceptar esta subsunción al preguntarse si no corresponde caracterizar <strong>la</strong><br />
realidad actual como globalización, y considerar a <strong>la</strong> "integración" económica como un fenómeno desatado<br />
por <strong>la</strong>s fuerzas del mercado más que promovido por el Estado. En esta visión, los esquemas regionales de<br />
comercio preferencial serían, en el mejor de los casos, etapas temporarias en el proceso de establecer un<br />
comercio internacional libre.<br />
En mi opinión, <strong>la</strong> globalización sería a <strong>la</strong>s explicaciones deterministas lo que <strong>la</strong> integración regional a <strong>la</strong>s<br />
voluntaristas. <strong>La</strong>s fuerzas que explican <strong>la</strong> globalización -concepto polisémico, si los hay- son mucho más<br />
abarcativas, poderosas y complejas que <strong>la</strong>s que gobiernan el comercio internacional. Existe, hoy, una<br />
"agenda mundial" que se compone -entre otras- de cuestiones re<strong>la</strong>tivas a <strong>la</strong>s migraciones, el medio<br />
ambiente, el terrorismo, <strong>la</strong> corrupción, el tráfico de estupefacientes, <strong>la</strong> revolución comunicacional, los<br />
movimientos de capital golondrina y los mercados financieros on-line. Todas estas cuestiones tienen un<br />
elemento en común: borran <strong>la</strong>s fronteras nacionales, que se vuelven móviles y porosas o, simplemente, se<br />
disuelven ante <strong>la</strong>s nuevas formas que adopta el intercambio e interre<strong>la</strong>ción entre fuerzas y actores tan<br />
poderosos.<br />
<strong>La</strong> globalización representa, entonces, <strong>la</strong> explosión de <strong>la</strong> complejidad y <strong>la</strong> incertidumbre. Para los Estados<br />
nacionales, supone <strong>la</strong> necesidad de contrarrestar algunos de sus efectos, de anc<strong>la</strong>r algunas de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s<br />
que gobiernan esta nueva dinámica, en un intento por ganar previsibilidad y visibilidad de consecuencias.<br />
Se trata de una lucha desigual porque, en última instancia, <strong>la</strong> nueva agenda mundial parece originarse, en<br />
gran parte, en <strong>la</strong>s nuevas modalidades que ha adquirido el sistema capitalista como patrón dominante de<br />
organización social, lo cual sobrepasa <strong>la</strong> capacidad de control individual por parte de un determinado<br />
Estado nacional . En este contexto, <strong>la</strong> integración regional puede ser vista como una manifestación de<br />
voluntarismo no resignado, como una concatenación de acciones deliberadas y conjuntas, llevadas a cabo<br />
por dos o más Estados nacionales, para resolver algunas de <strong>la</strong>s restricciones o efectos indeseables de una<br />
globalización tan determinante. En tal sentido, <strong>la</strong> integración no sería una manifestación más de <strong>la</strong><br />
globalización sino, justamente, su opuesto, es decir, un intento de ordenar fronteras adentro, el impacto de<br />
un mundo sin fronteras.<br />
Lo expresado, sin embargo, no da cuenta totalmente de <strong>la</strong> distinción que se pretende establecer<br />
conceptualmente. Si bien <strong>la</strong> integración trasciende <strong>la</strong>s fronteras nacionales, hecho que le otorga a esta<br />
cuestión un carácter diferente al de otras cuestiones más propiamente nacionales, también incorporadas a<br />
<strong>la</strong> agenda estatal, en el origen de muchas de estas últimas <strong>la</strong> presión internacional ha tenido un efecto<br />
determinante. Sólo para citar un par de ejemplos, así ocurrió con <strong>la</strong> Alianza para el Progreso, generadora de<br />
<strong>la</strong> gran mayoría de <strong>la</strong>s iniciativas de creación de instituciones de reforma agraria. O con <strong>la</strong> creación de los<br />
Consejos o agencias de desarrollo económico, promovidas en gran medida por el Banco Mundial en los<br />
años 50 y 60.<br />
28
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Con esto se quiere destacar el papel decisivo de <strong>la</strong> presión internacional en <strong>la</strong> conformación de <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones de fuerza al interior de los Estados y de <strong>la</strong>s propias sociedades nacionales. Esa presión es casi<br />
siempre selectiva: apunta a fortalecer a determinados actores sociales o estatales y a debilitar a aquéllos<br />
que defienden intereses opuestos. El juego de los "anillos burocráticos", que tan bien describiera Cardoso<br />
(1972), se extiende de este modo a un p<strong>la</strong>no supranacional, tornando mucho más complejas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
entre agencias estatales, cliente<strong>la</strong>s locales y lobbies foráneos de distinta naturaleza.<br />
Una manera de distinguir "esta otra" frontera, vulnerable a fuerzas internacionales más "institucionalizadas"<br />
(llámese Iniciativa para <strong>la</strong>s Américas, Fondo Monetario Internacional, OTAN (Organización del Tratado del<br />
Atlántico Norte), Foros, Consejos o lobbies supranacionales organizados), es ape<strong>la</strong>ndo a <strong>la</strong> noción, ya<br />
utilizada, de "internacionalización del Estado". Desde cierta óptica, este proceso podría verse como un<br />
aspecto más de <strong>la</strong> globalización. <strong>La</strong> diferencia, a mi juicio, estriba en que los efectos de esta última son más<br />
omnipresentes y menos visibles, en tanto que los derivados de <strong>la</strong> internacionalización, en el sentido<br />
expresado, pueden atribuirse con mayor facilidad a actores y decisiones concretas (v.g. condicionalidades<br />
de organismos financieros internacionales, presiones de gobierno a gobierno sobre legis<strong>la</strong>ción en materia<br />
de patentes medicinales o de control del narcotráfico, posiciones conjuntas sobre aborto o derechos<br />
humanos).<br />
Hechas estas distinciones, corresponde retomar el tema de <strong>la</strong> integración regional y su re<strong>la</strong>ción con los<br />
nuevos rasgos que están adquiriendo los Estados nacionales de <strong>la</strong> región. En cierto modo, podría afirmarse<br />
que los procesos de integración regional que se han producido en <strong>la</strong>s últimas décadas han implicado <strong>la</strong><br />
enajenación de <strong>la</strong> capacidad de decisión uni<strong>la</strong>teral de los Estados nacionales sobre ciertos aspectos de <strong>la</strong><br />
gestión pública, que anteriormente estaban sometidos a su exclusivo arbitrio. A pesar de tratarse de un<br />
sometimiento voluntario, <strong>la</strong> integración supone igualmente resignar una porción del poder de decisión con el<br />
fin de promover intereses nacionales cuya realización podría encontrar en <strong>la</strong> integración un medio idóneo.<br />
Cuando a esta semi-delegación de poderes a una instancia supranacional de negociación se le suma <strong>la</strong><br />
vulnerabilidad que simultáneamente producen <strong>la</strong> internacionalización y <strong>la</strong> globalización, resulta evidente que<br />
los Estados nacionales ven crecientemente coartada su autonomía decisoria, tanto en re<strong>la</strong>ción a los asuntos<br />
externos como a los de su propia agenda interna. Pero como a <strong>la</strong> vez, los Estados nacionales están<br />
transfiriendo recursos y facultades decisorias a gobiernos subnacionales y a operadores económicos<br />
privados, también en esta dimensión interna de su gestión están perdiendo competencias y capacidades<br />
decisorias. Paradójicamente, entonces, <strong>la</strong> descentralización y <strong>la</strong> internacionalización operan como una pinza<br />
reductora de los espacios de decisión autónoma de los Estados nacionales.<br />
4. AGENDA DE LA INTEGRACION REGIONAL<br />
Ubicados los procesos de integración en el contexto más global de <strong>la</strong> redemocratización, <strong>la</strong> reforma del<br />
Estado y <strong>la</strong>s tendencias hacia <strong>la</strong> sub- y supra-nacionalización de <strong>la</strong>s decisiones estatales, corresponde<br />
analizar el impacto de estos procesos sobre <strong>la</strong> agenda emergente de <strong>la</strong> integración regional.<br />
Integrarse supone un cambio de reg<strong>la</strong>s de juego en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones económicas, políticas, culturales o<br />
tecnológicas entre Estados nacionales que, por distintas razones, consideran que los intereses de sus<br />
países y los del conjunto, se verán beneficiados por <strong>la</strong> común adopción de esas nuevas reg<strong>la</strong>s. En teoría, al<br />
menos, <strong>la</strong> integración es un juego de suma positiva y no un juego suma cero.<br />
Pero integrarse supone también, para los Estados involucrados, ingresar a una lógica de re<strong>la</strong>ción cuyos<br />
instrumentos (tratados, acuerdos, mercados comunes, par<strong>la</strong>mentos multinacionales u otras formas de<br />
articu<strong>la</strong>ción supranacional) modifican y delimitan los propios ámbitos de actuación de su aparato<br />
institucional.<br />
Desde una visión simplista podría suponerse que <strong>la</strong> integración demanda meramente <strong>la</strong> dilución de <strong>la</strong><br />
presencia estatal o <strong>la</strong> eliminación de algunas de sus funciones. Ciertamente, sería admisible que <strong>la</strong><br />
responsabilidad por el tratamiento y resolución de <strong>la</strong>s cuestiones propias de <strong>la</strong> nueva agenda creada por los<br />
acuerdos de integración, fuera transferida a una organización multinacional separada, que luego actuara<br />
con independencia de los miembros que <strong>la</strong> forman.<br />
Pero bien sabemos que <strong>la</strong> integración exige nuevas y variadas capacidades de gestión pública a nivel<br />
nacional. En principio, se necesitan mecanismos de vigi<strong>la</strong>ncia y control que garanticen el cumplimiento de<br />
<strong>la</strong>s obligaciones recíprocas asumidas por todos los participantes del proceso. Best (1995) destaca que aún<br />
los procesos de integración menos ambiciosos, además de elementos de "integración negativa" -tales como<br />
remoción de barreras-, requieren elementos de "integración positiva" que incluyan <strong>la</strong> adopción de reg<strong>la</strong>s y<br />
29
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
políticas comunes, acuerdos sobre regu<strong>la</strong>ciones técnicas, certificaciones, prácticas comerciales, resolución<br />
de conflictos, etc. En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong> menor intervención estatal derivada de <strong>la</strong> supresión o reducción de<br />
controles, queda re<strong>la</strong>tivizada -o incluso contrarrestada- por <strong>la</strong> necesidad de desarrol<strong>la</strong>r mecanismos de<br />
manejo de información, de verificación del cumplimiento de los compromisos y otras exigencias del proceso<br />
integrador.<br />
En los hechos, <strong>la</strong> integración tiende a crear nuevas formas de intervención estatal, con su correspondiente<br />
soporte institucional, lo cual suele despertar inquietudes sobre el riesgo de caer en formas burocratizadas<br />
de conducción y gestión de estos procesos. Echebarría (1995) extiende estos temores a los propios<br />
procesos de reforma estatal que, a su juicio, acompañan -o debieran acompañar- a los de integración<br />
regional . No obstante, estos últimos no pueden florecer sin un grado suficiente de capacidad burocrática,<br />
que exhiba una mínima congruencia entre los niveles de gestión nacional y supranacional (Mools, 1993).<br />
<strong>La</strong> experiencia europea sugiere, precisamente, que <strong>la</strong> profundización de <strong>la</strong> integración no significa<br />
necesariamente que el rol práctico de <strong>la</strong>s administraciones nacionales pierda importancia. El avance de los<br />
procesos de integración no sólo exige de <strong>la</strong>s administraciones nacionales estar en condiciones de garantizar<br />
<strong>la</strong> efectividad de <strong>la</strong> implementación de los acuerdos supranacionales a nivel nacional sino también de<br />
participar en <strong>la</strong> toma de decisiones y en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación a nivel regional.<br />
Al considerar los temas que aparecen en <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong> integración y sus consecuencias sobre <strong>la</strong>s<br />
capacidades nacionales de coordinación y gestión, <strong>la</strong> situación <strong>la</strong>tinoamericana muestra una gran variedad<br />
de cuestiones. Para cada país, <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong> agenda depende de innumerables factores históricos,<br />
diplomáticos, económicos o políticos , aunque no debe perderse de vista que <strong>la</strong> agenda "externa" genera y/o<br />
modifica <strong>la</strong> agenda "interna".<br />
En efecto, así como puede hab<strong>la</strong>rse de una agenda de <strong>la</strong> integración, también existe otra derivada de <strong>la</strong><br />
integración. Una vez logrados los acuerdos, <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong> integración se compone fundamentalmente de<br />
aquél<strong>la</strong>s cuestiones que surgen del proceso de implementación de esos acuerdos: incumplimiento de<br />
p<strong>la</strong>zos, falta de adopción de medidas por parte de países miembros, decisiones sobre nuevas<br />
incorporaciones de países a los acuerdos, y así sucesivamente. De por si, el manejo de estos temas supone<br />
el desarrollo de ciertas capacidades de negociación y gestión por parte de los diversos países participantes.<br />
Pero <strong>la</strong>s nuevas reg<strong>la</strong>s crean a los países nuevos compromisos, redefiniendo profundamente el marco<br />
habitual de re<strong>la</strong>ciones socio-económicas en el p<strong>la</strong>no interno. De este modo, <strong>la</strong> agenda externa tiende a<br />
producir <strong>la</strong> incorporación de nuevas cuestiones socialmente problematizadas a <strong>la</strong> agenda interna de cada<br />
país, lo cual presupone capacidades mucho más desarrol<strong>la</strong>das y complejas para resolver<strong>la</strong>s. <strong>La</strong><br />
implementación de nuevas políticas y los mecanismos necesarios para llevar<strong>la</strong>s a cabo, generan sus<br />
propios desafíos y requieren idoneidad y experiencia en <strong>la</strong> gestión de cambios complejos y en gran esca<strong>la</strong><br />
(Metcalfe, 1993).<br />
Se trata de adquirir <strong>la</strong> capacidad de crear, al interior de los países, <strong>la</strong>s condiciones necesarias para que los<br />
acuerdos puedan ser cumplidos. Esta otra agenda involucra a una red mucho más extendida de actores e<br />
instituciones estatales y privados, dentro y fuera de <strong>la</strong>s fronteras nacionales, sometidos a nuevos marcos de<br />
funcionamiento y de re<strong>la</strong>ción, que tanto pueden convertirse en oportunidades como en amenazas y que, en<br />
cualquier caso, constituyen desafíos a su capacidad de innovación y de gestión de los cambios.<br />
Es bien sabido, sin embargo, que existe una asociación muy estrecha entre el grado de criticidad atribuible,<br />
en <strong>la</strong> percepción de actores sociales significativos, a un problema incorporado a <strong>la</strong> agenda estatal y <strong>la</strong><br />
voluntad política y/o recursos movilizados para su resolución. Esta condición no siempre es aplicable a <strong>la</strong><br />
integración regional porque, desde cierta óptica, podría inclusive p<strong>la</strong>ntearse si <strong>la</strong> misma constituye un<br />
problema o una solución.<br />
En términos estrictos, no parece ser una cuestión socialmente problematizada. Al menos, no en el sentido<br />
de constituir un problema acuciante para <strong>la</strong>s sociedades que se incorporan a estas nuevas redes de<br />
vincu<strong>la</strong>ción. <strong>La</strong> integración regional parece ser, más bien, una solución genérica a una serie de cuestiones<br />
sociales específicas que aparecen englobadas bajo una denominación que sólo describe <strong>la</strong> naturaleza del<br />
mecanismo elegido para resolver<strong>la</strong>s: un acuerdo entre Estados soberanos para modificar algunas de <strong>la</strong>s<br />
reg<strong>la</strong>s que gobiernan hasta ese momento sus re<strong>la</strong>ciones.<br />
Como solución, <strong>la</strong> integración tiene al menos dos limitaciones: 1) aspira por lo general a resolver los<br />
problemas en el <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo y 2) compromete intereses nacionales sin que exista certeza sobre los<br />
resultados. También tiene algunas ventajas. Se trata de una política cuya promoción otorga prestigio y<br />
30
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
visibilidad a sus protagonistas. Además, parece inspirada en un objetivo inobjetable que, como una aureo<strong>la</strong>,<br />
se ubica por encima de los intereses específicos en juego.<br />
El ba<strong>la</strong>nce resultante, en cada situación concreta, entre estas condiciones legitimadoras o descalificantes,<br />
tendrá un decisivo impacto sobre <strong>la</strong> capacidad del Estado -o, más bien, de algunas de sus unidades- para<br />
lograr <strong>la</strong> incorporación de <strong>la</strong>s políticas de integración a <strong>la</strong>s respectivas agendas nacionales, para<br />
mantener<strong>la</strong>s vigentes y, sobre todo, para resolver<strong>la</strong>s.<br />
Algunos de los requisitos que deben satisfacerse para adquirir estas capacidades -sobre todo en el actual<br />
contexto de reforma estatal- serán objeto de un tratamiento más detenido en <strong>la</strong> próxima sección.<br />
5. REFORMA DEL ESTADO Y CAPACIDAD INSTITUCIONAL<br />
Los cambios estructurales a los que asiste América <strong>La</strong>tina combinan <strong>la</strong> mayor exposición a los mercados<br />
internacionales -resultantes de <strong>la</strong> apertura, <strong>la</strong> integración y <strong>la</strong> globalización- con fuertes ajustes internos.<br />
Como respuesta a los diagnósticos de ineficiencia y déficit crónicos de <strong>la</strong>s administraciones públicas, los<br />
procesos de reforma del Estado han adquirido un grado de atención y un volumen de recursos sólo<br />
equiparable a los que otrora recibiera uno de sus componentes: <strong>la</strong> reforma administrativa.<br />
Lo que hoy diferencia a <strong>la</strong> reforma estatal de <strong>la</strong> administrativa es su "externalización" respecto al aparato<br />
institucional y su alcance mucho más abarcativo, no sólo en re<strong>la</strong>ción al conjunto de <strong>la</strong>s sociedades<br />
nacionales sino también al p<strong>la</strong>no internacional. En esencia, <strong>la</strong> diferencia estriba en que el énfasis de <strong>la</strong><br />
reforma del Estado está colocado mucho más sobre <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s que gobiernan sus re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong><br />
sociedad que sobre <strong>la</strong> mera transformación de su burocracia. <strong>La</strong> reforma del Estado es, también, <strong>la</strong> reforma<br />
de <strong>la</strong> sociedad de <strong>la</strong> que forma parte y contribuye a articu<strong>la</strong>r (Osz<strong>la</strong>k, 1994).<br />
El cambio fundamental (o, al menos, el más visible) es que <strong>la</strong> reforma estatal alienta nuevas formas de<br />
división social del trabajo, rep<strong>la</strong>nteando el ámbito legítimo de <strong>la</strong> acción estatal y manifestándose en<br />
procesos de "devolución" funcional a diversos actores sociales y sub-nacionales. En este sentido Echebarría<br />
(1995) seña<strong>la</strong> que en el curso de los últimos años, <strong>la</strong> mayor parte de los países han pasado de preguntarse<br />
cómo debe actuar el Estado, incidiendo sobre su organización y funcionamiento interno, a preguntarse qué<br />
debe hacer el Estado, poniendo énfasis en <strong>la</strong> redefinición de sus funciones y sus pautas de articu<strong>la</strong>ción con<br />
<strong>la</strong> sociedad. Este movimiento lleva a redefinir <strong>la</strong>s fronteras entre el dominio de lo público y lo privado, al<br />
restringir de diversas maneras <strong>la</strong> extensión y <strong>la</strong> naturaleza de <strong>la</strong> intervención del Estado en los asuntos<br />
sociales.<br />
Como resultado, un nuevo "tratado de límites" pasa a gobernar <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre ambas esferas, con lo cual<br />
cambia profundamente el rol del Estado y <strong>la</strong> sociedad en <strong>la</strong> gestión pública. Pero ello no significa <strong>la</strong><br />
desaparición del Estado ni, siquiera, <strong>la</strong> minimización de su presencia en <strong>la</strong> trama de re<strong>la</strong>ciones sociales.<br />
Ocurre que, a veces, <strong>la</strong> dimensión cuantitativa de los cambios oculta o subestima otras transformaciones,<br />
de carácter cualitativo, que resultan tanto o más significativas que una reducción de tamaño. Esta confusión<br />
se pone de manifiesto en posturas extremadamente simplificadoras, que tienden a dicotomizar <strong>la</strong> realidad<br />
en términos de sociedades estatizadas versus sociedades desestatizadas, o de intervencionismo versus<br />
subsidiariedad estatal.<br />
Más que polos extremos, correspondería observar <strong>la</strong> situación como un continuo o, mejor aún, como dos<br />
curvas de sentido opuesto que en su trayectoria van definiendo cambios en el papel y el perfil operativo del<br />
Estado, sin perjuicio de que, en el proceso, también se produzcan cambios en el volumen o "densidad" de <strong>la</strong><br />
intervención estatal. Mientras <strong>la</strong> curva de un "Estado ejecutor" (o productor de bienes y servicios) describe<br />
una tendencia decreciente, <strong>la</strong> de un "Estado regu<strong>la</strong>dor" (p<strong>la</strong>nificador, promotor, monitoreador, evaluador,<br />
contro<strong>la</strong>dor) debería tender a crecer.<br />
Un Estado reducido simplemente por el vaciamiento de su contenido funcional, pierde justificación frente a<br />
<strong>la</strong> sociedad. En consecuencia, <strong>la</strong> renuncia del Estado nacional al desempeño de funciones de ejecución<br />
directa sólo se verá legitimada en tanto suponga <strong>la</strong> sustitución de esos roles por otros, diferentes en su<br />
naturaleza, pero tal vez, inclusive, más relevantes (Osz<strong>la</strong>k, 1992).<br />
Por ejemplo, <strong>la</strong> asunción de funciones de formu<strong>la</strong>ción de políticas, p<strong>la</strong>nificación y control de <strong>la</strong> gestión de<br />
aquellos actores que lo sup<strong>la</strong>ntan en su rol ejecutor. En <strong>la</strong> nueva situación no resultan necesarios casi<br />
ninguno de los recursos habitualmente empleados en <strong>la</strong> producción de bienes o <strong>la</strong> prestación de servicios,<br />
pero sí se requiere una gran dosis de iniciativa política, de recursos humanos altamente especializados, de<br />
sistemas de información sofisticados y de autonomía para generar equilibrios sociales y aplicar sanciones.<br />
31
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> complejidad de estos nuevos roles no puede subestimarse. ¿Pero en qué sentido comprometen <strong>la</strong><br />
capacidad de gestión del Estado? ¿Qué aspectos de <strong>la</strong> capacidad institucional estatal siguen siendo<br />
necesarios y, en consecuencia, deben ser fortalecidos? ¿Qué capacidades nuevas se requieren y cómo<br />
pueden adquirirse?<br />
En <strong>la</strong> visión predominante, <strong>la</strong> restricción de los ámbitos de acción del Estado se traduce automáticamente<br />
en ajustes en su estructura. Así, los programas de reforma p<strong>la</strong>ntean <strong>la</strong> contracción del aparato institucional<br />
como un objetivo primordial y casi excluyente. En consecuencia, se han justificado reducciones drásticas de<br />
<strong>la</strong>s dotaciones de personal implementadas de diversas formas: desde variadas modalidades de recorte de<br />
<strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas hasta otras menos explícitas de desestímulo de <strong>la</strong> función pública, tales como <strong>la</strong> progresiva<br />
disminución de los sa<strong>la</strong>rios o <strong>la</strong> contracción de <strong>la</strong> estructura de remuneraciones. Resultan prácticamente<br />
ignorados los análisis de costo-beneficio de estas políticas, que a menudo provocan el abandono del sector<br />
público por parte de los recursos humanos más calificados.<br />
<strong>La</strong> adopción de medidas restrictivas inespecíficas, de alcance generalizado para todo el sector público,<br />
pueden haber creado rigideces en el funcionamiento de los organismos estatales, sin necesariamente<br />
resolver -o tal vez agravando- los problemas de organización y gestión (Osz<strong>la</strong>k, 1994). Ajustes extremos<br />
suelen distorsionar <strong>la</strong> combinación de recursos requerida para el logro de fines, reduciendo <strong>la</strong> capacidad<br />
institucional disponible. En tales casos, en aras de resolver <strong>la</strong> hipertrofia del Estado se tiende a agravar su<br />
deformidad.<br />
En re<strong>la</strong>ción al tema del presente trabajo, surge entonces un interrogante central: ¿cuál es <strong>la</strong> capacidad de<br />
que disponen los Estados <strong>la</strong>tinoamericanos que atraviesan por drásticos procesos de reforma, para<br />
enfrentar <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong>s tareas que exige <strong>la</strong> integración? Sin duda, al incorporar una dimensión<br />
regional en su gestión, el Estado se ve obligado a introducir cambios profundos en <strong>la</strong>s tecnologías de<br />
gestión utilizadas, en <strong>la</strong>s prácticas burocráticas y en los sistemas decisorios. Una nueva cultura de <strong>la</strong><br />
función pública debe permear <strong>la</strong>s actitudes y los comportamientos de los funcionarios, de modo que los<br />
mismos sean congruentes con <strong>la</strong>s nuevas orientaciones y tecnologías de gestión empleadas. Se requieren,<br />
además, nuevos equilibrios en <strong>la</strong> combinación de dotaciones de personal capacitado, infraestructura física,<br />
recursos financieros y tecnológicos, para alcanzar los objetivos perseguidos.<br />
Los déficit en <strong>la</strong> capacidad de gestión, resultantes del contraste entre estos requerimientos y <strong>la</strong> realidad<br />
administrativa de <strong>la</strong> región, deben identificarse en buena medida en <strong>la</strong>s pautas que gobiernan <strong>la</strong> dinámica<br />
intraburocrática de los Estados nacionales, tema que paso a analizar.<br />
6. DINAMICA INTRABUROCRATICA E INTEGRACION REGIONAL<br />
Poco a poco, los países <strong>la</strong>tinoamericanos han conformado una pequeña burocracia responsable del manejo<br />
de <strong>la</strong>s cuestiones vincu<strong>la</strong>das con <strong>la</strong> integración. En general, <strong>la</strong>s principales competencias en esta materia<br />
han sido confiadas, casi exclusivamente, a los Ministerios de Economía y de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores (o sus<br />
denominaciones equivalentes según los países), debido a <strong>la</strong> naturaleza de los temas objeto de negociación<br />
o a <strong>la</strong> extraterritorialidad de los acuerdos.<br />
El Poder Legis<strong>la</strong>tivo se limita normalmente a aprobar los tratados, cumpliendo en esta materia un papel<br />
bastante desdibujado. También, se confía a veces, a otros organismos creados ad-hoc, <strong>la</strong> gestión de estos<br />
procesos. En estos casos, se trata por lo general de instituciones para <strong>la</strong>s que <strong>la</strong> conducción de estas<br />
gestiones es, en <strong>la</strong> práctica, su misión exclusiva.<br />
Este no es el caso de los ministerios tradicionales, donde <strong>la</strong> integración ocupa un espacio no demasiado<br />
destacado de sus respectivas agendas. Esta observación no pasa por alto el hecho de que <strong>la</strong>s unidades<br />
ministeriales a cargo del tema deben sostener una lucha continua por atención y recursos. <strong>La</strong> dinámica que<br />
se genera alrededor de estos procesos puede resultar crucial para comprender <strong>la</strong> variada suerte que corren<br />
los arreglos de integración regional.<br />
En efecto, entrar en este tipo de arreglos puede suponer, para unidades organizativas nuevas o agencias<br />
re<strong>la</strong>tivamente secundarias, una oportunidad para fortalecer su capacidad negociadora al interior de los<br />
propios aparatos estatales, especialmente en su lucha por recursos. Ello puede verse favorecido -sobre<br />
todo cuando cuestiones re<strong>la</strong>tivas a <strong>la</strong> integración se incorporan a <strong>la</strong> agenda estatal- por <strong>la</strong> propia novedad y<br />
proyección del tema. En tal sentido, <strong>la</strong> integración no escapa a un patrón muy difundido de aparecer en los<br />
países por oleadas, como ocurre con otras cuestiones que súbitamente se ponen de moda, dando lugar a <strong>la</strong><br />
creación de nuevas instituciones y/o a <strong>la</strong> asignación de mayores recursos a otras preexistentes para<br />
promover estas iniciativas .<br />
32
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Por su parte, <strong>la</strong> creación de organismos ad-hoc a menudo permite resolver problemas de coordinación o de<br />
abierto conflicto entre <strong>la</strong>s agencias competentes, así como superar notorios déficit de capacidad de gestión<br />
de estas últimas. Estas experiencias sugieren que no siempre es necesario o conveniente -aunque pueda<br />
ser deseable- operar a través del aparato estatal establecido. A veces, <strong>la</strong>s instituciones formalmente<br />
competentes se ven excesivamente trabadas por restricciones funcionales de alcance general para todo el<br />
sector público o por culturas administrativas poco receptivas a <strong>la</strong> innovación y a <strong>la</strong> agilidad requeridas en<br />
situaciones que, como <strong>la</strong>s que atañen a los procesos de integración, exigen mecanismos de gestión mucho<br />
menos burocratizados. Si bien estos esquemas pueden constituir una solución puntual para <strong>la</strong> negociación y<br />
concreción de ciertos acuerdos diplomáticos y/o comerciales, también pueden ser fuente de conflictos con<br />
<strong>la</strong>s instituciones formalmente investidas de <strong>la</strong>s competencias para intervenir en esos casos.<br />
Otro de los problemas recurrentes es el funcionamiento deficitario de los canales de información entre los<br />
distintos actores que intervienen en los procesos de integración, sean públicos o privados. En parte, ello se<br />
debe a <strong>la</strong> ausencia o falta de actualización de los sistemas de información y otras tecnologías que<br />
facilitarían dicha comunicación. Y en parte, también se debe a una natural tendencia de <strong>la</strong>s organizaciones<br />
estatales y sus cuadros dirigentes a establecer dominios funcionales inexpugnables alrededor de lo que<br />
consideran su competencia, sin advertir que <strong>la</strong> cooperación y <strong>la</strong> coordinación con otras agencias podría<br />
optimizar los resultados de su intervención. <strong>La</strong> debilidad de los sistemas de capacitación en técnicas<br />
gerenciales y de negociación, contribuyen a <strong>la</strong> persistencia de este rasgo cultural.<br />
Un problema estrechamente ligado al anterior es <strong>la</strong> excesiva dependencia, en los procesos de integración,<br />
de los liderazgos personales más que de <strong>la</strong>s estructuras institucionalizadas. Tal vez ello se re<strong>la</strong>cione<br />
asimismo con <strong>la</strong>s modalidades que asume <strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>ción con el sector privado en este tipo de procesos. Al<br />
parecer, los canales de comunicación se establecen preferentemente a través de <strong>la</strong> institución del lobby<br />
más que de mecanismos formales de coordinación. <strong>La</strong>s presiones clientelísticas serían, en este sentido, <strong>la</strong><br />
contracara de los liderazgos personales en el sector público.<br />
Un análisis de <strong>la</strong> dinámica intraburocrática no puede sos<strong>la</strong>yar el tema de <strong>la</strong> complejidad de los arreglos<br />
institucionales que por lo general se requieren para <strong>la</strong> gestión de los procesos de integración. Echebarría<br />
(1995) seña<strong>la</strong>, al respecto, que <strong>la</strong> pluralidad de funciones, poderes y ámbitos territoriales que se sintetizan<br />
en el Estado determina que <strong>la</strong>s responsabilidades públicas se ejerzan cada vez más en procesos<br />
interorganizativos e interinstitucionales en los que se entrecruzan <strong>la</strong>s actuaciones de numerosas instancias.<br />
<strong>La</strong>s interdependencias jerárquicas, funcionales y presupuestarias entre diversas organizaciones públicas y<br />
privadas, nacionales e internacionales, determina que los aspectos críticos de <strong>la</strong> gestión se sustancien más<br />
en <strong>la</strong>s fronteras de <strong>la</strong>s entidades concurrentes que en el interior de una so<strong>la</strong> administración. Los problemas<br />
de coordinación interministerial no se limitan al ámbito del gobierno nacional, sino que también involucran<br />
otras instancias de articu<strong>la</strong>ción con niveles subnacionales y actores privados.<br />
Ilustrando este punto, Grandi (1995) concibe <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de una política pública para <strong>la</strong> integración, no<br />
como una acción puntual sino como una construcción que se produce a través del tiempo, que requiere<br />
coordinación entre <strong>la</strong> administración pública central, <strong>la</strong>s Cancillerías, los Ministerios de Re<strong>la</strong>ciones<br />
Exteriores y los Ministerios de Economía, Industria, Hacienda, Bancos Centrales, estados provinciales y<br />
municipios para <strong>la</strong> preparación de una posición negociadora, que se vuelve aún más compleja cuando se<br />
trata de articu<strong>la</strong>r el aparato del Estado con actores de <strong>la</strong> sociedad civil: confederaciones empresarias,<br />
sindicatos u organizaciones sociales, cuyas demandas específicas deben ser atendidas.<br />
En muchos casos estos problemas de coordinación de políticas son sólo el emergente de conflictos entre<br />
intereses no fácilmente conciliables. De este modo, el aparato del Estado puede convertirse en una arena<br />
donde se dirimen los conflictos para alcanzar una toma de posición común. En tal caso, <strong>la</strong>s dificultades no<br />
se limitan meramente a problemas de coordinación para consensuar <strong>la</strong> posición que el Estado debe tomar<br />
frente a una cuestión, sino que resultan de <strong>la</strong> compleja trama de iniciativas y respuestas de diversas<br />
unidades y aparatos estatales -potencial y materialmente involucrados en <strong>la</strong> fijación de posiciones frente a <strong>la</strong><br />
integración- que obedecen a intereses organizacionales y clientelísticos contradictorios, que dan lugar a<br />
inconsistencias y conflictos en <strong>la</strong>s políticas. Por lo tanto, además de voluntad política, se requiere disponer<br />
de amplia capacidad de liderazgo y negociación para <strong>la</strong> resolución de conflictos y <strong>la</strong> conciliación de<br />
intereses.<br />
Los fenómenos descritos son, apenas, gruesas generalizaciones sobre una dinámica intraestatal y social<br />
que, en cada caso adquiere perfiles, alcances e impactos muy diferentes. Huelga seña<strong>la</strong>r que <strong>la</strong>s<br />
capacidades disponibles en cada uno de ellos pueden, a su vez, ser muy variadas. Fortalecer<strong>la</strong>s supone -<br />
además de voluntad para adoptar <strong>la</strong>s decisiones que puedan requerirse- contar con <strong>la</strong>s herramientas<br />
metodológicas necesarias para identificar <strong>la</strong> naturaleza y entidad de los problemas que concurren a debilitar<br />
33
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>la</strong>s capacidades estatales para <strong>la</strong> integración. Si se comparte el punto de vista de que el Estado nacional,<br />
aún convaleciente de <strong>la</strong> cirugía que le impone el ajuste estructural, debe seguir siendo el protagonista<br />
central de estos procesos, corresponde explorar posibles vías para, al menos, adquirir el conocimiento<br />
necesario sobre <strong>la</strong>s acciones de fortalecimiento institucional que deberían adoptarse. A este último tema se<br />
referirán <strong>la</strong>s dos últimas secciones del trabajo.<br />
7. ESTADOS CAPACES ¿DE QUE?<br />
Cada proceso de integración parecería ser un fenómeno singu<strong>la</strong>r, que no se presta fácilmente a <strong>la</strong><br />
generalización. Se han propuesto categorizaciones en términos "grados de integración" o "niveles del<br />
regionalismo". Pero hasta tanto exista suficiente experiencia y puedan efectuarse comparaciones<br />
sistemáticas como para vislumbrar patrones característicos, parecería que <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de tipologización y, sobre<br />
todo, <strong>la</strong>s explicaciones generales sobre el éxito o fracaso de <strong>la</strong>s diferentes experiencias, debería<br />
postergarse .<br />
En este sentido, si bien los aspectos económicos de <strong>la</strong> integración son primordiales, no deben dejarse de<br />
<strong>la</strong>do otras dimensiones posibles de este tipo de procesos -<strong>la</strong> cultural, <strong>la</strong> tecnológica, <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>cional, <strong>la</strong><br />
militar- que exigen capacidades diferenciales de actuación por parte del Estado y por lo tanto, deben<br />
analizarse a <strong>la</strong> luz de otras consideraciones conceptuales y metodológicas. En síntesis, sostengo que <strong>la</strong>s<br />
particu<strong>la</strong>ridades de cada caso y <strong>la</strong> ausencia de un conocimiento sistemático y aceptado sobre este área de<br />
<strong>la</strong> gestión, obliga a evaluar <strong>la</strong>s capacidades institucionales atendiendo a <strong>la</strong> propia especificidad del caso en<br />
cuestión.<br />
Se ha sostenido que el alcance (o "ambición") de los objetivos y <strong>la</strong> disponibilidad de capacidad institucional<br />
para su logro, condicionan el éxito y viabilidad de los procesos de integración regional. Esto, que suena<br />
como una verdad de perogrullo, no es más que una nueva manifestación de <strong>la</strong> necesidad de sintonía y<br />
acople entre objetivos y medios.<br />
Tanto en los objetivos como en los medios, o en ambos, pueden presentarse problemas de capacidad<br />
institucional. Los objetivos pueden no estar suficiente o nítidamente especificados o <strong>la</strong>s consecuencias de<br />
su logro pueden no ser fácilmente apreciables. Del <strong>la</strong>do de los medios, puede no ser c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción causaefecto<br />
entre disponer de ciertos instrumentos, aplicarlos y conseguir ciertos resultados.<br />
<strong>La</strong> siguiente matriz permite visualizar -en forma por demás simplificada- diferentes situaciones en <strong>la</strong>s que<br />
los objetivos presentan distintos grados de "ambición" y los medios, extremos opuestos de capacidad<br />
disponible.<br />
CAPACIDADES INSTITUCIONALES<br />
ALCANCE DE OBJETIVOS<br />
+ -<br />
+ 2 4<br />
- 1 3<br />
<strong>La</strong>s celdas están numeradas según grado de viabilidad creciente de los proyectos de integración. Cuanto<br />
menor el alcance de los objetivos y mayores <strong>la</strong>s capacidades institucionales, mayor <strong>la</strong> viabilidad. Y así<br />
sucesivamente.<br />
También podría proponerse otro conjunto de situaciones donde <strong>la</strong>s capacidades institucionales no se<br />
analizarían en términos individuales (v.g. <strong>la</strong>s de cada Estado parte) sino a base de <strong>la</strong>s diferencias de<br />
capacidad institucional entre los Estados involucrados en un esquema integrador.<br />
El cuadro resultante tendría esta forma:<br />
DIFERENCIA DE CAPACIDADES ENTRE ESTADOS MIEMBROS<br />
ALCANCE DE OBJETIVOS<br />
> <<br />
+ 4 2<br />
- 3 1<br />
34
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
donde a menor diferencia de capacidades y menor "ambición" parecería existir una mayor chance de que el<br />
acuerdo resulte viable.<br />
Si se admite que <strong>la</strong> capacidad institucional se refiere a <strong>la</strong> de <strong>la</strong>s partes involucradas y no a <strong>la</strong> de cada uno<br />
de los participantes, una gran heterogeneidad entre los países puede limitar de manera importante el<br />
cumplimiento de los objetivos. No hay que olvidar que <strong>la</strong> velocidad de una flota equivale a <strong>la</strong> del barco más<br />
lento. También cabe suponer que aquellos participantes con menor capacidad de asumir <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades de gestión que entraña <strong>la</strong> integración, sean más proclives a abandonar o denunciar los<br />
acuerdos.<br />
Obsérvese, sin embargo, que una menor capacidad estatal no es necesariamente un rasgo inmanente,<br />
estructural o definitivo, que atraviesa todas <strong>la</strong>s áreas de <strong>la</strong> gestión, sino una situación deficitaria cuyo<br />
alcance debería expresarse en términos de dificultades para concretar o alcanzar un determinado objetivo o<br />
nivel de logro. En este sentido, fortalecer <strong>la</strong>s capacidades institucionales para <strong>la</strong> integración no equivale a<br />
reformar el Estado sino, tan solo, a reforzar los mecanismos y obtener los insumos que permitan concretar<br />
los objetivos específicos perseguidos en cada experiencia. Podrá aducirse que un proceso de reforma<br />
integral del Estado puede favorecer notoriamente <strong>la</strong> capacidad disponible para gestionar acuerdos de<br />
integración . Pero no puede sustituir <strong>la</strong> adopción de medidas y cursos de acción orientados exclusivamente<br />
al logro de un mejor ajuste entre objetivos y medios, en este campo del quehacer estatal.<br />
Conocer cuáles son los obstáculos que deben superarse requiere -insisto en este punto-, una evaluación de<br />
los déficit de capacidad de gestión identificables en el respectivo proceso de integración. Existen, a tal<br />
efecto, enfoques metodológicos sumamente útiles, como el ICAS (Institutional Capacity Analysis System)<br />
propuesto por A<strong>la</strong>in Tobelem (1992 a).<br />
Considero que con ciertos recaudos, este tipo de enfoque podría resultar de extrema utilidad para <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor<br />
de evaluación p<strong>la</strong>nteada, ya que permite trabajar en <strong>la</strong> identificación de déficit de capacidad de gestión en<br />
términos sumamente operacionales. A partir de un diagnóstico cuidadoso de <strong>la</strong> situación institucional<br />
existente alrededor de un proyecto de integración previsto o en curso, es posible "descender" a los niveles<br />
operativos requeridos para establecer con precisión, qué aspectos de <strong>la</strong> gestión deben fortalecerse para<br />
alcanzar los niveles de desempeño y logro de objetivos en cada componente del proyecto.<br />
No se me escapa que muchas variables se hal<strong>la</strong>n más allá de <strong>la</strong> capacidad de control de un proyecto de<br />
integración y, por lo tanto, aún cuando se obtuviera un exhaustivo diagnóstico y un p<strong>la</strong>n de fortalecimiento<br />
institucional minucioso, esas variables seguirían presentes como parámetros o restricciones. <strong>La</strong><br />
inestabilidad institucional, <strong>la</strong> presión internacional, los embates antidemocráticos, el peso de poderosos<br />
intereses económicos afectados por el proyecto, serían probablemente inmunes a cualquier tipo de acción<br />
proyectada desde un nivel eminentemente técnico.<br />
Pero al menos, el enfoque propuesto haría transparente <strong>la</strong> situación, posibilitaría <strong>la</strong> identificación precisa de<br />
los problemas y su lugar dentro del esquema de implementación del proyecto, permitiría evaluar <strong>la</strong> gravedad<br />
de los déficit enfrentados y estimar sus costos y consecuencias. Por sobre todas <strong>la</strong>s cosas, nos obligaría a<br />
hab<strong>la</strong>r con mayor propiedad y conocimiento sobre capacidades de gestión realmente necesarias,<br />
evitándonos insistir en un discurso genérico y remanido sobre el tema.<br />
En tren de especificar los factores y variables que potencialmente pueden constituirse en fuente de déficit<br />
de capacidad institucional, <strong>la</strong> metodología ICAS sugiere seis categorías de problemas:<br />
1. Los derivados de leyes, normas y, en general, "reg<strong>la</strong>s de juego" que gobiernan <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre<br />
los actores involucrados en el respectivo proyecto.<br />
2. Los originados en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter-institucionales entre <strong>la</strong>s partes intervinientes.<br />
3. Los asociados a <strong>la</strong> organización interna y asignación de funciones dentro del esquema operativo<br />
previsto para <strong>la</strong> ejecución del proyecto.<br />
4. Los derivados de <strong>la</strong> falta de disponibilidad de recursos físicos y financieros necesarios para <strong>la</strong><br />
realización de <strong>la</strong>s tareas previstas.<br />
5. Los atribuibles a <strong>la</strong>s políticas de personal y sistemas de premios y castigos que enmarcan <strong>la</strong><br />
ejecución del proyecto; y<br />
6. Los derivados de <strong>la</strong> insuficiente capacidad individual de los actores responsables de tareas en el<br />
marco del proyecto, en términos de información, motivación, conocimiento/comprensión y destrezas<br />
requeridas para <strong>la</strong> realización de dichas tareas.<br />
35
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En <strong>la</strong> próxima sección me concentraré en este último tipo de déficit, teniendo en cuenta que -como seña<strong>la</strong>ra<br />
en <strong>la</strong> introducción- este trabajo pretende contribuir al análisis del impacto de los procesos de integración y<br />
reforma del Estado sobre el perfil de los funcionarios públicos y sus requisitos de formación.<br />
8. LAS DEMANDAS DE FORMACION FRENTE AL NUEVO PERFIL DEL ESTADO<br />
Es lícito suponer que si el papel del Estado se transforma, también deberían modificarse en parte los<br />
perfiles profesionales de su personal. Ello, a su vez, exigiría ajustes en <strong>la</strong>s demandas de formación de los<br />
administradores públicos. Sin embargo, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre los cambios producidos en el aparato estatal y <strong>la</strong>s<br />
demandas de formación no debería ser mecánica, ya que se corre el riesgo de reforzar algunos problemas<br />
implícitos y tendencias indeseables de <strong>la</strong> aludida transformación. Expresado de otro modo, cabe preguntar<br />
si <strong>la</strong> formación debe intentar corregir los sesgos sistemáticos adquiridos por el Estado en años recientes o,<br />
simplemente, proporcionar <strong>la</strong>s capacidades necesarias para reproducir y afianzar el modelo instituido.<br />
<strong>La</strong> pregunta conduce inevitablemente a p<strong>la</strong>ntear si el proceso de transformación en curso, apunta en <strong>la</strong><br />
dirección de <strong>la</strong>s utopías institucionales que han sido alternativamente denominadas Estado "necesario",<br />
"atlético", "catalítico", "inteligente" o "sensato", para nombrar algunas de <strong>la</strong>s más difundidas. O si, por el<br />
contrario, los procesos actuales nos alejan cada vez más de <strong>la</strong> posibilidad de, al menos, recorrer una curva<br />
asintótica hacia esos modelos de Estado deseable. Si éste último fuera el caso, surge, a mi juicio, un dilema<br />
entre políticas de capacitación inspiradas en imperativos ético-políticos o en consideraciones de mercado.<br />
En términos prácticos, adscribir a una u otra posición, implica optar por programas, contenidos,<br />
metodologías, orientaciones y énfasis c<strong>la</strong>ramente diferentes. Será muy distinto enseñar a desmante<strong>la</strong>r que<br />
a fortalecer el Estado; a gerenciar privatizaciones en lugar de programas sociales; a administrar conflictos<br />
gremiales en vez de negociaciones internacionales; a desregu<strong>la</strong>r que a regu<strong>la</strong>r; a transferir funciones a <strong>la</strong>s<br />
instituciones sub-nacionales que a crear canales de participación social.<br />
Pero además de afectar variables esencialmente cualitativas, <strong>la</strong>s opciones elegidas también tendrán un<br />
impacto cuantitativo: <strong>la</strong> magnitud de <strong>la</strong>s actividades formativas dependerá en buena medida de <strong>la</strong> cantidad<br />
de personal que se requiera capacitar para el cumplimiento de unas u otras funciones.<br />
<strong>La</strong> preocupación manifestada se resume en una breve pregunta: ¿para qué c<strong>la</strong>se de Estado deben<br />
formarse <strong>la</strong>s futuras camadas de administradores públicos? <strong>La</strong> respuesta no puede sino ser prospectiva.<br />
Debe considerar escenarios institucionales alternativos cuya p<strong>la</strong>usibilidad dependerá de que <strong>la</strong> situación<br />
actual, <strong>la</strong> dirección de los cambios y <strong>la</strong>s condiciones futuras deseables sean debidamente ponderadas.<br />
<strong>La</strong> construcción de tales escenarios requerirá responder a preguntas como <strong>la</strong>s siguientes:<br />
• ¿Nos encaminamos hacia un Estado que tendrá por ámbito jurisdiccional principal a divisiones políticas<br />
y territoriales menores (provincias, estados, regiones, municipios)?<br />
• ¿Desaparecerá para siempre el Estado empresario?<br />
• ¿Ejercerá el Estado un papel activo en <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s empresas y servicios privatizados?<br />
• ¿Se abandonarán o reducirán significativamente <strong>la</strong>s funciones asociadas con el Estado de bienestar?<br />
• ¿Se acrecentará el peso de <strong>la</strong>s funciones estatales orientadas a <strong>la</strong> promoción y disciplinamiento de <strong>la</strong><br />
actividad económica (v.g. promoción de exportaciones, investigación y desarrollo, canalización de <strong>la</strong><br />
inversión, flexibilización <strong>la</strong>boral)?<br />
• ¿Se verá <strong>la</strong> gestión pública crecientemente constreñida o condicionada por políticas o criterios<br />
supranacionales?<br />
• ¿Terminará por imponerse en el sector público un régimen de personal fundado en el mérito y el<br />
desarrollo de una carrera profesional?<br />
• ¿Desaparecerá el clientelismo político en el acceso a <strong>la</strong> función pública?<br />
• ¿Serán <strong>la</strong> transparencia, <strong>la</strong> excelencia, <strong>la</strong> vocación de servicio y <strong>la</strong> rendición de cuentas, los valores<br />
predominantes de una nueva cultura administrativa?<br />
• ¿Estará el Estado, en cualquiera de sus niveles, dispuesto a adoptar tecnologías administrativas de<br />
punta en sus diferentes áreas de gestión?<br />
<strong>La</strong>s demandas de formación sólo pueden deducirse de los escenarios institucionales supuestos y éstos, a<br />
su vez, se construirán a partir de <strong>la</strong>s opciones contenidas en interrogantes como los p<strong>la</strong>nteados.<br />
Naturalmente, ello no significa que <strong>la</strong> identificación de necesidades de formación -y <strong>la</strong> consecuente<br />
determinación de <strong>la</strong> demanda- deba necesariamente fundarse en un ejercicio tan abstracto y abarcativo. Si,<br />
en cambio, este ejercicio parece justificarse cuando se trata de formu<strong>la</strong>r una política nacional de<br />
capacitación de funcionarios públicos o de consensuar, con <strong>la</strong>s principales instituciones responsables de <strong>la</strong><br />
36
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
formación, programas que apunten en <strong>la</strong> dirección de dar respuesta a <strong>la</strong>s demandas resultantes de los<br />
escenarios supuestos.<br />
Bien sabemos que este tipo de políticas globales es infrecuente en los países de <strong>la</strong> región. En ausencia de<br />
el<strong>la</strong>s, se cumple <strong>la</strong> Ley de Say: toda oferta crea su demanda. El campo de <strong>la</strong> formación y capacitación de<br />
funcionarios no es una excepción a esta ley económica. <strong>La</strong> interpretación que cabe darle en este contexto<br />
es que son los prestadores de estas actividades quienes determinan en gran medida el nivel, los contenidos<br />
y, en definitiva, el perfil de <strong>la</strong> formación efectivamente realizada. Los demandantes deben ajustar sus<br />
necesidades y expectativas a <strong>la</strong> oferta disponible, o bien, satisfacer<strong>la</strong>s fuera del sistema regu<strong>la</strong>r de<br />
formación.<br />
Por lo general, <strong>la</strong>s instituciones de capacitación en gestión pública diseñan sus programas, cursos y<br />
seminarios previendo que su oferta encontrará mercado asegurado debido a <strong>la</strong> existencia de necesidades<br />
insatisfechas, cursantes cautivos por obra de regímenes esca<strong>la</strong>fonarios vigentes, profesionales deseosos<br />
de incorporar una línea más a su curriculum e, incluso, candidatos legítimamente interesados en esa oferta<br />
educativa.<br />
Pero del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> demanda, existe una muy reducida capacidad institucional para identificar necesidades<br />
de formación en forma sistemática, sea para el desempeño de <strong>la</strong>s funciones actuales de sus actuales o<br />
futuros funcionarios o para el desarrollo de una carrera profesional que les permita acceder a puestos de<br />
mayor responsabilidad. Resulta difícil para esas instituciones articu<strong>la</strong>r una demanda de servicios de<br />
capacitación que conduzca a obtener los recursos humanos que requiere en cada área de <strong>la</strong> gestión<br />
pública.<br />
En parte, porque no existe tradición en cuanto a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de p<strong>la</strong>nes y programas de este tipo; en<br />
parte, porque no es sencillo poner en marcha mecanismos para <strong>la</strong> detección de necesidades de<br />
capacitación individual; y en parte también, porque <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción causa-efecto entre exponer a un funcionario a<br />
determinada oferta de formación y lograr que adquiera el perfil profesional que lo habilite para desempeñar<br />
ciertas funciones y/o hacerlo en forma más productiva, no es simple ni lineal.<br />
<strong>La</strong> demanda de formación tiende a convertirse, de este modo, en el resultado de una actividad atomizada,<br />
donde prevalece <strong>la</strong> iniciativa individual de los funcionarios involucrados por sobre <strong>la</strong> necesidad institucional<br />
de contar con personal capacitado. Con pocas excepciones, cada funcionario determina qué contenidos y<br />
orientaciones resultan relevantes para incrementar su acervo de conocimientos y tecnologías, y acude para<br />
ello a los proveedores que puedan satisfacer tales inquietudes.<br />
<strong>La</strong> medida en que los conocimientos adquiridos responden verdaderamente a los perfiles requeridos por <strong>la</strong>s<br />
instituciones a <strong>la</strong>s que pertenece dicho personal es, probablemente, azarosa. Si bien puede suponerse<br />
válidamente que pocos funcionarios elegirán capacitarse en áreas totalmente desvincu<strong>la</strong>das de su quehacer<br />
profesional, también es cierto que no siempre esta capacitación estará dirigida a mantener o desarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s<br />
aptitudes de ese personal en función de su respectiva inserción institucional.<br />
Incluso los Programas de Alta Gerencia (o denominaciones simi<strong>la</strong>res) no consiguen satisfacer plenamente<br />
<strong>la</strong>s demandas derivadas de <strong>la</strong> profunda redefinición operada en el papel del Estado. Estos programas<br />
suponen que <strong>la</strong>s necesidades actuales de los funcionarios públicos en <strong>la</strong> materia consisten en <strong>la</strong> adquisición<br />
de instrumentos y capacidades que les permitan ejercer funciones de gerencia de sus organismos en estos<br />
tiempos de cambio y transformación. Esto, si bien atiende a necesidades inmediatas de los funcionarios<br />
públicos (y se corresponde con el estado actual de desarrollo de <strong>la</strong>s políticas en <strong>la</strong> materia), no supone una<br />
visión estratégica, que apunte a formar recursos humanos en el marco de <strong>la</strong>s nuevas funciones que deberá<br />
cumplir el Estado. <strong>La</strong> capacitación se vuelve, así, inespecífica (lo que no quiere decir de bajo nivel),<br />
orientada a un perfil de funcionario re<strong>la</strong>tivamente indefinido (el "gerente público").<br />
<strong>La</strong> determinación de áreas críticas en esta materia, que permita dirigir los esfuerzos hacia objetivos<br />
prioritarios, no parece ser, por el momento, una actividad propia del proceso de detección de necesidades<br />
de capacitación. Tampoco parece razonable que esta tarea sea realizada por los Institutos <strong>Nacional</strong>es de<br />
Administración Pública (INAPs) o Escue<strong>la</strong>s de Administración Pública, que no cuentan con <strong>la</strong>s atribuciones<br />
ni <strong>la</strong> capacidad necesaria para ello; por el contrario, <strong>la</strong> identificación de áreas críticas debería ser una tarea<br />
propia de <strong>la</strong>s instancias políticas que orientan y supervisan el proceso de fortalecimiento institucional del<br />
sector público.<br />
Dentro de los programas de reforma del Estado y <strong>la</strong> administración, no se formu<strong>la</strong>n por lo general políticas<br />
c<strong>la</strong>ras, que permitan detectar áreas críticas en función de <strong>la</strong>s nuevas tareas que se espera que cump<strong>la</strong> el<br />
37
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Estado. Ante <strong>la</strong> falta de definiciones políticas, <strong>la</strong> detección de necesidades de capacitación y <strong>la</strong><br />
correspondiente e<strong>la</strong>boración de programas y p<strong>la</strong>nes pierde sentido. Ello debe alertarnos sobre el hecho de<br />
que, cuando se critica <strong>la</strong> ausencia de estos programas, p<strong>la</strong>nes y actividades de detección, en realidad se<br />
está desp<strong>la</strong>zando el eje del problema. Lo que realmente importa es que exista voluntad política de capacitar<br />
funcionarios para <strong>la</strong>s nuevas tareas propias del modelo de Estado que se aspira concretar.<br />
Este vacío en <strong>la</strong> orientación política tiende a producir otras consecuencias. Por ejemplo, aumenta <strong>la</strong><br />
resistencia de ciertos funcionarios a permitir que el personal a su cargo participe en actividades de<br />
formación. Para ello, aducen habitualmente razones operativas (se le "quita" personal) pero se resisten a<br />
admitir el temor a <strong>la</strong> competencia o, más genéricamente, a <strong>la</strong> instauración de nuevas reg<strong>la</strong>s de juego que,<br />
eventualmente, puedan debilitar o comprometer su posición actual.<br />
Otra consecuencia puede advertirse en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre capacitación y desempeño. Al no existir una política<br />
de capacitación orientada a que los funcionarios produzcan determinados resultados (vincu<strong>la</strong>dos, a su vez,<br />
con el papel asignado al Estado), no es extraño que a <strong>la</strong> hora de evaluar el desempeño de los funcionarios,<br />
<strong>la</strong>s dificultades sean enormes: en ese momento se adquiere conciencia de que no se cuenta con estándares<br />
de producción y, por lo tanto, no puede evaluarse <strong>la</strong> contribución de cada empleado a los resultados de <strong>la</strong><br />
gestión.<br />
Para resumir lo expresado hasta este punto, se demanda capacitación porque existen incentivos atados a <strong>la</strong><br />
promoción, porque el personal desea aumentar sus credenciales profesionales de modo de lograr un mejor<br />
posicionamiento en el mercado <strong>la</strong>boral, porque se requiere satisfacer necesidades operativas inmediatas en<br />
<strong>la</strong>s instituciones de revista, pero no porque se haya imaginado un escenario institucional y un modelo de<br />
gestión en función de los cuales resultarían justificados determinados programas, contenidos, acciones y<br />
beneficiarios.<br />
Para invertir esta tendencia a que <strong>la</strong> formación dependa principalmente de decisiones individuales o<br />
necesidades coyunturales, se requieren acciones que atañen a los p<strong>la</strong>nos político-institucional, técnico y<br />
metodológico. A los efectos del presente trabajo, considero que el primero de ellos es el más relevante.<br />
El alcance de un programa de formación y capacitación de funcionarios para una nueva gestión pública<br />
debería comprender a todos los niveles de gobierno. <strong>La</strong> formación, en tal sentido, puede concebirse como<br />
un sistema de vasos comunicantes en el que, como se parte de una oferta re<strong>la</strong>tivamente limitada, cualquier<br />
sesgo que se introduzca en cuanto a favorecer o priorizar ciertos sectores o grupos de funcionarios, tendrá<br />
consecuencias inevitables sobre los demás.<br />
En pocas pa<strong>la</strong>bras, me estoy refiriendo a una política de formación de recursos humanos con un alcance<br />
nacional. Por lo tanto, corresponde a los Poderes Ejecutivos <strong>Nacional</strong>es tomar posición al respecto. Los<br />
cambios de reg<strong>la</strong>s de juego entre sociedad y Estado afectan hoy a <strong>la</strong> totalidad de <strong>la</strong>s instancias<br />
gubernamentales, ya que son ahora los gobiernos provinciales, departamentales y municipales los que<br />
deben asumir <strong>la</strong> responsabilidad principal de <strong>la</strong> gestión pública y, en tal medida, los que deben contar con<br />
recursos humanos preparados para cumplir esta misión.<br />
<strong>La</strong> reflexión resulta válida aún en el caso de <strong>la</strong> capacitación de funcionarios vincu<strong>la</strong>dos a procesos de<br />
integración regional, o quizás lo sea en mayor medida que en otros casos. Ocurre que los procesos de<br />
integración producen una suerte de "efecto de derrame" funcional sobre otras áreas de <strong>la</strong> gestión pública<br />
ajenas al manejo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones internacionales entre Estados. Dado que <strong>la</strong>s materias sustantivas objeto<br />
de estos procesos de negociación abarcan, potencialmente, buena parte de <strong>la</strong> actividad estatal (v.g.<br />
promoción de <strong>la</strong> producción y el intercambio de bienes y servicios, movimiento de personas, control<br />
sanitario, desarrollo cultural, defensa territorial, lucha contra <strong>la</strong> delincuencia), los acuerdos logrados sólo<br />
pueden sostenerse si esta agenda de <strong>la</strong> integración encuentra un adecuado complemento en <strong>la</strong> "agenda<br />
interna" más amplia de los diferentes niveles de gobierno. De otro modo, <strong>la</strong> capacidad ejecutora de esos<br />
acuerdos se resiente y los acuerdos, en <strong>la</strong> práctica, se desvirtúan.<br />
No obstante, si bien los Estados subnacionales gozan generalmente de autonomía política para decidir<br />
cómo obtener o formar el personal requerido para ejecutar estas gestiones complementarias en el ámbito de<br />
su respectiva jurisdicción, considero que los Gobiernos <strong>Nacional</strong>es deben continuar jugando en este campo<br />
un rol inexcusable. Ello sería consecuente con otras formas de intervención que continúan ejerciendo en<br />
re<strong>la</strong>ción a esas instancias subnacionales, como por ejemplo en materia de saneamiento económico y<br />
financiero, para lo cual los gobiernos nacionales han desplegado una serie de mecanismos de premios y<br />
castigos manejados centralmente.<br />
38
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Si se considera que ve<strong>la</strong>r por <strong>la</strong> estabilidad financiera del país exige actuar de manera determinante sobre<br />
<strong>la</strong>s finanzas de los gobiernos subnacionales, también podría concluirse que tener una activa intervención en<br />
<strong>la</strong> promoción, financiamiento y fijación de políticas globales sobre formación de funcionarios, es uno de los<br />
papeles que corresponde a un Estado orientador y articu<strong>la</strong>dor de <strong>la</strong> actividad social, que ha renunciado a <strong>la</strong><br />
prestación de servicios y a <strong>la</strong> ejecución directa de funciones productivas. Lo que está en juego es<br />
igualmente crucial para asegurar que el Estado que ahora se considera deseable, pueda asumir plena y<br />
responsablemente <strong>la</strong>s gestiones residuales -aunque no por ello menos significativas- que le han quedado<br />
reservadas.<br />
Me refiero a un Estado capaz de conocer algo tan elemental y, a <strong>la</strong> vez, tan crítico, como el volumen de <strong>la</strong><br />
demanda de formación, su distribución, perfil o prioridad, y que por lo tanto dispone de los equipos,<br />
herramientas metodológicas y soportes tecnológicos necesarios para <strong>la</strong> tarea. De un Estado que, además<br />
de haber desarrol<strong>la</strong>do sistemas de información y evaluación que le permitan disponer de ese conocimiento,<br />
esté en condiciones de promover un conjunto de programas y actividades que refuercen <strong>la</strong>s posibilidades de<br />
atender <strong>la</strong> demanda existente.<br />
Hab<strong>la</strong>mos, también, de un Estado capaz de organizar y poner en marcha programas de formación con un<br />
alcance nacional, orientados a <strong>la</strong> capacitación de capacitadores; <strong>la</strong> especialización en nuevas áreas de<br />
gestión en <strong>la</strong>s que existen déficit notorios en <strong>la</strong> oferta; <strong>la</strong> evaluación seria, metódica y permanente de <strong>la</strong><br />
capacitación efectivamente realizada; <strong>la</strong> fijación de estándares de calidad; <strong>la</strong> edición y difusión de material<br />
de apoyo a <strong>la</strong> docencia y tantos otros igualmente indispensables para elevar <strong>la</strong> cantidad y calidad de <strong>la</strong><br />
formación en este campo.<br />
9. RECAPITULACION<br />
Inicié este trabajo refiriéndome a <strong>la</strong> redemocratización en América <strong>La</strong>tina, por considerar que sólo a partir de<br />
<strong>la</strong> difusión continental de este proceso, se generaron condiciones políticas para encarar con éxito<br />
experiencias de integración regional. Pero también, porque el eventual co<strong>la</strong>pso de <strong>la</strong> institucionalidad<br />
democrática en uno o más Estados <strong>la</strong>tinoamericanos podría poner en riesgo <strong>la</strong> continuidad de estas<br />
experiencias.<br />
Abordé luego el análisis de <strong>la</strong> reforma del Estado -proceso iniciado casi simultáneamente con <strong>la</strong><br />
reinsta<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> democracia-, destacando el profundo rep<strong>la</strong>nteo que esa reforma supuso desde el punto<br />
de vista de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego que gobiernan <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones del Estado con <strong>la</strong> sociedad civil, así como con<br />
los Estados sub- y supranacionales. En particu<strong>la</strong>r, examiné el rol que han comenzado a cumplir los<br />
procesos de integración frente a los desafíos de <strong>la</strong> globalización y <strong>la</strong> internacionalización del Estado, <strong>la</strong><br />
nueva agenda que se ha generado con motivo de estos procesos y <strong>la</strong>s nuevas capacidades de gestión<br />
requeridas.<br />
Seguidamente, adoptando una estrategia de análisis crecientemente desagregado, efectué una serie de<br />
apuntes sobre los cambios que los procesos de integración producen en <strong>la</strong> dinámica intraburocrática de los<br />
Estados nacionales, enfatizando el tipo de arreglos institucionales que emergen a fin de atender los<br />
requerimientos de esta nueva área de gestión.<br />
En <strong>la</strong> última parte del trabajo intenté "bajar" el tema de <strong>la</strong> capacidad institucional a términos más operativos,<br />
sugiriendo una línea de abordaje que privilegia un análisis circunstanciado de los procesos de integración y<br />
de los tipos de déficit que realmente reducen <strong>la</strong>s capacidades de gestión de los actores institucionales<br />
participantes. De entre estos déficit, elegí tratar con mayor detenimiento aquéllos vincu<strong>la</strong>dos con <strong>la</strong><br />
capacidad individual de los funcionarios públicos, los cuales se re<strong>la</strong>cionan habitualmente con falencias de<br />
formación o de capacitación específica para <strong>la</strong> gestión pública. El foco de este análisis se centró en el rol del<br />
Estado nacional como p<strong>la</strong>nificador y evaluador de <strong>la</strong>s actividades de formación de funcionarios, a fin de<br />
contrarrestar los efectos indeseables de un sistema de capacitación librado exclusivamente a <strong>la</strong> mano<br />
invisible del mercado.<br />
NOTAS<br />
1. Taller de Trabajo "Capacidades de Coordinación y Control II: Fortalecimiento de <strong>la</strong>s Administraciones<br />
Públicas <strong>Nacional</strong>es para <strong>la</strong> Integración Regional", organizado por el Centro de Formación para <strong>la</strong><br />
Integración Regional en Montevideo, Uruguay, 18 al 20 de Abril de 1995.<br />
2. Para este análisis haré referencia a <strong>la</strong>s conclusiones de un trabajo anterior de mi autoría sobre los<br />
procesos de democratización en América del Sur (Osz<strong>la</strong>k, 1993).<br />
39
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
3. Me refiero a <strong>la</strong>s inmediatas muestras de solidaridad y apoyo al gobierno constitucional, de parte de los<br />
presidentes y cancilleres de los países integrantes del MERCOSUR, así como de otros países, frente a<br />
<strong>la</strong> asonada golpista del General Lino Oviedo.<br />
4. Como se seña<strong>la</strong> en el referido trabajo, los programas de gobierno contemp<strong>la</strong>n de manera creciente <strong>la</strong>s<br />
posibilidades y consecuencias de <strong>la</strong> transnacionalización de empresas, de flujos de capitales, <strong>la</strong>s<br />
políticas de subsidios y dumping de gobiernos extranjeros, <strong>la</strong> "inf<strong>la</strong>ción importada" y los avances<br />
tecnológicos en el mundo desarrol<strong>la</strong>do. Estos fenómenos, que presentan profundas diferencias según<br />
los casos considerados, p<strong>la</strong>ntean importantes problemas vincu<strong>la</strong>dos con <strong>la</strong> capacidad de decisión<br />
nacional, alineamientos diversos en bloques político-económicos, dependencia tecnológica, etc.<br />
5. En términos históricos, éste no es un fenómeno nuevo. <strong>La</strong> "Gran Transformación" que tan bien<br />
describiera Po<strong>la</strong>nyi; <strong>la</strong>s dudas que se p<strong>la</strong>ntearon los propios protagonistas de este proceso -los<br />
Científicos Mexicanos, el Olimpo Costarricense, <strong>la</strong> Generación del 80 en Argentina- acerca de su<br />
verdadera influencia; o, incluso, <strong>la</strong>s interpretaciones del marxismo y <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> dependencia sobre el<br />
carácter sobredeterminante de <strong>la</strong> lógica capitalista, son coincidentes en re<strong>la</strong>tivizar el papel de los<br />
"hombres providenciales" en <strong>la</strong> construcción de nuevos modos de organización y convivencia social.<br />
6. Que dependen también, como lo seña<strong>la</strong> Best (1994), de <strong>la</strong> capacidad de cada gobierno para asegurar el<br />
cumplimiento por parte de los particu<strong>la</strong>res.<br />
7. Echebarría considera que el excesivo énfasis en <strong>la</strong> actividad ejecutiva del Estado ha producido una<br />
concepción restringida y pragmática de <strong>la</strong> reforma estatal, que pierde de vista el papel del Estado y su<br />
articu<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> sociedad. Considero que <strong>la</strong> visión dicotómica que presenta este autor, tiene por<br />
objeto exagerar los rasgos salientes de dos concepciones opuestas, lo cual condice con <strong>la</strong> forma en que<br />
se suelen construir tipologías. No obstante, hacia el final de este trabajo intentaré rescatar <strong>la</strong> utilidad de<br />
lo que este autor denomina "concepción restringida", por considerar que en el afán de destacar otras<br />
dimensiones insos<strong>la</strong>yables del proceso de reforma estatal, no debe minimizarse <strong>la</strong> aproximación<br />
"administrativo-científica" al problema.<br />
8. En un trabajo anterior p<strong>la</strong>nteé que <strong>la</strong> permanente construcción y reconstrucción de <strong>la</strong> agenda de<br />
cuestiones testimonia, precisamente, <strong>la</strong> conflictividad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociales y el cambiante poder<br />
re<strong>la</strong>tivo de los actores políticos que "toman posición" frente a esas cuestiones. <strong>La</strong> agenda supone no<br />
so<strong>la</strong>mente un contenido "temático" re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong>s cuestiones vigentes, sino además un proceso<br />
continuo de redefinición de <strong>la</strong>s opciones que supuestamente podrían resolver<strong>la</strong>s. Estos intentos de<br />
resolución implican tomas de posición de actores significativos de <strong>la</strong> escena política, especialmente del<br />
propio Estado, <strong>la</strong>s que se manifiestan generalmente mediante definiciones ideológicas, movilización de<br />
recursos, alianzas y enfrentamientos entre actores (Osz<strong>la</strong>k y O´Donnell, 1976).<br />
9. Así ocurrió en el pasado con los organismos regu<strong>la</strong>dores, de reforma agraria, de investigación y<br />
desarrollo o de p<strong>la</strong>nificación, que en distintos momentos de <strong>la</strong> historia institucional del Estado -pero casi<br />
simultáneamente en los diferentes países- intentaron resolver problemas de precios y mercados,<br />
estructura de tenencia de <strong>la</strong> tierra, estancamiento tecnológico o falta de capacidad para p<strong>la</strong>near el<br />
desarrollo económico.<br />
10. <strong>La</strong> noción de "dimensiones del regionalismo" (Hurrel 1995) no parece muy útil para tal propósito. <strong>La</strong>s<br />
distinciones que p<strong>la</strong>ntea no describen realmente situaciones de integración vistas como categorías<br />
generalizables.<br />
11. En esta línea de argumentación se ubicarían quienes sostienen que <strong>la</strong> integración no es más que un<br />
componente de <strong>la</strong> reforma del Estado.<br />
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1992 b "Institutional Development in the <strong>La</strong>tin America and Caribbean Region: Lessons of Experience and<br />
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41
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
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Regional: Distribución de Competencias y Capacidades de Coordinación y Control I, organizado por el<br />
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42
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
LA GERENCIA PUBLICA DEL "SISTEMA DEL BOTIN" A LA GESTION PROFESIONAL<br />
Antonio QUINTIN<br />
Asesor, Comisión Presidencial de Reestructuración de <strong>la</strong><br />
Administración Pública, Caracas, VENEZUELA<br />
1. ¿POR QUE LA GERENCIA PUBLICA?<br />
Al comenzar <strong>la</strong> década de los '60 se inició en América <strong>La</strong>tina un intenso proceso de reforma de <strong>la</strong>s<br />
administraciones públicas. Tales procesos se sustentaban en <strong>la</strong>s concepciones económicas<br />
"estructuralistas" que se abrieron paso como consecuencia del fracaso de <strong>la</strong>s políticas monetaristas<br />
experimentadas en <strong>la</strong> década anterior. <strong>La</strong> Comisión Económica para América <strong>La</strong>tina y el Caribe (CEPAL) y<br />
<strong>la</strong> Alianza para el Progreso dieron cuerpo al estructuralismo económico, perfi<strong>la</strong>ndo una sólida corriente de<br />
pensamiento y de acción económica, política y social que fue acogida prácticamente por todos los gobiernos<br />
de <strong>la</strong> región, y erigida como una alternativa viable a los procesos de insurgencia política.<br />
En esencia, <strong>la</strong> lógica de dicho modelo seguía <strong>la</strong> siguiente secuencia: <strong>la</strong> situación de subdesarrollo sólo<br />
podía superarse mediante un amplio proceso de industrialización; el Estado era el único agente con<br />
capacidad para emprender ese proceso; por tanto, era preciso un Estado fuerte y altamente interventor en<br />
<strong>la</strong> producción directa de bienes y servicios; parale<strong>la</strong>mente, debían emprenderse intensos esfuerzos de<br />
modernización de <strong>la</strong>s estructuras tradicionales, con fuerte sello rural, en tanto factor de represamiento de los<br />
recursos de <strong>la</strong> sociedad (Rostow, Germany, etc.). <strong>La</strong> acción del Estado debía sustentarse en <strong>la</strong><br />
"p<strong>la</strong>nificación para el desarrollo económico y social", <strong>la</strong> cual, a su vez, sólo podía potenciarse mediante una<br />
administración pública con capacidad para formu<strong>la</strong>r e instrumentar tales p<strong>la</strong>nes.<br />
Se fue mode<strong>la</strong>ndo, de esta manera, una política común de reformas para casi todo el continente, adaptada<br />
a <strong>la</strong>s particu<strong>la</strong>ridades históricas y políticas de cada país; el lenguaje de los años '60 era extraordinariamente<br />
simi<strong>la</strong>r a partir del sur del Río Grande. Reforma agraria, reforma educativa, reforma impositiva, etc.,<br />
plenaban los discursos de intelectuales, partidos políticos y estadistas. Se consagra también, desde ese<br />
momento, <strong>la</strong> reforma administrativa o "administración para el desarrollo", como condición para llevar a cabo<br />
<strong>la</strong>s transformaciones (ILPES - Instituto <strong>La</strong>tinoamericano de P<strong>la</strong>nificación y Estudios Sociales).<br />
Los primeros pasos de <strong>la</strong> reforma de <strong>la</strong> administración pública podrían calificarse como de "reduccionismo<br />
estructural". En efecto, los cambios se concentraron inicialmente en <strong>la</strong>s estructuras administrativas, en los<br />
organigramas, en <strong>la</strong> dimensión formal de <strong>la</strong>s organizaciones públicas.<br />
Se pensaba ingenuamente que <strong>la</strong>s transformaciones en <strong>la</strong>s estructuras administrativas, por sí so<strong>la</strong>s, podían<br />
dinamizar el funcionamiento del aparato público. Los primeros trabajos de <strong>la</strong> Comisión de Administración<br />
Pública de Venezue<strong>la</strong> a partir de 1959, así como <strong>la</strong> temprana experiencia brasileña de los años '30, dan<br />
cuenta de esa estrategia y, por supuesto, de su fracaso.<br />
<strong>La</strong> reflexión posterior se centró en <strong>la</strong> necesidad de tecnificar el funcionamiento de <strong>la</strong> Administración. Se<br />
llegó a asociar <strong>la</strong> modernidad con <strong>la</strong> tecnología, especialmente con aquel<strong>la</strong> que había sido suficientemente<br />
probada en los países de origen. <strong>La</strong> transferencia de tecnología administrativa acrítica fue una<br />
consecuencia perversa de <strong>la</strong> estrategia tecnificadora; tal es el caso del presupuesto por programas<br />
instrumentado a comienzos de los '60 en los Estados Unidos y replicado en muchos de los países de <strong>la</strong><br />
región, entre otros muchos ejemplos.<br />
A principios de <strong>la</strong> década de los '70 se inicia una estrategia centrada en el recurso humano: era preciso<br />
incrementar <strong>la</strong> base de conocimientos del funcionario público con el fin de garantizar el éxito de <strong>la</strong><br />
tecnificación administrativa emprendida pocos años antes. Es <strong>la</strong> época del auge de <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s e institutos<br />
de capacitación de servidores públicos, con lejana (o cercana) referencia a <strong>la</strong> famosa Escue<strong>la</strong> <strong>Nacional</strong> de<br />
Administración (ENA) de Francia y sustentados en aprendizajes eminentemente cognitivos. El deterioro<br />
progresivo de <strong>la</strong>s administraciones públicas obligó a ampliar esa perspectiva hacia horizontes valorativos,<br />
ya que se sostuvo que el problema radicaba principalmente en <strong>la</strong>s actitudes de los funcionarios en torno al<br />
trabajo y a los usuarios. Sin embargo, no obstante el creciente y rico acervo de conocimientos e<br />
investigaciones que fueron desarrol<strong>la</strong>das alrededor del fenómeno de lo público, <strong>la</strong> Administración<br />
continuaba siendo percibida como un aparato ineficiente, rígido, sometido a intereses sectoriales,<br />
colonizado por los partidos políticos y carente de probidad.<br />
43
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> sinuosa y accidentada trayectoria del proceso reformista condujo finalmente a identificar un foco<br />
fundamental de atención: <strong>la</strong> gerencia pública. A el<strong>la</strong> se le atribuyen inmensas potencialidades para<br />
dinamizar transformaciones en <strong>la</strong>s múltiples dimensiones de <strong>la</strong> Administración Pública y, a <strong>la</strong> vez, para<br />
enfrentar los enormes desafíos de <strong>la</strong> actual crisis venezo<strong>la</strong>na.<br />
En efecto, se comparte absolutamente <strong>la</strong> idea del rol estratégico que cumplen los niveles directivos de <strong>la</strong><br />
Administración Pública en el proceso de modernización del aparato gubernamental. De hecho, <strong>la</strong><br />
desburocratización de <strong>la</strong> Administración, <strong>la</strong> calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos, <strong>la</strong><br />
motivación y desarrollo del funcionario, <strong>la</strong> adopción de estructuras administrativas adecuadas, <strong>la</strong><br />
instrumentación de tecnologías pertinentes y eficaces, <strong>la</strong> resolución de <strong>la</strong> compleja trama psicosocial de <strong>la</strong>s<br />
organizaciones públicas, y tantos otros fenómenos organizacionales, son fundamentalmente procesos que<br />
están dentro de <strong>la</strong> esfera de atención de <strong>la</strong> gerencia pública y de su capacidad dependerá, sin duda, el éxito<br />
institucional. Por lo demás, así lo reve<strong>la</strong>n <strong>la</strong>s "is<strong>la</strong>s de excelencia" o <strong>la</strong>s organizaciones de mayor eficiencia<br />
re<strong>la</strong>tiva que existen en el aparato gubernamental.<br />
Cabe una reflexión final en este punto, aunque no es esta <strong>la</strong> oportunidad para desarrol<strong>la</strong>r<strong>la</strong> con mayor<br />
amplitud: el escenario continental ha cambiado de actores y ya no es <strong>la</strong> misma representación; el Estado<br />
fuerte e interventor ha dado paso al mercado; de <strong>la</strong>s grandes nacionalizaciones se ha pasado a <strong>la</strong>s grandes<br />
(y no tan grandes) privatizaciones. Como consecuencia, el aparato estatal tiende a su reducción; se<br />
redimensionan <strong>la</strong>s instituciones, y los criterios y sesgos empresariales tienden a invadir el campo de lo<br />
público. Incluso se enjuicia <strong>la</strong> capacidad intrínseca del Estado para administrar y, más aún, para administrar<br />
con probidad . En efecto, en años recientes, el énfasis reformista de América <strong>La</strong>tina –y no menos en<br />
Venezue<strong>la</strong>– estuvo puesto en <strong>la</strong> dimensión económica y en <strong>la</strong> racionalización estructural del aparato<br />
administrativo. Se procuró determinar el ámbito de lo público y de lo privado y se concluyó en <strong>la</strong> necesidad<br />
de aumentar <strong>la</strong> eficiencia y eficacia del sector público. El eje de los análisis y propuestas se centró en <strong>la</strong><br />
privatización, <strong>la</strong> liberalización y <strong>la</strong> apertura. El diagnóstico inicial de <strong>la</strong> crisis regional asignaba al excesivo<br />
crecimiento del Estado y al populismo económico un peso fundamental. En consecuencia, los procesos<br />
modernizadores recomendaban medidas tendientes a promover <strong>la</strong> estabilidad a través de los mecanismos<br />
del mercado y a reducir el tamaño del Estado y su grado de intervención en <strong>la</strong> economía.<br />
El proceso de reforma implica, más bien, que el Estado debe asumir otras responsabilidades, además de <strong>la</strong><br />
diferente ponderación que debe otorgar a sus funciones tradicionales. De hecho, <strong>la</strong> modernización del<br />
Estado forma parte de <strong>la</strong> modernización de <strong>la</strong> sociedad; es <strong>la</strong> respuesta frente a <strong>la</strong> crisis económica y está<br />
directamente asociada a los procesos de democratización política y social. <strong>La</strong> reforma del Estado requiere<br />
sumarse a los p<strong>la</strong>nteamientos que consideran que este esfuerzo es una exigencia para el logro de mayor<br />
equidad, concebida ésta como un valor en sí, pero también como un prerrequisito para un desarrollo<br />
sostenido, cuyo objetivo principal es aumentar el bienestar y elevar <strong>la</strong> calidad de vida de todas <strong>la</strong>s personas.<br />
Y en esta concepción, <strong>la</strong> gerencia del sector público juega un papel fundamental.<br />
2. LA CRISIS DE IDENTIDAD DE LA GERENCIA PUBLICA<br />
En efecto, a <strong>la</strong> legitimidad legal sobre <strong>la</strong> cual se sustenta <strong>la</strong> actuación tanto del Estado como de <strong>la</strong><br />
administración pública, se han añadido <strong>la</strong>s exigencias de los valores de <strong>la</strong> equidad social y de <strong>la</strong> eficacia y <strong>la</strong><br />
eficiencia en el uso de los recursos públicos. De hecho, <strong>la</strong> eficacia y eficiencia de <strong>la</strong> gestión pública se han<br />
convertido hoy en una condición básica no sólo para <strong>la</strong> reforma del Estado sino también para el logro de <strong>la</strong><br />
competitividad y del propio desarrollo económico.<br />
En estas circunstancias, aparece en escena el concepto y <strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong> gerencia pública. Sin embargo,<br />
muy tempranamente <strong>la</strong> gerencia pública comienza a introducir severas confusiones en el campo de <strong>la</strong><br />
administración del Estado, y el<strong>la</strong> misma pugna por adquirir sustantividad disciplinaria y profesional. Por un<br />
<strong>la</strong>do, se <strong>la</strong> ha intentado reducir a un mero apéndice del Derecho Administrativo y de <strong>la</strong> Ciencia Política. Por<br />
el otro, se <strong>la</strong> ha sesgado incorporándole mecánicamente los principios y técnicas del management<br />
empresarial, bajo entorno privado, a <strong>la</strong> gestión de bienes y servicios públicos, bajo entorno de no mercado y<br />
con fuerte componente de "autoridad".<br />
Ello ha tendido a generar ciertos excesos, pues <strong>la</strong> reinvidicación, por ejemplo, de mayor libertad de<br />
actuación para los directivos públicos, con el argumento de igua<strong>la</strong>r <strong>la</strong> discrecionalidad de los gestores<br />
privados, ha producido <strong>la</strong> anu<strong>la</strong>ción de los viejos e inútiles sistemas de control, pero sin sustituirlos por un<br />
nuevo y eficiente sistema de rendición de cuentas y de responsabilidad, incrementando así tanto <strong>la</strong><br />
arbitrariedad del poder como el potencial de corrupción .<br />
44
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Por su parte, el Derecho Administrativo -sostiene Joan Prats- se ha mostrado incapaz para entender y<br />
establecer un diálogo fecundo con <strong>la</strong> gerencia pública, lo que por lo demás no tiene nada de extraño, dado<br />
el acartonamiento de <strong>la</strong> corporación administrativista en el paradigma "antidiscrecional". En efecto, seña<strong>la</strong><br />
Prats, el Derecho Administrativo se ha p<strong>la</strong>smado en un paradigma que atiende y resuelve los problemas de<br />
legitimidad del Estado Liberal de Derecho, pero ha sido irrelevante e indiferente al desarrollo del Estado<br />
Social y Democrático, y resulta ajeno, cuando no contradictorio, con el desarrollo de <strong>la</strong> racionalidad<br />
gerencial pretendida por el management de hoy. "El Derecho Administrativo todavía dominante se<br />
encuentra aprisionado en un paradigma que no responde ya a <strong>la</strong> dinámica de los hechos, que conduce a <strong>la</strong><br />
estéril negación y crítica de los mismos y que impide el diálogo fecundo con el management público, en el<br />
marco renovado de unas Ciencias Administrativas, hoy más necesarias que nunca habida cuenta de <strong>la</strong>s<br />
rápidas y profundas transformaciones a que está siendo sometido el sector público de nuestro tiempo" .<br />
En términos generales, el dilema de nuestras administraciones públicas se mueve en un doble marco de<br />
exigencias po<strong>la</strong>res aparentemente contradictorias: o incorporamos el management con <strong>la</strong> expectativa de<br />
una gestión más eficiente de los asuntos públicos, y con los riesgos de desatar el Leviathan, o contenemos<br />
al Estado sobre <strong>la</strong> base de <strong>la</strong> legitimidad legal que le imprime el Derecho Administrativo, pero reducido a <strong>la</strong><br />
clásica función de administrar el régimen de libertades.<br />
3. LA CRISIS DEL PARADIGMA GERENCIAL<br />
Se está en presencia de una nueva realidad de <strong>la</strong>s organizaciones en general, lo que implica <strong>la</strong> necesidad<br />
de adoptar posturas actualizadas en torno a <strong>la</strong> función directiva. De hecho, el contexto de incertidumbre ha<br />
generado fuertes ruidos en <strong>la</strong>s organizaciones, sumidas a tasas de cambio acelerado y afectadas por un<br />
gran número de variables, agotando con ello <strong>la</strong> capacidad de predicción. Se terminó <strong>la</strong> época de aprender<br />
de <strong>la</strong> realidad –se sostiene en el M.I.T. Se requiere un "aprendizaje generativo". En este mismo sentido, Y.<br />
Dror refiere que un gerente está condenado al fracaso si le ha ido bien en el pasado. Todo ello complica el<br />
management: su curriculum, su perfil, y, en definitiva, genera crisis en el paradigma mismo de <strong>la</strong> función<br />
gerencial.<br />
Hasta hace poco tiempo, el éxito gerencial se le vincu<strong>la</strong>ba al clásico POSDCORB de Gulick . Gerente "ideal"<br />
sería el que maneja con toda eficiencia <strong>la</strong>s funciones del "proceso administrativo", vistas desde una<br />
perspectiva formalista. Sería básicamente el gerente capaz de manejar <strong>la</strong> organización formal. <strong>La</strong> teoría<br />
gerencial moderna está en una etapa absolutamente diferente. Investigaciones como <strong>la</strong>s de Henry<br />
Mintzberg en Canadá, que reve<strong>la</strong>ron sistemáticamente <strong>la</strong> actividad real de los gerentes exitosos, llegan a <strong>la</strong><br />
conclusión de que tienen como grandes funciones: <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción interpersonal, el manejo de información y <strong>la</strong><br />
de decidir, que involucra componentes importantes de negociación institucional, y que el POSDCORB es un<br />
aspecto menor de su <strong>la</strong>bor .<br />
Otra de <strong>la</strong>s investigaciones difundidas sobre esta materia es <strong>la</strong> de John Kotter, de <strong>la</strong> Universidad de<br />
Harvard, quien evidenció que los ejecutivos de más altos logros son aquellos que sostienen una intensa<br />
re<strong>la</strong>ción "cara a cara" con los demás, en un clima no burocrático. Este particu<strong>la</strong>r estilo les permite: 1) armar<br />
una adecuada agenda de decisiones, ya que les facilita identificar en tiempo real <strong>la</strong>s cuestiones realmente<br />
estratégicas para <strong>la</strong> organización; 2) lograr que se hagan <strong>la</strong>s cosas a través de un grupo grande y diverso<br />
de personas; 3) crear una red de re<strong>la</strong>ciones sobre <strong>la</strong>s que se apoya su capacidad real de instrumentación.<br />
Así, <strong>la</strong>s agendas y <strong>la</strong>s redes colocan a estos gerentes en buena posición para responder al flujo de eventos<br />
y de cambios. Otros autores confirman los hal<strong>la</strong>zgos de Kotter en el sentido que <strong>la</strong> condición de éxito<br />
gerencial descansa en <strong>la</strong> velocidad de reacción al entorno y en lograr, a su vez, identificar correctamente <strong>la</strong><br />
agenda estratégica real para enfrentar los problemas c<strong>la</strong>ve. Por el contrario, el culto a <strong>la</strong> documentación y al<br />
papeleo es el factor más perjudicial para una gestión exitosa.<br />
Hay un aspecto de singu<strong>la</strong>r relevancia que conspira contra el despliegue de <strong>la</strong>s capacidades gerenciales, y<br />
muy especialmente en <strong>la</strong>s organizaciones públicas, aunque constituye a <strong>la</strong> vez un desafío de enormes<br />
proporciones para quienes ejercen <strong>la</strong> función directiva: <strong>la</strong> cultura predominante en torno a <strong>la</strong> concepción de<br />
<strong>la</strong>s estructuras organizacionales, que suelen configurarse bajo criterios de rigidez, de formalismo y de<br />
sólidas jerarquías.<br />
Por el contrario, éstas deben ser adecuadas para actuar en un mundo de incertidumbre. <strong>La</strong> organización<br />
debe maximizar su flexibilidad. Edgar Schein sostiene al respecto <strong>la</strong> necesidad de terminar con <strong>la</strong> idea de <strong>la</strong><br />
jerarquía y de <strong>la</strong>s organizaciones jerárquicas. Se dibujan organizaciones con tendencia cada vez mayor a<br />
configurar redes. Según el M.I.T., <strong>la</strong>s organizaciones más competitivas se fundamentan en redes, por lo que<br />
les denomina "organizaciones hologramas", donde cada parte de <strong>la</strong> organización tiene suficiente<br />
información para reconstituir el todo; están ligadas horizontalmente; <strong>la</strong> descentralización es más aguda, etc.<br />
45
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Sin embargo, el tema de <strong>la</strong>s estructuras organizacionales está, en este momento, en una etapa de<br />
experimentación.<br />
Por otro <strong>la</strong>do, se ha impuesto en los últimos años el concepto de <strong>la</strong>s organizaciones que aprenden,<br />
desarrol<strong>la</strong>do por Peter Senge. Se trata de que <strong>la</strong> organización aprenda en tiempo real y simultáneo de los<br />
problemas que p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> incertidumbre del contexto. En tal sentido, se ha sostenido que administrar no es<br />
simplemente "dirigir recursos humanos hacia metas", sino más bien "permitir que los individuos respondan<br />
creativamente ante situaciones cambiantes", lo que incluye <strong>la</strong> idea de aprendizaje. En ese mismo contexto,<br />
se afirma que el gerente debe ser preparado como un buen legitimador de <strong>la</strong> realidad, es decir debe<br />
interpretar lo que sucede en su entorno y trasmitirlo a <strong>la</strong> organización. Por lo tanto, el gerente es el primero<br />
en <strong>la</strong> línea de aprendizaje, para saber cuáles son los hechos importantes que deben ser trasmitidos a <strong>la</strong><br />
organización y al mismo tiempo saber evaluar <strong>la</strong>s tendencias. De hecho, <strong>la</strong>s organizaciones deben<br />
convertirse en <strong>la</strong>boratorios de aprendizaje.<br />
Lo mencionado anteriormente no es un campo ajeno a <strong>la</strong> gerencia pública. En un mundo cada vez más<br />
competitivo el papel del gerente público será más exigente y complejo que en el pasado. El Estado está en<br />
un proceso de transformación fundamental, lo cual requiere de una inteligencia que favorezca <strong>la</strong><br />
competitividad y permita enfrentar los gigantescos desafíos contemporáneos. Preparar un agente público<br />
para un Estado inteligente y fuerte, y una sociedad civil igualmente fuerte para enfrentar los desafíos de<br />
esta magnitud, implica estar muy abierto a <strong>la</strong>s fronteras tecnológicas de <strong>la</strong> gerencia contemporánea y<br />
participar en <strong>la</strong> revolución de los paradigmas gerenciales que vive el mundo.<br />
4. LA SITUACION DE LA GERENCIA PUBLICA EN VENEZUELA<br />
<strong>La</strong> pob<strong>la</strong>ción de gerentes públicos del nivel medio y superior del país alcanza aproximadamente a 40.000<br />
efectivos, incluyendo <strong>la</strong>s tres instancias territoriales: nacional, estadual y municipal. Estos ejecutivos, en su<br />
gran mayoría, distan considerablemente del perfil deseable de gerente público y de un marco de<br />
condiciones apropiadas para el despliegue de sus potencialidades. <strong>La</strong>s pocas "is<strong>la</strong>s de excelencia" que<br />
existen en el sector público lo son precisamente por <strong>la</strong> atención que han puesto al recurso gerencial y,<br />
particu<strong>la</strong>rmente, a su prefesionalización. Por el contrario, <strong>la</strong> ineficiencia institucional tiene una estrecha<br />
re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> ausencia de una política gubernamental en esta materia; ausencia que se manifiesta en los<br />
siguientes rasgos :<br />
• El ingreso a los cargos de Gerencia Media y Alta no requiere requisitos de capacidad profesional.<br />
• No están definidas <strong>la</strong>s fuentes de reclutamiento; gran parte de estos cargos son cubiertos de fuentes<br />
externas.<br />
• No existe un organismo orientado a <strong>la</strong> formación de gerentes públicos que sirva como fuente<br />
sistemática de reclutamiento y selección.<br />
• No existe evaluación de rendimiento ni expectativa institucionalizada de permanencia.<br />
• Para el funcionario de carrera, <strong>la</strong> decisión de aceptar un cargo gerencial representa un riesgo que<br />
compromete su estabilidad.<br />
• Los cargos gerenciales no son descritos ni evaluados, por lo que se desconoce su perfil y los<br />
requerimientos para su desempeño.<br />
• No se determinan <strong>la</strong>s diferencias de responsabilidad y complejidad entre los cargos; no hay criterios<br />
idóneos para asignarles remuneración.<br />
• Se desconocen los factores e indicadores de una buena gestión.<br />
• Los cargos gerenciales están sujetos al l<strong>la</strong>mado "sistema del botín".<br />
• Excesiva individualidad en los gerentes, en perjuicio del trabajo en equipo.<br />
• Predominio de <strong>la</strong> subjetividad y de <strong>la</strong> intuición en <strong>la</strong> toma de decisiones.<br />
• Vulnerabilidad frente al tráfico de influencias.<br />
• Resistencia ante los consejos y recomendaciones de especialistas.<br />
• Temor a <strong>la</strong> delegación de autoridad hacia sus co<strong>la</strong>boradores.<br />
• Predominio de expresiones externas de status.<br />
• Deficiente concepción de <strong>la</strong>s prioridades.<br />
• Deficiente capacidad para enfrentar situaciones y problemas.<br />
• Carencia de experiencia.<br />
• Escaso conocimiento de <strong>la</strong>s normas jurídicas que condicionan sus decisiones.<br />
• Limitadas capacidades y habilidades para comprender <strong>la</strong> conducta humana, así como para motivar al<br />
personal.<br />
• Insuficiente formación en materia de tecnología administrativa relevante.<br />
• Insuficiente preparación para actuar en un marco de escasez de recursos y para negociar con actores<br />
intra y extraorganizacionales.<br />
46
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
• Ausencia re<strong>la</strong>tiva de un sentido de previsión y de pensamiento estratégico.<br />
5. ALGUNAS VIAS DE SOLUCION: LA PROFESIONALIZACION DE LA GERENCIA PUBLICA<br />
En un trabajo desarrol<strong>la</strong>do en el año 1989 por <strong>la</strong> Comisión Presidencial para <strong>la</strong> Reforma del Estado<br />
(COPRE), se hace énfasis en <strong>la</strong> profesionalización de <strong>la</strong> Función Pública como <strong>la</strong> solución prevista para<br />
adaptar el aparato estatal a <strong>la</strong>s crecientes y múltiples demandas que van diversificando su rol, y adquiere<br />
preeminencia sobre cambios de tipo estructural y procedimental. Se destaca en dicho trabajo que "son <strong>la</strong><br />
actitud y comportamiento de los funcionarios y de sus gerentes los que van a producir <strong>la</strong>s transformaciones<br />
del accionar cotidiano de <strong>la</strong> Administración" .<br />
<strong>La</strong> experiencia comparada muestra un amplio desarrollo en esta materia. Así, el informe Northcote<br />
Trevelyan de 1853 sirvió de punto de partida para <strong>la</strong> creación del Civil Service Británico, que fue<br />
posteriormente extendido a <strong>la</strong>s colonias. En los Estados Unidos, <strong>la</strong> Ley Pendleton, origen del sistema de<br />
méritos en el Civil Service, data de 1883. <strong>La</strong> Función Pública francesa recibió primera prioridad recién<br />
terminada <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial. En América <strong>La</strong>tina, por su parte, ha habido notables avances en <strong>la</strong><br />
materia, destacándose los casos de Brasil y Argentina.<br />
En Venezue<strong>la</strong>, <strong>la</strong> Ley de Carrera Administrativa, promulgada en el año 1971, viabiliza el mandato<br />
constitucional. Sin embargo, dicha Ley, en sí misma poco adecuada, es en extremo limitada en cuanto a su<br />
ámbito de competencia institucional, ya que sólo atiende aproximadamente a un 20% de los trabajadores al<br />
servicio del Estado. Además, no extiende <strong>la</strong> carrera administrativa a los niveles directivos de <strong>la</strong><br />
Administración, los cuales asumen el carácter de botín del partido político –o, en su caso, de <strong>la</strong> fracción<br />
partidista– que triunfa en <strong>la</strong>s elecciones presidenciales, con <strong>la</strong> consecuente ausencia de estabilidad<br />
gerencial y de continuidad de los programas gubernamentales de mediano y <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.<br />
Esta última situación ha generado graves disfunciones en <strong>la</strong> conducción del aparato gubernamental, tales<br />
como <strong>la</strong> imposibilidad de definir horizontes estratégicos de <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, corrupción administrativa,<br />
subordinación de <strong>la</strong> maquinaria de gobierno a los intereses de los c<strong>la</strong>nes políticos, etc. . Ello contrasta con<br />
<strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas "is<strong>la</strong>s de excelencia" que sin duda existen en el sector público. En efecto, aquellos organismos<br />
que logran instrumentar una carrera directiva sustentada en el mérito, reve<strong>la</strong>n una gerencia institucional de<br />
elevados niveles de excelencia y, por ende, una mayor eficiencia re<strong>la</strong>tiva de <strong>la</strong> organización pública, lo cual<br />
incide significativamente en <strong>la</strong> existencia de un personal con elevados niveles de motivación y de<br />
satisfacción en el trabajo, traduciéndose en una re<strong>la</strong>ción positiva con el ciudadano, en tanto usuario-cliente<br />
de los servicios de <strong>la</strong> organización.<br />
En esta perspectiva, <strong>la</strong> profesionalización persigue justamente eliminar los efectos nocivos que trae consigo<br />
el desempeño de funciones gerenciales por parte de personas que llegan a ocupar posiciones directivas sin<br />
haber hecho carrera en esas organizaciones, sin haber conocido el complejo mundo de <strong>la</strong> administración<br />
pública, sin haber internalizado los valores derivados de los fines y criterios específicos del ámbito de <strong>la</strong><br />
gestión pública; sin conocer <strong>la</strong>s organizaciones y sus funcionarios, y sin entender que <strong>la</strong> institucionalización<br />
que requiere <strong>la</strong> administración pública exige una continuidad administrativa que se conjugue<br />
adecuadamente con <strong>la</strong> adaptación al entorno turbulento en que se mueve. El objetivo perseguido, en<br />
definitiva, consiste en sustituir el sistema de botín imperante por un sistema de carrera, en el entendido de<br />
que profesionalizar es crear y aplicar <strong>la</strong>s condiciones que permitan hacer y mantener una carrera gerencial<br />
pública.<br />
Podría argumentarse que un cuerpo profesionalizado burocrático podría constituirse en un factor de<br />
obstrucción frente a una dirección política que pretenda lograr transformaciones en el Estado, puesto que<br />
tendería al inmovilismo, a <strong>la</strong> conservación del status, al formalismo y al ritualismo. Sin embargo, ello es más<br />
un resultado de <strong>la</strong> administración de los proyectos y sistemas gubernamentales que de <strong>la</strong> propia concepción<br />
de los modelos de profesionalización gerencial. También en este sentido <strong>la</strong> experiencia comparada aporta<br />
evidencias significativas. En efecto, el desarrollo de los cuerpos de directivos profesionales que emergieron<br />
en Europa después de <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial se han constituido indistintamente en excelentes apoyos<br />
para los gobiernos del más variado signo político. A <strong>la</strong> inversa, el "sistema del botín", que privó doctrinaria y<br />
prácticamente en los Estados Unidos desde el siglo pasado, constituyó el factor desencadenante de <strong>la</strong><br />
corrupción e ineficacia de <strong>la</strong> Función Pública, y <strong>la</strong> eliminación de dicho sistema ha sido el aporte más<br />
importante de <strong>la</strong> reforma de <strong>la</strong> Ley de Servicio Civil en 1978 en ese país.<br />
Hay conciencia, por otra parte, que <strong>la</strong> profesionalización de todo el universo de gerentes públicos constituye<br />
un proyecto irrealizable hoy en día. Cualquier iniciativa en este sentido requiere de <strong>la</strong> aceptación política y<br />
legis<strong>la</strong>tiva por parte de los actores que son beneficiarios actuales o potenciales del "botín" gerencial,<br />
47
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
quienes, obviamente, no querrán ceder espacios de control burocrático de <strong>la</strong> Administración ni de<br />
prebendas destinadas a compensar <strong>la</strong> fidelidad a intereses sectoriales .<br />
En tal contexto, <strong>la</strong> profesionalización de <strong>la</strong> gerencia pública encuentra viabilidad a través de una estrategia<br />
orientada a identificar un conjunto limitado de "cargos críticos", susceptibles de ser sometidos a criterios de<br />
reclutamiento, de selección, de estabilidad en función de un sistema de evaluación anual de rendimiento, de<br />
remuneraciones competitivas y de formación y recic<strong>la</strong>je. Esta estrategia tuvo un éxito significativo en<br />
Argentina y en Bolivia; en el primero de estos países se llegaron a identificar 1.500 cargos críticos, los<br />
cuales constituyeron un cuerpo de funcionarios directivos bajo un régimen especial de remuneraciones,<br />
diferenciado del resto de <strong>la</strong> Administración Pública. Para ingresar a dicho cuerpo se exigió aprobar un<br />
riguroso sistema de concursos y de credenciales, y someterse a un período de 18 meses de formación en<br />
Gerencia Pública. En Bolivia, por su parte, se identificaron 2.200 "cargos c<strong>la</strong>ve", en términos simi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong><br />
experiencia Argentina.<br />
Ciertamente, <strong>la</strong> crisis inédita que vive <strong>la</strong> sociedad venezo<strong>la</strong>na exige, más que en otras coyunturas del<br />
pasado, una demanda por administración eficiente de enormes proporciones. Al Estado se le pide,<br />
contradictoriamente, que gaste menos, pero simultáneamente se le requiere que haga mucho más de lo que<br />
ha hecho tradicionalmente. En el p<strong>la</strong>no político, <strong>la</strong> demanda por administración eficiente implica <strong>la</strong><br />
configuración de una administración democrática, que incluya el diseño de mecanismos activos de<br />
participación ciudadana, <strong>la</strong> transparencia de <strong>la</strong> gestión pública y el control social de <strong>la</strong> misma.<br />
Una gerencia eficiente en el sector público no se alcanzará sino a partir de un rep<strong>la</strong>nteo de <strong>la</strong>s bases<br />
conceptuales y de una acción en que el gobierno y <strong>la</strong>s universidades desempeñen un rol que permita trazar<br />
una nueva senda en <strong>la</strong> conducción de los asuntos públicos.<br />
6. CONCLUSIONES<br />
A través de <strong>la</strong>s reflexiones desarrol<strong>la</strong>das en el presente trabajo, se ha intentado re<strong>la</strong>tivizar <strong>la</strong> importancia -<br />
que sin duda <strong>la</strong> tienen- de <strong>la</strong>s acciones dirigidas a modificar <strong>la</strong>s prácticas gerenciales en <strong>la</strong> administración<br />
pública. No se quiere decir con ello que <strong>la</strong> Gerencia Pública adquiera un lugar subordinado en <strong>la</strong> agenda de<br />
modernización del sector público. Se trata, más bien, de destacar los factores que permitirían potenciar los<br />
esfuerzos orientados a incrementar <strong>la</strong> capacidad de gestión del Estado, entre los que se incluyen <strong>la</strong><br />
formación gerencial.<br />
En tal sentido, es necesario focalizar <strong>la</strong> reforma hacia aquellos p<strong>la</strong>nos que tiendan a configurar una<br />
Administración democrática y una re<strong>la</strong>ción más abierta y transparente entre el Estado y <strong>la</strong> sociedad. Este<br />
p<strong>la</strong>nteamiento no responde tanto a una sustentación doctrinaria, a priori, sino a un nuevo escenario que<br />
progresivamente se ha ido conformando, y que abre paso a actores sociales que tradicionalmente han<br />
estado subordinados a los intereses y expectativas de los l<strong>la</strong>mados "c<strong>la</strong>nes políticos". En efecto, liberalizar<br />
el mercado trae como consecuencia, en ocasiones imperceptible, <strong>la</strong> liberalización de <strong>la</strong>s "reg<strong>la</strong>s" que limitan<br />
a <strong>la</strong> sociedad civil y constriñen el juego de <strong>la</strong> negociación y el conflicto, consustanciales a una forma<br />
democrática de organización política.<br />
En este marco, <strong>la</strong> dirección de los asuntos públicos debe desempeñar un papel absolutamente estratégico y<br />
extraordinariamente complejo. Los paradigmas tradicionales de <strong>la</strong>s ciencias gerenciales deben ser<br />
sustituidos por nuevos paradigmas que respondan a situaciones reales, turbulentas, poco estructuradas y<br />
plenas de incertidumbre. <strong>La</strong> Gerencia del Sector Público, a su vez, requiere definitivamente ser reconocida<br />
en su especificidad, como disciplina y como fenómeno social, promoviendo al mismo tiempo una severa<br />
transformación de <strong>la</strong>s condiciones ambientales e institucionales en que se desenvuelve.<br />
<strong>La</strong> formación gerencial para el sector público cobra, en esta perspectiva, una importancia de enorme<br />
significación, y así se ha entendido a nivel internacional, particu<strong>la</strong>rmente en los países industrializados.<br />
Herramientas analíticas para <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación, <strong>la</strong> organización, el análisis de estados financieros, etc., si bien<br />
es cierto son útiles para el desempeño gerencial, y por tanto constituyen materias básicas de un programa<br />
de estudios en torno a esta área, más importancia tienen aquellos componentes del pensum orientados a<br />
desarrol<strong>la</strong>r aspectos tales como: pensamiento estratégico, capacidades técnico-políticas, capacidad para<br />
percibir <strong>la</strong>s "señales" de <strong>la</strong> realidad, capacidad para aprender de <strong>la</strong>s propias experiencias, rigor y<br />
consistencia en <strong>la</strong> investigación organizacional, capacidad para desenvolverse en el tejido social de <strong>la</strong><br />
organización, orientación a <strong>la</strong> acción, sustento axiológico del desempeño gerencial, son algunos de los<br />
aspectos más sustantivos de <strong>la</strong> formación de directivos públicos.<br />
48
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Tanto <strong>la</strong>s universidades como el sector público tienen un rol fundamental en torno a <strong>la</strong>s nuevas directrices<br />
formativas que se están formu<strong>la</strong>ndo. Es necesario establecer un "puente de co<strong>la</strong>boración activa" entre<br />
ambas instituciones que permita integrar los escasos recursos disponibles y los esfuerzos que han<br />
emprendido diferentes centros de desarrollo de administradores.<br />
NOTAS<br />
1. Esta situación ha servido de argumento, en muchos sectores, para justificar una vasta corriente<br />
privatizadora y el desarrollo de <strong>la</strong> ideología de <strong>la</strong> "public choice". Esta seña<strong>la</strong>, en esencia, que cada<br />
individuo procura maximizar su propio bienestar, y el mercado constituiría el instrumento más eficiente<br />
para el logro de este objetivo. <strong>La</strong>s preferecias, en <strong>la</strong> forma en que el<strong>la</strong>s se manifiestan en el mercado,<br />
estarían a salvo de toda forma de coerción, en especial de <strong>la</strong>s que podrían derivar de <strong>la</strong> institucionalidad<br />
política. Esta última es visualizada como un instrumento que los individuos usan para obtener ventajas a<br />
costa de sus semejantes, a través de alguna forma de coerción. Sólo el mercado estaría a salvo de <strong>la</strong><br />
influencia contaminante de <strong>la</strong> política<br />
<strong>La</strong>s autoridades políticas y los burócratas, de acuerdo a este enfoque, tenderían ausar <strong>la</strong>s instituciones<br />
públicas para maximizar su propio bienstar. Para atenuar estas distorsiones es necesario reducir lo más<br />
posible el papel de <strong>la</strong>s entidades públicas y dejar que <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s decisiones sean adoptadas<br />
allí donde existe "libertad para elegir". Esa instancia no es otra que el mercado. De hecho, el<br />
neoliberalismo ha tomado este argumento a partir del enfoque de <strong>la</strong> "opción pública" desarrol<strong>la</strong>do en<br />
Estados Unidos, en <strong>la</strong> forma que ha sido expuesta por J. Buchanan, G. Tullock y otros.<br />
2. Prats i Catalá, Joan. "Derecho y management en <strong>la</strong>s administraciones públicas", Revista Reforma y<br />
Democracia No. 3; CLAD, Caracas, enero 1995, p. 92.<br />
3. Prats i Catalá, Joan. Op. Cit; pp. 93-94.<br />
4. De <strong>la</strong>s sig<strong>la</strong>s en inglés P<strong>la</strong>nning, Organising, Staffing, Directing, Coordinating, Reporting y Budgeting.<br />
5. Mintzberg, Henry. <strong>La</strong> Alta Dirección: mitos y realidades. Harvard Business Review. Julio-Agosto, 1975.<br />
6. COPRE. Reforma de <strong>la</strong>s instituciones de Gobierno. Propuestas para <strong>la</strong> modernización del Poder<br />
Ejecutivo. Vol. 11. Caracas, 1994, PP. 263-266.<br />
7. COPRE. <strong>La</strong> Reforma Administrativa. Caracas, 1989; p. 21.<br />
8. Ver: Quintin, Antonio. Proyecto de creación del Instituto de Alta Gerencia Pública. COPRE, mimeo,<br />
Caracas, 1991, pp. 10 a 15.<br />
9. <strong>La</strong> COPRE presentó en el año 1988 un Acuerdo para <strong>la</strong> Profesionalización de <strong>la</strong> Gerencia Pública a ser<br />
suscrito por los partidos políticos, el cual nó llegó a prosperar. En el año 1994, con asistencia financiera<br />
del Programa de <strong>la</strong>s Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se preparó un Proyecto de Estatuto<br />
Gerencial Público que consagraría <strong>la</strong> carrera directiva. Este Proyecto será presentado próximamente a<br />
<strong>la</strong> consideración del Ejecutivo <strong>Nacional</strong> una vez se definan <strong>la</strong>s estrategias pertinentes.<br />
49
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
LA ADAPTACION ADMINISTRATIVA EN ESPAÑA A LA UNION EUROPEA Y LOS<br />
NUEVOS REQUISITOS Y PERFILES DE LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS<br />
Eduardo ZAPICO GOÑI<br />
Asesor, Oficina del Presupuesto, Presidencia de Gobierno, Madrid, ESPAÑA<br />
I. LA ADAPTACION ADMINISTRATIVA EN ESPAÑA A LA UNION EUROPEA<br />
1. INTRODUCCION: IMPORTANCIA Y DIFICULTAD DE LA ADAPTACION ADMINISTRATIVA<br />
Uno de los desafíos con que se encuentra <strong>la</strong> Unión Europea (UE) menos estudiados es el desequilibrio<br />
existente entre <strong>la</strong> capacidad de gestión y los objetivos de integración ratificados en el Tratado de Maastricht.<br />
Aunque este déficit de gestión se identifica en ocasiones con lo limitado de <strong>la</strong>s competencias y dimensión<br />
de <strong>la</strong> Comisión Europea lo cierto es que "... <strong>la</strong> integración regional no es posible sin el apoyo de élites c<strong>la</strong>ves<br />
del sector privado, de <strong>la</strong> academia y de poderosas burocracias nacionales. <strong>La</strong> integración regional<br />
(Europea) no puede tener éxito sin un grado suficiente de capacidad de gestión tanto a nivel nacional como<br />
supranacional" (P. Smith, 1993:62-63). <strong>La</strong> viabilidad del proyecto europeo está condicionada a que se<br />
diseñe y desarrolle una co<strong>la</strong>boración estrecha entre múltiples organizaciones públicas y privadas situadas a<br />
distintos niveles de gobierno (Comisión Europea, 1994: 8; Milward, 1992: 3). El desarrollo de <strong>la</strong> UE depende<br />
de <strong>la</strong> capacidad de gestión de múltiples re<strong>la</strong>ciones interorganizacionales. Requiere el establecimiento,<br />
desarrollo y consolidación de un tejido re<strong>la</strong>cional y funcional eficaz entre los distintos niveles de gobierno y<br />
dentro de cada uno de ellos, y entre éstos y el sector privado. <strong>La</strong> eficacia final de los procesos de decisión y<br />
puesta en práctica de <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong> UE dependen en gran medida de <strong>la</strong> capacidad de gestión de <strong>la</strong>s<br />
interacciones y negociaciones inter e intra gubernamentales. Sin embargo, <strong>la</strong> adaptación de <strong>la</strong>s<br />
Administraciones de los Estados miembros (EM) a <strong>la</strong> creciente internacionalización de los problemas y<br />
políticas europeas más allá de <strong>la</strong> esfera doméstica o diplomática tradicional ha sido hasta ahora <strong>la</strong><br />
cenicienta de los programas de reforma del sector público. Mejorar <strong>la</strong> capacidad nacional de gestión de <strong>la</strong>s<br />
negociaciones europeas es un paso necesario e inevitable en <strong>la</strong> construcción europea (Metcalfe, 1994: 271;<br />
Kliksberg, 1994: 189, 190).<br />
<strong>La</strong> dificultad de mejorar <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s Administraciones <strong>Nacional</strong>es en <strong>la</strong> toma de decisiones<br />
europeas es mayor de lo que suele pensarse. <strong>La</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> política europea es el resultado de un<br />
proceso de múltiples interacciones negociadas entre representantes de los EM caracterizadas por los<br />
siguientes factores de complejidad (Walton and Mckersie, 1965: 133):<br />
• Se superponen componentes técnicos y humanos. Los valores, actitudes, sentimientos, percepciones<br />
sobre penalizaciones y recompensas, etc. de los participantes afectan tanto o más que los aspectos<br />
técnicos en los resultados de <strong>la</strong>s negociaciones y en definitiva en <strong>la</strong> eficacia del proceso decisorio. Esto<br />
es especialmente importante dada <strong>la</strong> siguiente característica.<br />
• Los acuerdos negociados se prolongan en el tiempo. <strong>La</strong> naturaleza continuada de <strong>la</strong>s negociaciones es<br />
evidente. Hay nuevas negociaciones post-acuerdo por revisión o reinterpretación de los acuerdos<br />
durante <strong>la</strong> fase de implementación. Además el proceso de decisión es una serie sucesiva de<br />
negociaciones concatenadas en el tiempo. Los temas de negociación pueden cambiar pero los<br />
negociadores suelen mantenerse.<br />
• Es difícil identificar y compatibilizar los intereses nacionales con los intereses europeos. No suele haber<br />
una comparación fácil ni precisa sobre los beneficios de defender los intereses individuales (nacionales)<br />
o los de grupo (europeos).<br />
• Los negociadores que participan directamente en <strong>la</strong>s negociaciones europeas representan directa o<br />
indirectamente a organizaciones (departamentos ministeriales, otros niveles de gobierno, intereses<br />
privados, etc.) cuyos miembros influyen en su comportamiento negociador ejerciendo múltiples<br />
presiones a menudo incompatibles.<br />
Esta última fuente de complejidad es particu<strong>la</strong>rmente importante en <strong>la</strong>s negociaciones europeas y es el<br />
centro de interés de este artículo. Los esfuerzos de negociación realizados en Bruse<strong>la</strong>s son tan solo <strong>la</strong> fase<br />
final del proceso decisorio. Aunque los actores principales se identifican c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong> figura de los<br />
representantes de los gobiernos nacionales sería irrealista suponer que éstos defienden posturas neutras<br />
de negociación, puramente técnicas, formal y plenamente aceptadas mediante un proceso de formu<strong>la</strong>ción<br />
automática en cada capital de origen. <strong>La</strong> definición del interés nacional no es algo evidente en sí mismo. <strong>La</strong><br />
postura que los representantes de cada país tomen en Bruse<strong>la</strong>s, exige y depende de un contacto estrecho<br />
entre múltiples centros de decisión, coordinación y participación (pública y privada) a todos los niveles de<br />
50
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
gobierno. <strong>La</strong> eficacia de <strong>la</strong> estrategia de negociación seguida por un Estado miembro depende de un<br />
esfuerzo prolongado e intenso de preparación que permita integrar los diversos intereses internos.<br />
<strong>La</strong> adaptación de España a <strong>la</strong> UE no es sólo una cuestión de transposición de leyes sino además de una<br />
reorganización en su Administración que garantice su participación eficaz en el proceso de toma de<br />
decisiones europeas. Esto significa <strong>la</strong> participación en una serie de incansables negociaciones en múltiples<br />
comités de expertos en <strong>la</strong> Comisión Europea y en los grupos de trabajo del Consejo, en el Comité de<br />
Representantes Permanentes (COREPER) y en el Consejo de Ministros. Los beneficios que España pueda<br />
obtener del desarrollo de <strong>la</strong> Unión Europea dependen en gran medida de cómo los delegados españoles<br />
negocian y consiguen apoyo para <strong>la</strong>s posiciones españo<strong>la</strong>s. Está c<strong>la</strong>ro que su experiencia profesional y<br />
habilidad negociadora son determinantes en este sentido. Pero además el papel jugado por los delegados<br />
españoles en Bruse<strong>la</strong>s está también muy influido por <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong>s instrucciones recibidas de Madrid. <strong>La</strong><br />
calidad de estas instrucciones depende de un proceso <strong>la</strong>rgo de coordinación previo y/o simultáneo al propio<br />
proceso de negociación en Bruse<strong>la</strong>s con el fin de integrar los distintos intereses de los centros y grupos<br />
afectados por <strong>la</strong>s decisiones europeas. <strong>La</strong> eficacia de los delegados españoles depende de <strong>la</strong> capacidad del<br />
gobierno y <strong>la</strong>s Administraciones públicas para agregar todos los intereses internos y formu<strong>la</strong>r una postura<br />
común.<br />
Según un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores, "el riesgo de quiebra del principio de unidad de<br />
acción exterior es considerable en el p<strong>la</strong>no multi<strong>la</strong>teral". Cada Ministerio tiende a conectar directamente con<br />
su organización internacional especializada correspondiente. Esto explica que a veces el Ministerio de<br />
Economía y Hacienda desarrolle una política en <strong>la</strong> OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo<br />
Económicos), Trabajo otra en <strong>la</strong> OIT (Organización Internacional del Trabajo), Salud otra en <strong>la</strong> OMS<br />
(Organización Mundial de <strong>la</strong> Salud), Educación otra en <strong>la</strong> UNESCO (Organización de <strong>la</strong>s Naciones Unidas<br />
para <strong>la</strong> Educación <strong>la</strong> Ciencia y <strong>la</strong> Cultura), Agricultura otra en <strong>la</strong> FAO (Organización de <strong>la</strong>s Naciones Unidas<br />
para <strong>la</strong> Agricultura y <strong>la</strong> Alimentación), etc. (Vil<strong>la</strong>r, 1985:122). Peor aún sería que en una misma organización<br />
internacional los distintos ministerios y niveles de gobierno involucrados tendieran a desarrol<strong>la</strong>r políticas de<br />
actuación incompatibles.<br />
<strong>La</strong> preparación interna de <strong>la</strong>s posiciones de negociación de cada Estado miembro para participar en <strong>la</strong> toma<br />
de decisiones europeas tiene una doble proyección. No sólo asegura <strong>la</strong> coherencia global de los intereses<br />
del Estado miembro, sino que además facilita el funcionamiento apropiado del proceso decisorio a nivel<br />
europeo. <strong>La</strong> debilidad de los mecanismos de coordinación nacional, previos a <strong>la</strong>s negociaciones europeas,<br />
puede provocar un perjuicio a los intereses nacionales y al funcionamiento global de <strong>la</strong> UE, tanto en <strong>la</strong> fase<br />
de formu<strong>la</strong>ción como en <strong>la</strong> de implementación y desarrollo de sus políticas (Siedentopf and Ziller, 1988: 5).<br />
En <strong>la</strong> medida en que no se coordinen adecuadamente los intereses nacionales previamente a <strong>la</strong>s<br />
negociaciones europeas lo más probable es que durante <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de los programas europeos surjan<br />
dificultades para su puesta en práctica. Si <strong>la</strong> postura defendida por un delegado en <strong>la</strong>s negociaciones<br />
europeas no representa o sintetiza los intereses de los grupos, agencias y/o gobiernos subcentrales que<br />
posteriormente van a ser responsables de <strong>la</strong> ejecución de <strong>la</strong>s decisiones, surgirán tensiones y conflictos y<br />
se debilitará <strong>la</strong> eficacia final de <strong>la</strong>s políticas.<br />
<strong>La</strong> falta de adaptación de <strong>la</strong> Administración de un Estado miembro a <strong>la</strong> toma de decisiones a nivel europeo<br />
no sólo puede dar pie a acuerdos que vayan en contra de lo propios intereses nacionales sino que además<br />
puede estar bloqueando el proceso decisorio de integración europea. <strong>La</strong> coherencia en los sucesivos<br />
p<strong>la</strong>nteamientos de negociación de un Estado miembro a lo <strong>la</strong>rgo del tiempo es fundamental no sólo para su<br />
credibilidad ante los demás Estados sino además para el buen funcionamiento y eficacia de <strong>la</strong>s decisiones<br />
europeas. <strong>La</strong> estabilidad en los p<strong>la</strong>nteamientos defendidos por un país y <strong>la</strong> coherencia en <strong>la</strong>s posturas de<br />
sus distintos representantes según <strong>la</strong>s políticas sectoriales de que se trate son esenciales en este sentido.<br />
En caso contrario el nivel de conflictos podría dispararse bloqueando sustancialmente el proceso decisorio a<br />
nivel Europeo.<br />
<strong>La</strong> dificultad de integrar estos intereses se acentúa con el desarrollo del proyecto europeo. <strong>La</strong> mayor<br />
profundidad de <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong> UE va difuminando los límites entre política exterior y política interior. Los<br />
ministerios de Asuntos Exteriores y los departamentos de Comercio Exterior e incluso <strong>la</strong> Administración del<br />
Gobierno Central no son los únicos competentes ni disponen de recursos suficientes para representar a un<br />
Estado miembro en <strong>la</strong>s múltiples políticas europeas. Cada vez son menos <strong>la</strong>s decisiones que pueden ser<br />
eficazmente preparadas por un departamento o un nivel de <strong>la</strong> Administración de manera ais<strong>la</strong>da, cada vez<br />
es mayor el número de actores y sectores interdependientes de distintos niveles de gobierno. En este<br />
contexto resulta imprescindible estudiar <strong>la</strong> capacidad de coordinación disponible y necesaria para participar<br />
con eficacia en <strong>la</strong>s negociaciones europeas.<br />
51
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En definitiva <strong>la</strong> capacidad de coordinación es un componente fundamental de <strong>la</strong> adaptación nacional al<br />
proceso de negociaciones de <strong>la</strong> integración europea. En este trabajo se presenta, en primer lugar, un<br />
concepto de coordinación y un instrumento de medición de <strong>la</strong> capacidad de coordinación existente en <strong>la</strong>s<br />
Administraciones Públicas para preparar posturas de negociación europeas. Posteriormente se describen y<br />
analizan <strong>la</strong>s funciones y <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre los principales participantes de <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong>,<br />
incluidas <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas en los procesos de coordinación previos a <strong>la</strong> toma de postura de los<br />
negociadores españoles en Bruse<strong>la</strong>s. "No es suficiente una atribución de autonomía mediante un mero<br />
reparto de materias y competencias entre el poder central y <strong>la</strong>s instancias autónomas, sino que es preciso<br />
además que ambos poderes co<strong>la</strong>boren regu<strong>la</strong>rmente en <strong>la</strong> administración del Estado a través de numerosos<br />
mecanismos de coordinación..." (Zaba<strong>la</strong> Otegui, Joan, 1993:176-206).<br />
Finalmente y de manera tentativa se analizará <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong> eficacia del sistema de coordinación en <strong>la</strong>s<br />
Administraciones Públicas en España evaluándolo en base al marco teórico, instrumento de medición antes<br />
referido. Dado que España ingresó en <strong>la</strong> Comunidad en el '86 es lógico esperar que su sistema de<br />
coordinación haya experimentando un rápido desarrollo siendo importante que se tenga en cuenta <strong>la</strong>s<br />
posibles variaciones a lo <strong>la</strong>rgo del tiempo. Por lo tanto, este estudio es una comparación longitudinal de <strong>la</strong><br />
variación del nivel de coordinación de <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong>. De hecho el esfuerzo de coordinación y<br />
adaptación administrativa tuvo que empezar antes de <strong>la</strong> propia integración en <strong>la</strong> Comunidad. Por lo tanto en<br />
sus respectivas secciones se pretende analizar el funcionamiento de los sistemas de coordinación antes y<br />
después de <strong>la</strong> integración teniendo en cuenta los últimos cambios acaecidos tras <strong>la</strong> presidencia del Consejo<br />
que ha correspondido a España en el segundo semestre de 1995. <strong>La</strong> intención es presentar una síntesis de<br />
como el sistema funcionaba antes del acceso a <strong>la</strong> Comunidad, analizar el sistema de coordinación tras el<br />
acceso a <strong>la</strong> Comunidad y finalmente interpretar <strong>la</strong> evolución que va produciéndose a lo <strong>la</strong>rgo de los últimos<br />
años incluyendo el de su segunda presidencia.<br />
2. CAPACIDAD DE COORDINACION: CONCEPTO Y MEDIDA<br />
Hemos visto que <strong>la</strong> definición del interés nacional no es algo evidente en sí mismo, ni automático. <strong>La</strong><br />
eficacia de <strong>la</strong> postura que los representantes permanentes y los delegados de cada país tomen en <strong>la</strong>s<br />
negociaciones europeas exige y depende de que exista un estrecho contacto entre los centros de decisión y<br />
coordinación. <strong>La</strong>s opiniones de los distintos ministerios y grupos de interés afectados por <strong>la</strong>s negociaciones<br />
europeas tienen que ser de alguna manera tenidas en cuenta. <strong>La</strong>s negociaciones europeas exigen un<br />
esfuerzo de coordinación nacional previo al debate en los encuentros con los delegados de otros países.<br />
Este estudio se centra en el esfuerzo de coordinación previo a <strong>la</strong> toma de decisiones, durante lo que se<br />
suele l<strong>la</strong>mar fase ascendente.<br />
<strong>La</strong> evaluación de <strong>la</strong> capacidad de coordinación nacional para su participación en el proceso de e<strong>la</strong>boración<br />
de <strong>la</strong> Política Europea requiere, en primer lugar, <strong>la</strong> elección de un marco teórico que permita <strong>la</strong> definición y<br />
medida del propio concepto de coordinación. <strong>La</strong> coordinación en general significa <strong>la</strong> interre<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s<br />
partes de un sistema para conseguir un objetivo o su buen funcionamiento. Pero esta definición no es lo<br />
suficientemente operativa como para permitir su medición y realizar el seguimiento de su evolución. En una<br />
Administración burocrática tradicional se asocia el concepto de coordinación con el de control jerárquico. A<br />
menudo también se entiende <strong>la</strong> coordinación como un derecho a ser formalmente informado o <strong>la</strong> obligación<br />
de aceptar unos objetivos impuestos desde arriba. Sin embargo <strong>la</strong> coordinación es un atributo de un sistema<br />
no una prerrogativa de un sujeto o unidad de coordinación.<br />
Uno de los factores más influyentes en <strong>la</strong> coordinación de un sistema es <strong>la</strong> cultura o valores de<br />
comportamiento del personal. En países con funcionarios que se identifican con valores burocráticos, <strong>la</strong><br />
coordinación se percibe como una responsabilidad de <strong>la</strong> unidad central. <strong>La</strong> actitud del personal es más bien<br />
reactiva. No se reconoce <strong>la</strong> corresponsabilidad activa y voluntaria como un factor fundamental para que<br />
funcionen los mecanismos de coordinación. Se suele escuchar <strong>la</strong> queja del personal reflejando una actitud<br />
pasiva con respecto a <strong>la</strong> coordinación, "nadie me ha informado...". Por lo tanto un aspecto fundamental del<br />
sistema de coordinación para <strong>la</strong>s negociaciones europeas es el pasar de una cultura interorganizacional<br />
reactiva a una cultura más activa y voluntaria en el modus operandi de <strong>la</strong> coordinación. El cambio de una<br />
actitud pasiva a otra más activa, en <strong>la</strong> búsqueda de información y de puesta en marcha de los procesos de<br />
consulta, etc., etc., es un paso esencial para mejorar <strong>la</strong> eficacia de los sistemas de coordinación. Cuanto<br />
antes se obtenga información respecto a <strong>la</strong>s iniciativas de propuestas legis<strong>la</strong>tivas y proyectos de directivas<br />
en <strong>la</strong> Comisión Europea, más tiempo habrá para reaccionar con eficacia en <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong>s posturas<br />
nacionales.<br />
En una investigación llevada a cabo a finales de los '80 en el Instituto Europeo de Administración Pública<br />
(IEAP), se comparó el grado de coordinación interministerial alcanzado por los sistemas administrativos de<br />
52
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
los entonces 12 estados miembros de <strong>la</strong> Comunidad Europea. Con el fin de medir <strong>la</strong> capacidad de<br />
coordinación se utilizó <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación de Les Metcalfe (1994). Esta esca<strong>la</strong> permite llevar a cabo<br />
una medición cualitativa y sistemática de <strong>la</strong> coordinación. <strong>La</strong> esca<strong>la</strong> recoge los componentes más o menos<br />
ya conocidos de coordinación pero además los ordena de manera sistemática. Figuradamente no es sino<br />
una escalera o serie de escalones. Cada uno de estos escalones representa por orden creciente un nivel<br />
más elevado de coordinación. Una característica importante de esta esca<strong>la</strong> de medida, que es del tipo<br />
Guttman, es su naturaleza acumu<strong>la</strong>tiva. <strong>La</strong> posición en un escalón indica no sólo el cumplimiento de <strong>la</strong>s<br />
exigencias de ese nivel de coordinación, sino además el de los escalones inferiores.<br />
<strong>La</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación (ver cuadro página siguiente) de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> política europea supone <strong>la</strong><br />
ordenación de menor a mayor del nivel de coordinación alcanzado en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> posición que un<br />
Estado miembro defiende en <strong>la</strong>s negociaciones europeas. <strong>La</strong> idea básica es que en cada escalón se<br />
representa una mayor capacidad de coordinación y que para pasar de un nivel al siguiente hay que<br />
consolidarlo antes. Los sucesivos niveles de coordinación se refieren en este caso a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
interministeriales. Veamos el significado de cada nivel de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> empezando por el nivel inferior de<br />
coordinación (Les Metcalfe, 1994):<br />
ESCALA DE COORDINACION(*)<br />
9. ESTRATEGIA DE<br />
COMERCIO<br />
8. ESTABLECIMIENTO DE<br />
PRIORIDADES CENTRALES<br />
7. DEFINICION DE PARAMETROS DE<br />
NEGOCIACION<br />
6. ARBITRAJE DE DIFERENCIAS<br />
INTERMINISTERIALES<br />
5. BUSQUEDA DE ACUERDOS INTERMINISTERIALES<br />
4. EVITAR DIVERGENCIAS INTERMINISTERIALES<br />
3. CONSULTA ENTRE MINISTERIOS (RETROALIMENTACION)<br />
2. TRANSMISION DE INFORMACION A OTROS MINISTERIOS<br />
1. INDEPENDENCIA MINISTERIAL<br />
(*) Les Metcalfe "International Policy Coordination and Public Management Reform", International Review of<br />
Administrative Science, SAGE, London, Vol. 60 (1994) pg. 281.<br />
Aunque <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> está referida a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones ministeriales, <strong>la</strong> misma puede adaptar a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre<br />
distintos niveles de Gobierno<br />
Niveles de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Coordinación<br />
1. Independencia Ministerial<br />
Cada Departamento formu<strong>la</strong> individualmente su postura de negociación sin prestar atención a lo que<br />
otros departamentos están haciendo. <strong>La</strong> autonomía es plena. Pero este nivel no representa un nivel<br />
cero de coordinación. Para consolidar este nivel de coordinación es necesario haber realizado un<br />
reparto c<strong>la</strong>ro de responsabilidades y tareas de cada departamento. <strong>La</strong> red de organizaciones/centros<br />
que participan en el proceso de integración europea debe estar bien identificada y diseñada. El reparto<br />
de competencias debe ser conocido y estar aceptado por todos. Se evitan duplicidades innecesarias.<br />
Además, cada departamento debe tener capacidad para actuar (recursos) en función de sus<br />
competencias.<br />
2. Transmisión de información a otros Ministerios<br />
El intercambio de información es una condición necesaria para iniciar una mejora en <strong>la</strong> coordinación. En<br />
este nivel, aunque los departamentos conservan su autonomía de decisión, se supone que existe <strong>la</strong><br />
obligación de informar, y de hecho se informa, a otros departamentos de <strong>la</strong> política que se está<br />
siguiendo. Existen normas o convenciones para que se informe a otros departamentos. Existen canales<br />
y procedimientos, formales o informales, pero regu<strong>la</strong>res de comunicación. Los sistemas de información<br />
funcionan con eficacia. <strong>La</strong> información enviada es útil, relevante y oportuna.<br />
3. Consulta entre Ministerios (Retroalimentación)<br />
<strong>La</strong> transmisión de información va seguida de una reacción por parte del departamento receptor. El flujo<br />
de información se da en los dos sentidos. Cada Departamento, además de informar sobre lo que está<br />
haciendo, recibe una respuesta valorativa de otros respecto a su propia política. Se acepta <strong>la</strong> influencia<br />
53
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
de otros pero cada departamento se sigue sintiendo no condicionado (autónomo) respecto a los demás.<br />
<strong>La</strong> información se considera fiable y es aceptada, atendida a tiempo y bien tratada en el departamento<br />
consultado. Una evidencia c<strong>la</strong>ra de que se cumple este nivel de coordinación sería el que <strong>la</strong>s<br />
instrucciones de negociación van complementadas o reforzadas con comentarios de terceras partes.<br />
Pero los departamentos que iniciaron <strong>la</strong> consulta pueden o no utilizar <strong>la</strong>s respuestas recibidas. Siguen<br />
p<strong>la</strong>nteando <strong>la</strong>s negociaciones de manera autónoma.<br />
4. Evitar divergencias interministeriales<br />
<strong>La</strong> Administración intenta hab<strong>la</strong>r con una so<strong>la</strong> voz en <strong>la</strong>s negociaciones europeas. Hay estructuras y<br />
procedimientos, formales o informales, pero regu<strong>la</strong>res que permiten influir directa o indirectamente en<br />
comportamiento de otros departamentos. Se desarrol<strong>la</strong>n mecanismos para evitar divergencias o<br />
incoherencias manifiestas. Los departamentos intentan evitar situaciones en <strong>la</strong>s que se sigan<br />
públicamente líneas inconsistentes o contradictorias en <strong>la</strong>s negociaciones europeas, mediante un<br />
contacto y discusión directa después de definir sus posiciones. Se trata de una interacción para evitar<br />
conflictos abiertos y ocultar desacuerdos antes de crear compromisos frente a terceros (coordinación<br />
negativa). No reve<strong>la</strong>r conflictos internos, <strong>la</strong>var <strong>la</strong> ropa en casa. Existen resistencias ocultas a otros<br />
departamentos. Una evidencia c<strong>la</strong>ra de que se funciona a este nivel de coordinación podría ser <strong>la</strong><br />
existencia de un alto porcentaje de instrucciones de emergencia.<br />
5. Búsqueda de acuerdos interministeriales<br />
En lugar de una coordinación "negativa" orientada a <strong>la</strong> prevención de que <strong>la</strong>s contradicciones sean<br />
públicas, los departamentos trabajan conjuntamente de manera más positiva para alcanzar posturas<br />
más coherentes y/o complementarias. Este nivel de coordinación exige un mayor esfuerzo y<br />
anticipación. No se trata sólo de solucionar conflictos ya existentes sino de buscar intereses comunes.<br />
Se reconoce y acepta <strong>la</strong> interdependencia e interés mutuo. Existe una interacción positiva que permite<br />
intercambiar información con el fin de identificar oportunidades o intereses comunes, políticas<br />
complementarias, objetivos comunes, etc. Se confrontan <strong>la</strong>s incertidumbres y diferencias con otros<br />
departamentos para definir <strong>la</strong> propia postura de negociación. Si hay resistencias, estas son abiertas. No<br />
hay un alto porcentaje de instrucciones de emergencia.<br />
6. Arbitraje de diferencias interministeriales<br />
Cuando <strong>la</strong>s contradicciones no pueden ser resueltas mediante el proceso de coordinación voluntario, de<br />
abajo arriba, hasta ahora descrito, se impone <strong>la</strong> necesidad de imp<strong>la</strong>ntar un sistema de arbitraje. Se<br />
necesita una unidad central para <strong>la</strong> solución de los conflictos. Un centro coordinador o autoridad<br />
"externa" resuelve obligatoriamente los conflictos. El rol de <strong>la</strong> unidad central se debe realizar teniendo<br />
en cuenta <strong>la</strong>s opiniones de todos los afectados y con consciencia de los problemas de los<br />
departamentos. <strong>La</strong> unidad central debe funcionar con legitimidad y credibilidad. Además debe de tener<br />
capacidad (recursos) para confrontar con eficacia los conflictos que se le p<strong>la</strong>ntean.<br />
7. Definición de Parámetros de Negociación<br />
El centro coordinador realiza un papel más activo, fijando unos límites o parámetros de referencia (por<br />
ejemplo, limitaciones presupuestarias) ante <strong>la</strong> discreción de los departamentos. Estos límites pueden<br />
dejar un margen amplio de decisión a los departamentos dentro de un marco o política de restricciones<br />
de recursos, consecuencias financieras u otros parámetros en <strong>la</strong> configuración de su política. Se define<br />
lo que los ministerios no puede hacer (coordinación negativa). Se establecen criterios que permiten a<br />
los departamentos identificar posturas no deseadas. Se penalizan decisiones o comportamientos no<br />
coherentes con acción gubernamental o colectiva.<br />
8. Establecimiento de Prioridades Centrales<br />
<strong>La</strong> definición de prioridades ofrece una línea de acción o dirección de trabajo para los ministerios. El<br />
conjunto de <strong>la</strong>s prioridades elegidas ofrece un marco c<strong>la</strong>ro de referencia y expectativas sobre <strong>la</strong> manera<br />
en que deben ser resueltas <strong>la</strong>s diferencias interdepartamentales. <strong>La</strong>s prioridades comunes proporcionan<br />
un marco coherente para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas de cada Ministerio. <strong>La</strong> unidad central define unas<br />
líneas o políticas c<strong>la</strong>ves de actuación, prioridades, en co<strong>la</strong>boración con los departamentos participantes<br />
requiriendo un análisis en profundidad de <strong>la</strong> situación. No se trata sólo de formu<strong>la</strong>r un programa del<br />
partido o definir <strong>la</strong> misión general. El papel de <strong>la</strong> unidad central es más de orientación y apoyo.<br />
Proporciona una visión global. Una evidencia c<strong>la</strong>ra de coordinación a este nivel es el que se incentivan y<br />
recompensan <strong>la</strong>s decisiones coherentes con los intereses gubernamentales o colectivos enviando<br />
señales positivas de reconocimiento. Su puesta en práctica efectiva depende de que funcionen los<br />
niveles inferiores.<br />
54
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
9. Estrategia de Gobierno<br />
Este es un caso límite. El gobierno actúa como un todo plenamente unificado en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción y<br />
desarrollo de una política global incuestionable. Este nivel supone que los departamentos son meros<br />
instrumentos mecánicos que e<strong>la</strong>boran e implementan automáticamente su estrategia basándose en una<br />
información plena y unos objetivos perfectamente definidos. El Gobierno puede diseñar su estrategia<br />
perfectamente pero <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas sectoriales y estrategia de negociación finalmente<br />
depende de un buen funcionamiento interdepartamental. Este nivel se incluye para completar <strong>la</strong> esca<strong>la</strong><br />
mas que por ser alcanzable. Exige una plena confianza mutua entre el Gobierno, <strong>la</strong> unidad central de<br />
coordinación y los departamentos que aceptan y aplican de manera incuestionable los objetivos y <strong>la</strong><br />
estrategia gubernamental.<br />
Existe una c<strong>la</strong>ra interdependencia entre los niveles de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>. Por su naturaleza acumu<strong>la</strong>tiva sabemos<br />
que para alcanzar apropiadamente un nivel hay que consolidar los niveles inferiores. Por el hecho de tener<br />
unas prioridades no puede decirse que se alcance el nivel 8 si no funcionan bien los sistemas de<br />
información. De <strong>la</strong> misma manera puede decirse que en <strong>la</strong> medida que los niveles superiores estén mejor<br />
definidos se facilitará <strong>la</strong> consolidación de los niveles inferiores o voluntarios. En este caso los mecanismos<br />
voluntarios de coordinación pueden anticipar cuál va a ser el criterio a aplicar en los sistemas de arbitraje.<br />
Muchos de los conflictos se resolverán voluntariamente al anticiparse <strong>la</strong> decisión jerárquica más probable.<br />
<strong>La</strong> esca<strong>la</strong> no lleva implícito un juicio de valor. No enjuicia ni explica, sólo mide el nivel de coordinación<br />
máximo alcanzable. No puede decirse que cuanto más coordinación mejor siempre. Puede haber temas o<br />
políticas que requieran <strong>la</strong> actuación de un solo Ministerio, siendo el nivel 1 de coordinación suficiente. <strong>La</strong><br />
coordinación no es gratuita, tiene un coste. <strong>La</strong> utilidad de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> es que permite comparar el nivel real de<br />
coordinación con el nivel deseable o necesario. <strong>La</strong> metáfora del termómetro y <strong>la</strong> medición de <strong>la</strong> temperatura<br />
de los animales es un ejemplo muy ilustrativo para explicar <strong>la</strong> utilidad de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>. El termómetro nos<br />
permite medir <strong>la</strong> temperatura de un animal y comparar<strong>la</strong> con su estado ideal. Sin embargo no sirve por sí<br />
so<strong>la</strong> para explicar <strong>la</strong>s diferencias que puedan identificarse entre distintos animales. No puede decirse que a<br />
mayor temperatura mejor siempre. El nivel de coordinación deseable depende de qué política u<br />
organización se trate. <strong>La</strong> esca<strong>la</strong> sirve para comparar <strong>la</strong> coordinación ideal o necesaria con <strong>la</strong> coordinación<br />
real. <strong>La</strong> capacidad de coordinación debe ser acorde con <strong>la</strong> complejidad a tratar. Cuanto mayor es <strong>la</strong><br />
interdependencia entre temas o políticas europeas mayor será <strong>la</strong> necesidad de disponer de más capacidad<br />
de coordinación.<br />
Con <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> se pretende en este trabajo medir <strong>la</strong> capacidad general que como máximo<br />
puede poner en funcionamiento <strong>la</strong>s Administraciones Públicas en España a <strong>la</strong> hora de preparar <strong>la</strong>s<br />
negociaciones europeas. Los niveles que se están comparando, por lo tanto, no hacen referencia a una<br />
política concreta o sector específico, sino a cómo va evolucionando <strong>la</strong> capacidad máxima de coordinación<br />
global entre Ministerios y entre <strong>la</strong> Administración Central del Estado y <strong>la</strong>s CCAA.<br />
3. LA COORDINACION DE LA POLITICA EUROPEA EN ESPAÑA<br />
3.1 Breve referencia histórica: Flexibilidad en <strong>la</strong>s negociaciones para <strong>la</strong> adhesión Europea<br />
El esfuerzo de coordinación fue necesario desde el comienzo del período de consultas y negociaciones<br />
bi<strong>la</strong>terales entre <strong>la</strong> Comunidad y España para <strong>la</strong> integración. Tras <strong>la</strong> solicitud de integración en <strong>la</strong><br />
Comunidad realizada por <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong> el 28 de julio de 1977, se nombró a un Ministro sin<br />
cartera para <strong>la</strong>s Re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas. En marzo de 1981 este Ministerio desaparecía<br />
y el Ministerio de Asuntos Exteriores absorbía sus competencias. De hecho sus servicios se agruparon bajo<br />
<strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas que jugaba el mismo papel que<br />
el Ministerio antes mencionado. En octubre de 1982, el partido socialista tras ganar <strong>la</strong>s elecciones afirmó su<br />
inclinación europea y su intención de proporcionar un apoyo pleno para completar <strong>la</strong> integración. El proceso<br />
de negociaciones se aceleró y el 19 de marzo de 1985 se alcanzó un primer acuerdo económico y político.<br />
El tratado de adhesión se firmó el 12 de junio de 1985. Desde junio de 1985 hasta enero de 1986, durante el<br />
período interino, los delegados españoles se incorporaron gradualmente a <strong>la</strong>s instituciones comunitarias y<br />
tomaron parte en el proceso de toma de decisiones sin tener aún derecho a voto.<br />
En agosto y septiembre de 1985 se crearon nuevas unidades administrativas adaptadas para sustituir a <strong>la</strong>s<br />
que hasta entonces se habían encargado de <strong>la</strong>s negociaciones con <strong>la</strong> Comunidad. Durante <strong>la</strong>s<br />
negociaciones previas a <strong>la</strong> integración, el proceso de integración era responsabilidad de <strong>la</strong> Secretaría de<br />
Estado para <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas, y el Consejo de Coordinación de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas. Este Consejo en el que estaban representados los ministerios de <strong>la</strong>s<br />
distintas políticas sectoriales, se reunían al menos una vez al mes. Con el fin de asegurar <strong>la</strong> continuidad de<br />
55
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
su papel, delegó los trabajos previos en <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada "Task Force". El presidente de esta "Task Force" tenía el<br />
status de subsecretario y sus miembros representaban al Ministerio de Economía y Hacienda, Agricultura,<br />
Industria, Trabajo y Seguridad Social, <strong>la</strong> Secretaría de Estado para Re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Europeas y Presidencia de Gobierno.<br />
De hecho <strong>la</strong> coordinación durante el proceso de negociación para <strong>la</strong> integración era responsabilidad de un<br />
grupo pequeño de altos funcionarios que trabajaban a través de contactos continuados no muy<br />
formalizados, en el marco de <strong>la</strong> "Task Force" (niveles voluntarios de coordinación 4 y 5). <strong>La</strong>s decisiones se<br />
tomaban por consenso. Y en caso de desacuerdo <strong>la</strong> Presidencia de Gobierno tenía <strong>la</strong> última pa<strong>la</strong>bra, (nivel<br />
6 de coordinación).<br />
Durante este proceso se hizo un importante esfuerzo para asegurar <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Autónomas (CCAA) a través del l<strong>la</strong>mado P<strong>la</strong>n de Acción Interior que supuso alrededor de 500 reuniones<br />
con Comunidades Autónomas y con organizaciones empresariales y sindicatos (niveles 2 y 3 de<br />
coordinación). El p<strong>la</strong>n no era rígido ni estaba formalmente institucionalizado. <strong>La</strong>s reuniones se realizaban de<br />
manera ad hoc y con flexibilidad. Según <strong>la</strong>s opiniones de los funcionarios entrevistados "el sistema de<br />
coordinación administrativa en España era rápido, flexible y eficaz". Esto era principalmente debido a tres<br />
importantes factores: 1. El tipo informal de discusiones entre los miembros de <strong>la</strong> "Task Force" y con<br />
terceros; 2. El fuerte apoyo político disfrutado por el Secretario de Estado para <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Europeas en aquel momento; y 3. <strong>La</strong> indiscutible prioridad de conseguir <strong>la</strong> integración. El<br />
nivel alcanzado en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación fue muy elevado en torno al nivel 8. Veamos a continuación <strong>la</strong><br />
evolución del sistema después de <strong>la</strong> adhesión.<br />
3.2 <strong>La</strong> coordinación de <strong>la</strong> política europea tras <strong>la</strong> adhesión: Un proceso oficial de coordinación <strong>la</strong>rgo<br />
y centralizado<br />
<strong>La</strong> integración de España en <strong>la</strong> Comunidad Europea significó <strong>la</strong> necesidad de un reforzamiento de <strong>la</strong><br />
coordinación interministerial. Desde el 1 de enero de 1986, fecha de <strong>la</strong> integración, España se vio<br />
incorporada a un proceso de negociaciones mucho más complejo. Estas negociaciones incluían un mayor<br />
número de temas que antes de <strong>la</strong> adhesión y, además, estos temas tenían que negociarse en un marco<br />
multi<strong>la</strong>teral no bi<strong>la</strong>teral como ocurría antes de <strong>la</strong> adhesión. Los delegados españoles participaban en <strong>la</strong><br />
formu<strong>la</strong>ción de todas <strong>la</strong>s directivas y regu<strong>la</strong>ciones comunitarias, no negociaban so<strong>la</strong>mente los temas que<br />
afectaban a España. Además tenían que defender <strong>la</strong>s posiciones españo<strong>la</strong>s multi<strong>la</strong>teralmente frente a todos<br />
y cada uno de los miembros de <strong>la</strong> Comunidad simultánea e individualmente más que frente a todos ellos<br />
como grupo bi<strong>la</strong>teralmente.<br />
Con el fin de reaccionar a este nuevo reto el gobierno español reestructuró <strong>la</strong> red de coordinación<br />
administrativa. Se crearon nuevas unidades centrales de coordinación, <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Europeas (SECE) y <strong>la</strong> Comisión Interministerial para Asuntos Económicos re<strong>la</strong>cionados con<br />
<strong>la</strong> Comunidad Europea (CIAECE). Además tanto <strong>la</strong> SECE como <strong>la</strong> Representación Permanente vieron<br />
reforzados sus servicios con más personal y un equipamiento más moderno.<br />
Desde <strong>la</strong> adhesión hubo una tendencia a aumentar <strong>la</strong> formalización y centralización del proceso de<br />
coordinación y transmisión de instrucciones. El sistema español se desarrolló desde el principio en base a<br />
un modelo centralizado con elementos comunes al sistema francés e inglés, intentando incluso introducir<br />
algunos elementos del modelo alemán dadas <strong>la</strong>s especiales características regionales de ambos países.<br />
El proceso oficial de coordinación es <strong>la</strong>rgo y muy formalizado. Toda <strong>la</strong> información debe fluir desde <strong>la</strong><br />
Representación Permanente hacia los ministerios gestores a través de <strong>la</strong> SECE, perteneciente al Ministerio<br />
de Asuntos Exteriores. Tras recibir <strong>la</strong> información, <strong>la</strong> SECE <strong>la</strong> envía a <strong>la</strong>s Secretarías Generales Técnicas<br />
de los ministerios gestores. Esta unidad es <strong>la</strong> encargada de distribuir <strong>la</strong> información entre <strong>la</strong>s Direcciones<br />
Generales y Organismos implicados. Posteriormente y con cierta periodicidad, <strong>la</strong> Comisión Interministerial<br />
(CIAECE), es convocada por <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas con el fin de estudiar<br />
y resolver los asuntos que afectan a más de un departamento. Si algún asunto o tema es considerado<br />
políticamente relevante o si alguno de los miembros de <strong>la</strong> Comisión Interministerial lo requiere, <strong>la</strong> decisión<br />
es tras<strong>la</strong>dada a <strong>la</strong> Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE), con <strong>la</strong><br />
participación del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Secretario de Estado para <strong>la</strong> Comunidad Europea<br />
para resolver el conflicto y establecer <strong>la</strong> posición prioritaria de España ante Europa. Si el desacuerdo<br />
persiste el Consejo de Ministros tiene <strong>la</strong> última pa<strong>la</strong>bra. <strong>La</strong> decisión última se convierte en una instrucción<br />
comunicada a <strong>la</strong> Representación Permanente a través de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Europeas (ver cuadro siguiente). El nivel de coordinación que se consideraba necesario, al que aspiraba el<br />
modelo oficial, estaría como mínimo situado entre el nivel 7 u 8 de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>.<br />
56
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
A continuación se analizan <strong>la</strong>s funciones de los principales órganos encargados de definir <strong>la</strong> postura<br />
españo<strong>la</strong>, y los canales utilizados para integrar <strong>la</strong>s distintas opiniones e intereses de los principales<br />
participantes en este proceso, el rol que juegan y el grado de coordinación con que funciona el sistema en<br />
su conjunto.<br />
3.2.1 <strong>La</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas (SECE)<br />
A finales de agosto de 1985 <strong>la</strong> unidad central de coordinación para temas comunitarios adaptó su estructura<br />
y competencias para responder al ingreso en <strong>la</strong> Comunidad. Esta adaptación se presentó oficialmente como<br />
un "cambio fundamental para convertir esta unidad en un instrumento apropiado para <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong><br />
acción de <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s instituciones comunitarias" así como "una consecuencia de su<br />
transformación de unidad de negociación en unidad de gestión" . <strong>La</strong> SECE se creó como responsable de <strong>la</strong><br />
coordinación administrativa y de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción y ejecución de <strong>la</strong> política comunitaria españo<strong>la</strong>. Con el fin de<br />
jugar un papel principal en <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> Administración, <strong>la</strong> Secretaría de Estado se estructura en<br />
dos divisiones: <strong>la</strong> Dirección General de Coordinación Técnica y <strong>la</strong> Dirección General de Coordinación<br />
Institucional y Legal. <strong>La</strong> primera se estructura por temas y políticas sectoriales y se divide en cuatro<br />
subdirecciones, cada una de el<strong>la</strong>s agrupando sectores más o menos homogéneos:<br />
1. Agricultura y Pesca;<br />
2. Asuntos económicos, financieros y sociales;<br />
3. Comercio y Aduanas;<br />
4. Industria, Energía, Transporte y Comunicaciones.<br />
Los Directores Generales y otros funcionarios de nivel jerárquico inferior son los responsables de presidir<br />
grupos de trabajo de nivel técnico dentro de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas. Los<br />
participantes de estos grupos son representantes al nivel técnico correspondiente, de todos los ministerios<br />
afectados por temas específicos o por grupos de temas homogéneos a tratar.<br />
<strong>La</strong> organización de estos grupos de trabajo de <strong>la</strong> SECE no está formalmente institucionalizada. Sus<br />
agendas de trabajo se basan en los proyectos de decisiones y acciones que se discuten en <strong>la</strong>s instituciones<br />
comunitarias. Cuando <strong>la</strong>s decisiones de <strong>la</strong> Comunidad afectan a varios departamentos, el jefe de grupo, a<br />
veces bajo su propia iniciativa, a veces bajo <strong>la</strong> iniciativa de representantes del ministerio principalmente<br />
afectado por razón de <strong>la</strong> materia convoca una reunión de su grupo de trabajo en <strong>la</strong> SECE con el objetivo de<br />
intercambiar información, examinar los efectos y, en <strong>la</strong> medida de lo posible, alcanzar un acuerdo para <strong>la</strong><br />
toma de decisiones. Su función es el seguimiento de <strong>la</strong>s decisiones de los grupos de trabajo del Consejo de<br />
Ministros en Bruse<strong>la</strong>s y acercar <strong>la</strong>s posturas de los representantes para reducir sustancialmente <strong>la</strong> carga de<br />
trabajo de <strong>la</strong> Comisión Interministerial para Asuntos Económicos de <strong>la</strong> Comunidad Europea. Su<br />
funcionamiento adecuado supondría consolidar el nivel 4 o 5 en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación.<br />
Cuadro 1: Adaptación de <strong>la</strong> Administración Españo<strong>la</strong> a <strong>la</strong> UE<br />
<strong>La</strong> opinión de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas a finales de los '80 era que "<strong>la</strong><br />
manera más apropiada (de coordinar) es el mantener <strong>la</strong> intervención a nivel de <strong>la</strong> fase del Consejo de<br />
Ministros ya que una intervención en <strong>la</strong>s reuniones de <strong>la</strong> Comisión exige un aumento en <strong>la</strong> maquinaria<br />
administrativa. Además hay muchos casos que son de <strong>la</strong> exclusiva competencia de un departamento, y por<br />
lo tanto <strong>la</strong> coordinación no es necesaria" (Presidencia de Gobierno, 1987 Anexo pág. 1).<br />
Según otros participantes en el proceso de coordinación de <strong>la</strong> política comunitaria, no hay justificación o<br />
argumento contra el comienzo del esfuerzo de coordinación en <strong>la</strong> fase previa en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> Comisión prepara<br />
sus propuestas en base a consultas con los expertos nacionales (generalmente funcionarios). "Actualmente<br />
(finales de los '80) hay una falta de coordinación (a niveles primarios). Ha habido casos en los que varios<br />
funcionarios de distintos ministerios han presentado simultáneamente posiciones distintas, contradictorias o<br />
incompatibles en <strong>la</strong> Comisión" (Presidencia de Gobierno, 1987, Anexo pág. 10). <strong>La</strong> opinión de <strong>la</strong> SECE era<br />
por el contrario que "lo mejor y lo más fácil para empezar es el unificar criterios con respecto a los<br />
documentos finales (COM final) de <strong>la</strong> Comisión".<br />
En los primeros años hubo algunos casos de competencia entre funcionarios de distintos ministerios,<br />
solicitando que su ministerio fuera considerado el único responsable para tratar con un tema. Sus<br />
solicitudes fueron presentadas en persona o por notificación que sucesivamente eliminaba <strong>la</strong> autoridad de<br />
los otros. El sistema de coordinación no evitaba que se p<strong>la</strong>ntearan conflictos ante los gabinetes de los<br />
Comisarios Españoles. Esto significaba que en aquellos años había dificultades para consolidar plenamente<br />
el nivel 1 de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación. En <strong>la</strong> actualidad este nivel está consolidado, conociéndose con<br />
57
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
exactitud los grupos y los responsables de cada grupo, para lo cual se ha e<strong>la</strong>borado y difundido una lista a<br />
tal efecto.<br />
Existen al menos tres razones que pueden explicar <strong>la</strong> situación inicial (a finales de los '80) de debilidad de<br />
coordinación. En primer lugar, de acuerdo con un funcionario superior trabajando en <strong>la</strong> Secretaría de Estado<br />
antes y después de <strong>la</strong> integración: "<strong>la</strong> adhesión provocó que muchos funcionarios que negociaron <strong>la</strong><br />
adhesión dejaran <strong>la</strong> Secretaría de Estado para trabajar en otros centros. Algunos de ellos consiguieron<br />
puestos en <strong>la</strong>s Instituciones comunitarias, otros volvieron a los departamentos de origen, algunos fueron a <strong>la</strong><br />
Representación Permanente y otros, incluso, se fueron al sector privado. Esta situación hizo necesario el<br />
que se reforzaran los recursos humanos de <strong>la</strong> Secretaría de Estado en alrededor de un 60% de aumento<br />
con personal altamente cualificado procedente de los distintos ministerios" (Fernández Pita, 1987:68). Esto<br />
de hecho significó que tras <strong>la</strong> adhesión <strong>la</strong> mayoría de personal de <strong>la</strong> Secretaría de Estado (SECE), aunque<br />
perfectamente cualificados desde el punto de vista técnico eran nuevos y no tenían experiencia previa en<br />
los procesos de coordinación de <strong>la</strong>s negociaciones comunitarias. <strong>La</strong> gran ventaja de esta decisión era el<br />
facilitar <strong>la</strong> comunicación entre los Ministerios sectoriales y <strong>la</strong> SECE, donde estaban permanentemente<br />
representados por personal procedente del mismo Ministerio. Esta característica de <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong><br />
SECE, simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> británica, ha facilitado el desarrollo de los niveles voluntarios de coordinación (del 1 al 5).<br />
En segundo lugar, de acuerdo con <strong>la</strong>s opiniones expresadas por los funcionarios entrevistados en otros<br />
ministerios, el problema de <strong>la</strong> SECE era una cuestión de no disponer de suficientes recursos y de redefinir<br />
su rol. Aunque los funcionarios de <strong>la</strong> SECE exigen una amplia información sobre todos los dossiers, no<br />
pueden de hecho tratar con todas <strong>la</strong>s materias. Para alcanzar esto sería necesario replicar <strong>la</strong>s unidades y<br />
duplicar el personal que trata los temas comunitarios en los ministerios gestores, reproduciendo el mismo<br />
trabajo en <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas. <strong>La</strong> SECE no puede trabajar a niveles<br />
de detalle administrativo. Podría coordinar con una perspectiva más estratégica o política y con una<br />
proyección a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. <strong>La</strong> SECE debería de disponer de una unidad de alta coordinación, un foro de<br />
reflexión sobre análisis sectoriales y globales. Esto permitiría consolidar los niveles superiores de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong><br />
de coordinación.<br />
El proceso de coordinación garantizado por <strong>la</strong> SECE cubre en muchas ocasiones <strong>la</strong>s formalidades exigidas<br />
oficialmente pero de hecho generalmente no se han llevado a cabo análisis o debates con una perspectiva<br />
global intra e intersectorial para p<strong>la</strong>nificar o diseñar una estrategia españo<strong>la</strong> respecto a Europa. <strong>La</strong><br />
Secretaría de Estado está sobrecargada con su papel de guardián de los procesos formales de<br />
coordinación administrativa.<br />
A finales de los '80 el sistema de coordinación estaba c<strong>la</strong>ramente en vías de desarrollo y se enfrentaba con<br />
ciertas dificultades. El nivel jerárquico de <strong>la</strong> SECE no es siempre lo suficientemente alto como para imponer<br />
su postura en el alcance de <strong>la</strong> integración interdepartamental. Esta puede ser otra razón que explique su<br />
debilidad de coordinación en los primeros años. "Los Ministros sólo asisten al Consejo de Ministros y a <strong>la</strong>s<br />
reuniones de <strong>la</strong> Comisión Delegada. En estos órganos, el nivel inferior de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Europeas obstaculiza su papel de mediador". <strong>La</strong>s sugerencias de localizar <strong>la</strong> unidad central<br />
de coordinación en <strong>la</strong> oficina del Primer Ministro siguiendo el modelo francés han sido ya expresadas<br />
(Mangas Martín, 1986 a:199 a 201, referencia en Mayor, 1987:14).<br />
Desde principios de los '90 de acuerdo con <strong>la</strong> opinión de funcionarios de <strong>la</strong> SECE los sistemas de<br />
coordinación están mejorando, el reparto de competencias está c<strong>la</strong>ramente delimitado y los procedimientos<br />
estandarizados de coordinación están empezando a ser bien conocidos y aceptados por todos los<br />
participantes.<br />
3.2.2 <strong>La</strong> Comisión Interministerial para Asuntos Económicos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas<br />
(CIAECE)<br />
Esta Comisión fue creada en septiembre de 1985 para :<br />
a. coordinar <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> Administración respecto a temas económicos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> CE;<br />
b. informar sobre <strong>la</strong>s decisiones tomadas por los ministerios sobre temas comunitarios que sólo<br />
pertenecen a su jurisdicción;<br />
c. examinar y resolver temas que afectan a más de un ministerio pero que no requieren ser elevados a<br />
instancias de decisión superior;<br />
d. elevar los temas de relevancia política o de interés para cualquier miembro a <strong>la</strong> Comisión Delegada<br />
(CDGAE).<br />
El Presidente de <strong>la</strong> Comisión Interministerial es el Secretario de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas.<br />
Uno de los dos vicepresidentes permite una representación del Ministerio de Economía y Hacienda a alto<br />
58
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
nivel. <strong>La</strong> otra vicepresidencia es ocupada por <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas.<br />
Otros miembros de <strong>la</strong> Comisión Interministerial son los subsecretarios del Ministerio de Agricultura,<br />
Industria, Trabajo, Seguridad Social y los Secretarios Generales de Hacienda, Comercio y Pesca. El director<br />
del gabinete del Presidente de Gobierno es también miembro de esta Comisión. Todos ellos pueden delegar<br />
<strong>la</strong> participación, pero no por debajo del nivel de director general.<br />
<strong>La</strong> Comisión Interministerial se reúne aproximadamente cada tres semanas. El orden del día se compone<br />
de <strong>la</strong>s siguientes partes: una primera parte en que se examinan y comentan los puntos incluidos en el orden<br />
del día de <strong>la</strong>s próximas sesiones ministeriales del Consejo a celebrar; una segunda parte, re<strong>la</strong>tiva a "temas<br />
de información y discusión", de contenido muy variable, en que se debaten, en particu<strong>la</strong>r, los grandes temas<br />
de actualidad en el ámbito de <strong>la</strong> Unión Europea; y una parte final que incluye <strong>la</strong>s actas de <strong>la</strong>s sesiones<br />
ministeriales del Consejo que han tenido lugar desde <strong>la</strong> última reunión de <strong>la</strong> Comisión Interministerial.<br />
<strong>La</strong> Comisión Interministerial generalmente trabaja más como una unidad de intercambio de opiniones,<br />
información y/o consulta con el fin de evitar divergencias (nivel 4 en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación). En<br />
ocasiones se resuelven conflictos pero en general su rol más usual es el intercambio de información entre<br />
<strong>la</strong>s posiciones de los distintos ministerios. <strong>La</strong> Comisión Interministerial trata generalmente de temas<br />
específicos y con una perspectiva a corto p<strong>la</strong>zo. No suelen llevarse a cabo debates estratégicos,<br />
comprensivos y a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.<br />
<strong>La</strong>s decisiones tomadas en <strong>la</strong> Comisión Interministerial son el resultado de negociaciones y consenso más<br />
que de un proceso de votación y/o arbitraje. Si no se alcanza un acuerdo o si el tema es considerado<br />
políticamente relevante por cualquier miembro de <strong>la</strong> Comisión Interministerial, el dossier pasa a ser<br />
examinado y resuelto por <strong>la</strong> Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, como veremos<br />
posteriormente.<br />
Una vez que <strong>la</strong>s instrucciones son finalmente emitidas se envían a <strong>la</strong> Representación Permanente a través<br />
de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas. Estas instrucciones son generalmente<br />
vincu<strong>la</strong>ntes a niveles de grupo de trabajo del consejo, y a más alto nivel son dossiers más bien orientativos<br />
para los delegados españoles (Ministros o Secretarios de Estado) que proporcionan un marco y líneas<br />
generales de posiciones de negociación.<br />
3.2.3 <strong>La</strong> Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos<br />
Esta Comisión (CDGAE) tiene el poder directamente delegado del Consejo de Ministros para tratar de todos<br />
los temas económicos de relevancia política. Sus miembros son los Ministros de Economía y Hacienda,<br />
Industria, Trabajo y Seguridad Social, Agricultura y otros de naturaleza económica. Con el fin de que <strong>la</strong><br />
Comisión Delegada pueda tratar adecuadamente los temas Europeos, el Ministro de Asuntos Exteriores y el<br />
Secretario de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas son también miembros de <strong>la</strong> Comisión Delegada<br />
cuando quiera que ésta trate temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas .<br />
<strong>La</strong> Comisión Delegada discute y decide temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s políticas europeas que le hayan sido<br />
elevados a su jurisdicción desde <strong>la</strong> Comisión Interministerial dada su relevancia política del tema o cuando<br />
alguno de los miembros de <strong>la</strong> Comisión Interministerial lo requiera. <strong>La</strong> Comisión Delegada es casi siempre<br />
el último resorte para los ministerios opuestos a cualquier decisión de <strong>la</strong> Comisión Interministerial.<br />
Cuando quiera que haya una falta de acuerdo en <strong>la</strong> Comisión Delegada, los temas podrán terminar en el<br />
propio Consejo de Ministros, que tiene <strong>la</strong> última pa<strong>la</strong>bra. Sin embargo "sólo <strong>la</strong>s cuestiones de gran<br />
importancia, aquél<strong>la</strong>s con una verdadera dimensión política, tales como <strong>la</strong> política mediterránea, alcanzan el<br />
nivel de Consejo de Ministros. Los casos resueltos por <strong>la</strong> Comisión Delegada son también escasos" (Mayor,<br />
1987:14).<br />
3.2.4 <strong>La</strong> Representación Permanente<br />
<strong>La</strong> adhesión de España a <strong>la</strong>s Comunidades Europeas también requirió el reforzamiento y potenciación de <strong>la</strong><br />
Representación Permanente en Bruse<strong>la</strong>s. Su estructura y responsabilidades fueron reajustadas para<br />
salvaguardar el principio de acción conjunta y conseguir una participación efectiva en <strong>la</strong> Comunidad<br />
Europea .<br />
<strong>La</strong> Representación Permanente tiene que ejecutar todas <strong>la</strong>s instrucciones emitidas por el Gobierno y<br />
recibidas a través de <strong>la</strong> SECE. Es obligatorio para los funcionarios que se transmitan <strong>la</strong>s comunicaciones<br />
entre <strong>la</strong> Representación Permanente y <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong> a través de los canales formales de <strong>la</strong><br />
59
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Secretaría de Estado . Sin embargo, según <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones de funcionarios superiores de <strong>la</strong><br />
Representación Permanente y de los Ministerios Sectoriales, no todas <strong>la</strong>s comunicaciones pueden ni<br />
necesitan ser formalizadas a través de <strong>la</strong> Secretaría de Estado. Es lógico que dada <strong>la</strong> necesidad de una<br />
toma de posiciones rápida en alguna de <strong>la</strong>s negociaciones comunitarias, muchas consultas sean llevadas a<br />
cabo directamente por el delegado del ministerio correspondiente y/o por el funcionario que se desp<strong>la</strong>za<br />
desde Madrid. Esto no implica que no haya un contacto directo y regu<strong>la</strong>r entre el representante de un<br />
Ministerio en <strong>la</strong> SECE con el personal de este Ministerio en sus actuaciones Europeas. <strong>La</strong> rapidez con que<br />
cambian <strong>la</strong>s situaciones para muchos de los temas y procedimientos en los grupos de trabajo hacen muy<br />
difícil y quizá ineficiente el seguir al pie de <strong>la</strong> letra <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>mentación re<strong>la</strong>tiva al proceso de coordinación.<br />
Según un artículo de <strong>la</strong> prensa diaria españo<strong>la</strong> (El País, 1987): "<strong>la</strong> falta de instrucciones o, <strong>la</strong> transferencia<br />
de instrucciones contradictorias sobre un mismo tema por dos ministerios son (eran en 1987) casos usuales<br />
de <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong>s negociaciones españo<strong>la</strong>s en los grupos de trabajos comunitarios". "A veces un<br />
ministerio transmite (transmitía) simultáneamente el original de <strong>la</strong> instrucción a <strong>la</strong> Secretaría de Estado para<br />
<strong>la</strong>s Comunidades Europeas y una copia a su delegado en <strong>la</strong> Representación Permanente. Después, si <strong>la</strong><br />
SECE cambia (cambiaba) <strong>la</strong> instrucción, el delegado recibe (recibía) una nueva y diferente posición de<br />
negociación".<br />
Sin embargo, en <strong>la</strong> actualidad <strong>la</strong> tendencia de temas negociados en Bruse<strong>la</strong>s con instrucciones de calidad<br />
desde Madrid es creciente.<br />
Uno de los problemas de <strong>la</strong> Representación Permanente a finales de los '80 era <strong>la</strong> dificultad o ausencia de<br />
una c<strong>la</strong>ra estructura. <strong>La</strong> definición de límites, responsabilidades y competencias no estaban bien definidas.<br />
Algunas áreas tenían contenidos so<strong>la</strong>pados que no estaban c<strong>la</strong>ramente asignados y distribuidos entre los<br />
diferentes ministerios. Aunque <strong>la</strong> departamentalización del funcionamiento de <strong>la</strong> Representación<br />
Permanente es parale<strong>la</strong> a <strong>la</strong> de <strong>la</strong> Administración en Madrid, <strong>la</strong> distribución era consecuencia de un<br />
desarrollo histórico más que de una lógica de funcionamiento. <strong>La</strong> distribución de grupos de trabajo a cada<br />
ministerio se basó en un principio en <strong>la</strong> distribución existente previa a <strong>la</strong> adhesión. En casos en los que <strong>la</strong><br />
delimitación no era fácil, <strong>la</strong> participación de los delegados de dos o más ministerios era y puede ser<br />
conjunta. Como se dijo en <strong>la</strong> sección 3.2.1, en <strong>la</strong> actualidad se dispone de un listado con los responsables<br />
de cada grupo de trabajo.<br />
<strong>La</strong> principal función de <strong>la</strong> Representación Permanente es lógicamente defender <strong>la</strong> posición españo<strong>la</strong> según<br />
instrucciones recibidas desde Madrid. Sin embargo, ésta también juega un papel significativo en <strong>la</strong><br />
formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> postura españo<strong>la</strong>. Los delegados de <strong>la</strong> Representación Permanente en Bruse<strong>la</strong>s pueden<br />
participar en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas y de hecho así lo hacen viajando a Madrid para tomar parte en<br />
grupos de trabajo en <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas y en sus propios centros<br />
ministeriales para asesorar a los funcionarios superiores sobre los asuntos más importantes dentro de sus<br />
áreas correspondientes. Los delegados pueden en ocasiones preparar el borrador de lo que podríamos<br />
denominar una "autoinstrucción", enviarlo a Madrid y recibirlo de vuelta una vez que haya sido aprobado.<br />
Incluso <strong>la</strong> autoinstrucción en ocasiones se formu<strong>la</strong> de tal manera que en caso de no haber contestación<br />
desde Madrid el silencio significaría acuerdo.<br />
En general, los miembros de <strong>la</strong> Representación Permanente toman <strong>la</strong> iniciativa en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
postura españo<strong>la</strong> sobre temas que por su continuidad requieren <strong>la</strong> residencia en Bruse<strong>la</strong>s. En algunos<br />
casos, el funcionario encargado negocia bajo su propia iniciativa sin que necesariamente existan<br />
instrucciones desde Madrid. Esto suele ocurrir cuando el delegado en Bruse<strong>la</strong>s tiene una <strong>la</strong>rga experiencia<br />
en el puesto y/o el funcionario responsable de estos temas en los Ministerios Sectoriales en Madrid tiene<br />
menos información y tiempo para e<strong>la</strong>borar su posición que el funcionario responsable en <strong>la</strong> Representación<br />
Permanente. Como un funcionario superior en un ministerio sectorial dijo: "si ellos (los delegados en<br />
Bruse<strong>la</strong>s) me preguntan o me piden una decisión yo no tengo información suficiente ni tiempo para estudiar<br />
el caso y enviarle <strong>la</strong> instrucción de vuelta". <strong>La</strong>s negociaciones de otros temas que son tratados por los<br />
delegados que van y vienen desde Madrid a Bruse<strong>la</strong>s no muestran esta característica. Los miembros de <strong>la</strong><br />
Representación Permanente ayudan a los delegados procedentes de Madrid a establecer los primeros<br />
contactos y les apoyan en sus primeras reuniones.<br />
Generalmente, para ganar tiempo se envía información y hay contacto directo entre los Delegados en <strong>la</strong><br />
Representación Permanente y sus respectivos Ministerios Sectoriales. En muchas ocasiones no sólo se<br />
envía información a <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas sino también una copia<br />
directamente al Ministerio Sectorial para evitar que "<strong>la</strong> información a veces llega (llegue) tarde" (Mayor,<br />
1987:24).<br />
60
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Por lo que respecta a <strong>la</strong>s negociaciones en el Consejo: "<strong>la</strong> delegación españo<strong>la</strong> en el COREPER está<br />
compuesta por personal de <strong>la</strong> Representación Permanente y funcionarios procedentes de Madrid. Los<br />
últimos tienen que ocuparse de los efectos especializados de <strong>la</strong> negociación que no pueden ser cubiertos<br />
por los primeros. Los expertos procedentes de Madrid no tienen una visión horizontal o global. Se<br />
concentran en los aspectos técnicos de sus dossiers y están re<strong>la</strong>tivamente menos al tanto de <strong>la</strong> situación en<br />
Bruse<strong>la</strong>s. Estos disponen de una información e instrucciones más detal<strong>la</strong>das, definidas generalmente por<br />
los funcionarios superiores en Madrid, de tal manera que están limitados y sometidos a <strong>la</strong> capital y su<br />
capacidad de negociación es más limitada". <strong>La</strong> composición de estos grupos es simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> del COREPER;<br />
el número de expertos procedentes de Madrid es mayor. Esto es particu<strong>la</strong>rmente más notable en el caso de<br />
los grupos de trabajo de agricultura. Al nivel de Consejo de Ministros <strong>la</strong> influencia de <strong>la</strong> Representación<br />
Permanente es obviamente más débil. Puede definir <strong>la</strong> agenda de cada Consejo y canaliza los intereses y<br />
<strong>la</strong>s influencias de otros estados miembros. Cada ministro negocia con el apoyo del representante<br />
permanente y varios consejeros para <strong>la</strong>s cuestiones técnicas (Mayor, 1987:27 y 28).<br />
Los representantes españoles tienen que votar en ocasiones sin instrucciones escritas formales desde<br />
Madrid, pero de hecho tienen contactos directos y continuos con <strong>la</strong> SECE y los Ministerios sectoriales. El<br />
sistema de transmisión de instrucciones parece ir consolidándose. Existe un número importante y creciente<br />
de negociaciones basadas en instrucciones previas.<br />
3.2.5 El Departamento Internacional de <strong>la</strong> Presidencia de Gobierno<br />
El Departamento Internacional de Presidencia es otra unidad con influencia en <strong>la</strong> red del proceso de<br />
coordinación para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas comunitarias. Este Departamento está representado en <strong>la</strong><br />
Comisión Interministerial (CIAECE) por el director de su gabinete. Su principal función es garantizar <strong>la</strong> plena<br />
y continua información sobre <strong>la</strong> marcha de los temas europeos para el Presidente de Gobierno. Puede jugar<br />
un papel de gran influencia re<strong>la</strong>tivo a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s posiciones españo<strong>la</strong>s en temas políticos<br />
específicos en los que el Presidente esté interesado. Pero el departamento de asuntos internacionales del<br />
gabinete del Presidente de Gobierno es esencialmente una unidad de seguimiento a distancia, mantiene al<br />
Presidente bien informado y preparado para mediar en caso de que sea necesario.<br />
En ocasiones juega un papel importante como segundo nivel de control o reflexión. Por ejemplo, en abril de<br />
1987, se mantuvo una reunión en <strong>la</strong> oficina del director del gabinete para tratar temas re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong><br />
selección de nacionales españoles para trabajar en <strong>la</strong>s Instituciones Europeas y a <strong>la</strong> evaluación de <strong>la</strong><br />
coordinación interministerial para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> política europea. Esta reunión pudo suponer un punto<br />
de partida importante para el inicio de un proceso de desarrollo y mejora del sistema de coordinación.<br />
Análogamente cada vez que España asume <strong>la</strong> Presidencia del Consejo de Ministros de <strong>la</strong> UE, el Comité<br />
Organizador de <strong>la</strong> Presidencia e<strong>la</strong>bora un informe-evaluación sobre <strong>la</strong> gestión realizada (C. Ruiz Tartas,<br />
1995:4).<br />
"<strong>La</strong> Presidencia de Gobierno juega el papel de coordinación en <strong>la</strong> preparación de los Consejos de Europa"<br />
(Mayor, 1987:14). Su participación en los asuntos europeos se centra en el Consejo de Europa. En el marco<br />
del departamento de <strong>la</strong> Presidencia se ha creado el Comité Organizador de <strong>la</strong> Presidencia españo<strong>la</strong>,<br />
encargado, entre otros temas, de <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong>s principales reuniones de este evento semestral y del<br />
programa de formación de los funcionarios que participan como presidentes de grupo o como delegados<br />
españoles. El éxito organizativo y hasta cierto punto político ampliamente reconocido de <strong>la</strong>s dos<br />
presidencias españo<strong>la</strong>s (Enrique González Sánchez, 1989:720; Carlota Ruiz Tartas, 1995:9) hace pensar<br />
en <strong>la</strong> consecución de altos niveles de coordinación cuando existe voluntad y liderazgo político para ello<br />
(nivel 8 de coordinación).<br />
3.2.6 <strong>La</strong> participación de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas<br />
<strong>La</strong> adhesión de España a <strong>la</strong>s Comunidades Europeas ha coincidido con un importante proceso de<br />
descentralización tanto política como administrativa. <strong>La</strong> adhesión afecta no sólo al Gobierno Central,<br />
reduciendo sus competencias, sino también a <strong>la</strong>s de los nuevos Gobiernos Autónomos. Desde un punto de<br />
vista constitucional <strong>la</strong> Administración del Estado monopoliza <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones exteriores (artículo 149.1, párrafo<br />
3 de <strong>la</strong> Constitución). Sin embargo una interpretación estricta del concepto "re<strong>la</strong>ciones exteriores" puede<br />
provocar serias redistribuciones y una vuelta atrás hacia una nueva centralización de unas competencias<br />
que acaban de cederse a <strong>la</strong>s CCAA constitucionalmente. El conflicto no surge de una nueva demanda de<br />
los Gobiernos de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas por <strong>la</strong>s funciones clásicas de asuntos exteriores, tales como<br />
<strong>la</strong> representación oficial exterior, o <strong>la</strong>s decisiones de alto nivel político (dec<strong>la</strong>raciones de guerra o paz,<br />
reconocimiento de nuevos estados, etc.). El problema se origina por <strong>la</strong> preocupación de <strong>la</strong>s CCAA de<br />
depender del Estado, que al preparar una postura de negociación en Bruse<strong>la</strong>s podría decidir sobre temas<br />
61
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
que de acuerdo con <strong>la</strong> Constitución y los Estatutos de Autonomía son también o sólo competencia de los<br />
Gobiernos regionales o autonómicos.<br />
Hoy en día resulta cada vez más difícil separar los temas internacionales de los temas internos o<br />
domésticos. El comercio exterior, <strong>la</strong> pesca en alta mar, <strong>la</strong> emigración, el turismo, medio ambiente, etc. y<br />
otras actividades con perspectivas tanto externas como internas se han multiplicado. No parece razonable<br />
ni aconsejable interpretar rígidamente en su sentido amplio el término re<strong>la</strong>ciones exteriores recogido en <strong>la</strong><br />
Constitución ya que el artículo 149 también especifica junto al concepto de re<strong>la</strong>ciones exteriores otras<br />
competencias exclusivas del Estado tales como comercio exterior, política de aduanas, etc. como temas<br />
diferenciados. No obstante, hasta hace poco (1993) este problema no ha sido prioritario en <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong>s<br />
CCAA. "<strong>La</strong>s CCAA se han interesado principalmente en el p<strong>la</strong>nteamiento de conflictos de competencias en<br />
<strong>la</strong> fase de imp<strong>la</strong>ntación del Derecho Comunitario, y su representación, oficial o no, en Bruse<strong>la</strong>s, no tanto así<br />
en <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> postura del Estado en temas Europeos" (Pérez Calvo, 1993:251).<br />
Según el mismo autor los Estatutos de autonomía aluden a <strong>la</strong> participación en <strong>la</strong> formación de iniciativas<br />
exteriores salvo excepciones ais<strong>la</strong>das y a contenidos muy concretos, "totalmente alejados de <strong>la</strong>s cuestiones<br />
europeas" (Pérez Calvo, 1993:254). Varios Estatutos se refieren al derecho del Ejecutivo Autonómico a ser<br />
informado en <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de acuerdos internacionales que afecten a <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas. Pero<br />
nada se dice, salvo en el Estatuto Canario, a que se emita su parecer sobre <strong>la</strong> información recibida.<br />
No obstante, con el fin de evitar una peligrosa vuelta atrás en un proceso de descentralización ya avanzado<br />
y simultáneamente asegurar <strong>la</strong> cooperación de los Gobiernos autonómicos en <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de <strong>la</strong> política<br />
europea, el Gobierno Central ha aceptado <strong>la</strong> importancia de incorporar <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas y sus<br />
intereses en <strong>la</strong> fase de formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas europeas. Desde un principio se ha reconocido que iba a<br />
ser necesario que el Estado y <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas cooperaran de manera apropiada con el fin de<br />
resolver mediante acuerdos comunes los diversos temas que afectaban al interés nacional en Europa.<br />
El primer proyecto de acuerdo político entre el Gobierno Central y los Gobiernos autonómicos para su<br />
cooperación en temas europeos no fue aceptado. Los puntos más relevantes de este acuerdo se referían a<br />
<strong>la</strong> exclusividad en cuanto a representatividad del Gobierno Central ante <strong>la</strong> Comunidad Europea. Según este<br />
acuerdo, todas <strong>la</strong>s comunicaciones con <strong>la</strong>s instituciones comunitarias deberían ser materializadas a través<br />
del aparato del Estado para asuntos exteriores; se hab<strong>la</strong>ba de <strong>la</strong> buena fe en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones y en el intento<br />
por parte del Gobierno Central de incorporar los criterios y posiciones de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas<br />
cuando quiera que fuera compatible con el interés general del Estado; y <strong>la</strong> obligación de que el Ministerio de<br />
Administraciones Públicas, mediante su Departamento de Administraciones Territoriales debería enviar toda<br />
información europea re<strong>la</strong>cionada con temas que puedan afectar a sus competencias. Con el fin de que <strong>la</strong>s<br />
CCAA pudieran comentar y opinar sobre cualquiera de los temas, en este acuerdo se trataba como posible<br />
instrumento de participación de los Gobiernos autónomos <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas "comisiones mixtas" y cualquier otro<br />
órgano de cooperación cuando ésta fuera necesaria. Este acuerdo fue rechazado por algunos Gobiernos<br />
autónomos por ser demasiado radical al dar el carácter de exclusivo a <strong>la</strong> representatividad del Gobierno<br />
Central y no especificar órganos o instrumentos de representación por parte de <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Autónomas.<br />
En un nuevo proyecto se sugerían dos instituciones específicas para permitir <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Autónomas durante <strong>la</strong> fase de formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> postura de negociación españo<strong>la</strong> en<br />
Bruse<strong>la</strong>s: en primer lugar un "observador" elegido por los Gobiernos autónomos que serían nuevos<br />
delegados en <strong>la</strong> Representación Permanente para informar directamente y defender los intereses de <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Autónomas en Bruse<strong>la</strong>s; en segundo lugar una Conferencia para asuntos re<strong>la</strong>cionados con<br />
<strong>la</strong>s Comunidades Europeas. Esta Conferencia ha supuesto un paso importante para <strong>la</strong> construcción de una<br />
opinión común entre ambos niveles de gobierno. <strong>La</strong> figura del observador aún no se ha materializado por<br />
falta de acuerdo sobre el nº de observadores y <strong>la</strong> forma de reparto y/o rotación entre <strong>la</strong>s CCAA.<br />
El funcionamiento de <strong>la</strong> Conferencia para asuntos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s Comunidades Europeas exigió su<br />
desglose en tantas Conferencias Sectoriales como políticas Comunitarias en <strong>la</strong>s que participarían el Ministro<br />
correspondiente y los Consejeros autonómicos de cada política concreta. <strong>La</strong> eficacia de <strong>la</strong>s Conferencias<br />
Sectoriales es dispar, estando alguna de el<strong>la</strong>s en fase de buen funcionamiento (por ejemplo, <strong>la</strong> Conferencia<br />
de Política Fiscal y Financiera) mientras que otras puede decirse que son todavía muy deficientes. El<br />
modelo de participación de <strong>la</strong>s CCAA está evolucionando progresivamente mediante pasos a veces<br />
"informales" o naturales que luego van institucionalizándose de manera limitada y nunca definitiva (Enoch<br />
Albertí Rovira, 1994:591). "En febrero de 1992 se suscribe el Pacto Autonómico con un apartado<br />
específicamente dedicado a <strong>la</strong> Conferencia Sectorial para asuntos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Europeas en el cual se afirma que para profundizar en los aspectos de participación debe<br />
"institucionalizarse <strong>la</strong> Conferencia Sectorial y perfeccionar sus métodos de trabajo". En este Pacto el punto<br />
62
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
12 del capítulo 2 "Desarrollo del principio de cooperación", se refiere expresamente, entre otros aspectos, a<br />
<strong>la</strong> necesidad de fomentar y construir progresivamente una cultura común que se exprese en <strong>la</strong> práctica de<br />
someter a <strong>la</strong> Conferencia y resolver, mediante acuerdos, los diferentes aspectos que ha p<strong>la</strong>nteado y p<strong>la</strong>ntee<br />
en el futuro <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas en <strong>la</strong>s fases ascendente y descendente del<br />
proceso comunitario europeo" (Casals, 1994:153-154). Esto parece apuntar al posible cumplimiento del<br />
nivel 4/5 en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación presentada en el apartado II de este artículo.<br />
"<strong>La</strong> Conferencia está presidida por el Ministro para <strong>la</strong>s Administraciones Públicas. Integran, asimismo, <strong>la</strong><br />
representación de <strong>la</strong> administración del Estado, el Secretario de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas y<br />
el Secretario de Estado para <strong>la</strong>s Administraciones Territoriales. <strong>La</strong>s Comunidades Autónomas estarán<br />
representadas por el consejero que designe el presidente de cada comunidad autónoma". "Como órgano de<br />
apoyo de <strong>la</strong> Conferencia se crea <strong>la</strong> Comisión de Coordinadores de Asuntos Comunitarios Europeos, que<br />
está encargada de preparar los trabajos de <strong>la</strong> Conferencia y de realizar aquel<strong>la</strong>s tareas que <strong>la</strong> misma le<br />
encargue. <strong>La</strong> Comisión está compuesta, en representación de <strong>la</strong> administración del Estado, por un director<br />
general de <strong>la</strong> SECE y otro de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Administraciones Territoriales, y en<br />
representación de <strong>la</strong>s administraciones autónomicas, por un director general u otro cargo que designe el<br />
respectivo consejero miembro de <strong>la</strong> Conferencia" (Dastis, 1995:334-335).<br />
"<strong>La</strong> posición común alcanzada en <strong>la</strong> concertación con <strong>la</strong> Administración del Estado no resulta vincu<strong>la</strong>nte<br />
para ésta sin su consentimiento salvo cuando se trate de un asunto de competencia exclusiva de <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Autónomas, en cuyo caso, se debe tener en cuenta de forma determinante. No obstante, <strong>la</strong><br />
posición inicial negociadora concertada en función de este procedimiento no es definitiva, dado que el<br />
Gobierno del Estado, único representante del Estado en los órganos comunitarios, puede apartarse de el<strong>la</strong><br />
cuando <strong>la</strong>s exigencias de <strong>la</strong> negociación europea, en <strong>la</strong> que no están presentes <strong>la</strong>s CCAA, así lo impongan"<br />
(Resolución de 10 de marzo, Secretaría Estado Administraciones Territoriales, BOE 22 de marzo 1995,<br />
citado en Casals:155). Formalmente no existe una dependencia jerárquica de <strong>la</strong>s conferencias sectoriales<br />
respecto de <strong>la</strong> Conferencia de Asuntos Europeos. Los acuerdos de esta Conferencia tienen un carácter de<br />
primacía sobre los que puedan adoptar <strong>la</strong>s conferencias sectoriales y otras parecidas de representación de<br />
<strong>la</strong>s CCAA. <strong>La</strong> mayoría de éstas han tenido hasta el momento un funcionamiento escaso y muy parcial.<br />
Incluso, alguna no está constituida o son de reciente creación. Casals concluye que "<strong>la</strong> aplicación del<br />
acuerdo en una primera fase será experimental y parcial (no se aplicará a todos los órganos) y, por tanto,<br />
tampoco a todas <strong>la</strong>s materias en <strong>la</strong>s que internamente son competentes <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas"<br />
(Casals, 1994:157).<br />
"... el sistema de distribución de competencias no se respeta..." a través de una participación autonómica<br />
consultiva en el marco de un proceso decisional ajeno que pertenece exclusivamente a <strong>la</strong>s instancias<br />
centrales del estado. <strong>La</strong> participación autonómica supone así, como máximo, un trámite de audiencia de <strong>la</strong>s<br />
CCAA y <strong>la</strong> decisión, en cuanto a <strong>la</strong> formación y p<strong>la</strong>nificación de <strong>la</strong> voluntad del Estado, corresponde<br />
exclusivamente al poder central, que define uni<strong>la</strong>teralmente lo que constituye el interés general del estado a<br />
los efectos de vincu<strong>la</strong>rse o no a <strong>la</strong> postura de <strong>la</strong>s CCAA". "<strong>La</strong>s Conferencias Sectoriales son simples<br />
p<strong>la</strong>taformas de encuentro entre <strong>la</strong>s CCAA y el Estado cuya existencia y actuación no puede en absoluto<br />
menoscabar el completo ejercicio de sus respectivas competencias y a <strong>la</strong>s que se asigna una función<br />
deliberante y consultiva en materias de común interés, sin que sus acuerdos y resoluciones puedan ser en<br />
ningún caso vincu<strong>la</strong>ntes para <strong>la</strong>s partes" (Zaba<strong>la</strong>, 1993:203 a 205).<br />
Según Casals "no existe... ningún sistema institucionalizado de participación. <strong>La</strong>s Comunidades Autónomas<br />
no reciben información sistemática y completa de los expedientes y propuestas de normativa comunitaria<br />
que afectan a sus competencias; ni son consultadas, a nivel interno, antes de que sea fijada <strong>la</strong> posición<br />
negociadora de partida del Estado español en estas materias; ni es admitida su presencia en los comités y<br />
grupos de trabajo del Consejo y de <strong>la</strong> Comisión que preparan estas decisiones. En consecuencia, no existe<br />
ninguna participación ascendente ordenada de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas en <strong>la</strong>s materias en <strong>la</strong>s que<br />
internamente son competentes" (Casals, 1994:158).<br />
<strong>La</strong> mayoría de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas disponen de oficinas de representación que les permite ejercer<br />
una función de lobby y hasta cierto punto de representación, semi-oficial, ante <strong>la</strong> Comisión Europea. Según<br />
sentencia del Tribunal Constitucional de 28 de mayo de 1994, se admite <strong>la</strong> posibilidad de contactos directos<br />
entre <strong>la</strong>s autoridades autonómicas y <strong>la</strong>s comunitarias" (Casals, 1994:160).<br />
Queda pendiente de desarrollo tanto <strong>la</strong> capacidad de coordinación interna de cada Comunidad Autónoma<br />
como <strong>la</strong> capacidad de "actuación mancomunada" (consenso previo conjunto), que generalmente se exige a<br />
<strong>la</strong>s CCAA en el acuerdo de 1994 para su participación en <strong>la</strong> fase ascendente (Enoch Albertí Rovira,<br />
1994:596).<br />
63
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
"En el seno de <strong>la</strong> Administración autonómica se han creado, en todas <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas,<br />
órganos de coordinación de asuntos europeos, ya sean de carácter individual, ya colegiado. <strong>La</strong> ubicación de<br />
los órganos de coordinación individuales varía según <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas, pero en general se<br />
encuadran, bien en <strong>la</strong> Consejería de Presidencia o bien en <strong>la</strong> de Economía y suelen tener rango de director<br />
general y excepcionalmente de viceconsejero. A imagen y semejanza de <strong>la</strong> SECE en <strong>la</strong> administración del<br />
Estado, no son órganos de coordinación vertical, sino meros impulsores de <strong>la</strong> coordinación entre los<br />
distintos departamentos sectoriales implicados. A veces, esa función de coordinación se traduce en una<br />
mera <strong>la</strong>bor de transmisión a los departamentos sectoriales de <strong>la</strong> información necesaria para <strong>la</strong> toma de<br />
decisiones, otras veces esa <strong>la</strong>bor se desarrol<strong>la</strong> mediante <strong>la</strong> presidencia de comisiones de coordinación,<br />
órganos colegiados equiparables a <strong>la</strong> CIAC en el Estado" (Dastis, A., 1995:334). En este sentido parece<br />
asegurado el nivel 2/3, no tanto el 4/5, de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación.<br />
Otro problema identificado es <strong>la</strong> no existencia de un órgano propio de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas para <strong>la</strong><br />
concertación de una postura común en materias comunitarias. Cuando se consigue, se produce de manera<br />
informal en reuniones celebradas inmediatamente antes de <strong>la</strong> correspondiente a <strong>la</strong> del órgano de<br />
concertación con el Gobierno del Estado, es decir, <strong>la</strong> Conferencia Sectorial u órgano equivalente". <strong>La</strong><br />
existencia de un órgano interautonómico es una necesidad de primer orden. En efecto, si en el momento de<br />
definir <strong>la</strong> posición negociadora de partida del Estado español se está pidiendo que <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Autónomas tras<strong>la</strong>den al Estado una posición común, ésta no puede adoptarse sin un órgano de estas<br />
características que garantice <strong>la</strong> organización del debate necesario previo preparatorio de <strong>la</strong> posición común<br />
(Casals, 1994:162).<br />
Por último, hay que seña<strong>la</strong>r que <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas en los órganos centrales<br />
del Estado previstas por <strong>la</strong> Constitución es muy limitada. El Senado no es una auténtica Cámara de<br />
representación territorial (Zaba<strong>la</strong>, 1993:176 y 197). No obstante, en enero de 1994 se creó <strong>la</strong> Comisión<br />
general de <strong>la</strong>s CCAA en el Senado. Esta Comisión iniciará cuantos trámites informativos, de estudio o de<br />
seguimiento, considere oportunos sobre materias de naturaleza autonómica, con respecto de <strong>la</strong>s<br />
competencias de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas. Asimismo puede constituir ponencias de estudio,<br />
encomendar <strong>la</strong> preparación de informes previos, o bien efectuar sesiones informativas y de seguimiento.<br />
En base a todo lo anterior puede concluirse este apartado estimando un nivel muy limitado de coordinación<br />
entre <strong>la</strong> Administración General del Estado y de <strong>la</strong>s CCAA. Expresándolo en términos de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de<br />
coordinación antes presentada esta capacidad de coordinación se situaría más o menos entre los niveles 3<br />
y/o 4 de coordinación. Aunque puede esperarse una evolución positiva a corto p<strong>la</strong>zo tras <strong>la</strong>s últimas<br />
elecciones generales de marzo de 1996.<br />
3.2.7 El Par<strong>la</strong>mento<br />
<strong>La</strong> adhesión de España a <strong>la</strong> Comunidad Europea ha afectado a <strong>la</strong>s competencias del Par<strong>la</strong>mento. Este ha<br />
perdido parcialmente su poder legis<strong>la</strong>tivo y de control del gobierno. Hoy, está c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> toma de<br />
decisiones de <strong>la</strong> política exterior está monopolizada por el gobierno. En opinión del profesor Remiro<br />
Brotons, ambos, el Congreso y el Senado, no participan "en el establecimiento de posiciones del Estado<br />
dentro de <strong>la</strong>s organizaciones internacionales que toman decisiones que son obligatorias para sus<br />
miembros..." (Remiro, 1985:82). <strong>La</strong>s comisiones de Asuntos Exteriores del Par<strong>la</strong>mento no pueden ser<br />
consideradas como otra cosa sino especiales testigos de <strong>la</strong> política exterior, ya que no participan en su<br />
formu<strong>la</strong>ción ni contro<strong>la</strong>n eficazmente su ejecución (Remiro, 1985:69).<br />
Aunque existe una queja contra <strong>la</strong> intervención par<strong>la</strong>mentaria en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de política exterior por su<br />
lentitud en <strong>la</strong> toma de decisiones, el Par<strong>la</strong>mento español ha reconsiderado su papel en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de<br />
política europea con el fin de participar en mayor medida en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> posición españo<strong>la</strong> en el<br />
Consejo de Ministros Europeo y para <strong>la</strong> constitución de re<strong>la</strong>ciones más fuertes con los par<strong>la</strong>mentarios<br />
europeos. Esto es especialmente así después de <strong>la</strong> firma del Tratado de Maastricht. <strong>La</strong> fórmu<strong>la</strong> finalmente<br />
elegida por el Par<strong>la</strong>mento español para el seguimiento de los temas europeos ha sido <strong>la</strong> creación de una<br />
Comisión Mixta Congreso/Senado para tratar los temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> Unión Europea. Este<br />
seguimiento se centra fundamentalmente en el control Político de <strong>la</strong>s competencias transferidas a <strong>la</strong> UE.<br />
Ante esta Comisión suelen rendir cuentas e informar los Ministros y el Secretario de Estado para <strong>la</strong><br />
Comunidad Europea.<br />
3.2.8 <strong>La</strong> Coordinación Intradepartamental<br />
En general, <strong>la</strong> responsabilidad por <strong>la</strong> coordinación interna de cada ministerio está en <strong>la</strong>s Secretarías<br />
Generales Técnicas. Estos centros están encargados de <strong>la</strong> comunicación y distribución de <strong>la</strong> información<br />
dentro del departamento. En cada ministerio existe una red adecuada a los temas europeos y tratados por<br />
64
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
los centros interesados. Dada <strong>la</strong> gran variedad de departamentos nos centraremos tan solo en uno de ellos.<br />
Veamos por ejemplo <strong>la</strong> adaptación del Ministerio de Economía y Finanzas a <strong>la</strong>s negociaciones en Bruse<strong>la</strong>s<br />
y más específicamente en el caso del presupuesto comunitario.<br />
El Ministerio de Economía y Hacienda está compuesto por <strong>la</strong> Secretaría de Hacienda y <strong>la</strong> Secretaría de<br />
Estado de Economía, ambas pesos pesados en los temas Europeos. <strong>La</strong> Secretaría de Estado de Hacienda<br />
trata temas que directa o indirectamente afectan (Fondo de Desarrollo Regional, Fondo de Cohesión) a <strong>la</strong><br />
participación españo<strong>la</strong> en el presupuesto comunitario, en aduanas, en impuestos, etc., y <strong>la</strong> Secretaría de<br />
Estado para Economía trata temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> política monetaria, <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación económica, etc...<br />
por lo tanto <strong>la</strong> participación del Ministerio de Economía y Hacienda en los asuntos europeos y el número de<br />
sus funcionarios y divisiones afectadas es importante.<br />
En opinión de un alto funcionario del Ministerio de Economía y Hacienda, <strong>la</strong> Secretaría General Técnica<br />
debería coordinar horizontalmente a <strong>la</strong>s Direcciones Generales y a sus servicios, pero no debería asumir<br />
directamente papeles sustantivos. "Coordinar sí, sustituir no". Hoy <strong>la</strong> Secretaría General Técnica de<br />
Hacienda recibe información de <strong>la</strong> Representación Permanente a través de <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s<br />
Comunidades Europeas y en ocasiones envía instrucciones re<strong>la</strong>tivas a temas de aduanas y de<br />
presupuestos.<br />
Desde finales de los '80 se aprecia una c<strong>la</strong>ra mejoría en <strong>la</strong> unificación de <strong>la</strong> postura y voz de este ministerio<br />
y más específicamente en <strong>la</strong> Secretaría de Estado de Hacienda, en <strong>la</strong>s negociaciones europeas y en <strong>la</strong><br />
participación en los centros de coordinación.<br />
Centrémonos en uno de los temas más importantes de <strong>la</strong> Secretaría de Estado de Hacienda, el presupuesto<br />
comunitario. Para coordinar <strong>la</strong> posición españo<strong>la</strong> re<strong>la</strong>tiva al presupuesto comunitario, se creó <strong>la</strong><br />
Subdirección de Presupuesto Comunitario. Una de <strong>la</strong>s principales prioridades de <strong>la</strong> Subdirección de<br />
Presupuesto Comunitario es <strong>la</strong> de defender un sistema de financiación del presupuesto lo más progresivo<br />
posible de manera que se modernice <strong>la</strong> aportación re<strong>la</strong>tiva de los países menos preparados. Realiza un<br />
seguimiento de los flujos financieros y realiza simu<strong>la</strong>ción sobre sistemas alternativos de financiación del<br />
presupuesto. El objetivo ha sido el maximizar <strong>la</strong>s transferencias de los fondos estructurales y de cohesión<br />
con vistas a obtener un saldo neto lo más favorable a España correspondiente a regiones de desarrollo.<br />
Esto ha tenido una c<strong>la</strong>ra relevancia política. Este tema aparece de una manera asidua en <strong>la</strong> prensa y <strong>la</strong>s<br />
presiones al gobierno de los grupos empresariales han sido considerables.<br />
En <strong>la</strong> Secretaría de Estado de Hacienda se han realizado estudios con proyección futura sobre el<br />
presupuesto comunitario. Se estiman escenarios macroeconómicos sobre efectos financieros a medio p<strong>la</strong>zo<br />
de distintas decisiones sobre <strong>la</strong>s finanzas comunitarias. Diversas vías de financiación tales como los<br />
programas integrados mediterráneos, etc. no han sido plenamente aprovechadas en el pasado.<br />
En los primeros años de España en <strong>la</strong> CE, <strong>la</strong>s reuniones internas de Presupuestos con los centros gestores<br />
no eran sistemáticas sino ad hoc. Los delegados de los grupos de trabajo no obtenían instrucciones. Como<br />
uno de los entrevistados expresó: "si los delegados disponen de instrucciones, éstas vienen directamente<br />
de <strong>la</strong>s direcciones generales". Por lo tanto, si hay instrucciones, éstas son fragmentadas y con perspectiva<br />
sectorial. Otro funcionario comentó: "cuando se negocian los artículos presupuestarios no tenemos una<br />
perspectiva comprensiva. Ya que no disponemos de información sobre <strong>la</strong>s prioridades de otros ministerios<br />
no podemos negociar de manera complementaria en <strong>la</strong>s concesiones con otros países".<br />
Para resolver estos problemas, en <strong>la</strong> Secretaría de Estado de Hacienda se creó, como se ha anticipado, <strong>la</strong><br />
Subdirección General de Presupuesto Comunitario. Uno de los papeles de esta subdirección es el recoger<br />
<strong>la</strong> información de los distintos ministerios sobre sus prioridades con respecto a <strong>la</strong> propuesta de presupuesto<br />
de <strong>la</strong> Comisión. Aunque esta información fue solicitada por escrito en 1986 para el presupuesto de 1987 <strong>la</strong><br />
situación no varió ese año. Los ministerios contestaron sin cuantificar ni ordenar sus intereses prioritarios.<br />
Posteriormente el sistema ha ido mejorando.<br />
Actualmente (ver cuadro siguiente) dos unidades se reparten el trabajo de coordinación de los distintos<br />
intereses uno interno al Ministerio (<strong>la</strong> propia Subdirección de Presupuesto Comunitario) y otro externo (los<br />
grupos de fondos). <strong>La</strong> Subdirección de Presupuesto Comunitario además de ser responsable de recoger<br />
toda información financiera, analiza <strong>la</strong>s previsiones de ingresos y gastos presupuestarios de <strong>la</strong> Comunidad<br />
que afectan a España. <strong>La</strong>s reuniones del grupo de fondos permite <strong>la</strong> consulta y contactos directos entre los<br />
distintos ministerios que participan en los fondos estructurales del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y<br />
Garantía Agríco<strong>la</strong>) orientación por el MAPA, el Fondo Social por el MTSS, y el FEDER (Fondo Europeo de<br />
Desarrollo Regional) y los Fondos de Cohesión por <strong>la</strong> Dirección General de P<strong>la</strong>nificación de <strong>la</strong> Secretaría de<br />
65
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Estado de Hacienda que canaliza los intereses de <strong>la</strong>s Comunidades Autónomas en lo que les afecta este<br />
tema. Otros flujos financieros provenientes de <strong>la</strong> CE, tales como <strong>la</strong>s transferencias del FEOGA-Garantía se<br />
registran en el presupuesto de ingresos del actualmente FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria),<br />
FORPPA (Secretaría de Estado de Hacienda, 1995:75) y SEMPA.<br />
Estos grupos de fondos están compuestos por los responsables de los servicios administrativos de los<br />
fondos implicados y los responsables de <strong>la</strong> Secretaría de Estado de Hacienda con respecto a <strong>la</strong> gestión<br />
presupuestaria comunitaria. Los temas y <strong>la</strong>s discusiones desarrol<strong>la</strong>das en estos grupos de fondos y en <strong>la</strong><br />
Subdirección de Presupuesto Comunitario sirven principalmente para e<strong>la</strong>borar los presupuestos de ingresos<br />
del Estado Español.<br />
Cuadro 2: Formu<strong>la</strong>ción del Presupuesto Comunitario. Red de Participantes en el Presupuesto Español<br />
El sistema de coordinación dentro del Ministerio de Hacienda con vistas específicamente a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción<br />
del presupuesto comunitario ha mejorado de forma evidente durante los últimos años. El proceso de<br />
integración de los distintos intereses ha comenzado a consolidarse gracias a <strong>la</strong> Subdirección General de<br />
Presupuesto Comunitario y de <strong>la</strong> SEH y a estas subdirecciones se garantiza que se recoja <strong>la</strong> información<br />
disponible o presentada de los distintos ministerios y centros gestores a través de contactos directos con los<br />
distintos responsables de los proyectos o partidas de crédito. Se está pasando de una situación que en los<br />
primeros años podría calificarse a un nivel 2 ó 3 en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación con vistas a consolidar el<br />
intercambio de información escrita, o comunicada por otro medio, a <strong>la</strong> consolidación de los niveles 4 y 5 en<br />
los que los distintos centros interesados se ponen en contacto directo y personal con vistas a mejorar <strong>la</strong><br />
capacidad de identificar e integrar problemas y/o intereses comunes. El funcionamiento de los mecanismos<br />
de arbitraje y solución de conflictos (nivel 6) están garantizados por <strong>la</strong> vía jerárquica interna de Ministerio de<br />
Hacienda y/o externa a través de los órganos centrales de coordinación general: <strong>la</strong> CIAECE y <strong>la</strong> CDGAE.<br />
Incluso está extensamente difundida y conocida <strong>la</strong> postura/instrucción general de no aceptar propuestas,<br />
cualquiera que sea el grupo de trabajo, que signifiquen una reducción de <strong>la</strong> participación españo<strong>la</strong> en los<br />
fondos de cohesión (nivel 7 de coordinación). En consonancia con esta postura, los proyectos de inversión<br />
cofinanciados por <strong>la</strong> UE han tenido prioridad no sufriendo el recorte presupuestario generalizado en <strong>la</strong><br />
e<strong>la</strong>boración de los presupuestos generales de este 1996.<br />
Es importante tener en cuenta que si <strong>la</strong> política agríco<strong>la</strong> comunitaria disminuye en peso re<strong>la</strong>tivo en favor a<br />
los fondos estructurales, como parece orientarse <strong>la</strong> tendencia del presupuesto comunitario, entonces será<br />
necesario el desarrollo de <strong>la</strong> capacidad de gestión tanto a nivel central como a nivel autonómico para<br />
permitir <strong>la</strong> presentación no sólo de un mayor número de proyectos sino de proyectos de mayor calidad y<br />
relevancia y mejorar <strong>la</strong> capacidad para poder llevarlos a cabo con eficacia posteriormente. Sin tales mejoras<br />
será imposible aprovechar <strong>la</strong>s posibilidades ofrecidas por los recursos procedentes de <strong>la</strong> Comunidad<br />
Europea. El aumento del número de proyectos a presentarse en los fondos estructurales y de cohesión<br />
exige el desarrollo específico de <strong>la</strong> capacidad de su gestión tanto operativa como estratégica de los centros<br />
beneficiarios de <strong>la</strong>s ayudas europeas.<br />
<strong>La</strong> aprobación de cualquier normativa que suponga un aumento de gasto conlleva un estudio y estimación<br />
de <strong>la</strong> dotación presupuestaria previsible. Esto quiere decir que el proceso de e<strong>la</strong>boración del presupuesto es<br />
continuado, durante todo el año. Cada vez que se discute una directiva se están teniendo en cuenta los<br />
efectos presupuestarios de <strong>la</strong> misma. Posteriormente, <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración del presupuesto supone generalmente<br />
el cálculo definitivo de <strong>la</strong>s variaciones debidas a nueva normativa o acuerdos previos del Consejo de<br />
ampliación de partidas existentes. El anteproyecto de presupuesto se presenta al final del primer semestre<br />
enviándose para su lectura en el Par<strong>la</strong>mento. Tras cumplir <strong>la</strong>s condiciones del proceso de codecisión se<br />
aprueba finalmente por el Consejo de Ministros a finales de diciembre.<br />
<strong>La</strong> Subdirección General de Coordinación Comunitaria para Asuntos económicos en <strong>la</strong> SECE mantiene<br />
reuniones interdepartamentales con los centros gestores.<br />
4. EVALUACION DE LA ADAPTACION DE LA ADMINISTRACION ESPAÑOLA<br />
De acuerdo con el resultado de <strong>la</strong>s entrevistas y los documentos consultados existen evidencias de que el<br />
nivel de coordinación o <strong>la</strong> capacidad de coordinación sufrió una caída importante inmediatamente después<br />
de <strong>la</strong> adhesión de España a <strong>la</strong> Comunidad. Antes de <strong>la</strong> adhesión el sistema de coordinación funcionaba<br />
bien y era suficientemente efectivo como para llevar de una manera flexible y rápida <strong>la</strong> coordinación para <strong>la</strong><br />
negociación con <strong>la</strong> Comunidad Europea. Los problemas de coordinación después de <strong>la</strong> adhesión eran<br />
diferentes y más complejos. <strong>La</strong> coordinación previa a <strong>la</strong> adhesión se llevaba a cabo por un grupo pequeño<br />
de funcionarios ("task force") que realizaba negociaciones bi<strong>la</strong>terales con <strong>la</strong> Comunidad Europea. Después<br />
66
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
de <strong>la</strong> adhesión <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas comenzó a desarrol<strong>la</strong>r un sistema<br />
más apropiado para mantener re<strong>la</strong>ciones con los distintos ministerios y gestionar un proceso continuado y<br />
más complejo de negociaciones multi<strong>la</strong>terales. Existen cuatro razones que explican <strong>la</strong> caída en <strong>la</strong> eficacia<br />
de coordinación del sistema inmediatamente después de <strong>la</strong> adhesión a <strong>la</strong> Comunidad:<br />
1. <strong>La</strong>s negociaciones pasaban de ser bi<strong>la</strong>terales a multi<strong>la</strong>terales;<br />
2. No existía ya una c<strong>la</strong>ra prioridad generalmente aceptada (tan indiscutible como era <strong>la</strong> propia adhesión<br />
en el proceso previo);<br />
3. El grado de apoyo e interés de <strong>la</strong> Presidencia de Gobierno se centró en los problemas de relevancia o<br />
sensibilidad política;<br />
4. Los funcionarios superiores que trabajaron en el proceso de adhesión se tras<strong>la</strong>daron de <strong>la</strong> SECE a otros<br />
puestos de trabajo en Bruse<strong>la</strong>s, a sus propios Ministerios o a <strong>la</strong> empresa privada. Los nuevos<br />
funcionarios, aunque de alta competencia profesional, no todos tenían experiencia previa en temas<br />
comunitarios.<br />
Por estas razones, y dado que el proceso de coordinación oficialmente elegido era muy <strong>la</strong>rgo y centralizado,<br />
el sistema funcionó con un nivel bajo de coordinación (ver cuadros siguientes) y tardó varios años en<br />
evolucionar. En los primeros años tras <strong>la</strong> adhesión el nivel de coordinación no alcanzaba el nivel percibido<br />
como necesario y <strong>la</strong>s expectativas previstas por ley. A menudo los ministerios actuaban de manera<br />
independiente. Existía un contacto directo entre los delegados de <strong>la</strong> Representación Permanente y cada<br />
ministerio sin que se realizase con eficacia una función de coordinación global desde <strong>la</strong> SECE. <strong>La</strong>s<br />
instrucciones en algunos casos eran contradictorias y/o enviadas por distintos ministerios sobre un mismo<br />
tema. En otras ocasiones <strong>la</strong>s instrucciones se transmitían a <strong>la</strong> Secretaría de Estado para <strong>la</strong>s Comunidades<br />
Europeas y simultáneamente al delegado en <strong>la</strong> Representación Permanente. A veces <strong>la</strong> Secretaría de<br />
Estado para <strong>la</strong>s Comunidades Europeas cambiaba estas instrucciones de tal manera que el delegado<br />
recibía dos instrucciones diferentes.<br />
No se desarrol<strong>la</strong>ban estrategias a medio o <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo con prioridades que orientaran de manera positiva <strong>la</strong><br />
toma de posturas de negociación en Bruse<strong>la</strong>s. <strong>La</strong> Comisión Interministerial funcionaba generalmente como<br />
un centro para compartir información más que un foro para el debate en profundidad de alternativas sobre<br />
temas de importancia. De hecho se le calificaba como una institución para <strong>la</strong> legitimación de <strong>la</strong>s<br />
instrucciones que eran enviadas a <strong>la</strong> Representación Permanente. El funcionamiento del nivel 6 de arbitraje<br />
estaba previsto que se realizase en <strong>la</strong> CDGAE, pero el número de conflictos era muy reducido. Apenas<br />
habían transcurrido tres años tras <strong>la</strong> adhesión, por lo tanto no era sorprendente que el modelo estuviera en<br />
fase de desarrollo y consolidación de los niveles inferiores de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>. De acuerdo con <strong>la</strong> información y<br />
datos recogidos sobre <strong>la</strong> situación a finales de los '80 el modelo español se situaba en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> entre los<br />
niveles 4 (evitando divergencias) y el nivel 3 (consulta interministerial) como representativos de <strong>la</strong> capacidad<br />
de coordinación del sistema. Pero el sistema de coordinación estaba indicando un nuevo proceso de<br />
aprendizaje y transformación. Los grupos de trabajo en <strong>la</strong> Secretaría de Estado juegan un papel importante<br />
de coordinación. Su principal tarea es el facilitar el intercambio de información a nivel de los grupos de<br />
trabajo del Consejo de Ministros con el fin de evitar posiciones incompatibles. <strong>La</strong> toma de posición ante<br />
Europa en general era más reactiva que pro-activa (nivel 3 ó 4) realizando el esfuerzo de coordinación una<br />
vez e<strong>la</strong>borado el Com-Final.<br />
En los últimos años, de <strong>la</strong> Primera (Primer Semestre de 1989) a <strong>la</strong> Segunda presidencia españo<strong>la</strong> de UE<br />
(Segundo Semestre de 1995), el sistema de coordinación ha ido consolidando niveles superiores en <strong>la</strong><br />
esca<strong>la</strong>. Dadas <strong>la</strong>s características y <strong>la</strong> evolución del modelo español parece que existe una mejoría general<br />
del proceso de coordinación de <strong>la</strong> SECE, centralizando y garantizando un buen funcionamiento del proceso<br />
de instrucciones. Ya sea por mecanismos formales escritos o por contactos informales pero regu<strong>la</strong>res y<br />
continuos, los cinco primeros niveles de coordinación están consolidados. El sistema también tiende a<br />
consolidar <strong>la</strong> capacidad para funcionar al nivel 6 de coordinación tanto a nivel intradepartamental (por<br />
ejemplo, Ministerio de Hacienda) como interministerial (CDGAE).<br />
<strong>La</strong> información recogida muestra evidentes mejoras que permiten pensar en que se están cubriendo los<br />
vacíos existentes entre los niveles oficialmente dec<strong>la</strong>rados y los que realmente están en funcionamiento.<br />
Los niveles 3, 4 y 5 de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación (compartir información para <strong>la</strong> búsqueda de intereses<br />
comunes) pueden considerarse consolidados:<br />
1. <strong>La</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> SECE y los departamentos ministeriales están bien garantizadas gracias a <strong>la</strong><br />
representación estable de éstos en <strong>la</strong> SECE. El contacto continuo, diario si fuera necesario, entre<br />
compañeros del mismo ministerio o incluso del mismo cuerpo asegura una comunicación en tiempo<br />
real.<br />
2. <strong>La</strong> comunicación y capacidad de integración a nivel intraministerial ha mejorado. Esto facilita <strong>la</strong> gestión<br />
interna de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interministeriales.<br />
67
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
3. Se han incorporado más recursos (nuevas tecnologías, personal).<br />
4. El número y calidad de <strong>la</strong>s instrucciones ha aumentado.<br />
5. <strong>La</strong> representación en <strong>la</strong> Comisión Interministerial es más regu<strong>la</strong>r y estable<br />
6. Aunque puntualmente, el gabinete de <strong>la</strong> Presidencia ha realizado en ocasiones funciones de evaluación<br />
del propio sistema de coordinación.<br />
7. <strong>La</strong>s CCAA y <strong>la</strong> Administración General del Estado parecen ir saliendo poco a poco de <strong>la</strong> situación de<br />
tab<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> que se encontraban. Su participación se irá consolidando conforme funcionen <strong>la</strong>s<br />
Conferencias sectoriales.<br />
Cuadro 3: Evolución de <strong>la</strong> Adaptación Españo<strong>la</strong> a <strong>la</strong> Integración Europea<br />
5. CONCLUSION: UN SISTEMA DE COORDINACION EN CLARO PROCESO DE EVOLUCION<br />
En conclusión el sistema se va desarrol<strong>la</strong>ndo hacia un modelo centralizado (nivel 6). Incluso podría hab<strong>la</strong>rse<br />
de alcanzarse el nivel 7 (parámetros de negociación) de coordinación si se tiene en cuenta <strong>la</strong> actitud general<br />
de los negociadores españoles respecto al mantenimiento y mejor aprovechamiento de los Fondos de<br />
cohesión. Los niveles inferiores con elementos básicos de coordinación (<strong>la</strong> consulta, <strong>la</strong> información, el evitar<br />
divergencias, etc...) pueden considerarse consolidados. Cabrían aún mejoras si se prestara una mayor<br />
atención al proceso de coordinación vertical de arriba abajo como ocurre durante los períodos de<br />
presidencia españo<strong>la</strong> (1989, 1995) donde se puede decir que el nivel de coordinación alcanza el nivel 8.<br />
También puede sugerirse <strong>la</strong> creación de una unidad de análisis con recursos propios y personal permanente<br />
para <strong>la</strong> reflexión estratégica continuada. <strong>La</strong> SECE no puede trabajar a niveles de detalle administrativo.<br />
Podría coordinar con una perspectiva más estratégica o política y con una proyección a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. <strong>La</strong><br />
SECE debería de disponer de una unidad de alta coordinación, un fórum de reflexión sobre análisis<br />
sectoriales y globales. Esto permitiría consolidar los niveles superiores de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de coordinación.<br />
En el momento de escribir estas líneas España termina su papel de Presidencia del Consejo de Ministros<br />
por segunda vez. El esfuerzo hecho de reasignación de recursos humanos por <strong>la</strong> Administración españo<strong>la</strong> y<br />
los programas de formación e información llevados a cabo para <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong> primera Presidencia de<br />
<strong>la</strong> multitud de grupos de trabajo en el Consejo de Ministros permitió sin duda aumentar su capacidad de<br />
coordinación habiendo consolidado muy probablemente los niveles que en los últimos años había ya<br />
iniciado. De nuevo el proceso de mejora es evidente: preparación de un mayor número de funcionarios<br />
(cursos de formación en co<strong>la</strong>boración con el Instituto Europeo de Administración Pública) <strong>la</strong> incorporación<br />
de expertos de <strong>la</strong> carrera diplomática recientemente retirados como asesores y los altos niveles de<br />
informatización de <strong>la</strong>s comunicaciones así como <strong>la</strong> elección de prioridades:<br />
• el re<strong>la</strong>nzamiento económico de Europa en un marco social integrado<br />
• una Europa abierta a los ciudadanos<br />
• fijación de <strong>la</strong>s bases para <strong>la</strong> Europa del futuro: Conferencia Intergubernamental de 1996.<br />
Tras el fin del período presidencial español es de esperar que los niveles de coordinación y <strong>la</strong> capacidad del<br />
aparato administrativo para integrar sus distintos intereses se estabilice y consolide. De hecho, ya en los<br />
últimos meses de <strong>la</strong> presidencia españo<strong>la</strong>, está siendo reconocido casi unánimemente el éxito organizativo<br />
de <strong>la</strong> misma. No obstante los nuevos retos que se presentan en Europa (Unión Económico Monetaria,<br />
conferencia intergubernamental de 1996, etc.) exigirán un mayor desarrollo de <strong>la</strong> capacidad de coordinación<br />
de todos los países de <strong>la</strong> Unión Europea. <strong>La</strong> adaptación de <strong>la</strong> Administración para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
política Europea no puede ser vista simplemente como un esfuerzo ais<strong>la</strong>do, sino como un proceso de<br />
aprendizaje continuo en respuesta a cambios o nuevos retos en el entorno (ampliación, profundización,<br />
etc.). En <strong>la</strong> medida que nuevos desafíos vayan apareciendo será necesario desarrol<strong>la</strong>r nuevas capacidades<br />
de distinto grado y de distinta naturaleza para iniciar nuevos procesos o curvas de aprendizaje<br />
organizacional (ver cuadro siguiente).<br />
Respecto a <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> Administración General del Estado y <strong>la</strong>s CCAA hay que recordar que para<br />
que siga evolucionando no es suficiente un mero reparto de competencias entre el poder central y <strong>la</strong>s<br />
instancias autónomas, sino que es preciso además que estos participen regu<strong>la</strong>rmente en <strong>la</strong> administración<br />
del Estado a través de numerosos mecanismos de coordinación.<br />
Aunque está por materializarse, cabe esperar un desarrollo a corto p<strong>la</strong>zo del funcionamiento de <strong>la</strong>s<br />
Conferencias Sectoriales y, quizás, <strong>la</strong> puesta en marcha de otros instrumentos de participación (figura del<br />
observador) tras los últimos resultados electorales. Esto permitiría una consolidación de los primeros cinco<br />
niveles de coordinación (coordinación voluntaria en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>) entre <strong>la</strong> Administración General del Estado y<br />
<strong>la</strong>s CCAA.<br />
68
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Cuadro 4: Doble Proceso de Aprendizaje<br />
II. CAPACIDAD Y PERFIL DE LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS PARA LA INTEGRACION REGIONAL<br />
1. INTRODUCCION: LA CAPACIDAD DE NEGOCIAR COMO CONDICION PARA LA INTEGRACION<br />
REGIONAL<br />
Uno de los retos con que se enfrenta todo proceso de integración regional es el desarrollo de <strong>la</strong> capacidad<br />
de negociación eficaz, entendida esta eficacia a nivel colectivo, de <strong>la</strong>s distintas Administraciones de los<br />
gobiernos involucrados en el proceso de integración regional. En ocasiones se p<strong>la</strong>ntea el proceso de<br />
integración regional como un proceso altamente dependiente de <strong>la</strong> formalización de un tratado internacional.<br />
Sin negarse <strong>la</strong> importancia que este puede tener en este artículo se defiende <strong>la</strong> necesidad de adaptar <strong>la</strong>s<br />
Administraciones nacionales a los procesos de integración regional como una de <strong>la</strong>s condiciones también<br />
imprescindibles para su éxito. <strong>La</strong> capacidad administrativa para llevar a cabo en <strong>la</strong> práctica con eficacia <strong>la</strong>s<br />
consecuencias del propio tratado de integración regional es uno de los temas generalmente cuya<br />
importancia ha sido tradicionalmente subestimada.<br />
Aunque en principio el proceso de integración regional se podría llevar a cabo con <strong>la</strong> construcción de una<br />
nueva burocracia a nivel regional de amplias dimensiones, que se encargara autónomamente de formu<strong>la</strong>r,<br />
ejecutar y evaluar <strong>la</strong>s políticas regionales, no parece que sea esta una alternativa ni política ni<br />
financieramente factible. Dadas <strong>la</strong>s experiencias actualmente en curso tales como <strong>la</strong>s de <strong>la</strong> Unión Europea,<br />
los órganos de dirección a nivel regional tienen unas características distintivas en <strong>la</strong>s que resaltan por<br />
supuesto <strong>la</strong> naturaleza multinacional del personal funcionario regional, pero sobre todo <strong>la</strong> gran dependencia<br />
por parte de estos órganos regionales del conocimiento especializado para cada sector y país de los<br />
funcionarios nacionales o expertos nacionales. El carácter abierto de <strong>la</strong> Administración a nivel regional<br />
puede tener consecuencias c<strong>la</strong>ve a efectos del funcionamiento o comportamiento de los funcionarios<br />
nacionales en el proceso de negociación a nivel regional. En el caso europeo por ejemplo, de todos es<br />
conocido el papel de <strong>la</strong> Comisión Europea como iniciador de <strong>la</strong>s políticas europeas, y también es<br />
ampliamente conocido <strong>la</strong> gran dependencia que hay por parte de <strong>la</strong> Comisión con respecto a los cientos de<br />
comités de asesoramiento y de gestión (comitología) como mecanismos de consulta e información<br />
transferida por los expertos nacionales al funcionario regional. <strong>La</strong> Comisión es una organización abierta con<br />
límites difusos y permeables a <strong>la</strong> influencia tanto de los expertos nacionales como de los lobbies privados.<br />
Cuanto menor sea <strong>la</strong> dimensión del órgano de dirección a nivel regional y menor sea el conocimiento y<br />
recursos disponibles menor será <strong>la</strong> posibilidad de que <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s negociaciones regionales se lleven a<br />
cabo con procedimientos burocráticos y estilos de gestión jerárquica. Los contactos de los Estados miembro<br />
entre sí y con el aparato administrativo a nivel regional será eficaz en <strong>la</strong> medida en que se reconozcan y<br />
p<strong>la</strong>nteen como un proceso de interacciones re<strong>la</strong>cionales (networking) negociadas más que un proceso<br />
formalizado e impuesto de un nivel de gobierno a otro. El proyecto regional está condicionado a una<br />
co<strong>la</strong>boración estrecha entre múltiples e interdependientes organizaciones pertenecientes a distintos niveles<br />
de gobierno (Comisión Europea, 1994: 8; Milward, 1992: 3).<br />
El desarrollo del proceso de regionalización depende de <strong>la</strong> capacidad del sistema regional en su globalidad,<br />
y por tanto de cada una de sus partes, para gerenciar <strong>la</strong>s interacciones que en el se den. Este proceso<br />
requiere <strong>la</strong> construcción, consolidación y evolución de un tejido o red organizacional en el que queden<br />
c<strong>la</strong>ramente establecidas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones orgánicas y funcionales entre distintos niveles de gobierno y dentro<br />
de cada uno de ellos. <strong>La</strong> eficacia final de los procesos de decisión e imp<strong>la</strong>ntación de <strong>la</strong>s políticas regionales<br />
depende en gran medida de <strong>la</strong> capacidad de integración y negociación inter e intragubernamental. A pesar<br />
de reconocerse <strong>la</strong> importancia de este tema, <strong>la</strong>s experiencias de regionalización en curso (por ejemplo <strong>la</strong><br />
Unión Europea) no han ido seguidas de un esfuerzo de adaptación de <strong>la</strong>s Administraciones de los Estados<br />
miembros en su función pública más allá de <strong>la</strong> esfera diplomática tradicional.<br />
<strong>La</strong> adecuación de <strong>la</strong> función pública a su creciente internacionalización regional ha sido hasta ahora <strong>la</strong><br />
cenicienta de los programas de reforma administrativa. Mejorar <strong>la</strong> capacidad nacional de gerencia de <strong>la</strong>s<br />
negociaciones regionales es un paso necesario e inevitable para <strong>la</strong> integración regional (Metcalfe, 1994:<br />
271; Kliksberg, 1994: 189, 190).<br />
<strong>La</strong> falta de adaptación de un país a <strong>la</strong> toma de decisiones a nivel regional no sólo puede provocar<br />
decisiones que vayan en contra de lo propios intereses nacionales sino que además puede estar<br />
bloqueando el proceso decisorio de integración a nivel nacional. <strong>La</strong> coherencia en los p<strong>la</strong>nteamientos de<br />
negociación de un Estado miembro a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo es fundamental no sólo como factor de credibilidad para su<br />
eficacia negociadora con respecto a los demás Estados miembros sino además de buen funcionamiento y<br />
eficacia de <strong>la</strong>s decisiones a nivel regional. <strong>La</strong> inestabilidad en los p<strong>la</strong>nteamientos defendidos por un país en<br />
concreto y <strong>la</strong> coherencia en <strong>la</strong>s posturas de sus distintos representantes según <strong>la</strong>s políticas sectoriales de<br />
69
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
que se trate son fundamentales en este sentido. En caso contrario, el nivel de conflictos podría bloquear o<br />
descontro<strong>la</strong>r sustancialmente el proceso decisorio a nivel regional.<br />
En este trabajo se presentan en primer lugar los factores de complejidad propios de <strong>la</strong>s negociaciones<br />
regionales. Posteriormente se analizan <strong>la</strong>s características más importantes que diferencian el contexto de<br />
<strong>la</strong>s negociaciones internacionales en un marco de integración regional comparándo<strong>la</strong>s con el de <strong>la</strong>s<br />
negociaciones de <strong>la</strong> diplomacia bi<strong>la</strong>teral tradicional. Por último, se discute y p<strong>la</strong>ntea como se deberían<br />
adaptar los estilos de negociación regional por parte de los funcionarios involucrados en el proceso de dicha<br />
negociación.<br />
2. LA COMPLEJIDAD EN LAS NEGOCIACIONES INTERNACIONALES REGIONALES<br />
<strong>La</strong> dificultad para mejorar <strong>la</strong> capacidad de <strong>la</strong>s Administraciones nacionales para participar en <strong>la</strong>s<br />
negociaciones regionales es mayor de lo que suele pensarse. <strong>La</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas regionales es el<br />
resultado de un proceso de múltiples interacciones negociadas entre representantes de los Estados<br />
miembros caracterizadas por los siguientes factores de complejidad (Walton and McKearcy, 1965: 133):<br />
a. Naturaleza técnica y humana. Se superponen componentes técnicos y humanos (valores, actitudes,<br />
sentimientos, percepción de penalizaciones y recompensas según el comportamiento de los<br />
participantes, etc.). Ambos componentes influyen de manera relevante y están o se presentan<br />
superpuestos. Asimismo, ambos influyen en el grado de confianza para <strong>la</strong> cooperación a lo <strong>la</strong>rgo de<br />
todo el proceso de negociación.<br />
b. Proceso continuado. Los acuerdos se prolongan en el tiempo. <strong>La</strong>s negociaciones tienen una<br />
naturaleza continuada. Hay una conexión c<strong>la</strong>ra entre <strong>la</strong> fase de negociación previa al acuerdo y <strong>la</strong> fase<br />
posterior a cada decisión. Los acuerdos en ocasiones se revisan o se reinterpretan durante <strong>la</strong> fase de<br />
implementación. Por otro <strong>la</strong>do <strong>la</strong> interacción entre los distintos Estados miembros de <strong>la</strong> región se<br />
p<strong>la</strong>ntea como una serie sucesiva de negociaciones concatenadas en el tiempo.<br />
c. Mezc<strong>la</strong> de intereses nacionales y regionales. <strong>La</strong> agenda de negociación tiene una doble naturaleza.<br />
En cada tema se pueden identificar aspectos conflictivos o tensiones debidas a intereses nacionales<br />
incompatibles y componentes de cooperación en los que se representan los intereses regionales.<br />
Resulta difícil identificar y compatibilizar los intereses nacionales con los intereses colectivos de <strong>la</strong><br />
región. <strong>La</strong> adaptación de una función pública al proceso decisorio de <strong>la</strong> región no es sólo una cuestión<br />
de preparación para competir con los demás Estados miembros de <strong>la</strong> región sino más bien capacidad<br />
para cooperar en <strong>la</strong> identificación y construcción de los intereses regionales. En muchas ocasiones el<br />
p<strong>la</strong>nteamiento de <strong>la</strong> Administración de un Estado miembro responde a <strong>la</strong> consigna de "que no<br />
descubran nuestras debilidades". Cuando de hecho <strong>la</strong> debilidad de <strong>la</strong> región en muchas ocasiones<br />
puede estar debida a <strong>la</strong>s dificultades de comunicación y conocimiento entre <strong>la</strong>s distintas<br />
Administraciones. <strong>La</strong>s posturas de competición racional en defensa del máximo beneficio nacional,<br />
independientemente del efecto regional que tenga, provoca que todos de manera colectiva salgan<br />
perdiendo.<br />
d. Dificultad de integración de los intereses internos. Los actores que participan directamente en <strong>la</strong><br />
negociación regional representan organizaciones (ya sean departamentos ministeriales, agencias<br />
descentralizadas, otros niveles de gobierno, intereses privados, etc.) cuyos miembros influyen en su<br />
comportamiento negociador y ejercen múltiples presiones a menudo incompatibles. En <strong>la</strong> medida en<br />
que <strong>la</strong>s instancias nacionales no integren los intereses internos previamente a <strong>la</strong> defensa de una<br />
postura en <strong>la</strong>s negociaciones regionales lo más probable es que en <strong>la</strong> fase de imp<strong>la</strong>ntación de<br />
decisiones regionales se p<strong>la</strong>nteen dificultades para <strong>la</strong> puesta en práctica de <strong>la</strong>s políticas regionales. Si<br />
<strong>la</strong> postura defendida por un delegado en <strong>la</strong>s negociaciones regionales no representan o sintetizan los<br />
intereses de los grupos o agencias que posteriormente van a ser responsables de <strong>la</strong> ejecución de <strong>la</strong>s<br />
decisiones regionales, lo más probable es que surjan tensiones y conflictos y se debilite <strong>la</strong> eficacia de<br />
<strong>la</strong>s políticas regionales.<br />
El encuentro de negociación entre distintos funcionarios de los diversos Estados miembros que<br />
participan en el proceso de integración regional representan tan sólo una pequeña parte del proceso<br />
global de negociación regional. El encuentro con <strong>la</strong>s contrapartes de otros países tan sólo representa <strong>la</strong><br />
punta del iceberg del proceso de negociación de políticas regionales. <strong>La</strong> preparación de <strong>la</strong>s posturas<br />
que finalmente se defiendan en <strong>la</strong> mesa de negociación regional va necesariamente precedida de un<br />
enorme esfuerzo de recogida y análisis de información procedente ya sea de grupos nacionales o<br />
correspondientes a otros países. <strong>La</strong> definición de <strong>la</strong> postura o el interés nacional no es algo evidente en<br />
sí mismo ni se acepta de manera automática e indiscutible dentro de cada Estado miembro. <strong>La</strong> postura<br />
de cada país exige y depende de un estrecho contacto e interacción entre los centros de decisión y<br />
coordinación a nivel nacional. <strong>La</strong> eficacia de <strong>la</strong> estrategia de negociación de un Estado miembro en <strong>la</strong><br />
región depende de un esfuerzo prolongado e intenso de preparación interna que permita integrar<br />
diversos intereses nacionales.<br />
70
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> dificultad de integrar los intereses nacionales se acentúa en todo proyecto de negociación regional.<br />
En <strong>la</strong> medida que se profundice en el proceso de regionalización mayor será <strong>la</strong> confusión entre <strong>la</strong><br />
política exterior y <strong>la</strong> política interna. Los Ministerios de Asuntos Exteriores y el Departamento de<br />
Comercio Exterior no son los únicos involucrados en el proceso de negociaciones regionales. No parece<br />
realista centralizar toda <strong>la</strong> actuación preparatoria en uno de estos centros salvo riesgo de sobrecarga de<br />
trabajo y además fomento de <strong>la</strong>s resistencias burocráticas a un exceso de centralización. Aunque<br />
algunas decisiones siempre podrán prepararse de manera independiente por los departamentos, en<br />
general <strong>la</strong> creciente independencia provocada por el proceso de regionalización exigirá una mayor<br />
coordinación entre los distintos departamentos para participar con eficacia en <strong>la</strong>s negociaciones<br />
regionales. <strong>La</strong> preparación interna de <strong>la</strong>s posturas de negociación de cada Estado miembro requiere de<br />
por sí todo un proceso también de negociación a nivel nacional.<br />
El hecho de que se desarrollen con eficacia estas negociaciones internas tiene una doble proyección.<br />
No sólo se garantiza <strong>la</strong> coherencia global de los intereses nacionales sino que además se facilita el<br />
funcionamiento eficaz del proceso decisorio a nivel regional. <strong>La</strong> debilidad de los mecanismos de<br />
coordinación nacional puede provocar no sólo el perjuicio de los intereses nacionales sino además el<br />
perjuicio para el funcionamiento global de <strong>la</strong> política regional, tanto en <strong>la</strong> fase de formu<strong>la</strong>ción como en <strong>la</strong><br />
de implementación (Siedentoph and Ziller, 1988: 5).<br />
3. LA INTEGRACION REGIONAL COMO UN PROCESO GERENCIAL DE NEGOCIACIONES<br />
INTERNACIONALES<br />
Tradicionalmente <strong>la</strong> negociación internacional se ha considerado como un proceso o interacción<br />
interpersonal en el que el objetivo es <strong>la</strong> manipu<strong>la</strong>ción, persuasión y convicción de <strong>la</strong> parte contraria. El truco<br />
y <strong>la</strong> habilidad para engañar sutilmente a <strong>la</strong> parte contraria ha sido <strong>la</strong> dimensión clásica más asociada con el<br />
trabajo del diplomático - <strong>la</strong> maquinación diplomática. <strong>La</strong> realidad en <strong>la</strong> que se desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> negociación<br />
internacional tras un proceso de regionalización es mucho más compleja: no es bi<strong>la</strong>teral sino pluralista; se<br />
realiza bajo un seguimiento constante por parte de <strong>la</strong> Administración y los grupos de intereses nacionales y<br />
los temas sujetos a <strong>la</strong> negociación internacional van mucho más allá de los de representación, soberanía<br />
territorio etc. incluyendo múltiples aspectos sectoriales y tecnológicos que escapan a los límites clásicos de<br />
<strong>la</strong> diplomacia (Winham, 1977).<br />
<strong>La</strong> gerencia de <strong>la</strong>s negociaciones internacionales tras <strong>la</strong> integración regional tiene que responder a una<br />
situación compleja, identificable con los siguientes retos:<br />
• Creciente interdependencia. Un síntoma c<strong>la</strong>ro de esta interdependencia es el hecho de que cada vez es<br />
mayor <strong>la</strong> consideración y tratamiento de problemas políticos y económicos a nivel internacional más que<br />
a nivel doméstico. <strong>La</strong> decisiones regionales son una extensión de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas nacionales<br />
y viceversa materializada en unas negociaciones sucesivas, concatenadas previas y posteriores a los<br />
acuerdos. El voto por mayoría calificada aumenta <strong>la</strong> interdependencia en <strong>la</strong> toma de decisiones<br />
comunitarias. Asimismo <strong>la</strong> toma de decisiones y negociación por paquetes de temas diversos hace muy<br />
necesaria <strong>la</strong> capacidad de gerencia de lo que podríamos l<strong>la</strong>mar una interdependencia artificial. El<br />
programa del Mercado Unico ha confirmado y permitido <strong>la</strong> expansión del voto por mayoría cualificada.<br />
El acceso de nuevos miembros, <strong>la</strong> creciente disparidad de políticas comunitarias (medio ambiente,<br />
pesca, etc.) y <strong>la</strong> espiral de efectos inducidos de una política a otra son nuevas presiones que aumentan<br />
<strong>la</strong> interdependencia (el libre movimiento de personas implica nuevas acciones conjuntas en seguridad,<br />
policía, sistema judicial, etc.).<br />
• Participación de toda <strong>la</strong> función pública. El número de funcionarios involucrados en <strong>la</strong> negociación<br />
internacional aumenta y va mas allá de <strong>la</strong> mera representación diplomática. El proceso de negociación<br />
se despersonaliza. <strong>La</strong>s negociaciones dejan de ser un arte de <strong>la</strong> maquinación y se convierten en un arte<br />
de gerencia en y entre Administraciones complejas.<br />
• Politización. Como consecuencia de <strong>la</strong> difuminación de los límites entre política exterior y política<br />
interna, <strong>la</strong> negociación internacional se politiza. <strong>La</strong> postura nacional es difícil de reconciliar. Cada<br />
departamento o sector percibe de manera variada <strong>la</strong>s presiones externas. Los representantes de cada<br />
Estado tienen que desarrol<strong>la</strong>r una habilidad considerable para gerenciar múltiples conflictos internos,<br />
reconciliar una pluralidad de intereses y demandas de grupos de presión nacionales.<br />
• Desestructuración. Una manera usual de describir <strong>la</strong> negociación internacional es mediante una línea<br />
continua en <strong>la</strong> que se representan dos posturas opuestas al final de cada uno de los <strong>la</strong>dos y en el que<br />
algunos de los puntos intermedios representará el acuerdo o compromiso. <strong>La</strong>s concesiones de<br />
convergencia son cruciales, se dan paso a paso mediante estrategias que responden a expectativas<br />
sobre probables resultados basados en percepciones de <strong>la</strong> reacción del adversario. Sin embargo en <strong>la</strong>s<br />
negociaciones regionales de carácter complejo <strong>la</strong> noción de negociación en una línea continua pasa a<br />
sustituirse por <strong>la</strong> imagen del puzzle. <strong>La</strong> línea continua representa una situación muy estructurada. Sin<br />
embargo <strong>la</strong> negociación regional es más bien incierta y desestructurada: <strong>la</strong> naturaleza de los posibles<br />
71
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
resultados, por no mencionar los propios temas o asuntos a tratar son difusos o desconocidos. En<br />
muchas situaciones los delegados negocian precisamente para descubrir cuales son los temas a<br />
discutir. Los negociadores no disponen de una estrategia consciente de concesiones por anticipado. El<br />
concepto de línea continua y convergencia sugiere <strong>la</strong> existencia de certidumbre. Sin embargo el<br />
negociador se mueve más bien por <strong>la</strong> vía de <strong>la</strong> prueba y el error. Se presta mayor atención al proceso<br />
de estructuración y guía de <strong>la</strong> propia negociación; se crean jerarquías de negociación (prioridades de<br />
negociación, programa temporal, etc.). <strong>La</strong> agenda de negociación tiene una doble naturaleza: conflictiva<br />
entre intereses nacionales y co<strong>la</strong>boradora en pro del interés regional.<br />
CONTEXTO NEGOCIACIONES INTERNACIONALES<br />
TRADICIONAL<br />
DESPUES DE LA INTEGRACION<br />
1 CONTINUUM (IMAGEN) PUZZLE<br />
2 ESTRUCTURADA (SITUACION) DESESTRUCTURADACOMPLEJIDAD<br />
3 BILATERAL (AMBITO) PLURAL<br />
4 CLAROS (LIMITES ENTRE<br />
POLITICA NACIONAL<br />
Y EXTERIOR)<br />
DIFUSOS<br />
5 AISLADA (DURACION) CONTINUADA<br />
6 CLARO (OBJETIVO) DIFUSO<br />
7 COMPETITIVA (ACTITUD) MIXTA<br />
NEGOCIACIONES INTERNACIONALES: TOMA DE DECISIONES<br />
TRADICIONAL<br />
1 CONCESIONES<br />
Y<br />
COMPROMISO<br />
(ESTILO)<br />
INTEGRACION REGIONAL<br />
BUSQUEDA DE INFORMACION<br />
PRUEBA Y ERROR<br />
2 DEFENSIVA (PERSPECTIVA) EXPLORATORIA<br />
3 DIPLOMATICOS (SUJETOS) TODOS LOS FUNCIONARIOS<br />
4 PERSUASION (CAPACIDADES) GERENCIA DE PLURALISMO<br />
(NETWORKING)<br />
5 RESULTADOS<br />
A CORTO<br />
PLAZO<br />
(ALCANCE)<br />
RESULTADOS A LARGO PLAZO<br />
Como respuesta a <strong>la</strong> complejidad se necesita una mayor diferenciación en <strong>la</strong>s actuaciones de cada<br />
gobierno que refleje el reconocimiento de <strong>la</strong> variedad del entorno regional. El numero de problemas y <strong>la</strong><br />
variedad con que se presenta en cada país de <strong>la</strong> región exige una mayor diversidad organizativa para su<br />
control. Esta diversidad por su parte exige prestar una mayor atención a <strong>la</strong> pluralidad e interdependencias<br />
existentes. <strong>La</strong> negociación se p<strong>la</strong>ntea como un proceso necesario para reducir <strong>la</strong> incertidumbre creada por<br />
esta situación de creciente diversidad e interdependencia. El objetivo de <strong>la</strong> negociación pasa a ser <strong>la</strong><br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
reducción de incertidumbre (Winham, 1977). Gran parte del esfuerzo de negociación se dedica a <strong>la</strong><br />
formu<strong>la</strong>ción de acuerdos que permitan estructurar el futuro. C<strong>la</strong>ramente seguirá existiendo negociaciones<br />
para resolver disputas y conflictos concretos (cuotas de pesca, tarifas de importación, exportación fuera de<br />
<strong>la</strong> región) pero en general estas negociaciones se realizaran en un contexto de reg<strong>la</strong>s de decisión<br />
negociadas materializadas en forma de tratados o estilos de actuación consolidados.<br />
Con <strong>la</strong> reducción de <strong>la</strong> incertidumbre se pretende aumentar <strong>la</strong> estabilidad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones regionales.<br />
Conforme aumente <strong>la</strong> interdependencia por el avance de <strong>la</strong> integración cada vez será mayor <strong>la</strong> presión para<br />
crear valores y estructuras a nivel regional que sirvan para superar <strong>la</strong> incertidumbre de <strong>la</strong> acción uni<strong>la</strong>teral.<br />
Esto requerirá negociaciones de <strong>la</strong>s propias reg<strong>la</strong>s de negociación para alcanzar acuerdos sobre toma de<br />
decisiones colectivas a nivel regional. <strong>La</strong> integración regional es un proceso de reestructuración de <strong>la</strong>s<br />
actitudes de negociación (Walton and McKersie, 1965) que permite reducir <strong>la</strong> incertidumbre evitando futuros<br />
conflictos o situaciones de bloqueo. <strong>La</strong> pérdida de autonomía en <strong>la</strong> política monetaria y de cambios a nivel<br />
nacional propuesta por los Estados miembros en el Tratado de Maastricht puede ser interpretada como un<br />
intento de reducir <strong>la</strong> incertidumbre financiera. Los criterios de Maastricht para <strong>la</strong> convergencia y<br />
procedimientos de seguimiento suponen un marco de resolución de futuros conflictos comunitarios.<br />
Tradicionalmente <strong>la</strong> negociación internacional se desarrol<strong>la</strong>ba con el fin de resolver situaciones de crisis. <strong>La</strong><br />
diplomacia internacional clásica implica <strong>la</strong> postura de una salida de negociación c<strong>la</strong>ra de <strong>la</strong>s partes en litigio<br />
y <strong>la</strong> realización de movimientos de convergencia hacia una postura o posición de compromiso mediante<br />
concesiones realizadas paso a paso. El esfuerzo de cada negociador se centra en mantener al máximo su<br />
postura o posición inicial y simultáneamente conseguir un resultado que sea mutuamente aceptable. Este<br />
proceso de negociación clásico enfatiza <strong>la</strong>s estrategias y tácticas de competición, concesión y <strong>la</strong> habilidad<br />
de persuasión. Este modelo sigue siendo válido en <strong>la</strong> política internacional, sin embargo, <strong>la</strong> negociación<br />
regional en una situación de complejidad exige reemp<strong>la</strong>zar <strong>la</strong>s estrategias y tácticas de persuasión por <strong>la</strong><br />
búsqueda de información y preocupación por el propio proceso de negociación y los resultados a <strong>la</strong>rgo<br />
p<strong>la</strong>zo. Los negociadores no tratan de estimar los resultados aceptables por que estos son desconocidos<br />
inciertos y distantes. El proceso de negociación supone una búsqueda exploratoria de soluciones<br />
aceptables en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> estrategia es mas bien una cuestión de anticipar y evitar soluciones no atractivas<br />
mas que el intentar cambiar <strong>la</strong> postura del adversario.<br />
Otra implicación para <strong>la</strong> gerencia de <strong>la</strong> negociación regional como un proceso de reducción de<br />
incertidumbre es el que se necesita desarrol<strong>la</strong>r una percepción común y valores regionales mas que el<br />
intercambio de concesiones entre los Estados miembros. Se trata de negociar sobre <strong>la</strong> 'definición de <strong>la</strong><br />
situación'. <strong>La</strong>s teorías sobre como construir una percepción común de problemas complejos son<br />
probablemente mucho mas útiles que <strong>la</strong>s teorías de enfrentamientos competitivos. Se necesita prestar<br />
mayor atención al desarrollo de reg<strong>la</strong>s y actitudes de negociación. Esto implica reconocimiento de <strong>la</strong><br />
naturaleza continuada de <strong>la</strong>s negociaciones tras <strong>la</strong> integración. Análogamente se tiene que desarrol<strong>la</strong>r un<br />
lenguaje de negociación que permita facilitar <strong>la</strong> comunicación y <strong>la</strong>s estructuras de conocimiento. Este<br />
lenguaje de aceptación colectiva es un mecanismo de simplificación. <strong>La</strong> negociación internacional tras <strong>la</strong><br />
integración se convierte en una fase mas del proceso de formu<strong>la</strong>ción de políticas nacionales, y los<br />
negociadores se comportan mas bien como funcionarios del Estado que como diplomáticos clásicos.<br />
<strong>La</strong>s negociaciones se desarrol<strong>la</strong>n como un proceso de aprendizaje organizacional. <strong>La</strong>s partes negociadoras<br />
representan burocracias gubernamentales que confrontan problemas novedosos a superar mediante una<br />
sucesión de encuentros que permiten elevar el grado de conocimiento y capacidad para su resolución:<br />
recogida y almacenaje de información, desarrollo de procesos de comunicación, adaptación de objetivos a<br />
<strong>la</strong>s posibilidades de cada situación etc. Cada delegado aprende sobre <strong>la</strong> percepción de los problemas de los<br />
delegados de otros países, sus prioridades, valores etc. Cada equipo de negociación desarrol<strong>la</strong><br />
procedimientos que facilitan <strong>la</strong> negociación. <strong>La</strong> naturaleza y práctica de <strong>la</strong> negociación regional supone un<br />
cambio de énfasis tras <strong>la</strong> integración. El proceso se hace más burocrático y más parecido a una<br />
prolongación de <strong>la</strong> propia toma de decisiones a nivel nacional.<br />
En <strong>la</strong> medida en que haya diversidad y se reconozca <strong>la</strong> interdependencia el conflicto en <strong>la</strong> integración<br />
regional es inevitable. <strong>La</strong> capacidad gerencial es un componente fundamental en el proceso de integración.<br />
En el apartado siguiente se analizan los posibles estilos de gerencia para adaptarse a un contexto<br />
regionalizado.<br />
4. ESTILOS GERENCIALES PARA LA INTEGRACION REGIONAL<br />
<strong>La</strong> cuestión que se trata de dilucidar aquí sería <strong>la</strong> de como participar en <strong>la</strong>s negociaciones a nivel regional<br />
con exito. Es importante ade<strong>la</strong>ntar que este análisis es colectivo, referido al equipo gerencial, e implica<br />
73
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
requisitos de comportamiento que se entienden como globales en una administración nacional o regional,<br />
no se p<strong>la</strong>ntea de manera individualizada. En <strong>la</strong> realidad cada gerente realiza siempre una mezc<strong>la</strong> más o<br />
menos equilibrada de estos estilos de actuación. El colectivo de gerentes públicos en una administración<br />
puede presentar un mapa desequilibrado o no ajustado al desafío de integración regional. El marco<br />
conceptual que se presenta a continuación es útil para <strong>la</strong> identificación de estos desequilibrios y facilita vías<br />
para su solución.<br />
Como ya se ha argumentado el desafío de <strong>la</strong> gerencia ante <strong>la</strong> regionalización se asemeja al trabajo<br />
gerencial en una situación pluralista definida no tanto por re<strong>la</strong>ciones jerárquicas como por re<strong>la</strong>ciones de<br />
interdependencia. Si se acepta que con <strong>la</strong> integración se esta trabajando en un entorno pluralista que<br />
requiere <strong>la</strong> creación de redes de trabajo, "networking", <strong>la</strong> pregunta c<strong>la</strong>ve a p<strong>la</strong>ntearse es cómo crear estas<br />
redes, cómo activar<strong>la</strong>s y cómo orientar su trabajo de manera beneficiosa. O lo que es lo mismo como se<br />
puede influir en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción y el desarrollo de <strong>la</strong> política regional y cual es <strong>la</strong> capacidad de respuesta del<br />
equipo de gerentes públicos en cada estado miembro de <strong>la</strong> región. <strong>La</strong> pregunta de partida seria que<br />
posibles estilos se pueden identificar en el gerente publico al confrontar <strong>la</strong> integración regional (Metcalfe,<br />
1989):<br />
a. El gerente 'burócrata' mantiene una perspectiva formalista dando prioridad a <strong>la</strong> estabilidad en los<br />
procedimientos de trabajos tradicionales. No presta atención a los cambios en su entorno y a <strong>la</strong><br />
necesidad de innovación. Su actitud es pasiva o reactiva, aplicando rutinas operativas sin crítica o<br />
análisis. Su objetivo es aplicar con equidad reg<strong>la</strong>s y procedimientos. Su nivel o capacidad de adaptación<br />
a <strong>la</strong> integración regional es mínima.<br />
b. El gerente 'tecnócrata' pretende <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> alternativa científica que maximize u optimice los<br />
resultados. Sus decisiones se basan en los méritos técnicos de cada opción en el marco de unas<br />
restricciones físicas o financieras. Su actitud es racionalista y se basa en <strong>la</strong> especialización o<br />
conocimiento experto. <strong>La</strong> eficacia de este estilo en el proceso de integración depende de los límites y<br />
restricciones políticas al no considerar otros factores que afectan a <strong>la</strong> gerencia.<br />
<strong>La</strong> mera optimización técnica es una aspiración no realista. El análisis y evaluación de políticas y<br />
programas públicos debería de considerar también el examen de <strong>la</strong>s condiciones de viabilidad de los<br />
programas o decisiones públicas. <strong>La</strong> optimización tradicionalmente se ha entendido de una manera muy<br />
restrictiva como para ser útil en <strong>la</strong> política práctica. <strong>La</strong> decisión no significa acción. <strong>La</strong> decisión<br />
meramente técnica no tiene en cuenta futuros problemas de implementación y desprecia<br />
supuestamente <strong>la</strong> necesidad de apoyo político. Utiliza el análisis cuantitativo y aplica <strong>la</strong> lógica en <strong>la</strong><br />
elección pero no considera factores políticos y organizacionales. Minimiza <strong>la</strong> responsabilidad por <strong>la</strong><br />
consecución de resultados y/o imp<strong>la</strong>ntación de decisiones.<br />
c. El gerente 'político' tiene una perspectiva subjetiva. Analiza <strong>la</strong>s preferencias y valores de los principales<br />
actores y/o afectados por cada decisión. Su actitud es incrementalista. No busca grandes variaciones ni<br />
decisiones alejadas o cualitativamente distintas de <strong>la</strong> preferencias reve<strong>la</strong>das al comienzo de cada<br />
negociación. Busca el compromiso dentro del campo limitado por <strong>la</strong>s posturas iniciales de cada parte.<br />
Su objetivo es <strong>la</strong> negociación. Intenta identificar <strong>la</strong> decisión políticamente aceptable sin prestar atención<br />
al mérito técnico del resultado final. Su eficacia en un contexto regional depende de <strong>la</strong>s posibilidades<br />
técnicas disponibles en cada política o programa público.<br />
ESTILOS GERENCIALES ANTE LA INTEGRACION *<br />
CAPACIDAD TECNICA<br />
TECNOCRATA<br />
BUROCRATICO<br />
HABILIDAD POLITICA<br />
'EMPRESARIO'<br />
POLITICO<br />
• Les Metcalfe, The art of the Feasible, EIPA, Maastricht, 1989 (internal document)<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
ESTILOS<br />
GERENCIALES<br />
BUROCRATA POLITICO EMPRESARIO<br />
VISION/ DECISION TRADICIONALISTA CIENTIFICO<br />
EXPERTO<br />
SUBJETIVO<br />
REPRESENTATIVO<br />
INNOVADOR<br />
EXPLORATORIO<br />
ACTITUD /<br />
COMPORTAMIENTO<br />
PASIVA<br />
NO ANALITICA<br />
ESPECIALISTA<br />
RACIONALISTA<br />
INCREMENTALISTA<br />
BUSQUEDA<br />
ACTIVA<br />
VIABILIDAD<br />
OBJETIVO<br />
CUMPLIMIENTO<br />
DEL<br />
REGLAMENTO<br />
MAXIMIZACION<br />
OPTIMIZACION<br />
NEGOCIACION<br />
INTEGRACION<br />
INTERMEDIACION<br />
ADAPTACION A<br />
EXIGENCIA<br />
REGIONAL<br />
MINIMA<br />
DEPENDE DE<br />
LIMITACIONES<br />
POLITICAS<br />
DEPENDE<br />
POSIBILIDAD<br />
TECNICA<br />
MAXIMA<br />
<strong>La</strong> opción políticamente preferible supone el análisis de aspiraciones de los actores mas relevantes. Lo<br />
aceptable se presenta como mas importante que lo óptimo. El mérito técnico se percibe como secundario.<br />
El regateo y <strong>la</strong> negociación mas que razonamiento técnico se utiliza como método de elección. Se buscan<br />
<strong>la</strong>s soluciones cuyo apoyo puede movilizarse. Se consideran <strong>la</strong>s preferencias subjetivas, valores y<br />
percepciones de los principales actores.<br />
d. El gerente 'empresario' ejerce un liderazgo emprendedor y exige una capacidad de innovación y<br />
búsqueda activa de soluciones viables. El objetivo no es <strong>la</strong> mera negociación en busca del compromiso o <strong>la</strong><br />
aplicación de <strong>la</strong> solución técnicamente racional sino <strong>la</strong> búsqueda de <strong>la</strong> Zona de Elección Efectiva (ZEE)<br />
mediante <strong>la</strong> intermediación y <strong>la</strong> gerencia de interdependencias (networking), como veremos a continuación.<br />
Su capacidad para <strong>la</strong> adaptación a <strong>la</strong> integración es máxima.<br />
<strong>La</strong> siguiente pregunta a p<strong>la</strong>ntearse sería: en que consiste el estilo "empresario" en busca de <strong>la</strong> Zona de<br />
Elección Efectiva (ZEE)? <strong>La</strong> búsqueda de <strong>la</strong> zona ZEE supone el garantizar que ambas condiciones se<br />
cumplen. Exige <strong>la</strong> identificación y ensanche del so<strong>la</strong>pamiento entre <strong>la</strong>s soluciones políticamente popu<strong>la</strong>res y<br />
<strong>la</strong>s técnicamente viables. Exige satisfacer requisitos técnicos y políticos.<br />
El trabajo del gerente 'empresario 'cubre los siguientes aspectos:<br />
1. <strong>La</strong> identificación y análisis de oportunidades y desafíos. Esto significa entre otras cosas:<br />
a. El examen y valoración de <strong>la</strong> capacidad de respuesta actualmente disponible, en términos de<br />
recursos tales como conocimiento experto. Parte de este examen consiste en <strong>la</strong> identificación<br />
de <strong>la</strong>s fuentes de procedencia de este conocimiento experto.<br />
b. Análisis de los beneficios proporcionados en términos de productos o servicios que son validos<br />
para sus receptores potenciales. Esto implica identificar quien es beneficiado y cuanto beneficio<br />
directo se proporciona.<br />
c. También es parte de su trabajo el identificar los incentivos, recompensas o estímulos que<br />
motiven a posibles socios de coalición para cooperar en <strong>la</strong> misma línea de integración. Trata de<br />
responder a <strong>la</strong> pregunta que contribuciones netas se pueden ofrecer a cambio de compromiso<br />
de apoyo.<br />
d. P<strong>la</strong>n de acción y seguimiento para <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de <strong>la</strong>s decisiones que puedan tomarse. El<br />
p<strong>la</strong>n puede ser entendido de manera programada o adaptativa (proceso de aprendizaje) según<br />
el contexto de <strong>la</strong> política que se trate (estructurado o desestructurado). <strong>La</strong>s iniciativas regionales<br />
suelen ser complejas por su carácter pluralista e incierto y por lo tanto exigen p<strong>la</strong>nes de acción<br />
adaptativos. Sin embargo <strong>la</strong> estrategia elegida depende de cada situación, es contingente a <strong>la</strong>s<br />
características del contexto y puede requerir estrategias de carácter mixto.<br />
75
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
GERENCIA EMPRESARIAL<br />
(IDENTIFICACION DE DESAFIOS Y OPORTUNIDADES)<br />
I.CONDICIONES<br />
CONTEXTO<br />
- CAPACIDAD ACTUAL<br />
- BENEFICIOS<br />
- INCENTIVOS<br />
- PLAN DE ACCION<br />
Siempre se p<strong>la</strong>nteará un dilema entre calidad y tiempo, consistencia intelectual y legitimidad política,<br />
racionalidad e incrementalismo, rigor y relevancia etc. El dilema se resuelve al combinar <strong>la</strong> perspectiva<br />
técnica y <strong>la</strong> política en <strong>la</strong> acción gerencial 'empresario'. Su principal preocupación es <strong>la</strong> innovación y<br />
expansión de los límites de <strong>la</strong> ZEE. El mapa de <strong>la</strong>s selecciones técnicas y el mapa de <strong>la</strong>s selecciones<br />
políticas no son estáticos, cambian con el entorno. El apoyo político puede reducirse.<br />
El trabajo del gerente 'empresario' requiere también capacidad de liderazgo. <strong>La</strong> cuestión c<strong>la</strong>ve es decidir<br />
actuar por iniciativa propia o reaccionar a <strong>la</strong>s iniciativas de otros. En un contexto de políticas públicas<br />
integrado regionalmente, no esta c<strong>la</strong>ro quién juega el papel de liderazgo. En muchas ocasiones en <strong>la</strong><br />
Comunidad europea el liderazgo puede estar en manos de <strong>la</strong> Comisión, del Consejo, de algunos de los<br />
Estados miembros, del Par<strong>la</strong>mento europeo, de grupos de interés privado.<br />
Incluso aunque no se desee jugar el papel de liderazgo, siempre será necesario conocer quién lo esta<br />
realizando y a quién se debe apoyar en coalición. Esto implica <strong>la</strong>s siguientes acciones (Metcalfe, 1989):<br />
a. Investigación/marketing. Identificar qué decisiones son tanto técnicamente viables como políticamente<br />
aceptables. Para aumentar <strong>la</strong> viabilidad se requiere un esfuerzo de expansión de <strong>la</strong> zona ZEE mediante:<br />
1. <strong>la</strong> persuasión de socios potencial sobre <strong>la</strong> validez del proyecto para que vayan modificando sus<br />
posturas adaptándo<strong>la</strong>s a nuestro interés. 2. <strong>la</strong> identificación de <strong>la</strong>s preferencias e intereses en <strong>la</strong> política<br />
discutida. 3. desarrollo del propio tema y concepto en discusión mediante <strong>la</strong> interacción con otros socios<br />
potenciales y no solo mediante el mero ajuste mutuo (negociación bajo supuesto de suma positiva). 4. <strong>la</strong><br />
identificación de <strong>la</strong>s fuentes potenciales de oposición.<br />
b. Legitimación. Esto significa <strong>la</strong> aceptación institucional y <strong>la</strong> obtención de <strong>la</strong> autorización política a nivel<br />
apropiado. El proceso de decisión formal en <strong>la</strong> CE es un <strong>la</strong>berinto que exige <strong>la</strong> identificación de puntos<br />
críticos de decisión.<br />
c. Intermediación. <strong>La</strong> interconexión de <strong>la</strong>s partes interesadas en una actuación o iniciativa regional exige<br />
una <strong>la</strong>bor de brokerage. Esto implica <strong>la</strong> identificación de oferentes y demandantes de los recursos<br />
disponibles. No suele ser obvio dónde están ambos grupos, qué postura tienen y cómo pueden<br />
establecer contacto. Esta actuación de manager va unida a <strong>la</strong> creación de equipos de trabajo o task<br />
force con proyección regional.<br />
d. Motivación. Esto implica un mantenimiento del compromiso para <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s decisiones y <strong>la</strong><br />
capacidad de gerencia para <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación. Análogamente exige el ajuste de <strong>la</strong> estrategia de<br />
imp<strong>la</strong>ntación al contexto.<br />
GERENCIA EMPRESARIAL II<br />
DECISION CLAVE: ACCION O REACCION<br />
- INVESTIGACION/MARKETING<br />
- LEGITIMACION<br />
- INTERMEDIACION/BROKERAGE<br />
- MOTIVACION<br />
Para que esta <strong>la</strong>bor de networking para identificar <strong>la</strong> elección efectiva tenga un éxito sostenido a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo<br />
se exige un esfuerzo:<br />
a. De aumento de credibilidad: para ello es necesario que el gerente que participa en el proceso de<br />
integración cump<strong>la</strong> ciertos requisitos de precisión profesional, sea fiable, utilice un lenguaje propio de <strong>la</strong><br />
comunidad de <strong>la</strong> política pública en <strong>la</strong> que actua, comparta valores y perspectivas.<br />
76
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
b. Reiterativo: <strong>la</strong> integración supone una serie de negociaciones múltiples interconectadas en el tiempo.<br />
Exige actuar y decidir a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, desarrol<strong>la</strong>r re<strong>la</strong>ciones profesionales de manera repetida creando<br />
oportunidades de familiarización mediante <strong>la</strong> interacción, el intercambio de personal, etc.<br />
c. De apertura a <strong>la</strong> concesión y búsqueda de avances incrementales y trade offs con otras áreas.<br />
d. De creación de dependencias haciéndose una fuente fiable de información efectiva basada en una<br />
confianza sólida.<br />
NETWORKING SOSTENIDO<br />
- NECESIDAD DE CREDIBILIDAD EN LAS RELACIONES<br />
- CARACTER REITERATIVO DE LAS RELACIONES<br />
- BUSQUEDA DE ACUERDOS<br />
- CREACION DE VINCULOS DE DEPENDENCIA<br />
Es importante concluir recordando que <strong>la</strong> existencia de una comunidad profesional o de política regional no<br />
significa <strong>la</strong> existencia de una red de trabajo en funcionamiento (network). Con <strong>la</strong> integración no puede<br />
esperarse que automáticamente toda política regional genere una situación estructurada entre los miembros<br />
de <strong>la</strong> comunidad (network). Estas re<strong>la</strong>ciones podrían ser totalmente difusas e inestables de tal manera que<br />
no permitieran observar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de dependencia existentes que condicionan <strong>la</strong> eficacia gerencial. El<br />
estado estructurado de <strong>la</strong> red significa <strong>la</strong> existencia de:<br />
a. Una preocupación común en <strong>la</strong> que se comparten intereses y con identidad colectiva propia.<br />
b. Que se consideren <strong>la</strong> inclusión y exclusión de grupos.<br />
c. Que se consideren miembros de <strong>la</strong> red grupos de otras comunidades profesionales o que actúan en<br />
otras políticas públicas (por ejemplo una comunidad químico-industrial o una comunidad agro-química)<br />
o incluso de distintas áreas o políticas (medio ambiente y agricultura).<br />
d. <strong>La</strong> red o network puede variar en grado de integración según <strong>la</strong> estabilidad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones, su<br />
continuidad, <strong>la</strong>s limitaciones de asociación, interdependencia interna, nivel de coordinación.<br />
5. CONCLUSIONES<br />
Cualquiera que sea <strong>la</strong> forma de integración regional, el proceso de integración requerirá una mayor<br />
capacidad de negociación y un nuevo estilo de función pública en <strong>la</strong>s Administraciones <strong>Nacional</strong>es. Sin<br />
embargo los programas de modernización administrativa y formación de funcionarios en los Estados<br />
miembros de experiencias de regionalización actualmente en curso no han tenido muy en cuenta hasta<br />
ahora <strong>la</strong> regionalización en <strong>la</strong> función pública. No se han teniendo en cuenta los nuevos retos que <strong>la</strong><br />
integración conlleva para <strong>la</strong> gerencia pública. En este trabajo se han presentado algunas dimensiones de<br />
<strong>la</strong>s negociaciones regionales que se consideran fundamentales para el análisis del tipo de capacidad de<br />
negociación requerida para su buen desarrollo.<br />
<strong>La</strong> realidad en <strong>la</strong> que se desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> negociación internacional tras un proceso de regionalización es mucho<br />
más compleja que <strong>la</strong> negociación diplomática tradicional: no es bi<strong>la</strong>teral sino pluralista; se realiza bajo un<br />
seguimiento constante por parte de <strong>la</strong> Administración y los grupos de interés nacionales y los temas sujetos<br />
a <strong>la</strong> negociación internacional van mucho más allá de los de representación, soberanía, territorio, etc.<br />
incluyendo múltiples aspectos sectoriales y tecnológicos que escapan a los límites clásicos de <strong>la</strong> diplomacia.<br />
<strong>La</strong> negociación se p<strong>la</strong>ntea como un proceso necesario para reducir <strong>la</strong> incertidumbre creada por esta<br />
situación de creciente diversidad e interdependencia. El objetivo de <strong>la</strong> negociación pasa a ser <strong>la</strong> reducción<br />
de incertidumbre. Gran parte del esfuerzo de negociación se dedica a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de acuerdos que<br />
permitan estructurar el futuro con reg<strong>la</strong>s de decisión negociadas materializadas en forma de tratados o<br />
estilos de actuación de aceptación consolidada. Con <strong>la</strong> reducción de <strong>la</strong> incertidumbre se pretende aumentar<br />
<strong>la</strong> estabilidad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones regionales. Conforme aumente <strong>la</strong> interdependencia por el avance de <strong>la</strong><br />
integración cada vez será mayor <strong>la</strong> presión para crear valores y estructuras a nivel regional que sirvan para<br />
superar <strong>la</strong> incertidumbre de <strong>la</strong> acción uni<strong>la</strong>teral. Esto requerirá negociaciones de <strong>la</strong>s propias reg<strong>la</strong>s de<br />
negociación para alcanzar acuerdos colectivos. <strong>La</strong> integración regional es un proceso de reestructuración<br />
de <strong>la</strong>s actitudes de negociación que permite maximizar <strong>la</strong> cooperación regional al reducir <strong>la</strong> incertidumbre<br />
sobre futuros conflictos o situaciones de bloqueo. El papel del gerente público para dar respuesta a este<br />
desafío se ha considerado fundamental.<br />
Finalmente se han analizado los distintos estilos de gerencia pública y su capacidad de adaptación a un<br />
entorno de integración regional negociada. El análisis del papel a jugar por lo que convencionalmente se ha<br />
denominado gerente "empresario", emprendedor, que combina <strong>la</strong>s perspectivas y habilidades del gerente<br />
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"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
"técnico", racionalista, con <strong>la</strong>s del gerente "político", negociador, ofrece líneas de respuesta al tipo de<br />
capacidades requeridas en <strong>la</strong> función pública de los Estados miembros para maximizar su adaptación al<br />
proceso de regionalización. <strong>La</strong> respuesta ha sido analizada en torno al papel de liderazgo de innovación e<br />
intermediación a jugar por el gerente "empresario" en <strong>la</strong> búsqueda activa de soluciones viables<br />
representada por <strong>la</strong> Zona de Elecciones Efectivas. <strong>La</strong> respuesta se ha e<strong>la</strong>borado en torno a <strong>la</strong> creación de<br />
redes de trabajo (networks) su activación y orientación de manera beneficiosa tanto a nivel nacional como<br />
regional.<br />
En definitiva se ha tratado de dilucidar cómo participar con eficacia en <strong>la</strong>s negociaciones regionales. El<br />
colectivo de gerentes públicos en una Administración puede presentar un mapa desequilibrado o no<br />
ajustado al desafío de integración regional. El marco conceptual que se ha presentado es útil para el<br />
diagnóstico y mejora de <strong>la</strong>s capacidades de negociación en <strong>la</strong>s funciones públicas de los Estados de <strong>la</strong><br />
región.<br />
NOTAS<br />
1. Ministerio de Asuntos Exteriores (SECE) "<strong>La</strong>s Negociaciones para <strong>la</strong> Adhesión de España a <strong>la</strong> CCEE"<br />
pág. 9, Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Madrid, 1985.<br />
2. Real Decreto 629/1983 de 16 de Febrero.<br />
3. Idem pág. 10.<br />
4. Real Decreto 1267/1983 del 11 de Mayo.<br />
5. Real Decreto 1567/985 del 2 de Setiembre.<br />
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81
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
EL DESAFIO EUROPEO PARA LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS NACIONALES: El Caso<br />
de Suecia<br />
Björn BECKMAN<br />
Director del Proyecto Forum Europa, Oficina de Servicios del<br />
Gobierno Central, Estocolmo, SUECIA<br />
1. INTRODUCCION<br />
El ingreso de Suecia en <strong>la</strong> Unión Europea (UE) fue un hecho histórico. Después de varios cientos de años<br />
de soberanía nacional, Suecia unió su soberanía a <strong>la</strong> de otros estados europeos. <strong>La</strong> membresía en <strong>la</strong> UE le<br />
ofrece <strong>la</strong> oportunidad a esta pequeña nación de influir y de ser responsable del desarrollo futuro de Europa.<br />
<strong>La</strong> membresía en <strong>la</strong> UE también significa un gran cambio en el sistema político-administrativo de Suecia<br />
dado que <strong>la</strong> internacionalización de <strong>la</strong> administración pública nacional debido a <strong>la</strong> globalización general de<br />
<strong>la</strong>s políticas y de <strong>la</strong> administración fue fortalecida aún más por una integración europea más estrecha en <strong>la</strong><br />
UE. En este trabajo se analizan algunos aspectos que p<strong>la</strong>ntea este desafío europeo al Servicio Civil<br />
nacional sueco.<br />
Se discutirán algunas características del sistema político-administrativo sueco. Se describirá como<br />
antecedente el camino hacia <strong>la</strong> membresía de Suecia en <strong>la</strong> UE. <strong>La</strong>s tres secciones siguientes presentarán<br />
algunos de los efectos que ello tiene sobre el Servicio Civil sueco.<br />
2. ANTECEDENTES<br />
2.1 Estructura general del Servicio Civil sueco<br />
<strong>La</strong> organización del Gobierno sueco y su re<strong>la</strong>cionamiento con <strong>la</strong> administración pública son, en muchos<br />
aspectos, diferentes de los de otros países de <strong>la</strong> UE. <strong>La</strong>s principales características para Suecia se pueden<br />
resumir de <strong>la</strong> siguiente forma (<strong>La</strong>rsson, 1995).<br />
Una de <strong>la</strong>s diferencias principales es <strong>la</strong> ausencia formal de una dirección ministerial. El Gobierno sueco es<br />
responsable de más de 14,000 decisiones colectivas por año mientras que un ministro so<strong>la</strong>mente realiza<br />
unos cientos de decisiones por sí solo, <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s cuales se refieren a cuestiones internas de su<br />
Ministerio. El principio de <strong>la</strong> dirección ministerial no existe en Suecia. <strong>La</strong> cultura político-administrativa da<br />
una noción positiva a <strong>la</strong> toma de decisiones colectiva preparada por una organización pequeña y bien<br />
integrada, <strong>la</strong> Cancillería, diseñada para <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación, preparación y coordinación.<br />
Otra diferencia importante es <strong>la</strong> muy pequeña organización administrativa del Gobierno, <strong>la</strong> Cancillería (ver<br />
figura 1 más ade<strong>la</strong>nte). En total, los Ministerios y <strong>la</strong> Oficina de Gobierno tienen alrededor de 3.500<br />
empleados de los cuales <strong>la</strong> mitad se pueden c<strong>la</strong>sificar como funcionarios públicos con tareas<br />
administrativas. El número de funcionarios públicos en cada Ministerio es pequeño. Este también es el caso<br />
de los funcionarios públicos en cada sección de un Ministerio.<br />
Una tercera diferencia importante es <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong> administración pública. El tamaño pequeño de los<br />
Ministerios suecos se debe al hecho de que <strong>la</strong> puesta en marcha de <strong>la</strong>s políticas se realiza a través de<br />
autoridades públicas semi-independientes y de sus administraciones (Agencias <strong>Nacional</strong>es). Además, <strong>la</strong><br />
tarea principal del Gobierno ha sido, hasta ahora, <strong>la</strong> preparación de asuntos gubernamentales para el<br />
Par<strong>la</strong>mento sueco, Riksdagen, lo cual se hace en su mayor parte a través de un sistema de comisiones<br />
investigadoras gubernamentales que realizan <strong>la</strong>s investigaciones y proponen ciertas acciones en un informe<br />
oficial. El papel del Ministerio ha sido transformar en ley estas propuestas, siguiendo <strong>la</strong>s indicaciones del<br />
Gobierno.<br />
Suecia se puede caracterizar como un sistema con una administración central dual, los Ministerios y, por<br />
otro <strong>la</strong>do, <strong>la</strong>s Agencias o autoridades públicas. <strong>La</strong>s Agencias son responsables de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s<br />
decisiones del Par<strong>la</strong>mento y del Gobierno. Por lo tanto, no son directamente responsables ante los<br />
directores de sus respectivos Ministerios. <strong>La</strong> Constitución establece <strong>la</strong>s directivas que rigen <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
entre el Par<strong>la</strong>mento, el Gobierno y <strong>la</strong>s autoridades públicas.<br />
82
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> mayor parte de los funcionarios públicos trabaja en <strong>la</strong>s Agencias y no en <strong>la</strong> Cancillería. También hay un<br />
gran número de comisiones investigadoras gubernamentales que, en términos organizativos, son<br />
independientes de <strong>la</strong> Cancillería, es decir, son responsables ante el Gobierno pero están subordinadas al<br />
Ministerio.<br />
Esta separación entre <strong>la</strong> Cancillería (Ministerios) y <strong>la</strong>s Agencias siempre se ha cuestionado como un tema<br />
de guía o control político del Servicio Civil. <strong>La</strong>s grandes Agencias independientes que aplican <strong>la</strong>s políticas<br />
podrían tener una gran influencia sobre cómo llegan <strong>la</strong>s políticas a <strong>la</strong> sociedad sueca. Por lo tanto, un tema<br />
central en <strong>la</strong> discusión sueca sobre políticas y administración ha sido el re<strong>la</strong>cionamiento entre el Gobierno y<br />
<strong>la</strong>s autoridades públicas. Sobre este punto, <strong>La</strong>rsson (<strong>La</strong>rsson, 1995) resume <strong>la</strong> discusión de <strong>la</strong> siguiente<br />
forma:<br />
"... ni siquiera en forma colectiva puede el Gobierno sueco interferir en <strong>la</strong> interpretación realizada por una<br />
autoridad o un funcionario público sobre <strong>la</strong>s leyes adoptadas por el Riksdag. Además, los ministros no son<br />
responsables de <strong>la</strong> interpretación de <strong>la</strong>s leyes que hagan (...) <strong>la</strong>s autoridades y funcionarios públicos. Sin<br />
embargo, una gran parte de <strong>la</strong>s actividades de (...) <strong>la</strong>s autoridades y funcionarios públicos no se ocupa de <strong>la</strong><br />
aplicación de <strong>la</strong>s leyes o del ejercicio de <strong>la</strong> autoridad pública. Por lo tanto, cuando una autoridad está<br />
comprometida en otros tipos de actividad, puede ser supervisada con mucho mayor detalle por el<br />
Gobierno...".<br />
Sin embargo, hay que subrayar que <strong>la</strong> independencia de <strong>la</strong>s Agencias es una tradición muy arraigada en el<br />
Servicio Civil sueco y constituye una característica importante de <strong>la</strong> cultura organizativa entre los<br />
funcionarios públicos suecos. <strong>La</strong> característica de un sistema dual y un alto grado de independencia en el<br />
re<strong>la</strong>cionamiento entre los Ministerios y <strong>la</strong>s Agencias, así como entre <strong>la</strong>s Agencias, se refuerza por lo tanto a<br />
través de <strong>la</strong>s tradiciones históricas y legales.<br />
En cuanto al control hay varias formas de realizarlo.<br />
De acuerdo con <strong>la</strong> Constitución sueca, el Gobierno tiene el derecho de decidir sobre <strong>la</strong>s instrucciones<br />
específicas de <strong>la</strong> interpretación de <strong>la</strong>s decisiones del Riksdag. Se deben mencionar específicamente <strong>la</strong>s<br />
instrucciones sobre el uso de los recursos financieros. <strong>La</strong>s instrucciones que decide el Gobierno son el<br />
medio central de control. Por otra parte, en <strong>la</strong> práctica, estas instrucciones tienden a darle a <strong>la</strong> autoridad<br />
pública una libertad de acción bastante amplia.<br />
El reclutamiento para los cargos altos en <strong>la</strong>s autoridades también se considera como un medio de control.<br />
Por último, pero no menos importante, <strong>la</strong> comunicación informal se considera como un medio muy<br />
importante de control. Por supuesto, existen grandes variaciones en <strong>la</strong> intensidad de los contactos<br />
informales pero se consideran frecuentes y, a menudo, están catalogados como un "diálogo entre el<br />
Ministerio y <strong>la</strong> Agencia".<br />
El Servicio Civil sueco también se puede considerar desde otra perspectiva. En un libro de reciente<br />
publicación se presentó un estudio comparativo de los servicios civiles en <strong>la</strong> Europa de los quince. En un<br />
esfuerzo por recabar <strong>la</strong>s diferencias y similitudes entre los servicios civiles de los Estados miembros de <strong>la</strong><br />
UE, los autores utilizan el concepto del sistema abierto en contraposición con el sistema cerrado basado en<br />
el principio de un Servicio Civil como un sistema de carrera o un sistema de cargos (Auer-Demmke-Polet,<br />
1996:32f). En <strong>la</strong> evaluación final que realizan, Suecia pertenece al grupo de estados con un sistema civil<br />
sumamente abierto (cf Auer-Demmke-Polet, 1996:139). Otro grupo de estados, Bélgica, Alemania, Francia,<br />
Austria, España y Portugal tienen servicios civiles caracterizados como sistemas muy cerrados.<br />
El Servicio Civil nacional sueco, pues, tiene dos características principales: es un sistema de administración<br />
central dual donde el tema del re<strong>la</strong>cionamiento entre el Ministerio y <strong>la</strong> Agencia ha sido centro de discusión y<br />
es un sistema de Servicio Civil con elementos típicos de un sistema abierto.<br />
En el contexto de este seminario podría valer <strong>la</strong> pena también agregar más información sobre el trabajo en<br />
el Servicio Civil.<br />
En re<strong>la</strong>ción a los Ministerios o <strong>la</strong> Cancillería, se podrían agregar algunos aspectos o temas en discusión.<br />
En <strong>la</strong> Cancillería hay muy pocos funcionarios públicos reclutados de forma política. En ese sentido, esto es<br />
un mérito del sistema. Por otra parte, el <strong>la</strong>rgo período en el Gobierno del Partido Socialdemócrata desde<br />
1932 -55 años en 64- ha vuelto menos c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong> diferencia entre <strong>la</strong> política y <strong>la</strong> administración para muchos<br />
83
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
funcionarios públicos. Este <strong>la</strong>rgo período ha vuelto mucho más interesante para los funcionarios públicos<br />
con simpatías hacia <strong>la</strong> socialdemocracia el trabajar en los corredores del poder.<br />
El reclutamiento para <strong>la</strong> Cancillería, los Ministerios, es tarea de cada Ministerio. Los antecedentes más<br />
importantes parecen ser el haberse especializado en el trabajo en una de <strong>la</strong>s Agencias bajo <strong>la</strong> órbita del<br />
Ministerio. Los funcionarios públicos son muy especializados y permanecen en el mismo Ministerio durante<br />
toda su carrera. Una excepción a este patrón lo constituye el especialista legal. Pasar cierto número de<br />
años en <strong>la</strong> Cancillería parece ser un paso hacia cargos más altos en <strong>la</strong> carrera judicial. El pase de un<br />
funcionario público que trabaja en una Agencia nacional, con un título importante lo cual se puede catalogar<br />
de burocracias de reforma (cf Rothstein, 1986), hacia un cargo como funcionario público en un Ministerio es<br />
un hecho bastante común para los funcionarios públicos suecos.<br />
El trabajo en <strong>la</strong> Cancillería se describe de <strong>la</strong> siguiente forma:<br />
Los ministros suecos actúan de forma muy parecida a los otros ministros. Actúan solos y pelean por su<br />
propio rincón. El límite entre los ministros es c<strong>la</strong>ro y los funcionarios públicos conocen muy bien su propio<br />
territorio y están preparados para luchar por él (<strong>La</strong>rsson, 1995:55). <strong>La</strong>rsson también expresa que a pesar de<br />
que parece ser poderoso, el Ministerio de Finanzas es bastante débil.<br />
En el trabajo diario de <strong>la</strong> Cancillería parece no haber tiempo para <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo debido a <strong>la</strong><br />
sobrecarga de problemas cotidianos. Además, <strong>la</strong> Cancillería es el personal del Gobierno y tiene que apoyar<br />
a los ministros en sus diferentes acciones en el papel político que desempeñan. A pesar de que <strong>la</strong>s últimas<br />
iniciativas han subrayado <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación de políticas a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo en <strong>la</strong> Cancillería,<br />
ninguna reforma organizativa ha apoyado ese tipo de actividad.<br />
Hay que considerar otras dos observaciones. Una es el hecho de que en el contexto de <strong>la</strong> Unión Europea,<br />
Suecia como Estado miembro, está muchas veces representado por funcionarios públicos con cargos en<br />
una Agencia nacional semi-independiente. Coordinar y lograr <strong>la</strong> aceptación de un "punto de vista sueco"<br />
requiere, por lo tanto, una nueva necesidad de comunicación entre <strong>la</strong>s Agencias y los Ministerios.<br />
El otro punto es que el modelo dual de administración central beneficia al Gobierno de muchas formas. <strong>La</strong><br />
construcción con autoridades semi-independientes da a los Ministerios, en <strong>la</strong> práctica, una influencia mayor<br />
que su responsabilidad. Por lo tanto, existe una poderosa razón para suponer que se conservarán <strong>la</strong>s<br />
características principales del modelo de administración pública sueca a <strong>la</strong> luz de un aumento de <strong>la</strong><br />
internacionalización.<br />
<strong>La</strong> estructura general de <strong>la</strong> administración pública sueca se presenta en <strong>la</strong> Figura 1.<br />
2.2 El Servicio Civil y <strong>la</strong> internacionalización<br />
Está c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> internacionalización tendrá considerables repercusiones para una gran parte de <strong>la</strong><br />
administración pública sueca. Debido a <strong>la</strong> integración europea pero también a <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong>s<br />
políticas, se han p<strong>la</strong>nteado nuevas demandas al Gobierno y a <strong>la</strong>s autoridades públicas.<br />
En 1992, el Gobierno formu<strong>la</strong>ba su punto de vista de <strong>la</strong> siguiente manera:<br />
"El proceso de integración tendrá consecuencias importantes para el trabajo de un número de autoridades<br />
públicas. Parte de <strong>la</strong> administración pública, su estructura, organización, p<strong>la</strong>nificación y ciclos<br />
presupuestales, así como su experiencia se verán afectados. Algunas autoridades pueden sufrir cambios<br />
fundamentales en <strong>la</strong> organización y el papel que desempeñan".<br />
<strong>La</strong> internacionalización juega un papel cada vez más importante en <strong>la</strong> sociedad sueca. Los numerosos<br />
contactos a través de <strong>la</strong>s fronteras nacionales crean una situación de dependencia internacional para una<br />
nación. En países pequeños orientados hacia <strong>la</strong>s exportaciones, como Suecia, esta dependencia es<br />
particu<strong>la</strong>rmente importante.<br />
<strong>La</strong>s perspectivas nacionales e internacionales están cada vez más entre<strong>la</strong>zadas con <strong>la</strong> toma de decisiones<br />
políticas y económicas y con <strong>la</strong>s actividades de <strong>la</strong> administración pública. De esta forma en Suecia, los<br />
temas políticos y económicos están cada vez más ligados a <strong>la</strong>s condiciones internacionales. <strong>La</strong><br />
internacionalización se ha integrado cada vez más al trabajo de <strong>la</strong> administración pública y política. Cada<br />
vez se unen más los límites entre <strong>la</strong>s perspectivas nacionales e internacionales. Por lo tanto, tiene<br />
primordial importancia para un país considerar los aspectos nacionales e internacionales al unísono. <strong>La</strong><br />
84
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
integración europea así como los cambios que ocurren como resultado de <strong>la</strong> intensificación de <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones de cooperación internacional ya establecida tendrán consecuencias para <strong>la</strong> administración<br />
pública sueca.<br />
Suecia es miembro de más organizaciones internacionales que <strong>la</strong> mayoría de los países en el mundo. Su<br />
participación ha crecido rápidamente en los últimos años. En 1992, Suecia estaba registrada como miembro<br />
en 2.503 organizaciones internacionales convencionales, OIG (organización intergubernamental) y ONG<br />
(organización no gubernamental). Si se incluye también <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> categoría de "otras<br />
organizaciones", entonces Suecia llega a un total de 3.754 en 1992, colocándose en el décimo lugar en una<br />
comparación internacional.<br />
Para ilustrar <strong>la</strong> internacionalización de <strong>la</strong> administración pública se puede mencionar que en 1992, Suecia<br />
era miembro de 91 organizaciones internacionales convencionales para <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong> membresía fue<br />
aprobada por el Estado. En comparación, es de destacar que Francia es miembro de 88 y Estados Unidos<br />
de América (EUA) de 66.<br />
Otro aspecto de <strong>la</strong> internacionalización es el acuerdo con otros países y organizaciones internacionales. Los<br />
acuerdos se refieren a contratos, informes, convenciones, dec<strong>la</strong>raciones, etc. Los acuerdos los celebran los<br />
representantes políticos del Gobierno o los funcionarios públicos en los Ministerios. En muchos casos, los<br />
acuerdos se realizan directamente entre un Ministerio que representa a Suecia y otro país u organización<br />
internacional sin <strong>la</strong> participación del Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores. Esta es una consecuencia natural<br />
de <strong>la</strong> internacionalización cuando los asuntos internacionales son responsabilidad del Ministerio que trata<br />
esos asuntos a nivel nacional.<br />
Muchas autoridades públicas tienen amplios contactos internacionales más allá de <strong>la</strong>s tareas especiales de<br />
Gobierno. Es un hecho que dentro del marco del trabajo diario, también pueden realizar diferentes tipos de<br />
acuerdos con co<strong>la</strong>boradores extranjeros. Una forma especial de interacción internacional es <strong>la</strong> actividad<br />
internacional por parte de <strong>la</strong>s autoridades regionales y municipales.<br />
Con el Acuerdo EEE (Espacio Económico Europeo) y <strong>la</strong> adhesión a <strong>la</strong> UE, <strong>la</strong> integración europea se ha<br />
convertido en un tema dominante en el debate con respecto a <strong>la</strong> internacionalización de Suecia. Este tema<br />
ha dejado en segundo p<strong>la</strong>no, a veces, a otros trabajos internacionales como <strong>la</strong> cooperación y ayuda a los<br />
países en desarrollo, el re<strong>la</strong>cionamiento con América del Norte y el sudeste asiático así como <strong>la</strong><br />
cooperación nórdica también se <strong>la</strong> considera bajo una nueva óptica. <strong>La</strong> preparación realizada en los últimos<br />
años (ver más ade<strong>la</strong>nte) en re<strong>la</strong>ción con el Acuerdo EEE y <strong>la</strong> adhesión a <strong>la</strong> Unión Europea han subrayado <strong>la</strong><br />
importancia de <strong>la</strong> internacionalización en el sentido más amplio. El trabajo abarca una gran variedad de<br />
temas y p<strong>la</strong>ntea sistemas de regu<strong>la</strong>ción y formas de trabajo diferentes.<br />
2.3 Antecedentes de <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> UE<br />
Los desafíos europeos a los funcionarios públicos nacionales en Suecia se p<strong>la</strong>ntearon en varias etapas.<br />
Una primera etapa tuvo lugar hace más de veinte años cuando Suecia, entonces en <strong>la</strong> EFTA (Asociación<br />
Europea de Libre Comercio - European Free Trade Association), celebró un acuerdo de libre comercio con<br />
<strong>la</strong> CEE (Comunidad Económica Europea).<br />
Una segunda etapa mucho más importante en este contexto tuvo lugar con <strong>la</strong> decisión de comenzar y<br />
celebrar el Acuerdo EEE entre <strong>la</strong> UE y <strong>la</strong> EFTA.<br />
En <strong>la</strong> segunda mitad de <strong>la</strong> década del 80, se discutió entre <strong>la</strong> EFTA y <strong>la</strong> Comunidad Europea (CE) sobre <strong>la</strong><br />
construcción de un espacio europeo económico dinámico. Es importante comprender que el programa de <strong>la</strong><br />
UE para establecer el Mercado Interior impulsó <strong>la</strong>s discusiones. Suecia y los otros estados de <strong>la</strong> EFTA<br />
cooperaron con <strong>la</strong> CE en diferentes formas. Se establecieron grupos de trabajo de expertos especiales en<br />
un cierto número de áreas para analizar <strong>la</strong> cooperación con <strong>la</strong> UE. En algunos ámbitos temáticos, se<br />
permitió que participaran los estados de <strong>la</strong> EFTA en los programas de <strong>la</strong> CE. Estos tipos de actividades<br />
tornaron implícita <strong>la</strong> integración europea en <strong>la</strong> maquinaria gubernamental sueca. Se debían seguir <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s<br />
y reg<strong>la</strong>mentos de <strong>la</strong> CE. Mientras <strong>la</strong>s actividades eran re<strong>la</strong>tivamente pequeñas, los programas europeos se<br />
administraban de forma separada pero, de a poco, los funcionarios públicos se acostumbraron a <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y<br />
procedimientos de <strong>la</strong> Comunidad; reg<strong>la</strong>s y reg<strong>la</strong>mentos que diferían bastante de los suecos.<br />
Pero lo más importante fue el desarrollo del Mercado Interior, <strong>la</strong> adhesión de España y Portugal a <strong>la</strong> CE que<br />
obligó a renegociar el acuerdo de libre comercio y el desarrollo general de <strong>la</strong> internacionalización y <strong>la</strong><br />
85
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
liberación. Estaba c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> CE y <strong>la</strong> EFTA tenían que ser renegociadas a <strong>la</strong> luz de un<br />
Mercado Unico.<br />
2.4 El Acuerdo EEE<br />
El Acuerdo EEE significó <strong>la</strong> creación de un área de libre comercio entre 18 países europeos con un marco<br />
legal común con respecto al Mercado Interior y un gran número de áreas horizontales y fronterizas. En el<br />
acuerdo, <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> CE, el "aquis communitaire", fue transformado en <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción de los Estados no<br />
miembros de <strong>la</strong> CE y se construyó un mecanismo para asegurar que continuaría el marco legal común (un<br />
arreglo institucional).<br />
El desafío de los servicios civiles nacionales se puede medir por el contenido del acuerdo. <strong>La</strong>s reg<strong>la</strong>s de <strong>la</strong><br />
CE/UE sobre <strong>la</strong>s cuatro libertades (libre circu<strong>la</strong>ción de capitales, bienes, servicios y trabajo) forman <strong>la</strong> parte<br />
central del acuerdo pero, junto con estas áreas, están <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y reg<strong>la</strong>mentos sobre <strong>la</strong>s corporaciones, <strong>la</strong><br />
investigación y desarrollo técnico, <strong>la</strong> educación, <strong>la</strong> protección al consumidor, el medio ambiente, <strong>la</strong>s<br />
pequeñas y medianas empresas y <strong>la</strong> dimensión social (cf Allgårdh-Norberg, 1995). En todas estas áreas, el<br />
marco nacional tuvo que ser ajustado para adaptarse a los reg<strong>la</strong>mentos de <strong>la</strong> UE. En cifras esto significó<br />
que alrededor de 2.500 leyes del derecho comunitario tuvieron que transformarse en el marco legal de<br />
Suecia. Además, en algunas otras áreas, se introdujeron mecanismos de cooperación en el acuerdo,<br />
especialmente los re<strong>la</strong>tivos al comercio en áreas excluidas del acuerdo, tales como <strong>la</strong> agricultura y <strong>la</strong> pesca.<br />
El Acuerdo EEE p<strong>la</strong>ntea dos tipos de desafíos. Uno es un desafío con respecto al proceso y el otro con<br />
respecto al nuevo marco legal.<br />
Con respecto al proceso, el desafío europeo consiste en comparar el marco normativo nacional y el de <strong>la</strong><br />
CE, <strong>la</strong>s comparaciones intra-EFTA y <strong>la</strong>s negociaciones intra-EFTA para preparar <strong>la</strong>s negociaciones entre <strong>la</strong><br />
EFTA y <strong>la</strong> CE. Además, se estableció una maquinaria de negociación para apoyar al Gobierno en sus<br />
negociaciones del EEE. Al respecto se introdujo un nuevo tipo de dinámica en el Servicio Civil nacional<br />
sueco, cercana a <strong>la</strong> dinámica producto de <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> UE (ver más ade<strong>la</strong>nte).<br />
Con re<strong>la</strong>ción al nuevo marco legal, se han introducido diversos aspectos en Suecia. Un aspecto es <strong>la</strong><br />
revolución histórica del derecho sueco. Los ajustes en <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción sueca al Acuerdo EEE son<br />
considerables tanto en <strong>la</strong> incorporación del derecho comunitario como en el ajuste del derecho sueco. Con<br />
respecto al Servicio Civil se ha supuesto que los procedimientos judiciales y <strong>la</strong> argumentación serán más<br />
importantes en los procedimientos del Servicio Civil que antes. A este respecto, el desafío europeo parece<br />
ser volver sobre los aspectos judiciales del Servicio Civil.<br />
Además, el ajuste legal al derecho comunitario también significa un cambio en <strong>la</strong> práctica. <strong>La</strong> práctica sueca<br />
en los tribunales ponía gran énfasis en <strong>la</strong>s exposiciones e informes oficiales preparatorios. En los juicios, se<br />
hace referencia a los motivos de quienes hacen <strong>la</strong>s leyes (los par<strong>la</strong>mentarios). Esta tradición no es<br />
compatible con los juicios según <strong>la</strong> tradición del derecho comunitario. <strong>La</strong> técnica de e<strong>la</strong>boración del derecho<br />
sueco tiene que ajustarse a una nueva norma.<br />
Otro aspecto parece ser un cambio en <strong>la</strong> cultura administrativa en algunas áreas. <strong>La</strong> forma tradicional de<br />
comportamiento administrativo en Suecia, que consiste en negociaciones entre los intereses organizados y<br />
<strong>la</strong> administración, el control "ex-ante" y <strong>la</strong> defensa y recomendaciones como instrumentos de influencia, por<br />
ejemplo en lo re<strong>la</strong>tivo a <strong>la</strong> competencia, protección al consumidor, salud y seguridad <strong>la</strong>borales, parece<br />
haberse transformado en un comportamiento de inspecciones, control "ex-post" y reg<strong>la</strong>mentos como<br />
instrumentos de influencia. Con respecto a esto también el sistema de los tribunales parece desempeñar un<br />
papel más central como sistema de resolución de conflictos.<br />
3. EL DESAFIO EUROPEO - MEMBRESIA EN LA UE<br />
Suecia se convirtió en miembro de <strong>la</strong> Unión Europea el 1ero. de enero de 1995. <strong>La</strong>s experiencias que se<br />
mencionan a continuación están basadas, por lo tanto, en estos 18 meses de membresía. También hay que<br />
considerar que se dice que <strong>la</strong> UE es un b<strong>la</strong>nco móvil cuando se refiere a los efectos o <strong>la</strong> evaluación de esa<br />
membresía.<br />
Como primer comentario se puede decir que aunque los tres nuevos países, Austria, Fin<strong>la</strong>ndia y Suecia,<br />
son pequeños y solo generaron cambios marginales en <strong>la</strong>s instituciones de <strong>la</strong> UE y los procedimientos, <strong>la</strong>s<br />
instituciones de <strong>la</strong> UE se vieron afectadas. También está c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong>s instituciones de <strong>la</strong> UE en <strong>la</strong> era post<br />
Delors parecen buscar más y tener menos certeza sobre <strong>la</strong> dirección futura de <strong>la</strong> UE, lo cual se observa<br />
más c<strong>la</strong>ramente en el re<strong>la</strong>cionamiento con <strong>la</strong> Conferencia Intergubernamental permanente (CIG 96).<br />
86
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En este contexto no se discutirá el carácter de <strong>la</strong> toma de decisiones de <strong>la</strong> UE sino so<strong>la</strong>mente los efectos<br />
generales en un Estado miembro como Suecia.<br />
El procedimiento de toma de decisiones se puede resumir como se indica en <strong>la</strong> Figura 2.<br />
El Servicio Civil tiene que actuar en diferentes ámbitos de <strong>la</strong> toma de decisiones donde los desafíos varían<br />
de acuerdo con cada fase.<br />
En segundo lugar, para tener influencia, "el sentido común" nos dice que existe <strong>la</strong> necesidad de p<strong>la</strong>nificar a<br />
<strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo iniciando y/o influyendo en <strong>la</strong> Comisión y su entorno (por ejemplo, otros Estados miembros)<br />
preparando <strong>la</strong> agenda o proponiendo nuevas soluciones a los diferentes problemas. Esto se l<strong>la</strong>ma, con<br />
frecuencia, un comportamiento proactivo. Pero, dicha acción exige una capacidad de p<strong>la</strong>nificación y<br />
coordinación a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo que no parece existir en el Servicio Civil sueco.<br />
En tercer lugar, el papel central de <strong>la</strong> Comisión y <strong>la</strong> Presidencia del Consejo en <strong>la</strong> toma de decisiones no<br />
permite al Gobierno sueco contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> agenda o el tiempo para <strong>la</strong>s decisiones re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> UE o, de<br />
hecho, con <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción sueca. Esta ha sido <strong>la</strong> prerrogativa para un Gobierno y un importante medio de<br />
influencia. El comportamiento del Gobierno en re<strong>la</strong>ción con los procedimientos de <strong>la</strong> UE es, por lo tanto,<br />
sumamente reactivo con límites de tiempo y exigencias externas a <strong>la</strong> maquinaria gubernamental. Y ello en<br />
temas que tradicionalmente se consideran como política interna, agricultura, desarrollo regional, industria.<br />
En ese sentido, el carácter particu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> UE, un estilo diplomático de toma de decisiones en <strong>la</strong>s áreas de<br />
política interna, crea tensión en el Servicio Civil.<br />
Además, como los Estados miembros tienen que tomar decisiones con respecto a los temas de <strong>la</strong> UE, el<br />
Gobierno sueco con su principio de toma de decisiones colectiva se ha visto sobrecargado con un gran<br />
número de decisiones (alrededor de 12.000), <strong>la</strong> mayor parte sobre <strong>la</strong>s instrucciones a los funcionarios<br />
públicos suecos que representan a Suecia en el marco de <strong>la</strong> UE. Se ha estimado que el aumento del<br />
volumen de trabajo en un Ministerio es del orden del 30 al 40%. Al mismo tiempo, no hay un crecimiento<br />
real de los recursos en <strong>la</strong> Cancillería o en <strong>la</strong>s Agencias.<br />
Ha habido una gran subestimación del aumento del volumen del trabajo y <strong>la</strong> demanda de recursos, mano de<br />
obra, tiempo de trabajo para <strong>la</strong> preparación y participación en el "escenario de Bruse<strong>la</strong>s" y lugares afines en<br />
el Servicio Civil sueco. El efecto general, pues, de <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> UE ha sido más presión en el Servicio<br />
Civil y los funcionarios públicos.<br />
Estos comentarios generales constituyen los antecedentes a algunas observaciones un poco más<br />
detal<strong>la</strong>das sobre los desafíos europeos que se le p<strong>la</strong>ntean al Servicio Civil sueco. Más ade<strong>la</strong>nte se discuten<br />
<strong>la</strong>s tres perspectivas principales del Servicio Civil y los funcionarios públicos. Una primera perspectiva<br />
p<strong>la</strong>ntea el Servicio Civil como instrumento para que los políticos o el Gobierno obtengan sus fines. <strong>La</strong><br />
segunda perspectiva considera al Servicio Civil como un escenario, es decir, su estructura e intereses en el<br />
escenario. <strong>La</strong> tercera perspectiva se centra en el Servicio Civil y los funcionarios públicos como actores en<br />
el nuevo escenario político con Suecia como miembro de <strong>la</strong> Unión Europea.<br />
4. EL SERVICIO CIVIL COMO INSTRUMENTO<br />
<strong>La</strong> racionalidad tradicional en <strong>la</strong> administración pública y el derecho público presenta al Servicio Civil como<br />
instrumento para lograr fines políticos. Además, se supone que existe una distinción c<strong>la</strong>ra entre política y<br />
administración. En esta perspectiva instrumental, el re<strong>la</strong>cionamiento entre los Ministerios y <strong>la</strong>s Agencias es<br />
de particu<strong>la</strong>r interés. En ese re<strong>la</strong>cionamiento, se discutirá el problema del control del Gobierno sobre el<br />
Servicio Civil. Otro aspecto del Servicio Civil se refiere a su idoneidad y <strong>la</strong> de los funcionarios públicos.<br />
¿Cuán profesionales son en el tratamiento de los temas de integración europea? El tercer aspecto a<br />
mencionar es <strong>la</strong> nueva situación re<strong>la</strong>tiva al marco legal en Suecia.<br />
4.1 Control del Gobierno<br />
El papel del Gobierno como líder de <strong>la</strong> administración pública no está tan c<strong>la</strong>ro con respecto al contexto<br />
internacional como lo está en <strong>la</strong> toma de decisiones a nivel nacional y el control de <strong>la</strong>s actividades de <strong>la</strong><br />
administración pública. Durante los últimos años, <strong>la</strong>s autoridades públicas han tenido más libertad de acción<br />
para actuar con independencia en el escenario internacional. Se necesita urgentemente una estrategia para<br />
el control y administración de <strong>la</strong>s actividades internacionales de <strong>la</strong> administración pública. El Gobierno<br />
necesita reforzar sus instrumentos de control y establecer c<strong>la</strong>ramente dónde termina <strong>la</strong> responsabilidad del<br />
87
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Gobierno y dónde comienza <strong>la</strong> responsabilidad de <strong>la</strong> autoridad. Esto significa que el objetivo y dirección de<br />
<strong>la</strong> internacionalización tienen que ser más precisos y los recursos se deben dirigir en consonancia.<br />
Para que el Servicio Civil sueco sea efectivo, cuando <strong>la</strong>s Agencias tienen un alto grado de autonomía en<br />
re<strong>la</strong>ción con los Ministerios, se requiere un c<strong>la</strong>ro control de <strong>la</strong>s Agencias y un sistema expeditivo para<br />
informar al Gobierno sobre el trabajo realizado por estas en los organismos internacionales. Estos requisitos<br />
se acentúan cada vez más con <strong>la</strong> participación en <strong>la</strong> UE. El control exige que el Gobierno establezca<br />
límites/mandatos c<strong>la</strong>ros para <strong>la</strong>s Agencias y sus funcionarios públicos que representan a Suecia<br />
internacionalmente. Además, se debe mejorar el diálogo sobre los temas internacionales entre los<br />
Ministerios y <strong>la</strong>s autoridades.<br />
Se debe mantener <strong>la</strong> división básica de <strong>la</strong> responsabilidad en el modelo administrativo sueco después de <strong>la</strong><br />
membresía en <strong>la</strong> UE. Pero, como los asuntos de <strong>la</strong> UE se definen como asuntos exteriores, <strong>la</strong> toma de <strong>la</strong>s<br />
decisiones definitivas es responsabilidad del Gobierno. Por lo tanto, los Ministerios han establecido un<br />
número de grupos de trabajo donde participan <strong>la</strong>s Agencias en el sector ministerial. Hasta ahora no se ha<br />
decidido sobre ninguna estructura formal. Cada Ministerio ha organizado los grupos de trabajo de acuerdo<br />
con su estructura especial. Pero, de hecho, se podría decir que <strong>la</strong> estructura para el EEE y <strong>la</strong>s<br />
negociaciones de <strong>la</strong> UE se emplean con un nuevo propósito, el control de <strong>la</strong>s Agencias en los asuntos de <strong>la</strong><br />
UE.<br />
Sin embargo, los datos disponibles indican que el control del Gobierno es débil. Durante el período anterior<br />
a <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> UE, el 80% de <strong>la</strong>s Agencias consideraba que sus acciones en el campo de <strong>la</strong><br />
integración europea no estaban contro<strong>la</strong>das por el Gobierno (Ministerio) o, si lo estaban, lo eran en un grado<br />
muy pequeño. En los casos en que existía un control/guía, se trataba de un tipo de guía muy vago (Olsson,<br />
1993).<br />
Durante el período de membresía en <strong>la</strong> UE, los informes indican un aumento en el control de parte de los<br />
Ministerios. El control se realiza en comunicación directa sobre temas específicos, donde <strong>la</strong> Agencia<br />
participa en <strong>la</strong> preparación del punto de vista sueco sobre un asunto de <strong>la</strong> UE (en el Consejo). En estas<br />
ocasiones, el Ministerio da a <strong>la</strong> Agencia instrucciones detal<strong>la</strong>das y guías de <strong>la</strong>rgo alcance.<br />
Pero, el cuadro general es más parecido al de 1991. <strong>La</strong>s investigaciones muestran que faltan <strong>la</strong>s<br />
condiciones necesarias (recursos, reg<strong>la</strong>mentos, etc.) para establecer un sistema de coordinación e<br />
información. Un aspecto es (hasta ahora) <strong>la</strong>s rutinas poco desarrol<strong>la</strong>das para manejar un gran número de<br />
temas nuevos. Otro aspecto es <strong>la</strong> falta de capacidad para establecer <strong>la</strong>s estrategias de políticas<br />
re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> UE y comunicar esas estrategias a todas <strong>la</strong>s partes. Así, un gran número de Agencias<br />
han tenido que manejar los temas de <strong>la</strong> UE con muy poca guía del Gobierno. Además, en muchos casos,<br />
<strong>la</strong>s directivas políticas han sido muy vagas para que se puedan usar en ganar influencia en <strong>la</strong>s decisiones<br />
de <strong>la</strong> UE y los funcionarios públicos han tenido que discutir los puntos de vista suecos sin instrucciones del<br />
Gobierno.<br />
<strong>La</strong>s investigaciones muestran que no son muy frecuentes <strong>la</strong>s instrucciones ministeriales a <strong>la</strong>s Agencias. Por<br />
ejemplo, <strong>la</strong>s instrucciones sobre <strong>la</strong>s políticas a <strong>la</strong>s Agencias que participan en los diferentes tipos de<br />
comités solo se informan a un tercio de estas. Si observamos <strong>la</strong>s comunicaciones informales o lo que se<br />
l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong>s instrucciones orales, esas instrucciones se informan a <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong>s Agencias. Hay dos<br />
excepciones a esto: en <strong>la</strong>s instrucciones orales sobre cada punto de <strong>la</strong> agenda para los grupos de trabajo<br />
en el Consejo y lo mismo respecto de los comités de Comitología. Este cuadro que se desprende de los<br />
datos disponibles es un sistema por el cual <strong>la</strong>s Agencias trabajan de forma bastante independiente del<br />
Ministerio. Pero, en ciertas ocasiones, existe <strong>la</strong> comunicación oral entre <strong>la</strong> Agencia y el Ministerio y en el<br />
menor número de los casos hay instrucciones por escrito (Statskontoret 1996).<br />
<strong>La</strong>s evaluaciones también indican que <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong>s Agencias considera que es suficiente el control del<br />
Gobierno en su trabajo para <strong>la</strong> integración europea. Por otra parte, <strong>la</strong> otra mitad exige una mayor guía de<br />
parte del Gobierno.<br />
Si se examina el sistema sueco de guía y control, el diálogo entre el Ministerio y <strong>la</strong> Agencia es muy<br />
importante. El diálogo está basado en p<strong>la</strong>nes de tres años, el análisis de los objetivos alcanzados y una<br />
discusión anual sobre el presupuesto.<br />
<strong>La</strong> integración europea es una de <strong>la</strong>s fuerzas más importantes que afectan a <strong>la</strong>s Agencias. El déficit<br />
presupuestario es otra. Pero, al mismo tiempo, en <strong>la</strong> mayor parte de los casos no es posible analizar a partir<br />
88
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
de <strong>la</strong> documentación escrita en el diálogo mencionado más arriba cuál es el impacto del trabajo<br />
internacional en el trabajo de <strong>la</strong>s Agencias.<br />
4.2 Idoneidad<br />
Un segundo elemento en <strong>la</strong> forma de considerar el Servicio Civil es <strong>la</strong> capacidad de desarrol<strong>la</strong>r su tarea de<br />
forma profesional. <strong>La</strong> idoneidad de un Servicio Civil representa un activo para una nación cuando se desea<br />
influir en el desarrollo europeo.<br />
En el marco del Servicio Civil sueco, <strong>la</strong> capacitación profesional es responsabilidad de cada Agencia. Por lo<br />
tanto, cada una ha organizado su propia unidad de formación y su propio programa de formación. Hasta<br />
1992, una Agencia especial, el Instituto <strong>Nacional</strong> del Servicio Civil, estaba encargada de poner en marcha<br />
<strong>la</strong>s diferentes actividades de formación. <strong>La</strong> responsabilidad de cada Agencia se reforzó aún más cuando se<br />
cerró el Instituto en 1992. Sin embargo, otras Agencias han aumentado su función como autoridades de<br />
formación profesional. Desde <strong>la</strong> perspectiva del empleador, <strong>la</strong> Agencia <strong>Nacional</strong> de Empleadores del<br />
Gobierno tiene una tarea de formación profesional. Desde <strong>la</strong> perspectiva del cambio en <strong>la</strong> administración<br />
pública, el Fondo para el Desarrollo y <strong>la</strong> Innovación juega un papel de apoyo a <strong>la</strong> modernización de <strong>la</strong><br />
administración pública. Desde el punto de vista del Gobierno, el Ministerio de Finanzas tiene una tarea<br />
global en <strong>la</strong> política administrativa y también en el reclutamiento y formación profesional para los directores<br />
generales en <strong>la</strong>s Agencias. <strong>La</strong> fragmentación, pues, es una característica de <strong>la</strong> formación profesional sueca.<br />
Además, <strong>la</strong> responsabilidad fragmentada ha dado oportunidades a los institutos privados de formación para<br />
que desempeñen un papel importante en <strong>la</strong> formación de los funcionarios públicos. Ultimamente, <strong>la</strong>s<br />
universidades han aumentado su participatión en los diferentes programas de formación.<br />
En 1992, el Gobierno realizó una investigación especial con el objetivo de identificar <strong>la</strong>s necesidades para <strong>la</strong><br />
formación preparatoria en re<strong>la</strong>ción con el Acuerdo EEE y <strong>la</strong> posible membresía en <strong>la</strong> UE.<br />
<strong>La</strong> investigación encontró que se habían realizado preparativos extensos en los Ministerios y Agencias y<br />
concluyó que el modelo sueco con su sistema fragmentado de responsabilidad podía funcionar en <strong>la</strong><br />
preparación del Acuerdo EEE. Se recomendó entonces <strong>la</strong> política de que cada autoridad pública sería<br />
responsable de realizar una formación preparatoria. Esta responsabilidad se consideró como una tarea para<br />
<strong>la</strong> administración de <strong>la</strong> Agencia.<br />
Cada Agencia adaptó su sistema de formación a sus necesidades específicas en <strong>la</strong> integración europea. Se<br />
pusieron en marcha programas de internacionalización incluido idiomas, instituciones de <strong>la</strong> CE, derecho<br />
comunitario y visitas a Bruse<strong>la</strong>s. Aunque no se realizó una coordinación nacional, se reforzó <strong>la</strong> idoneidad en<br />
los asuntos comunitarios del Servicio Civil.<br />
<strong>La</strong> investigación llegó a <strong>la</strong> conclusión de que existía una necesidad de coordinación y apoyo para una<br />
formación profesional en <strong>la</strong> integración europea. Por lo tanto, <strong>la</strong> investigación recomendó que se introdujera<br />
dicha función de apoyo como tarea en una Agencia adecuada.<br />
Como resultado de <strong>la</strong>s negociaciones de membresía, se aumentó <strong>la</strong> necesidad de una función de apoyo.<br />
Por lo tanto, el Gobierno decidió <strong>la</strong>nzar, durante el verano de 1994, un proyecto con dicha función. El<br />
proyecto se l<strong>la</strong>mó "Foro Europa".<br />
<strong>La</strong> tarea central del Foro Europa es desarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong> formación profesional en temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong><br />
integración europea. Además, el Foro debe actuar como fuente de información y aconsejar respecto de <strong>la</strong><br />
formación profesional. En esa calidad, su papel es de consultor ante los Ministerios y Agencias en <strong>la</strong><br />
formación profesional para <strong>la</strong> integración europea.<br />
<strong>La</strong> formación profesional debe apuntar a <strong>la</strong>s necesidades de los representantes suecos en los comités,<br />
grupos de trabajo, grupos de expertos y en <strong>la</strong> comitología en el sistema de <strong>la</strong> UE. En segundo término, se<br />
deben considerar <strong>la</strong>s necesidades del personal en los Ministerios cuando están afectados por <strong>la</strong> membresía<br />
en <strong>la</strong> UE. Un tercer grupo a considerar es <strong>la</strong> necesidad de quienes buscan trabajo en el sistema de <strong>la</strong> UE.<br />
Los fundamentos de <strong>la</strong>rgo alcance se basan en que <strong>la</strong> formación profesional en <strong>la</strong> integración europea se<br />
considera como un instrumento de influencia en los asuntos de <strong>la</strong> UE para un país pequeño.<br />
<strong>La</strong> estrategia empleada hasta ahora por el Foro ha sido desarrol<strong>la</strong>r un programa sobre <strong>la</strong> integración<br />
europea que consiste en tres niveles con respecto a <strong>la</strong>s calificaciones "académicas", un nivel introductorio o<br />
básico, un nivel secundario y un nivel terciario equivalente a un "Master". Este tipo de formación se ofrece<br />
en un cierto número de temas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> integración europea. <strong>La</strong> idea subyacente al programa de<br />
89
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
formación está tomada de <strong>la</strong> perspectiva de negociación en el sistema de <strong>la</strong> UE. Por lo tanto, el programa<br />
tiene un alto componente lingüístico y en el área de <strong>la</strong>s negociaciones europeas e internacionales. El<br />
objetivo es que todos los representantes suecos en los comités, y otras instancias, tengan una formación en<br />
lo que se l<strong>la</strong>ma negociaciones europeas.<br />
También se tratan otros temas. Cada programa de formación incluye conocimientos sobre <strong>la</strong>s instituciones<br />
de <strong>la</strong> UE, <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s, <strong>la</strong> toma de decisiones, <strong>la</strong> influencia en <strong>la</strong> UE, etc. Además, el derecho comunitario es<br />
de vital importancia en Suecia donde los aspectos legales de <strong>la</strong>s políticas y de <strong>la</strong> política no han sido el<br />
centro de <strong>la</strong> actividad político-administrativa. También se brinda formación profesional en temas de políticas;<br />
por ejemplo, <strong>la</strong> política de transporte de <strong>la</strong> UE y cómo esa política está re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> política sueca de<br />
transporte.<br />
Un tercer grupo de temas incluye los sistemas políticos y administrativos en otros países de <strong>la</strong> UE, sobre <strong>la</strong><br />
base de que hay que entender los procedimientos internos de toma de decisiones para entender <strong>la</strong>s<br />
restricciones de cada participante en <strong>la</strong>s negociaciones. También se ha incluido en el programa <strong>la</strong> cultura<br />
europea, su historia, <strong>la</strong> historia social, etc.<br />
<strong>La</strong> formación profesional también se está desarrol<strong>la</strong>ndo dentro del Foro Europa mediante viajes de estudio a<br />
<strong>la</strong> UE o a otros miembros de <strong>la</strong> UE, los "stagiaires" y los programas de intercambio tales como el Programa<br />
Karolus. Esto se analizará en otra sesión de este seminario.<br />
Un aspecto importante de <strong>la</strong> estrategia del Foro es conectar sus actividades con <strong>la</strong>s actividades de <strong>la</strong>s<br />
autoridades. A tal respecto, se puede lograr cierta cooperación en <strong>la</strong> formación. Además, se pueden<br />
desarrol<strong>la</strong>r en conjunto <strong>la</strong>s nuevas necesidades y <strong>la</strong>s necesidades comunes o generales para <strong>la</strong> formación<br />
profesional. Dado el número de autoridades en Suecia, alrededor de 200, estos esfuerzos exigen muchos<br />
recursos.<br />
Como recién llegados a <strong>la</strong> Unión Europea, los ciudadanos suecos tendrán <strong>la</strong> oportunidad de obtener cargos<br />
en el sistema de <strong>la</strong> UE. A nivel administrativo general esto se realiza mediante el sistema de "concurso de <strong>la</strong><br />
UE". El Foro Europa es responsable de <strong>la</strong> formación de los candidatos para trabajar en el sistema de <strong>la</strong> UE.<br />
Se forma para el concurso, una formación individualizada de los candidatos, por lo tanto, para satisfacer <strong>la</strong>s<br />
necesidades de esos grupos.<br />
Se está llevando a cabo una nueva tarea en <strong>la</strong> formación post-adhesión; se trata de ajustar los programas<br />
de formación profesional a <strong>la</strong> experiencia obtenida de <strong>la</strong> membresía. En una perspectiva a mediano p<strong>la</strong>zo, <strong>la</strong><br />
presidencia sueca en el Consejo de <strong>la</strong> Unión Europea es otra tarea importante donde hay que desarrol<strong>la</strong>r<br />
una nueva idoneidad en el Servicio Civil.<br />
Si se examinan <strong>la</strong>s evaluaciones realizadas sobre <strong>la</strong> idoneidad del Servicio Civil en <strong>la</strong> integración europea,<br />
se puede concluir que existe una idoneidad muy alta en asuntos técnicos combinados con un buen trabajo<br />
preparatorio durante el proceso. Además, el dominio del inglés es alto. Pero, los funcionarios públicos no<br />
parecen ser muy idóneos en lo que respecta a <strong>la</strong>s grandes negociaciones que se llevan a cabo en <strong>la</strong> toma<br />
de decisiones europea así como en el conocimiento legal necesario (Ver <strong>la</strong> Sección 6 más ade<strong>la</strong>nte).<br />
En su investigación, <strong>la</strong> Agencia para el Desarrollo Administrativo encontró que era necesario aumentar <strong>la</strong><br />
idoneidad si Suecia deseaba aumentar su papel en el trabajo de integración europea. Había una gran<br />
necesidad de aumentar <strong>la</strong> idoneidad en los asuntos europeos, el análisis, <strong>la</strong>s investigaciones y <strong>la</strong>s<br />
evaluaciones "ex-ante". Esta necesidad se refería tanto a <strong>la</strong> preparación de los temas como a <strong>la</strong> preparación<br />
para participar en <strong>la</strong>s reuniones. <strong>La</strong> evaluación encontró que se necesitaba un conocimiento básico de <strong>la</strong>s<br />
instituciones de <strong>la</strong> UE y <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y reg<strong>la</strong>mentos de <strong>la</strong> UE y que no existía idoneidad alguna en lo referente<br />
a <strong>la</strong> política europea a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. Por ello, es importante para el Servicio Civil sueco ser competente en <strong>la</strong><br />
perspectiva europea sobre los diferentes temas y comprender los antecedentes políticos y culturales de los<br />
otros Estados miembros. Por lo tanto, se deben reforzar <strong>la</strong>s medidas para lograr <strong>la</strong> idoneidad necesaria.<br />
4.3 El sistema legal<br />
<strong>La</strong> adhesión de Suecia a <strong>la</strong> UE se considera el cambio más importante en el sistema legal sueco (Norberg,<br />
1995:402). Un aspecto lo constituyen, por supuesto, <strong>la</strong>s nuevas fuentes legales para los tribunales suecos.<br />
El derecho comunitario está publicado de forma separada del derecho sueco con un sistema y en una forma<br />
legal que son diferentes del sueco. Hay cuatro desafíos principales para los tribunales suecos.<br />
90
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
El primero trata sobre el conocimiento de <strong>la</strong> nueva legis<strong>la</strong>ción y también sobre <strong>la</strong> antigua legis<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
CE adoptada por Suecia con su ingreso en <strong>la</strong> Unión. Como en todos los sistemas legales, es primordial<br />
conocer muy bien los reg<strong>la</strong>mentos legales existentes. Hay que ser capaz de contestar <strong>la</strong> pregunta: ¿Cuáles<br />
son <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s? Por lo tanto, ha sido un enorme desafío formar y educar a los profesionales en el derecho<br />
comunitario. Un aspecto importante en esta perspectiva es <strong>la</strong> jurisprudencia del Tribunal de Justicia (TJCE).<br />
Otro desafío es <strong>la</strong> diferencia en <strong>la</strong> tradición legal, especialmente <strong>la</strong> falta de motivos para <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción.<br />
Como se mencionó en el contexto del Acuerdo EEE, <strong>la</strong> práctica legal sueca ha puesto gran énfasis en los<br />
motivos del derecho, motivos que se pueden encontrar en el trabajo preparatorio de <strong>la</strong> ley. El desafío<br />
europeo consiste, entonces, en exigir un análisis independiente, un control detal<strong>la</strong>do de <strong>la</strong> jurisprudencia, un<br />
razonamiento sobre <strong>la</strong> doctrina legal mayor que el exigido en un sistema donde <strong>la</strong> guía sobre <strong>la</strong> puesta en<br />
marcha se podía encontrar en <strong>la</strong>s investigaciones preparatorias.<br />
El tercer aspecto parece ser el tema de <strong>la</strong> homogeneización del derecho comunitario y el derecho sueco.<br />
Esta exigencia significa que los reg<strong>la</strong>mentos nacionales tienen que estar alineados con <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> CE.<br />
Se trata del tema del control de <strong>la</strong>s normas. Por tradición, el control judicial de <strong>la</strong>s normas es débil en<br />
Suecia. El otro problema data del sistema dual del Servicio Civil central.<br />
Una consecuencia del sistema dual del Servicio Civil central es el derecho de <strong>la</strong>s Agencias nacionales de<br />
emitir reg<strong>la</strong>mentos obligatorios dentro de un marco establecido por el Par<strong>la</strong>mento y el Gobierno. En el<br />
contexto sueco, esto se l<strong>la</strong>ma a menudo <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción marco donde <strong>la</strong>s Agencias emiten <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>mentación<br />
para su puesta en marcha. Cuando el Acuerdo EEE se transformó en derecho sueco, el 70% de los 2.000<br />
documentos legales trataban <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción en virtud de <strong>la</strong> autoridad de <strong>la</strong>s Agencias<br />
(Norberg, 1995:414).<br />
Ahora el desafío europeo que se le presenta a los tribunales es tener <strong>la</strong> capacidad de contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s normas<br />
de que toda <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>mentación está de acuerdo con el derecho comunitario, aún en los<br />
casos donde varias Agencias suecas tienen el derecho de emitir reg<strong>la</strong>mentaciones sobre una so<strong>la</strong> directiva<br />
de <strong>la</strong> CE.<br />
El cuarto aspecto trata sobre el papel del TJCE, especialmente el uso del procedimiento de referencia<br />
preliminar. Como miembro de <strong>la</strong> UE, los tribunales suecos tienen <strong>la</strong> posibilidad de referir al TJCE <strong>la</strong><br />
interpretación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria en casos donde tienen que fal<strong>la</strong>r los tribunales nacionales. El<br />
procedimiento de referencia preliminar ha jugado un papel importante en el desarrollo de <strong>la</strong> jurisprudencia<br />
comunitaria y ahora es parte del sistema legal sueco.<br />
5. EL SERVICIO CIVIL COMO ESCENARIO<br />
<strong>La</strong> membresía en <strong>la</strong> UE significa que ha cambiado el escenario político del Servicio Civil sueco. El escenario<br />
de <strong>la</strong>s acciones de Suecia se ha visto superpuesto por el escenario europeo. Corrientemente se cree que <strong>la</strong><br />
posibilidad de que Suecia lleve ade<strong>la</strong>nte con éxito los temas a nivel internacional depende, en gran medida,<br />
de su capacidad para actuar en forma coordinada y coherente. El fundamento de esto radica en una<br />
estrategia política c<strong>la</strong>ra y en prioridades c<strong>la</strong>ras con respecto a los temas sustantivos y <strong>la</strong> división de <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades. <strong>La</strong> administración pública debe actuar sobre <strong>la</strong> base de objetivos y lineamentos<br />
compartidos sobre cómo se discuten los temas en un contexto internacional y específicamente en el<br />
contexto de <strong>la</strong> UE. Suecia debe hab<strong>la</strong>r con una so<strong>la</strong> voz basada en una estrategia coherente, sin perjuicio<br />
de quién representa <strong>la</strong> administración pública (cf Spence 1995:351f; Metcalfe 1996).<br />
Los estudios sobre <strong>la</strong> toma de decisiones de <strong>la</strong> UE han demostrado <strong>la</strong> importancia de tener acciones<br />
nacionales coordinadas. Un cierto número de Estados miembros de <strong>la</strong> UE trabajan a conciencia en <strong>la</strong><br />
coordinación de <strong>la</strong>s acciones de los servicios civiles de sus respectivos países. Los Estados miembros que<br />
mayor éxito han tenido en que sus autoridades públicas actúen como una unidad también han demostrado<br />
tener una ventaja en <strong>la</strong>s negociaciones y en el proceso de toma de decisiones (Spence, 1995). <strong>La</strong><br />
membresía de <strong>la</strong> UE y una mayor internacionalización también aumenta <strong>la</strong>s necesidades de Suecia de<br />
coordinar y dar prioridad a <strong>la</strong>s posiciones que adopte en los foros internacionales. Cuanto más complejas y<br />
de mayor alcance sean <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones internacionales de Suecia, mayor es <strong>la</strong> necesidad de un enfoque<br />
nacional unificado.<br />
En <strong>la</strong> práctica, <strong>la</strong> responsabilidad del tratamiento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de Suecia en <strong>la</strong> integración europea se<br />
distribuye en un número de Ministerios y Agencias diferentes. <strong>La</strong> adhesión a <strong>la</strong> UE significa que todos los<br />
Ministerios y un gran número de Agencias participan directamente en comités y grupos de trabajo.<br />
Examinemos primero este escenario.<br />
91
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Suecia está representado por sus funcionarios públicos (y por políticos en un número menor de ocasiones)<br />
en alrededor de 200 tipos diferentes de reuniones al año, en los dos países que tienen <strong>la</strong> Presidencia en el<br />
Consejo. <strong>La</strong> maquinaria del Consejo, los grupos de trabajo, el COREPER (Comité de Representantes<br />
Permanentes) y el Consejo se reúnen en alrededor de 2.500 a 3.000 sesiones por año. Los grupos de<br />
expertos a <strong>la</strong> Comisión, unos 400 a 500, se reúnen periódicamente así como lo hacen el mismo número de<br />
comités de Comitología. Como promedio, <strong>la</strong> frecuencia de estas reuniones es de 1 a 2 por mes.<br />
Cada Ministerio tiene por día un número de funcionarios públicos que participa en este nuevo escenario. Lo<br />
mismo se aplica para <strong>la</strong>s Agencias. Todos los días los funcionarios públicos trabajan en "el escenario de<br />
Bruse<strong>la</strong>s". A esto se deben agregar <strong>la</strong>s reuniones bi<strong>la</strong>terales, <strong>la</strong>s reuniones tradicionales Nórdicas y otras<br />
reuniones en el contexto de <strong>la</strong> UE. Como se indica en un número de estudios sobre <strong>la</strong> interacción<br />
administrativa, el volumen de trabajo regu<strong>la</strong>r en el Servicio Civil europeizado incluye <strong>la</strong> participación regu<strong>la</strong>r<br />
en reuniones de <strong>la</strong> UE y el trabajo incluye <strong>la</strong> preparación, coordinación para lograr un punto de vista, y el<br />
posterior seguimiento de <strong>la</strong> información. El volumen de trabajo de <strong>la</strong> UE se agrega al volumen de trabajo<br />
tradicional para un funcionario público.<br />
¿Como se ha adaptado el escenario para hacer frente a los desafíos de <strong>la</strong> europeización del Servicio Civil<br />
sueco?<br />
En el Par<strong>la</strong>mento, se ha establecido un comité especial de <strong>la</strong> UE. <strong>La</strong>s experiencias de Dinamarca donde el<br />
Folketing cumple un papel importante en <strong>la</strong> toma de decisiones danesas en <strong>la</strong> UE ha tenido su impacto en<br />
Suecia. Para fortalecer el papel del Riksdag, el comité de <strong>la</strong> UE tendrá información sobre los puntos de vista<br />
de Suecia y los mandatos de negociación en el Consejo. Estas consultas tienen lugar antes de <strong>la</strong>s<br />
reuniones del Consejo. El papel de los comités es <strong>la</strong> defensa. Además, se intenta que los comités<br />
especiales en el Riksdag participen en el proceso de toma de decisiones. Por lo tanto, el Gobierno presenta<br />
sus políticas al Riksdag en informes especiales. Un ejemplo de ello es el informe del Gobierno sobre <strong>la</strong><br />
posición sueca respecto a <strong>la</strong> política de <strong>la</strong> UE en materia de Protección Ambiental.<br />
El Gobierno introdujo en 1995 un cuerpo consultor para los asuntos de <strong>la</strong> UE donde participan<br />
organizaciones de interés y otras organizaciones importantes. El objetivo de <strong>la</strong>s consultas es discutir <strong>la</strong><br />
política de <strong>la</strong> UE y sus repercusiones en Suecia desde diferentes perspectivas e informar al Gobierno sobre<br />
<strong>la</strong> opinión de <strong>la</strong>s organizaciones respecto de los temas tratados en <strong>la</strong> UE.<br />
<strong>La</strong>s reformas organizativas tienen lugar también en <strong>la</strong> Cancillería. Para facilitar <strong>la</strong> coordinación sobre <strong>la</strong>s<br />
políticas el Gobierno realiza desde <strong>la</strong> primavera de 1996 una reunión especial con los secretarios de estado<br />
para tratar los temas de <strong>la</strong> UE. En <strong>la</strong> Oficina del Gabinete se ha establecido una unidad de política especial<br />
para los asuntos internacionales y de <strong>la</strong> UE. Su tarea primordial es tratar los temas estratégicos de <strong>la</strong>rgo<br />
p<strong>la</strong>zo y <strong>la</strong> coordinación de políticas. El mecanismo fundamental para <strong>la</strong> resolución de conflictos se apoya en<br />
el Gabinete en su totalidad y especialmente en el Primer Ministro. El fundamento básico radica en que los<br />
temas de <strong>la</strong> UE están integrados al trabajo regu<strong>la</strong>r de cada Ministerio y que <strong>la</strong> coordinación se realiza de<br />
forma rutinaria de acuerdo con los procedimientos estándar con el Ministerio responsable de <strong>la</strong><br />
coordinación.<br />
En <strong>la</strong> actualidad, un Secretario de Estado en el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores tiene <strong>la</strong> tarea de jefe<br />
negociador en el proceso de <strong>la</strong> CIG 96 y también tiene <strong>la</strong> responsabilidad de administrar <strong>la</strong>s operaciones<br />
diarias en los asuntos europeos. <strong>La</strong> tarea de <strong>la</strong> integración europea (incluida <strong>la</strong> CIG) está a cargo de una<br />
unidad especial en el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores. Se ha establecido una secretaría especial, <strong>la</strong><br />
Secretaría de <strong>la</strong> UE, para administrar <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong>s decisiones que se tomen en el Consejo y<br />
coordinar <strong>la</strong>s acciones del Gobierno en re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>s actividades diarias en Bruse<strong>la</strong>s. Además, <strong>la</strong><br />
secretaría es responsable de dar <strong>la</strong>s instrucciones a <strong>la</strong> representación sueca en Bruse<strong>la</strong>s sobre los<br />
mandatos de negociación en el COREPER, los comités de Comitología, etc.<br />
Cada Ministerio ha construido un sistema de coordinadores de <strong>la</strong> UE. <strong>La</strong> organización en sí puede diferir<br />
pero <strong>la</strong> membresía en <strong>la</strong> Unión ha exigido una función especial para <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> UE dentro de<br />
cada Ministerio.<br />
En cuanto a <strong>la</strong> organización, <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s Agencias emplea el sistema de funcionarios de <strong>la</strong> UE y un<br />
p<strong>la</strong>ntel especial de coordinación. Como <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> UE es responsabilidad de <strong>la</strong> Agencia no se ha<br />
<strong>la</strong>nzado ninguna política central del Gobierno. De acuerdo con <strong>la</strong> tradición sueca, sin embargo, <strong>la</strong>s Agencias<br />
utilizan el sistema de grupos de referencias y grupos de tareas con <strong>la</strong> participación de otras Agencias,<br />
intereses organizados y firmas.<br />
92
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
El informe de <strong>la</strong> Agencia de Desarrollo Administrativo muestra que <strong>la</strong> estructura del Servicio Civil no parece<br />
lo suficientemente adaptada al desafío europeo. Se ha observado que <strong>la</strong> estructura de <strong>la</strong> Cancillería con<br />
re<strong>la</strong>ción a los asuntos de <strong>la</strong> UE no está c<strong>la</strong>ra y hay incertidumbre sobre <strong>la</strong> división de responsabilidades.<br />
Este también es el caso con respecto al interés-mediación/consultas con otros actores en Suecia. El desafío<br />
europeo ha significado mayores dificultades para <strong>la</strong> Cancillería en tener consultas informales. Por lo tanto,<br />
se propone que se establezca un sistema más estricto con responsabilidades definidas para los grupos de<br />
trabajo inter-ministeriales (este es el caso en Dinamarca y Fin<strong>la</strong>ndia). También se propone que se<br />
establezcan nuevos escenarios para <strong>la</strong>s consultas donde los Ministerios, Agencias y posiblemente otros<br />
intereses podrían tener <strong>la</strong> posibilidad de discutir temas de interés sueco en <strong>la</strong> UE. También está el hecho de<br />
que el sistema tradicional de comisiones investigadoras y de consulta formal (por escrito) -"remissväsendet",<br />
se ha empleado hasta ahora como un escenario de interés-mediación.<br />
El último punto a discutir se refiere al desafío p<strong>la</strong>nteado por los diferentes principios organizativos en Suecia<br />
y <strong>la</strong> UE. El transporte carretero de bienes peligrosos podría ser un ejemplo. En el Consejo, es el Ministerio<br />
de Comunicaciones el responsable, pero en Suecia, el tema lo trata <strong>la</strong> Agencia de Servicios de Rescate<br />
subordinada al Ministerio de Defensa. En algunos casos <strong>la</strong> adaptación ha sido c<strong>la</strong>ra como cuando los temas<br />
de mercado interior se pasaron del Ministerio de Industria y Comercio a <strong>la</strong> órbita del Ministerio de<br />
Re<strong>la</strong>ciones Exteriores.<br />
6. EL SERVICIO CIVIL COMO ACTOR<br />
<strong>La</strong> integración europea parece haber disminuido el carácter instrumental del Servicio Civil y ha cambiado<br />
también al Servicio Civil como escenario donde un efecto parece ser <strong>la</strong> disminución de <strong>la</strong> importancia como<br />
interés-mediador. Por otra parte, <strong>la</strong> integración europea parece haber aumentado <strong>la</strong> importancia del Servicio<br />
Civil como actor (Olsson, 1993).<br />
Es obvio que el desafío europeo ha obligado a los Ministerios y Agencias a reaccionar ante <strong>la</strong>s exigencias<br />
europeas. También es obvio que esta reacción difiere de organización en organización.<br />
Un gran número de Agencias ha formu<strong>la</strong>do sus propias estrategias europeas. El gran margen de maniobra<br />
de Suecia se ha empleado especialmente por parte de <strong>la</strong>s Agencias que participan en los temas de<br />
mercado interior y en <strong>la</strong> verificación, inspección, permisos y estandarización. También vale <strong>la</strong> pena<br />
mencionar algunos otros temas, como política agríco<strong>la</strong> y el desarrollo regional. Como lo indican algunos<br />
administradores de dichas Agencias "En lugar de tener un papel como autoridad pública en Suecia,<br />
seremos un actor dinámico y fuerte en el mercado único" (Olsson, 1993).<br />
<strong>La</strong>s Agencias también explican de otras formas su papel independiente como actor en los asuntos<br />
europeos. Uno es <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga tradición cultural de que <strong>la</strong>s Agencias actúan independientemente en <strong>la</strong> mayoría<br />
de los casos también en <strong>la</strong> integración europea. Otro es el hecho de que no se ha formu<strong>la</strong>do ninguna<br />
estrategia gubernamental a principios de 1995 que podría guiar a <strong>la</strong>s Agencias en sus acciones. <strong>La</strong> falta de<br />
estrategia a nivel de Gobierno tuvo como consecuencia que algunas Agencias debieran preparar <strong>la</strong><br />
membresía en <strong>la</strong> UE por sí mismas. El punto de vista general en <strong>la</strong> investigación sobre <strong>la</strong> administración<br />
pública sueca es que <strong>la</strong> libertad de acción para <strong>la</strong>s Agencias ha aumentado debido a <strong>la</strong>s nuevas formas de<br />
control del Gobierno a través de períodos presupuestales de tres años, el control de los objetivos y<br />
resultados, etc. <strong>La</strong> firma y el mercado son metáforas para pensar sobre cómo el Servicio Civil ha aumentado<br />
su importancia.<br />
Un desafío europeo muy visible para los funcionarios públicos suecos es su papel como representantes de<br />
Suecia en <strong>la</strong>s reuniones de <strong>la</strong> UE o en lo que se l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong>s negociaciones de <strong>la</strong> UE. El impacto de <strong>la</strong> UE es<br />
muy fuerte a este nivel. Muchos funcionarios públicos tenían experiencia previa en materia de<br />
"negociaciones internacionales", especialmente los que participaron en <strong>la</strong>s negociaciones del EEE. Pero <strong>la</strong><br />
magnitud del sistema de <strong>la</strong> UE y <strong>la</strong> frecuencia de <strong>la</strong>s reuniones es mucho mayor que <strong>la</strong> esperada.<br />
Especialmente cuando se toma en cuenta <strong>la</strong> coordinación e información en Suecia para definir "<strong>la</strong> línea de<br />
acción a seguir" (estimada en una demanda del 70% del tiempo mientras que <strong>la</strong>s reuniones de Bruse<strong>la</strong>s<br />
exigen el 30%).<br />
Los funcionarios públicos suecos, como se ha mencionado antes, están técnicamente preparados en todos<br />
los temas. Más aún, muchos de ellos se comunican en inglés (hasta ahora) muy bien. El desafío lingüístico<br />
lo p<strong>la</strong>ntea el francés donde el nivel general es bastante bajo.<br />
En un número de campos de acción específicos, el desempeño internacional de Suecia es muy apreciado,<br />
lo cual representa un activo en el contexto de <strong>la</strong> UE. En su calidad de funcionario público se le escucha.<br />
93
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Pero los estudios indican que, en su conjunto, el impacto del comportamiento sueco parece ser un poco<br />
limitado. En <strong>la</strong>s reuniones, un funcionario público sueco mantiene en general un perfil bajo. Además, el<br />
comentario irónico de "Flexible como un sueco" parece ser bastante apropiado (ver, por ejemplo, Hallman<br />
1996). <strong>La</strong>s instrucciones dadas a los funcionarios públicos a menudo limitan sus posibilidades de "toma y<br />
da" en una reunión. Los funcionarios públicos están en desventaja por <strong>la</strong> falta de una coordinación eficiente<br />
en <strong>la</strong> Cancillería y entre <strong>la</strong> Cancillería y <strong>la</strong>s Agencias. También parece existir una falta de capacidad para<br />
dar un marco realista a <strong>la</strong> acción en una reunión (diferentes escenarios, primera estrategia, segunda<br />
estrategia, regreso al principio). Además, en <strong>la</strong> secuencia de reuniones, <strong>la</strong>s posiciones suecas han<br />
cambiado en muchas ocasiones. Este hecho que disminuye <strong>la</strong> credibilidad de los funcionarios públicos<br />
apunta a que se debe mejorar <strong>la</strong> coordinación puntual. También es signo tanto de conflictos interministeriales<br />
como de participación tardía del nivel político en el proceso. En este contexto a menudo se<br />
observa que Suecia llega tarde al proceso.<br />
El sistema de <strong>la</strong> UE lleva a que el Estado miembro esté obligado a "tener una línea de acción" para preparar<br />
<strong>la</strong> reunión (Spence, 1995). El impacto de <strong>la</strong> falta de buena preparación ha sido una dificultad para que otros<br />
Estados miembros entiendan <strong>la</strong>s prioridades de Suecia. <strong>La</strong> falta de estrategias donde los temas se<br />
combinan horizontalmente y donde se establecen <strong>la</strong>s prioridades para los esfuerzos suecos en ciertos<br />
temas ha puesto en desventaja a los funcionarios públicos.<br />
También es un desafío para los funcionarios públicos el tener que aumentar los contactos informales con<br />
funcionarios públicos en otros Estados miembros y con instituciones europeas, especialmente <strong>la</strong> Comisión.<br />
<strong>La</strong> toma de decisiones en <strong>la</strong> UE se construye sobre alianzas creadas para obtener una mayoría o encontrar<br />
una minoría de bloqueo. Ha sido difícil establecer <strong>la</strong> idea de <strong>la</strong> "construcción de alianzas" en el Servicio<br />
Civil. El concepto de influencia indirecta se percibe como actividades políticas y, por lo tanto, ha sido difícil<br />
para los funcionarios públicos trabajar en este sentido. Los funcionarios públicos suecos no se han<br />
acostumbrado por ahora al nuevo escenario político en el que están trabajando.<br />
Hasta ahora los funcionarios públicos suecos han tenido un enfoque bastante "nacionalista" hacia <strong>la</strong> UE. <strong>La</strong><br />
necesidad de tener una línea de acción sueca ha significado que <strong>la</strong>s prioridades de <strong>la</strong> política sueca hayan<br />
dominado <strong>la</strong> discusión. El desafío europeo de conocer los problemas de <strong>la</strong>s otras naciones y entender <strong>la</strong><br />
factibilidad de <strong>la</strong> puesta en marcha en los diferentes países no se ha cumplido todavía.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
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Estocolmo.<br />
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HALLMAN<br />
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1993. Svensk statsförvaltning och EG-integrationen i (El Servicio Civil sueco en <strong>la</strong> integración<br />
europea).<br />
94
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
MODERNIZACION DE LA GESTION PUBLICA: <strong>La</strong> Experiencia Chilena<br />
Mario MARCEL<br />
Hasta julio de 1996, Secretario Ejecutivo del Comité Interministerial de Modernización de <strong>la</strong> Gestión Pública; Subdirector<br />
de Racionalización y Función Pública de <strong>la</strong> Dirección de Presupuestos, Santiago de Chile, CHILE<br />
1. GESTION PUBLICA E INTEGRACION<br />
Los chilenos llegamos a participar en este Seminario en un momento de grandes avances en nuestra propia<br />
incorporación a los procesos de integración regional. <strong>La</strong> reciente suscripción del acuerdo entre Chile y los<br />
países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) significa no sólo un hecho de grandes proyecciones<br />
económicas para nuestro país, sino el punto de partida de una nueva etapa respecto del significado de los<br />
procesos de integración para el Estado chileno.<br />
En efecto, tras varios años en que el eje de <strong>la</strong> política comercial se ha situado en <strong>la</strong>s consideraciones<br />
estratégicas sobre <strong>la</strong> suscripción de acuerdos comerciales (Argentina, México, Bolivia, Asia-Pacífico y ahora<br />
MERCOSUR), donde <strong>la</strong>s mayores responsabilidades están radicadas en <strong>la</strong> estructura superior del<br />
Gobierno, encargada del análisis, negociación, vigi<strong>la</strong>ncia y control de los acuerdos, éstas parecen ahora<br />
ba<strong>la</strong>nceadas por <strong>la</strong>s responsabilidades que comienzan a distribuirse en el conjunto de <strong>la</strong> estructura del<br />
Estado.<br />
Los problemas propios de <strong>la</strong> nueva etapa que se abre tienen más que ver con el management: <strong>la</strong><br />
integración física p<strong>la</strong>ntea nuevas demandas para <strong>la</strong> provisión de infraestructura pública y para <strong>la</strong> protección<br />
fitosanitaria; <strong>la</strong>s uniones aduaneras, <strong>la</strong> aplicación de preferencias arance<strong>la</strong>rias y de reg<strong>la</strong>s de origen,<br />
generan grandes exigencias sobre <strong>la</strong>s instituciones públicas ligadas al comercio exterior; <strong>la</strong> mayor apertura<br />
externa demanda políticas eficaces para <strong>la</strong> reconversión de los sectores menos competitivos.<br />
De esta manera, el intercambio con otros países que participan en experiencias de integración regional no<br />
debe remitirse exclusivamente al campo de <strong>la</strong> diplomacia moderna y <strong>la</strong> conducción de negociaciones<br />
internacionales, sino también a <strong>la</strong> forma en que los Estados, acostumbrados a estar volcados sobre sí<br />
mismos, se adaptan a <strong>la</strong> realidad de un mundo externo que cambia y les p<strong>la</strong>ntea nuevas restricciones y<br />
exigencias.<br />
2. EL ESTADO EN CHILE<br />
Hab<strong>la</strong>r de modernización del Estado significa necesariamente enfatizar <strong>la</strong> necesidad del cambio. Pero para<br />
que este cambio sea eficaz, no basta con tener una idea c<strong>la</strong>ra de hacia dónde se quiere ir, es necesario<br />
además tener c<strong>la</strong>ra conciencia de cuál es el punto de partida. De lo contrario, se arriesga reproducir<br />
diagnósticos, políticas y resultados profundamente erróneos.<br />
El Estado chileno de hoy es el producto de tres componentes básicos: los principios fundacionales del<br />
Estado moderno, de <strong>la</strong>s reformas estructurales de los 80 y de <strong>la</strong>s políticas fiscales seguidas a partir de<br />
1990.<br />
<strong>La</strong> génesis institucional del Estado chileno y su desarrollo hasta los años 70 cumplió con los requisitos<br />
básicos para constituir un aparato público sólido, estable y funcional a <strong>la</strong>s prioridades de <strong>la</strong> época. A través<br />
de él se dio unidad al país y se establecieron <strong>la</strong>s estructuras que permitieron satisfacer <strong>la</strong>s necesidades<br />
sociales básicas de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en áreas como <strong>la</strong> educación, <strong>la</strong> salud y <strong>la</strong> previsión social. Junto con ello, el<br />
Estado chileno intervino en forma activa y creciente en <strong>la</strong> vida económica del país.<br />
Los cambios de los últimos 20 años han significado un giro en el tipo de desarrollo al que había tendido el<br />
Estado hasta ese momento. Ello se ha traducido, en primer lugar, en una reducción significativa de <strong>la</strong>s<br />
funciones productivas del Estado y una redefinición de roles con el sector privado en el ámbito de <strong>la</strong><br />
prestación de servicios sociales.<br />
Junto con esto, el Estado chileno, al igual que tantos otros países, vivió un proceso de ajuste fiscal durante<br />
los años ochenta que implicó un duro aprendizaje en términos de control del gasto público y de adopción de<br />
una disciplina fiscal estricta y permanente. Sin embargo, ni los cambios estructurales ni los ajustes fiscales<br />
de los años de régimen militar fueron acompañados de cambios equivalentes en <strong>la</strong>s formas de conducir,<br />
administrar y gestionar el aparato estatal. <strong>La</strong> institucionalidad pública que rige en ese campo continúa<br />
95
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
sujetándose a los mismos conceptos y principios que imperaban a mediados de los años 70. Por su parte,<br />
los ajustes fiscales y el desprestigio sistemático de <strong>la</strong> función pública por parte de <strong>la</strong>s autoridades de <strong>la</strong><br />
época, resintieron el desempeño y <strong>la</strong> moral de <strong>la</strong>s instituciones gubernamentales.<br />
Bajo los gobiernos democráticos se ha logrado mantener y profundizar dicha disciplina fiscal, y este es un<br />
aspecto que destaca a nuestro proceso de transición a <strong>la</strong> democracia. El proceso democrático ha traído, sin<br />
embargo, otros cambios para el Estado: se han fortalecido <strong>la</strong>s funciones de regu<strong>la</strong>ción y fiscalización, se ha<br />
extendido el recurso a <strong>la</strong> subcontratación de servicios, se ha intensificado y modernizado el área de <strong>la</strong><br />
política social, se han recuperado <strong>la</strong>s remuneraciones y <strong>la</strong>s condiciones de trabajo en el sector público.<br />
El resultado de todos estos factores es el Estado que tenemos hoy en Chile, que analizado en términos<br />
globales, representa una ventaja para el país en re<strong>la</strong>ción a muchos de sus competidores. Algunos ejemplos<br />
de ello son los siguientes:<br />
• Chile tiene <strong>la</strong> política fiscal más disciplinada del mundo: 10 años continuos de superávit fiscal, que en el<br />
último año se incrementó.<br />
• El informe mundial de competitividad 1996 (1) sitúa a Chile en el 5º lugar de competitividad en materia<br />
de gobierno entre cerca de 50 países. De todos los factores considerados, el gobierno es el más<br />
positivo seguido por <strong>la</strong> gerencia de empresas que se sitúa en el número 9, quedando ambos por sobre<br />
el nivel general alcanzado por el país, que está en el número 13. Ello demuestra que <strong>la</strong> competitividad<br />
del país se ve favorecida, lejos que perjudicada, por el papel del Estado.<br />
• <strong>La</strong> burocracia en Chile es más reducida que en otros países: 7% del empleo total, contra 10%-15% en<br />
países <strong>la</strong>tinoamericanos y desarrol<strong>la</strong>dos, respectivamente.<br />
• <strong>La</strong>s instituciones públicas chilenas son capaces de atacar problemas e implementar programas públicos<br />
con mayor eficacia que otros países. Los desarrollos alcanzados en <strong>la</strong> política social son reconocidos<br />
internacionalmente. En el ámbito de <strong>la</strong> salud, por citar un caso, Chile ha logrado los mejores estándares<br />
del mundo en desarrollo y sin gastar más que otros países.<br />
• <strong>La</strong> tradición de honestidad y servicio público continúa siendo un patrimonio del Estado chileno.<br />
• El sistema tributario es simple, lo que facilita <strong>la</strong> fiscalización impositiva y asegura una base de<br />
financiamiento sólida y estable para el sector público.<br />
Lo anterior diferencia a Chile de <strong>la</strong> mayoría de los demás países que han dado curso a procesos de<br />
modernización del Estado. Chile no se encuentra ante una situación crítica o inmanejable que haga<br />
indispensable tomar medidas drásticas, y, en particu<strong>la</strong>r, no se enfrenta a ninguno de los contextos de crisis<br />
que comúnmente han detonado <strong>la</strong>s políticas modernizadoras:<br />
• Crisis fiscal: normalmente los procesos de modernización se han activado como producto de <strong>la</strong><br />
necesidad de disminuir drásticamente el gasto público, racionalizarlo y disciplinarlo.<br />
• Crisis de confianza: el debate acerca de <strong>la</strong> necesidad de modernizar ha surgido como una respuesta a<br />
graves situaciones de corrupción que han causado gran escándalo en <strong>la</strong> opinión pública y en el mundo<br />
político.<br />
• Crisis de eficiencia: gran parte de <strong>la</strong>s críticas formu<strong>la</strong>das al Estado tienen que ver con su inoperancia y,<br />
principalmente, con el desmesurado tamaño del empleo y el gasto público que lejos de traducirse en un<br />
mejoramiento o aumento de los servicios redundan simplemente en mayor burocracia.<br />
• Crisis de paradigma: en otros casos, <strong>la</strong> reforma del Estado ha respondido a un brusco cambio de<br />
paradigma en el que los consensos construídos en torno al Estado de Bienestar o Estado Desarrollista<br />
han sido rotos por proyectos refundacionales orientados a reducir drásticamente el rol del Estado en <strong>la</strong><br />
economía y <strong>la</strong> sociedad.<br />
En consecuencia, cuando hab<strong>la</strong>mos de modernización del Estado en Chile no estamos hab<strong>la</strong>ndo de<br />
responder a situaciones de sobre dotación de personal o de déficit fiscal crónico. De lo que se trata,<br />
entonces, no es de encontrar mecanismos para reducir el gasto o de dar inicio a un amplio proceso de<br />
privatizaciones, que ya tuvo lugar. No necesitamos, tampoco, disminuir en términos absolutos el empleo<br />
público ni frenar sus niveles de expansión.<br />
<strong>La</strong> modernización de hoy es más bien hija de los nuevos problemas y desafíos que Chile enfrenta al haber<br />
superado los problemas antes mencionados.<br />
3. ¿POR QUE MODERNIZAR EL ESTADO EN CHILE?<br />
Existen, sin embargo, buenas razones para p<strong>la</strong>ntearse el objetivo de modernizar el sector público en Chile,<br />
<strong>la</strong>s que se pueden ordenar en cuatro áreas fundamentales:<br />
96
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Mayor eficiencia para resolver problemas nacionales<br />
Asumida <strong>la</strong> necesidad de contro<strong>la</strong>r el gasto público y preservar el equilibrio fiscal, se hace fundamental<br />
incorporar sistemas decisionales y de gestión que garanticen el uso más eficiente posible de los recursos<br />
públicos. Son muchos los problemas sociales que el Estado chileno deberá enfrentar en los próximos años,<br />
y no se dispondrá para ello de mayores recursos, al menos en términos re<strong>la</strong>tivos. Si no podemos expandir<br />
los presupuestos en <strong>la</strong> misma medida que <strong>la</strong>s necesidades lo requerirían, sí podemos al menos expandir <strong>la</strong><br />
productividad del sector público, y lograr mayores resultados, mejores rendimientos, por cada peso gastado<br />
en el Estado.<br />
Exigencias ciudadanas<br />
Los chilenos son cada día más conscientes de sus derechos, y serán cada vez más exigentes respecto del<br />
Estado en cuanto a <strong>la</strong> calidad de los servicios que éste les ofrece. Responder adecuadamente a esas<br />
expectativas no es sólo un imperativo político, sino también una consecuencia del propio desarrollo de los<br />
mecanismos de mercado, que elevan permanentemente los estándares de calidad y <strong>la</strong> diversificación de los<br />
productos que ofrece.<br />
Precaver que el Estado no se transforme en un cuello de botel<strong>la</strong> del desarrollo económico<br />
Reconocido que el funcionamiento general del Estado chileno es positivo, y que ello ha contribuido a<br />
sustentar el proceso de crecimiento económico del país cuyo principal elemento dinámico ha sido el<br />
desarrollo empresarial, es innegable que el sector público presenta dificultades para adecuarse y<br />
evolucionar a <strong>la</strong> misma velocidad que lo hace el resto de <strong>la</strong> sociedad y de <strong>la</strong> economía. Se hace entonces<br />
necesaria <strong>la</strong> incorporación de nuevas prácticas gerenciales y de nuevos hábitos dentro de <strong>la</strong> organización<br />
estatal que tiendan a estimu<strong>la</strong>r una cultura orientada a los resultados, que fortalezca <strong>la</strong> responsabilidad y el<br />
profesionalismo, abra espacio a <strong>la</strong> innovación y a <strong>la</strong> crítica, estimule el cumplimiento de los compromisos,<br />
recompense el buen desempeño e incorpore hábitos de evaluación permanente.<br />
Preeminencia de los factores cualitativos por sobre los cuantitativos en <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de <strong>la</strong>s instituciones públicas<br />
Resueltos en gran medida los problemas de cobertura del territorio nacional por parte del aparato público,<br />
de acceso de los ciudadanos a los servicios sociales básicos, de desempeño de <strong>la</strong>s funciones<br />
indispensables que tiene el Estado, pasamos, en cambio, a una etapa en <strong>la</strong> cual predomina <strong>la</strong> necesidad de<br />
elevar <strong>la</strong> calidad con que se desarrol<strong>la</strong>n estas distintas dimensiones de <strong>la</strong> acción pública. Los estándares de<br />
calidad con que hoy funciona el sector público son insuficientes, y para mejorarlos el sector público debe<br />
comenzar a centrar su atención en sus productos y reordenar su funcionamiento interno.<br />
El tratamiento adecuado de estos cuatro aspectos de <strong>la</strong> modernización debiera tener, en el mediano p<strong>la</strong>zo,<br />
un impacto comparable, si no mayor, que el que tendría una discusión centrada exclusivamente en el tema<br />
de <strong>la</strong> dimensión del Estado. El centro de esta política modernizadora apunta a <strong>la</strong>s formas de funcionamiento<br />
del Estado, no a sus fronteras y, en ese sentido, constituye un cambio significativo respecto de los procesos<br />
de modernización y de reforma administrativa emprendidos en otros países. Ya no se trata de diseñar un<br />
tipo de administración adecuado a los tiempos que corren, sino de hacer los ajustes dentro del aparato<br />
estatal para que éste incorpore <strong>la</strong> capacidad de adaptarse constantemente a los cambios que están<br />
ocurriendo en <strong>la</strong> sociedad.<br />
Lo anterior representa un cambio sustancial respecto a los que han sido tradicionalmente los principios<br />
constitutivos de nuestro Estado: solidez, estabilidad, perdurabilidad, garantía de los derechos en el <strong>la</strong>rgo<br />
p<strong>la</strong>zo.<br />
Gran parte de los conceptos administrativos que se aplican en <strong>la</strong>s instituciones públicas fueron concebidos<br />
en una época en <strong>la</strong> que el Estado se dedicaba a funciones tales como <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones exteriores, <strong>la</strong> justicia y<br />
<strong>la</strong> defensa nacional. Pero posteriormente el aparato público fue asumiendo funciones ejecutivas que se<br />
expandieron gradualmente en ámbitos como <strong>la</strong> seguridad social, <strong>la</strong> salud, <strong>la</strong> educación, el desarrollo<br />
productivo. Pese a ese cambio, <strong>la</strong> administración continuó funcionando de acuerdo a los principios<br />
anteriores, e incluso los reafirmó y desarrolló.<br />
Por todas partes abundan los signos de esta forma de concebir al Estado: regu<strong>la</strong>ción constitucional de<br />
aspectos específicos de su funcionamiento, regu<strong>la</strong>ción legal de un gran número de materias, aplicación del<br />
principio administrativo según el cual sólo puede hacerse lo que está expresamente permitido, estatutos de<br />
personal con inamovilidad, etc.<br />
Al intentar privilegiar formas de organización más flexibles y abiertas se requiere, por lo tanto, un verdadero<br />
cambio de paradigma respecto a cómo el Estado debe funcionar. Pero, a su vez, requiere de una nueva<br />
visión acerca de cómo el Estado debe cambiar: no basta con imp<strong>la</strong>ntar un nuevo modelo organizativo y<br />
97
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
dictar nuevas leyes, sino que se debe, más bien, posibilitar un nuevo tipo de práctica en el Estado, tanto en<br />
<strong>la</strong>s funciones gerenciales como en <strong>la</strong>s profesionales, técnicas y administrativas.<br />
4. ¿COMO CAMBIAR?<br />
El punto medu<strong>la</strong>r para posibilitar una transformación como <strong>la</strong> propuesta es crear <strong>la</strong>s condiciones para que el<br />
cambio, <strong>la</strong> evaluación y <strong>la</strong> innovación pasen a ser constantes en el aparato estatal. Ese es el tipo de<br />
organización que se requiere en estos tiempos en que <strong>la</strong> velocidad e intensidad de los cambios son cada<br />
vez mayores, y <strong>la</strong> flexibilidad resulta ser un requisito indispensable para cualquier institución que tenga<br />
pretensión de permanecer en el tiempo.<br />
Ello significa, entonces, intervenir al interior de <strong>la</strong>s organizaciones públicas creando nuevas prácticas<br />
gerenciales, potenciando estilos de trabajo y formas de gestión del personal apropiadas a esta nueva visión,<br />
sustentadas, a su vez, por una cultura organizacional que se corresponda.<br />
El objetivo de <strong>la</strong> política de modernización impulsada por el Gobierno chileno ha sido el generar una gestión<br />
pública orientada a los resultados, reemp<strong>la</strong>zando progresivamente <strong>la</strong> cultura organizacional tradicional,<br />
basada en los procedimientos, pero manteniendo los valores y principios propios del servicio público.<br />
Un cambio como el propuesto implica volcar <strong>la</strong> atención desde el interior de <strong>la</strong> administración hacia el<br />
exterior, evaluar el impacto de <strong>la</strong>s acciones que se realizan y actuar en consecuencia. Para ello, se hace<br />
necesaria una mayor c<strong>la</strong>ridad respecto del sentido final de <strong>la</strong> administración como servicio público, y su<br />
expresión en metas y objetivos concretos. De ahí <strong>la</strong> creciente importancia que ha ido adoptando <strong>la</strong><br />
orientación al usuario en el sector público: servir a <strong>la</strong> ciudadanía es el sentido principal de <strong>la</strong> administración<br />
pública, y ello debe expresarse en el funcionamiento cotidiano de cada parte del aparato estatal.<br />
El mayor énfasis en los resultados y en <strong>la</strong> calidad de servicio ha estado presente en muchas de <strong>la</strong>s<br />
experiencias recientes de reforma del Estado en países desarrol<strong>la</strong>dos. Este se manifiesta, por ejemplo, en<br />
<strong>la</strong> contractualización de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones intragubernamentales en Nueva Ze<strong>la</strong>ndia y en el desarrollo del<br />
modelo divisional originado en el norte de Europa y materializado posteriormente en experiencias como <strong>la</strong>s<br />
del programa Next Steps en Gran Bretaña. En los últimos años se han multiplicado nuevas modalidades de<br />
vincu<strong>la</strong>ción con los usuarios de los servicios públicos, como <strong>la</strong>s cartas ciudadanas, en tanto que en otros<br />
países, como Estados Unidos y Australia el énfasis ha estado puesto en mejorar los sistemas de evaluación<br />
y control de gestión.<br />
Se trata, sin embargo, de cambios de más difícil realización que <strong>la</strong> mera adecuación de <strong>la</strong>s normativas y los<br />
organigramas. Son cambios sistémicos, que requieren reformu<strong>la</strong>r, paso a paso, cada una de <strong>la</strong>s piezas que<br />
conforman el sistema de gestión pública.<br />
Nuestra manera de abordar <strong>la</strong> modernización de <strong>la</strong> gestión pública intenta ser coherente con <strong>la</strong>s ideas que<br />
se han descrito. Lo paradojal es que en Chile, donde actualmente no existen <strong>la</strong>s presiones coyunturales que<br />
han debido enfrentar otros países, resulta más difícil abrir paso a políticas innovadoras. Fuera de corregir<br />
efectivamente <strong>la</strong>s deficiencias, se debe asegurar <strong>la</strong> preservación del equilibrio fiscal y evitar que el proceso<br />
de cambio genere inestabilidades o ineficiencias en el corto p<strong>la</strong>zo. Armonizando estos elementos, hemos<br />
utilizado una estrategia cuyos puntos fundamentales son los siguientes:<br />
• Protagonismo de los servicios públicos y no de <strong>la</strong> autoridad central.<br />
• Apoyo técnico y coordinación de <strong>la</strong>s iniciativas de cada servicio o ministerio.<br />
• Incorporación de medidas modernizadoras en el proceso presupuestario.<br />
• Impulso a cambios legales en áreas críticas donde existen limitaciones reg<strong>la</strong>mentarias.<br />
• Creación de mecanismos que estimulen y recompensen los avances en <strong>la</strong> gestión.<br />
Todos estos elementos están dirigidos a mejorar <strong>la</strong> gestión como prioridad, es decir, a intentar maniobrar<br />
dentro de <strong>la</strong> normativa vigente para provocar mejorías e innovaciones, y asumir iniciativas que impliquen<br />
reformas legales en aquellos ámbitos en que el marco normativo actual impida o dificulte <strong>la</strong> continuidad del<br />
proceso. De esa manera se busca revertir <strong>la</strong> tendencia natural que existe en el Estado a depositar<br />
exclusivamente sobre <strong>la</strong>s normas y procedimientos <strong>la</strong>s posibilidades de cambio y mejoramiento de <strong>la</strong><br />
gestión.<br />
Esta estrategia toma elementos de lo que ha sido denominado como "gerencialismo", en contraposición al<br />
enfoque tradicional de "reforma administrativa". Chile es uno de los pocos países en América <strong>La</strong>tina que se<br />
ha adentrado en este camino. Nuestro objetivo es lograr un equilibrio entre el elemento dinamizador que<br />
puede venir de una gerencia más activa, por una parte y, por <strong>la</strong> otra, <strong>la</strong> recuperación y renovación de <strong>la</strong><br />
98
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
tradición administrativa local, que implica una valorización de <strong>la</strong> función pública y una adaptación gradual de<br />
<strong>la</strong> institucionalidad.<br />
5. AVANCES LOGRADOS<br />
El Gobierno chileno ha impulsado el proceso modernizador a través de diversas iniciativas en un proceso<br />
que se extiende ya por tres años. El punto de partida de esta experiencia fue el P<strong>la</strong>n Piloto de<br />
modernización de Servicios Públicos, iniciado en 1993, y donde, por primera vez, se intentó aplicar<br />
intensivamente técnicas modernas de gestión, como <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación estratégica y los indicadores de gestión<br />
en siete servicios públicos.<br />
En base a esa experiencia se ha desarrol<strong>la</strong>do, desde 1994, un sistema de indicadores de gestión<br />
incorporado al proceso presupuestario. En el último presupuesto este sistema abarcó a 49 servicios<br />
públicos con cerca de 200 indicadores. Dichos indicadores son utilizados en el proceso presupuestario para<br />
<strong>la</strong> definición de metas y <strong>la</strong> evaluación de su cumplimiento, incorporándose dichos elementos en <strong>la</strong> discusión<br />
presupuestaria en el Congreso <strong>Nacional</strong>.<br />
En 1995 43 servicios públicos adoptaron compromisos de modernización con el Presidente de <strong>la</strong> República,<br />
compromisos cuyo cumplimiento ha sido logrado en un 80% hasta <strong>la</strong> fecha, y que serán renovados este año<br />
bajo forma de proyectos específicos de mejoramiento de <strong>la</strong> gestión.<br />
Se están impulsando también reformas en los sistemas de remuneraciones y <strong>la</strong> gestión de recursos<br />
humanos. El ejecutivo ha impulsado dos iniciativas legales modificatorias de <strong>la</strong>s Leyes que rigen los<br />
servicios de Aduanas y el Ministerio de Obras Públicas, incorporando innovativos avances sobre todo en el<br />
ámbito de <strong>la</strong> gestión del personal en los niveles profesionales y directivos. Los principios que sustentan<br />
dichas propuestas debieran irse incorporando en nuevas iniciativas que permitan ir gradualmente<br />
difundiéndolos en el resto del sector público.<br />
<strong>La</strong> capacitación es una de <strong>la</strong>s áreas que ha recibido mayor impulso. Se ha puesto en marcha un proceso de<br />
modernización de todo el sistema de capacitación del personal en el sector público que implicará una<br />
duplicación de recursos invertidos en esa área y una mayor vincu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s iniciativas de capacitación<br />
respecto de los p<strong>la</strong>nes de desarrollo estratégico de <strong>la</strong>s instituciones. Entre 1990 y 1996, <strong>la</strong> inversión en<br />
capacitación del Gobierno Central se ha más que triplicado, incrementándose en un 40% en términos reales<br />
en el último año.<br />
Se han impulsado diversas iniciativas destinadas a difundir <strong>la</strong>s ideas modernizadoras y a crear un sentido<br />
común compartido respecto a cuál es el modo de poner<strong>la</strong>s en práctica. Desde guías de apoyo a <strong>la</strong> gestión,<br />
pasando por videos, libros, seminarios, talleres. Dentro de esta política se han desarrol<strong>la</strong>do dos encuentros<br />
internacionales sobre Modernización de <strong>la</strong> Gestión Pública participando en el último de ellos más de 1000<br />
directivos y profesionales de todo el sector público. Dichos seminarios han permitido difundir, al interior de <strong>la</strong><br />
administración pública chilena algunas de <strong>la</strong>s experiencias más relevantes en esta materia en países como<br />
España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Australia, Nueva Ze<strong>la</strong>ndia, Singapur y Suecia.<br />
Simultáneamente con el último de estos seminarios se realizó una feria de exposición en <strong>la</strong> que participaron<br />
servicios públicos destacados por sus iniciativas de mejoramiento de <strong>la</strong> atención y empresas privadas que<br />
brindan distintos tipos de servicios al Estado (consultorías, informática, capacitación).<br />
Se han llevado a cabo innumerables medidas modernizadoras al interior de los servicios públicos en áreas<br />
muy variadas. Gran parte de esas iniciativas se han traducido en mejorías concretas de <strong>la</strong> calidad de los<br />
servicios que atañen directamente a los usuarios. Sólo en lo que se refiere a <strong>la</strong> realización de mediciones y<br />
consultas a los usuarios respecto de <strong>la</strong> calidad de los servicios sabemos que más de 20 instituciones <strong>la</strong>s<br />
han realizado, y en base a el<strong>la</strong>s han comenzado a definir medidas para mejorar <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> atención<br />
que ofrecen. Algunos de los avances más notables que vale <strong>la</strong> pena citar son los siguientes:<br />
Hoy los servicios públicos son más rápidos y ágiles:<br />
• Un 70% de los contribuyentes con problemas de dec<strong>la</strong>ración solucionan su problema en <strong>la</strong> primera<br />
visita al Servicio de Impuestos Internos.<br />
• <strong>La</strong> Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas ha disminuido el tiempo de espera en <strong>la</strong>s<br />
p<strong>la</strong>zas de peaje en <strong>la</strong>s horas pico de 20 a 3 minutos.<br />
• El Instituto de Normalización Previsional (INP) ha disminuido su tiempo de respuesta en <strong>la</strong> entrega de <strong>la</strong><br />
primera pensión de 143 días en 1990 a 35 días en 1990, a su vez <strong>la</strong> Dirección de Previsión de<br />
Carabineros ha disminuido de 60 a 48 días <strong>la</strong> entrega del mismo beneficio.<br />
99
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
• <strong>La</strong> Dirección de Vialidad ha reducido de 5 a 1,7 días el tiempo de tramitación para autorizar permisos de<br />
sobrepeso de camiones.<br />
Hoy <strong>la</strong> ciudadanía recibe una mayor cantidad y volumen de beneficios y servicios públicos:<br />
• El numero de trabajadores cubiertos por acciones de fiscalización de <strong>la</strong> Dirección del Trabajo aumentó<br />
de 500.000 en 1990 a 1.250.000 en 1995.<br />
• El Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) otorgó durante 1995 bonificaciones a 23.800<br />
microempresas para acceso a créditos bancarios, beneficio que antes era inexistente.<br />
• El Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>la</strong> Juventud ha desarrol<strong>la</strong>do <strong>la</strong> Tarjeta Joven para que <strong>la</strong> juventud pueda<br />
acceder a una serie de beneficios como descuentos en entradas a espectáculos y tiendas en general. A<br />
su vez el INP tiene una iniciativa simi<strong>la</strong>r, <strong>la</strong> Tarjeta TIP a <strong>la</strong> que pueden acceder todos sus usuarios.<br />
Hoy los servicios públicos son más convenientes para <strong>la</strong> ciudadanía y el país:<br />
<strong>La</strong> Superintendencia del Instituto de Salud Previsional (ISAPRES), los Servicios de Vivienda y Urbanismo, el<br />
Fondo <strong>Nacional</strong> de Salud (FONASA) y el Servicio de Impuestos Internos, entre otros, cuentan con teléfonos<br />
especiales para recibir consultas.<br />
• El Servicio de Tesorerías, FONASA y el INP cuentan con terminales computacionales de autoconsulta.<br />
• El Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC) cuenta con ejecutivos de cuenta para atender<br />
personalmente los usuarios de algunos de sus programas.<br />
• Los servicios de salud han cambiado su atención por número y orden de llegada, que generaba grandes<br />
atochamientos, por un sistema de atención por cita, que permite perder menos tiempo a <strong>la</strong>s personas.<br />
• Hoy en día el Servicio de Tesorerías paga anticipadamente a <strong>la</strong> fecha tope <strong>la</strong>s devoluciones de<br />
impuestos, a su vez lo hace directamente en <strong>la</strong> cuenta corriente de los contribuyentes. También esta<br />
institución inaugurará este año el primer sistema de pago electrónico de impuestos.<br />
• El Servicio Agríco<strong>la</strong> y Ganadero ha creado sitios de inspección intermedios para <strong>la</strong>s exportaciones<br />
hortofrutíco<strong>la</strong>s. Esto ha permitido dar una más rápida y conveniente atención al exportador,<br />
descongestionando los puertos de embarque y disminuyendo los costos de transporte.<br />
Hoy los servicios públicos están disponibles para mayor cantidad de personas:<br />
• <strong>La</strong> Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos ha puesto a disposición de los reclusos en penales y de<br />
enfermos en hospitales un servicio de préstamos de libros y revistas.<br />
• El INP cuenta con oficinas móviles para atender al adulto mayor en sus hogares.<br />
• Carabineros ha desplegado comisarías móviles para atender más fácilmente al público.<br />
• El Ministerio de Justicia cuenta con unidades móviles de asesoría jurídica.<br />
• El Registro Civil ha desarrol<strong>la</strong>do equipos móviles de atención de cédu<strong>la</strong>s de identidad.<br />
• FONASA ha duplicado <strong>la</strong> cantidad de puntos de venta de bonos.<br />
<strong>La</strong> actual agenda del Gobierno contemp<strong>la</strong> una serie de nuevas iniciativas, recientemente anunciadas por el<br />
Presidente de <strong>la</strong> República:<br />
Calidad: se instituirá un Premio a <strong>la</strong> calidad que se otorgará a los servicios que logren avances más<br />
significativos en esta materia, y consistirá en un sello distintivo que podrá ser utilizado por <strong>la</strong> institución<br />
durante dos años.<br />
Profesionalización: se impulsará un Proyecto de Ley conteniendo una serie de medidas destinadas a<br />
reforzar el profesionalismo y <strong>la</strong> responsabilidad en el ejercicio de <strong>la</strong> función pública.<br />
Transparencia: se establecerá <strong>la</strong> obligación de realizar un ba<strong>la</strong>nce y memoria anual por parte de los<br />
servicios públicos como un modo de reforzar <strong>la</strong> transparencia de <strong>la</strong> gestión, mejorar <strong>la</strong> información y<br />
estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> responsabilización por los resultados.<br />
Difusión: continuará <strong>la</strong> edición de guías sobre modernización acerca de materias tales como <strong>la</strong> utilización de<br />
indicadores de gestión y <strong>la</strong> puesta en práctica de <strong>la</strong>s nuevas directivas en materia de capacitación del<br />
personal.<br />
Reestructuraciones institucionales: se modificará <strong>la</strong> estructura de <strong>la</strong> CORFO con el objeto de fortalecer <strong>la</strong><br />
eficiencia de <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor del Estado en materia de fomento productivo, separándo<strong>la</strong> de <strong>la</strong> administración de<br />
empresas públicas para terminar así una re<strong>la</strong>ción que se encuentra obsoleta.<br />
100
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
6. DEBILIDADES<br />
El proceso de modernización de <strong>la</strong> gestión pública en Chile es re<strong>la</strong>tivamente reciente y, por lo tanto, no se<br />
encuentra aún plenamente consolidado. <strong>La</strong> realidad actual de <strong>la</strong>s instituciones que integran el Gobierno<br />
Central reve<strong>la</strong> problemas, debilidades y amenazas que requieren ser enfrentadas para lograr que dicho<br />
proceso resulte en transformaciones perdurables.<br />
Los usuarios de los servicios públicos no perciben aún avances sustantivos en <strong>la</strong> calidad de los servicios<br />
que reciben del Estado. Una encuesta reciente indica a este respecto que menos de <strong>la</strong> mitad de los<br />
usuarios considera que se han producido avances en <strong>la</strong> modernización de los servicios públicos a los que<br />
recurren con mayor frecuencia. <strong>La</strong> evaluación de estos mismos usuarios es significativamente más<br />
favorable para los servicios prestados por el sector privado.<br />
Si bien los usuarios valoran positivamente algunos aspectos propios de los servicios públicos, como <strong>la</strong><br />
gratuidad y su disponibilidad en todo el país, éstos aprecian c<strong>la</strong>ras desventajas en lo referente a <strong>la</strong> falta de<br />
libertad de elección y <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> atención que éstos prestan al público. Pese a ello, existe una<br />
perspectiva optimista respecto del futuro, por cuanto cerca de un 60% de los encuestados estima que los<br />
servicios públicos mejorarán en el futuro próximo.<br />
Existe un marcado contraste entre <strong>la</strong> percepción de avances en los aspectos materiales respecto de los<br />
factores cualitativos en el funcionamiento de los servicios públicos. Así, mientras <strong>la</strong> mayoría de los usuarios<br />
reconoce avances en <strong>la</strong> infraestructura y el uso de <strong>la</strong> informática, su percepción de <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> atención<br />
prestada por los funcionarios es mayoritariamente negativa.<br />
Estas percepciones pueden contrastarse con los resultados de estudios efectuados entre el personal de <strong>la</strong><br />
administración pública. Dichos estudios han reve<strong>la</strong>do una baja autoestima, desconfianza respecto de <strong>la</strong>s<br />
autoridades y un marcado escepticismo frente a <strong>la</strong>s posibilidades de cambio. Si bien los funcionarios<br />
reconocen a <strong>la</strong> modernización de sus instituciones como un proceso real e inevitable, aún <strong>la</strong> enfrentan con<br />
desconocimiento, incertidumbre y temor, asociándo<strong>la</strong> con los traumáticos episodios de arbitrariedad y<br />
despidos del pasado régimen.<br />
En buena medida <strong>la</strong>s aprensiones de los funcionarios se fundan en <strong>la</strong>s actitudes y prácticas de los<br />
directivos. Si bien un número importante de directores generales de servicios cuentan con experiencia,<br />
vocación y aptitudes para conducir un proceso de modernización institucional, <strong>la</strong>s capacidades del conjunto<br />
de los cuadros directivos del Estado son aún limitadas. Entre estos sectores tiende a primar <strong>la</strong> jerarquía, el<br />
autoritarismo y <strong>la</strong> defensa del poder burocrático por sobre el liderazgo, <strong>la</strong> cooperación y el manejo de<br />
técnicas de gestión moderna.<br />
El sistema político, por su parte, no reve<strong>la</strong> aún una c<strong>la</strong>ra voluntad de enfrentar <strong>la</strong>s exigencias y los conflictos<br />
que inevitablemente rodean todo proceso de cambio. Como es común, los dirigentes, par<strong>la</strong>mentarios y<br />
autoridades políticas, tienden a estar fuertemente motivados por consideraciones de corto p<strong>la</strong>zo, lo que<br />
hace que <strong>la</strong> modernización de <strong>la</strong> gestión pública se encuentre en c<strong>la</strong>ra desventaja para incorporarse como<br />
una prioridad en sus agendas.<br />
7. EL CAMBIO EN LA ADMINISTRACION PUBLICA<br />
El camino escogido por <strong>la</strong> reforma del Estado en Chile no es fácil; éste se aparta tanto de <strong>la</strong> tradición de <strong>la</strong>s<br />
reformas administrativas en América <strong>La</strong>tina como de <strong>la</strong> tendencia a imitar <strong>la</strong>s técnicas del management<br />
privado. Resulta inevitable en estas circunstancias preguntarse por qué hacer <strong>la</strong>s cosas tan complicadas.<br />
Para responder a esta pregunta resulta conveniente reconocer qué es lo propio de <strong>la</strong> gestión pública y cómo<br />
ésta puede producir un cambio realmente eficaz. A este respecto pueden reconocerse una serie de<br />
cuestiones básicas que nos diferencian del sector privado y que explican <strong>la</strong> complejidad del camino que se<br />
está recorriendo.<br />
En primer lugar, cuando se trata de preocuparse de los resultados, en el sector público debemos partir por<br />
averiguar cuáles son. Para saberlo no podemos limitarnos a evaluar utilidades y examinar <strong>la</strong> contabilidad.<br />
Debemos partir por crear indicadores y c<strong>la</strong>rificar nuestras metas. Pero no sólo eso. Estamos también<br />
obligados a conocer el impacto de nuestras acciones, y a diseñar instrumentos ad hoc para ello,<br />
instrumentos que deben cumplir una serie de exigencias técnicas y considerar, además, mecanismos de<br />
retroalimentación desde el usuario.<br />
101
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Desde el punto de vista del control interno y de <strong>la</strong> agilización de los procedimientos, nos encontramos con<br />
una serie de obligaciones anexas que son esenciales en el sector público:<br />
Transparencia de <strong>la</strong>s acciones desarrol<strong>la</strong>das y limitación de <strong>la</strong> arbitrariedad. Un empresario debe rendir<br />
cuentas a un número más limitado de sujetos, si se equivoca no lo hace respecto de los recursos públicos.<br />
Ecuanimidad con que se desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> gestión pública, evitando favoritismos políticos o de otra índole,<br />
asegurando una cierta continuidad y coherencia de criterios al interior de <strong>la</strong>s instituciones públicas.<br />
Resguardo del interés general y responsabilidad política, asegurando que cada decisión obedezca al bien<br />
común y a criterios de justicia, y dé cuenta de los intereses más permanentes de <strong>la</strong> comunidad.<br />
Disciplina fiscal, que requiere efectuar un control responsable de <strong>la</strong>s finanzas públicas, principal instrumento<br />
de <strong>la</strong> política macroeconómica de que dispone el Gobierno.<br />
Cada uno de los cambios que emprendemos debe tener en cuenta estos imperativos, y responder a ellos.<br />
<strong>La</strong> forma tradicional de generar los cambios en el sector público ha sido el de <strong>la</strong> reforma administrativa.<br />
Cuando los procedimientos y <strong>la</strong>s normas se han estimado inadecuados para <strong>la</strong>s necesidades de <strong>la</strong><br />
administración, <strong>la</strong> respuesta lógica ha parecido siempre reemp<strong>la</strong>zarlos por otros. Resultado de ello ha sido<br />
el desarrollo de instrumentos para <strong>la</strong> protección de los derechos ciudadanos, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>mentación de los<br />
procesos administrativos para erradicar <strong>la</strong> discrecionalidad, <strong>la</strong> estructuración y reestructuración de <strong>la</strong> carrera<br />
funcionaria, <strong>la</strong> simplificación de procedimientos, <strong>la</strong>s redefiniciones de cargos, <strong>la</strong>s reestructuraciones<br />
orgánicas y <strong>la</strong>s actualizaciones de <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>s de personal.<br />
El camino de <strong>la</strong> reforma administrativa ha sido recorrido en innumerables oportunidades por los Estados<br />
<strong>la</strong>tinoamericanos, concluyendo casi siempre en reformas parciales, incompletas, distorsionadas por el<br />
sistema político, los intereses corporativos o los vicios de <strong>la</strong> propia administración. Esto hace que en Chile,<br />
tanto como en los demás países de <strong>la</strong> región, el Estado se desenvuelva en una realidad preburocrática,<br />
donde los problemas de <strong>la</strong> concepción Weberiana de <strong>la</strong> organización se han percibido mucho antes que sus<br />
beneficios y donde <strong>la</strong> discrecionalidad y <strong>la</strong> administración informal permiten resolver muchas de <strong>la</strong>s<br />
demandas y problemas cotidianos que enfrentan <strong>la</strong>s instituciones públicas.<br />
Este es un contexto, por lo tanto, en que los modelos finalistas y <strong>la</strong>s reformas integrales --sean éstas de<br />
sello liberal o administrativista-- tienen poco que aportar. Para pasar de un estadio preburocrático a uno<br />
postburocrático los Estados <strong>la</strong>tinoamericanos no deben tener que recorrer previamente el <strong>la</strong>rgo camino de <strong>la</strong><br />
construcción del modelo burocrático, sino estructurar gradualmente una nueva cultura organizacional que<br />
recoja los valores, objetivos y principios del servicio público para un mundo más exigente, heterogéneo y<br />
cambiante.<br />
<strong>La</strong> construcción de esta cultura organizacional, sin embargo, no es indiferente a los procesos que conducen<br />
a el<strong>la</strong>. Lo interesante del proceso de modernización de <strong>la</strong> gestión pública en Chile no es <strong>la</strong> existencia de un<br />
modelo finalista, sino su carácter de proceso en que <strong>la</strong>s prioridades, técnicas e instrumentos han ido<br />
encadenándose en el tiempo.<br />
Más que un enfoque burocrático, eficientista o contractualista, lo que se aprecia en Chile es una visión que<br />
evoluciona desde <strong>la</strong> economía al management, de allí a lo político-institucional, punto desde el que se llega<br />
a <strong>la</strong> Reforma Administrativa.<br />
El resultado no es indiferente a <strong>la</strong> trayectoria. Es distinto p<strong>la</strong>ntear bonificaciones por desempeño como<br />
incentivo que como reconocimiento al funcionario.<br />
Es distinto responder a <strong>la</strong> necesidad de gerentes idóneos a través de <strong>la</strong> "particu<strong>la</strong>r confianza" que a través<br />
de procedimientos transparentes de concurso.<br />
Es distinto p<strong>la</strong>ntear metas de desempeño como promedios que como mínimos garantizados.<br />
En <strong>la</strong> experiencia internacional no existen los modelos puros y escasas experiencias en <strong>la</strong>s que una elite<br />
iluminada tenía resueltas todas <strong>la</strong>s preguntas de antemano. Sin embargo, ronda el peligro del mercado de<br />
<strong>la</strong>s reformas. Tendencia de gobiernos <strong>la</strong>tinoamericanos a comprar recetas ajenas a su realidad.<br />
102
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En el caso particu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> gestión pública esto es especialmente grave por <strong>la</strong> predominancia de realidades<br />
preburocráticas. Lo que se puede exigir a <strong>la</strong>s elites políticas y tecnoburocráticas es tener c<strong>la</strong>ro por donde<br />
partir e ir ade<strong>la</strong>ntándose a <strong>la</strong> realidad.<br />
NOTAS<br />
1. IMD World Competitiveness Yearbook 1996, realizado por <strong>la</strong> Universidad de <strong>La</strong>ussanne, Suiza.<br />
103
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
LA COORDINACION INTRAMINISTERIAL DE LOS ASUNTOS EUROPEOS. El Estudio de<br />
un Caso en cuanto a Temas y Conceptos<br />
Adriaan SCHOUT<br />
Senior Lecturer, Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP), Maastricht, PAISES BAJOS<br />
1. ¿SI CAMBIA EL ENTORNO, DEBE CAMBIAR UNA ORGANIZACION?<br />
Ni quienes <strong>la</strong> aplican, ni los académicos, tienen c<strong>la</strong>ro cuál ha sido el efecto de <strong>la</strong> profundización de <strong>la</strong><br />
integración europea de fines de <strong>la</strong> década del ochenta y principios de <strong>la</strong> del noventa, en <strong>la</strong> gestión de los<br />
ministerios nacionales (1). <strong>La</strong>s implicaciones que se supone tendrá esto sobre los ministerios son diversas y<br />
<strong>la</strong>s opiniones fluctúan desde 'hay que realizar cambios estructurales' hasta 'no es necesario emprender<br />
ajustes significativos'.<br />
Por una parte, hay quienes sostienen que, debido a <strong>la</strong> integración europea, el grado de complejidad del<br />
entorno en el cual funcionan <strong>la</strong>s administraciones nacionales ha cambiado tanto que los ministerios han<br />
debido adaptar sus organizaciones. Por otra parte, hay quienes suponen que <strong>la</strong> integración europea no ha<br />
exigido que se establezcan nuevos tipos de capacidades o que los ministerios han respondido<br />
primordialmente a cambios ocurridos en sus entornos nacionales y por consiguiente el impacto de <strong>la</strong><br />
integración europea no puede distinguirse de <strong>la</strong>s reformas administrativas nacionales. Hay también quienes<br />
consideran que bastaría sólo con llevar a cabo cambios marginales, como enviar funcionarios a cursos de<br />
formación a nivel europeo. <strong>La</strong> interrogante que forma <strong>la</strong> parte medu<strong>la</strong>r de este trabajo es por lo tanto <strong>la</strong><br />
siguiente: ¿<strong>La</strong> integración europea ha exigido que los ministerios desarrollen nuevos mecanismos de<br />
coordinación específicos o es posible que <strong>la</strong> gestión de los asuntos europeos se realice por medio de los<br />
canales de comunicación habituales?<br />
Hay que tener en cuenta sin embargo, que <strong>la</strong> integración europea está enraizada tan hondo que sería poco<br />
probable que no haya requerido modificaciones profundas en <strong>la</strong> estructura de los ministerios nacionales. A<br />
pesar de ello, no se ha prestado demasiada atención política a <strong>la</strong>s consecuencias intraministeriales ni se<br />
han realizado estudios sistemáticos de <strong>la</strong>s repercusiones que ha tenido <strong>la</strong> integración regional. Se ha<br />
considerado que el proceso de <strong>la</strong> integración europea ha sido fundamentalmente de índole política.<br />
Además, <strong>la</strong> atención se ha centrado en los aspectos negativos de <strong>la</strong> integración, como ser <strong>la</strong> eliminación de<br />
los obstáculos al comercio, mientras que <strong>la</strong>s modificaciones administrativas consecuentes, necesarias para<br />
que el proceso de integración tenga éxito, no han sido tenidas en cuenta en gran medida.<br />
A falta de un estudio interno profundo de <strong>la</strong>s repercusiones de <strong>la</strong> integración europea sobre <strong>la</strong>s<br />
administraciones nacionales y dado que no se puede depender de <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong>s organizaciones para<br />
predecir cómo deben responder los ministerios ante desafíos nuevos, es necesario disponer de estudios de<br />
casos para analizar cuáles han sido <strong>la</strong>s fricciones ocasionadas por <strong>la</strong> integración europea en un ministerio,<br />
cómo ha respondido un ministerio y de qué manera <strong>la</strong>s medidas adoptadas han afectado el desempeño de<br />
<strong>la</strong> organización en el ámbito europeo.<br />
Este trabajo se basa en un estudio de ese tipo efectuado en profundidad con respecto a los cambios<br />
estructurales que emprendió el Ministerio de Asuntos Económicos de los Países Bajos en su organización<br />
(2). En respuesta a <strong>la</strong> mayor importancia que han cobrado los temas europeos en todas <strong>la</strong>s secciones de <strong>la</strong><br />
organización, el ministerio decidió descentralizar <strong>la</strong>s responsabilidades por los asuntos europeos dentro de<br />
su organización. Hasta 1992, <strong>la</strong> responsabilidad por <strong>la</strong>s cuestiones europeas recaía sólo sobre <strong>la</strong> Dirección<br />
General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior. Ya a comienzos de los años noventa era evidente que<br />
los funcionarios no podrían hacer una distinción entre lo que constituía política nacional y política europea.<br />
<strong>La</strong> decisión de descentralizar, sin embargo, requería nuevos mecanismos de coordinación para hacer <strong>la</strong><br />
gestión de <strong>la</strong> interdependencia entre ambas políticas y para evitar que <strong>la</strong> descentralización resultara en una<br />
fragmentación mayor aún del ministerio.<br />
Es importante estudiar cómo un ministerio ha adaptado su estructura desde dos puntos de vista, desde una<br />
perspectiva nacional y una europea. Desde <strong>la</strong> óptica nacional, es importante saber qué factores determinan<br />
<strong>la</strong> influencia de un ministerio en los procesos que determinan <strong>la</strong> política europea y qué mecanismos ha<br />
introducido para bregar con <strong>la</strong>s políticas burocráticas de que adolece <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia. Si<br />
estos mecanismos no se desarrol<strong>la</strong>n en grado suficiencie, <strong>la</strong> coordinación lleva demasiado tiempo y se ve<br />
paralizada por <strong>la</strong>s discrepancias internas y <strong>la</strong>s instrucciones, resultantes de negociaciones internas, que se<br />
dan a los negociadores pueden carecer de flexibilidad y no ser apropiadas en el contexto de <strong>la</strong>s<br />
104
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
negociaciones en <strong>la</strong> órbita europea. <strong>La</strong> consecuencia será una pérdida de influencia. Desde una perspectiva<br />
europea, es importante comprender qué requisitos se deben cumplir a nivel nacional para que <strong>la</strong> integración<br />
europea tenga éxito, porque <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> integración europea no puede quedar sólo en manos de <strong>la</strong><br />
Comisión, sino que exige el funcionamiento de redes europeas (Metcalfe, 1992, 1994). <strong>La</strong> Comisión no tiene<br />
ni los recursos ni el compromiso por parte de los Estados miembros para avanzar en el proceso de<br />
integración, por lo cual debe contar con <strong>la</strong>s pautas provenientes de los ministerios nacionales para<br />
salvaguardar <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> política y <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción europeas, para <strong>la</strong> internalización de <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas y el control de <strong>la</strong> internalización por parte de otros estados miembros, y para garantizar el apoyo<br />
de los estados miembros a <strong>la</strong>s medidas europeas. Asimismo, debido a lo limitado de los recursos y de <strong>la</strong><br />
autoridad que tiene <strong>la</strong> UE para coordinar políticas entre estados miembros o contro<strong>la</strong>r cómo funcionan los<br />
países, <strong>la</strong> viabilidad de <strong>la</strong> integración europea depende de <strong>la</strong> disponibilidad de pericio en asuntos europeos<br />
dentro de los miniserios, del grado de compromiso que haya dentro de <strong>la</strong>s administraciones nacionales para<br />
defender el punto de vista europeo y de <strong>la</strong> habilidad de integrar los asuntos europeos en <strong>la</strong>s políticas<br />
nacionales (Spence, 1995).<br />
El presente estudio se centra en <strong>la</strong> coordinación de los asuntos europeos dentro del ministerio. Se ha<br />
realizado un seguimiento de <strong>la</strong> manera como el ministerio ha adaptado sus capacidades de coordinación<br />
interna que abarca el período entre 1990 y 1995. Uno de los principales hal<strong>la</strong>zgos del estudio es que <strong>la</strong>s<br />
consecuencias organizacionales de <strong>la</strong> integración europea han sido subestimadas. Se ha detectado que los<br />
problemas re<strong>la</strong>cionados con los temas europeos siguen existiendo, y ha quedado de manifiesto que resulta<br />
difícil para un ministerio adaptar su organización y que se requiere de <strong>la</strong> cooperación interministerial para<br />
responder a los desafíos que p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> integración europea.<br />
El argumento se desarrol<strong>la</strong> de <strong>la</strong> siguiente manera. <strong>La</strong> sección 2 comprende una introducción al Ministerio<br />
de Asuntos Económicos y seña<strong>la</strong> brevemente otros temas intraministeriales de los cuales debió ocuparse<br />
cuando el impacto de <strong>la</strong> integración europea se hizo sentir. En <strong>la</strong> sección 3 se coloca al ministerio en el<br />
marco de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel europeo, en <strong>la</strong>s distintas fases de dicho proceso, así como en el<br />
contexto de <strong>la</strong> coordinación interministerial de <strong>la</strong>s políticas porque <strong>la</strong> manera como se coordinan <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas a nivel nacional incide en gran medida en el sistema intraministerial. <strong>La</strong>s dificultades que los<br />
temas europeos crearon dentro del ministerio, o sea sus problemas europeos, se resumen en <strong>la</strong> sección 4.<br />
Estos problemas europeos proporcionan los antecedentes del proceso de cambio de <strong>la</strong> organización a que<br />
se vio sometido el ministerio y son necesarios para evaluar si con <strong>la</strong>s adaptaciones estructurales fue posible<br />
erradicar <strong>la</strong>s insuficiencias. Esta sección también esquematiza lo que implicó <strong>la</strong> decisión de descentralizar.<br />
Los instrumentos conceptuales que se emplean para analizar el proceso de cambio se presentan en <strong>la</strong><br />
sección 5. Se presentan los cuatro tipos de mecanismos de coordinación que se pueden utilizar para ver en<br />
qué grado el ministerio ha adaptado sus capacidades de coordinación y ver si dichas medidas han resuelto<br />
o no sus problemas europeos. Es necesario hacer <strong>la</strong> distinción entre los tipos de mecanismos de<br />
coordinación porque no estamos sólo interesados en describir los procedimientos de coordinación dentro<br />
del ministerio, sino que los mecanismos de que dispone para hacer <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s políticas europeas<br />
deben comprenderse en términos de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación. Estas herramientas que sirven para<br />
evaluar <strong>la</strong> adaptación de <strong>la</strong> gestión interna de <strong>la</strong>s políticas europeas se aplican en <strong>la</strong> sección 6. Los efectos<br />
de estos cambios estructurales se consideran brevemente en <strong>la</strong> sección 7. En <strong>la</strong> sección 8 se presentan <strong>la</strong>s<br />
conclusiones que se derivan del presente trabajo.<br />
2. EL MINISTERIO DE ASUNTOS ECONOMICOS Y LA COORDINACION A NIVEL NACIONAL DE LOS<br />
TEMAS RELACIONADOS CON EUROPA<br />
Todo estudio de un proceso de adaptación administrativa debe tener en cuenta el hecho que los procesos<br />
de cambio se ven complicados por <strong>la</strong>s tradiciones y por los conjuntos de reg<strong>la</strong>s que conforman una<br />
organización ministerial, así como por lo que acontezca en el sistema administrativo nacional dentro del cual<br />
funciona y por otros acontecimientos intraminsteriales que ocurran simultáneamente. Los sistemas de<br />
creencia internos de un ministerio, como ser los enunciados de misión y los objetivos, y los acontecimientos<br />
adicionales del entorno que representan exigencias sobre <strong>la</strong> organización determinan cuánto tiempo y<br />
esfuerzo puede dedicar <strong>la</strong> organización para responder a estos desafíos, e inciden además en <strong>la</strong> naturaleza<br />
de sus respuestas. <strong>La</strong> finalidad de esta sección es presentar el contexto en el cual está inmerso el proceso<br />
de adaptación de <strong>la</strong> organización. Constituye una introducción al Ministerio de Asuntos Económicos,<br />
considera <strong>la</strong>s características principales de <strong>la</strong> organización en sí y analiza los acontecimientos internos que<br />
ocurrieron al mismo tiempo que empezaron a hacerse sentir los efectos de <strong>la</strong> mayor amplitud y profundidad<br />
de <strong>la</strong> integración europea alrededor de 1990.<br />
105
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
2.1 Misión<br />
Al ser el ministerio responsable por los asuntos económicos de un país pequeño, su principal objetivo es<br />
crear un mercado competitivo y abierto. El énfasis sobre <strong>la</strong> competitividad, y por ende sobre <strong>la</strong><br />
desregu<strong>la</strong>ción, no sólo ha determinado en grado significativo <strong>la</strong> respuesta del ministerio a <strong>la</strong>s iniciativas de<br />
política europea, sino que también ha determinado <strong>la</strong>s respuestas de dicho ministerio con respecto a <strong>la</strong><br />
adaptación de su organización a <strong>la</strong> integración europea. Como el ministerio ha estado muy a favor de <strong>la</strong><br />
creación de un mercado interior, consideró que los objetivos de <strong>la</strong> integración europea estaban de acuerdo<br />
con sus propios objetivos en cuanto a políticas. Es por ello que a fines de los años ochenta, los esfuerzos<br />
del ministerio para adaptarse a <strong>la</strong> integración europea se concentraban en explicarle a <strong>la</strong> industria cuales<br />
serían los efectos de ‘1992’, en lugar de averiguar cuales serían <strong>la</strong>s consecuencias que tendría sobre el<br />
ministerio en sí.<br />
2.2 <strong>La</strong> estructura formal<br />
El núcleo del ministerio comprende cuatro direcciones generales re<strong>la</strong>tivamente autónomas, como se aprecia<br />
en el cuadro 1. Estas son <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior, que es <strong>la</strong><br />
responsable de <strong>la</strong> política comercial y de <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas europeas dentro del propio<br />
ministerio y con otros ministerios, <strong>la</strong> Dirección General de Industria que se ocupa de <strong>la</strong> competitividad y de<br />
<strong>la</strong> capacidad innovadora de <strong>la</strong>s empresas, <strong>la</strong> Dirección General de Estructura Económica, que se encarga<br />
de <strong>la</strong> competitividad de <strong>la</strong> economía ho<strong>la</strong>ndesa y es responsable por asuntos de política horizontal tales<br />
como <strong>la</strong> competencia, <strong>la</strong> política tecnológica y <strong>la</strong> infraestructura y por último <strong>la</strong> Dirección General de Energía<br />
que está a cargo de <strong>la</strong> política energética. Cada una de estas direcciones generales está a su vez<br />
subdividida en tres a cinco direcciones (3).<br />
Cada una de estas direcciones generales tiene sus propias responsabilidades en cuanto a políticas, sus<br />
propios objetivos, estructuras, subentornos y enunciados de misión. El ministerio es por lo tanto una<br />
organización ‘diferenciada’. <strong>La</strong> diferenciación interna afecta <strong>la</strong> forma como el ministerio hace <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
integración europea porque cada dirección general adjudica un valor diferente a lo re<strong>la</strong>tivo a <strong>la</strong> Unión<br />
Europea. En consecuencia, sus respuestas a <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong> Comisión pueden ser incompatibles. <strong>La</strong><br />
Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior, por ejemplo, está en general a favor de <strong>la</strong><br />
integración europea, mientras que <strong>la</strong> Dirección General de Energía fue muy crítica con respecto a <strong>la</strong><br />
integración en su sector porque significaba <strong>la</strong> liberalización de mercados energéticos nacionales que<br />
estaban sujetos a un alto nivel de regu<strong>la</strong>ción. <strong>La</strong>s propuestas re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> libre circu<strong>la</strong>ción de los<br />
trabajadores en Europa también dieron lugar a diferencias internas, en cuanto a los empleados provenientes<br />
de los Estados miembros del sur de Europa y si debían recibir sueldos de acuerdo con los sa<strong>la</strong>rios fijados<br />
por <strong>la</strong>s negociaciones sa<strong>la</strong>riales colectivas dentro de un sector. <strong>La</strong> Dirección General de Estructura<br />
Económica estaba a favor de <strong>la</strong> desregu<strong>la</strong>ción, mientras que <strong>la</strong> Dirección General de Industria se<br />
preocupaba más por el empleo ho<strong>la</strong>ndés en <strong>la</strong> industria de <strong>la</strong> construcción.<br />
<strong>La</strong>s direcciones generales no sólo están diferenciadas, sino que funcionan a distintos niveles de <strong>la</strong> cadena<br />
de elboración de políticas de <strong>la</strong> Unión Europea. A modo de ejemplo, <strong>la</strong> Dirección General de Estructura<br />
Económica es responsable de <strong>la</strong>s negociaciones sobre <strong>la</strong> política europea de investigación y desarrollo, es<br />
decir un tema de política horizontal. <strong>La</strong> Dirección General de Industria a su vez se encarga de <strong>la</strong><br />
internalización de esta política y participa en los comités de comitología. <strong>La</strong>s capacidades de coordinación<br />
por lo tanto deben desarrol<strong>la</strong>rse hasta alcanzar una interdependencia recíproca además de secuencial.<br />
<strong>La</strong>s diferencias internas entre <strong>la</strong>s direcciones generales, sus distintos puntos de vista acerca de los<br />
beneficios que ofrece <strong>la</strong> integración europea y <strong>la</strong>s diversas fases de <strong>la</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de políticas a<br />
nivel europeo en <strong>la</strong>s cuales intervienen imponen grandes exigencias en cuanto a <strong>la</strong>s capacidades de<br />
coordinación interna de los asuntos europeos.<br />
2.3 <strong>La</strong> reorganización reciente<br />
El impacto de <strong>la</strong> integración europea sobre el ministerio no se dio en forma ais<strong>la</strong>da. El ministerio ya había<br />
tenido que ajustar su organización al cambio, pasando de una política orientada hacia los sectores, o sea<br />
una política industrial anticuada, a una política horizontal, enfocada a <strong>la</strong> competitividad e investigación y<br />
desarrollo, y había tenido que embarcarse en una mejora del nivel de su estructura, como respuesta a<br />
preocupaciones por su prestigio (4). En otras pa<strong>la</strong>bras, ya estaba inmerso en un proceso de reorganización<br />
que abarcaba de 1990 a 1993. Además, hubo acontecimientos que afectaron a toda <strong>la</strong> administración<br />
nacional, como ser reducciones presupuestarias y de personal, que también se sintieron en el ministerio.<br />
Los cambios que debió efectuar para incorporar estos acontecimientos intra e interministeriales<br />
106
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
determinaron <strong>la</strong> cantidad de atención que podía prestar a <strong>la</strong>s consecuencias de <strong>la</strong> integración europea, e<br />
influyeron en <strong>la</strong> eficacia con que se coordinaban <strong>la</strong>s políticas europeas dentro del ministerio, ya que algunos<br />
de los ajustes que estaba realizando facilitaban <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> política europea, como fue el caso con el<br />
mayor nivel de actualización de <strong>la</strong> coordinación interna, mientras que otros hicieron que <strong>la</strong> organización se<br />
moviera en direcciones que se contradecían con <strong>la</strong>s exigencias de <strong>la</strong> integración europea, como ser <strong>la</strong>s<br />
reducciones en los presupuestos para viajes y menos personal para bregar con un entorno europeo más<br />
complejo.<br />
3. EL SISTEMA NACIONAL DE COORDINACION DE LAS POLITICAS DE LA UNION EUROPEA<br />
3.1 <strong>La</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de políticas en <strong>la</strong> Unión Europea y <strong>la</strong> coordinación nacional de <strong>la</strong>s<br />
políticas de <strong>la</strong> Unión Europea<br />
A modo de antecedentes de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación que ha creado el ministerio en cada una de<br />
<strong>la</strong>s fases del proceso europeo de formu<strong>la</strong>ción de políticas, deben explicarse brevemente los distintos pasos<br />
de <strong>la</strong> cadena de e<strong>la</strong>boración de políticas a nivel europeo así como los procedimientos existentes para <strong>la</strong><br />
coordinación de estas fases en los Países Bajos (ver cuadro 1). El ministerio funciona dentro de estos<br />
sistemas, el nacional y el europeo, y son éstos los que definen el margen de maniobra que tiene, los p<strong>la</strong>zos<br />
dentro de los cuales debe realizar sus cometidos, los procedimientos a seguir, <strong>la</strong>s formas en que debe<br />
ejercer influencia a nivel nacional y europeo y <strong>la</strong>s oportunidades que tiene para eludir <strong>la</strong> coordinación.<br />
Algunas de <strong>la</strong>s características de gestión interna del ministerio están determinadas por estos sistemas más<br />
amplios.<br />
El primer paso en el proceso de formu<strong>la</strong>ción de políticas de <strong>la</strong> Unión Europea es <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de una<br />
propuesta por parte de <strong>la</strong> Comisión. En <strong>la</strong>s áreas que son responsabilidad del ministerio de Asuntos<br />
Económicos, es decir en asuntos re<strong>la</strong>cionados con el mercado interior y con <strong>la</strong> política comercial, <strong>la</strong><br />
Comisión tiene el derecho de iniciativa exclusivo. Para garantizar <strong>la</strong> calidad de una propuesta y para<br />
aumentar <strong>la</strong> probabilidad de que sea aceptada por el Consejo, <strong>la</strong> Comisión trabaja en estrecho contacto con<br />
expertos de <strong>la</strong> industria y con funcionarios públicos. En muchos casos, <strong>la</strong> Comisión convoca a reuniones de<br />
expertos para que consideren <strong>la</strong> necesidad de alguna nueva legis<strong>la</strong>ción. Por lo general se supone que esta<br />
fase inicial constituye el momento más importante en <strong>la</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de políticas en lo que a<br />
ejercer influencia se refiere. Dado que <strong>la</strong> Comisión intenta asegurarse de contar con el apoyo de <strong>la</strong> industria<br />
y de los Estados miembros desde el mero comienzo, es difícil modificar significativamente <strong>la</strong>s propuestas en<br />
etapas posteriores. Se ha estimado que una propuesta es adoptada con aproximadamente un 80% de su<br />
forma original (por ejemplo Hull, 1993). Más aún, <strong>la</strong> fase inicial es especialmente importante en el caso de<br />
los países pequeños debido al poco peso que tienen cuando se toman <strong>la</strong>s decisiones a nivel del Consejo.<br />
De ser cierto el supuesto acerca de <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> fase inicial, se podría esperar que los Estados<br />
miembros tengan capacidades de coordinación apropiadas para formu<strong>la</strong>r posiciones y resolver problemas<br />
ya en esta etapa temprana. En los Países Bajos, sin embargo, los funcionarios que participan en esta fase<br />
son considerados expertos independientes que no representan <strong>la</strong>s posiciones nacionales (Ministerio de<br />
Finanzas, 1989).<br />
<strong>La</strong> segunda fase comienza cuando <strong>la</strong> Comisión envía su propuesta al Consejo. <strong>La</strong> fase de discusiones en el<br />
Consejo comprende tres partes: <strong>la</strong>s negociaciones entre los funcionarios, <strong>la</strong>s negociaciones entre los<br />
embajadores (Comité de Representantes Permanentes - COREPER) y <strong>la</strong> decisión política a nivel del<br />
Consejo de Ministros. Antes de que los ministros tomen una decisión, <strong>la</strong> propuesta es considerada por<br />
funcionarios en grupos de trabajo dependientes del Consejo. Los funcionarios ho<strong>la</strong>ndeses que participan en<br />
estos grupos de trabajo, especialmente cuando se discuten temas técnicos, a menudo provienen de los<br />
ministerios en <strong>la</strong> capital (<strong>La</strong> Haya). Se espera que representen posiciones coordinadas, sin embargo, no se<br />
han especificado procedimientos para dicha coordinación por lo cual ésta es por lo general informal y en el<strong>la</strong><br />
sólo participan quienes están directamente involucrados.<br />
<strong>La</strong>s conclusiones a que llegan los funcionarios se elevan al COREPER, que es <strong>la</strong> reunión de los<br />
embajadores de los Estados miembros acreditados ante <strong>la</strong> Unión Europea (UE), para que <strong>la</strong>s aprueben<br />
formalmente. Si los funcionarios no han logrado llegar a un acuerdo en uno de los grupos de trabajo del<br />
Consejo, <strong>la</strong> propuesta volverá a ser objeto de discusión por parte del COREPER. Para estas discusiones,<br />
los Representantes Permanentes reciben instrucciones de sus respectivos gobiernos. <strong>La</strong>s instrucciones, en<br />
el caso de los Países Bajos, son coordinadas por el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores en consulta con<br />
otros ministerios y se discuten en <strong>la</strong> reunión instructiva del COREPER.<br />
Si el COREPER llega a un acuerdo, o de requerirse una solución política, someterá <strong>la</strong> propuesta<br />
(enmendada) al Consejo. <strong>La</strong> coordinación de <strong>la</strong>s posiciones nacionales para <strong>la</strong>s decisiones del Consejo se<br />
107
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
realiza a nivel político en el Consejo de Ministros de los Países Bajos y en su subconsejo para Asuntos<br />
Europeos. <strong>La</strong>s decisiones del gabinete con respecto a posiciones nacionales son preparadas por<br />
funcionarios en <strong>la</strong> Comisión de Coordinación para <strong>la</strong> Integración Europea y los Problemas de Asociación<br />
(ComCo), que está presidida por el Secretario de Estado para Asuntos Europeos. Este comité de<br />
coordinación interministerial para asuntos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> integración europea también se espera que<br />
formule posiciones estratégicas y que resuelva <strong>la</strong>s discrepancias que pueda haber entre los ministerios<br />
durante <strong>la</strong>s negociaciones en los grupos de trabajo del Consejo. Sin embargo esto no siempre ocurre, por lo<br />
tanto, los problemas que puedan surgir deben ser resueltos cuando <strong>la</strong>s propuestas llegan al final del<br />
proceso de toma de decisiones. Esto ha provocado quejas de que <strong>la</strong> ComCo se ocupa de detalles sin<br />
importancia que deberían haber sido resueltos en fases más tempranas, que <strong>la</strong>s decisiones se toman en<br />
una etapa demasiado tardía y que <strong>la</strong>s capacidades para resolver problemas en fases más tempranas son<br />
limitadas.<br />
Para diseñar procedimientos nacionales de coordinación es necesario que exista una coordinación formal<br />
sólo en <strong>la</strong>s etapas finales del proceso de toma de decisiones. Por lo tanto se dedica mucho tiempo y<br />
grandes esfuerzos a <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas nacionales, pero <strong>la</strong> energía se concentra en una etapa<br />
demasiado tardía para que sea eficaz. En <strong>la</strong>s fases más tempranas, durante <strong>la</strong>s cuales los expertos<br />
asesoran a <strong>la</strong> Comisión con respecto a <strong>la</strong>s nuevas propuestas y <strong>la</strong>s negociaciones en los grupos de trabajo<br />
a nivel del Consejo, no hay coordinación alguna entre funcionarios en los Países Bajos, o al menos no <strong>la</strong><br />
hay de tipo formal. Esto también significa que <strong>la</strong>s capacidades para seleccionar <strong>la</strong>s prioridades o formu<strong>la</strong>r<br />
estrategias precozmente son limitadas.<br />
Debido a <strong>la</strong> forma como está estructurada <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas nacionales, éstas a menudo son<br />
determinadas por funcionarios de jerarquía inferior (Van de Bos, 1991, 1995). Cuando se llega a acuerdos a<br />
nivel de los grupos de trabajo, no es necesario que se discutan <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong> Comisión en el<br />
COREPER ni en el Consejo. En estos casos, ni <strong>la</strong> ComCo ni el Gabinete consideran <strong>la</strong>s políticas. Debido al<br />
papel tan importante que tienen los funcionarios en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas europeas, un estudio<br />
acerca de cómo están coordinados dentro de un ministerio cobra una relevancia especial. Este puede ser el<br />
único nivel en el cual se toman decisiones con respecto a <strong>la</strong>s políticas europeas en los Países Bajos y es<br />
aquél en el cual el comportamiento de los funcionarios está dirigido y contro<strong>la</strong>do a través de procedimientos<br />
intraministeriales para <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> política de <strong>la</strong> Unión Europea.<br />
<strong>La</strong> fase final de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas europeas es <strong>la</strong> internalización. En gran medida ésta es una<br />
responsabilidad nacional, por ejemplo de los funcionarios que trabajan en el contexto de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
Unión Europea y de <strong>la</strong>s políticas europeas. A falta de un término más adecuado, a este proceso lo<br />
l<strong>la</strong>maremos <strong>la</strong> ‘internalización práctica’. Sin embargo, en muchas áreas, el Consejo le encargó a <strong>la</strong> Comisión<br />
<strong>la</strong> internalización de políticas (por ejemplo <strong>la</strong> gestión de los programas europeos de investigación y<br />
desarrollo y <strong>la</strong> política comercial). En estas áreas, el Consejo ha creado comités de comitología de distintos<br />
tipos para apoyar y contro<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> Comisión. A pesar de ello no se han creado procedimientos formales de<br />
coordinación a nivel nacional (interministerial) que permitan supervisar y contro<strong>la</strong>r el comportamiento de los<br />
funcionarios en los comités de comitología. <strong>La</strong> medida en que se coordina, dentro de un ministerio, <strong>la</strong><br />
posición que deben adoptar sus funcionarios en los comités en que intervienen depende del ministerio de<br />
que se trate.<br />
Como el propósito del presente estudio consiste en examinar cómo evolucionaron <strong>la</strong>s capacidades de<br />
coordinación dentro de un ministerio entre 1990 y 1995, también se observa el sistema nacional que existe<br />
para coordinar cada una de estas fases. En 1990, el sistema para <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas europeas<br />
comprendía los siguientes pasos: <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s posiciones nacionales para <strong>la</strong> Representación<br />
Permanente en <strong>la</strong>s reuniones de instrucción del COREPER y <strong>la</strong> preparación de <strong>la</strong>s reuniones del Consejo a<br />
nivel de funcionarios en <strong>la</strong> ComCo. En 1992, se agregó un tercer paso, el comité interministerial que evalúa<br />
<strong>la</strong>s implicaciones jurídicas y financieras de <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong> Comisión, l<strong>la</strong>mado BNC (6). Oficialmente<br />
este comité fue constituido en 1989, y a fin de preparar su participación en este comité interministerial de<br />
evaluación, el Ministerio de Asuntos Económicos tuvo que crear un comité interno, conocido como el pre-<br />
BNC. Este comité fue establecido en 1992 pero sin embargo, no se ha convertido en un órgano fuerte<br />
debido a limitaciones de tiempo, a dificultades en <strong>la</strong> toma de decisiones dentro del propio ministerio y al bajo<br />
nivel de participación.<br />
El Cuadro 1 resume <strong>la</strong>s fases que atraviesa una propuesta de política proveniente de <strong>la</strong> Unión Europea así<br />
como <strong>la</strong> coordinación de cada una de estas fases en los Países Bajos (1995/6). Muestra como, a nivel<br />
interministerial, el énfasis se aplica en <strong>la</strong> coordinación durante <strong>la</strong> fase final de <strong>la</strong> toma de decisiones a nivel<br />
político en <strong>la</strong>s reuniones de ministros. <strong>La</strong>s fases más tempranas, antes del COREPER y de <strong>la</strong> ComCo, así<br />
como <strong>la</strong>s fases finales carecen prácticamente de coordinación.<br />
108
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Cuadro 1. Fases de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas de <strong>la</strong> Unión Europea y <strong>la</strong> coordinación nacional de <strong>la</strong>s<br />
políticas europeas (1995/6)<br />
Fases de <strong>la</strong><br />
formu<strong>la</strong>ción<br />
de políticas<br />
europeas<br />
Comisión Fase del Consejo Internalización<br />
E<strong>la</strong>boración<br />
de<br />
propuesta<br />
Presentación<br />
de propuesta<br />
Grupos<br />
de<br />
Trabajo<br />
del<br />
Consejo<br />
COREPER Consejo Comités de<br />
Comitología<br />
Internalización<br />
Práctica<br />
Coordinación<br />
a nivel<br />
nacional<br />
-- BNC<br />
(desde<br />
1992)<br />
-- Reunión<br />
de<br />
instrucción<br />
del<br />
COREPER<br />
ComCo -- --<br />
3.2 Características de <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas europeas<br />
El sistema nacional de coordinación de políticas no sólo determina <strong>la</strong>s normas a <strong>la</strong>s cuales deben ceñirse<br />
los ministerios, sino que también tiene determinados rasgos que se reflejan en los ministerios nacionales.<br />
En el sistema nacional de coordinación de <strong>la</strong>s políticas, <strong>la</strong>s características que resultan importantes para<br />
comprender <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> política europea dentro del Ministerio de Asuntos Económicos son los<br />
principios de autonomía ministerial combinados con <strong>la</strong> responsabilidad colectiva sobre <strong>la</strong> política exterior, el<br />
control limitado de que goza el Par<strong>la</strong>mento con respecto a <strong>la</strong> política europea y el énfasis en <strong>la</strong> coordinación<br />
de políticas que se centra en <strong>la</strong>s etapas finales de <strong>la</strong> toma de decisiones políticas.<br />
3.2.1 Autonomía ministerial y responsabilidad colectiva<br />
El margen de maniobra que tiene un ministerio en <strong>la</strong>s distintas etapas de <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas está determinado por una combinación de los principios de autonomía ministerial y de<br />
responsabilidad colectiva con respecto a <strong>la</strong>s políticas europeas, los cuales son parcialmente contradictorios.<br />
El principio de autonomía ministerial implica que los ministerios son iguales y que no existe jerarquía formal<br />
alguna entre los distintos ministerios o ministros. Esto significa que, aunque el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones<br />
Exteriores es el responsable de coordinar <strong>la</strong>s decisiones a nivel del Consejo, los ministerios individuales son<br />
en gran medida responsables por lo que se hace en <strong>la</strong>s fases previas. A modo de ejemplo, los ministerios<br />
tienen sus propias delegaciones en <strong>la</strong> Representación Permanente en Bruse<strong>la</strong>s a fin de llevar a cabo<br />
negociaciones a nivel del Consejo y estar en estrecha comunicación con <strong>la</strong> Comisión. <strong>La</strong> igualdad jerárquica<br />
que existe entre los ministerios también significa que, si un departamento desea intervenir en un área donde<br />
es otro ministerio el principal responsable, su influencia no dependerá de <strong>la</strong> autoridad formal de que goce<br />
sino de su prestigio. Consecuentemente, esto requiere fuertes sistemas de gestión interna.<br />
<strong>La</strong> autonomía también implica que el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores no está facultado para intervenir<br />
en lo referente a <strong>la</strong> forma en que los ministerios ho<strong>la</strong>ndeses adaptan sus sistemas para realizar <strong>la</strong> gestión<br />
interna de los asuntos europeos. <strong>La</strong> manera en que los ministerios se ocupan de los temas europeos en<br />
principio es algo que sólo definen los propios ministerios individuales, sea que estén activos en <strong>la</strong> toma de<br />
decisiones a nivel europeo o no, sea que incorporen eficazmente los asuntos europeos o no, etc.<br />
Hay una tradición que se re<strong>la</strong>ciona con el principio de <strong>la</strong> autonomía ministerial y ésta es <strong>la</strong> no intervención<br />
que ha caracterizado a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interministeriales. Este principio de no intervención también se ve<br />
reflejado en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong>s direcciones generales del Ministerio de Asuntos Económicos, donde<br />
tampoco hay ninguna re<strong>la</strong>ción jerárquica.<br />
Esta autonomía de que gozan los ministerios entre sí explica algunas de <strong>la</strong>s dificultades que existen para <strong>la</strong><br />
coordinación de <strong>la</strong> política europea. Otros problemas de coordinación relevantes en los Países Bajos han<br />
sido, por ejemplo, <strong>la</strong> fragmentación, <strong>la</strong> incompatibilidad entre <strong>la</strong>s posiciones que defendían los ministerios en<br />
<strong>la</strong>s negociaciones a nivel europeo así como conflictos propiamente dichos. En el sistema actual es difícil<br />
reconciliar puntos de vista contradictorios, especialmente en <strong>la</strong>s fases iniciales. El principio de no<br />
intervención también dificulta el establecimiento de prioridades entre <strong>la</strong>s áreas correspondientes a los<br />
diversos ministerios. No es posible por lo tanto vincu<strong>la</strong>r temas ni aunar criterios durante negociaciones<br />
europeas que involucren áreas de política que competan a distintos ministerios. Esto ha llevado a que <strong>la</strong><br />
109
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
política de <strong>la</strong> Unión Europea en los Países Bajos se asemeje más a una ‘lista de artículos que se desea<br />
adquirir’ que a una estrategia, como se da en otros Estados miembros por ejemplo (cf. Verwey, 1990; Van<br />
Schendelen, 1995). Consecuentemente, hay quienes han sugerido que se requiere un sistema más eficaz<br />
de coordinación interministerial de políticas y que <strong>la</strong> necesidad de coordinación se contradice con <strong>la</strong> gran<br />
autonomía de que gozan los ministerios. A pesar de lo anterior, no es de esperarse que haya mejores<br />
mecanismos de coordinación interministerial a corto p<strong>la</strong>zo porque esto exigiría que se modificaran<br />
sustancialmente los procedimientos administrativos actuales, como ser los que respaldan <strong>la</strong> autonomía<br />
ministerial. Es por eso que los intentos por revertir esta situación adversa han sido infructuosos hasta el<br />
momento.<br />
Como <strong>la</strong> responsabilidad por <strong>la</strong> política exterior de los Países Bajos, y en consecuencia su política europea,<br />
recae sobre el Gabinete, el principio de autonomía administrativa cesa cuando <strong>la</strong> política europea llega a un<br />
punto en el cual debe tomarse una decisión política a nivel del Consejo. El principio de <strong>la</strong> autonomía<br />
ministerial por ende se aplica a <strong>la</strong> fase en <strong>la</strong> cual se e<strong>la</strong>bora una propuesta, a nivel de <strong>la</strong> Comisión, y a<br />
aquel<strong>la</strong> en que funcionan los grupos de trabajo del Consejo. <strong>La</strong>s decisiones a nivel del Consejo son<br />
responabilidad del Gabinete, mientras que <strong>la</strong> coordinación interministerial de <strong>la</strong>s decisiones del Consejo<br />
está en manos del Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores.<br />
Formalmente, los actos de los funcionarios de <strong>la</strong> Representación Permanente en los grupos de trabajo<br />
también son responsabilidad colectiva, y <strong>la</strong>s instrucciones que se dan a los negociadores internacionales y<br />
al COREPER, sólo pueden ser enviadas a través del Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores. Oficialmente, los<br />
funcionarios públicos que se desempeñan en <strong>la</strong> Representación Permanente dependen del Ministerio de<br />
Re<strong>la</strong>ciones Exteriores. Sin embargo, este ministerio no tiene ni el personal ni <strong>la</strong> pericia para participar en, ni<br />
para hacer un seguimiento de <strong>la</strong> política europea. Deben crearse entonces otros mecanismos para realizar<br />
<strong>la</strong> coordinación y para participar en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel europeo, como ser por ejemplo, que el<br />
personal de <strong>la</strong> Representación Permanente se amplíe e incluya funcionarios públicos provenientes de otros<br />
ministerios. En <strong>la</strong> práctica, estos funcionarios están en contacto a diario con sus ministerios y los ministerios<br />
a veces recurren al personal de <strong>la</strong> Representación Permanente para eludir <strong>la</strong> coordinación que realiza el<br />
Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exeriores. Además, <strong>la</strong> representación internacional en los grupos de trabajo del<br />
Consejo con frecuencia no está a cargo de funcionarios de <strong>la</strong> Representación Permanente sino de expertos<br />
de los ministerios desde <strong>la</strong> capital, <strong>La</strong> Haya. Por lo general, el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores<br />
representa a los Países Bajos sólo cuando hay puntos más generales en el orden del día. Si bien estas<br />
modalidades de funcionamiento han reducido <strong>la</strong> carga de trabajo que soporta el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones<br />
Exteriores y han provisto a <strong>la</strong>s negociaciones sobre temas técnicos de <strong>la</strong> pericia requerida, a <strong>la</strong> vez implican<br />
que <strong>la</strong> coordinación interministerial y <strong>la</strong> coherencia de <strong>la</strong>s posiciones nacionales corren peligro.<br />
3.2.2 Control par<strong>la</strong>mentario<br />
Un segunda característica de <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> política europea en los Países Bajos es el limitado<br />
control que puede ejercer el Par<strong>la</strong>mento (Van Schendelen, 1995; Bekkers et al., 1993; Wolters, ed., 1995).<br />
Por tradición, los par<strong>la</strong>mentos nacionales han estado menos interesados en los asuntos exteriores que en<br />
los de índole nacional. En lo que se refiere a <strong>la</strong> integración europea, el Par<strong>la</strong>mento tiene asimismo un<br />
motivo adicional para interesarse menos por <strong>la</strong>s políticas a este nivel. En los Países Bajos, <strong>la</strong> opinión<br />
pública siempre estuvo a favor de <strong>la</strong> integración europea, por lo cual el objetivo de crear un mercado interior<br />
no ha sido cuestionado.<br />
El control externo incide significativamente en el diseño de <strong>la</strong> coordinación en una organización. <strong>La</strong><br />
ausencia de un incentivo fuerte, como podría ser el control por parte del Par<strong>la</strong>mento, hace que los<br />
ministerios no presten el mismo grado de atención a <strong>la</strong> política europea que a <strong>la</strong> nacional. Si el Par<strong>la</strong>mento<br />
se muestra poco interesado por los asuntos europeos, entonces los ministros también se ocupan menos de<br />
ello. En consecuencia, los directores generales y los directores están menos propensos a respaldar <strong>la</strong><br />
orientación europea de los funcionarios. Paradójicamente, aunque los Países Bajos siempre han sido firmes<br />
propulsores de <strong>la</strong> integración europea, los ministerios nunca se han ocupado mucho de los temas europeos.<br />
En contraste, <strong>la</strong> forma en que los par<strong>la</strong>mentos británico y danés contro<strong>la</strong>n <strong>la</strong> política europea asegura que<br />
los ministerios en estos países hagan un seguimiento cuidadoso de <strong>la</strong>s políticas europeas y que <strong>la</strong>s<br />
posiciones nacionales sean consideradas en el Par<strong>la</strong>mento, incluso en etapas muy tempranas del proceso<br />
de toma de decisiones (Metcalfe y Zapico, eds, 1987; Pappas, ed., 1995).<br />
3.2.3 Una posición de reacción ante <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel europeo<br />
Una última característica de <strong>la</strong> coordinación nacional de <strong>la</strong>s políticas es el enfoque caracterizado como de<br />
reacción ante <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong> Comisión (Donner et al., 1991; Van Schendelen, 1995). A pesar del<br />
110
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
mayor uso del voto por mayoría calificada y de <strong>la</strong> mayor amplitud y profundidad de <strong>la</strong> integración europea, el<br />
énfasis de <strong>la</strong> coordinación nacional de políticas sigue dirigiéndose a <strong>la</strong>s fases finales del proceso de toma<br />
de deicisiones a nivel del Consejo. En el Reino Unido, por el contrario, se han acentuado los esfuerzos por<br />
hacer un seguimiento de lo que ocurre dentro de <strong>la</strong> Comisión y por distribuir información acerca de <strong>la</strong>s<br />
nuevas propuestas en <strong>la</strong>s fases previas.<br />
4. UN DESAFIO Y UNA RESPUESTA: LOS PROBLEMAS EUROPEOS Y LA DECISION DE<br />
DESCENTRALIZAR LAS RESPONSABILIDADES EUROPEAS DENTRO DE LA ORGANIZACION<br />
Este estudio examina <strong>la</strong>s adaptaciones de que han sido objeto los mecanismos para coordinar <strong>la</strong> política de<br />
<strong>la</strong> Unión Europea dentro de un ministerio y por lo tanto hay que explicar primero por qué es tan importante<br />
dicha coordinación. El desafío de <strong>la</strong> coordinación comprende, entre otras cosas, lo siguiente:<br />
• Asegurar que los funcionarios en los comités de expertos y en los grupos de trabajo del Consejo hablen<br />
con una única voz;<br />
• Incorporar los distintos puntos de vista de <strong>la</strong>s unidades administrativas que intervienen en <strong>la</strong>s distintas<br />
fases de <strong>la</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de políticas de <strong>la</strong> Unión Europea;<br />
• Detectar <strong>la</strong> interdependencia existente entre áreas re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong>s políticas;<br />
• Detectar los vínculos que hay entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas, e incorporar los puntos de<br />
vista europeos en <strong>la</strong>s políticas nacionales a fin de evitar demoras ocasionadas por medidas que deban<br />
adaptarse en una etapa tardía debido a objeciones recibidas de <strong>la</strong> Comisión, o a fin de evitar que <strong>la</strong>s<br />
medidas nacionales deban ser revocadas por contraponerse con <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción europea;<br />
• Adaptar <strong>la</strong>s políticas nacionales a <strong>la</strong>s europeas;<br />
• Formu<strong>la</strong>r posiciones en momentos tempranos del proceso;<br />
• Establecer <strong>la</strong>s prioridades entre políticas que correspondan a diferentes unidades administrativas y<br />
direcciones generales. El ministerio no cuenta con los recursos humanos necesarios para hacer un<br />
seguimiento activo de <strong>la</strong>s propuestas que impliquen nuevas leyes;<br />
• Tener poder de decisión ante puntos de vista contradictorios, a fin de evitar que se caiga en un<br />
estancamiento y que se llegue a compromisos que puedan satisfacer a <strong>la</strong>s distintas unidades<br />
administrativas involucradas pero que no puedan defenderse en negociaciones a nivel europeo;<br />
• Ejercer presión para defender <strong>la</strong>s posiciones nacionales. Esto puede requerir una coordinación<br />
horizontal entre directores o directores generales para organizar visitas a Comisionados de <strong>la</strong> Unión<br />
Europea o a ministerios en otros estados miembros. También es posible que deban ocuparse de temas<br />
que competan a secciones del ministerio que no son <strong>la</strong>s propias;<br />
• Contro<strong>la</strong>r si <strong>la</strong>s direcciones generales han incorporado <strong>la</strong>s políticas europeas, verificar si <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales tienen en cuenta <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción europea, si aprovechan <strong>la</strong>s oportunidades que se les<br />
presentan (por ejemplo el uso de fondos europeos, el tomar <strong>la</strong> iniciativa en cuanto a nuevas políticas<br />
europeas) y ver si los funcionarios se ciñen a <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego que rigen <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a<br />
nivel europeo;<br />
• Contro<strong>la</strong>r si <strong>la</strong>s posiciones que <strong>la</strong>s direcciones generales defienden en Bruse<strong>la</strong>s se armonizan con el<br />
punto de vista global del ministerio con respecto a <strong>la</strong> integración europea (por ejemplo evitar que en<br />
áreas individuales, como ser <strong>la</strong> de investigación y desarrollo, los funcionarios negocien a favor de <strong>la</strong><br />
expansión de programas cuando <strong>la</strong> posición general en cuanto a políticas está orientada a limitar el<br />
crecimiento de los presupuestos de <strong>la</strong> Comisión);<br />
• Contro<strong>la</strong>r si el sistema de coordinación de <strong>la</strong>s políticas europeas del ministerio funciona de manera<br />
eficaz, así como mejorar los procedimientos y mecanismos pertinentes cuando sea necesario;<br />
• Asegurar que los problemas se resuelvan rápidamente (en una fase temprana y un momento temprano<br />
en cada una de <strong>la</strong>s fases), y eficazmente (resultando en posiciones que sean defendibles en Bruse<strong>la</strong>s).<br />
Estos puntos son indicativos de <strong>la</strong> medida en que <strong>la</strong> integración europea ha impuesto <strong>la</strong> necesidad de hacer<br />
una gestión cuidadosa de <strong>la</strong>s interre<strong>la</strong>ciones entre distintas áreas de <strong>la</strong>s políticas y de contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />
interconexión entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas. Esto no sólo implica formu<strong>la</strong>r posiciones<br />
comunes con anterioridad a que los delegados viajen a Bruse<strong>la</strong>s sino que además, y esto último<br />
probablemente sea aún más importante, dado el volumen del acervo comunitario, significa ajustar <strong>la</strong>s<br />
políticas nacionales a <strong>la</strong>s europeas e incorporar <strong>la</strong>s cuestiones europeas en cada fase de <strong>la</strong> cadena de<br />
formu<strong>la</strong>ción de políticas.<br />
<strong>La</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas está lejos, no obstante, de<br />
consistir simplemente en <strong>la</strong> detección de vínculos. Esta gestión requiere procesos sensibles para <strong>la</strong><br />
adaptación de objetivos y tradiciones, ya que hay que aceptar principios con respecto a <strong>la</strong>s políticas que son<br />
diferentes en aspectos fundamentales, reformu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s políticas nacionales, contro<strong>la</strong>r cómo se desempeñan<br />
los funcionarios en Bruse<strong>la</strong>s, etc. Más aún, el adaptar políticas, crear compatibilidad y formu<strong>la</strong>r prioridades<br />
puede significar que direcciones que solían ser independientes actualmente deban trabajar en estrecha<br />
111
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
co<strong>la</strong>boración con otras secciones del ministerio, a pesar del principio de no intervención. Estas<br />
sensibilidades y diferencias entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas, así como entre <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales intervinientes, implican que los mecanismos que posibiliten <strong>la</strong> coordinación deben ser lo<br />
suficientemente fuertes para superar tendencias balcanizantes (direcciones segmentadas y políticas<br />
nacionales y europeas separadas entre sí), para enfrentar <strong>la</strong> resistencia a <strong>la</strong> integración europea y hacer <strong>la</strong><br />
gestión de <strong>la</strong> transición a formas más integradas de trabajar. Si <strong>la</strong> interfaz entre una política nacional y una<br />
extranjera no se ha diseñado con cuidado, los procedimientos de coordinación se enlentecen y el ministerio<br />
corre el riesgo de perder influencia. Además, los funcionarios pueden equivocarse, sea en cuanto a <strong>la</strong><br />
política nacional porque no tienen en cuenta <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción europea, o en Bruse<strong>la</strong>s porque no están<br />
familiarizados con <strong>la</strong>s ‘reg<strong>la</strong>s de juego’ que rigen a nivel europeo.<br />
<strong>La</strong> pregunta que el presente estudio intenta responder es <strong>la</strong> siguiente: ¿Ha logrado el Ministerio de Asuntos<br />
Económicos ajustar su estructura de gestión interna como para asegurar una coordinación eficaz de los<br />
asuntos europeos? Esta interrogante debe ser abordada desde dos ópticas: considerando <strong>la</strong>s capacidades<br />
que han sido creadas dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales para hacer <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia<br />
entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas, y desde el punto de vista de <strong>la</strong>s capacidades que han sido<br />
introducidas para hacer <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia entre <strong>la</strong>s direcciones generales en cada una de<br />
<strong>la</strong>s fases del proceso europeo de formu<strong>la</strong>ción de políticas. Algunas preguntas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s<br />
adaptaciones estructurales necesarias para hacer <strong>la</strong> gestión de los asuntos europeos a nivel de <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales son, por ejemplo: ¿se ha incorporado a Europa en el trabajo cotidiano de los<br />
funcionarios de manera tal que ya no se hace una distinción entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas, o<br />
es que <strong>la</strong>s políticas nacionales y europeas son tan diferentes que no se puede esperar que se combinen en<br />
el núcleo operativo? ¿se han creado nuevas estructuras a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales como para que<br />
puedan trabajar independientemente dentro de sus entornos europeos, o es que no se han requerido<br />
grandes cambios y <strong>la</strong>s direcciones generales siguen funcionando como solían hacerlo?<br />
No toda <strong>la</strong> interdependencia entre <strong>la</strong>s políticas nacionales y <strong>la</strong>s europeas puede ser captada dentro de <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales. <strong>La</strong> adaptación de los mecanismos de coordinación entre <strong>la</strong>s direcciones generales<br />
debe por lo tanto ser analizada separadamente. Considerando que a raíz del mayor uso del voto por<br />
mayoría calificada <strong>la</strong>s decisiones ya no toman su forma final en <strong>la</strong> fase del Consejo, hay que analizar los<br />
mecanismos de coordinación horizontal que se han establecido para coordinar <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s políticas europeas en <strong>la</strong>s distintas fases de <strong>la</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de dichas<br />
políticas. Más aún, es importante saber cómo se coordinan y contro<strong>la</strong>n <strong>la</strong>s políticas europeas. Esto a su vez<br />
conduce a interrogantes tales como: ¿qué mecanismos de coordinación horizontal ha introducido el<br />
ministerio para determinar posiciones de negociación en cada una de <strong>la</strong>s fases de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de<br />
políticas a nivel europeo? ¿son suficientes estos mecanismos para definir una posición en <strong>la</strong> fase más<br />
temprana posible, o sea cuando <strong>la</strong> Comisión prepara un proyecto de propuesta, o será que <strong>la</strong> actitud del<br />
ministerio puede describirse como de reacción? Cuando surgen problemas entre <strong>la</strong>s direcciones generales<br />
en cualquiera de <strong>la</strong>s fases, ¿pueden resolverse rápidamente o persisten de manera tal que el ministerio<br />
pierde influencia?<br />
4.1 <strong>La</strong> falta de adecuación y el proceso de cambio<br />
<strong>La</strong> eficacia del proceso de cambio puede evaluarse analizando <strong>la</strong> descentralización, para ver si con el<strong>la</strong> se<br />
ha logrado corregir <strong>la</strong> falta de adecuación que existía a comienzos de <strong>la</strong> década del noventa entre <strong>la</strong>s<br />
capacidades de coordinación y <strong>la</strong>s exigencias del entorno europeo. Un examen meticuloso de <strong>la</strong> forma<br />
como el ministerio se ha ocupado de los asuntos europeos ha mostrado que <strong>la</strong>s fricciones que provocó <strong>la</strong><br />
integración europea alrededor de 1990 incluían lo siguiente:<br />
• una separación entre los procesos de formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas nacionales con respecto a <strong>la</strong>s<br />
europeas, debido a que los asuntos europeos se concentraban en una parte de <strong>la</strong> organización (en <strong>la</strong><br />
Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior),<br />
• una concentración de <strong>la</strong> acción a nivel de <strong>la</strong> toma de decisiones políticas en el Consejo (ignorándose <strong>la</strong>s<br />
iniciativas en cuanto a políticas que recaen en <strong>la</strong> Comisión),<br />
• contactos y redes europeas insuficientes,<br />
• conflictos internos por responsabilidades,<br />
• procedimientos lentos de toma de decisiones debido a luchas originadas por <strong>la</strong>s responsabilidades en<br />
cuanto a los asuntos europeos y <strong>la</strong> falta de capacidades para <strong>la</strong> resolución de problemas,<br />
• una actitud reactiva ante <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas por parte de <strong>la</strong> Unión Europea,<br />
• una falta de prioridades,<br />
• una distribución inadecuada de información,<br />
• una falta de conocimiento acerca de <strong>la</strong> Unión Europea,<br />
• una organización carente de transparencia (confusión acerca de quién interviene en en cada caso),<br />
112
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
• una falta de pericia técnica específica debido a <strong>la</strong> naturaleza generalista de los representantes<br />
internacionales de <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior. Esto a su vez originó<br />
quejas de parte de expertos sectoriales que pensaban que los temas técnicos no podían ser defendidos<br />
eficazmente por generalistas.<br />
Es importante mencionar que esas fricciones internas pueden en gran medida estar re<strong>la</strong>cionadas con<br />
capacidades para coordinar <strong>la</strong>s políticas europeas y que por lo tanto son de naturaleza estructural. Había<br />
personas en este ministerio, al igual que en otros ministerios, que pensaban sin embargo que el<br />
conocimiento era <strong>la</strong> debilidad más significativa.<br />
A fin de resolver estos problemas europeos, el ministerio tenía básicamente dos alternativas. Podía<br />
fortalecer <strong>la</strong> posición de <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior, lo cual significaba<br />
una centralización de <strong>la</strong>s responsabilidades por los asuntos europeos, o podía descentralizar <strong>la</strong>s cuestiones<br />
re<strong>la</strong>tivas a <strong>la</strong> intregración europea. Como los temas europeos afectaban a todas <strong>la</strong>s secciones del<br />
ministerio, el enfoque centralizado ya no fue considerado una opción apropiada. Con el propósito de integrar<br />
los asuntos nacionales y los europeos, <strong>la</strong> gerencia decidió descentralizar <strong>la</strong>s responsabilidades por los<br />
asuntos europeos. Esta decisión suponía que los funcionarios estarían dispuestos y serían capaces de<br />
incorporar lo re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> integración europea en su <strong>la</strong>bor diaria y que darían igual peso a <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas que a <strong>la</strong>s nacionales.<br />
<strong>La</strong> descentralización, sin embargo, exige que haya conocimientos nuevos. Adicionalmente, generó el riesgo<br />
de incurrir en una fragmentación mayor y hacer que el ministerio se vuelva menos transparente aún. <strong>La</strong><br />
descentralización fue por tanto respaldada por dos medidas adicionales: un programa de formación y<br />
desarrollo a gran esca<strong>la</strong> y nuevos mecanismos de coordinación. Los nuevos mecanismos de coordinación<br />
consistieron en: 1) <strong>la</strong> introducción de un equipo de personas a nivel de los cuadros medios (Reunión de<br />
Europa) y 2) <strong>la</strong> responsabilidad específica que asumió <strong>la</strong> alta gerencia por el desarrollo de políticas<br />
generales re<strong>la</strong>tivas a Europa (extendiéndose <strong>la</strong>s tareas que correspondían a <strong>la</strong> reunión del secretario<br />
general con los directores generales). Se esperaba lograr mejoras adicionales gracias a una mejor<br />
cooperación informal entre <strong>la</strong>s direcciones generales.<br />
5. UN ANALISIS DEL PROCESO DE CAMBIO: ¿EN QUE MEDIDA SE HAN ADAPTADO LOS<br />
MECANISMOS DE COORDINACION?<br />
5.1 Antecedentes teóricos: <strong>la</strong>s capacidades de coordinación<br />
Con <strong>la</strong> finalidad de examinar los mecanismos de coordinación, hay que distinguir los diferentes tipos de<br />
mecanismos de coordinación que se observan. Durante <strong>la</strong>s entrevistas que se llevaron a cabo para este<br />
estudio, los funcionarios a menudo se referían a una ‘mayor’ o ‘menor’ coordinación. De hecho, los<br />
funcionarios frecuentemente querían decir que se necesitaba más coordinación de tipo informal, o sea un<br />
mayor intercambio horizontal de información.<br />
No obstante, es importante hacer una distinción entre los distintos tipos de mecanismos de coordinación<br />
porque algunos son más apropiados que otros para situaciones específicas. <strong>La</strong> coordinación no es, por lo<br />
tanto, una cuestión de mayor o menor cantidad. Por lo general se puede decir que los entornos más<br />
dinámicos y complejos exigen un mecanismo de coordinación más fuerte que los entornos sencillos y<br />
estables. Cuanto más fuertes sean <strong>la</strong>s diferencias entre los puntos de vista, como ser entre quienes son<br />
responsables dentro de <strong>la</strong> organización por los asuntos europeos y quienes se ocupan de <strong>la</strong>s políticas<br />
nacionales, mayores deberán ser <strong>la</strong>s capacidades de coordinación intraministerial. Además, una mayor<br />
coordinación puede resultar en un enlentecimiento en el actuar y en una falta de respuesta de <strong>la</strong><br />
organización debido a una sobrecarga a nivel de los sistemas de información y de los canales para <strong>la</strong> toma<br />
de decisiones, ya que puede haber demasiadas unidades administrativas que intervienen en <strong>la</strong> toma de<br />
decisiones y <strong>la</strong> alta gerencia se involucra demasiado en decisiones de tipo operativo. Una mayor<br />
coordinación puede, por lo tanto, ser algo ineficiente e ineficaz. En consecuencia, debe hacerse una<br />
distinción entre <strong>la</strong> cantidad y <strong>la</strong> calidad de los mecanismos para <strong>la</strong> coordinación horizontal. Los entornos<br />
complejos y dinámicos no exigen simplemente una mayor coordinación, sino que lo que puede necesitarse<br />
son diferentes tipos de mecanismos de coordinación.<br />
Además, a los fines del presente trabajo, es más oportuno considerar <strong>la</strong>s capacidades de coordinación en<br />
lugar de sólo discutir los procedimientos de coordinación. No estamos sólo interesados en los mecanismos<br />
que el ministerio ha establecido, sino que estos instrumentos prácticos deben ser entendidos en términos de<br />
<strong>la</strong>s capacidades de coordinación. De manera general se pueden distinguir cuatro tipos de mecanismos de<br />
coordinación: <strong>la</strong> uniformización del trabajo (pautas), <strong>la</strong> uniformización de <strong>la</strong>s destrezas (formación), <strong>la</strong><br />
113
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
uniformización de los resultados (descentralización selectiva) y <strong>la</strong> coordinación horizontal (ajuste recíproco)<br />
(7). Cualquier organización hará uso de cada uno de estos mecanismos. Consecuentemente, si deseamos<br />
estudiar <strong>la</strong> forma en que <strong>la</strong> integración europea ha provocado cambios en los mecanismos de coordinación<br />
intraministeriales, debemos observar cómo ha resultado en modificaciones de estos cuatro tipos de<br />
mecanismos de coordinación. En el cuadro 2 se presentan estos efectos sobre <strong>la</strong>s capacidades que existen<br />
dentro de un ministerio para hacer <strong>la</strong> gestión de los asuntos europeos. Como los cambios en un entorno<br />
pueden exigir una mejora en cuanto a <strong>la</strong> calidad de distintos tipos de mecanismos de coordinación, el<br />
cuadro también incluye <strong>la</strong> ‘gestión del cambio’ como una capacidad de por sí.<br />
Tipos de Mecanismos de<br />
Coordinación<br />
Pautas<br />
Formación<br />
Uniformización de los resultados<br />
(descentralización selectiva)<br />
Mecanismos de coordinación<br />
horizontal<br />
Requisito de una capacidad<br />
adicional<br />
Capacidades<br />
-pautas, normas, prioridades<br />
-consolidación de <strong>la</strong> pericia a nivel de los funcionarios<br />
-pericia sobre asuntos europeos en <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> (unidades de personal<br />
dedicado, participación de <strong>la</strong> alta gerencia en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de<br />
objetivos, resolución de problemas, control)<br />
-pericia sobre asuntos europeos en el nivel de dirección general<br />
(funciones de en<strong>la</strong>ce como precondición para <strong>la</strong> coordinación inter-<br />
DG, control de <strong>la</strong>s políticas europeas)<br />
-distintos tipos de mecanismos de coordinación horizontal en cada<br />
una de <strong>la</strong>s fases del proceso europeo de formu<strong>la</strong>ción de políticas (ver<br />
cuadros 3 y 4)<br />
-sistemas de información<br />
-capacidades para hacer <strong>la</strong> gestión del cambio<br />
5.1.1 Pautas<br />
<strong>La</strong> uniformización del trabajo por lo general se asocia con <strong>la</strong> burocracia tradicional. Los funcionarios tienen<br />
un trabajo que hacer y sus objetivos y <strong>la</strong> forma en que el trabajo debe realizarse se definen jerárquicamente.<br />
Este tipo de coordinación se basa en pautas c<strong>la</strong>ras y específicas, como ser objetivos y prioridades, así<br />
como en pautas de procedimiento. Una forma de mejorar <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación<br />
intraministerial sería, por ejemplo, emitiendo instrucciones acerca de cómo deben preparase los<br />
funcionarios para <strong>la</strong>s reuniones, qué terminología deben usar en <strong>la</strong>s negociaciones, qué procedimientos<br />
deben seguirse luego, cómo y a quién deben presentarse los informes, con quién deben comunicarse en <strong>la</strong><br />
Representación Permanente, cómo bregar con el Par<strong>la</strong>mento Europeo, cuándo deben estar listas <strong>la</strong>s<br />
posiciones, incluyendo en <strong>la</strong>s instrucciones a los negociadores internacionales hasta qué posiciones pueden<br />
retroceder, etc. Uno de los elementos importantes para comprender cómo una organización ha respondido<br />
ante <strong>la</strong> integración europea consiste, por lo tanto, en ver si se han formu<strong>la</strong>do nuevas pautas.<br />
Los objetivos y <strong>la</strong>s prioridades específicos aumentan <strong>la</strong> certidumbre y ac<strong>la</strong>ran qué es lo que se espera de<br />
los funcionarios. Sin embargo, <strong>la</strong>s pautas ’hechas a medida’ son difíciles de formu<strong>la</strong>r en entornos complejos<br />
y dinámicos y por lo tanto son menos relevantes en el contexto de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel<br />
europeo. Un ministerio debe enfrentarse a todo un conjunto de políticas y directivas europeas específicas, y<br />
el resultado de <strong>la</strong>s negociaciones a nivel europeo depende por lo tanto de <strong>la</strong> dinámica de <strong>la</strong>s negociaciones<br />
entre quince estados miembros, <strong>la</strong> Comisión, el Par<strong>la</strong>mento europeo y otras organizaciones (del tipo de los<br />
grupos de presión) que también participan. <strong>La</strong>s pautas de procedimiento que se refieren a <strong>la</strong> distribución de<br />
información son probablemente más apropiadas que <strong>la</strong> especificación de objetivos. Tales pautas específicas<br />
serían demasiado restrictivas y mensocabarían <strong>la</strong> flexibilidad que se requiere en <strong>la</strong>s negociaciones.<br />
5.1.2 Formación<br />
Una segunda forma de abordar <strong>la</strong> coordinación del comportamiento de los funcionarios que intervienen en <strong>la</strong><br />
formu<strong>la</strong>ción de políicas a nivel europeo consiste en brindarles <strong>la</strong>s destrezas necesarias para que puedan<br />
trabajar independientemente en el desempeño de sus tareas en los ámbitos correspondientes. El emplear a<br />
personas que tienen <strong>la</strong>s destrezas y <strong>la</strong> experiencia necesarias disminuye <strong>la</strong> carga que recae sobre <strong>la</strong><br />
114
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
gerencia y reduce el uso que debe hacerse de los canales de coordinación vertical. Esto explica por qué los<br />
ministerios nacionales dedican tanta atención a enviar a funcionarios a cursos de formación europeos y a<br />
establecer grupos de funcionarios que cumplen funciones de su competencia en administraciones de otros<br />
estados miembros. <strong>La</strong> uniformización de destrezas probablemente sea el área que más atención ha<br />
merecido por parte de los ministerios nacionales en su adaptación a <strong>la</strong> integración europea.<br />
Paradójicamente, es posible que esta opción para abordar <strong>la</strong> mejora de <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong>s capacidades de <strong>la</strong><br />
organización sea menos eficiente. Presupone que los funcionarios que han trabajado en políticas<br />
nacionales, que tienen objetivos nacionales y redes a nivel nacional, están dispuestos y son capaces de<br />
cambiar abrupta y drásticamente su forma de trabajar. Más aún, suponen que el conocimiento es el cuello<br />
de botel<strong>la</strong> básico en el proceso de ‘europeización’. Sin embargo, nuestro estudio indica, en primer lugar, que<br />
<strong>la</strong> mayor parte de los problemas europeos están re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> coordinación interna, de modo que <strong>la</strong>s<br />
adaptaciones referentes a pericia y capacitación son menos pertinentes para <strong>la</strong> resolución de los problemas<br />
europeos del ministerio. En segundo término, <strong>la</strong>s entrevistas mostraron que, en comparación con el trabajo<br />
cotidiano de los funcionarios, <strong>la</strong> integración europea es demasiado diferente en términos de objetivos,<br />
métodos de trabajo, redes, etc. Es prácticamente inútil, por lo tanto, esperar que los funcionarios estén<br />
dispuestos y sean capaces de incorporar <strong>la</strong>s dimensiones europeas. Consecuentemente, los funcionarios<br />
enfatizaron que "Europa es un oficio totalmente distinto". En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong> descentralización total no es<br />
prácticamene una opción para <strong>la</strong> incorporación de los temas europeos en un ministerio.<br />
Lo que antecede sugiere que el énfasis que <strong>la</strong> mayor parte de los ministerios han puesto en los cursos de<br />
capacitación europeos no constituye <strong>la</strong> mejor forma de prepararse para <strong>la</strong> integración europea, por lo cual<br />
no retomaremos <strong>la</strong> uniformización de destrezas como uno de los temas c<strong>la</strong>ve para <strong>la</strong> gestión de los asuntos<br />
europeos dentro de un ministerio.<br />
5.1.3 Descentralización selectiva<br />
En lugar de emprender una descentralización total, o sea basarse en que sean los funcionarios quienes<br />
incorporen los asuntos europeos en sus tareas diarias, una forma más viable de descentralizar <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades europeas es concentrar <strong>la</strong> pericia en cuestiones europeas al nivel de <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales (8). Esto implica hacer que <strong>la</strong>s direcciones generales sean responsables por los asuntos<br />
europeos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s actividades de su competencia, es decir <strong>la</strong> uniformización de los resultados.<br />
De esa manera, no hay una única sección de <strong>la</strong> organización, ni hay funcionarios individuales, que sean los<br />
únicos responsables de los temas europeos. En lugar de ello, <strong>la</strong> integración europea está ubicada a nivel<br />
intermedio dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales. Para estos fines, los funcionarios pueden continuar<br />
trabajando en sus áreas de especialidad, mientras que <strong>la</strong>s cuestiones europeas son tomadas por aquellos<br />
funcionarios dentro de <strong>la</strong> organización que sean peritos en cuestiones y en redes europeas y que también<br />
tengan <strong>la</strong> pericia técnica específica.<br />
Hay, no obstante, un inconveniente en <strong>la</strong> descentralización selectiva y es que conserva <strong>la</strong> separación entre<br />
los asuntos nacionales y los europeos. Sin embargo, debido a que <strong>la</strong>s unidades administrativas de asuntos<br />
europeos actualmente están ubicadas en <strong>la</strong> propia dirección general en lugar de corresponder a una<br />
separada, se ha llegado a un tipo de compromiso entre <strong>la</strong> centralización de <strong>la</strong>s responsabilidades europeas<br />
en una dirección general de naturaleza generalista, carente de pericia específica, y <strong>la</strong> descentralización<br />
total, que hace que los asuntos europeos queden subordinados a los asuntos nacionales. Más aún, los<br />
expertos europeos en <strong>la</strong>s direcciones generales sectoriales están en mejores condiciones de combinar el<br />
conocimiento sobre <strong>la</strong> Unión Europea con <strong>la</strong> pericia técnica. Pero esta solución al problema de <strong>la</strong><br />
coordinación de los asuntos europeos en <strong>la</strong>s direcciones generales, sin embargo, depende de que haya<br />
mecanismos de coordinación bien establecidos dentro de <strong>la</strong>s mismas (9).<br />
Este tipo de coordinación se conoce como uniformización de los resultados porque <strong>la</strong> alta gerencia sigue<br />
siendo responsable de los objetivos globales del ministerio aunque delega facultades al fijar objetivos en<br />
términos generales. El establecimiento de estos objetivos también significa que <strong>la</strong> gerencia debe contro<strong>la</strong>r el<br />
desempeño de <strong>la</strong>s direcciones generales. Adicionalmente, sigue siendo responsable de <strong>la</strong> eficacia con que<br />
<strong>la</strong> organización cumple con sus tareas europeas.<br />
<strong>La</strong> uniformización de los resultados que se logra descentralizando <strong>la</strong>s responsabilidades de <strong>la</strong> gestión<br />
operativa explícitamente requiere, por ende, una re-centralización de <strong>la</strong>s tareas específicas. <strong>La</strong><br />
descentralización y <strong>la</strong> centralización no son extremos opuestos, sino dos caras de una misma moneda.<br />
Aunque <strong>la</strong> responsabilidad de los asuntos operativos y cotidianos está descentralizada, <strong>la</strong> gerencia debe<br />
continuar concentrándose en cuestiones estratégicas. El examinar los ajustes en <strong>la</strong>s capacidades de<br />
coordinación con respecto a <strong>la</strong> descentralización selectiva significa que hay que observar <strong>la</strong>s adaptaciones<br />
115
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
a dos niveles dentro de <strong>la</strong> organización. Al interior de <strong>la</strong>s direcciones generales debemos veificar si se han<br />
creado o no <strong>la</strong>s capacidades en cuanto a los temas europeos, o sea si se han establecido unidades para<br />
ocuparse de los asuntos europeos, y si se ha agregado o no pericia europea al nivel central, o sea si se ha<br />
constituido una unidad con personal dedicado a los asuntos europeos al nivel de <strong>la</strong> alta gerencia.<br />
5.1.4 Coordinación horizontal<br />
Los mecanismos de coordinación anteriores tienen en común el hecho que aumentan <strong>la</strong>s capacidades con<br />
que cuentan los funcionarios o <strong>la</strong>s direcciones generales para trabajar independientemente. El aumentar <strong>la</strong>s<br />
destrezas y asegurar <strong>la</strong> disponibilidad de pericia en temas europeos en <strong>la</strong>s direcciones generales<br />
incrementa su grado de autosuficiencia. El hacer más independientes a <strong>la</strong>s direcciones generales permite<br />
que se satisfaga un gran porcentaje de <strong>la</strong>s necesidades de coordinación, porque puede trabajarse sobre <strong>la</strong><br />
mayoría de los temas a ese nivel. Sin embargo, no todas <strong>la</strong>s necesidades de coordinación pueden ser<br />
cubiertas por <strong>la</strong>s direcciones generales individuales. Es necesario en ese caso realizar <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
interdependencia entre <strong>la</strong>s diversas direcciones generales y por lo tanto hay considerar los mecanismos de<br />
coordinación que existen entre el<strong>la</strong>s. <strong>La</strong> coordinación horizontal en particu<strong>la</strong>r cobrará gran importancia en un<br />
entorno tan complejo y dinámico como el de <strong>la</strong> Unión Europea, ya que <strong>la</strong> organización debe responder a<br />
una enorme cantidad de cambios que a menudo no pueden producirse en forma ais<strong>la</strong>da. Hay que<br />
intercambiar información, deben integrarse distintos puntos de vista de diversas partes del ministerio, hay<br />
que fijar prioridades, solucionar problemas, crear mecanismos para tener una visión global, etc. Esto<br />
requiere especialmente una coordinación de tipo horizontal para que puedan tomarse decisiones en los<br />
esca<strong>la</strong>fones inferiores de <strong>la</strong> organización sin remitir <strong>la</strong>s dificultades hacia los esca<strong>la</strong>fones jerárquicos<br />
superiores. Si el mecanismo de coordinación horizontal funciona eficazmente, esto también significa que <strong>la</strong><br />
gerencia del ministerio puede concentrarse en <strong>la</strong>s cuestiones estratégicas y dejar que los asuntos<br />
operativos queden en manos de los niveles inferiores de <strong>la</strong> organización.<br />
Para comprender <strong>la</strong> coordinación horizontal en términos de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación es importante<br />
enfatizar que comprende algo más que el intercambio informal y bi<strong>la</strong>teral de información. <strong>La</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
informales por lo general no son más que un mecanismo débil para realizar <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
interdependencia. Para tareas más exigidas, como ser <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s políticas europeas, es imperativo<br />
contar con mecanismos de coordinación más sólidos. Por lo tanto es necesario distinguir entre distintas<br />
capacidades de coordinación horizontal. Los mecanismos identificados en este estudio son: <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
informales (los contactos directos), <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce, los grupos de acción, los equipos, <strong>la</strong> función<br />
integradora, <strong>la</strong>s funciones de vincu<strong>la</strong>ción gerencial (10). Más ade<strong>la</strong>nte se consideran cada una de estas<br />
capacidades en mayor detalle. Tomadas en conjunto, es posible determinar por medio de un análisis el<br />
grado de flexibilidad o rigidez de los <strong>la</strong>zos que vincu<strong>la</strong>n a <strong>la</strong>s distintas unidades administrativas dentro de un<br />
ministerio. Los temas que son objeto de controversias requerirán capacidades de coordinación mayores. Es<br />
así que los mecanismos de coordinación forman una esca<strong>la</strong>. Los niveles más elevados de <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>, sin<br />
embargo, no son independientes sino que se basan en <strong>la</strong> disponibilidad de mecanismos de coordinación a<br />
niveles inferiores. A modo de ejemplo, para que un equipo trabaje de manera eficaz, los mecanismos de<br />
coordinación intraministeriales también deben incluir contactos informales, funciones de en<strong>la</strong>ce y grupos de<br />
acción. <strong>La</strong>s capacidades de coordinación más elevadas dependen, por lo tanto, no solo de mecanismos a<br />
nivel más elevado, sino del uso simultáneo de diversos mecanismos de coordinación de distinta índole.<br />
1. Contactos informales: <strong>La</strong> organización formal, basada en <strong>la</strong> especificación de jerarquías y canales de<br />
comunicación, generalmente no ofrece oportunidades suficientes de intercambio de <strong>la</strong> información<br />
necesaria para responder con flexibilidad a acontecimientos inesperados. En el caso de situaciones<br />
nuevas, debe pasarse información adicional y se requieren nuevos vínculos. <strong>La</strong> forma más sencil<strong>la</strong> y<br />
barata de aunar unidades administrativas es a través del contacto directo entre pares de individuos de<br />
distintas unidades administrativas. Este intercambio horizontal de información evita que <strong>la</strong>s<br />
comunicaciones deban pasar por todos los canales jerárquicos para que <strong>la</strong> gerencia y los canales de<br />
comunicación formales vean aliviada su carga de trabajo. Consecuentemente, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones informales<br />
al<strong>la</strong>nan el camino y agregan <strong>la</strong> flexibilidad que requieren <strong>la</strong>s estructuras jerárquicas.<br />
A pesar de que los funcionarios en <strong>la</strong>s entrevistas a menudo parecían considerar que los contactos<br />
informales eran muy positivos, este mecanismo de coordinación horizontal sólo sirve hasta cierto punto.<br />
Algunos de los inconvenientes de los contactos informales son, entre otros, que restan transparencia a<br />
<strong>la</strong> organización, especialmente en el caso de organizaciones grandes como ser un ministerio, que los<br />
funcionarios no se mantengan sistemáticamente informados y que no aseguran un intercambio<br />
sistemático de <strong>la</strong> información. Además, los contactos informales ofrecen una base endeble para <strong>la</strong><br />
resolución de problemas y para <strong>la</strong> fijación de prioridades, asimismo, por medio de ellos se puede<br />
transmitir información, pero cuando surgen diferencias de opinión, no hay un medio para superar<strong>la</strong>s.<br />
2. Funciones de en<strong>la</strong>ce: Cuando circu<strong>la</strong>n grandes cantidades de información en una organización, puede<br />
aumentarse <strong>la</strong> eficiencia introduciendo puestos para personal de en<strong>la</strong>ce. Con ello se evita que los<br />
expertos deban bregar con procesos y políticas dentro de <strong>la</strong> organización y hacen que <strong>la</strong> organización<br />
116
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
sea más transparente. De <strong>la</strong> misma manera que los contactos informales, <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce<br />
facilitan el intercambio de información pero sólo tienen un uso limitado en situaciones en <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s<br />
diferencias de puntos de vista y de valores impiden que se llegue a un acuerdo o cuando <strong>la</strong><br />
organización tiene un clima que no favorece mucho a <strong>la</strong> cooperación.<br />
3. Grupos de acción: Los contactos directos y <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce son re<strong>la</strong>ciones bi<strong>la</strong>terales. <strong>La</strong>s<br />
propuestas de <strong>la</strong> Comisión que involucran a varias unidades administrativas requieren <strong>la</strong> creación de<br />
grupos de acción y de equipos. Un grupo de acción es un comité temporario constituido para ocuparse<br />
de problemas o proyectos específicos. Los grupos de acción coordinan el trabajo de los expertos que<br />
intervienen directamente, a nivel del núcleo operativo, en algún asunto.<br />
4. Equipos: Puede ocurrir que <strong>la</strong>s decisiones tomadas en los grupos de acción terminen en un punto<br />
muerto porque se basan en <strong>la</strong> cooperación voluntaria entre pares y nadie tiene autoridad suficiente para<br />
tomar decisiones si hay diferencias que prevalecen. El asunto entonces debe ser elevado a un nivel<br />
superior. Mientras que los grupos de acción se re<strong>la</strong>cionan con temas determinados y existen sólo<br />
durante un <strong>la</strong>pso limitado, los equipos se ocupan fundamentalmente de resolver problemas, de<br />
identificar prioridades y de formu<strong>la</strong>r estrategias. Los equipos son asimismo importantes para crear un<br />
compromiso en los esca<strong>la</strong>fones más altos de <strong>la</strong> organización con respecto a <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
interdependencia (Aiken et al., 1975).<br />
5. Funciones integradoras: <strong>La</strong> debilidad de los equipos consiste en que dependen del consenso pero<br />
comprenden divisiones diferenciadas con intereses contradictorios. Como los participantes están en pie<br />
de igualdad, no hay ningún gerente en el equipo que pueda imponer una decisión cuando no se logra<br />
llegar a un compromiso. A fin de incrementar <strong>la</strong> capacidad de toma de decisiones de un equipo, puede<br />
introducirse un liderazgo en <strong>la</strong> forma de un integrador. El integrador o gerente de proyecto, más que por<br />
el resultado, es responsable del propio proceso de toma de decisiones.<br />
6. Funciones de en<strong>la</strong>ce a nivel gerencial: Cuanto más diferenciada sea una organización, más difícil será<br />
el puesto del integrador. Si hay diferencias considerables de opinión entre <strong>la</strong>s unidades administrativas<br />
y no puede lograrse un consenso, en última instancia alguien deberá tomar una decisión. <strong>La</strong>s facultades<br />
de toma de decisión también pueden ser necesarias cuando no hay tiempo para consultas y procesos<br />
de negociación interna prolongados. En tales casos puede ser necesario disponer de alguna autoridad<br />
formal dentro del sistema de coordinación interministerial. Esta función es particu<strong>la</strong>rmente importante<br />
porque <strong>la</strong> posición jerárquica de <strong>la</strong> función de vincu<strong>la</strong>ción gerencial también significa que alguien es<br />
responsable del sistema en su conjunto y tiene derecho a intervenir en <strong>la</strong>s direcciones generales,<br />
estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s actividades re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> Unión Europea, servir de control o corregir errores.<br />
Los mecanismos de coordinación horizontal pueden estar apoyados por un sistema de información que<br />
garantice una distribución rápida y amplia de <strong>la</strong>s propuestas e instrucciones de <strong>la</strong> Comisión así como de los<br />
informes de <strong>la</strong>s reuniones, etc. Por lo tanto, también se verifica que el ministerio haya introducido un<br />
sistema de información.<br />
6. EL RESULTADO DEL PROCESO DE CAMBIO<br />
Tres de los cuatro mecanismos de coordinación identificados precedentemente (los mecanismos de<br />
coordinación burocrática, <strong>la</strong> descentralización selectiva y <strong>la</strong>s capacidades de coordinación horizontal)<br />
ofrecen una herramienta para examinar <strong>la</strong>s adaptaciones de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación existentes<br />
entre 1990 y 1995. <strong>La</strong> uniformización de los resultados, o de <strong>la</strong>s capacidades para incorporar a los temas<br />
europeos dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales, es relevante sea cual sea <strong>la</strong> fase de toma de decisiones de<br />
que se trate. Los mecanismos de coordinación horizontal y <strong>la</strong>s pautas pueden estudiarse mejor en el<br />
contexto de <strong>la</strong>s fases de <strong>la</strong> cadena de formu<strong>la</strong>ción de políticas de <strong>la</strong> Unión Europea. <strong>La</strong> uniformización de<br />
los resultados se considera en <strong>la</strong> sección 6.1, mientras que los mecanismos de coordinación burocráticos y<br />
horizontales se discuten juntos en <strong>la</strong> sección 6.2<br />
6.1 <strong>La</strong> uniformización de los resultados (descentralización selectiva)<br />
Una forma de facilitar <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong> política nacional y <strong>la</strong> europea es hacer que <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales sean responsables de <strong>la</strong>s políticas europeas en sus áreas específicas. <strong>La</strong> pericia en<br />
negociaciones europeas se ve así aumentada, <strong>la</strong> separación entre <strong>la</strong> política nacional y <strong>la</strong> europea se<br />
supone que se elimina y <strong>la</strong>s líneas de comunicación internas quedan libres. Sin embargo, debido al uso<br />
limitado que se hace de los programas de formación y desarrollo a gran esca<strong>la</strong>, <strong>la</strong> habilidad que tienen <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales depende por un <strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s capacidades que hayan creado para incorporar los<br />
asuntos europeos y funcionar independientemente dentro del contexto de <strong>la</strong>s responsabilidades<br />
descentralizadas. Por otro <strong>la</strong>do, <strong>la</strong> uniformización de los resultados depende de <strong>la</strong>s funciones de guía y<br />
control que ejerza <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong>. Este trabajo se concentra, a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales, en <strong>la</strong><br />
disponibilidad de <strong>la</strong>s unidades administrativas internacionales y; en el nivel central del ministerio, se<br />
117
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
observará si se ha creado una unidad de personal dedicado a los temas europeos. <strong>La</strong>s adaptaciones a<br />
ambos niveles se consideran a continuación.<br />
6.1.1 Adaptaciones a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales: <strong>la</strong> capacidad de funcionar independientemente en<br />
el ámbito europeo<br />
Los resultados de nuestro estudio mostraron que <strong>la</strong>s siguientes capacidades son importantes para que una<br />
dirección general incorpore <strong>la</strong>s políticas europeas y participe en los órganos interministeriales de toma de<br />
decisiones: el conocimiento y <strong>la</strong> pericia con respecto a Europa, los mecanismos para establecer y revisar<br />
políticas europeas dentro de una dirección general así como para asegurar <strong>la</strong> compatibilidad, y <strong>la</strong>s<br />
funciones de en<strong>la</strong>ce. Como <strong>la</strong> descentralización plena de los temas europeos no parecía ser una opción, <strong>la</strong><br />
mayoría de <strong>la</strong>s secciones del ministerio optó por una descentralización selectiva, es decir una según <strong>la</strong> cual<br />
se asignan <strong>la</strong>s responsabilidades europeas a una división internacional y/o a uno o dos funcionarios que<br />
estén a cargo de <strong>la</strong>s responsabilidades europeas de una dirección o división. <strong>La</strong> eficacia de <strong>la</strong> gestión<br />
interna de <strong>la</strong>s políticas europeas depende por lo tanto, en gran medida, del diseño de estas formas de<br />
descentralización selectiva dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales. En <strong>la</strong> presente sección, nos concentramos<br />
en <strong>la</strong> posición de <strong>la</strong>s divisiones internacionales, gran parte de lo que se dice acerca de <strong>la</strong>s fortalezas y<br />
debilidades de dichas divisiones se aplica igualmente a los funcionarios de en<strong>la</strong>ce para <strong>la</strong> política de <strong>la</strong><br />
Unión Europea en <strong>la</strong>s diferentes direcciones, porque realizan funciones simi<strong>la</strong>res. <strong>La</strong> posición de <strong>la</strong>s<br />
divisiones internacionales merece una atención especial, no sólo debido a su papel medu<strong>la</strong>r en <strong>la</strong><br />
incorporación de <strong>la</strong> integración europea dentro del ministerio, sino también debido a <strong>la</strong>s distintas opiniones<br />
existentes entre los funcionarios del ministerio acerca de <strong>la</strong> importancia que tiene. En los informes internos y<br />
durante <strong>la</strong>s entrevistas, surgieron preguntas con respecto a si <strong>la</strong>s divisiones internacionales eran<br />
compatibles con el objetivo de descentralizar <strong>la</strong>s responsabilidades europeas, y por ende si es que deberían<br />
ser abolidas o no.<br />
Nuestro estudio, sin embargo, concluyó que <strong>la</strong>s divisiones internacionales pueden tener un papel<br />
significativo en <strong>la</strong>s direcciones generales. Estas funciones incluyen proporcionar pericia sobre Europa y <strong>la</strong>s<br />
redes, defendiendo así a Europa dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales y haciendo un seguimiento de <strong>la</strong><br />
eficacia con que operan los funcionarios en <strong>la</strong> Unión Europea. Más aún, facilitan <strong>la</strong> coordinación<br />
interministerial, o sea <strong>la</strong> función de en<strong>la</strong>ce para los equipos dentro del ministerio, hacen que <strong>la</strong> organización<br />
sea más transparente y ofrecen <strong>la</strong> oportunidad para supervisar <strong>la</strong>s políticas europeas del ministerio.<br />
No obstante, <strong>la</strong>s divisiones internacionales no están desarrol<strong>la</strong>das con <strong>la</strong> suficiente fuerza en el ministerio.<br />
Sólo dos direccciones generales han creado divisiones de tal índole y éstas no disponen del personal ni de<br />
los mandatos necesarios para contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> eficacia de una dirección general en su entorno europeo. Por lo<br />
tanto sus tareas se concentran en aspectos específicos (por ejemplo <strong>la</strong> ayuda estatal) y en <strong>la</strong>s<br />
negociaciones dentro del Consejo. En general, como <strong>la</strong>s divisiones internacionales y los funcionarios de<br />
en<strong>la</strong>ce designados en <strong>la</strong>s divisiones de expertos tienen limitaciones en cuanto al tiempo que le pueden<br />
dedicar a Europa y <strong>la</strong> cantidad de autoridad de que disponen para defender a Europa, se puede concluir<br />
que <strong>la</strong> descentralización de <strong>la</strong>s políticas europeas ha provocado que los temas europeos no gocen más que<br />
de una importancia secundaria en <strong>la</strong>s direcciones generales. Además, el hecho de que dos direcciones<br />
generales no cuenten con divisiones internacionales restringe seriamente <strong>la</strong> eficacia de los equipos internos<br />
del ministerio.<br />
6.1.2 <strong>La</strong>s adaptaciones a nivel de <strong>la</strong> alta gerencia: <strong>la</strong> capacidad de servir de guía y de supervisar<br />
El fortalecimiento de los asuntos europeos dentro de un ministerio no sólo depende de <strong>la</strong>s divisiones<br />
internacionales, sino también de <strong>la</strong> importancia que <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> asigna a <strong>la</strong>s políticas europeas y <strong>la</strong>s<br />
capacidades de que dispone <strong>la</strong> alta gerencia en lo que se refiere a <strong>la</strong> definición de objetivos (o sea <strong>la</strong><br />
uniformización de los resultados) y al control del desempeño. En cuanto a estas funciones, <strong>la</strong> alta gerencia<br />
necesita contar con una unidad constituida por personal dedicado a los temas europeos.<br />
<strong>La</strong> descentralización, no obstante, tampoco ha sido seguida de una consolidación de <strong>la</strong> posición de los<br />
asuntos europeos a nivel de <strong>la</strong> alta gerencia por medio de <strong>la</strong> creación de una división de personal. Al<br />
concentrarse en <strong>la</strong> descentralización a <strong>la</strong> vez que no se fortalecían <strong>la</strong>s capacidades europeas al nivel de <strong>la</strong><br />
alta gerencia, el proceso de descentralización ha creado un nuevo problema: <strong>la</strong> diferenciación europea del<br />
ministerio se ha debilitado en el nivel macro de <strong>la</strong> organización. El involucramiento limitado de <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> en<br />
<strong>la</strong>s políticas europeas significa que <strong>la</strong>s direcciones generales pueden trabajar autónomamente en lo que se<br />
refiere a <strong>la</strong>s políticas europeas. <strong>La</strong> alta gerencia no dispone de <strong>la</strong>s capacidades ni de <strong>la</strong> diferenciación<br />
europea que requiere para contro<strong>la</strong>r el comportamiento de <strong>la</strong>s direcciones generales, a fin de asegurar que<br />
se haga <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia entre <strong>la</strong>s direcciones generales o de ocuparse de <strong>la</strong>s cuestiones<br />
118
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
estratégicas re<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> integración europea, como ser fijando prioridades, resolviendo problemas,<br />
estimu<strong>la</strong>ndo actividades europeas, consolidando <strong>la</strong> coordinación intraministerial. Además, <strong>la</strong>s limitadas<br />
capacidades europeas, y por lo tanto el compromiso limitado, a nivel de <strong>la</strong> alta gerencia, también implica<br />
que en los niveles inferiores de <strong>la</strong> organización se presta poca atención a Europa.<br />
Se podría haber esperado que <strong>la</strong> descentralización estuviera acompañada, a vía de complemento, por el<br />
fortalecimiento de <strong>la</strong>s capacidades con respecto a los asuntos europeos a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales<br />
así como a nivel central del ministerio. Pero esto no ocurrió. En consecuencia, <strong>la</strong> integración europea se ha<br />
convertido en un área de importancia secundaria dentro de <strong>la</strong>s direcciones generales y <strong>la</strong> pericia sobre<br />
cuestiones europeas a ambos niveles no está disponible para detectar y corregir debilidades en cuanto a <strong>la</strong><br />
intervención del ministerio en <strong>la</strong>s políticas europeas ni para defender a Europa dentro del ministerio.<br />
Algunos de los problemas europeos por ende siguen vigentes.<br />
No obstante, sólo es posible hacer una evaluación completa del impacto de <strong>la</strong> descentralización y del<br />
proceso de desarrollo de <strong>la</strong> organización que se da a continuación, si también sabemos cómo ha sido<br />
complementado por mecanismos de coordinación adicionales y por pautas nuevas.<br />
6.2 <strong>La</strong>s capacidades de coordinación horizontal, <strong>la</strong>s pautas y el sistema de información<br />
Comparando el cuadro 3 y el cuadro 4, se puede apreciar el desarrollo de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación<br />
horizontal dentro del ministerio entre 1990 y 1995 (11). <strong>La</strong> comparación indica que los mecanismos de<br />
coordinación han sido complementados agregando puntos de coordinación en el proceso por medio de dos<br />
fases adicionales: <strong>la</strong> evaluación de <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong> Comisión y el control de <strong>la</strong> internalización en el<br />
BNC, y con un ajuste cualitativo en cada uno o sea <strong>la</strong> incorporación de diferentes instrumentos en cada una<br />
de <strong>la</strong>s etapas. Estos cuadros muestran que el mapa de los mecanismos de coordinación ahora es más<br />
denso. Otro tema importante que no se muestra en este mapa pero que surge de <strong>la</strong>s entrevistas, es que los<br />
mecanismos que ya se utilizaban a principios de <strong>la</strong> década del noventa se utilizan ahora en forma más<br />
intensa, los contactos informales en particu<strong>la</strong>r cobraron mayor importancia.<br />
Cuadro 3. <strong>La</strong>s capacidades del Ministerio para coordinar <strong>la</strong> política de <strong>la</strong> Unión Europea (1990)<br />
Fases de <strong>la</strong><br />
Formu<strong>la</strong>ción<br />
de <strong>la</strong> política<br />
de <strong>la</strong> UE<br />
Comités de<br />
Comitología<br />
Propuest<br />
a<br />
Grupos de<br />
Trabajo del<br />
Consejo<br />
COREPE<br />
R<br />
Consej<br />
o<br />
Puesta en<br />
marcha<br />
lega<br />
l<br />
practica<br />
Fases de <strong>la</strong><br />
coordinación<br />
de <strong>la</strong> política<br />
nacional de <strong>la</strong><br />
UE<br />
(funcionarios<br />
independient<br />
es)<br />
(funcionarios<br />
)<br />
Instrucción<br />
COREPE<br />
R<br />
ComCo<br />
(*)<br />
contactos<br />
informales<br />
funciones de<br />
en<strong>la</strong>ce<br />
grupos de<br />
acción<br />
+/- + + +<br />
+/-<br />
+/- +/-<br />
equipos<br />
rol de<br />
integración<br />
+ +<br />
rol de<br />
i l ió<br />
119
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
gerencial<br />
pautas<br />
sistema de<br />
información<br />
+ +<br />
(*) ComCo: Comisión de Coordinación para <strong>la</strong> Integración Europea y los Problemas Re<strong>la</strong>cionales. Todas <strong>la</strong>s<br />
decisiones del Consejo son tomadas oficialmente por los Ministros ho<strong>la</strong>ndeses colectivamente. Estas<br />
decisiones se preparan a nivel de los funcionarios en <strong>la</strong> ComCo.<br />
Cuadro 4. Capacidades del Ministerio para coordinar <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong> Unión Europea (mediados de 1995)<br />
Fases de <strong>la</strong><br />
Cadena de<br />
políticas de<br />
<strong>la</strong> UE<br />
Comités<br />
Comitología<br />
de<br />
Propuesta Grupos de<br />
Trabajo del<br />
Consejo<br />
COREPER Consejo Puesta en<br />
marcha<br />
legal<br />
Practica<br />
Coordinación<br />
de <strong>la</strong><br />
políticas<br />
nacionales<br />
de <strong>la</strong> UE<br />
(expertos<br />
independientes)<br />
BNC (funcionarios) Instrucción<br />
COREPER<br />
ComCo BNC -<br />
contactos<br />
informales<br />
+/- + + + + + +/-<br />
funciones<br />
en<strong>la</strong>ce<br />
de<br />
+ +/- +/- +/- +<br />
grupos<br />
acción<br />
de<br />
+/- +/- +/-<br />
equipos +/- +/- +<br />
rol<br />
integración<br />
de<br />
+/- +/- + + +<br />
rol de<br />
vincu<strong>la</strong>ción<br />
gerencial<br />
pautas + +/- +<br />
sistema de<br />
información<br />
+/- +/- + +<br />
6.2.1 Mecanismos de coordinación horizontal<br />
El mecanismo de coordinación más ampliamente utilizado consiste en los contactos informales. Los<br />
contactos directos, el correo electrónico y <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas telefónicas son los mecanismos preferidos para<br />
hacer <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia. Estos mecanismos se emplean con mayor intensidad, lo cual marca<br />
un cambio en <strong>la</strong> cultura del ministerio. Los documentos que circu<strong>la</strong>ban dentro del ministerio a comienzos de<br />
<strong>la</strong> década del noventa reve<strong>la</strong>ban un gran interés de <strong>la</strong>s direcciones por proteger sus responsabilidades más<br />
que por compartir<strong>la</strong>s. No obstante, <strong>la</strong>s entrevistas indicaron que esta situación ha cambiado hacia un<br />
intercambio voluntario de información en 1995 y hacia una toma de conciencia de los peligros que acarrea<br />
120
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>la</strong> falta de información recíproca y de los efectos que esto produce en el grado de influencia que tiene el<br />
ministerio en <strong>la</strong>s negociaciones interministeriales y europeas.<br />
Si bien los funcionarios se muestran muy positivos con respecto al sistema informal, <strong>la</strong>s entrevistas también<br />
reve<strong>la</strong>ron los peligros implícitos en esta forma de actuar. Un comentario frecuente se refería a <strong>la</strong> dificultad<br />
de disponer de una visión general de <strong>la</strong>s políticas cuando intervienen distintos sectores del ministerio así<br />
como otros ministerios. Por otra parte, los diferentes sectores de <strong>la</strong> administración intervienen al inicio,<br />
cuando una política pasa de una fase a <strong>la</strong> otra, y quienes participan en el proceso posterior o en <strong>la</strong><br />
internalización práctica no siempre saben que elementos han sido, o no han sido, incluidos en una directiva,<br />
y desearían por lo tanto estar informados de <strong>la</strong>s nuevas iniciativas en fases más tempranas del proceso.<br />
Esto muestra que hay un problema en <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia secuencial. Debido a <strong>la</strong>s<br />
modalidades informales de trabajar, los problemas re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> compatibilidad y <strong>la</strong> transparencia no<br />
han desaparecido.<br />
También se están empleando en forma creciente <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce, que corresponden a <strong>la</strong>s divisiones<br />
de asuntos internacionales o a funcionarios con especial responsabilidad respecto a <strong>la</strong> política de <strong>la</strong> Unión<br />
Europea y vincu<strong>la</strong>n a <strong>la</strong>s divisiones de expertos con los ámbitos nacionales y europeos más amplios. Uno<br />
de los defectos de estos cargos de en<strong>la</strong>ce es el hecho que quienes los ocupan se concentran en <strong>la</strong> fase del<br />
Consejo. No se contro<strong>la</strong> cómo se incorporan <strong>la</strong>s políticas europeas en <strong>la</strong>s direcciones generales, cómo <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales hacen uso de <strong>la</strong>s oportunidades europeas y si <strong>la</strong>s direcciones generales presentan<br />
políticas a nivel europeo. Tienen escasa influencia sobre <strong>la</strong> forma en que operan <strong>la</strong>s direcciones generales y<br />
<strong>la</strong>s direcciones en <strong>la</strong>s primeras y en <strong>la</strong>s últimas fases. Además, no todas <strong>la</strong>s direcciones generales o<br />
direcciones han creado funciones de en<strong>la</strong>ce. Dos de <strong>la</strong>s cuatro direcciones generales tienen por<br />
consiguiente una gran dificultad para participar en los equipos intraministeriales porque no disponen de una<br />
visión global de <strong>la</strong>s políticas europeas en sus áreas. Adicionalmente, como los cargos de en<strong>la</strong>ce sólo tienen<br />
autoridad limitada, debido a <strong>la</strong> falta de personal y a mandatos limitados, los funcionarios encargados de <strong>la</strong>s<br />
funciones de en<strong>la</strong>ce carecen de bases firmes desde <strong>la</strong>s cuales podrían defender a Europa dentro de sus<br />
propios sectores en el Ministerio. <strong>La</strong> débil situación de <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce significa además que el<br />
Ministerio en sí no tiene bases que le den una visión general de <strong>la</strong>s políticas europeas o que vinculen los<br />
temas, siendo ambos factores necesarios para participar en el juego de ‘toma y da’ que prevalece en <strong>la</strong>s<br />
negociciones europeas.<br />
Los funcionarios también informaron que en <strong>la</strong> actualidad están trabajando más en <strong>la</strong> modalidad de grupos<br />
de acción, particu<strong>la</strong>rmente como preparación para <strong>la</strong>s reuniones de grupo de trabajo. Sin embargo,<br />
contrariamente a lo que podría esperarse a partir de <strong>la</strong> literatura sobre <strong>la</strong>s organizaciones (cf. Beer et al.,<br />
1990; Meyer, 1993) y considerando <strong>la</strong> complejidad de los temas, los grupos de acción no se utilizan en<br />
forma lo suficientemente amplia. Existen sólo en un número limitado de áreas complejas donde diversos<br />
sectores del ministerio deben participar en <strong>la</strong>s negociaciones por ejemplo, preparando negociaciones sobre<br />
<strong>la</strong> liberalización de los mercados para <strong>la</strong> energía y <strong>la</strong>s telecomunicaciones. En muchos casos, <strong>la</strong> carga de<br />
trabajo y <strong>la</strong>s limitaciones de tiempo los obligan a limitar <strong>la</strong> coordinación a contactos bi<strong>la</strong>terales informales.<br />
Aun cuando se convoque a una reunión de un grupo de acción, <strong>la</strong> misma no siempre cuenta con <strong>la</strong><br />
asistencia deseada.<br />
Los entrevistados opinaron que los avances en el uso de equipos han sido decepcionantes. Un equipo a<br />
nivel de <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> (<strong>la</strong> Reunión del Secretario General con los Directores Generales) participó al comienzo<br />
del proceso de cambio en 1991 pero <strong>la</strong> adaptación futura del ministerio a <strong>la</strong> integración europea quedó a<br />
cargo de esca<strong>la</strong>fones inferiores. Otro, creado en 1992 a nivel intermedio (Reunión de Europa) tampoco<br />
logró transformarse en un órgano eficaz. Una de <strong>la</strong>s razones de esto fue que el cargo de presidente (ver a<br />
continuación <strong>la</strong> función integradora) era muy delicado. Si un director de <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones<br />
Económicas con el Exterior debía presidir <strong>la</strong> reunión -lo cual habría sido lógico porque esta dirección<br />
general posee el conocimiento europeo necesario además de un panorama general- <strong>la</strong>s demás direcciones<br />
generales se negaban a cooperar porque consideraban esto como una continuación de <strong>la</strong> distribución previa<br />
de responsabilidades europeas y no deseaban funcionar a <strong>la</strong>s órdenes de esta dirección general. En<br />
consecuencia, <strong>la</strong> Reunión Europa fue presidida por un director de esta dirección general pero su mandato<br />
se limitó a presidir <strong>la</strong>s reuniones. De ahí que estos equipos son generalmente considerados órganos<br />
débiles. Debido a que estos equipos no han asumido una responsabilidad continuada en los acuerdos<br />
respecto a <strong>la</strong> administración interna de <strong>la</strong>s políticas europeas por parte del ministerio ni en <strong>la</strong> gestión del<br />
cambio, el ministerio tiene por ende dificultades para formu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s metas, prioridades y estrategias y para<br />
contro<strong>la</strong>r el comportamiento de <strong>la</strong>s direcciones generales en asuntos europeos así como para <strong>la</strong> resolución<br />
de problemas. Por lo general los inconvnientes no son superados en el momento en que se presentan, esto<br />
se debe en gran parte a <strong>la</strong> existencia de obstáculos que traban <strong>la</strong> coordinación intraministerial (como ser el<br />
principio de no intervención).<br />
121
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong>s funciones de integración en los equipos son cumplidas por <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones<br />
Económicas con el Exterior, por ejemplo en <strong>la</strong> Reunión de Europa y en <strong>la</strong> reunión que prepara el BNC<br />
dentro del ministerio. El Director de Asuntos Europeos preside los equipos intraministeriales y los<br />
funcionarios de esta dirección general preparan <strong>la</strong>s reuniones y llevan a cabo <strong>la</strong>s actividades asociadas con<br />
<strong>la</strong>s funciones de integración, tales como mantener consultas preliminares, procurar que se llegue a<br />
compromisos, etc. Como <strong>la</strong>s direcciones generales son re<strong>la</strong>tivamente autónomas, y debido a <strong>la</strong>s<br />
sensibilidades involucradas en <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia entre <strong>la</strong>s direcciónes generales, <strong>la</strong> función<br />
integradora en el campo de <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel europeo es básicamente un cargo de mero<br />
procedimiento sin gran autoridad. Más aún, <strong>la</strong>s funciones integradoras están concentradas al final del<br />
proceso de toma de decisiones en el Consejo y no durante <strong>la</strong>s fases más tempranas, cuando se inicia el<br />
proceso de e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong>s políticas que es cuando tiene lugar el grueso de <strong>la</strong>s negociaciones.<br />
<strong>La</strong>s funciones de vincu<strong>la</strong>ción gerencial no se encontraron porque <strong>la</strong>s direcciones generales están en pie de<br />
igualdad y por lo tanto no existen re<strong>la</strong>ciones jerárquicas entre el<strong>la</strong>s. De ahí que <strong>la</strong> responsabilidad, en<br />
cuanto a cómo se comportan <strong>la</strong>s direcciones generales en <strong>la</strong> política europea y en cuanto a cómo éstas<br />
intervienen en el proceso europeo de toma de decisiones, no está c<strong>la</strong>ramente definida y si una dirección<br />
general interviene en el trabajo de <strong>la</strong>s demás direcciones generales se p<strong>la</strong>ntea un problema muy delicado.<br />
Esto implica que, si surgen dificultades reales, <strong>la</strong>s diferencias sólo pueden ser resueltas a través de<br />
extensos procedimientos de consulta en los grupos de acción y en los equipos (12). En <strong>la</strong> práctica, <strong>la</strong><br />
resolución de los problemas se posterga a etapas posteriores en <strong>la</strong> cadena de políticas. Por lo tanto, hasta<br />
este momento <strong>la</strong> meta de resolver <strong>la</strong>s diferencias de opinión y <strong>la</strong>s disputas en etapas tempranas del proceso<br />
de políticas europeas no se ha alcanzado completamente.<br />
<strong>La</strong> ausencia de funciones de vincu<strong>la</strong>ción gerencial efectivas frustra <strong>la</strong> eficacia de los demás mecanismos de<br />
coordinación. Como nadie puede tomar decisiones y como nadie puede imponer una apertura ni mejorar el<br />
funcionamiento de los equipos, no hay nadie a nivel gerencial intermedio a quien los funcionarios puedan<br />
informar sobre sus desacuerdos y dificultades. Dado que no existe una función de vincu<strong>la</strong>ción directa,<br />
tampoco el integrador tiene apoyo. De ahí que los equipos sean sólo algo más que acuerdos voluntarios.<br />
Por consiguiente, los gerentes intermedios, algunos de los cuales desde el principio no estuvieron realmente<br />
a favor de <strong>la</strong> participación en <strong>la</strong> Reunión de Europa ni de compartir responsabilidades, prefieren dedicar su<br />
limitado tiempo a cuestiones más importantes y a reuniones más importantes. Como resultado, ha<br />
disminuido el nivel en el que <strong>la</strong>s direcciones generales están representadas en los equipos. <strong>La</strong> ausencia de<br />
funciones de vincu<strong>la</strong>ción gerencial erosiona por lo tanto <strong>la</strong>s demás capacidades de coordinación horizontal.<br />
Este repaso de los mecanismos de coordinación horizontal muestra que el ministerio no ha mejorado <strong>la</strong><br />
calidad del nivel superior de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación. Los grupos de acción, los equipos, <strong>la</strong>s<br />
funciones integradoras y <strong>la</strong>s funciones de vincu<strong>la</strong>ción gerencial han tenido un desarrollo que no está<br />
uniformemente extendido. En especial <strong>la</strong> ausencia de <strong>la</strong> función de vincu<strong>la</strong>ción gerencial en este sentido es<br />
una debilidad fundamental, porque significa que el principio de no intervención entre <strong>la</strong>s diversas<br />
direcciones generales no puede modificarse. <strong>La</strong> coordinación horizontal entre <strong>la</strong>s direcciones generales<br />
siguen, por tanto, presentando un problema.<br />
6.2.2 Sistema de información<br />
También se ha observado <strong>la</strong> disponibilidad de un sistema de información para respaldar <strong>la</strong> coordinación<br />
horizontal y <strong>la</strong> transparencia, así como para contribuir a crear una visión general de <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong> Unión<br />
Europea. En 1994, fue creado un sistema de información para distribuir información sobre los asuntos<br />
europeos, los informes de <strong>la</strong>s reuniones que se llevaban a cabo en Bruse<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>s instrucciones. Sin<br />
embargo, nadie estaba obligado a usar el sistema y por ende <strong>la</strong> información a menudo sólo se distribuye por<br />
medio de memorándums a quienes están directamente involucrados en el tema. Ese sistema de información<br />
no ha producido por lo tanto una mejora en el intercambio de información, a esto también contribuye el<br />
hecho que <strong>la</strong> Representación Permanente no esté re<strong>la</strong>cionada con dicho sistema.<br />
6.2.3 Pautas<br />
Gran parte de <strong>la</strong>s pautas cuya existencia se detectó son de naturaleza general. <strong>La</strong> importancia de <strong>la</strong><br />
integración europea y <strong>la</strong> internacionalización fue algo que apareció reiterada y frecuentemente en los<br />
discursos de los gerentes y en los documentos sobre políticas. Los funcionarios durante <strong>la</strong>s entrevistas, no<br />
obstante, manifestaron que a menudo escuchaban que Europa era importante y que ellos deberían "pensar<br />
como europeos". Sin embargo, estas pautas generales no estaban respaldadas por actividades prácticas<br />
que demostraran que había un compromiso con <strong>la</strong> integración europea por parte de los altos gerentes.<br />
122
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
También se encontraron pautas más específicas, por ejemplo que el ministerio apoya el principio de crear<br />
un ámbito de acción parejo para todos así como el de desregu<strong>la</strong>r. Sin embargo, en casos reales, dichas<br />
pautas probaron no ser útiles, sea porque los puntos de vista sobre políticas a menudo no se centran en un<br />
solo concepto o porque había intereses, del sector industrial por ejemplo, que exigían posiciones más<br />
pragmáticas.<br />
Por todo ello no se habían logrado mejoras sustanciales en cuanto a <strong>la</strong>s capacidades de coordinación<br />
burocrática.<br />
6.2.4 El mecanismo de coordinación en cada una de <strong>la</strong>s fases<br />
Habiendo analizado los mecanismos de coordinación horizontal y burocrática, se puede examinar ahora <strong>la</strong><br />
disponibilidad de esos mecanismos de coordinación en cada etapa de <strong>la</strong> cadena de toma de decisiones.<br />
<strong>La</strong> fase de expertos depende básicamente de <strong>la</strong> coordinación informal y no se han establecido mecanismos<br />
que resulten en un enfoque más estructurado. Cuando se invita a los funcionarios a discutir nuevas<br />
iniciativas con <strong>la</strong> Comisión, no existen mecanismos en el sistema para determinar <strong>la</strong>s posiciones nacionales<br />
iniciales ni <strong>la</strong>s prioridades, para resolver diferencias que sean aparentes en esta etapa, ni para formu<strong>la</strong>r<br />
estrategias. Por otra parte, debido a <strong>la</strong> ausencia de pautas eficaces y de mecanismos para obligar a los<br />
funcionarios y a <strong>la</strong> gerencia a adoptar nuevas prácticas, <strong>la</strong> información sobre contactos con <strong>la</strong> Comisión no<br />
se distribuye ni se comparte sistemáticamente dentro de <strong>la</strong> organización. Dada <strong>la</strong> importancia que<br />
generalmente se le atribuye a esta etapa, es soprendente <strong>la</strong> limitada gama de capacidades de coordinación<br />
que <strong>la</strong> rigen (cf. DTI, 1993).<br />
Aun cuando <strong>la</strong> preparación a nivel del BNC (el comité que fuera creado dentro del minsterio en 1992 para<br />
examinar los efectos de <strong>la</strong>s nuevas propuestas de <strong>la</strong> Comisión) no es <strong>la</strong> fase más temprana posible para<br />
determinar posiciones y prioridades ni para formu<strong>la</strong>r estrategias sobre temas individuales, este momento en<br />
el que <strong>la</strong> Comisión presenta una propuesta al Consejo, fue considerado un punto apropiado y<br />
suficientemente temprano en el proceso para formu<strong>la</strong>r una posición válida. Sin embargo, el BNC no ha sido<br />
dotado de <strong>la</strong>s capacidades que necesita para hacerlo. <strong>La</strong>s capacidades enumeradas en el Cuadro 4<br />
parecen ser muy significativas, pero se ve que hay dificultadas por <strong>la</strong> falta de tiempo y una insuficiente<br />
participación de los gerentes, principalmente los cuadros medios. Sólo los funcionarios a nivel del núcleo<br />
operativo del ministerio conforman este comité y pueden dedicar sólo aproximadamente un día por mes al<br />
análisis meticuloso de <strong>la</strong>s nuevas propuestas.<br />
<strong>La</strong> preparación de <strong>la</strong>s reuniones de trabajo básicamente depende de los contactos informales y de los<br />
grupos de acción. Los contactos informales por lo general son bastante eficientes, pero <strong>la</strong>s discusiones<br />
están restringidas a los funcionarios que se sabe están directamente involucrados. Por consiguiente, el<br />
propio ministerio carece de una visión global de lo que acontece en esta fase. Los funcionarios seña<strong>la</strong>ron,<br />
por lo tanto, que resulta a veces difícil vincu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s iniciativas tomadas a nivel nacional con <strong>la</strong>s discusiones<br />
que tienen lugar en Bruse<strong>la</strong>s. Otras dificultades mencionadas en <strong>la</strong>s entrevistas y re<strong>la</strong>cionadas con el<br />
carácter informal de esta fase incluyen problemas para detectar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones horizontales entre los<br />
diversos temas y para garantizar enfoques coherentes. Por otra parte, <strong>la</strong>s diferencias por lo general no se<br />
resuelven mientras <strong>la</strong>s negociaciones en Bruse<strong>la</strong>s están en marcha y generalmente se posterga el<br />
encontrar una solución hasta que <strong>la</strong>s propuestas se envían al COREPER o al Consejo.<br />
<strong>La</strong> preparación de <strong>la</strong>s instrucciones para el COREPER y <strong>la</strong> ComCo también se basa en gran medida en los<br />
contactos informales. Sin embargo, en esta etapa, <strong>la</strong>s funciones de en<strong>la</strong>ce, en <strong>la</strong>s direcciones generales, y<br />
<strong>la</strong>s de integración, en <strong>la</strong> Dirección General de Re<strong>la</strong>ciones Económicas con el Exterior, contribuyen también<br />
a <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> interdependencia. <strong>La</strong>s limitaciones de tiempo impiden que estas etapas funcionen sin<br />
contar con equipos eficaces. <strong>La</strong> resolución de diferencias se hace por lo general informalmente, porque de<br />
lo contrario deben discutirse a un nivel jerárquico más elevado. Consecuentemente, los esfuerzos para<br />
lograr que se resuelvan los problemas a niveles inferiores de <strong>la</strong> organización aún no han tenido éxito. Por<br />
otra parte, ya se está en <strong>la</strong>s fases finales del proceso de formu<strong>la</strong>ción de políticas y existe el riesgo de que a<br />
esta altura <strong>la</strong>s decisiones ya hayan sido tomadas en Bruse<strong>la</strong>s o que ya se hayan formado coaliciones<br />
internacionales.<br />
<strong>La</strong> prueba del éxito del proceso de "europeización" reside sin embargo en <strong>la</strong> forma como se incorporan <strong>la</strong>s<br />
políticas europeas a <strong>la</strong> actividad cotidiana. <strong>La</strong> última columna en el cuadro 4 indica que el ministerio tiene<br />
pocas capacidades para contro<strong>la</strong>r y corregir <strong>la</strong> participación de los funcionarios en esta etapa. Hay<br />
funcionarios de en<strong>la</strong>ce sólo para algunas áreas, tales como ser <strong>la</strong>s que se refieren a ayudas estatales y a <strong>la</strong><br />
armonización técnica.<br />
123
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En una pa<strong>la</strong>bra, el desarrollo de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación indica que los ajustes se han concentrado<br />
en <strong>la</strong>s fases de toma de decisiones políticas en el Consejo. Los acuerdos para guiar y contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />
"europeización" del trabajo cotidiano de los funcionarios siguen siendo restringidas (ver <strong>la</strong> primera y <strong>la</strong> última<br />
columna). Además, <strong>la</strong>s capacidades de coordinación se han fomentado primordialmente en base a un<br />
fortalecimiento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones informales. Esto demuestra que ha habido un cambio considerable en<br />
comparación con <strong>la</strong> situación que prevalecía a comienzos de <strong>la</strong> década del noventa. Actualmente, hay<br />
menos conflictos con respecto a <strong>la</strong>s responsabilidades y, en general, <strong>la</strong> información se comparte<br />
ampliamente. No obstante, es dudoso que <strong>la</strong> coordinación informal sea suficiente para formu<strong>la</strong>r prioridades,<br />
resolver problemas, crear una visión general, etc. Se requieren mecanismos de coordinación más<br />
sofisticados para estos fines, pero éstos aún no se han desarrol<strong>la</strong>do lo suficiente.<br />
7. LOS EFECTOS DE LA "EUROPEIZACION" EN EL COMPORTAMIENTO DEL MINISTERIO<br />
Antes de extraer conclusiones acerca de los cambios estructurales en <strong>la</strong> sección final, habría que saber si<br />
dichos cambios han contribuido, y cómo, a una modificación del comportamiento del ministerio en lo que se<br />
refiere a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel europeo. Los procesos de cambio han resultado en <strong>la</strong> creación<br />
de nuevas estructuras (ver cuadro 4) por parte de <strong>la</strong>s direcciones generales, con <strong>la</strong> creación de divisiones<br />
internacionales y <strong>la</strong> designación de funcionarios encargados de hacer un seguimiento de <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas en áreas específicas. Además, al haber más funcionarios que intervienen activamente en <strong>la</strong>s<br />
negociaciones en Bruse<strong>la</strong>s y en los comités de comitología, sumado a los programas de capacitación, se ha<br />
generado una mejor comprensión de los asuntos europeos. En cuanto a <strong>la</strong> coordinación interna, el logro<br />
principal ha sido el cambio de cultura, pasando de una donde el interés era salvaguardar <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades a una que fomenta el que se comparta <strong>la</strong> información.<br />
A pesar de ello, no se han resuelto todos los problemas europeos del ministerio. Debido a carencias en<br />
cuanto a pericia sobre temas europeos, tanto a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales como de <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong>, los<br />
asuntos europeos se han transformado en un tema de importancia secundaria. <strong>La</strong> descentralización tenía<br />
por objeto aumentar <strong>la</strong> conciencia que se tenía de <strong>la</strong> integración europea a todos los niveles de <strong>la</strong><br />
organización, pero de <strong>la</strong>s entrevistas surgió, sin embargo, que esto no se ha logrado y los funcionarios a<br />
menudo afirmaban que <strong>la</strong>s cuestiones europeas no les atañían en absoluto y que los directores y los<br />
directores generales no estaban interesados en el<strong>la</strong>s. Esta importancia limitada de lo atinente a temas<br />
europeos es especialmente relevante para comprender <strong>la</strong> participación del ministerio al inicio de nuevas<br />
iniciativas,o sea en <strong>la</strong> primera fase, y en cuanto a <strong>la</strong> adaptación de <strong>la</strong> política nacional a <strong>la</strong> política europea<br />
(ver <strong>la</strong> última columna del cuadro 4). <strong>La</strong>s entrevistas pusieron de manifiesto que los funcionarios participan<br />
en negociaciones durante <strong>la</strong> fase del Consejo y de los comités de comitología para cumplir con sus<br />
'obligaciones formales'. Lo referente a <strong>la</strong> integración europea se ha convertido en cierta forma en una tarea<br />
adicional para algunos de ellos, y no siempre disponen del tiempo, <strong>la</strong> pericia o <strong>la</strong>s redes necesarias para<br />
lograr un éxito significativo en <strong>la</strong>s negociaciones europeas. Dada <strong>la</strong> importancia del mercado interior y de <strong>la</strong><br />
política europea en prácticamente todos los campos que son responsabilidad del Ministerio de Asuntos<br />
Económicos, algunos funcionarios se preguntaban si el ministerio no debería participar más activamente en<br />
<strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas a nivel de <strong>la</strong> Unión Europea, trabajando más de lo que lo hace con <strong>la</strong> Comisión,<br />
emprendiendo cabildeos en mayor grado ante otros Estados Miembros, haciendo mayores esfuerzos para<br />
conseguir apoyo para nuevas iniciativas o para reducir <strong>la</strong> oposición a el<strong>la</strong>s.<br />
Además del hecho de que Europa no ha adquirido una posición prominente en el ministerio, los cambios<br />
estructurales tampoco han resuelto los problemas europeos del ministerio. Entre los temas pendientes se<br />
encuentra <strong>la</strong> fragmentación que existe entre <strong>la</strong>s diversas áreas (por ejemplo circuitos separados para<br />
política tecnológica, política comercial, legis<strong>la</strong>ción del mercado interior), <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong>s políticas<br />
nacionales y <strong>la</strong>s europeas, <strong>la</strong> falta de prioridades y estrategias, <strong>la</strong> falta de una visión general de <strong>la</strong>s políticas<br />
europeas, el hecho de que no siempre se aprovechan <strong>la</strong>s oportunidades europeas (por ejemplo hay fondos<br />
que no se explotan lo suficiente, el ajuste de los fondos nacionales para investigación y desarrollo a los<br />
programas de <strong>la</strong> Unión Europea es lento y <strong>la</strong>s iniciativas a nivel de <strong>la</strong> Unión Europea casi nunca se adoptan)<br />
y el enfoque reactivo ante <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong> Unión Europea.<br />
8. RESUMEN Y CONCLUSIONES: LAS CONSECUENCIAS SUBESTIMADAS DE LA INTEGRACION<br />
REGIONAL<br />
Como un primer paso hacia <strong>la</strong> c<strong>la</strong>rificación de los efectos de <strong>la</strong> integración europea sobre <strong>la</strong> gestión interna<br />
de los ministerios nacionales, el presente estudio desarrolló un modelo que permitía examinar <strong>la</strong>s<br />
implicaciones del impulso de <strong>la</strong> integración europea de fines de <strong>la</strong> década del ochenta y a principios de <strong>la</strong><br />
del noventa en el caso del Ministerio de Asuntos Económicos de Ho<strong>la</strong>nda (el ministerio). Se hizo un<br />
seguimiento de <strong>la</strong>s adaptaciones estructurales que abarcó el período entre 1990 y mediados de 1995.<br />
124
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Durante dicho período, el ministerio invirtió una cantidad considerable de tiempo y dinero con <strong>la</strong> finalidad de<br />
mejorar <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> organización para estar en condiciones de corregir los problemas europeos que se<br />
habían hecho evidentes a comienzos de <strong>la</strong> década del noventa. Estos problemas pueden interpretarse<br />
como síntomas de una falta de adecuación entre <strong>la</strong> gestión interna del ministerio y lo que requería <strong>la</strong><br />
integración europea, y sirven de punto de referencia para ver si los cambios estructurales han producido<br />
una mejor adecuación. Los cambios estaban orientados a <strong>la</strong> descentralización de <strong>la</strong>s responsabilidades<br />
europeas, complementados con <strong>la</strong> creación de nuevas capacidades de coordinación y un programa de<br />
capacitación y desarrollo a gran esca<strong>la</strong>. <strong>La</strong> meta del proceso de europeización era <strong>la</strong> de hacer que <strong>la</strong><br />
política europea fuera parte integral del trabajo de los funcionarios, a <strong>la</strong> vez que se aseguraba <strong>la</strong><br />
coordinación cuando fuera necesaria.<br />
El análisis se concentró en los ajustes en los mecanismos de coordinación. Se han estudiado cuatro tipos<br />
de mecanismos de coordinación: <strong>la</strong> uniformización de los resultados, <strong>la</strong>s destrezas (formación), <strong>la</strong><br />
uniformización de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y los mecanismos de coordinación horizontal. Como cualquier organización se<br />
sirve de cada una de estas formas, se puede suponer que el ministerio ha mejorado el nivel de sus<br />
capacidades de coordinación en esos cuatros rubros. Sin embargo, en el transcurso del estudio, el tema de<br />
<strong>la</strong> formación parecía ser menos relevante. Al examinar los cambios estructurales, también se analizaron los<br />
cambios en el comportamiento del ministerio ante los temas europeos, es decir, si se habían erradicado los<br />
problemas europeos.<br />
El análisis de <strong>la</strong>s adaptaciones en <strong>la</strong> uniformización de los resultados se concetró en <strong>la</strong>s capacidades<br />
creadas a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales para trabajar independientemente dentro de <strong>la</strong>s órbitas<br />
europeas que le corresponden, o sea <strong>la</strong> disponibilidad de unidades administrativas internacionales, y a nivel<br />
de <strong>la</strong> alta gerencia, es decir si se había creado una unidad con personal dedicado a los asuntos europeos.<br />
Aunque <strong>la</strong>s direcciones generales han adquirido una mayor autosuficiencia, sus capacidades en cuestiones<br />
europeas no se han fortalecido de manera significativa. Sólo dos de <strong>la</strong>s cuatro direcciones generales han<br />
creado divisiones internacionales, pero incluso estas unidades administrativas no han sido dotadas del<br />
equipo suficiente para dar a los temas europeos una relevancia fuerte. Existe, por lo tanto, una brecha en<br />
cuanto a <strong>la</strong> pericia sobre asuntos europeos a nivel de <strong>la</strong>s direcciones generales. El hacer que estas sean<br />
más autosuficientes en cuanto a los temas europeos, no obstante, también requiere que <strong>la</strong> gerencia del<br />
ministerio le proporcione elementos para fijar objetivos, contro<strong>la</strong>r el desempeño, resolver problemas y<br />
bregar con <strong>la</strong>s cuestiones estratégicas. <strong>La</strong> descentralización se concentró en hacer que <strong>la</strong>s direcciones<br />
generales gozaran de una mayor autosuficiencia, pero ésta medida no ha sido complementada con el<br />
desarrollo de <strong>la</strong> pericia europea requerida a ambos niveles. Consecuentemente, <strong>la</strong> descentralización puede<br />
incluso haber debilitado, en lugar de consolidar, <strong>la</strong>s capacidades del ministerio en asuntos europeos. Antes<br />
de <strong>la</strong> descentralización, había una dirección general que era responsable por lo atinente a <strong>la</strong> integración<br />
europea, pero al bajar <strong>la</strong>s responsabilidades a esca<strong>la</strong>fones inferiores, se diluyó el tratamiento de los asuntos<br />
europeos dentro del ministerio.<br />
<strong>La</strong> descentralización por <strong>la</strong> cual se atribuyen responsabilidades sobre los asuntos europeos a <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales es una forma de mejorar el nivel de <strong>la</strong>s capacidades de coordinación. Sin embargo, <strong>la</strong><br />
descentralización disemina <strong>la</strong>s responsabilidades a todo lo ancho de <strong>la</strong> organización de manera tal que <strong>la</strong><br />
gestión interna se vuelve aún más difícil. Por lo tanto, <strong>la</strong>s adaptaciones que se emprendieron con respecto a<br />
<strong>la</strong>s capacidades de coordinación horizontal que tiene el ministerio para hacer <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
interdependencia entre <strong>la</strong>s direcciones generales constituyó una parte importante del presente estudio. Los<br />
mecanismos de coordinación horizontal parecían ser particu<strong>la</strong>rmente importantes debido a <strong>la</strong> renuencia que<br />
aún existe para encarar <strong>la</strong> coordinación, por el principio de no intervención, y <strong>la</strong> integración europea en sí.<br />
Los cuadros 3 y 4 mostraron que, en términos de coordinación horizontal, el ministerio ha evolucionado,<br />
pasando de ser un ministerio caracterizado por <strong>la</strong> separación de tareas, es decir una organización divisional,<br />
a ser una organización que tiene un elevado nivel de coordinación informal. Aunque esa articu<strong>la</strong>ción de los<br />
mecanismos de coordinación <strong>la</strong>teral ha sido creada y parece funcionar eficazmente en <strong>la</strong> mayoría de los<br />
casos, los mecanismos informales de coordinación no son suficientes para ocuparse de los problemas<br />
europeos, para vincu<strong>la</strong>r temas ni para fijar prioridades. <strong>La</strong> gestión de <strong>la</strong>s políticas europeas aparentemente<br />
exige capacidades de coordinación horizontal más fuertes de lo previsto inicialmente. Una de <strong>la</strong>s principales<br />
debilidades en <strong>la</strong> adaptación de una capacidad de coordinación de esta índole es <strong>la</strong> ausencia de funciones<br />
gerenciales, es decir de funcionarios a nivel de los altos gerentes, con autoridad para supervisar y contro<strong>la</strong>r<br />
cómo operan <strong>la</strong>s direcciones generales dentro de sus entornos europeos. Adicionalmente, <strong>la</strong>s adaptaciones<br />
en cuanto a <strong>la</strong> coordinación horizontal se han concentrado en <strong>la</strong> fase del Consejo. Existen pocas<br />
capacidades de coordinación durante <strong>la</strong>s fases iniciales y otras que permitan contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> forma cómo <strong>la</strong>s<br />
cuestiones europeas se incorporan en <strong>la</strong> tarea diaria de los funcionarios.<br />
125
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Para bregar con <strong>la</strong> carga de trabajo y asegurarse que los procedimientos fluyen uniforme y eficientemente,<br />
deberían haberse adoptado además nuevas pautas y procedimientos, como ser <strong>la</strong> adaptación de<br />
mecanismos de coordinación burocrática. No obstante, como se aprecia en el párrafo anterior, se ha<br />
avanzado poco en este sentido.<br />
El presente análisis de <strong>la</strong>s adaptaciones de los tres principales mecanismos de coordinación muestra que el<br />
ministerio no ha adaptado sistemáticamente sus capacidades de coordinacón. Es por ello que <strong>la</strong><br />
persistencia de los problemas del ministerio con respecto a temas europeos puede atribuirse a<br />
adaptaciones insuficientes en <strong>la</strong> gestión interna de sus políticas europeas. <strong>La</strong> conclusión de este estudio es,<br />
por lo tanto, que a pesar de los avances logrados y de <strong>la</strong>s inversiones que ha realizado el ministerio para<br />
adaptar su organización, no ha sido capaz de mejorar el nivel de sus capacidades de coordinación lo<br />
suficiente como para erradicar los problemas europeos. Parece que el impacto de <strong>la</strong> integración europea<br />
sobre el trabajo del ministerio ha sido subestimado en tres aspectos. En primer lugar, <strong>la</strong>s implicaciones de <strong>la</strong><br />
integración europea y <strong>la</strong> necesidad de adaptar <strong>la</strong> estructura del ministerio, es decir los tres mecanismos de<br />
coordinación, han sido subestimados.<br />
En segundo lugar, el proceso de ajuste se concentró en <strong>la</strong> descentralización. <strong>La</strong> perspectiva de <strong>la</strong><br />
coordinación, sin embargo, muestra que <strong>la</strong> descentralización no puede ser considerada como independiente<br />
de <strong>la</strong> adaptación de <strong>la</strong> función en el núcleo. Este estudio, no obstante, ha demostrado que existe <strong>la</strong><br />
necesidad además de rep<strong>la</strong>ntearse <strong>la</strong> posición de <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> en re<strong>la</strong>ción a estos tres mecanismos de<br />
coordinación. En vista de <strong>la</strong> uniformización de los resultados, que apunta a dar mayor autonomía a <strong>la</strong>s<br />
direcciones generales en sus entornos europeos, <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong> actualmente no cuenta con <strong>la</strong>s capacidades<br />
suficientes para supervisar los asuntos europeos ni para fijar objetivos, fomu<strong>la</strong>r estrategias, etc. Una división<br />
con personal especializado en Europa parece entonces resultar necesaria. Desde una óptica burocrática, <strong>la</strong><br />
cúpu<strong>la</strong> podría haber proporcionado nuevas pautas y creado nuevos procedimientos operativos. Además, los<br />
mecanismos de coordinación horizontal exigen un nuevo grado de participación de <strong>la</strong> alta gerencia. Los<br />
equipos, al igual que <strong>la</strong>s funciones integradora y de vincu<strong>la</strong>ción gerencial, actualmente están débilmente<br />
desarrol<strong>la</strong>dos o son inexistentes.<br />
En tercer lugar, <strong>la</strong> gestión del proceso de cambios estructurales ha sido subestimada. <strong>La</strong> gestión de <strong>la</strong><br />
transición hacia formas de trabajo descentralizadas, hacia <strong>la</strong> construcción de nuevas estructuras y hacia<br />
una mayor atención de los temas europeos exigen, en particu<strong>la</strong>r, un aporte sigificativo por parte de <strong>la</strong><br />
cúpu<strong>la</strong>. El órgano l<strong>la</strong>mado reunión del secretario general y los directores generales intervino en gran medida<br />
para <strong>la</strong>nzar el proceso de cambio pero dejó que fueran los gerentes intermedios quienes pusieran en<br />
práctica <strong>la</strong> decisión. Para construir nuevas estructuras, sin embargo, se requiere <strong>la</strong> intervención de <strong>la</strong> cúpu<strong>la</strong><br />
para hacer un seguimiento de control de los avances, para crear un compromiso con respecto a los nuevos<br />
procedimientos, para superar cuellos de botel<strong>la</strong>, etc.<br />
Debe hacerse un comentario final con respecto a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong> coordinación intra e interministerial de<br />
los asuntos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> Unión Europea. Hasta cierto punto, el sistema intraministerial vigente para<br />
<strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s políticas europeas está determinado por el régimen ho<strong>la</strong>ndés de coordinación de <strong>la</strong>s<br />
políticas europeas. En este sentido es especialmente importante el énfasis en <strong>la</strong> coordinación<br />
interministerial para <strong>la</strong> toma de decisiones a nivel del Consejo, así como el principio de autonomía<br />
ministerial y <strong>la</strong> intervención limitada del Par<strong>la</strong>mento en lo referente a <strong>la</strong>s políticas europeas, lo cual brinda<br />
pocos incentivos para mejorar el nivel de <strong>la</strong>s capacidades que requiere <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas europeas.<br />
Una consecuencia importante que se deriva de <strong>la</strong> semejanza entre <strong>la</strong>s características del entorno<br />
administrativo nacional y <strong>la</strong> coordinación intraministerial de <strong>la</strong>s políticas europeas es que <strong>la</strong> mejora de <strong>la</strong><br />
calidad de <strong>la</strong>s estructuras ministeriales y sus adaptaciones al nuevo entorno europeo probablemente<br />
puedan mejorarse por medio de una cooperación estrecha entre los ministerios y en consulta, también<br />
estrecha, con el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores y <strong>la</strong> Oficina del Primer Ministro. Para lograr esto, sin<br />
embargo, sería necesario romper significativamente con <strong>la</strong> tradición de autonomía ministerial de los Países<br />
Bajos.<br />
FIGURA 1: Estructura del Ministerio de Economía<br />
NOTAS<br />
1. El Acta Unica Europea de 1986 introdujo cambios sustanciales en el proceso de integración europea<br />
que aceleraron los procedimientos para <strong>la</strong> toma de decisiones extendiendo el uso del voto por mayoría<br />
calificada e introduciendo <strong>la</strong> fecha límite de ‘1992’. A su vez, el Tratado de <strong>la</strong> Unión Europea de 1991,<br />
conocido como ’Maastricht’, reforzó <strong>la</strong> integración europea en áreas como ser <strong>la</strong> política regional, <strong>la</strong><br />
política ambiental, <strong>la</strong> política tecnológica así como <strong>la</strong> unión económica y monetaria.<br />
126
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
2. Schout, 1996, de próxima aparición.<br />
3. Pueden distinguirse tres niveles jerárquicos en el ministerio: <strong>la</strong>s direcciones generales, <strong>la</strong>s direcciones y<br />
<strong>la</strong>s unidades administrativas. <strong>La</strong> alta gerencia del ministerio comprende un secretario general (el<br />
jerarca) y los cuatro directores generales.<br />
4. En <strong>la</strong> década del ochenta, el Ministerio de Asuntos Económicos se vio sometido a seria presiones para<br />
mejorar el nivel de su calidad y fortalecer su influencia sobre <strong>la</strong> política económica nacional. <strong>La</strong>s quejas<br />
con respecto a <strong>la</strong> eficacia del ministerio se referían fundamentalmente a <strong>la</strong> fragmentación provocada por<br />
su organización tan segregada. <strong>La</strong>s cuatro direcciones generales funcionaban con un alto grado de<br />
independencia y se <strong>la</strong>s describía como is<strong>la</strong>s y ducados.<br />
5. <strong>La</strong> Comisión de Coordinación para <strong>la</strong> Integración Europea y los Problemas de Asociación.<br />
6. Un grupo de trabajo encargado de evaluar <strong>la</strong>s nuevas propuestas de <strong>la</strong> Comisión. Este comité también<br />
contro<strong>la</strong> los avances logrados en <strong>la</strong> internalización legal.<br />
7. Ver en particu<strong>la</strong>r a Mintzberg, 1979.<br />
8. Una organización que se basa en departamentos re<strong>la</strong>tivamente autónomos se l<strong>la</strong>ma una organización<br />
divisional, ver por ejemplo a Mintzberg, 1979<br />
9. No todas <strong>la</strong>s direcciones generales del Ministerio de Asuntos Económicos tenían, sin embargo, un<br />
sistema de coordinación interna.<br />
10. Basado en <strong>La</strong>wrence y Lorsch, 1967, y Galbraith, 1973.<br />
11. Por más detalles ver a Schout, 1996, especialmente el capítulo 9.<br />
12. Se han hecho observaciones simi<strong>la</strong>res con respecto al modo en que se resuelven los conflictos<br />
interministeriales en los Países Bajos. Van den Bos (1991, pags. 667-68) por ejemplo, indica una "falta<br />
de autoridad arbitral", por lo que <strong>la</strong>s diferencias entre los ministerios autónomos se resuelven por<br />
coordinación a través de <strong>la</strong> consulta (ver tambén ENA, 1994).<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
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1990. The critical path to corporate renewal, Harvard Business School Press.<br />
BOS, J.N.M. van den<br />
1991. Dutch EC policy making: a model-guided approach to coordination and negotiation, Tesis<br />
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1991. De gevolgen van een Europese 'vierde' bestuurs<strong>la</strong>ag, Europese Beweging in Neder<strong>la</strong>nd,<br />
Den Haag.<br />
ECOLE NATIONALE D'ADMINISTRATION<br />
1994. Le travail gouvernementale et l'Europe.<br />
GALBRAITH, J.R.<br />
1973. Designing complex organizations, Reading, MA, Addison-Wesley.<br />
LAWRENCE, P.R., J.W. LORSCH<br />
1967. Organization and environment: Managing differentiation and integration, Harvard Business<br />
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1992. "After 1992, can the Commission manage Europe?", Australian Journal of Public<br />
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METCALFE, L.<br />
1994. "International policy coordination and public management reform", International Review of<br />
Administrative Sciences, vol. 60.<br />
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1979. The structuring of organizations: a synthesis of the research. Prentice-Hall.<br />
SCHENDELEN, M.P.C.M. van<br />
1995. Gelijk hebben of winnen: de Neder<strong>la</strong>ndse be<strong>la</strong>ngenbehartiging in de Europese Unie,<br />
Amsterdam University Press.<br />
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ministry to European integration, EIPA, Maastricht (en ).<br />
SPENCE, D.<br />
1995. "The coordination of European policy by Member States", en M. West<strong>la</strong>ke, The Council of<br />
the European Union.<br />
127
PRESENTACION DEL PROGRAMA KAROLUS<br />
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Arianne VAN DER KLUGHT<br />
Responsable del Programa Karolus, Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP),<br />
Maastricht, PAISES BAJOS<br />
El Programa Karolus es un programa de formación e intercambio de <strong>la</strong> Comunidad Europea (CE) que<br />
comenzó en 1993 y tendrá una duración de cinco años. Pueden participar de él un total de 1.900 personas.<br />
A continuación se hace una breve reseña de sus antecedentes, contenido y resultados.<br />
1. ANTECEDENTES<br />
El Programa Karolus nació del Programa de Mercado Interior "1992", un programa legis<strong>la</strong>tivo amplio de <strong>la</strong><br />
CE que existió entre 1987 y 1992 y cuyo objetivo era eliminar todas <strong>la</strong>s barreras existentes entre los<br />
Estados Miembros de <strong>la</strong> CE para <strong>la</strong> libre circu<strong>la</strong>ción de bienes, servicios, capital y personas. Hacia fines de<br />
1992, el Grupo Suther<strong>la</strong>nd realizó una encuesta en nombre de <strong>la</strong> CE para investigar cómo funcionaba el<br />
Mercado Interior y si en verdad funcionaba. El estudio indicó, entre otros puntos, que había falta de<br />
cooperación y confianza entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros encargadas de aplicar <strong>la</strong><br />
legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior y que ello obstaculizaba el funcionamiento fluido del mismo. Al hacer el<br />
seguimiento de esta encuesta, <strong>la</strong> CE desarrolló varias iniciativas para promover <strong>la</strong> "cooperación<br />
administrativa", una de esas iniciativas fue el Programa Karolus.<br />
2. FUNDAMENTOS<br />
<strong>La</strong> falta de cooperación y confianza entre <strong>la</strong>s administraciones puede frustrar el funcionamiento del Mercado<br />
Interior de muy diferentes formas. Si no existe cooperación entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados<br />
Miembros, no habrá intercambio de información sobre cómo interpretar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> CE ni sobre los<br />
métodos para hacer<strong>la</strong> cumplir. Esto podría llevar a divergencias en el grado en que se logra el efecto que<br />
intenta tener <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción. En cuanto a los efectos negativos de <strong>la</strong> falta de confianza, se podría dar el<br />
ejemplo en <strong>la</strong> aplicación del principio de "reconocimiento recíproco". Este principio exige que, cuando se<br />
dec<strong>la</strong>ra aplicarlo, los Estados Miembros tienen que reconocer <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción de cada uno de ellos o, por<br />
ejemplo, los procedimientos de certificación de cada uno como equivalentes a los propios. Esto implica que<br />
no se pueden aplicar medidas extras de control a los productos o servicios que son originarios de otro<br />
Estado Miembro porque el sistema de ejecución en ese Estado Miembro ya habrá asegurado el<br />
cumplimiento de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de ese país, que son equivalentes con <strong>la</strong>s del país de destino.<br />
Esta es una premisa c<strong>la</strong>ve del Mercado Interior, que tiene un efecto muy amplio, por lo menos en principio,<br />
especialmente en <strong>la</strong> libre circu<strong>la</strong>ción de bienes. Sin embargo, si <strong>la</strong>s autoridades no confían en el sistema de<br />
ejecución de los otros Estados Miembros, lo que sucede con frecuencia, y generalmente ello se debe a <strong>la</strong><br />
falta de información sobre <strong>la</strong> autoridades de los otros Estados Miembros, y sobre cómo operan, el principio<br />
puede no funcionar en <strong>la</strong> práctica. A su vez, ello implicaría que no existiría Mercado Interior alguno en ese<br />
caso.<br />
<strong>La</strong> intención subyacente al Programa Karolus es que, al permitirle trabajar a los funcionarios de <strong>la</strong>s<br />
administraciones de los Estados Miembros encargados de aplicar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria durante un<br />
período de 2 semanas a 2 meses en una administración simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> suya, y darles así <strong>la</strong> experiencia de ver<br />
funcionar a esa administración y participar en el<strong>la</strong>, se promueve <strong>la</strong> cooperación y confianza entre <strong>la</strong>s<br />
administraciones.<br />
3. OBJETIVOS<br />
El objetivo del Programa Karolus es promover <strong>la</strong> aplicación correcta y convergente de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del<br />
Mercado Interior en todo el territorio de <strong>la</strong> Comunidad. <strong>La</strong>s formas en que el Programa intenta contribuir con<br />
este objetivo son <strong>la</strong>s siguientes:<br />
• Facilitar <strong>la</strong> cooperación entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros encargados de aplicar <strong>la</strong><br />
legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior;<br />
• Sensibilizar a los funcionarios de los Estados Miembros sobre <strong>la</strong> dimensión europea de su trabajo y<br />
promover <strong>la</strong> confianza recíproca entre <strong>la</strong>s administraciones mencionadas anteriormente;<br />
• Permitir el intercambio de ideas entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros en lo que se refiere<br />
a <strong>la</strong>s formas en <strong>la</strong>s que se puede ejecutar mejor <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria.<br />
128
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
4. GRUPO DESTINATARIO<br />
El grupo destinatario de participantes para el Programa comprende a funcionarios encargados de <strong>la</strong><br />
transposición, aplicación o ejecución de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria en <strong>la</strong>s áreas enumeradas a continuación<br />
para lograr el Mercado Interior. Los candidatos potenciales son no solo los funcionarios que trabajan a nivel<br />
nacional sino aquellos que trabajan a otros niveles administrativos, por ejemplo, a nivel regional o local.<br />
También pueden participar los agentes de organismos privados a quienes <strong>la</strong>s administraciones de los<br />
Estados Miembros les hayan confiado dicha aplicación.<br />
Los participantes deben ocupar un nivel intermedio en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> administrativa de modo de garantizar <strong>la</strong><br />
máxima difusión de los resultados; <strong>la</strong> categoría o esca<strong>la</strong>fón tienen poca importancia siempre que <strong>la</strong><br />
actividad del funcionario esté re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> aplicación del Derecho comunitario.<br />
5. AMBITOS PERTINENTES DE LA LEGISLACION COMUNITARIA<br />
En <strong>la</strong> actualidad existen más de 22 ámbitos importantes sobre <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior de <strong>la</strong> CE<br />
en el Programa Karolus, entre los cuales se encuentran los siguientes:<br />
• Productos farmacéuticos y medicamentos veterinarios;<br />
• Contratación pública;<br />
• Evaluación de <strong>la</strong> conformidad y supervisión del mercado;<br />
• Productos alimenticios;<br />
• Control fitosanitario;<br />
• Banca, seguros, bolsas de valores e instituciones de inversión colectiva en valores;<br />
• Protección al consumidor (créditos a consumidores, seguridad general de los productos y viajes<br />
concertados);<br />
• Gestión de <strong>la</strong> transferencia de residuos;<br />
• Transporte por carretera;<br />
• Transporte marítimo;<br />
• Competencia (prácticas restrictivas, posiciones dominantes y fusiones);<br />
• Libre circu<strong>la</strong>ción de personas (expedición de permisos de residencia, seguridad social, acceso al<br />
empleo público en los Estados Miembros o a determinados sectores públicos).<br />
6. ACTIVIDADES<br />
Dentro del marco del Programa, se organizan <strong>la</strong>s siguientes actividades para los participantes:<br />
• Seminario introductorio de 4 días con el fin de preparar a los participantes para el intercambio;<br />
• Período de intercambio de hasta 2 meses en una administración simi<strong>la</strong>r de otro Estado Miembro<br />
(organizado con <strong>la</strong> asistencia de los coordinadores nacionales);<br />
• Seminario de evaluación de dos días durante el cual los participantes que trabajan en el mismo ámbito<br />
temático pueden discutir y analizar <strong>la</strong>s experiencias y conocimientos obtenidos durante el intercambio.<br />
Estas actividades están organizadas por el Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP), Maastricht<br />
(Países Bajos) en nombre de <strong>la</strong> CE.<br />
Además, los participantes deberán redactar un informe sobre su intercambio.<br />
6.1 Seminario introductorio<br />
Este seminario de 4 días de duración tiene lugar, generalmente, en el IEAP para informar a los participantes<br />
antes de decidir su lugar de destino en el extranjero. Hay interpretación simultánea en inglés y francés (y, si<br />
fuera necesario, en una tercera lengua). Los temas que se abordan se refieren a <strong>la</strong> estructura institucional y<br />
legal de <strong>la</strong> CE y <strong>la</strong> Unión Europea (UE), los sistemas administrativos y políticos de los Estados Miembros, <strong>la</strong><br />
aplicación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria y <strong>la</strong>s cuestiones pertinentes del programa del Mercado Interior. Los<br />
métodos de formación son, en general, interactivos y consisten en presentaciones realizadas por expertos y<br />
grupos de trabajo. También se brinda información práctica sobre el intercambio.<br />
6.2 Intercambio<br />
El período de intercambio tiene lugar en una administración con tareas simi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong>s de <strong>la</strong> administración<br />
de origen. El IEAP elige el servicio de destino en estrecha cooperación con el coordinador nacional en el<br />
Estado Miembro en el cual el participante desearía trabajar. Los intercambios no deben ser obligatoriamente<br />
recíprocos entre <strong>la</strong>s administraciones y, de hecho, en general no lo son.<br />
129
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> duración preferida de un intercambio es de 2 meses, pero es posible solicitar un intercambio de mayor o<br />
menor duración. <strong>La</strong> duración real depende de <strong>la</strong> disponibilidad del país solicitado y de los recursos<br />
económicos de <strong>la</strong> administración de origen, que debe sufragar el 50% de los gastos de estadía diarios<br />
durante todo el intercambio.<br />
En re<strong>la</strong>ción con los conocimientos lingüísticos, en general el participante debe tener un buen dominio de <strong>la</strong><br />
lengua nacional del país de acogida solicitado. Sin embargo, dependiendo de <strong>la</strong> administración de acogida,<br />
a veces es posible que los participantes que dominen <strong>la</strong> lengua inglesa puedan realizar un intercambio en<br />
Dinamarca, Fin<strong>la</strong>ndia, Grecia, Países Bajos o Suecia.<br />
Los participantes co<strong>la</strong>borarán en el trabajo diario de <strong>la</strong> administración de acogida y ésta les facilitará <strong>la</strong><br />
tarea.<br />
6.3 Informe sobre el intercambio<br />
Cada participante deberá presentar un informe sobre el intercambio a:<br />
• IEAP (lengua propia y lengua de intercambio);<br />
• <strong>la</strong> administración de acogida (lengua de intercambio);<br />
• el coordinador del país de origen (lengua propia y lengua de intercambio).<br />
El informe sobre el intercambio deberá estar basado en un cuestionario que el IEAP envía al participante<br />
antes del intercambio.<br />
6.4 Seminario de evaluación<br />
El seminario de evaluación tiene el propósito de recoger datos sobre el intercambio; los participantes<br />
discuten, comparan y analizan <strong>la</strong>s experiencias y observaciones realizadas durante intercambio con los<br />
participantes que han trabajado en el mismo ámbito temático.<br />
7. FINANCIACION<br />
Los costos re<strong>la</strong>cionados con el intercambio y los dos seminarios se sufragarán de <strong>la</strong> siguiente forma:<br />
* gastos de estadía durante el intercambio<br />
- basado en el viático diario, Anexo III<br />
* gastos de viaje para el intercambio<br />
- sujeto a <strong>la</strong>s normas aplicables para los viajes del<br />
Programa Karolus;<br />
- 1 viaje de ida y vuelta + 1 segundo viaje de ida y<br />
vuelta si el intercambio tiene una duración mínima<br />
de dos meses;<br />
* gastos de estadía durante los seminarios<br />
- basados en el importe del viático diario para los<br />
Países Bajos, Anexo III<br />
* gastos de viaje para seminarios<br />
- sujeto a <strong>la</strong>s normas aplicables para los viajes del<br />
programa Karolus;<br />
- 1 viaje de ida y vuelta a Maastricht (Países Bajos)<br />
50% Comisión Europea (a través del IEAP)<br />
50% administración de origen<br />
Comisión Europea (a través del IEAP)<br />
Comisión Europea (a través del IEAP)<br />
Comisión Europea (a través del IEAP)<br />
8. SITUACION ACTUAL<br />
Al 21 de agosto de 1996 se habían registrado un total de 362 participantes. <strong>La</strong> distribución por país figura en<br />
el cuadro adjunto. El programa, en su forma actual, estará terminado para fines de 1997. <strong>La</strong> Comisión<br />
Europea está preparando una propuesta para realizar un seguimiento del Programa Karolus que tendrá<br />
objetivos simi<strong>la</strong>res pero que, probablemente, sea más diversificada en <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción y servicios de<br />
formación para <strong>la</strong>s administraciones.<br />
130
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
9. PRINCIPALES OBSERVACIONES Y RESULTADOS<br />
El IEAP hizo un análisis y resumen de varios cientos de informes sobre el intercambio desde el comienzo<br />
del programa. Esto no solo permite evaluar los resultados del Programa Karolus sino que también<br />
constituye una fuente sumamente interesante y completa sobre el funcionamiento del Mercado Interior y<br />
sobre cómo tratan de aplicar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros. Esta sección<br />
discute a grandes rasgos <strong>la</strong>s observaciones y resultados.<br />
9.1 Principales características de los intercambios<br />
• tipo de administraciones: aproximadamente tres cuartas parte de <strong>la</strong>s administraciones de origen y de<br />
acogida son a nivel nacional, y un cuarto son a nivel regional y local.<br />
• duración de los intercambios: el 25% de los intercambios tuvo una duración de dos meses o más; el<br />
75% tuvo una duración menor a dos meses;<br />
• el papel de los participantes en <strong>la</strong> aplicación: todos los participantes trabajan en <strong>la</strong> aplicación o<br />
ejecución de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción; un pequeño grupo de participantes también contribuye en el proceso de<br />
toma de decisiones a nivel de <strong>la</strong> CE y/o en los procesos de transposición a nivel nacional;<br />
• tipo de actividades durante el intercambio/participación en el trabajo diario: esto incluye, entre<br />
otras cosas, actividades diarias "marginales" (reuniones, inspecciones, etc.), ocasionalmente <strong>la</strong><br />
realización de trabajos para <strong>la</strong> administración de origen, discusiones con funcionarios, examen de <strong>la</strong><br />
aplicación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción. Este factor varía según <strong>la</strong> duración y ámbito temático del intercambio.<br />
9.2 Aplicación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior por para parte de <strong>la</strong>s administraciones<br />
nacionales<br />
• calidad de <strong>la</strong> aplicación: parece que, en general, no hay grandes diferencias cualitativas en <strong>la</strong><br />
aplicación y ejecución de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior, aunque <strong>la</strong>s estructuras administrativas y<br />
legales a veces difieren sustancialmente;<br />
• disparidades en <strong>la</strong> ejecución: a pesar de lo que se ha dicho sobre <strong>la</strong> calidad de <strong>la</strong> aplicación, en casos<br />
específicos hay razones para preocuparse por <strong>la</strong>s disparidades en <strong>la</strong> ejecución de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción y el<br />
efecto negativo que ello tiene sobre "el campo de juego" para los negocios en <strong>la</strong> UE;<br />
• sanciones/procesamiento: existen diferencias entre los Estados Miembros sobre el alcance del papel<br />
que juegan los tribunales dentro del sistema de sanciones y el procesamiento. Por ejemplo, esto ocurre<br />
en el campo de los productos alimenticios con <strong>la</strong>s "Nuevas directivas de enfoque" y el transporte<br />
carretero;<br />
• coordinación horizontal: existe una variación sustancial entre los Estados Miembros con respecto al<br />
alcance de <strong>la</strong> coordinación de <strong>la</strong>s prácticas de ejecución y aplicación de los servicios descentralizados o<br />
regionales dentro de un país; <strong>la</strong>s estructuras administrativas unitarias parecen facilitar <strong>la</strong> coordinación;<br />
• coordinación vertical: también hay variaciones con respecto a <strong>la</strong> coordinación entre <strong>la</strong>s autoridades<br />
legis<strong>la</strong>tivas/toma de decisiones y <strong>la</strong>s autoridades de ejecución dentro de un Estado Miembro; <strong>la</strong> consulta<br />
de estos últimos en <strong>la</strong>s primeras etapas de <strong>la</strong> toma de decisiones en Bruse<strong>la</strong>s y <strong>la</strong> estrecha cooperación<br />
en el proceso de transposición facilitan <strong>la</strong> aplicación efectiva y ejecución de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria;<br />
• re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> industria: existen diferencias entre los Estados Miembros con respecto a su<br />
re<strong>la</strong>cionamiento con <strong>la</strong> industria durante <strong>la</strong> toma de decisiones, <strong>la</strong> transposición y <strong>la</strong> etapa de ejecución<br />
de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción. <strong>La</strong> consulta al principio del proceso legis<strong>la</strong>tivo y el intercambio de asistencia e<br />
información con <strong>la</strong> industria en <strong>la</strong> fase de aplicación/ejecución lleva a un mejor cumplimiento de <strong>la</strong><br />
legis<strong>la</strong>ción;<br />
• reestructura de <strong>la</strong>s administraciones: el impacto de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior ha hecho<br />
necesario <strong>la</strong> reestructuración de ciertas autoridades de ejecución en algunos Estados Miembros;<br />
• conocimientos lingüísticos: son importantes para lograr <strong>la</strong> cooperación entre <strong>la</strong>s administraciones de<br />
los Estados Miembros.<br />
9.3 Iniciativas propuestas<br />
• guías explicativas para los funcionarios: ya existen en varias administraciones en muchos ámbitos<br />
temáticos diferentes. Estas guías establecen los procedimientos y/o explican cómo se debe aplicar o<br />
ejecutar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria en <strong>la</strong> práctica. Dichas guías se deben usar más extensamente;<br />
• prospecto para negocios: se debe difundir aún más <strong>la</strong> práctica de distribuir guías o prospectos<br />
dirigidos a sectores de negocios afectados por <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria, los que se han usado en<br />
varias administraciones;<br />
• prospectos estándar de <strong>la</strong> CE: considerando los diferentes enfoques para poner en marcha ciertas<br />
directivas entre <strong>la</strong>s administraciones (por ejemplo, Directiva 93/43/EEC sobre HACCP), es necesario<br />
desarrol<strong>la</strong>r prospectos estándar de <strong>la</strong> CE para <strong>la</strong> industria de modo de garantizar un enfoque común;<br />
131
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
• información/asesoramiento al ámbito de los negocios: se considera que es bueno que <strong>la</strong>s otras<br />
administraciones "copien" los esfuerzos realizados por los Estados Miembros para informar al ámbito de<br />
los negocios sobre <strong>la</strong> nueva legis<strong>la</strong>ción y asesorar sobre cómo se debe cumplir con esta nueva<br />
legis<strong>la</strong>ción;<br />
• transferencia de métodos de trabajo: <strong>la</strong> transferencia de métodos de trabajo de una administración a<br />
otra parecería posible, siempre que no estén ligados estrechamente con el sistema legal, <strong>la</strong> estructura<br />
administrativa o <strong>la</strong>s realidades económicas del país. Si este es el caso, el transferir métodos de trabajo<br />
puede ser difícil.<br />
• difusión de experiencias/ideas: para que <strong>la</strong>s administraciones se beneficien al máximo de los<br />
intercambios, es esencial que los participantes realicen presentaciones a sus colegas sobre sus<br />
experiencias e ideas.<br />
9.4 Beneficios de los intercambios<br />
• "brecha de cooperación": el hecho de que so<strong>la</strong>mente el 10% de los participantes consignan haber<br />
tenido un contacto profesional previo con <strong>la</strong>s administraciones de acogida es indicativo de <strong>la</strong> falta de<br />
cooperación entre <strong>la</strong>s administraciones responsables de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado<br />
Interior. Por lo tanto, el efecto del Programa Karolus es sustancial para establecer contactos que<br />
faciliten <strong>la</strong> cooperación entre <strong>la</strong>s administraciones participantes;<br />
• contactos directos - consulta: dado que se han establecido contactos directos con <strong>la</strong>s<br />
administraciones de acogida y entre los participantes del Programa Karolus durante los seminarios de<br />
Introducción y Evaluación, los participantes pueden y deben consultar con otras administraciones<br />
informalmente sobre <strong>la</strong> interpretación de <strong>la</strong>s estipu<strong>la</strong>ciones de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria;<br />
• contactos directos - resolución de problemas: estos contactos también permitirán a los participantes<br />
resolver, informalmente, los problemas de marketing, licencia o inspección de bienes o servicios<br />
específicos con <strong>la</strong> administración en cuestión en el país de origen;<br />
• cooperación formalizada: como consecuencia de un intercambio en al área farmacéutica, un<br />
participante ofreció sus servicios a sus colegas franceses como contacto británico en el Directorio de<br />
Medicamentos Veterinarios;<br />
• entender <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción: los intercambios han mejorado el nivel de entendimiento de los participantes<br />
sobre <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del Mercado Interior que tienen que aplicar;<br />
• visión amplia: los intercambios aumentan <strong>la</strong> sensibilización de los participantes sobre <strong>la</strong> dimensión<br />
europea de su trabajo;<br />
• confianza recíproca: como consecuencia del intercambio, los participantes se dan cuenta de que es<br />
posible confiar en <strong>la</strong>s decisiones de <strong>la</strong>s otras administraciones y, por ende, en los productos y servicios<br />
autorizados por éstas.<br />
CUADRO: PAIS DE ORIGEN Y DESTINO<br />
132
EL PROGRAMA KAROLUS: <strong>La</strong> Perspectiva de un Estado Miembro<br />
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Björn BECKMAN<br />
Director del Proyecto Forum Europa, Oficina de Servicios del Gobierno<br />
Central, Estocolmo, SUECIA<br />
Este trabajo contiene dos tipos de consideraciones diferentes sobre el Programa Karolus. El primero es una<br />
introducción al programa, sus objetivos, su desempeño y evaluación. El otro constituyen los comentarios<br />
preliminares de Suecia aportados a <strong>la</strong> discusión sobre el programa. Estos comentarios, por supuesto, están<br />
basados en <strong>la</strong> experiencia sueca.<br />
<strong>La</strong> primera parte del trabajo es un resumen de <strong>la</strong> evaluación oficial del Programa Karolus. Para dar una idea<br />
justa del programa, el texto está extractado del informe de evaluación.<br />
1. EVALUACION DEL PROGRAMA KAROLUS<br />
1.1 Antecedentes e introducción<br />
En noviembre de 1995, después de un l<strong>la</strong>mado a licitación, Deloitte & Touche Europe Services fue elegida<br />
por <strong>la</strong> Comisión Europea DG XV (A) para realizar una evaluación independiente del Programa Karolus de<br />
intercambio de funcionarios nacionales responsables de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción del mercado único.<br />
Esta evaluación es <strong>la</strong> primera revisión independiente del Programa Karolus, que se estableció por Decisión<br />
del Consejo 92/481/EEC del 22 de setiembre de 1992. Está diseñada para revisar <strong>la</strong> operación inicial del<br />
Programa Karolus y proporcionar ideas para una continuación o una reforma del programa después del<br />
primer período de cinco años que vence en diciembre de 1997.<br />
En virtud de los términos de referencia para el estudio, se le solicitó a Deloitte & Touche que hiciera una<br />
encuesta de opinión de los funcionarios (124 en total) que participaron en los intercambios del Programa<br />
Karolus en 1993 y 1994. Se nos pidió que buscáramos <strong>la</strong> opinión de los coordinadores nacionales en cada<br />
Estado Miembro y <strong>la</strong> opinión de los departamentos que acogieron a los participantes de intercambio y <strong>la</strong> de<br />
aquellos que habían enviado personal en visitas de intercambio. Finalmente, se nos solicitó que<br />
entrevistáramos a los funcionarios en <strong>la</strong> Comisión Europea y el Instituto Europeo de Administración Pública<br />
(IEAP) de Maastricht que participan en <strong>la</strong> administración del programa y que buscáramos <strong>la</strong> opinión de los<br />
funcionarios de <strong>la</strong> Comisión responsables de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s Directivas de <strong>la</strong> UE en los sectores que<br />
abarcan con mayor frecuencia los intercambios del Programa Karolus. Todas <strong>la</strong>s opiniones se expresaron<br />
en un marco de total reserva y confidencialidad.<br />
Los objetivos del Programa Karolus se establecen en el Artículo 4 de <strong>la</strong> Decisión del Consejo 92/481/EEC.<br />
Son los siguientes:<br />
a. desarrol<strong>la</strong>r un enfoque convergente de los diversos Estados Miembros en los métodos de aplicación de<br />
<strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria re<strong>la</strong>cionada con el mercado único;<br />
b. sensibilizar a los funcionarios nacionales sobre <strong>la</strong> dimensión europea de su trabajo y promover <strong>la</strong><br />
confianza recíproca entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros responsables de <strong>la</strong> aplicación<br />
del derecho comunitario;<br />
c. permitir el intercambio de ideas entre <strong>la</strong>s administraciones de los Estados Miembros y su personal sobre<br />
<strong>la</strong> mejor forma de aplicar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción comunitaria.<br />
El contenido del programa es el siguiente:<br />
• se seleccionan funcionarios responsables de <strong>la</strong> aplicación del derecho comunitario para participar en el<br />
programa;<br />
• se organiza un seminario introductorio de 4 días en Maastricht para preparar a los participantes al<br />
intercambio;<br />
• se organiza un intercambio con <strong>la</strong> asistencia de los coordinadores nacionales que dura, en principio, por<br />
lo menos 2 meses en un departamento correspondiente en otro Estado Miembro;<br />
• se realiza un seminario de evaluación de dos días en Maastricht durante el cual los participantes que<br />
trabajan en <strong>la</strong> misma área pueden discutir y analizar <strong>la</strong>s experiencias y conocimientos obtenidos durante<br />
el intercambio.<br />
• se solicita a los participantes que preparen informes al final del intercambio con el fin de proporcionar<br />
material para un informe resumido del IEAP, responsable de ciertos aspectos del programa en nombre<br />
133
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
de <strong>la</strong> Comisión. <strong>La</strong> Comisión envía luego el informe resumido y los informes individuales de los<br />
participantes a los Estados Miembros, a los correspondientes departamentos de <strong>la</strong> Comisión y <strong>la</strong>s<br />
organizaciones sindicales que representan a los funcionarios.<br />
Hemos encontrado importante recordar los objetivos del programa a lo <strong>la</strong>rgo de <strong>la</strong> evaluación y considerar el<br />
valor de los intercambios del Programa Karolus siempre en re<strong>la</strong>ción con esas necesidades. Más ade<strong>la</strong>nte se<br />
analiza el alcance logrado por los objetivos, los métodos empleados o "sistemas de entrega" utilizados con<br />
este fin, los problemas que se encontraron y los beneficios globales que se obtuvieron del programa.<br />
Consideramos <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción costo-efecto del programa en su conjunto y prestamos atención también, en todas<br />
<strong>la</strong>s etapas, a <strong>la</strong> búsqueda de información sobre cómo se pueden reducir los costos de cada elemento de los<br />
intercambios.<br />
<strong>La</strong> evaluación es estratégica y operativa. Trasciende <strong>la</strong> revisión sobre cómo opera el Programa Karolus en<br />
<strong>la</strong> actualidad y analiza temas más amplios sobre cómo se podrían lograr los objetivos del programa de otra<br />
forma y, tal vez, a un costo más bajo. Hemos considerado <strong>la</strong>s opiniones de todos los individuos consultados<br />
durante el curso del estudio, pero finalmente nuestras conclusiones y recomendaciones son nuestra mejor<br />
evaluación de <strong>la</strong> situación como consultores profesionales sobre asuntos europeos de gobierno. <strong>La</strong><br />
evaluación es totalmente independiente en su contenido y espíritu.<br />
1.2 Evaluación global<br />
El Programa Karolus es un instrumento único cuya tarea es satisfacer una amplia gama de necesidades<br />
diferentes. Los intercambios que han tenido lugar dentro del programa son generalmente positivos y de<br />
ayuda pero el número de intercambios ha sido bajo y muchos intercambios no están de acuerdo con el<br />
programa de acción establecido por el Consejo en su Directiva 92/481/EEC del 22 de setiembre de 1992.<br />
El problema parece ser que el Programa Karolus fue diseñado para un mundo más ideal que el que existe<br />
en realidad y trata de abarcar una variedad de sectores con diferentes necesidades.<br />
• Pocos funcionarios en <strong>la</strong>s administraciones nacionales tienen <strong>la</strong> competencia lingüística necesaria para<br />
comunicarse efectivamente en una lengua extranjera. Los cursos cortos de idiomas son apenas un<br />
paliativo para este problema fundamental. <strong>La</strong> consecuencia es que pocos funcionarios solicitan los<br />
intercambios. Muchos de los que solicitan los intercambios necesitan que sean <strong>la</strong>rgos para obtener <strong>la</strong><br />
fluidez lingüística necesaria pero, mientras tanto, no pueden contribuir mucho al trabajo del<br />
departamento de acogida y, por lo tanto, representan una carga. Los intercambios <strong>la</strong>rgos también son<br />
más costosos y entran en conflicto, a veces, con <strong>la</strong>s responsabilidades familiares.<br />
• Muchos departamentos de gobierno en los Estados Miembros tienen poco personal, a veces cuentan<br />
con presupuestos bajos y a menudo con más responsabilidades que hace 5 años atrás. Encuentran<br />
difícil liberar al personal, especialmente al personal más antiguo, durante períodos de más de una o dos<br />
semanas y, a veces, tienen problemas con su cuota parte del financiamiento. Incluso en el caso de que<br />
haya más funcionarios capaces que deseen hacer el intercambio, podrían haber dificultades para<br />
liberarlos de sus tareas normales y financiar su participación. <strong>La</strong>s administraciones de acogida podrían<br />
también no ser capaces de manejar un número mucho mayor de intercambios con el modelo actual.<br />
• Los sectores prioritarios para los intercambios del Programa Karolus son sumamente diversos en<br />
términos de necesidades de cooperación administrativa. En algunos sectores, <strong>la</strong> prioridad principal<br />
radica en que los inspectores técnicos aprendan cómo se realizan <strong>la</strong>s inspecciones en otras partes, en<br />
otros casos es necesario entender el complejo derecho comunitario y en otros el objetivo es un<br />
entendimiento de todo un enfoque administrativo que, necesariamente, lleva tiempo. El Programa<br />
Karolus debería poder satisfacer todas estas necesidades pero no debería malgastar recursos<br />
proporcionando servicios universales que no se necesitan en todos los casos.<br />
Por lo tanto, a pesar que el Programa Karolus ha sido útil hasta ahora, nuestra conclusión es que ha fal<strong>la</strong>do<br />
en proporcionar una solución en muchos casos de necesidad. En aquellos casos donde se realizaron los<br />
intercambios, el programa ha logrado cumplir bastante bien con los objetivos y valdría <strong>la</strong> pena continuar con<br />
el mismo sobre esa base. Sin embargo, en términos globales, el programa no ha tenido el suficiente impacto<br />
en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de <strong>la</strong>s necesidades. Si se desea lograr un aumento sustancial en <strong>la</strong> cooperación<br />
administrativa, el programa exige un ajuste estructural para atraer niveles mucho más altos de participación.<br />
134
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
2. LA PERSPECTIVA SUECA<br />
2.1 Administración financiera<br />
Se le ha criticado al Programa Karolus su inflexibilidad. <strong>La</strong> combinación de un instituto de consultoría<br />
administrativa que dirige <strong>la</strong> administración del programa y el control de <strong>la</strong> Comisión (DG XV) han hecho que<br />
el programa sea vulnerable a ese tipo de crítica. Desde <strong>la</strong> perspectiva sueca, este es particu<strong>la</strong>rmente el<br />
caso en lo que respecta a <strong>la</strong> administración financiera del programa.<br />
El principio de flexibilidad también se debe usar en el manejo financiero del programa. Una idea a proponer<br />
incluye <strong>la</strong> responsabilidad de <strong>la</strong> administración nacional sobre los detalles del programa (gastos de viaje,<br />
viáticos diarios, etc.). El papel de <strong>la</strong> Comisión debe ser contro<strong>la</strong>r que se desarrollen <strong>la</strong>s actividades del<br />
programa ("ex-post-facto") y reembolsar a <strong>la</strong> administración nacional una vez al año. El reembolso debe<br />
estar basado en una suma fija para los diferentes elementos en el programa.<br />
2.2 Marketing del Programa<br />
Al buscar explicaciones sobre por qué el Programa Karolus no colma <strong>la</strong>s expectativas, a menudo se<br />
considera que el marketing es un factor vital. Se estima que en el futuro se debe mejorar mucho en este<br />
sentido.<br />
El problema de marketing, por supuesto, es muy grande. <strong>La</strong> información y conocimiento sobre el programa<br />
deben llegar a un gran número de autoridades en los quince Estados Miembros y a un número muy grande<br />
de funcionarios públicos. Además, el papel del marketing es aumentar <strong>la</strong> importancia del programa.<br />
En Suecia, el marketing se ha hecho mediante <strong>la</strong> información central que brinda <strong>la</strong> Comisión y el IEAP. A<br />
este marketing se le ha agregado una información especial ajustada a <strong>la</strong>s circunstancias suecas producida<br />
por el Foro Europa. Además, continuamente se está informando sobre el programa en el Foro Europa y en<br />
los boletines. En un seminario especial, se presentó el programa a <strong>la</strong>s personas responsables de <strong>la</strong><br />
formación profesional en los ministerios y agencias.<br />
El marketing del Programa Karolus es una inversión en información a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. Por lo tanto, es<br />
importante que <strong>la</strong> Comisión (y <strong>la</strong>s administraciones nacionales) comercialicen el programa como un<br />
instrumento estratégico para <strong>la</strong> consolidación del mercado interior. <strong>La</strong> Comisión debe producir un paquete<br />
de marketing central comunitario que consista en una información general y especial para los diversos<br />
sectores del mercado único. Además, los esfuerzos de marketing del Programa por parte de los funcionarios<br />
responsables en <strong>la</strong> Comisión deben apuntar a los Estados Miembros. <strong>La</strong> Comisión debe manifestar <strong>la</strong><br />
importancia del programa haciéndose cargo de los esfuerzos de marketing de <strong>la</strong> UE.<br />
Una forma de demostrar <strong>la</strong> importancia del programa es incluir a <strong>la</strong> Comisión como grupo destinatario del<br />
mismo. Lograr una aplicación efectiva del mercado interior no es importante so<strong>la</strong>mente para los Estados<br />
Miembros sino también para <strong>la</strong> Comisión.<br />
Los esfuerzos de marketing de <strong>la</strong> UE tienen que verse complementados por un marketing nacional en <strong>la</strong><br />
forma en que se ha descrito más arriba. Los coordinadores nacionales son quienes mejor ubicados están<br />
para llegar a los grupos destinatarios en cada país. Así, un programa de marketing nacional podría ser<br />
efectivo.<br />
2.3 Los Coordinadores <strong>Nacional</strong>es<br />
Una de <strong>la</strong>s grandes ventajas del programa es el papel estratégico de los coordinadores nacionales. Ha sido<br />
importante para los formadores profesionales tener un Programa Karolus como escenario para <strong>la</strong> difusión<br />
de <strong>la</strong> información y el conocimiento. También ha sido muy importante para Suecia como nuevo miembro<br />
tener <strong>la</strong> posibilidad de establecer contactos en <strong>la</strong> compleja estructura del servicio civil europeo. Creemos<br />
que este tipo de red de "coordinación" tiene gran importancia en el <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo para integrar <strong>la</strong> puesta en<br />
marcha del mercado interior y también para integrar <strong>la</strong> formación profesional nacional en el mercado interior.<br />
Cuando se analizan <strong>la</strong>s actividades que se desarrol<strong>la</strong>n para poner en marcha el mercado único, <strong>la</strong> mayor<br />
parte se refiere al trabajo realizado por los funcionarios públicos a nivel nacional. En esa perspectiva parece<br />
importante pensar sobre <strong>la</strong> armonización de <strong>la</strong>s actividades nacionales dirigidas hacia <strong>la</strong> puesta en marcha<br />
del mercado interior. De esta forma, vale <strong>la</strong> pena pensar en <strong>la</strong> necesidad de movilizar una red donde <strong>la</strong><br />
integración se logra a través de acciones nacionales, por ejemplo, <strong>la</strong> formación profesional. Por lo tanto, hay<br />
que reforzar el papel de <strong>la</strong> Comisión como fuerza motriz en una red de coordinadores nacionales. Metcalfe<br />
(Metcalfe 1996) ha desarrol<strong>la</strong>do un enfoque de este tipo para manejar los asuntos europeos. El Programa<br />
135
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Karolus parece ser el adecuado para apoyar <strong>la</strong> transformación del mercado único en un régimen de redes<br />
organizativas.<br />
2.4 Administración de acogida<br />
<strong>La</strong> evaluación encontró problemas de aceptación de los intercambios en <strong>la</strong>s administraciones de acogida.<br />
Estas administraciones se mostraron reticentes en desempeñar su papel debido a <strong>la</strong> carga extra de trabajo<br />
que conllevan los intercambios. Otra apreciación podría ser que en <strong>la</strong> mayoría de los servicios civiles no<br />
existe una tradición bien desarrol<strong>la</strong>da en cuanto a los pases en comisión de países extranjeros (cf<br />
intercambios de estudios y docentes en <strong>la</strong>s universidades). Hay que admitir que hay muchos problemas<br />
prácticos y un costo indirecto para <strong>la</strong> administración de acogida.<br />
Para resolver estos problemas se podría desarrol<strong>la</strong>r un cierto número de incentivos. Uno de ellos, por<br />
supuesto, es el beneficio que ofrece el programa en su conjunto para <strong>la</strong> administración de acogida que<br />
conecta este incentivo con el tema del marketing. Otro es el beneficio de <strong>la</strong>s actividades reales en el<br />
programa, por ejemplo, los intercambios. Ese beneficio está, por lo menos, parcialmente ligado al acuerdo<br />
propuesto sobre <strong>la</strong>s directivas de calidad estándar para <strong>la</strong> preparación y para <strong>la</strong>s administraciones de<br />
acogida. Nuestra opinión es que en una guía para <strong>la</strong>s administraciones de acogida se deben tratar de forma<br />
realista <strong>la</strong>s exigencias y el volumen de trabajo que ello les representa. En realidad, el programa debe ser<br />
considerado beneficioso para el servicio civil nacional.<br />
Se ha propuesto apoyar financieramente a <strong>la</strong>s administraciones de acogida. Más arriba se ha analizado una<br />
idea sobre <strong>la</strong> administración financiera y pensamos que son suficientes los incentivos producidos por el<br />
envío de personas en el sistema. Debe ser tarea de cada país decidir <strong>la</strong> contribución al Programa Karolus<br />
en su propio servicio civil. De modo que si a un País Miembro le gustaría apoyar a <strong>la</strong>s administraciones de<br />
acogida, debería poder hacerlo. <strong>La</strong>s estructuras de incentivo son supuestamente diferentes en los servicios<br />
civiles que participan en el programa.<br />
2.5 <strong>La</strong> Continuación del Programa Karolus<br />
En <strong>la</strong> discusión sobre el Programa Karolus se han presentado un número de propuestas que refieren tanto<br />
al sistema de intercambio como a los otros componentes del programa, seminario, etc.<br />
Nuestra experiencia indica que los intercambios deben tener una cierta duración para ser efectivos. <strong>La</strong> idea<br />
en <strong>la</strong> cual se basan los intercambios es conocer en profundidad los sistemas de los otros países. Con ese<br />
conocimiento se puede trabajar de forma mucho más eficiente al tratar los temas de ese país.<br />
Además, para poder emitir juicios sobre <strong>la</strong> eficiencia de <strong>la</strong>s prácticas empleadas, sobre el conocimiento a<br />
aportar a su país de origen, es necesario pasar cierto tiempo dentro de <strong>la</strong> administración. Por lo tanto, no<br />
son aceptables los intercambios que duran menos de un mes, excepto en algunos casos muy específicos.<br />
También hay que considerar <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción costo-efecto (gastos de viaje, por ejemplo).<br />
<strong>La</strong> duración se fija en dos meses y éste es un objetivo que vale <strong>la</strong> pena conservar. <strong>La</strong> flexibilidad en los<br />
intercambios es un requisito necesario. Si hay una necesidad real para intercambios de cuatro semanas o<br />
más podría valer <strong>la</strong> pena desarrol<strong>la</strong>r otros instrumentos en el Programa Karolus.<br />
Hemos mencionado más arriba los requisitos para <strong>la</strong> preparación. Otro componente importante en <strong>la</strong><br />
preparación es <strong>la</strong> participación en seminarios que tratan sobre el mercado interior. Se ha propuesto que<br />
dichos seminarios deben tener lugar en cada Estado Miembro un par de veces al año. Este es un incentivo<br />
para el programa pero, principalmente, un instrumento para <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de un mercado único. Estos<br />
seminarios deben incluirse en <strong>la</strong> preparación para los intercambios y también deben estar ligados a los<br />
esfuerzos de marketing.<br />
Se discute también sobre el alcance del programa. Es obvio que el programa debe cubrir el mercado interior<br />
y todas <strong>la</strong>s organizaciones que participan en <strong>la</strong> puesta en marcha del mercado interior, incluyendo <strong>la</strong>s<br />
instituciones europeas. Además, dado que el acuerdo Espacio Económico Europeo (EEE) abarca <strong>la</strong>s<br />
disposiciones del mercado interior, el Programa Karolus debe incluir todo el territorio del EEE. También<br />
sería de gran utilidad si <strong>la</strong>s disposiciones incluyeran a los países con acuerdos europeos con <strong>la</strong> UE y donde<br />
una membresía es el objetivo de <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración. Esto sería una forma de presionar a <strong>la</strong> administración del<br />
programa lo que significa que se tiene que desarrol<strong>la</strong>r una organización de red flexible donde sea fácil<br />
identificar los incentivos para programas que funcionen de forma fluida.<br />
136
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
2.6 Algunos comentarios sobre los intercambios<br />
Es obvio que en el programa el efecto del aprendizaje es grande. Son los participantes quienes hacen esa<br />
evaluación. Es de gran valor "monitorear" y discutir <strong>la</strong> operación de <strong>la</strong>s actividades en otro país. En ese<br />
sentido, su propio desempeño se pone en una perspectiva de comparación. En general, es poco el<br />
conocimiento sobre <strong>la</strong> forma en que los otros países tratan los temas en cuestión de modo que el<br />
intercambio ofrece un marco para <strong>la</strong> reflexión sobre <strong>la</strong>s mejoras a su propio sistema. A pesar de que se trata<br />
el mismo tipo de temas, el contexto de cada administración es diferente. Es positivo aprender sobre ese<br />
contexto y entender cómo aplicar <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción europea en diferentes condiciones. Además, se llevan al<br />
país de origen los nuevos métodos. No se debe subestimar el efecto de <strong>la</strong> onda expansiva de <strong>la</strong>s redes<br />
personales. <strong>La</strong> lección más importante, sin embargo, parece ser el conocimiento de que los otros son tan<br />
buenos como uno mismo, por lo menos cuando se lo mira desde <strong>la</strong> perspectiva sueca.<br />
Por otra parte, hay que distinguir entre el resultado y el proceso. Es común que <strong>la</strong> administración del<br />
proceso, por ejemplo, <strong>la</strong> administración financiera, sea muy rígida, inflexible y no esté adaptada a <strong>la</strong><br />
administración moderna.<br />
2.7 Algunos comentarios generales<br />
<strong>La</strong> flexibilidad es una pa<strong>la</strong>bra de moda en el esquema propuesto para <strong>la</strong> continuación del Programa Karolus.<br />
Esto es, por cierto, una ventaja. Pero, <strong>la</strong> preocupación principal de aumentar el número de funcionarios<br />
públicos que participan no se debe utilizar para diluir el contenido central del programa.<br />
Por experiencia en otros campos donde se han empleado programas de intercambio, sabemos que esos<br />
programas a menudo son de desarrollo lento. El desempeño del Programa Karolus desde 1993 no ha<br />
colmado <strong>la</strong>s expectativas. Por otra parte, <strong>la</strong> compleja organización de <strong>la</strong> red necesita tiempo para el<br />
aprendizaje y para obtener experiencia. El aprendizaje sobre <strong>la</strong> organización combinado con una situación<br />
sumamente difícil para el marketing del programa nos convence de que se debería mantener el impulso<br />
principal del programa durante el próximo período. Se debe explotar en el futuro <strong>la</strong> inversión realizada en el<br />
conocimiento del programa que ya se tiene.<br />
También se debe considerar el hecho de que <strong>la</strong>s administraciones públicas en casi todos los países de <strong>la</strong><br />
UE han sufrido restricciones presupuestarias. Con el principio de compartir los costos, muchos de estos<br />
costos tienen que ser absorbidos por <strong>la</strong> administración que envía al participante. Con restricciones<br />
presupuestales muy fuertes, no se da prioridad supuestamente a <strong>la</strong>s actividades cuyos beneficios para <strong>la</strong><br />
propia organización están en duda.<br />
<strong>La</strong> descentralización y <strong>la</strong> creciente responsabilidad de los coordinadores nacionales es un paso en <strong>la</strong><br />
dirección correcta. Pero se deben crear incentivos para que <strong>la</strong>s administraciones nacionales tengan<br />
participación en el programa.<br />
Otro comentario se refiere a los objetivos del programa. Los objetivos son muy amplios y no es realista<br />
suponer que un programa como el Karolus pueda lograrlos. Los problemas de <strong>la</strong> puesta en marcha del<br />
mercado interior deben resolverse con muchos instrumentos y el Programa Karolus es uno entre tantos.<br />
Una última mención a realizar sobre el aspecto de los programas de intercambio en su conjunto: desde el<br />
punto de vista sueco, un sistema de intercambio ofrece muchas ventajas. El punto de partida radica en que<br />
siempre falta conocimiento sobre <strong>la</strong> forma en que los otros países manejan los asuntos. También es una<br />
ventaja para un servicio civil entender ampliamente a <strong>la</strong>s organizaciones socias, <strong>la</strong>s culturas administrativas,<br />
<strong>la</strong>s restricciones internas para <strong>la</strong>s acciones, etc. Además, es una ventaja para Suecia tener muchos<br />
funcionarios públicos en otros países que entiendan <strong>la</strong> forma en que Suecia trata los temas en cuestión. <strong>La</strong><br />
ventaja del idioma y <strong>la</strong>s posibilidades de comunicación informal son muy obvias para mencionar<strong>la</strong>s aquí. Tal<br />
vez <strong>la</strong>s ventajas son mayores para un país pequeño como Suecia pero los países grandes no deben<br />
sobreestimar el conocimiento que sobre su propio sistema disponen sus socios.<br />
137
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
REDES DE COOPERACION INTERADMINISTRATIVA EN AMERICA LATINA<br />
José Alberto BONIFACIO<br />
Secretario General, Centro <strong>La</strong>tinoamericano de Administración para el<br />
Desarrollo (CLAD), Caracas, VENEZUELA<br />
1. LOS CAMBIOS EN LA FUNCION PUBLICA<br />
1.1 <strong>La</strong> función pública en el contexto de <strong>la</strong>s reformas del Estado<br />
<strong>La</strong> crisis resultante del incremento de <strong>la</strong>s demandas sociales y su atención con medios cada vez menos<br />
eficaces, debido a que el monto de los recursos requeridos por el sector público para atender sus cometidos<br />
aumentó a mayor velocidad que los ingresos (Rosenthal, 1990), o porque estos disminuyeron más allá de lo<br />
previsto, afectó <strong>la</strong> capacidad de respuesta de gobiernos exigidos a desarrol<strong>la</strong>r políticas públicas con <strong>la</strong>s<br />
cuales hacer frente a <strong>la</strong>s contingencias, así como desbordó <strong>la</strong>s aptitudes de gestión para implementar<strong>la</strong>s,<br />
insta<strong>la</strong>ndo el problema de <strong>la</strong> gobernabilidad. <strong>La</strong>s estrategias posibles para enfrentar <strong>la</strong> situación fueron<br />
p<strong>la</strong>nteadas por Crozier (Crozier, 1990) como una disyuntiva entre obtener más recursos de <strong>la</strong> colectividad,<br />
reducir <strong>la</strong>s prestaciones estatales o cambiar de manera radical <strong>la</strong> eficiencia del sistema. En este sentido,<br />
Dror (1994) l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> atención seña<strong>la</strong>ndo que, con frecuencia, se hab<strong>la</strong> de modo incorrecto de<br />
ingobernabilidad, cuando el problema real es <strong>la</strong> incapacidad de gobernar, habida cuenta de que se trata del<br />
fracaso de los gobiernos en dar <strong>la</strong>s respuestas adecuadas, lo que rec<strong>la</strong>ma esfuerzos en desarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />
capacidad de gobernar en vez de inculpar a <strong>la</strong>s sociedades de ingobernables.<br />
<strong>La</strong> l<strong>la</strong>mada "revolución gerencial" iniciada desde principios de los años ochenta en el Reino Unido, así como<br />
<strong>la</strong> consigna a favor de un gobierno que haga más y gaste menos en los Estados Unidos desde el comienzo<br />
de <strong>la</strong> presente década, se inscriben entre <strong>la</strong>s iniciativas para dar respuesta a los desafíos p<strong>la</strong>nteados en el<br />
p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong> capacidad de gestión y <strong>la</strong> eficiencia.<br />
Ante <strong>la</strong> sobrecarga de demandas dirigidas al Estado, <strong>la</strong> tendencia más frecuente ha sido redimensionar<br />
tanto su tamaño como su rol, ajustando demandas a <strong>la</strong> capacidad de respuesta. Así se fue disminuyendo <strong>la</strong><br />
presencia del Estado en <strong>la</strong> economía como productor de bienes y servicios en favor de un incremento del<br />
papel regu<strong>la</strong>dor, de establecimiento de políticas, de mediador de conflictos y de e<strong>la</strong>boración de consensos,<br />
y convirtiéndose el equilibrio fiscal y el presupuesto en instrumentos de control de <strong>la</strong> viabilidad de <strong>la</strong>s<br />
políticas.<br />
Pero <strong>la</strong> revisión de <strong>la</strong> agenda de compromisos del Estado no se compadece con una disminución de su<br />
presencia, porque, como lo seña<strong>la</strong> Crozier (1990), todo parece indicar que <strong>la</strong> complejidad creciente de <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones humanas y de los mercados exige más organización y no más <strong>la</strong>issez-faire y, por lo tanto, un<br />
fortalecimiento del rol del Estado en <strong>la</strong>s áreas en que su actuación es indispensable, disponiendo de <strong>la</strong><br />
capacidad de sancionar normas que regulen <strong>la</strong> actividad social y de <strong>la</strong> autoridad para hacer<strong>la</strong>s cumplir.<br />
No obstante ello, <strong>la</strong> reforma y modernización de <strong>la</strong> función pública en los últimos quince años estuvo<br />
fuertemente influida por el modelo neoconservador de cambio que en los años ochenta se manifestó<br />
especialmente en Ing<strong>la</strong>terra y Estados Unidos, procurando invertir <strong>la</strong>s tendencias intervencionistas del<br />
Estado en el dominio económico, a partir de una crítica sistemática de <strong>la</strong> eficiencia de <strong>la</strong> administración<br />
pública. <strong>La</strong>s medidas para concretar estas propuestas estuvieron siempre dirigidas a <strong>la</strong> disminución del<br />
tamaño del gobierno, a <strong>la</strong> reducción del personal del sector público, al mejoramiento del desempeño<br />
gerencial y a <strong>la</strong> privatización de <strong>la</strong>s empresas estatales (Savoie, 1994).<br />
El gerencialismo como paradigma para <strong>la</strong> gestión pública vino a cuestionar a <strong>la</strong> carrera administrativa como<br />
modelo de organización del personal, marco en el cual los políticos que llegan al gobierno quieren cambiar<br />
de co<strong>la</strong>boradores en carácter de altos funcionarios. <strong>La</strong> función pública se viene entonces a politizar para<br />
evitar resistencias burocráticas, aumentar <strong>la</strong> motivación de los asesores e, incluso, para agradecer a <strong>la</strong>s<br />
personas su actividad política (Leemans, 1987).<br />
Savoie (1994) observa que <strong>la</strong> revolución de <strong>la</strong> gerencia trajo aparejadas consecuencias indeseables, porque<br />
existen múltiples indicios que muestran un sentimiento de frustración entre los funcionarios, y se aprecia un<br />
deterioro en <strong>la</strong> valoración de <strong>la</strong> función pública, en beneficio del sector privado. Dado esto, se pregunta si<br />
<strong>la</strong>s administraciones públicas están en condiciones de asumir y de superar los retos p<strong>la</strong>nteados por <strong>la</strong>s<br />
exigencias crecientes de un entorno social caracterizado por <strong>la</strong> incertidumbre, y por <strong>la</strong> difusión de <strong>la</strong>s<br />
138
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
tecnologías informáticas, que imponen nuevas prácticas y procedimientos. Combinar <strong>la</strong> eficiencia, <strong>la</strong><br />
flexibilidad y los estándares de servicio resultantes de los cambios gerenciales ocurridos en los últimos<br />
veinte años, con <strong>la</strong> conservación de <strong>la</strong> integridad, <strong>la</strong> probidad y <strong>la</strong> cohesión tradicionales parece ser el<br />
desafío (Butler, 1993).<br />
El análisis de estas apreciaciones invita a juzgar con prudencia <strong>la</strong> incorporación de cambios que se<br />
presentan como paradigmáticos para reestructurar el servicio civil en vistas a lograr una mayor eficiencia,<br />
pero también preguntarse hasta qué punto <strong>la</strong>s prácticas vigentes para <strong>la</strong> función pública en <strong>la</strong> región reflejan<br />
un modelo burocrático consistente. Debiera tomarse en cuenta los condicionamientos derivados de <strong>la</strong><br />
"cultura administrativa" para concebir el cambio, sin que ello de lugar a reivindicar una perspectiva<br />
corporativista de <strong>la</strong> cuestión.<br />
1.2 <strong>La</strong> Reforma de <strong>la</strong> Función Pública en América <strong>La</strong>tina<br />
Son varios los países de <strong>la</strong> región que han encarado reformas orientadas a modernizar el servicio civil en<br />
los últimos años, parte importante de <strong>la</strong>s cuales está inserta en los programas de reforma estructural antes<br />
aludidos.<br />
En el transcurso de 1995, en Uruguay se modificó el Reg<strong>la</strong>mento Orgánico Funcional de <strong>la</strong> Oficina <strong>Nacional</strong><br />
del Servicio Civil asignándosele amplias responsabilidades en <strong>la</strong> política de administración de personal y<br />
capacitación de funcionarios públicos, incluyendo normas para selección y designación de funcionarios por<br />
concurso de oposición o de méritos, sistemas de c<strong>la</strong>sificación y descripción de cargos, calificaciones y<br />
promociones del personal. También se implementará un esca<strong>la</strong>fón gerencial al que se accederá por<br />
concurso y se ha establecido un sistema de evaluación de desempeño que premia económicamente a los<br />
desempeños destacados (Correa Freitas, 1996).<br />
A partir de <strong>la</strong> grave crisis en 1989 Argentina privatizó empresas, transfirió a los gobiernos provinciales<br />
servicios de educación y salud y desreguló <strong>la</strong> economía. Una reforma administrativa orientada a <strong>la</strong><br />
modernización y <strong>la</strong> desburocratización habilitó a <strong>la</strong> Secretaría de <strong>la</strong> Función Pública a organizar un sistema<br />
de recursos humanos mediante el Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>la</strong> Profesión Administrativa. El nuevo diseño de<br />
carrera administrativa establece el proceso de selección de personal para el ingreso y <strong>la</strong> cobertura de<br />
puestos, <strong>la</strong> evaluación del desempeño individual, <strong>la</strong> capacitación permanente, <strong>la</strong> promoción re<strong>la</strong>cionada a <strong>la</strong><br />
capacitación y <strong>la</strong> evaluación y <strong>la</strong> jerarquización sa<strong>la</strong>rial. También establece un régimen de cargos con<br />
funciones ejecutivas para los niveles gerenciales, que se concursan otorgando <strong>la</strong> titu<strong>la</strong>ridad por cinco años,<br />
finalizados los cuales se hace una nueva selección.<br />
El Ministerio de Administración Federal y Reforma del Estado de Brasil promovió a partir de 1995 <strong>la</strong><br />
profesionalización del administrador público, estructurando una carrera de medios y altos administradores<br />
generales y financieros, l<strong>la</strong>mados a ocupar los principales cargos administrativos y financieros de todos los<br />
ministerios. <strong>La</strong> política de carreras se apoya en concursos públicos anuales, programas de educación<br />
continua permanentes y se introduce en el sistema burocrático una cultura gerencial basada en <strong>la</strong><br />
evaluación del desempeño. En <strong>la</strong>s autarquías prestadoras de servicios monopolistas se instrumentan<br />
<strong>la</strong>boratorios para reorientar resultados, alcanzar flexibilidad administrativa y autonomía de gestión, con<br />
indicadores de desempeño. El p<strong>la</strong>n de reforma también se propone eliminar <strong>la</strong> obligatoriedad del régimen<br />
jurídico único de los trabajadores públicos, permitiendo regímenes diferenciados para cada esfera de<br />
gobierno.<br />
También en el cono sur Bolivia y Chile han emprendido una serie de programas de reforma y ajuste<br />
tendientes a modernizar <strong>la</strong> administración del Estado, incluyendo un proceso de modernización de <strong>la</strong><br />
estructura funcional del aparato estatal, a través de <strong>la</strong> puesta en marcha del Programa de Carrera en <strong>la</strong><br />
Administración Pública en Bolivia (Valdez, 1993) y <strong>la</strong> estructuración de un conjunto de incentivos<br />
gerenciales que garanticen <strong>la</strong> asignación eficiente de los recursos en el marco de <strong>la</strong>s normas de equidad en<br />
Chile (Reid, 1992).<br />
En Colombia el gobierno propuso en 1995 el P<strong>la</strong>n de Promoción del Talento Humano al Servicio del Estado,<br />
formu<strong>la</strong>do y ejecutado por el Departamento Administrativo de <strong>la</strong> Función Pública, que comprende un P<strong>la</strong>n<br />
<strong>Nacional</strong> de Formación y Capacitación del Servicio Público y un Sistema de Estímulos y Evaluación del<br />
Desempeño. Se busca una cultura de gestión orientada a resultados, establecer criterios de evaluación y<br />
promoción en base a los resultados de gestión de los funcionarios frente a los objetivos de su institución, así<br />
como generar incentivos para estimu<strong>la</strong>r a quienes sobresalen en su desempeño. Un P<strong>la</strong>n para el<br />
Mejoramiento de <strong>la</strong> Gestión Pública, de 1995, prevé exhortar a <strong>la</strong>s entidades a formu<strong>la</strong>r metas y<br />
139
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
compromisos de elevación de sus estándares de funcionamiento, que deberán hacerse públicos y ser<br />
monitoreados, dando lugar a reconocimientos e incentivos.<br />
En América Central los servicios civiles se encuentran enfrentando desafíos semejantes, y habiendo logrado<br />
avances en <strong>la</strong> modernización de los sistemas de administración de personal, varios de ellos como resultado<br />
de proyectos con financiamiento externo, están en proceso de implementar sistemas de desarrollo<br />
gerencial, evaluación de desempeño, orientación a resultados y capacitación (ICAP-ONSEC, 1996).<br />
Panamá ha realizado progresos en el campo de <strong>la</strong> institucionalización, con <strong>la</strong> constitución de una Dirección<br />
General para <strong>la</strong> Carrera Administrativa, en el contexto de una Ley de Carrera Administrativa y dispone de<br />
nuevos sistemas de C<strong>la</strong>sificación y Retribución de Puestos así como de Información y Gestión de<br />
Organización y Recursos Humanos. Honduras ha definido estrictas normas de control para evitar<br />
incorporaciones de personal, está incorporando progresivamente información sobre el personal a bases de<br />
datos y e<strong>la</strong>bora proyectos de un Nuevo P<strong>la</strong>n de C<strong>la</strong>sificación de Puestos, un P<strong>la</strong>n de Sa<strong>la</strong>rios, un Centro de<br />
Capacitación del Gobierno y un Manual de Procedimientos para evaluar el desempeño del Servidor Público.<br />
En Nicaragua el Programa de Reforma del Servicio Civil tuvo una primera etapa destinada a incorporar<br />
modernos métodos de desarrollo de recursos humanos, incluyendo un Sistema de C<strong>la</strong>sificación de Cargos,<br />
otro de retribuciones, una metodología de evaluación de desempeño, criterios c<strong>la</strong>ros para <strong>la</strong> selección de<br />
personal, sistemas de información, todo ello a ser integrado en una Ley del Servicio Civil.<br />
Costa Rica está promoviendo reformas en los procesos de selección de personal constituyendo un Registro<br />
Permanente de oferentes en base de datos para candidatos potenciales a puestos en el servicio civil, así<br />
como el diseño de pruebas de evaluación. Prevé desarrol<strong>la</strong>r instrumentos de evaluación de resultados de<br />
equipos de trabajo para retribuir en base a productividad y crear un Centro de Capacitación y Desarrollo del<br />
Servidor Público integrando recursos de instituciones públicas y privadas. Dentro de los proyectos se<br />
incluye <strong>la</strong> creación de un Sistema de Administración de Recursos Humanos.<br />
El Salvador reconoce un lento desarrollo en el campo de <strong>la</strong> administración y gestión de recursos humanos,<br />
para lo que modificará <strong>la</strong> Ley del Servicio Civil vigente, haciéndo<strong>la</strong> más inclusiva, pero de carácter marco y<br />
con mayor flexibilidad; está en agenda consolidar un nivel gerencial idóneo, un sistema de carrera<br />
administrativa que asegure <strong>la</strong> transparencia de los procesos de selección y promoción en base a<br />
calificaciones y méritos y un sistema de información de recursos humanos.<br />
Guatema<strong>la</strong> proyectó una Ley del Servicio Civil del Organismo Ejecutivo, donde se constituye una Secretaría<br />
<strong>Nacional</strong> de Recursos Humanos con funciones normativas y descentralización y desconcentración del<br />
sistema de servicio civil, incluyendo <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación y rec<strong>la</strong>sificación de puestos, selección y nominación del<br />
personal en base a pruebas y valoración del rendimiento.<br />
También México, donde <strong>la</strong> tradición de <strong>la</strong> carrera administrativa tenía escasos principios de desarrollo en<br />
algunas entidades oficiales, en su último P<strong>la</strong>n <strong>Nacional</strong> de Desarrollo incorporó metas a ser alcanzadas<br />
durante <strong>la</strong> presente gestión presidencial, que involucran una profesionalización amplia de <strong>la</strong> carrera<br />
administrativa, que en <strong>la</strong> actualidad sólo alcanza a algunos organismos.<br />
2. LA COOPERACION TECNICA EN MATERIA DE FUNCION PUBLICA<br />
<strong>La</strong> cooperación para el desarrollo de <strong>la</strong> función pública en <strong>la</strong> región puede revisarse atendiendo a los<br />
actores que <strong>la</strong> protagonizan como oferentes. Por una parte se identifican los organismos internacionales<br />
que tienen actuación efectiva en este campo, constituyendo el mismo uno entre muchos sectores de<br />
intervención. En segundo lugar, deben destacarse los organismos internacionales con competencia<br />
específica en procesos de reforma y modernización estatal, incluyendo <strong>la</strong> función pública. Finalmente será<br />
destacada <strong>la</strong> cooperación horizontal de tipo bi<strong>la</strong>teral.<br />
2.1 Organismos internacionales<br />
En <strong>la</strong> década de los 50 se estableció <strong>la</strong> División de Administración Pública en el Departamento de Asuntos<br />
Económicos y Sociales de <strong>la</strong>s Naciones Unidas, para proporcionar apoyo técnico a los proyectos<br />
financiados por el Programa de <strong>la</strong>s Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y que pasó a depender<br />
posteriormente del Departamento de Cooperación Técnica para el Desarrollo (DTCD) como División de<br />
Administración para el Desarrollo, única organización responsable de proporcionar asistencia a los países<br />
en desarrollo en administración pública, administración municipal y finanzas públicas (Pérez Salgado, 1993).<br />
140
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En 1988 se estableció el Programa del PNUD para el Desarrollo de <strong>la</strong> Gestión (MDP) , con el objetivo<br />
(Zumbado, 1993) del desarrollo y <strong>la</strong> administración de los recursos humanos y financieros para aumentar <strong>la</strong><br />
capacidad de gestión del sector público. Sus prioridades en América <strong>La</strong>tina y el Caribe han sido: 1) el<br />
rediseño y <strong>la</strong> reestructuración del Estado, 2) <strong>la</strong> racionalización de <strong>la</strong>s políticas públicas, 3) el desarrollo de<br />
los recursos humanos, 4) los niveles superiores de <strong>la</strong> gestión pública, 5) los modelos organizativos, y 6) el<br />
desarrollo de tecnologías de gestión para <strong>la</strong> consolidación de los procesos democráticos.<br />
Por su parte, el Banco Mundial ha procurado de una manera u otra mejorar el funcionamiento del aparato<br />
del Estado (<strong>La</strong>fourcade, 1992), especialmente en el fortalecimiento de <strong>la</strong> gestión ministerial y de los<br />
organismos encargados de <strong>la</strong> ejecución de los proyectos que él financiaba. Durante <strong>la</strong> década de los<br />
ochenta, los esfuerzos del Banco Mundial en favor de <strong>la</strong> racionalización de <strong>la</strong> gestión pública se centraron<br />
en tres ámbitos prioritarios: 1) <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s finanzas públicas, es decir el establecimiento de sistemas<br />
más eficientes de formu<strong>la</strong>ción y de gestión del presupuesto, de control de los gastos y de programación de<br />
<strong>la</strong>s inversiones; 2) <strong>la</strong> reforma de <strong>la</strong> función pública, que implica <strong>la</strong> reducción del crecimiento y de <strong>la</strong> carga<br />
financiera del gobierno, y el mejoramiento de <strong>la</strong> eficacia de los funcionarios; y 3) <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s empresas<br />
públicas, lo que equivale a establecer <strong>la</strong>s condiciones institucionales y <strong>la</strong>s políticas que deben reportar<br />
beneficios en el sentido de <strong>la</strong> productividad en su funcionamiento.<br />
Más ade<strong>la</strong>nte el Banco consideró que el mejoramiento de <strong>la</strong> gestión del sector público requería de acciones<br />
que se ubican más allá del nivel de <strong>la</strong>s instituciones individuales, y canalizó recursos en préstamos para el<br />
ajuste estructural y sectorial del sector público. Inspirado en el concepto de "gobernance" se proyectó al<br />
contexto general en que se inscriben sus intervenciones, incluyendo, además de <strong>la</strong> gestión del sector<br />
público, a todo lo que afecta el marco jurídico, <strong>la</strong> información, <strong>la</strong> responsabilidad y <strong>la</strong> transparencia en el<br />
funcionamiento de <strong>la</strong>s instituciones. <strong>La</strong> asistencia técnica constituye el medio principal utilizado por el Banco<br />
para sostener los esfuerzos de reforma de <strong>la</strong> gestión del sector público.<br />
<strong>La</strong> experiencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el campo de <strong>la</strong> reforma del Estado es<br />
re<strong>la</strong>tivamente reciente (Jarquín, 1996), y ha apoyado el proceso mediante préstamos y cooperaciones<br />
técnicas orientadas al fortalecimiento institucional y <strong>la</strong> reforma, especialmente en el ámbito del poder<br />
ejecutivo, con énfasis en política y administración fiscal. Desde 1990 aprobó numerosos préstamos<br />
sectoriales para ayudar a los gobiernos a realizar ajustes estructurales para consolidar <strong>la</strong> economía de<br />
mercado, liberalizar el comercio, privatizar empresas, reorganizar <strong>la</strong> administración pública y modificar el<br />
carácter de <strong>la</strong>s intervenciones estatales. No obstante Jarquín reconoce que se puso más énfasis en el<br />
redimensionamiento del aparato estatal que en su racionalización, a veces mejorando <strong>la</strong> situación fiscal<br />
pero debilitando <strong>la</strong> capacidad institucional que el Estado requiere para cumplir con sus responsabilidades<br />
básicas, por lo que recomienda el diseño de los programas de reforma con estricto apoyo a <strong>la</strong>s condiciones<br />
de cada país. Sugiere trabajar con una visión integral de <strong>la</strong> reforma del Estado, que además de los cambios<br />
en <strong>la</strong> administración pública en términos de servicio civil, redefinición de funciones e instituciones y<br />
desarrollo de una cultura gerencial con orientación a resultados, se incluya a los órganos de fiscalización y<br />
control, el sistema judicial, el par<strong>la</strong>mento y el sistema electoral y de partidos políticos.<br />
2.2 Los Organismos regionales especializados<br />
A nivel regional, es especialmente importante destacar <strong>la</strong> actuación de los organismos internacionales de<br />
carácter intergubernamental de tipo sectorial especializados en los temas del Estado y <strong>la</strong> administración<br />
pública: el Centro <strong>La</strong>tinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), el Instituto<br />
Centroamericano de Administración Pública (ICAP) y el Caribbean Centre for Development Administration<br />
(CARICAD).<br />
El ICAP es una institución internacional-regional que sirve a los gobiernos de Costa Rica, El Salvador,<br />
Guatema<strong>la</strong>, Honduras, Nicaragua y Panamá en apoyo al mejoramiento administrativo en base a <strong>la</strong>s políticas<br />
nacionales de desarrollo y al proceso de integración Centroamericana. El ICAP es el resultado de <strong>la</strong><br />
transformación de <strong>la</strong> antigua Escue<strong>la</strong> Superior de Administración Pública de América Central (ESAPAC),<br />
creada en 1954, al suscribir los estados miembros un "P<strong>la</strong>n de Operaciones" con <strong>la</strong>s Naciones Unidas en<br />
1967. Le fueron asignados como objetivos efectuar investigaciones, asesorar a los gobiernos en materia de<br />
reformas para modernizar <strong>la</strong>s administraciones públicas, promover el conocimiento de técnicas mediante<br />
reuniones académicas, así como promover <strong>la</strong> capacitación a funcionarios públicos de niveles medio y<br />
superior. Su autoridad máxima es <strong>la</strong> Junta General, integrada por los Ministros de Economía de los cinco<br />
países centroamericanos y el de P<strong>la</strong>nificación y Política Económica de Panamá.<br />
El CARICAD fue establecido por los estados miembros de <strong>la</strong> Comunidad del Caribe (CARICOM) en 1980<br />
como una agencia integubernamental regional con el mandato de asistir a los gobiernos en <strong>la</strong> mejora de <strong>la</strong>s<br />
141
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
capacidades gerenciales para el análisis, implementación, monitoreo y evaluación de políticas orientadas a<br />
<strong>la</strong> reforma del sector público. Sus programas están focalizados en cinco áreas: información, recursos<br />
humanos, redes de trabajo entre gobiernos y sectores sociales, formación gerencial y el propio<br />
fortalecimiento institucional de CARICAD como organización regional. CARICAD tiene en <strong>la</strong> facilitación de<br />
cooperación horizontal entre los países miembros o intercambio de personal técnico para problemas<br />
específicos.<br />
El CLAD fue constituido en 1972 para <strong>la</strong> realización de programas de cooperación internacional en materias<br />
de reforma de <strong>la</strong> administración pública. Su Estatuto actual le fija como objetivos coadyuvar a <strong>la</strong><br />
modernización de <strong>la</strong> administración pública y de <strong>la</strong>s políticas públicas, promover el fortalecimiento de <strong>la</strong>s<br />
políticas de desarrollo social y en el incremento de <strong>la</strong>s capacidades de gestión en <strong>la</strong> materia, co<strong>la</strong>borar con<br />
los procesos de descentralización y apoyar los procesos de integración y reforma del estado. En <strong>la</strong><br />
actualidad está constituido por veinticuatro países, que incluyen América <strong>La</strong>tina, el Caribe y España, los que<br />
están representados en el Consejo Directivo por medio de los titu<strong>la</strong>res de organismos nacionales<br />
responsables de los procesos de reforma y modernización del Estado y <strong>la</strong> administración pública.<br />
El carácter regional del CLAD lo ha llevado a cooperar asiduamente con los organismos subregionales<br />
como el ICAP y el CARICAD, dándose el hecho de que los países miembros de estos lo son, a su vez, del<br />
CLAD. Por ello es frecuente que el CLAD desarrolle en <strong>la</strong>s subregiones proyectos en conjunto con esas<br />
organizaciones.<br />
2.3 <strong>La</strong> cooperación bi<strong>la</strong>teral<br />
Finalmente, <strong>la</strong> cooperación bi<strong>la</strong>teral canalizada por agencias nacionales de cooperación de los países de <strong>la</strong><br />
región, ha comenzado a tener un papel significativo en el ámbito de <strong>la</strong> función pública.<br />
Un ejemplo a destacar es el caso de Honduras, donde actualmente se tramita ante <strong>la</strong> cooperación técnica<br />
de Chile asistencia y capacitación en Reclutamiento, Municipalidades, Carrera Administrativa y<br />
Fortalecimiento Institucional; también han recibido cooperación de <strong>la</strong> Dirección del Servicio Civil de Costa<br />
Rica en C<strong>la</strong>sificación, Administración de Sa<strong>la</strong>rios, Reclutamiento y Selección, Capacitación y Desarrollo de<br />
Personal, a través de cursos de <strong>la</strong>rga duración. Finalmente, <strong>la</strong> Dirección de Función Pública de Colombia ha<br />
asistido en Reclutamiento y Selección y Evaluación de Desempeño, facilitando pasantías en Colombia para<br />
observar el funcionamiento de <strong>la</strong> carrera administrativa.<br />
Por medio del Fondo Argentino de Cooperación Horizontal (FOAR), se han realizado numerosas misiones<br />
de cooperación en materia de función pública, especialmente en Centroamérica, incluyendo El Salvador,<br />
Nicaragua, Guatema<strong>la</strong> y <strong>la</strong> República Dominicana. En esas misiones se incluyeron temas como desarrollo<br />
institucional de <strong>la</strong> función pública, carrera administrativa, régimen jurídico de los funcionarios, evaluación de<br />
desempeño, métodos de casos para cursos de formación gerencial, etc.; también visitaron Argentina a<br />
través del programa, misiones provenientes de esos países.<br />
A finales de 1995 se agregó otro ámbito especializado para <strong>la</strong> cooperación horizontal en materia de<br />
administración pública: el Centro Iberoamericano de Administración y Gestión Pública, creado como<br />
consecuencia de un convenio de cooperación entre el Instituto <strong>Nacional</strong> de Administración Pública (INAP)<br />
de España y <strong>la</strong> Universidad de Alcalá, se ha constituido como una fundación con <strong>la</strong> misión de convertirse en<br />
el primer interlocutor de España para Iberoamérica en materia de capacitación y formación de cuadros y<br />
directivos responsables de <strong>la</strong> gestión pública, asistencia técnica a gobiernos e instituciones en el desarrollo<br />
de programas de modernización administrativa, y servir como centro de información y foro de debate a<br />
través de seminarios y publicaciones.<br />
También jugó un papel significativo en el desarrollo de <strong>la</strong> cooperación técnica para <strong>la</strong> administración pública<br />
<strong>la</strong> Agencia para el Desarrollo Internacional del Gobierno de los Estados Unidos, desde los años 60,<br />
especialmente en el establecimiento de oficinas de organización y métodos, técnicas de presupuesto por<br />
programas y oficinas de personal o servicio civil. En <strong>la</strong> actualidad su papel aún es significativo en América<br />
Central, aunque sus presupuestos han sido reducidos drásticamente.<br />
Finalmente, cabe mencionar el rol que cumple <strong>la</strong> Unión Europea (UE), que con Programas como el UE-<br />
Grupo de Río de Formación de Recursos Humanos para el Sector Público que lleva ade<strong>la</strong>nte con el CLAD<br />
para México y el área andina y con el INAP de Argentina para el MERCOSUR (Mercado Común del Sur),<br />
complementando los programas institucionales de formación de funcionarios y con proyección regional.<br />
Asimismo cabe mencionar el rol del Centro de Formación para <strong>la</strong> Integración Regional (<strong>CEFIR</strong>) en <strong>la</strong><br />
formación de funcionarios para <strong>la</strong> integración regional, del que son beneficiarios recursos humanos de los<br />
142
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
países del Grupo de Río. A ellos se agregan diversos proyectos puntuales en el marco de re<strong>la</strong>ciones<br />
bi<strong>la</strong>terales.<br />
3. EL DESARROLLO DE REDES: LA EXPERIENCIA DEL CLAD<br />
<strong>La</strong> interdependencia creciente en el mundo ha llevado a <strong>la</strong>s organizaciones a adoptar nuevas formas para<br />
promover <strong>la</strong> coordinación entre el<strong>la</strong>s, una de <strong>la</strong>s cuales son <strong>la</strong>s redes, cuerpos organizacionales que<br />
procuran vincu<strong>la</strong>r entre sí a los miembros de diferentes organizaciones. <strong>La</strong>s redes son especialmente<br />
relevantes en el caso de organizaciones intergubernamentales, en <strong>la</strong>s que cada gobierno-miembro está en<br />
condiciones de igualdad ante los demás y donde no puede utilizarse <strong>la</strong> jerarquía para llegar a acuerdos. No<br />
obstante ello, muchas veces son tributarias de conceptos tradicionales donde funcionarios c<strong>la</strong>ves o<br />
personalidades dominan ciertos mecanismos en <strong>la</strong> estructura (Mc <strong>La</strong>ren, 1990).<br />
Pero más allá de <strong>la</strong> interdependencia, <strong>la</strong> velocidad del cambio desafía a <strong>la</strong>s organizaciones tradicionales,<br />
que se han encontrado que su actividad cambia más rápido de lo que el<strong>la</strong>s pueden adaptarse. Para<br />
enfrentar esta situación se han orientado hacia <strong>la</strong> organización en red (Gerstein, 1994), que posee recursos<br />
y papeles repartidos en distintos centros, y donde los modelos de interacción (flujos de información,<br />
productos y personas) son dinámicos y establecidos de acuerdo a necesidades, cambiadas <strong>la</strong>s cuales<br />
pueden ser disueltos. <strong>La</strong>s redes presentan dificultades en su creación y mantenimiento, y su consolidación<br />
lleva mucho tiempo, dependiendo el éxito en gran medida de <strong>la</strong> gente que <strong>la</strong> integra, que genera una<br />
compleja colección de re<strong>la</strong>ciones interpersonales.<br />
Con estos sistemas de redes, <strong>la</strong> expectativa es incrementar los flujos de intercambio de información,<br />
utilizando especialmente los recursos de <strong>la</strong> telemática. El CLAD se ha concentrado en un conjunto limitado<br />
de cursos de acción de los que cabe destacar, a propósito de su papel en <strong>la</strong> experiencia de desarrollo de<br />
redes, los estudios e investigaciones, <strong>la</strong> capacitación de funcionarios y <strong>la</strong> consultoría y asistencia técnica. <strong>La</strong><br />
operación en cualquiera de estos p<strong>la</strong>nos resulta de tener activas <strong>la</strong> capacidad de detección de<br />
oportunidades para obtener los apoyos requeridos, así como <strong>la</strong>s demandas de los miembros del Centro,<br />
pero en el proceso de trabajo pasa a jugar un papel fundamental <strong>la</strong> facilitación, y ya no <strong>la</strong> prestación o<br />
producción directa de los servicios.<br />
<strong>La</strong> capacidad de proveer estudios que den cuenta de los procesos que tienen lugar en <strong>la</strong> región en materia<br />
de reforma estatal y modernización, demandaría de unos recursos cuantiosos, pero el acceso a <strong>la</strong><br />
información requerida puede ser resuelto si se despliega una capacidad diferente, como es <strong>la</strong> recolección y<br />
sistematización de información disponible en los países o crear <strong>la</strong>s condiciones para <strong>la</strong> constitución de<br />
amplios foros de debate e intercambio. En materia de capacitación y formación hay un elevado número de<br />
actores institucionales, que puede mejorar su productividad si se re<strong>la</strong>cionan dinámicamente intercambiando<br />
información y asociando recursos. Finalmente, <strong>la</strong> asistencia técnica encuentra en <strong>la</strong> cooperación horizontal<br />
una poderosa fuente de recursos, y probablemente mejores condiciones para su operación eficaz y eficiente<br />
puedan ser obtenidas por medio del desarrollo y explotación apropiada de redes.<br />
3.1 Red <strong>La</strong>tinoamericana de Documentación e Información en Administración Pública<br />
<strong>La</strong> primera experiencia relevante del CLAD en <strong>la</strong> constitución de redes de cooperación inter-administrativa<br />
consistió en <strong>la</strong> formación en 1986 de <strong>la</strong> Red <strong>La</strong>tinoamericana de Documentación e Información en<br />
Administración Pública (REDIAP).<br />
<strong>La</strong> REDIAP es un sistema de información creado para facilitar el intercambio entre los países de América<br />
<strong>La</strong>tina de documentos y datos vincu<strong>la</strong>dos a su gestión pública. A través de <strong>la</strong> Red, el CLAD contribuye<br />
además al desarrollo y/o fortalecimiento de <strong>la</strong>s infraestructuras nacionales de información. El propósito<br />
perseguido en este sentido es que los centros nacionales adscritos puedan ejercer el control de su<br />
producción bibliográfica, utilizando normas y procedimientos comunes al resto de América <strong>La</strong>tina, de<br />
manera que puedan divulgar fácilmente sus experiencias y estudios y obtener a <strong>la</strong> vez aquel<strong>la</strong>s que<br />
requieran de otros países.<br />
El Centro de Documentación (CEDAI) del CLAD suministra a los centros nacionales que se integran a <strong>la</strong><br />
Red, tanto el entrenamiento como <strong>la</strong> asistencia técnica requerida. También se les provee de una serie de<br />
manuales, guías y programas de computación para facilitar su trabajo. Los centros nacionales, con base en<br />
<strong>la</strong>s distintas normas, procesan sus materiales y los remiten periódicamente al CLAD donde son ingresados<br />
a una base de datos, <strong>la</strong> cual es reenviada a los centros con toda <strong>la</strong> información acopiada en el período en<br />
cuestión.<br />
143
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Para facilitar <strong>la</strong> divulgación de <strong>la</strong> información de <strong>la</strong> Red, el CEDAI del CLAD e<strong>la</strong>bora semestralmente un<br />
Catálogo Colectivo que contiene <strong>la</strong>s referencias bibliográficas y los resúmenes de los documentos<br />
aportados por los países integrantes de <strong>la</strong> Red y por el propio CLAD durante el período en cuestión. Este<br />
Catálogo se distribuye en forma impresa a todos los centros miembros de <strong>la</strong> Red, y los que disponen de<br />
bases de datos automatizadas, también reciben el Catálogo en discos magnéticos. Si se requiere algún<br />
documento en especial, el centro nacional puede solicitarlo al país que disponga de él o bien al propio<br />
CLAD. Dado que incluso algunos países ya disponen de parte de <strong>la</strong> colección física de <strong>la</strong> Red microfilmada,<br />
el acceso a los documentos es inmediato en el caso de ellos.<br />
Son veinte los Centros <strong>Nacional</strong>es miembros de <strong>la</strong> Red <strong>La</strong>tinoamericana de Documentación e Información<br />
en Administración Pública - REDIAP -, en diecisiete países.<br />
3.2 Red Iberoamericana de Instituciones de Formación e Investigación en Gerencia Pública<br />
Con el apoyo de <strong>la</strong> Agencia Españo<strong>la</strong> de Cooperación Internacional (AECI) y del PNUD, el CLAD ha sido<br />
promotor de <strong>la</strong> creación en 1988 de <strong>la</strong> Red Iberoamericana de Instituciones de Formación e Investigación en<br />
Gerencia Pública (RIGEP), incluyendo a unas cuarenta instituciones de América <strong>La</strong>tina y España, para el<br />
desarrollo de <strong>la</strong> enseñanza y <strong>la</strong> investigación en gerencia pública, el intercambio de documentación, <strong>la</strong><br />
promoción de proyectos de investigación y cooperación técnica y el estímulo a <strong>la</strong> cooperación entre el<br />
sector público y el sistema universitario a través de reuniones y concursos de investigación.<br />
Apreciando que los INAP’s carecían de conexión e intercambio entre ellos, a contracorriente de <strong>la</strong><br />
ampliación de medios de intercomunicación, <strong>la</strong> Secretaría General del CLAD se constituyó en unidad de<br />
gestión, coordinación y en<strong>la</strong>ce de <strong>la</strong> RIGEP. Por razones operativas se limitó a tres instituciones por país <strong>la</strong><br />
aceptación de miembros. Con en tiempo se observó que, con algunas excepciones, el rol de <strong>la</strong>s<br />
instituciones miembros había perdido vigor en términos de su intervención en el medio, en general<br />
desbordadas por los procesos de transformación estatal que acontecían. Por eso se escogieron dos áreas<br />
estratégicas que podían ser afectadas con acciones de <strong>la</strong> red: <strong>la</strong> modernización curricu<strong>la</strong>r y <strong>la</strong> investigación.<br />
De <strong>la</strong> primera se esperaba poder impactar en <strong>la</strong> problemática presentada por el entorno de <strong>la</strong>s instituciones,<br />
y de <strong>la</strong> segunda obtener casos para ampliar <strong>la</strong>s fronteras del conocimiento y re<strong>la</strong>cionar<strong>la</strong>s a los problemas<br />
concretos (Edelman, 1994).<br />
En modernización curricu<strong>la</strong>r, a partir de diagnósticos realizados, grupos de expertos desarrol<strong>la</strong>ron<br />
orientaciones estratégicas, considerando <strong>la</strong> inclusión de ejes como políticas públicas y gerencia social,<br />
escasamente desarrol<strong>la</strong>dos hasta entonces en los institutos; en estas materias se desarrol<strong>la</strong>ron paquetes<br />
instruccionales para crear recursos profesorales idóneos para impartir <strong>la</strong>s asignaturas. En el campo de <strong>la</strong><br />
investigación, en general estaba desvincu<strong>la</strong>da de <strong>la</strong> docencia y de <strong>la</strong>s problemáticas nacionales, siendo<br />
predominantemente académica, y en otros casos <strong>la</strong> actividad prácticamente no existía. Por ello se generó<br />
una sub-red de instituciones de investigación, se creó un fondo de promoción y se convocaron dos<br />
concursos, sobre Reforma del Estado y Desarrollo de <strong>la</strong> Gerencia Pública; los proyectos meritorios eran<br />
seleccionados y recibían financiamiento, habiéndose financiado 22 proyectos sobre ciento cinco<br />
presentaciones.<br />
También se incluyó <strong>la</strong> realización de talleres de expertos para revisar <strong>la</strong> metodología pedagógica. Una vez<br />
agotado el capital semil<strong>la</strong> para <strong>la</strong> construcción institucional de <strong>la</strong> RIGEP, dentro del enfoque con el que se <strong>la</strong><br />
sostuvo, perdió viabilidad.<br />
3.3 Red de Posgrados de Administración y Políticas Públicas<br />
<strong>La</strong> evaluación de <strong>la</strong> pérdida de recursos, conocimiento e información que se derivan de <strong>la</strong> separación entre<br />
<strong>la</strong> administración pública y <strong>la</strong>s instituciones académicas que centran en <strong>la</strong> formación y <strong>la</strong> investigación en<br />
ese campo su quehacer, ha llevado a promover sistemas en red para producir nuevas sinergias en ambas<br />
esferas. En su caso, los centros académicos vienen desarrol<strong>la</strong>ndo cada vez con mayor frecuencia<br />
asistencia y consultoría a gobiernos, así como estos amplían su predisposición a utilizar <strong>la</strong> capacidad<br />
insta<strong>la</strong>da en universidades para sus desarrollos; un ejemplo son los programas de capacitación de<br />
funcionarios que están teniendo lugar en <strong>la</strong>s universidades, constituyendo un caso de singu<strong>la</strong>r relevancia el<br />
diseño adoptado para <strong>la</strong> formación de economistas de gobierno en <strong>la</strong> Argentina.<br />
El CLAD promovió a fines de 1995 <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> Red de Posgrados de Administración y Políticas<br />
Públicas (REDAPP), que a <strong>la</strong> fecha conforman quince instituciones que han acordado un estatuto y<br />
desarrol<strong>la</strong>n libremente transacciones. Los compromisos del CLAD en este caso han sido desarrol<strong>la</strong>r un<br />
boletín electrónico de <strong>la</strong> Red, que permite que los mensajes emitidos por cualquier institución lleguen al<br />
144
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
resto de los miembros. <strong>La</strong> estructura de información, abierta a <strong>la</strong>s inquietudes de los participantes,<br />
contemp<strong>la</strong> intercambiar información sobre eventos académicos, programas de materias, bibliografía,<br />
intercambio de profesores, cursos regu<strong>la</strong>res, etc. Por otra parte, <strong>la</strong>s instituciones co<strong>la</strong>boran con <strong>la</strong>s<br />
actividades de intercambio de experiencias y conocimientos sobre distintas materias re<strong>la</strong>cionadas a <strong>la</strong><br />
administración pública, que encuentran en los congresos del CLAD su ámbito de expresión. El CLAD<br />
analiza un sistema de participación en sus órganos por parte de este conjunto de instituciones.<br />
3.4 Red de Escue<strong>la</strong>s e Institutos Gubernamentales<br />
A los institutos y escue<strong>la</strong>s de administración pública les está p<strong>la</strong>nteada <strong>la</strong> necesidad de adecuar su misión<br />
institucional a <strong>la</strong>s nuevas condiciones de <strong>la</strong> gestión pública. Probablemente uno de los problemas de<br />
importancia que deben enfrentar en este campo es <strong>la</strong> tendencia a <strong>la</strong> descentralización de <strong>la</strong>s acciones de<br />
capacitación en <strong>la</strong> administración pública, que se manifiesta en <strong>la</strong> diversificación de centros, escue<strong>la</strong>s,<br />
institutos o programas con esa finalidad, que muchas veces no están suficientemente coordinados o no<br />
manifiestan una c<strong>la</strong>ra corre<strong>la</strong>ción entre el acceso a recursos y su empleo y prioridades en <strong>la</strong> gestión<br />
gubernamental.<br />
En contextos semejantes los institutos y escue<strong>la</strong>s de administración no siempre han encontrado formas para<br />
legitimar su función, tanto frente los organismos gubernamentales, como frente a <strong>la</strong> comunidad académica,<br />
los medios de difusión, y <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en general. Para lograrlo deberían constituirse en el eje coordinador<br />
de <strong>la</strong> capacidad insta<strong>la</strong>da del país en materia de capacitación, investigación y asistencia técnica para el<br />
sector público, para así aprovechar al máximo <strong>la</strong> potencialidad de universidades, centros de investigación,<br />
firmas de consultoría y otras instituciones que actúen en el área, inclusive otros institutos de formación del<br />
propio gobierno. Deberían, asimismo, crear un foro de debates, conferencias y seminarios para analizar de<br />
forma permanente el contexto en que actúa el estado y <strong>la</strong>s transformaciones que éste requiere,<br />
promoviendo <strong>la</strong> discusión y difundiendo los resultados. Finalmente, deben ocupar un lugar de relevancia en<br />
propiciar <strong>la</strong> formación del liderazgo político, administrativo y social que exige <strong>la</strong> modernización del estado<br />
(Saravia, 1996).<br />
En base a estas reflexiones, el CLAD ha realizado una convocatoria para <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> Red de<br />
Escue<strong>la</strong>s e Institutos Gubernamentales que realizan actividades de formación y capacitación en<br />
administración, finanzas y re<strong>la</strong>ciones internacionales. El acuerdo de unas bases constitutivas, así como una<br />
agenda de actividades futuras, son <strong>la</strong>s primeras actividades previstas.<br />
4. LA COOPERACION INTERADMINISTRATIVA EN PERSPECTIVA<br />
4.1 Agenda de <strong>la</strong> demanda de cooperación<br />
En materia de función pública existe una demanda de cooperación que puede considerarse auténtica en los<br />
gobiernos, y que deposita en <strong>la</strong> mejora y modernización de <strong>la</strong> función pública <strong>la</strong>s expectativas de un mejor<br />
desempeño por parte de <strong>la</strong> administración pública. <strong>La</strong> cooperación proveniente del sistema de <strong>la</strong>s Naciones<br />
Unidas (NNUU), y también de los organismos internacionales especializados, se ha inscrito en <strong>la</strong> tradición<br />
de abastecer <strong>la</strong>s demandas de este origen.<br />
También se verifica una demanda inducida o negociada, que reconoce su origen en el papel de <strong>la</strong> función<br />
pública como variable de <strong>la</strong>s reformas económicas, siendo este enfoque predominante de los programas<br />
sostenidos por los organismos internacionales de carácter financiero.<br />
No puede dejar de reconocerse que, en muchos casos, <strong>la</strong> función pública en <strong>la</strong> región no representa el<br />
paradigma de <strong>la</strong> buena administración, habida cuenta que prácticas patrimonialistas no permitieron el<br />
desarrollo de burocracias profesionales. Convertida <strong>la</strong> administración pública en un botín de guerra político,<br />
el sobredimensionamiento y <strong>la</strong> insta<strong>la</strong>ción de ma<strong>la</strong>s prácticas, incluyendo <strong>la</strong>s más variadas formas de<br />
corrupción, rec<strong>la</strong>man de enfoques como los de insta<strong>la</strong>r una carrera administrativa profesional, que debe<br />
fundarse sobre bases nuevas.<br />
<strong>La</strong> revisión de los procesos nacionales en curso expresa con propiedad <strong>la</strong> agenda de preocupaciones en<br />
materia de función pública en <strong>la</strong> región y, por lo tanto, para <strong>la</strong> cooperación interadministrativa. Surgen como<br />
grandes categorías: <strong>la</strong> profesionalización de <strong>la</strong> carrera, <strong>la</strong> capacitación, <strong>la</strong> administración de personal, <strong>la</strong><br />
institucionalidad de <strong>la</strong> función pública o servicio civil, el desarrollo gerencial de <strong>la</strong> gestión pública, el régimen<br />
del funcionariado, los estímulos y <strong>la</strong> evaluación.<br />
145
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> duodécima Reunión del Grupo de Expertos convocada por el Departamento de Apoyo al Desarrollo y de<br />
Servicios de Gestión de <strong>la</strong>s Naciones Unidas (DADSG), en base a <strong>la</strong> experiencia adquirida en <strong>la</strong> asistencia<br />
a los países en desarrollo y de los países con economías en transición para el fomento de <strong>la</strong> capacidad de<br />
<strong>la</strong> administración pública para el desarrollo, realizó una importante revisión de <strong>la</strong> agenda relevante de temas<br />
involucrados, así como recomendaciones para fortalecer el papel de <strong>la</strong>s Naciones Unidas en esta esfera<br />
(Naciones Unidas, 1996).<br />
En el<strong>la</strong> se incluyeron, entre los más importantes: a) el incremento de <strong>la</strong>s capacidades de e<strong>la</strong>boración de<br />
políticas, fortalecimiento de <strong>la</strong> capacidad de gobierno y mejoramiento de los sistemas de administración<br />
pública; b) fortalecimiento de <strong>la</strong> gestión financiera del sector público; c) el desarrollo de los recursos<br />
humanos basado en el profesionalismo en <strong>la</strong> función pública; d) mejoramiento de <strong>la</strong> eficacia y el rendimiento<br />
del sector público. Se recomienda a <strong>la</strong>s Naciones Unidas organizar el intercambio de experiencias,<br />
promover el estudio de casos y <strong>la</strong> capacitación de profesionales en materia de políticas, asistencia técnica<br />
en materia de reestructuración administrativa, asesoramiento para fortalecer <strong>la</strong> capacidad de <strong>la</strong>s<br />
instituciones de capacitación, ejercer a responsabilidad de estructurar y promover <strong>la</strong> cooperación, mantener<br />
y apoyar redes de investigación aplicada, brindar acceso a los mejores sistemas y prácticas en materia de<br />
tecnología y ayudar a su aplicación. Se recomienda <strong>la</strong> creación de red de comunicaciones en tiempo real<br />
entre profesionales innovadores en materia de gestión, creando un instituto virtual para compartir<br />
información, documentos, experiencia y asesoramiento<br />
4.2 Restricciones para <strong>la</strong> cooperación eficaz<br />
Los actores destacados del proceso de cooperación son el que <strong>la</strong> requiere y el que <strong>la</strong> suministra, el<br />
demandante y el oferente de cooperación. <strong>La</strong> entidad y perspectiva que cada uno de ellos tienen es decisiva<br />
a <strong>la</strong> hora de evaluar <strong>la</strong> capacidad de obtención de resultados efectivos.<br />
Visto el proceso desde <strong>la</strong> demanda, el estatus institucional del receptor es de gran relevancia, porque incide<br />
decisivamente en <strong>la</strong> capacidad de imp<strong>la</strong>ntación el poder de decisión -político o legal-, el control de los<br />
recursos o <strong>la</strong>s mismas condiciones técnicas de ejecución/recepción de propuestas. Estas dimensiones de<br />
poder operan, por ejemplo, al momento de reclutar los asistentes a un programa de formación, su retención<br />
e incluso <strong>la</strong> convicción que puedan tener sobre <strong>la</strong> pertinencia, oportunidad y aplicabilidad de aprendizajes.<br />
Otra restricción a destacar en <strong>la</strong> institución receptora tiene que ver con el grado de inserción que en su<br />
estructura tiene el programa de asistencia o cooperación. Ya sea que se deba a consideraciones sobre<br />
supuesta debilidad del recurso humano actual, o <strong>la</strong> eficacia re<strong>la</strong>tiva de acciones de capacitación, o por <strong>la</strong><br />
vincu<strong>la</strong>ción a estructuras institucionales parale<strong>la</strong>s de los proyectos, incluso porque ellos mismos se<br />
convierten en tales estructuras, <strong>la</strong>s inversiones en cooperación pueden resultar inocuas.<br />
<strong>La</strong>s dos cuestiones mencionadas tienen especial importancia para es desarrollo eficaz de <strong>la</strong> cooperación,<br />
pero conviene revisar<strong>la</strong>s desde <strong>la</strong> perspectiva de <strong>la</strong> acción de redes de cooperación. Se ha mencionado que<br />
<strong>la</strong>s redes cargan aún con ciertos estigmas de organización burocrática, y el influjo de <strong>la</strong>s estructuras<br />
jerárquicas, así como <strong>la</strong> falta de práctica en comunicaciones abiertas o <strong>la</strong> tendencia a resguardar el ámbito<br />
organizacional, limitan el desarrollo potencial de <strong>la</strong>s redes. <strong>La</strong>s herramientas que <strong>la</strong>s mismas ponen en<br />
circu<strong>la</strong>ción están muchas veces subutilizadas.<br />
Vista desde <strong>la</strong> "oferta", más allá de <strong>la</strong>s formas y sistemas por los que se canalice <strong>la</strong> cooperación, los valores<br />
que se transmiten y el contexto en que se originan constituyen una restricción al momento de evaluar<br />
resultados. Keraudren (1994) advertía sobre que <strong>la</strong>s causas de fondo de los fracasos en incorporar<br />
innovaciones en <strong>la</strong> función pública deben buscarse en <strong>la</strong> "cultura" administrativa, dado que a veces incluyen<br />
metas pertenecientes a <strong>la</strong> dimensión cultural ambiguas y hasta contradictorias.<br />
Kessler (1993) se interroga en qué medida <strong>la</strong> cooperación internacional no es más que un intento de los<br />
países occidentales de imp<strong>la</strong>ntar sus propios valores en los países en desarrollo, y p<strong>la</strong>ntea el interrogante<br />
acerca de si es viable un sistema diseñado por expertos y que no es el resultado de un proceso histórico,<br />
producido y aceptado por <strong>la</strong> comunidad local en el que se supone que tiene que funcionar. Reconoce que <strong>la</strong><br />
intervención más específica y en mayor esca<strong>la</strong> de <strong>la</strong>s organizaciones internacionales en los sectores<br />
institucionales de los países en desarrollo, está modificando el esquema tradicional de cooperación<br />
administrativa y que se ha hecho frecuente <strong>la</strong> aplicación de "condicionalidades", que implican que los<br />
préstamos de asistencia financiera se encuentran vincu<strong>la</strong>dos con <strong>la</strong> implementación de una reforma<br />
específica de los sectores públicos como parte de un diseño macro de democratización y racionalización de<br />
<strong>la</strong> administración. Advierte que <strong>la</strong>s posibles consecuencias negativas generadas a nivel de <strong>la</strong> opinión<br />
pública por este tipo de estrategias deben ser tomadas en consideración por los países industrializados<br />
(Kessler, 1993).<br />
146
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Pérez Salgado (1993) dice que, más que el resultado de una estrategia determinada, <strong>la</strong> cooperación<br />
multi<strong>la</strong>teral y bi<strong>la</strong>teral en administración pública resultó de una combinatoria entre <strong>la</strong>s demandas nacionales,<br />
<strong>la</strong> experiencia y formación de los expertos reclutados para <strong>la</strong> implementación, el desarrollo de <strong>la</strong> disciplina<br />
en el país receptor, <strong>la</strong> filosofía del país y <strong>la</strong> agencia que <strong>la</strong> proporcionaba y <strong>la</strong> necesidad de ensayar nuevos<br />
enfoques para recuperarse de los fracasos anteriores. Observando que <strong>la</strong> profesionalización del servicio<br />
civil constituyó uno de los objetivos permanentes de los programas de reforma del Estado y <strong>la</strong><br />
administración pública, y de alta prioridad para <strong>la</strong>s agencias de cooperación, seña<strong>la</strong> que lo corriente ha sido<br />
<strong>la</strong> tendencia de los países desarrol<strong>la</strong>dos a exportar sus modelos en este campo. Ello se aprecia en <strong>la</strong><br />
constitución de oficinas del servicio civil o direcciones de <strong>la</strong> función pública, según se siga el sistema<br />
británico o francés. En América <strong>La</strong>tina ve una mezc<strong>la</strong>, donde <strong>la</strong> administración de personal tendieron a<br />
llevar<strong>la</strong> ade<strong>la</strong>nte oficinas del Servicio Civil, mientras que los organismos de capacitación siguieron <strong>la</strong><br />
denominación francesa de escue<strong>la</strong>s o institutos nacionales de administración pública. <strong>La</strong>s NNUU y <strong>la</strong><br />
Escue<strong>la</strong> <strong>Nacional</strong> de Administración (ENA) de Francia apoyaron estos desarrollos en Colombia, Perú,<br />
Argentina, Uruguay, Brasil, Venezue<strong>la</strong>, Guatema<strong>la</strong>, Nicaragua, entre otros (Pérez Salgado, 1993).<br />
Cierta limitación en <strong>la</strong>s miras produjo magros resultados en reformas administrativas, que no obstante <strong>la</strong><br />
cooperación internacional canalizada, terminaron en reformas normativas, de organigramas, con una<br />
proyección mucho menor a <strong>la</strong> pretendida. El desarrollo institucional orientado a <strong>la</strong> obtención de capacidades<br />
mediante el establecimiento de organizaciones especializadas para <strong>la</strong> difusión de nuevas técnicas y<br />
herramientas gerenciales, no siempre ha sido efectivo al no poder desarrol<strong>la</strong>r dentro de <strong>la</strong> maquinaria<br />
administrativa del gobierno, su propia capacidad para mejorar <strong>la</strong> gestión del sector público (Pérez<br />
Salgado,1993).<br />
Podría esperarse que esquemas de cooperación horizontal desvincu<strong>la</strong>dos de condicionalidades, al no<br />
actuar sino en re<strong>la</strong>ción a un liderazgo gubernamental del proceso de cambio, obviaría <strong>la</strong>s restricciones<br />
emergentes de los modelos "verticales" de cooperación. En este campo, el desarrollo de redes de<br />
cooperación interadministrativa ofrece un panorama promisorio, que cuenta con <strong>la</strong>s alternativas de<br />
sistematización y circu<strong>la</strong>ción de información en tiempo real un aliado de insuperables condiciones.<br />
ANEXO I<br />
SISTEMA INTEGRADO Y ANALITICO DE INFORMACION SOBRE REFORMA DEL ESTADO (SIARE)<br />
El SIARE constituye una herramienta de fundamental importancia para <strong>la</strong> misión del CLAD y consiste en un<br />
sistema integrado y analítico de información sobre reforma del Estado, gestión y políticas públicas<br />
desarrol<strong>la</strong>do por el Centro de Documentación y Análisis de Información del CLAD .<br />
El SIARE brinda información consolidada y factual a fin de facilitar <strong>la</strong> discusión de alternativas para <strong>la</strong><br />
definición de políticas, <strong>la</strong> apertura de nuevas investigaciones o <strong>la</strong> profundización de <strong>la</strong>s que se encuentran<br />
en desarrollo, así como <strong>la</strong> conexión de los distintos actores concernidos.<br />
A. Base de datos de Experiencias Innovadoras en Organización y Gestión del Estado.<br />
Los objetivos de esta base son:<br />
1. Brindar un perfil sumario del proceso de Reforma del Estado acaecido en cada uno de los países de<br />
América <strong>La</strong>tina, el Caribe y España (Reformas Económica, Política, Social, Jurídica, Administrativa,<br />
Financiera, etc.) a partir de 1980 aproximadamente.<br />
2. Mostrar información factual detal<strong>la</strong>da (objetivos, metodología, estrategia, unidades intervinientes,<br />
resultados jurídicos y sustantivos, etc.) respecto de un conjunto de procesos en algunos países, de<br />
manera de proporcionar una visión de <strong>la</strong>s opciones de política en juego. Entre los procesos abordados<br />
figuran:<br />
• <strong>La</strong> Reforma del Estado Abordada Globalmente (Venezue<strong>la</strong> y Honduras)<br />
• <strong>La</strong> Descentralización Político Administrativa (Colombia, Chile, Perú, Venezue<strong>la</strong>, Bolivia y Honduras)<br />
• <strong>La</strong> Simplificación Administrativa en el Marco de <strong>la</strong> Rearticu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s Re<strong>la</strong>ciones Estado y<br />
Sociedad (Uruguay, México, Perú y Venezue<strong>la</strong>)<br />
• Reestructuración del Sector de Empresas y Servicios Públicos (Privatización) (Argentina, México,<br />
Venezue<strong>la</strong>, Costa Rica y Perú)<br />
• Fondos de Inversión Social (Bolivia, Chile, Honduras y Venezue<strong>la</strong>)<br />
• Reestructuración y Desarrollo Institucional de <strong>la</strong> Administración Pública (Argentina, Brasil, España,<br />
Guatema<strong>la</strong> y Colombia)<br />
147
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Ambos tipos de información se actualizan periódicamente con el fin de apoyar tanto <strong>la</strong> cooperación<br />
internacional e intra-regional como los procesos de investigación en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> Reforma del Estado.<br />
B. Base Bibliográfica sobre Estado, Administración y Sociedad.<br />
Esta base consta de aproximadamente 23.000 registros (abril 1996), con un índice de crecimiento anual de<br />
unos 2.000 registros, <strong>la</strong> mayor parte de los cuales incluye un resumen informativo que, en tanto tal, da<br />
cuenta del contenido básico de los documentos, lo que eventualmente puede ahorrar <strong>la</strong> consulta del texto<br />
completo. <strong>La</strong> base es alimentada directamente con los materiales provenientes de distintas partes del<br />
mundo, acopiados por el CEDAI del CLAD, y se apoya además en <strong>la</strong> Red <strong>La</strong>tinoamericana de<br />
Documentación e Información en Administración Pública (REDIAP), integrada por 19 centros nacionales de<br />
América <strong>La</strong>tina y España, y que es coordinada por el CLAD desde 1986.<br />
En esta base se encuentran también <strong>la</strong>s referencias a <strong>la</strong> colección JURIDICA que mantiene físicamente el<br />
CEDAI del CLAD, en temas pertinentes a <strong>la</strong> Reforma del Estado, tales como:<br />
• Carrera Administrativa y Reformas de <strong>la</strong> Función Pública<br />
• Regionalización, Descentralización y Administración Local<br />
• Estructura de <strong>la</strong> Administración Pública<br />
• Re<strong>la</strong>ciones de <strong>la</strong> Administración con sus Usuarios<br />
• Derechos de los Ciudadanos frente a <strong>la</strong>s Actuaciones de <strong>la</strong> Administración<br />
• Administración Financiera y Control<br />
• Redimensionamiento del Estado<br />
• Sistemas Electorales y Partidos Políticos<br />
• Organización del Poder Judicial<br />
C. Base de datos de Instituciones vincu<strong>la</strong>das a los Asuntos Públicos<br />
El objetivo principal de esta base es posibilitar <strong>la</strong> interacción entre <strong>la</strong> comunidad científica y los organismos<br />
preocupados por <strong>la</strong> transformación del Estado y <strong>la</strong> modernización de <strong>la</strong> Administración Pública en sus<br />
distintos niveles, así como facilitar información para apoyar <strong>la</strong>s actividades de formación e investigación<br />
re<strong>la</strong>cionadas con tales tópicos. Esta base muestra el perfil (dirección, actividades, unidades adscritas, etc.)<br />
de tres tipos de organizaciones existentes en América <strong>La</strong>tina, el Caribe y España vincu<strong>la</strong>das a <strong>la</strong> Reforma<br />
del Estado:<br />
1. Instituciones de Formación e Investigación en Gestión Pública (incluye referencias de Canadá, Estados<br />
Unidos, Francia, Italia y Reino Unido)<br />
2. Organismos Dedicados al Mejoramiento de <strong>la</strong> Gestión y <strong>la</strong> Función Pública (reseña además Organismos<br />
Internacionales, con ámbito de actuación mundial, <strong>la</strong>tinoamericano y caribeño, europeo, africano y<br />
asiático)<br />
3. Organismos Vincu<strong>la</strong>dos al Desarrollo Regional y Local<br />
<strong>La</strong> base de datos proporciona además información sobre oportunidades de estudio de pre y postgrado, e<br />
investigaciones, entre otras. Permite conocer, por ejemplo, quién trabaja en qué proyectos de investigación,<br />
en qué centros se ofrecen cursos de doctorado en Estados Unidos sobre un tópico dado, y quiénes en<br />
América <strong>La</strong>tina están especializados en <strong>la</strong> capacitación de gerentes públicos.<br />
<strong>La</strong>s bases de datos que componen el SIARE pueden ser consultadas en forma independiente atendiendo a<br />
su interés. Sin embargo, en cada base de datos existen referencias cruzadas con <strong>la</strong>s restantes.<br />
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149
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1993. "Programa de reforma administrativa en Bolivia. El sistema del servicio civil" Ministerio de<br />
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150
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
PERSPECTIVAS DE NUEVAS MODALIDADES DE COOPERACION INTER<br />
ADMINISTRATIVA Y POSIBLES LINEAS DE ACCION<br />
Ruben CORREA FREITAS<br />
Ex-Presidente del Centro <strong>La</strong>tinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD);<br />
Director de <strong>la</strong> Oficina <strong>Nacional</strong> del Servicio Civil, Presidencia de <strong>la</strong> República, Montevideo, URUGUAY<br />
1. INTRODUCCION<br />
Nos ha tocado, reflexionar y exponer sobre <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas entre los países de América<br />
<strong>La</strong>tina. Y hacerlo en <strong>la</strong> perspectiva de nuevas modalidades de cooperación en el marco de <strong>la</strong> integración.<br />
Es un vasto tema que al mismo tiempo se puede visualizar como muy cercano y como muy lejano.<br />
Muy cercano porque el proceso de integración con sus acercamientos y alejamientos en su zigzagueante<br />
experiencia ha hecho que se prueben redes de re<strong>la</strong>ciones inter administrativas sumamente interesantes.<br />
Muy cercano y operante, tenemos <strong>la</strong> rica experiencia que ha logrado armar el Centro <strong>La</strong>tinoamericano de<br />
Administración para el Desarrollo (CLAD) a <strong>la</strong> que hará referencia el Dr. Bonifacio.<br />
También <strong>la</strong> de los dueños de casa, el Centro de Formación para <strong>la</strong> Integración Regional (<strong>CEFIR</strong>) ha ido<br />
estableciendo un re<strong>la</strong>cionamiento entre <strong>la</strong>s administraciones por el que, por <strong>la</strong> vía de <strong>la</strong> puesta en común de<br />
investigaciones y estudios comparativos, se ha podido acceder periódicamente a vínculos entre <strong>la</strong>s<br />
administraciones de los países integrantes del Grupo de Río.<br />
Pero al mismo tiempo, muy lejano cuando al tema lo vemos en <strong>la</strong> perspectiva del deber ser. ¿Son <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong>s administraciones todo lo fluidas, gratificantes y eficaces como <strong>la</strong>s necesitan nuestros<br />
países? Es de temer que <strong>la</strong> respuesta a esta pregunta sea negativa. Incluso que deje cierto retrogusto de<br />
amargura y frustración. Los países de América <strong>La</strong>tina todavía no se miran entre sí en el fondo de sus<br />
pupi<strong>la</strong>s. Los modelos provienen de otras realidades y experiencias. <strong>La</strong> internacionalización del<br />
conocimiento, <strong>la</strong> apertura de fronteras, no se han transformado en comportamientos que re<strong>la</strong>cionen<br />
nuestros países de una manera más efectiva.<br />
<strong>La</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong>s administraciones de nuestros países todavía parecen estar marcadas más por<br />
factores externos que por <strong>la</strong> propia fuerza de voluntad. En algunas subregiones y oportunidades, estas<br />
re<strong>la</strong>ciones se establecen a niveles personales. Pero parecería ser más una reacción que un acto<br />
previsional.<br />
<strong>La</strong> re<strong>la</strong>ción inter administrativa propiamente dicha, supone el proponerse un acto volitivo de <strong>la</strong>rgo aliento<br />
que <strong>la</strong> posibilite en función de un marco estable para <strong>la</strong> región. Un acto volitivo que debe comenzar en cada<br />
uno de nuestros países. <strong>La</strong>s administraciones deben estar en condiciones de poder establecer un<br />
re<strong>la</strong>cionamiento fluido con sus pares. Y esto debe integrarse como rutinas de sus p<strong>la</strong>nes, de sus programas,<br />
de sus presupuestos. Esto debe incorporarse más profundamente en los procesos de integración que a<br />
nivel de cada país.<br />
Superar <strong>la</strong> situación actual, implica un acercamiento a <strong>la</strong> temática en función de una valoración más<br />
profunda por parte de cada país y de los mecanismos de integración que puedan lograr un marco<br />
conceptual, que vehiculice una mayor re<strong>la</strong>ción inter administrativa.<br />
En el punto I se trata de exponer un marco conceptual, a partir del cual se puede hacer una valoración de <strong>la</strong><br />
importancia que tienen en el presente y pueden llegar a tener en el futuro <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter<br />
administrativas. <strong>La</strong> brecha existente entre <strong>la</strong> realidad de estas re<strong>la</strong>ciones y su potencialidad, es <strong>la</strong> que<br />
puede determinar el interés en explorar <strong>la</strong>s diferentes oportunidades de re<strong>la</strong>cionamiento entre los países.<br />
A partir de una descripción del campo de potenciales intercambios, es posible identificar los diferentes<br />
actores, los intereses con los cuales se mueven y los roles que pueden llegar a cumplir en una situación de<br />
cambio. Esto será lo que se desarrol<strong>la</strong>rá en el punto II.<br />
En el punto III teniendo en cuenta <strong>la</strong>s oportunidades de re<strong>la</strong>cionamiento inter administrativo y los<br />
potenciales actores que pueden integrarse a un proceso como el que se analiza, se hará mención y se<br />
examinarán algunos instrumentos útiles para un trabajo de <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo en este campo, que pueden ser<br />
utilizados por los diferentes actores.<br />
151
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Finalmente en el punto IV se extraerán algunas conclusiones que hacen a <strong>la</strong>s posibilidades de poner en<br />
marcha los mecanismos de re<strong>la</strong>ción inter administrativa.<br />
2. EL CAMPO DE LAS RELACIONES INTER ADMINISTRATIVAS<br />
Cuando se hace referencia a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas, conviene precisar a qué tipo de re<strong>la</strong>ciones<br />
le l<strong>la</strong>mamos de tal manera. En este campo ocurre lo mismo que a nivel nacional: <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre lo público<br />
y lo privado no admite un corte con distinción nítida. Más bien es una constante sin solución de continuidad.<br />
Por ello, en este trabajo, <strong>la</strong> referencia a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción inter administrativa tiene que ver con una re<strong>la</strong>ción que<br />
tiene un cierto grado de continuidad y que abarca áreas de <strong>la</strong> administración, precisas y diferentes de <strong>la</strong>s<br />
existentes a nivel de los titu<strong>la</strong>res de los cargos ministeriales y otros de igual definición.<br />
Es c<strong>la</strong>ro que cuando se está frente a un Ministro, <strong>la</strong> definición es marcadamente política, en <strong>la</strong> medida que<br />
antes que otra cosa es el responsable político del Area o Cartera correspondiente. Es cierto que, como tal,<br />
es titu<strong>la</strong>r de una Administración específica. Pero, en <strong>la</strong> medida que <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción queda a ese nivel, sin<br />
participación de <strong>la</strong> estructura técnica y de apoyo institucional, no se puede hab<strong>la</strong>r de una re<strong>la</strong>ción inter<br />
administrativa. Por el contrario, es c<strong>la</strong>ro que se está frente a una re<strong>la</strong>ción de éste tipo toda vez que esta<br />
estructura participa como tal o con su titu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> cabeza.<br />
Partiendo de esta definición, el recuento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas más frecuentes que se<br />
desarrol<strong>la</strong>n en América <strong>La</strong>tina, podrían quizás ser comprendidas en una c<strong>la</strong>sificación no mucho más amplia<br />
que <strong>la</strong> siguiente:<br />
a. re<strong>la</strong>ciones a nivel ministerial con participación de técnicos especialistas, en donde se discuten temas<br />
específicos. Son generalmente puntuales; se dan en el marco de alguna organización internacional;<br />
tienden a no tener continuidad. Por ejemplo, algunas reuniones de los Ministros de Economía.<br />
b. re<strong>la</strong>ciones en el marco de convenios que han establecido este tipo de re<strong>la</strong>ciones en forma específica<br />
más amplia, caso de <strong>la</strong> administración de <strong>la</strong> seguridad pública y <strong>la</strong> justicia. A vía de ejemplo: Interpol,<br />
Convención de Costa Rica sobre Minoridad y Derechos del Niño, etc.<br />
c. re<strong>la</strong>ciones en el marco de convenios específicos. Como ser instituciones de Reforma Administrativa en<br />
el CLAD, reunión de Rectores de Universidades del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), etc.<br />
Como se ve, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación tiende a concentrarse en actividades de re<strong>la</strong>cionamiento en función de algún<br />
convenio específico. En general aparecen sólo en el primer grupo <strong>la</strong>s que podrían tener un carácter<br />
sustantivo.<br />
Pero <strong>la</strong> administración tiene competencia en un amplio espectro de actividades sustantivas, en donde <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones podrían ser mutuamente beneficiosas.<br />
Es por ello que es conveniente explorar con más detenimiento el área de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas<br />
en donde los países podrían obtener beneficios concretos en su proceso de integración.<br />
Para hacerlo, parece conveniente ubicarse en una perspectiva que abarque el espacio en el cual se mueven<br />
los diferentes actores institucionales y <strong>la</strong>s diversas re<strong>la</strong>ciones.<br />
Este espacio queda delimitado por tres variables, que hacen directamente a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre<br />
instituciones de <strong>la</strong>s administraciones de los países.<br />
En primer lugar parece conveniente hacer mención a <strong>la</strong> variable temática. El<strong>la</strong> permite definir <strong>la</strong> amplitud o<br />
abarcabilidad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones posibles. Es c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> división en carteras o Ministerios de <strong>la</strong> acción del<br />
Poder Ejecutivo da un marco para estas re<strong>la</strong>ciones.<br />
Es importante que exista un interés en todas y cada una de <strong>la</strong>s áreas por este re<strong>la</strong>cionamiento. <strong>La</strong><br />
vincu<strong>la</strong>ción de los organismos encargados de <strong>la</strong> reforma del Estado y de su Administración con <strong>la</strong>s propias<br />
áreas sustantivas <strong>la</strong>s cuales tienen una vincu<strong>la</strong>ción directa con <strong>la</strong> sociedad en cada país, es un factor que<br />
puede determinar el grado de amplitud de estas re<strong>la</strong>ciones.<br />
Los organismos encargados de <strong>la</strong> reforma, en ciertos casos necesitan un acercamiento mayor a estas<br />
instituciones como forma de legitimar y potenciar los procesos de cambio. <strong>La</strong> virtud de esta dimensión es<br />
que se puede ver el grado de involucramiento en los procesos de reforma de <strong>la</strong>s diferentes instituciones. Al<br />
mismo tiempo que se puede dimensionar <strong>la</strong> potencialidad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas, toda vez<br />
que <strong>la</strong>s mismas pueden nuclearse en torno al tema, acciones y organismos de reforma.<br />
152
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Este acercamiento de <strong>la</strong> temática de reforma con <strong>la</strong> de <strong>la</strong>s instituciones que se ocupan de <strong>la</strong>s diferentes<br />
temáticas que abordan el Poder Ejecutivo de cada país y en donde desarrol<strong>la</strong>n su accionar, debería permitir<br />
potenciar el efecto de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
<strong>La</strong> hipótesis con <strong>la</strong> cual se podría trabajar sería que, cuanto más amplia, diversificada y cada evento más<br />
específico y concreto en su temática, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas podrán ser más eficientes y<br />
productivas.<br />
<strong>La</strong> segunda variable que puede tenerse en cuenta es <strong>la</strong> referida a los niveles de desarrollo alcanzado en <strong>la</strong><br />
construcción institucional pública. Es a partir de esta construcción que se dan o deberían darse estas<br />
re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
Esta variable es <strong>la</strong> resultante de un conjunto de elementos que se extienden en una acción continua, que va<br />
desde los aspectos teóricos hasta los operativos. Pero que pasa por un conjunto de estadios intermedios<br />
que tienen que ver con aspectos que hacen referencia con <strong>la</strong>s metodologías, <strong>la</strong>s técnicas, los instrumentos,<br />
los procesos, etc.<br />
Esta variable tiene una significación que atañe directamente a <strong>la</strong> coherencia de <strong>la</strong> acción administrativa. Y <strong>la</strong><br />
tiene porque <strong>la</strong> unidad conceptual es un factor básico de <strong>la</strong> coherencia, y ésta un elemento esencial del<br />
proceso de desagregación hacia <strong>la</strong> acción, muy especialmente <strong>la</strong> administrativa. Por lo tanto es un elemento<br />
a ser considerado en los procesos de re<strong>la</strong>ción inter administrativa.<br />
El nivel de desarrollo no puede ser determinado por elementos sueltos o ais<strong>la</strong>dos. Por el contrario cada país<br />
lo tiene que determinar en un ba<strong>la</strong>nce de su capacidad y disponibilidad de interre<strong>la</strong>cionamiento. Ba<strong>la</strong>nce en<br />
el cual se tiene en cuenta desde <strong>la</strong> historia institucional ligada a <strong>la</strong> historia social hasta elementos que<br />
pueden tener con aspectos tales como el clima o <strong>la</strong> geografía; o aún los más específicos inherentes a <strong>la</strong><br />
cultura de <strong>la</strong> organización.<br />
Este ba<strong>la</strong>nce permite dibujar el marco a partir del cual se deben realizar los esfuerzos para asegurar <strong>la</strong><br />
adaptación de los procesos de reforma a <strong>la</strong>s necesidades y ritmos reales, con los cuales <strong>la</strong> misma se<br />
desarrol<strong>la</strong> en cada país.<br />
Muchas veces <strong>la</strong>s necesidades entre una institución y otra, en un mismo país, pueden no ser coincidentes, y<br />
quizá ni tan siquiera complementarias. Pero cuando se piensa en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre países puede haber<br />
una alto grado de complementariedad inter administrativa que hace directamente a <strong>la</strong> eficacia de los<br />
procesos de reforma. Es por ello que se estima importante tener en cuenta esta variable.<br />
<strong>La</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas pueden llegar a ser más completas y efectivas si <strong>la</strong>s mismas pueden ser<br />
articu<strong>la</strong>das a través de <strong>la</strong> cooperación técnica entre países, específicamente de <strong>la</strong> región.<br />
<strong>La</strong> tercera variable que puede ser considerada, está referida a los tipos de re<strong>la</strong>cionamiento que se dan entre<br />
actores institucionales. Aquí también los primeros elementos los podemos situar en un continuo que va<br />
desde el simple intercambio de información, hasta lo que podría ser <strong>la</strong> consultoría de proceso. Y estos<br />
elementos coexisten, y es bueno que lo hagan, en el campo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
<strong>La</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre instituciones desde este punto de vista, siguen una gama de posibilidades que tienen<br />
que ver directamente con <strong>la</strong>s formas en <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s mismas se realizan. Desde este punto de vista, ha<br />
habido un desarrollo considerable en <strong>la</strong> medida que <strong>la</strong> cooperación internacional se ha ido desarrol<strong>la</strong>ndo.<br />
Pero <strong>la</strong> cooperación internacional no ha hecho más que adaptarse a <strong>la</strong>s necesidades que <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
inter administrativas iban p<strong>la</strong>nteando, como producto de <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong>s propias organizaciones y de<br />
<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones que éstas establecían entre el<strong>la</strong>s.<br />
<strong>La</strong> combinación de <strong>la</strong>s tres variables a <strong>la</strong>s cuales se ha hecho referencia, conforman una figura que marca<br />
<strong>la</strong> complejidad del tema que se está analizando. <strong>La</strong> misma permite visualizar <strong>la</strong>s interre<strong>la</strong>ciones que se<br />
establecen. Y si se elige un punto en el vértice como el lugar que ocupan <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones que se han<br />
establecido entre <strong>la</strong>s organizaciones que tienen a su cargo los procesos de reforma en los países, se puede<br />
intentar definir diferentes hipótesis de crecimiento en el p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas, que<br />
pueden ser objeto de cooperación técnica internacional.<br />
FIGURA 1: Re<strong>la</strong>ciones entre variables que determinan el espacio de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interadministrativas con<br />
vistas a definir áreas de cooperación en <strong>la</strong> Integración<br />
153
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
3. ACTORES Y ROLES EN LAS REDES DE COOPERACION INTER ADMINISTRATIVAS<br />
En América <strong>La</strong>tina <strong>la</strong> cooperación inter administrativa, aún cuando se puede considerar incipiente, ha tenido<br />
una variedad de actores. Pero <strong>la</strong> misma ha estado, de una manera o de otra, directamente re<strong>la</strong>cionada con<br />
los procesos de integración.<br />
Quizás <strong>la</strong> experiencia más antigua a <strong>la</strong> cual se puede retrotraer nuestra memoria para hacer mención, se<br />
sitúe en Centroamérica. En efecto, el proceso de integración de Centroamérica, comenzado a principios de<br />
los años sesenta, dio lugar a una de <strong>la</strong>s experiencias más interesantes <strong>la</strong> cual se desarrolló en el Instituto<br />
Centroamericano de Administración Pública (ICAP).<br />
En el ICAP se desarrol<strong>la</strong>ron diferentes formas de cooperación entre los países de <strong>la</strong> región<br />
centroamericana. Allí se realizaron desde actividades de intercambio de información hasta <strong>la</strong> capacitación<br />
de nivel superior, con un post-grado en Administración Pública en <strong>la</strong>s postrimerías de <strong>la</strong> década del setenta.<br />
El fomento de investigación científica, <strong>la</strong>s publicaciones de innumerables obras bibliográficas, <strong>la</strong> publicación<br />
de revistas y boletines, <strong>la</strong> consultoría, fueron otras tantas de <strong>la</strong>s manifestaciones que tuvo esta cooperación<br />
pionera en América <strong>La</strong>tina.<br />
Tanto más interesante fue <strong>la</strong> misma cuanto pudo sostenerse pese al <strong>la</strong>rgo conflicto que padecieron los<br />
países de esa región que pusieron a prueba <strong>la</strong> cooperación internacional y el proceso de integración. Su<br />
re<strong>la</strong>nzamiento cuenta con una base indudable en esta singu<strong>la</strong>r experiencia.<br />
Con una integralidad igualmente importante, se ha venido desarrol<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> experiencia del CLAD. En un<br />
marco ampliado en cuanto al área de influencia, se ha venido desarrol<strong>la</strong>ndo esta experiencia, que ha<br />
contado con el fervoroso apoyo de los países de <strong>la</strong> región.<br />
También en este caso <strong>la</strong> experiencia ha transcurrido desde <strong>la</strong> red de intercambio de información, que es un<br />
verdadero tesoro, y a <strong>la</strong> cual tenemos el máximo apego y apoyo y que tantas utilidades nos ha dado, hasta<br />
<strong>la</strong> red de investigación que ha permitido <strong>la</strong> formación de investigadores en Administración Pública; el<br />
financiamiento de investigaciones concretas bajo <strong>la</strong> forma de un convenio con el Reino de España; el<br />
intercambio en forma de red de consultoría técnica, que ha permitido a <strong>la</strong> mayoría de los países hacer un<br />
intercambio mutuamente beneficioso para los participantes; y no sólo para los participantes sino también<br />
para el mismo proceso de integración.<br />
Sin duda que este proceso puede continuar su camino de éxito toda vez que se articulen nuevos<br />
mecanismos de cooperación que permitan asegurar el financiamiento de lo que ya no es una experiencia,<br />
sino un servicio que los países requieren.<br />
Pensamos que estas dos experiencias no han sido evaluadas en profundidad. Pero de hacerlo, no dudamos<br />
que los resultados medidos en términos de impacto e influencia, tanto en cada uno de los países como en el<br />
proceso de integración, son de una magnitud mucho más grande de lo que se puede esperar.<br />
A estas dos experiencias, sin duda <strong>la</strong>s más completas y que más han avanzado, habría que agregar otras,<br />
más parciales pero que se han dado o que están en curso. Esta parcialidad ha tenido que ver con el hecho<br />
que se han orientado al aspecto sustantivo, es decir, abarcando un área de actividad específica. Y porque <strong>la</strong><br />
parcialidad tiene que ver con el grupo de países comprendidos por <strong>la</strong> experiencia. Finalmente, porque los<br />
dos aspectos han sido delimitados.<br />
En este caso es de destacar <strong>la</strong> importancia que ha tenido para los países de América <strong>La</strong>tina <strong>la</strong> existencia de<br />
una organización como <strong>la</strong> Organización Panamericana de <strong>la</strong> Salud (OPS). Esta ha conformado <strong>la</strong> red más<br />
extendida de cooperación en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas específicas. <strong>La</strong> misma ha explorado los<br />
diferentes campos o áreas de actividad de <strong>la</strong> salud, lo ha hecho a diversos niveles y abarcando diferentes<br />
tipos de re<strong>la</strong>cionamiento. Sin duda, de <strong>la</strong> reflexión de esa rica y prolongada experiencia, se pueden extraer<br />
elementos conceptuales coincidentes con los que exploramos en el punto anterior. Es decir que se ha<br />
movido dentro de los marcos conceptuales a los cuales se ha hecho referencia.<br />
En el área de <strong>la</strong> salud es de destacar como ha fructificado en redes re<strong>la</strong>tivamente autónomas e igualmente<br />
eficaces como el Centro <strong>La</strong>tinoamericano de Perinatología que tiene un lugar destacado en el combate<br />
contra <strong>la</strong> mortalidad infantil, <strong>la</strong> atención al niño desde su concepción y <strong>la</strong> de su madre. <strong>La</strong> administración de<br />
salud se ha visto enriquecida con estas re<strong>la</strong>ciones, así como con experiencias más acotadas en su área<br />
como <strong>la</strong>s del Instituto de Nutrición para Centro América y Panamá (INCAP), factor fundamental para <strong>la</strong><br />
administración de <strong>la</strong>s estrategias de lucha contra <strong>la</strong> desnutrición en pob<strong>la</strong>ciones de alto riesgo.<br />
154
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Otra experiencia, que ha conformado redes inter administrativas sumamente eficaces y que pensamos se<br />
ha regido dentro de los marcos conceptuales que se han desarrol<strong>la</strong>do en el punto anterior, se ha dado entre<br />
<strong>la</strong>s administraciones del sector agropecuario. <strong>La</strong> red armada por el Instituto Interamericano de Cooperación<br />
para <strong>la</strong> Agricultura (IICA) es otro buen ejemplo por su alta productividad, tanto en lo que tiene que ver con <strong>la</strong><br />
capacitación y <strong>la</strong> investigación. Y ha abarcado y abarca desde el intercambio de información hasta los<br />
eventos científicos a nivel de post-grados. Esta experiencia tiene <strong>la</strong> peculiaridad, que ha avanzado en este<br />
re<strong>la</strong>cionamiento hasta comprender al sistema cliente en <strong>la</strong> sociedad civil. <strong>La</strong> investigación científica que se<br />
ha desarrol<strong>la</strong>do es un factor con el cual ha de contarse en <strong>la</strong> administración del crecimiento socio<br />
económico y en el futuro de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
Otro ejemplo, quizás más reciente y acotado en el número de los participantes, es el nuevo Consejo de<br />
Rectores de <strong>la</strong>s Universidades del Cono Sur. Vale su destaque por el énfasis que se pone en el aspecto<br />
específico de <strong>la</strong> integración, y por ser una actividad sistemática que se desarrol<strong>la</strong> en busca de coordinar <strong>la</strong><br />
administración de <strong>la</strong> enseñanza superior. Con <strong>la</strong> excepción del Consejo de Rectores de <strong>la</strong>s Universidades<br />
Centroamericanas que ha venido funcionando desde <strong>la</strong> década del sesenta, no se conoce una actividad de<br />
este tipo.<br />
Vale <strong>la</strong> pena subrayar esta experiencia del Cono Sur, porque se realiza en un momento en el cual <strong>la</strong><br />
administración de <strong>la</strong> enseñanza superior se encuentra en un hito augural desde el punto de vista de su<br />
aporte al crecimiento y desarrollo socioeconómico y al proceso de integración.<br />
No quisiera olvidar en este rápido recuento de experiencias, a <strong>la</strong>s empresas públicas. Quizás en ámbitos<br />
más acotados, sin llegar a conformar redes formales, se han establecido re<strong>la</strong>ciones inter administrativas en<br />
el campo de <strong>la</strong>s empresas de energía, del transporte, etc; que han sido experiencias sumamente<br />
enriquecedoras para su potenciación ulterior. Y no dudamos que este tipo de re<strong>la</strong>cionamiento, incluyendo a<br />
los sectores privados, serán de enorme provecho en el futuro próximo.<br />
En una muy fugaz síntesis hemos hecho recuento de <strong>la</strong>s experiencias de cooperación en el campo de <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones inter administrativas. De <strong>la</strong> misma, quedan rememoradas unas experiencias sobre <strong>la</strong>s cuales se<br />
estima de capital importancia reflexionar.<br />
Hay un conjunto de actores que han participado de estas experiencias y que tienen registro y memoria de<br />
<strong>la</strong>s mismas. Y quizás reste por realizar, y sea todo un desafío para el futuro, un ba<strong>la</strong>nce y evaluación en<br />
forma más sistemática que <strong>la</strong> mención que hoy hemos realizado.<br />
En casi todas estas experiencias, en el campo de <strong>la</strong> cooperación, han estado asociados a los actores<br />
nacionales que han intervenido, actores de carácter internacional que han apoyado y sostenido el esfuerzo.<br />
Esto hab<strong>la</strong> a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras de una forma concreta de ligar <strong>la</strong> cooperación multi<strong>la</strong>teral con <strong>la</strong> existencia y<br />
desarrollo de organismos con vocación internacional que hacen de sostén y potencializador de <strong>la</strong>s<br />
voluntades nacionales.<br />
Hay que agregar a ello una corroboración que parece es importante recalcar. Por una parte <strong>la</strong> importancia<br />
de los aspectos sustantivos en <strong>la</strong> coherencia y abarcabilidad de Areas de Actividad, Niveles y Tipos de<br />
re<strong>la</strong>cionamiento. Estos tres elementos que se erigen en variables, son decisivos para <strong>la</strong> potencialidad de<br />
todas estas experiencias.<br />
Por otra parte, importa verificar que <strong>la</strong> presencia de <strong>la</strong> cooperación internacional, es un factor de sostén y<br />
potenciación sumamente eficaz.<br />
Finalmente importa subrayar que hay áreas de importancia estratégica para el desarrollo de América <strong>La</strong>tina<br />
que no han tenido estas experiencias. Y es constatable que en estas áreas se verifica un retraso re<strong>la</strong>tivo; a<br />
lo que quizá esté asociado esta característica que subrayamos.<br />
Dentro de estas áreas en <strong>la</strong>s cuales no se constatan experiencias significativas, se encuentran sectores que<br />
podríamos nombrar como tradicionales y otros que se han venido incorporando al quehacer de <strong>la</strong>s<br />
administraciones públicas de América <strong>La</strong>tina. Tal el caso de los asuntos que tienen que ver con el medio<br />
ambiente y <strong>la</strong> ecología. Estos son temas que parecerían cobrar un impulso considerable, por lo cual muy<br />
pronto estarán en <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong> cooperación inter administrativa y requerirán de <strong>la</strong> cooperación<br />
internacional.<br />
155
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
4. ALGUNOS INSTRUMENTOS DE COOPERACION<br />
Se concluía el punto anterior mencionando que a <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong> cooperación internacional, estaban<br />
llegando nuevas temáticas que, de alguna manera, ampliaban aún más el espectro de temas que tiene<br />
p<strong>la</strong>nteada <strong>la</strong> cooperación internacional.<br />
Hemos visto que el campo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas es un ancho teatro para <strong>la</strong> cooperación. Y<br />
en este sentido, es bueno tener en cuenta que uno de los primeros aspectos que hacen a <strong>la</strong> cooperación,<br />
tiene que ver con su coherencia. Y por ello se debe reafirmar que <strong>la</strong> cooperación multi<strong>la</strong>teral es un<br />
instrumento apropiado para dar coherencia a <strong>la</strong> cooperación. Y lo es, justamente, porque se desarrol<strong>la</strong> a<br />
partir de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
Ya se ha visto que <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas pueden abrirse hacia otros actores de <strong>la</strong> sociedad civil<br />
de cada país. Y que <strong>la</strong>s mismas son efectivas y de ello hay experiencia. En los últimos años se ha tendido a<br />
desechar este instrumento de cooperación.<br />
Se ha tratado de privilegiar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones bi<strong>la</strong>terales con el fin de ser más eficaces. Y quizás desarrol<strong>la</strong>r<br />
re<strong>la</strong>ciones privilegiadas que redunden en beneficio y mayor control por parte de los Estados <strong>Nacional</strong>es de<br />
<strong>la</strong> cooperación. Pero tal cosa no se ha verificado en <strong>la</strong> práctica y más bien <strong>la</strong> experiencia tiende a demostrar<br />
que simultáneamente se pierde en calidad, en eficiencia y en eficacia.<br />
Un segundo instrumento que debe estar asociado de manera de potenciar el primero, es <strong>la</strong> cooperación<br />
entre países de menor desarrollo re<strong>la</strong>tivo. En concreto <strong>la</strong> cooperación entre los países de América <strong>La</strong>tina.<br />
Es cierto que el cúmulo de problemas, <strong>la</strong>s dificultades para encontrar caminos para enfrentar <strong>la</strong> crisis, ha<br />
hecho que los países se encierren en sí mismos. Incluso que una de <strong>la</strong>s zonas de ajuste presupuestal ha<br />
tendido a ubicarse en <strong>la</strong>s transferencias para <strong>la</strong> cooperación técnica internacional. Se ha tendido a<br />
considerar que <strong>la</strong> cooperación es un gasto.<br />
Uno de los aspectos que es necesario precisar es que <strong>la</strong>s contribuciones a <strong>la</strong> cooperación no son, ni han<br />
sido nunca un gasto. Es una inversión, y quizás una de <strong>la</strong>s más productivas cuando se evalúan sus frutos<br />
en el <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. Hemos puesto el ejemplo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de los Ministerios de Salud en el marco de <strong>la</strong><br />
OPS. ¿Alguien puede atreverse tan siquiera a pensar lo que serían los indicadores de salud de nuestras<br />
pob<strong>la</strong>ciones, de nuestros recursos humanos, si no hubiera mediado <strong>la</strong> intervención de <strong>la</strong> OPS? ¿Se puede<br />
pensar lo que sería el sector agropecuario sin <strong>la</strong> participación del IICA y los Ministerios que han estado<br />
asociados?<br />
Organismos como el <strong>CEFIR</strong> y el CLAD han brindado una poderosa ayuda. Y estamos convencidos que<br />
deben de potenciar su acción en el sentido de abrir conciencias en nuestros propios países, de <strong>la</strong><br />
importancia que tiene el instrumento de <strong>la</strong> ayuda entre países de menor desarrollo re<strong>la</strong>tivo. Y deben abogar<br />
en los países desarrol<strong>la</strong>dos para convencer que el instrumento multi<strong>la</strong>teral es un instrumento idóneo para<br />
lograr <strong>la</strong> eficiencia en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones internacionales.<br />
Otro instrumento está re<strong>la</strong>cionado con un menú de opciones lo suficientemente amplio como para que <strong>la</strong>s<br />
actividades interesen al mayor número de actores. Y que una opción potencie a <strong>la</strong>s otras. Ello lleva a que se<br />
puedan diversificar <strong>la</strong>s fuentes de legitimación y aportes de fondos para <strong>la</strong> promoción de <strong>la</strong> cooperación.<br />
Se está en un momento en el cual es necesario inflexionar <strong>la</strong> tendencia de <strong>la</strong> inversión en cooperación para<br />
América <strong>La</strong>tina. En los últimos años el deterioro ha sido considerable. Y por otra parte <strong>la</strong>s dificultades a nivel<br />
nacional, en muchos casos, se ha venido agravando. Pero ello deja <strong>la</strong> impronta de un modelo de desarrollo<br />
que puede encaminarse a dificultades crecientes y a un agravamiento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones internacionales.<br />
Está en juego <strong>la</strong> paz del continente. El avance en el deterioro de <strong>la</strong> Amazonia, el incremento del narcotráfico<br />
y <strong>la</strong> corrupción, son elementos sumamente preocupantes que impactan directamente y desestabilizan a <strong>la</strong>s<br />
administraciones en América <strong>La</strong>tina., pero que afectan también a una parte importante de los países<br />
desarrol<strong>la</strong>dos, y por lo tanto al mundo entero.<br />
<strong>La</strong> cooperación tiene un efecto directo sobre los procesos de desarrollo. Si <strong>la</strong> misma puede actuar, y se<br />
hace para apoyar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas, se estará dando un fuerte impulso a fortalecer <strong>la</strong>s<br />
instituciones, y por lo tanto, se levantará un importante escollo a los problemas que padecen los países de<br />
<strong>la</strong> región, y fundamentalmente, se estará contribuyendo a fortalecer un instrumento de cuya eficiencia no se<br />
tienen registros de fracaso y sí de éxitos.<br />
156
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Otro instrumento fortalecedor se encuentra en el trabajo cancillerías-organos de reforma. <strong>La</strong> coordinación<br />
de estos dos centros especializados en políticas de cooperación y reforma, es un factor de legitimación a<br />
nivel nacional. Pero su injerencia en el marco de <strong>la</strong> cooperación, ayuda a reafirmar esa participación y su<br />
fortalecimiento. Los eventos con participación de los dos órganos en el p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong> cooperación multi<strong>la</strong>teral,<br />
es otro factor de su potenciación.<br />
Finalmente, nos gustaría hacer mención al instrumento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre los organismos de<br />
cooperación a nivel de <strong>la</strong> región, en su conjunto y <strong>la</strong>s voluntades regionales. En este aspecto se puede<br />
constatar que últimamente ha habido una tendencia a hacer más frecuentes <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre Agencias<br />
de los países de un subconjunto en <strong>la</strong> región.<br />
Los eventos entre países con proximidad y realizando experiencias de integración, son demandantes de <strong>la</strong><br />
cooperación nacional, a <strong>la</strong>s cuales, si se le asocian los organismos de cooperación multi<strong>la</strong>teral, se estará en<br />
condiciones de hacer a estas re<strong>la</strong>ciones fuente adicional de legitimación, al mismo tiempo que permite el<br />
logro de niveles de eficiencia.<br />
Estos son algunos ejemplos de instrumentos potencializadores de <strong>la</strong> productividad. Con <strong>la</strong> enumeración de<br />
los mismos, se ha querido hacer mención de una línea de revisión de instrumentos, que es sumamente más<br />
amplia de <strong>la</strong> que se puede exponer en una sesión. Importa so<strong>la</strong>mente hacer indicación de una vía de<br />
estudio y análisis de <strong>la</strong> cooperación, que permite su evaluación necesaria hacia un ulterior desarrollo.<br />
5. CAMINOS DEL FUTURO<br />
Al concluir, nos gustaría ratificar el potencial instrumental más específico del CLAD y del <strong>CEFIR</strong>. Dos<br />
organizaciones que pueden, junto a <strong>la</strong> voluntad de cada uno de los países a los cuales comprenden, realizar<br />
exploraciones de posibles caminos de cooperación lo que redundará en su potenciación en función de <strong>la</strong><br />
existencia de recursos escasos de que se pueda disponer.<br />
Existe una base de red insta<strong>la</strong>da por el CLAD y su sistema de información que necesita y puede ser<br />
completada, mejorada y ampliada. <strong>La</strong> misma puede ser una base, para un inicio de re<strong>la</strong>ción entre los<br />
países.<br />
Hay que tener en cuenta que todos los países de América <strong>La</strong>tina tienen escue<strong>la</strong>s o centros de capacitación<br />
que son otra poderosa fuente de re<strong>la</strong>cionamiento inter administrativo. Si <strong>la</strong>s mismas pueden ser conectadas<br />
a redes nacionales y a <strong>la</strong>s redes de estos dos centros, el efecto potencializador será aún mayor.<br />
En este sentido, tenemos <strong>la</strong> sensación que el esfuerzo para tener una potenciación no necesita de grandes<br />
recursos adicionales, pero tiene un efecto de fortalecimiento de los dos organismos, y un servicio que<br />
redunda en una muy poderosa acción, en pro de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter administrativas.<br />
<strong>La</strong> propuesta que comienza con facilitar los intercambios de información, permite <strong>la</strong> fluidez de expresión de<br />
demandas y el surgimiento de una oferta, que en su re<strong>la</strong>cionamiento, irá tejiendo una nueva estrategia de<br />
acercamiento y cooperación. El<strong>la</strong> se profundizará en <strong>la</strong> medida de su uso. De esta manera, se tiene un<br />
proceso endógeno.<br />
Por ello, se piensa que nuestra propuesta para el análisis del tema, puede abrir perspectivas que interesen<br />
a <strong>la</strong>s diferentes instituciones nacionales.<br />
157
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
INFORME DE AVANCE GRUPO DE RIO: Fortalecimiento de <strong>la</strong>s Administraciones<br />
<strong>Nacional</strong>es para <strong>la</strong> Integración Regional<br />
Jorge GRANDI<br />
Director del Centro de Formación para <strong>la</strong> Integración Regional (<strong>CEFIR</strong>), Montevideo, URUGUAY;<br />
Profesor, Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP), Maastricht, PAISES BAJOS<br />
El autor agradece a Olga Falco, Asistente Ejecutivo del <strong>CEFIR</strong>, encargada de <strong>la</strong> coordinación del Proyecto, por el aporte<br />
que ha realizado en <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de este artículo.<br />
El presente documento constituye una síntesis del contenido, deliberaciones y conclusiones del Programa<br />
"Fortalecimiento de <strong>la</strong>s Administraciones <strong>Nacional</strong>es para <strong>la</strong> Integración Regional" (1era. Fase)<br />
realizado por el Centro de Formación para <strong>la</strong> Integración Regional (<strong>CEFIR</strong>) en el marco del Programa (FOR<br />
CE-RIO) de Formación Unión Europea-Grupo de Río para <strong>la</strong> Integración Regional, cuya entidad ejecutora<br />
es el Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP).<br />
Este Programa forma parte de una Línea de Acción del <strong>CEFIR</strong>, l<strong>la</strong>mada "Capacidades de Respuesta para <strong>la</strong><br />
Integración" <strong>la</strong> cual apunta a apoyar los esfuerzos que están realizando los países del Grupo de Río para<br />
fortalecer <strong>la</strong> capacidad de respuesta de sus administraciones nacionales y de <strong>la</strong>s entidades regionales ante<br />
los retos que p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> gerencia de los procesos de integración en los que están inmersos y que confluyen<br />
en ámbitos diversos (subregional, regional, multi<strong>la</strong>teral y bi<strong>la</strong>teral).<br />
Dicha línea de acción, que se <strong>la</strong>nzó en un Seminario realizado en Ciudad de México en julio de 1994,<br />
implica en el desarrollo de una serie de actividades interre<strong>la</strong>cionadas que, en <strong>la</strong> presente Fase II de nuestro<br />
Programa, consisten en:<br />
• El proyecto regional, que hoy les voy a presentar, comporta <strong>la</strong> realización de un estudio a nivel regional,<br />
basado en once autodiagnósticos nacionales realizados a nivel de cada uno de los países del Grupo de<br />
Río, sobre el fortalecimiento de <strong>la</strong>s administraciones nacionales para enfrentar los desafíos de <strong>la</strong><br />
integración regional.<br />
• <strong>La</strong> publicación de un libro con los resultados de este estudio regional comparado.<br />
• <strong>La</strong> realización de seminarios a nivel subregional sobre "<strong>La</strong> formación de negociadores en el marco de <strong>la</strong><br />
integración regional" acompañados en forma parale<strong>la</strong> por cursos nacionales sobre técnicas de<br />
negociación en el marco de <strong>la</strong> integración regional.<br />
• Seminarios regionales y Talleres de Trabajo sobre el tema "<strong>La</strong> formación de cuadros públicos y privados<br />
para <strong>la</strong> integración".<br />
• Dos Seminarios subregionales sobre <strong>la</strong> dimensión institucional y sistemas de gestión en una unión<br />
aduanera (Pacto Andino, febrero 1996 y MERCOSUR -Mercado Común del Sur-, octubre 1996).<br />
1. OBJETIVOS Y ACTIVIDADES DE LA PRIMERA FASE<br />
El objetivo central del Programa es contribuir al fortalecimiento de <strong>la</strong>s capacidades de <strong>la</strong>s administraciones<br />
públicas nacionales para <strong>la</strong> gestión de los procesos de integración, partiendo de <strong>la</strong> comprobación de que <strong>la</strong><br />
integración crea desafíos nuevos para todas <strong>la</strong>s administraciones nacionales involucradas y exige nuevos<br />
sistemas y estilos de gerencia pública.<br />
En este marco, el estudio a nivel regional se basa en diagnósticos nacionales sobre <strong>la</strong>s Capacidades de<br />
Coordinación y Control de <strong>la</strong>s Administraciones Públicas y se centra en <strong>la</strong>s necesidades de coordinación<br />
intra e interinstitucional de los diferentes agentes de <strong>la</strong> integración <strong>la</strong>tinoamericana en los once países del<br />
Grupo de Río, que además de estar involucrados en ambiciosos y múltiples procesos de integración, se<br />
encuentran abocados a <strong>la</strong> realización de profundas reformas y modernizaciones del perfil del Estado.<br />
Desde el inicio del Programa, se formó un grupo bi-regional que trabajó en <strong>la</strong> fase de desarrollo y<br />
adaptación de unas bases metodológicas de investigación para el análisis comparativo. <strong>La</strong> metodología<br />
incorporó <strong>la</strong>s bases de <strong>la</strong> experiencia realizada hace algunos años a nivel de los países de <strong>la</strong> Unión<br />
Europea (UE) por el Instituto Europeo de Administración Pública, en base a <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de<br />
Metcalfe.<br />
Por <strong>la</strong> parte europea, junto a Edward Best y a mí, desde el inicio estuvieron involucrados Eduardo Zapico y<br />
Jacques Ziller, posteriormente se integró Koldo Echebarría. Por <strong>la</strong> parte <strong>la</strong>tinoamericana, trabajaron Oscar<br />
Osz<strong>la</strong>k y Enrique Saravia.<br />
158
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> fase empírica constituyó los trabajos de campo que realizaron 11 consultores contratados por el <strong>CEFIR</strong>,<br />
quienes trabajaron en cada país en estrecho contacto con un funcionario nacional responsable del<br />
autodiagnóstico, designado a esos efectos por <strong>la</strong> Contraparte Oficial que nuestro Programa tiene en cada<br />
país, <strong>la</strong> que se sitúa según los casos en el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores, <strong>la</strong> Secretaría de Comercio, u<br />
otros organismos nacionales. <strong>La</strong> coordinación de <strong>la</strong> fase empírica estuvo a cargo de Mauricio Vasco,<br />
consultor <strong>la</strong>tinoamericano contratado por el <strong>CEFIR</strong>.<br />
Los autodiagnósticos nacionales tuvieron el propósito de identificar los requerimientos para acortar <strong>la</strong><br />
distancia entre <strong>la</strong>s capacidades existentes y <strong>la</strong>s necesidades de coordinación nacional derivadas de <strong>la</strong>s<br />
prioridades, compromisos y urgencias de <strong>la</strong> integración en cada una de sus etapas administrativas:<br />
formu<strong>la</strong>ción, negociación, ejecución y seguimiento de <strong>la</strong>s políticas.<br />
Los once estudios nacionales se basaron en análisis documental, recolección y comparación de datos,<br />
entrevistas con los principales actores de <strong>la</strong> integración, guiados por un marco metodológico que fue<br />
evolucionando y adaptándose a través de <strong>la</strong> coordinación del proyecto y de <strong>la</strong> realización de un taller de<br />
trabajo que reunió a expertos europeos y <strong>la</strong>tinoamericanos en <strong>la</strong> sede del <strong>CEFIR</strong> en abril de 1995.<br />
A fines de 1995 culminaron los trabajos de campo y los desarrollos teóricos los cuales se publicarán bajo <strong>la</strong><br />
forma de un libro el presente año.<br />
2. ASPECTOS METODOLOGICOS<br />
En Ciudad de México se define que el objetivo del estudio regional sería recoger datos comparables<br />
re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong> estrategia de integración de cada país, el marco institucional nacional para <strong>la</strong> integración, <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones institucionales desde un punto de vista formal y real, y <strong>la</strong>s capacidades de coordinación inter-intra<br />
administrativas. Además de los organismos del Gobierno central que recogerían <strong>la</strong> atención prioritaria del<br />
estudio, los diagnósticos abarcarían los organismos subnacionales, el par<strong>la</strong>mento, el sector privado y <strong>la</strong>s<br />
instituciones de investigación/formación.<br />
Desde un primer momento, se atendió al requerimiento de que fueran los mismos gobiernos quienes<br />
ava<strong>la</strong>ran <strong>la</strong> necesidad de realizar un estudio de dicha magnitud que, por <strong>la</strong> temática abordada, debía contar<br />
con un fuerte respaldo político. Además de apoyar <strong>la</strong> idea, se buscó un mecanismo para involucrar desde el<br />
diseño del programa a los responsables de <strong>la</strong>s áreas que estarían bajo estudio para convalidar <strong>la</strong><br />
metodología seleccionada. Es por ello, que los principales responsables de <strong>la</strong>s políticas de integración en<br />
cada uno de los países, o sus representantes del segundo nivel, fueron convocados al Seminario de Ciudad<br />
de México y al taller de Trabajo en Montevideo, y recibieron información constante del desarrollo del estudio<br />
a nivel nacional.<br />
<strong>La</strong> metodología del estudio se basó en <strong>la</strong> definición de una matriz común que sirviera para realizar, con<br />
criterios re<strong>la</strong>tivamente homogéneos, una evaluación a nivel regional.<br />
Esta metodología se fundamenta en <strong>la</strong> observación de <strong>la</strong>s estructuras formales (oficiales, jurídicoinstitucionales)<br />
y su confrontación con los re<strong>la</strong>cionamientos reales. Este ejercicio permite deve<strong>la</strong>r, con una<br />
aproximación crítica, <strong>la</strong> dinámica institucional generada por los procesos de integración en <strong>la</strong>s fases de<br />
formu<strong>la</strong>ción de políticas, de negociación, de gestión y de seguimiento. Todo ello a través de tres casos<br />
concretos seleccionados para cada país, en los que se observan <strong>la</strong>s instituciones en acción.<br />
<strong>La</strong> Guía Metodológica definida durante <strong>la</strong> reunión de México (ver anexo) recoge el aporte de <strong>la</strong> experiencia<br />
<strong>la</strong>tinoamericana en este campo y una propuesta metodológica que cuenta con una exitosa experiencia de<br />
aplicación en el caso de un estudio simi<strong>la</strong>r realizado por el IEAP en el ámbito de <strong>la</strong> Unión Europea. De esta<br />
experiencia se retomó principalmente, como instrumento metodológico, <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Coordinación de<br />
Metcalfe (ver anexo) aplicada para los estudios nacionales europeos, <strong>la</strong> cual se incorporó a <strong>la</strong> guía<br />
metodológica para <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de los autodiagnósticos de los países del Grupo de Río. Adicionalmente,<br />
se incorporó una matriz interorganizacional como instrumento para obtener una imagen gráfica de <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones reales entre <strong>la</strong>s diferentes agencias estatales y actores principales en los procesos de integración<br />
regional.<br />
Esta Guía Metodológica incorpora aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong> identificación de <strong>la</strong> estrategia y <strong>la</strong>s prioridades de<br />
integración de cada país, el marco institucional y legal nacional para <strong>la</strong> integración, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
institucionales formales, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones institucionales reales y <strong>la</strong>s capacidades de coordinación, con miras a<br />
proponer acciones para eliminar <strong>la</strong>s debilidades del proceso de coordinación en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas,<br />
159
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>la</strong> ejecución y el seguimiento de los procesos y fortalecer <strong>la</strong>s capacidades institucionales nacionales para <strong>la</strong><br />
integración regional.<br />
A partir de esta Guía Metodológica se establecieron los términos de referencia de los consultores<br />
nacionales y se solicitaron los p<strong>la</strong>nes de trabajo.<br />
Estos términos incorporaron principalmente <strong>la</strong>s siguientes recomendaciones:<br />
A. <strong>La</strong> necesidad de establecer el "mapa" completo de <strong>la</strong>s agencias e instituciones involucradas formalmente<br />
y en <strong>la</strong> práctica en los procesos de integración.<br />
B. <strong>La</strong> identificación y el trabajar en base a casos concretos referidos a procesos de integración en curso, a<br />
través de los cuales sea posible observar los "cuellos de botel<strong>la</strong>", <strong>la</strong> "administración en tensión", detectar<br />
entidades que ejercen liderazgo, acción de grupos de presión, etc. Para tales efectos se solicitó a los<br />
consultores nacionales elegir tres casos representativos de cada país.<br />
C. <strong>La</strong> elección de tres casos de estudio:<br />
• un caso que involucre <strong>la</strong> problemática re<strong>la</strong>tiva al arancel externo común;<br />
• un caso que involucre un acuerdo de libre comercio con un país "externo" a <strong>la</strong> subregión;<br />
• un caso de integración fronteriza.<br />
D. <strong>La</strong> importancia de realizar un número significativo de entrevistas con responsables institucionales y<br />
actores vincu<strong>la</strong>dos a los procesos de integración tanto en el sector público como en el sector privado, y de<br />
tomar en cuenta el entorno político, económico y social de los procesos de integración en cada país.<br />
E. El objetivo final de proponer acciones concretas de reforma o adaptación de <strong>la</strong>s administraciones<br />
nacionales frente a los procesos de integración y de formación de cuadros públicos y privados.<br />
Los consultores nacionales comenzaron a producir los primeros informes de avance. Del análisis de los<br />
mismos se identificó <strong>la</strong> necesidad de contar con una serie de recomendaciones metodológicas<br />
complementarias encaminadas a garantizar <strong>la</strong> mayor homogeneidad posible de los diferentes enfoques para<br />
e<strong>la</strong>borar los informes nacionales.<br />
A partir de esta constatación y con base los trabajos realizados en el Taller de Trabajo realizado en<br />
Montevideo, en abril de 1995, entre el equipo bi-regional de expertos y los once consultores y <strong>la</strong>s<br />
contrapartes nacionales en los países, se e<strong>la</strong>boró una guía complementaria para <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong> matriz<br />
interorganizacional y <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Coordinación.<br />
Este documento, denominado "Matriz Institucional: Guía para su Utilización" (ver anexo), fue remitido a<br />
todos los consultores con el fin de solicitarles que trabajaran con tres matrices complementarias.<br />
3. CONCLUSIONES Y RESULTADOS PRELIMINARES<br />
A partir de los datos recogidos por <strong>la</strong> aplicación de esta serie de matrices, se pidió a cada consultor que<br />
e<strong>la</strong>borara conclusiones sobre el nivel existente de capacidades de coordinación existente en su país y su<br />
apreciación sobre si ese nivel se corresponde a <strong>la</strong>s necesidades y exigencias que surgen de los diferentes<br />
procesos de integración en marcha.<br />
En base a estos trabajos actualmente se está e<strong>la</strong>borando un informe regional que incluirá, en capítulos<br />
separados, una serie de conclusiones que apuntan a orientar <strong>la</strong>s futuras etapas del Programa.<br />
A los efectos de este Workshop, presentaré una síntesis muy apretada de <strong>la</strong>s principales líneas<br />
orientadores del informe regional, que deben tomarse como un informe de avance de investigaciones de<br />
mayor aliento, aún en proceso de e<strong>la</strong>boración.<br />
3.1 Políticas de integración: multiplicidad de procesos<br />
En re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s políticas de integración se registra que éstas tienen un alto perfil en <strong>la</strong>s agendas de<br />
negociación y ejecución de <strong>la</strong>s políticas exteriores de todos los países encuestados.<br />
Pero esta simple verificación, que no escapará a un atento lector de periódicos, de por sí no nos dice<br />
demasiado. Debemos preguntarnos, como hace Edward Best en su artículo que preparó para el libro,<br />
160
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
¿hasta dónde estos procesos regionales son considerados como etapas transitorias dentro del proceso de<br />
establecimiento del sistema de libre comercio multi<strong>la</strong>teral?<br />
Aunque <strong>la</strong> gran mayoría de los estudios no llegan a respuestas definitivas sobre este punto, algunas pistas<br />
se han podido identificar en base a <strong>la</strong> verificación de algunas contradicciones entre <strong>la</strong> política y <strong>la</strong> práctica<br />
de <strong>la</strong> integración.<br />
Casos como el de Bolivia que reflejan una cierta ambigüedad entre <strong>la</strong> prioridad "formal" de su política<br />
nacional de integración (Pacto Andino) y <strong>la</strong> "real" otorgada al MERCOSUR, traducida en un esfuerzo<br />
político-diplomático de acercamiento a ese esquema.<br />
Otra pista <strong>la</strong> dará el peso re<strong>la</strong>tivo de <strong>la</strong>s variables económicas como criterio ordenador de <strong>la</strong>s políticas de<br />
integración, sean aquel<strong>la</strong>s domésticas como internacionales, y <strong>la</strong> supremacía de este criterio frente al<br />
político, generando en algunos países giros en materia de política exterior. El consultor que analizó el caso<br />
argentino re<strong>la</strong>ta como esta realidad puede generar contradicciones y hasta incongruencias al más alto nivel<br />
político respecto hacia dónde se quiere ir en el camino de <strong>la</strong> apertura.<br />
Por otro <strong>la</strong>do, interesa analizar el caso de Chile, que pasó de un modelo de inserción solitaria en los<br />
mercados mundiales, apertura drástica e incondicional, a un modelo de participación múltiple en los<br />
diferentes procesos de integración en <strong>la</strong> región (activo diálogo con el NAFTA -North American Free Trade<br />
Agreement/Tratado de Libre Comercio de América del Norte-; el MERCOSUR; etc.) y extra-región<br />
(asociación al Foro Económico para el Area Asia Pacífico, APEC -Asia-Pacific Economic<br />
Cooperation/Cooperación Económica de Asia y el Pacífico). Todo ello sin traumas aparentes en su política<br />
externa y sin descuidar el proceso de liberalización multi<strong>la</strong>teral a nivel del GATT (General Agreement on<br />
Tariffs and Trade/Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).<br />
<strong>La</strong>s conclusiones que arrojan los tres casos estudiados en Chile muestran un buen desempeño chileno en<br />
materia de coordinación, aunque basado más bien en <strong>la</strong>s circunstancias que rodearon <strong>la</strong>s negociaciones<br />
que en <strong>la</strong>s fortalezas institucionales.<br />
¿Cómo repercute el fenómeno que me gusta l<strong>la</strong>mar '<strong>la</strong> poligamia de compromisos de integración' en <strong>la</strong><br />
aplicación de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Metcalfe? Parece evidente que dada <strong>la</strong> multiplicidad y <strong>la</strong> inestabilidad de<br />
compromisos de integración, los dos últimos niveles de coordinación, el 8 y el 9, se visualizan lejanos, por el<br />
hecho de que se vuelve cada vez más complejo definir, y por ende divulgar, <strong>la</strong>s líneas prioritarias y <strong>la</strong><br />
estrategia nacional respecto a <strong>la</strong>s políticas de integración.<br />
Se citan casos como el de Colombia, en los que, a pesar de que esas prioridades existen y fueron así<br />
enunciadas por el gobierno, algunos funcionarios y buena parte de los entrevistados por el sector privado<br />
dec<strong>la</strong>ran no tener c<strong>la</strong>ridad sobre <strong>la</strong>s estrategias que se siguen en materia de integración.<br />
<strong>La</strong>s especificidades de <strong>la</strong> política y del tipo de inserción de cada país en el marco de <strong>la</strong> integración regional<br />
y subregional, además de <strong>la</strong>s iniciativas a nivel bi<strong>la</strong>teral y fronterizo, generan una mayor complejidad en<br />
cuanto a <strong>la</strong>s adaptaciones institucionales requeridas para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción y aplicación de <strong>la</strong>s políticas de<br />
integración.<br />
Esta multiplicidad de procesos con los que se enfrenta simultáneamente un país dado exige un mayor<br />
esfuerzo para diseñar y dar a conocer con nitidez el reparto de atribuciones a nivel de cada unidad<br />
administrativa (nivel 1 de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong>). Así lo dec<strong>la</strong>ran varios informes nacionales, por ejemplo Argentina y<br />
Ecuador. En algunos países se menciona como consecuencia de ello, <strong>la</strong> dificultad p<strong>la</strong>nteada por el<br />
desconocimiento o <strong>la</strong> no aplicación de <strong>la</strong> normativa jurídica re<strong>la</strong>tiva a <strong>la</strong> asignación de competencias, tal el<br />
caso de Bolivia y Uruguay.<br />
Esta visualización "formalista" por parte de los actores del problema de <strong>la</strong> asignación de competencia<br />
coincide con el problema que es analizado por Koldo Echebarría en su documento preparado para el libro.<br />
Como el dice, se estaría desconociendo <strong>la</strong> "interdependencia material entre diversas organizaciones (que)<br />
provoca que los aspectos críticos de <strong>la</strong> gestión pública se sustancien en <strong>la</strong>s fronteras de <strong>la</strong>s entidades<br />
concurrentes y no en el interior de una so<strong>la</strong> Administración".<br />
Por otro <strong>la</strong>do, <strong>la</strong> ley que enuncia que <strong>la</strong> velocidad del convoy está determinada por <strong>la</strong> velocidad del vagón<br />
más lento tiene vigencia también en el ámbito de <strong>la</strong> integración regional.<br />
161
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
Se observa que <strong>la</strong>s políticas promotoras de un avance significativo en los procesos de integración<br />
sostenidas por los países de menor peso re<strong>la</strong>tivo de <strong>la</strong> región (ya sea por factores geográficos en países<br />
mediterráneos como en el caso del Paraguay o por factores económicos, como <strong>la</strong> incapacidad de desarrollo<br />
autónomo aludida en el informe del Ecuador) y su potencial de incidencia en <strong>la</strong> consolidación de una<br />
inserción más ventajosa en el contexto de <strong>la</strong> integración regional no se corresponden en <strong>la</strong> práctica. En<br />
realidad, son los países con vocación de liderazgo en cada subregión los que potencian el proceso tanto<br />
desde el punto de vista formal como real: Brasil y Argentina (MERCOSUR), Colombia y Venezue<strong>la</strong> (Pacto<br />
Andino).<br />
3.2 Marco institucional: re<strong>la</strong>ciones formales; re<strong>la</strong>ciones reales<br />
<strong>La</strong> irrupción de <strong>la</strong> agenda de <strong>la</strong> integración en todos los países del Grupo de Río ha generado <strong>la</strong> necesidad<br />
para <strong>la</strong>s administraciones nacionales de enfrentar situaciones nuevas, de manera abrupta y sin contar, en <strong>la</strong><br />
mayoría de los casos, con <strong>la</strong>s capacidades institucionales adecuadas para tales efectos.<br />
Para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas se activan determinadas estructuras administrativas. En <strong>la</strong> fase de<br />
conformación de <strong>la</strong> posición nacional y en <strong>la</strong> de <strong>la</strong> negociación propiamente dicha <strong>la</strong> mal<strong>la</strong> se hace más<br />
compleja y se incorporan instituciones sectoriales, sean éstas públicas o privadas, del ámbito nacional o<br />
subnacional. A este crecimiento por agregación y de criterio básicamente sectorialista no le precede casi<br />
ninguna previsión de los requerimientos institucionales para <strong>la</strong>s etapas subsiguientes de gestión y<br />
seguimiento de los procesos de integración.<br />
<strong>La</strong> intensificación de <strong>la</strong> agenda de integración ha generado por lo tanto adecuaciones institucionales, en una<br />
primera etapa, basadas en <strong>la</strong> asignación de responsabilidades a ministerios u organismos existentes, y en<br />
una segunda etapa (tal es el caso de Colombia, Paraguay, Uruguay y Chile), a nuevas estructuras<br />
institucionales creadas a tales efectos. En re<strong>la</strong>ción a estas acciones de ajuste o adaptación de <strong>la</strong>s<br />
administraciones nacionales frente a los nuevos requerimientos institucionales derivados de los procesos de<br />
integración, se puede apreciar lo siguiente:<br />
• <strong>La</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas de integración y <strong>la</strong> gestión de los procesos, en mayor medida que otros<br />
asuntos de carácter internacional, generan una intensa dinámica en <strong>la</strong> cual se involucran numerosas<br />
agencias del Estado e instituciones del sector privado. Ello genera a su vez una situación en <strong>la</strong> cual se<br />
deben atender los requerimientos internos de coordinación y de fijación de posiciones nacionales, en un<br />
escenario de alta complejidad y, simultáneamente, se debe atender también el frente de <strong>la</strong> gestión<br />
internacional de los procesos. A su vez, estos dos frentes de gestión deben acop<strong>la</strong>rse lo cual se ha<br />
efectuado en condiciones de "acorra<strong>la</strong>miento" originadas por <strong>la</strong> dinámica creciente de los procesos,<br />
registrándose <strong>la</strong> tendencia, aún incipiente, de establecer soluciones institucionalizadas.<br />
• En razón de <strong>la</strong> dinámica creciente, de <strong>la</strong> diversidad de los procesos y de <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong> agenda,<br />
los Ministerios de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores encuentran frecuentemente dificultades para atender los<br />
requerimientos de coordinación interna necesarios para fijar posiciones. En algunos países, existen<br />
otros organismos con mayor capacidad para realizar dicha tarea y se presentan requerimientos de<br />
coordinación entre <strong>la</strong>s Cancillerías que mantienen su competencia en <strong>la</strong> conducción de los asuntos<br />
político-diplomáticos, y tales organismos que adquieren peso creciente en <strong>la</strong>s negociaciones<br />
económico-comerciales.<br />
• Se registran también situaciones en <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong> capacidad de coordinación interna se desdob<strong>la</strong> entre<br />
aquellos organismos que tienen un ámbito de acción inclinado al sector público (ministerios de<br />
Economía/Hacienda Pública), y otros con un re<strong>la</strong>cionamiento de mayor fluidez con el sector privado<br />
(ministerios de Industria y Comercio).<br />
• En este contexto se registran varios casos en los cuales se ajustan y se fortalecen ministerios u<br />
organismos con capacidad para realizar <strong>la</strong>s tareas de coordinación interna; pero se presentan también<br />
diversos casos en los cuales se crean ministerios u organismos especializados en los temas de<br />
integración (Paraguay, Colombia). En ambos casos es frecuente que dichos organismos -existentes o<br />
nuevos- además de realizar <strong>la</strong>s tareas de coordinación interna, tiendan a "comunicarse" directamente<br />
con interlocutores externos. Se registran por lo tanto frecuentes situaciones de duplicidad, muchas<br />
veces propiciadas por <strong>la</strong>s normas que asignan funciones, <strong>la</strong>s cuales originan "zonas grises",<br />
so<strong>la</strong>pamientos, ambigüedades, conflictos, etc.<br />
• Estas situaciones ocasionan fricciones institucionales coyunturales o permanentes que afectan de<br />
manera negativa <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s políticas y <strong>la</strong> gestión de los procesos de integración. Se han<br />
creado en diversos casos Consejos o Comisiones (caso del Uruguay), con grados diversos de jerarquía,<br />
en los cuales se busca encontrar un terreno propicio para conciliar posiciones o para arbitrar conflictos.<br />
Sin embargo, estas instancias no resuelven <strong>la</strong>s dificultades ocasionadas por <strong>la</strong> "falta de c<strong>la</strong>ridad" de <strong>la</strong>s<br />
funciones existentes ni neutralizan <strong>la</strong> preferencia del sector privado a operar a través de 'lobbies' para<br />
162
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
presionar a los tomadores de decisión al máximo nivel (ministros de Economía, de Industria y<br />
Comercio).<br />
• Finalmente, como fuera analizado en nuestro estudio, <strong>la</strong> interacción entre el fenómeno del achicamiento<br />
del Estado, en el marco de Programas de Reforma que enfatizan reducciones de efectivos y de<br />
asignaciones presupuestales, y <strong>la</strong>s demandas crecientes en términos de recursos humanos y materiales<br />
que p<strong>la</strong>ntea esta multiplicidad de procesos de integración, genera efectos perversos no so<strong>la</strong>mente sobre<br />
<strong>la</strong>s capacidades de coordinación entre unidades administrativas sino sobre <strong>la</strong>s capacidades internas<br />
que cada unidad tiene para monitorear varios "dossiers" al mismo tiempo, consecuencia del escaso<br />
número de personal y tiempo asignado a cada proyecto de integración (Perú). En otros casos, en los<br />
que se diagnostica una alta rotación de los equipos de formu<strong>la</strong>ción y negociación (Colombia, Brasil) se<br />
cita como necesario que los programas de reforma atiendan <strong>la</strong>s necesidades de dedicación específica y<br />
formación de masa crítica en el sector para evitar discontinuidades y pérdidas de <strong>la</strong> capacidad<br />
negociadora.<br />
3.3 Capacidades de coordinación<br />
Antes de emprender este análisis es oportuno recordar que <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Metcalfe no lleva implícito un juicio<br />
de valor. Sólo mide, no explicita ni enjuicia.<br />
A partir de su aplicación no se puede inferir que cuanto más coordinación mejor siempre, pues <strong>la</strong><br />
coordinación no es gratuita, tiene un coste. <strong>La</strong> metáfora del termómetro sugerida por Best y <strong>la</strong> medición de<br />
<strong>la</strong> temperatura de los animales resulta muy ilustrativa para explicar <strong>la</strong> utilidad de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong>: el termómetro<br />
nos permite medir <strong>la</strong> temperatura de los animales pero no sirve para explicar <strong>la</strong>s desviaciones que puedan<br />
darse entre <strong>la</strong> temperatura deseable y <strong>la</strong> temperatura que realmente tiene un animal. El nivel de<br />
temperatura deseable depende de qué animal se trate.<br />
Así para el caso de los países, <strong>la</strong> capacidad de coordinación debe ser acorde con <strong>la</strong> complejidad a tratar, y<br />
cuanto mayor es <strong>la</strong> interdependencia y diversidad de los procesos de integración en los cuales está inserto<br />
un países dado, mayor serán los requerimientos de capacidades de coordinación.<br />
Los estudios nacionales permiten extraer, en términos aún muy generales, algunas observaciones al<br />
respecto:<br />
• <strong>La</strong> capacidad de coordinación en <strong>la</strong> mayoría de los países no es muy elevada. Probablemente suficiente<br />
en algunos casos para responder a <strong>la</strong>s necesidades de coordinación que demanda el grado de<br />
integración regional alcanzado o pretendido (zona de libre comercio o unión aduanera imperfecta) pero<br />
c<strong>la</strong>ramente insuficiente si se pretende profundizar en estados más avanzados de integración que<br />
impliquen mayor cooperación en políticas económicas y sociales, o políticas comunes.<br />
• En términos reales, y sin perjuicio de que para algunos casos se alcancen niveles superiores, <strong>la</strong><br />
información recogida parece indicar que <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones inter e intra administrativas entre <strong>la</strong>s agencias<br />
gubernamentales vincu<strong>la</strong>das al proceso decisorio en materia de integración regional se limitan en <strong>la</strong><br />
mayoría de los casos al intercambio de información y consulta (niveles de coordinación 2 y 3 de <strong>la</strong><br />
Esca<strong>la</strong>), tal el caso de Argentina.<br />
• Son varios los informes que seña<strong>la</strong>n el desarrollo de los sistemas de información como el primer paso<br />
necesario para mejorar <strong>la</strong> capacidad de coordinación (nivel 2 de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong>). Según <strong>la</strong>s hipótesis<br />
formu<strong>la</strong>das por el consultor del caso Uruguay, el país no cuenta con estructuras ni con sistemas de<br />
información adecuados que permitan articu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción, ejecución y el control de <strong>la</strong>s políticas<br />
públicas en materia de integración; <strong>la</strong> carencia de estas estructuras dificulta <strong>la</strong>s comunicaciones e<br />
impide un buen nivel de coordinación de <strong>la</strong>s decisiones adoptadas en <strong>la</strong> materia; <strong>la</strong> falta de estructuras<br />
obliga a <strong>la</strong> "personalización" de los procesos, que por lo tanto, no están adecuadamente<br />
institucionalizados; no existen cuadros de gobierno suficientes a nivel superior y medio, formados<br />
adecuadamente para manejar <strong>la</strong> diversidad de 'dossiers'; y los tiempos de respuesta del país a través<br />
de sus estructuras orgánicas y sistemas insta<strong>la</strong>dos no es adecuada para los tiempos que demandan los<br />
procesos de integración.<br />
• En algunos casos se hace referencia a <strong>la</strong> necesidad de un cambio de actitudes para mejorar <strong>la</strong>s<br />
posibilidades de coordinación, y más específicamente <strong>la</strong> comunicación interorganizacional, "si uno no<br />
quiere, dos no se comunican" (nivel 3 de <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong>). <strong>La</strong> vocación coordinadora del Ministerio de<br />
Comercio Exterior de Colombia parece no funcionar de manera fluida pues, según diagnostica el<br />
consultor, en <strong>la</strong> práctica ocurren roces con otras entidades. Los diversos actores no perciben <strong>la</strong><br />
coherencia de <strong>la</strong> estrategia de negociación del país y los objetivos aparecen borrosos y sin una esca<strong>la</strong><br />
de prioridades explícita. Tal reg<strong>la</strong> general parece aplicarse a <strong>la</strong>s negociaciones de los sectores críticos,<br />
el automotor, <strong>la</strong> agricultura y el de los textiles.<br />
163
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
• Re<strong>la</strong>tivo a <strong>la</strong>s administraciones subnacionales (regiones, departamentos, provincias, municipios), por lo<br />
general no tienen competencias asignadas en re<strong>la</strong>ción a los procesos de integración. Sin embargo, en<br />
<strong>la</strong> medida en que se trate de sistemas con grados mayores de descentralización o de regímenes<br />
federales, se presentan múltiples iniciativas que van desde <strong>la</strong> presión a organismos centrales en<br />
re<strong>la</strong>ción a estos temas, hasta <strong>la</strong> organización de oficinas especializadas y establecimiento de re<strong>la</strong>ciones<br />
directas con organismos análogos de otros países. Estas situaciones son obviamente más frecuentes<br />
en <strong>la</strong>s regiones fronterizas. En re<strong>la</strong>ción a esta dimensión de <strong>la</strong> acción administrativa para <strong>la</strong> integración,<br />
existen algunos mecanismos de coordinación entre los niveles central y territorial (coordinación a través<br />
de Ministerios del Interior o participación en comisiones de asuntos fronterizos). <strong>La</strong>s iniciativas de <strong>la</strong>s<br />
administraciones territoriales en re<strong>la</strong>ción a estos temas son, sin embargo, absolutamente novedosas<br />
frente a los parámetros tradicionales de conducción de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones exteriores y por lo tanto no<br />
participan en los conductos existentes de coordinación.<br />
• En cuanto al par<strong>la</strong>mento, su rol adquiere por lo general relieve en <strong>la</strong>s fases posteriores a <strong>la</strong>s<br />
negociaciones y establecimiento de acuerdos, cuando tienen que someterse estos a su aprobación. Allí,<br />
el análisis de estos acuerdos se realiza aún sin contar con <strong>la</strong> preparación o <strong>la</strong>s herramientas suficientes<br />
para incidir en <strong>la</strong> evolución de los mismos en <strong>la</strong> reformu<strong>la</strong>ción hacia el futuro de <strong>la</strong>s políticas nacionales<br />
para <strong>la</strong> integración. En algunos casos se registra <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s comisiones par<strong>la</strong>mentarias<br />
especializadas en re<strong>la</strong>ciones exteriores. De esta manera, el rol es decisivo en cuanto a <strong>la</strong> competencia<br />
política de aprobación de los acuerdos, pero este rol no se ejerce aún con <strong>la</strong> profundidad de análisis que<br />
pueda tener un impacto significativo en los procesos de integración regional.<br />
• El sector privado y los trabajadores se expresan de manera permanente en re<strong>la</strong>ción a los temas de<br />
integración y son frecuentemente convocados por los gobiernos a través de los mecanismos existentes<br />
de concertación o por los ministerios u organismos creados para <strong>la</strong> gestión de los temas de integración.<br />
Sin embargo, estas asociaciones expresan también sus opiniones y ejercen sus presiones ante los<br />
organismos sectoriales lo cual genera una situación compleja en cuanto a "asimi<strong>la</strong>ción" gubernamental<br />
de los diversos intereses en juego, sean estos favorables o contrarios a <strong>la</strong>s políticas de integración. Al<br />
mismo tiempo varían de manera extrema <strong>la</strong>s capacidades de análisis y de gestión de estas<br />
organizaciones.<br />
• En general, <strong>la</strong> capacidad de coordinación en muchos países está afectada por una serie de problemas<br />
básicos, como son <strong>la</strong> falta de recursos de todo tipo (humanos, técnicos y financieros), un<br />
desbordamiento de los equipos negociadores (en parte debido a <strong>la</strong> inserción en una multiplicidad de<br />
procesos) y <strong>la</strong> falta de c<strong>la</strong>ridad en <strong>la</strong> estrategia nacional hacia los procesos de integración.<br />
• Tomando como referencia <strong>la</strong> Esca<strong>la</strong> de Medición de <strong>la</strong> Coordinación, se puede apreciar que existen<br />
situaciones notablemente diferenciadas en <strong>la</strong>s fases de formu<strong>la</strong>ción de políticas, de negociación, de<br />
gestión y de seguimiento de los procesos de integración. <strong>La</strong> independencia ministerial, <strong>la</strong> transmisión de<br />
información, <strong>la</strong> consulta entre ministerios, el procesamiento de divergencias, <strong>la</strong> búsqueda de acuerdos<br />
ministeriales, el arbitraje de conflictos, se registran de manera muy variada en cada una de <strong>la</strong>s fases de<br />
los procesos.<br />
• En <strong>la</strong> fase de e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong>s políticas suelen actuar organismos que materializan el nivel de<br />
"independencia ministerial" que se manifiesta, de acuerdo a los elementos que se pueden extraer de<br />
algunos de los informes de avance recibidos, principalmente de dos maneras:<br />
a. Cuando organismos existentes y con funciones orientadas al exterior (Cancillerías, Ministerios<br />
de Comercio Exterior) formu<strong>la</strong>n sus propias posiciones frente a los procesos de integración, sin<br />
referencia alguna a lo que están haciendo otros departamentos (apropiación de procesos por<br />
competencias análogas). Esto mismo ocurre en re<strong>la</strong>ción a ministerios o agencias con<br />
re<strong>la</strong>cionamientos preexistentes con el sector privado (por ejemplo Industria y Comercio).<br />
b. Cuando esta misma situación de formu<strong>la</strong>ción de posiciones independientes es generada por el<br />
sobredimensionamiento que se le asigna a determinado ministerio (existente o nuevo) en el rol<br />
que debe jugar en los procesos de integración (Ministerios de Economía, de Comercio Exterior,<br />
Cancillerías).<br />
• En <strong>la</strong>s fases de e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong>s políticas y negociación de los acuerdos se suelen omitir <strong>la</strong>s<br />
previsiones en re<strong>la</strong>ción a los requerimientos institucionales necesarios para <strong>la</strong> fase de implementación.<br />
• En cuanto a <strong>la</strong> transmisión de información se registra un seña<strong>la</strong>miento de carencia o deficiencia de<br />
bases integradas de información que dificulta este nivel de coordinación. Existen sin embargo normas<br />
que obligan a <strong>la</strong> transmisión de información, generalmente por <strong>la</strong> necesaria comunicación de ministerios<br />
que conducen procesos de negociación económico-comerciales que en algún momento, tanto en <strong>la</strong>s<br />
fases de negociación como de implementación, deben canalizarse por los conductos políticodiplomáticos.<br />
• Un componente esencial para otorgar consistencia y solidez a <strong>la</strong>s iniciativas de ajuste institucional es el<br />
de <strong>la</strong> formación de cuadros y funcionarios de los sectores público y privado en re<strong>la</strong>ción a los temas de <strong>la</strong><br />
integración regional. Su ausencia o incipiente existencia en <strong>la</strong> mayoría de los países evidencia aún más<br />
164
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>la</strong> carencia de una estrategia de adaptación institucional integral y orgánica frente a los requerimientos<br />
de <strong>la</strong> integración regional.<br />
• En términos generales, se puede indicar que los requerimientos de ajuste institucional y de creación de<br />
los mecanismos de coordinación han generado iniciativas de diverso grado y que estos procesos ya han<br />
permeado el comportamiento de <strong>la</strong>s administraciones nacionales. Estas han efectuado adaptaciones<br />
que llegan a ser notorias en muchos países, pero por lo general no se enmarcan en un diseño integral<br />
de reforma institucional que facilite una inserción menos traumática de <strong>la</strong>s nuevas y necesarias<br />
prácticas administrativas, lo cual desfavorece el avance de los procesos.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
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1995. "Capacidades para <strong>la</strong> integración regional en Europa y en América <strong>La</strong>tina: un marco<br />
conceptual para el análisis comparativo", documento inédito <strong>CEFIR</strong>.<br />
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Estudios <strong>Nacional</strong>es (Informes Preliminares)<br />
Argentina / Consultor: María del Huerto Romero<br />
Bolivia / Consultor: Edgar Mil<strong>la</strong>res Reyes<br />
Brasil / Consultor: Tullo Vigevani<br />
Chile / Consultor: Julio Ruiz Fernández<br />
Colombia / Consultor: Gabriel Ibarra Pardo<br />
Ecuador / Consultor: Luis Luna Osorio<br />
México / Consultor: José Luis Méndez<br />
Paraguay / Consultor: Fernando Masi<br />
Perú / Consultor: Oswaldo Rocha Arias<br />
Uruguay / Consultor: Sandra Artigas Rozenkrauc<br />
Venezue<strong>la</strong> / Consultor: Maxim Ross<br />
165
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
CAPACIDADES PARA LA INTEGRACION REGIONAL EN EUROPA Y EN AMERICA<br />
LATINA: Un Marco Conceptual para el Análisis Comparativo<br />
Edward BEST<br />
Co-Director, Programa de Formación Unión Europea-Grupo de Río para <strong>la</strong> Integración Regional<br />
Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP), Maastricht, PAISES BAJOS<br />
INTRODUCCION<br />
El presente artículo tiene como objetivo ayudar a e<strong>la</strong>borar un marco conceptual comparativo para reflexionar<br />
acerca de <strong>la</strong>s capacidades necesarias para <strong>la</strong> gestión de los acuerdos regionales de integración, teniendo<br />
en cuenta tanto <strong>la</strong> estructura común adoptada para un proyecto específico de integración regional, como <strong>la</strong>s<br />
consecuencias que esos acuerdos puedan tener para <strong>la</strong>s administraciones centrales de los Estados<br />
participantes. Aunque el análisis realizado se deriva principalmente de <strong>la</strong> consideración de <strong>la</strong>s experiencias<br />
europeas y <strong>la</strong>tinoamericanas, se espera que <strong>la</strong>s ideas presentadas tengan una relevancia general .<br />
Sin embargo, <strong>la</strong>s dificultades metodológicas y conceptuales son numerosas. No existen teorías<br />
generalmente aceptadas que permitan contar con una fórmu<strong>la</strong> preconcebida en ninguna circunstancia. <strong>La</strong><br />
mera formu<strong>la</strong>ción de una hipótesis resulta problemática ante <strong>la</strong> falta de un entendimiento respecto a <strong>la</strong><br />
naturaleza y a los objetivos de <strong>la</strong> integración regional en sí. Tanto <strong>la</strong> variedad como el número de<br />
experiencias regionalistas son impactantes. El verano del '95 so<strong>la</strong>mente, fue testigo de un nuevo estallido<br />
de compromisos debatidos en prácticamente todos los continentes. En mayo, <strong>la</strong> Asociación Sudasiática<br />
para <strong>la</strong> Cooperación Regional (SAARC) acordó <strong>la</strong> posibilidad de una zona de libre comercio. En junio, los<br />
Ministros de Comercio de Estados Unidos, Canadá y de 32 países de América <strong>La</strong>tina y el Caribe, pusieron<br />
en marcha un programa de trabajo para comenzar a materializar el acuerdo alcanzado en Miami en<br />
diciembre de 1994, de crear una Zona de Libre Comercio de <strong>la</strong>s Américas para el 2005. En agosto se<br />
estableció <strong>la</strong> Asociación de Estados Caribeños; los cuatro países del 'Visegrad' se comprometieron a<br />
liberalizar el comercio de <strong>la</strong> mayoría de los bienes industriales para 1997 dentro de <strong>la</strong> Zona de Europa<br />
Central de Libre Comercio (CEFTA); y en <strong>la</strong> Comunidad para el Desarrollo de Africa del Sur (SADC) -<br />
originariamente un foro de cooperación frente al "apartheid" - se comenzó a hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> creación de un<br />
mercado común para el 2000. En septiembre, los ministros de economía de <strong>la</strong> (esencialmente política)<br />
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) debatieron <strong>la</strong> posibilidad de acelerar y extender el<br />
programa para crear una Zona Asiática de Libre Comercio (AFTA). Y los Estados miembros del principal<br />
foro <strong>la</strong>tinoamericano para <strong>la</strong> concertación política, el Grupo de Río, que actualmente participan en varias<br />
zonas de libre comercio y uniones aduaneras subregionales, en numerosos sistemas de cooperación y en<br />
diversos convenios bi<strong>la</strong>terales, confirmaron su interés en que para el año 2005 se extienda el libre comercio<br />
a todo el hemisferio occidental.<br />
Mientras tanto, los miembros de <strong>la</strong> Unión Europea (UE) estaban también reflexionando sobre lo que harían<br />
a continuación. Tenían que hacerlo, ya que para 1996 está programado el comienzo de <strong>la</strong> Conferencia<br />
Intergubernamental con el fin de revisar algunas de <strong>la</strong>s disposiciones fundamentales del Tratado de <strong>la</strong> Unión<br />
Europea firmado en Maastricht en febrero de 1992, además de prepararse ante otros desafíos pendientes.<br />
Es del caso notar, sin embargo, que por primera vez desde <strong>la</strong> creación de <strong>la</strong> primera Comunidad Europea<br />
en 1951, esta Conferencia se preocupa más por hacer funcionar <strong>la</strong>s cosas que por encontrar cosas nuevas<br />
para hacer. Si bien <strong>la</strong> atención pública de <strong>la</strong> UE se ha visto dominada en los últimos años por los nuevos<br />
compromisos establecidos en el Tratado de Maastricht, es cierto que desde comienzos de <strong>la</strong> década de los<br />
noventa <strong>la</strong> preocupación creciente ha apuntado tanto a los desafíos prácticos, como a los desafíos políticos<br />
que enfrenta <strong>la</strong> integración europea. El funcionamiento en sí del mercado interno está resultando mucho<br />
más difícil de lo esperado, sin contar que <strong>la</strong> perspectiva de ingreso de nuevos miembros está exacerbando<br />
aún más los problemas y <strong>la</strong>s divergencias en materia de eficacia y legitimidad del sistema de gobierno de <strong>la</strong><br />
UE.<br />
Esas preocupaciones no se limitan a Europa. Puede considerarse un hecho saludable que los problemas de<br />
<strong>la</strong> gerencia de <strong>la</strong> integración, que aquí se ha dado en l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong>s "capacidades", estén<br />
ocupando cada vez más los primeros puestos dentro del temario de <strong>la</strong> integración de varias regiones del<br />
mundo. Por ello, <strong>la</strong> comparación entre diversas experiencias es probablemente más apropiada y fructífera.<br />
Al mismo tiempo, sin embargo, <strong>la</strong>s nuevas circunstancias internacionales que rodean a los proyectos de<br />
integración regional pueden, en ocasiones, oscurecer este hecho.<br />
166
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
En primer lugar, sigue siendo válido aquello que todas <strong>la</strong>s experiencias regionalistas son necesariamente<br />
singu<strong>la</strong>res. <strong>La</strong>s políticas de integración - aunque <strong>la</strong> terminología parezca universal - so<strong>la</strong>mente tienen<br />
significado en re<strong>la</strong>ción con una realidad regional en particu<strong>la</strong>r. No se trata so<strong>la</strong>mente de un problema de<br />
nivel de desarrollo, ni de circunstancia política. Como seña<strong>la</strong> Andrew Hurrell (1995), hay quizás cinco<br />
dimensiones diferentes, no mutuamente excluyentes del "regionalismo": <strong>la</strong> "regionalización" ("el crecimiento<br />
de <strong>la</strong> integración social dentro de una región y .... el proceso muchas veces no dirigido de <strong>la</strong> interacción<br />
social y económica"); "<strong>la</strong> conciencia y <strong>la</strong> identidad regional"; "<strong>la</strong> cooperación interestatal regional"; "<strong>la</strong><br />
integración regional promovida por los Estados"; y, como un resultado posible de una combinación de <strong>la</strong>s<br />
anteriores, "<strong>la</strong> cohesión regional". Estas se encuentran presentes en diferentes proporciones en cada<br />
experiencia regionalista, <strong>la</strong>s cuales están a su vez, insertas en un conjunto mucho más amplio de<br />
interacciones sociales y económicas, de re<strong>la</strong>ciones culturales e históricas que en forma directa y única<br />
conforman los motivos, el alcance, <strong>la</strong>s formas institucionales y <strong>la</strong>s capacidades de gestión necesarias para<br />
un proyecto de integración. ¿Acaso no se corre todavía el peligro de repetir lo que Rolf <strong>La</strong>nghammer solía<br />
l<strong>la</strong>mar muy atinadamente <strong>la</strong> "fa<strong>la</strong>cia de <strong>la</strong> transposición" de <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong> Comunidad Europea (CE) (o<br />
de cualquier otra)?<br />
En segundo lugar, en el nuevo período de <strong>la</strong> liberalización tanto uni<strong>la</strong>teral como multi<strong>la</strong>teral, y en <strong>la</strong> época<br />
posterior a <strong>la</strong> Guerra Fría, podría legítimamente preguntarse en qué medida <strong>la</strong> integración, en el sentido de<br />
<strong>la</strong> Comunidad Europea de construir una unión regional preferencial cada vez más estrecha (y permanente),<br />
sigue apareciendo aún en el temario, en otro lugar que no sea Europa (e incluso allí, algunas partes <strong>la</strong> están<br />
cuestionando). ¿No es acaso <strong>la</strong> globalización <strong>la</strong> nueva realidad, en <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> "integración" económica se<br />
refiere a un fenómeno conducido por el mercado y no promovido por el Estado y donde los acuerdos<br />
preferenciales regionales son considerados, en el mejor de los casos, como etapas transitorias dentro del<br />
proceso de establecimiento del libre comercio multi<strong>la</strong>teral?<br />
Sin embargo, el mundo está todavía muy lejos del libre comercio multi<strong>la</strong>teral y de <strong>la</strong> competencia mundial<br />
perfecta. Desde <strong>la</strong> perspectiva de <strong>la</strong> política del desarrollo nacional, <strong>la</strong> integración regional ofrece un<br />
conjunto de opciones preferenciales que pueden resultar transitorias, como lo sugiere <strong>la</strong> nueva ortodoxia,<br />
pero que pueden también no serlo. ¡De una u otra forma es evidente que sí se están persiguiendo tales<br />
opciones!<br />
Además, si bien es cierto que esos proyectos de carácter preferencial pueden surgir por motivaciones y<br />
circunstancias muy diversas, esto no necesariamente significa que no haya lugar para un marco<br />
comparativo basado en conceptos generales. Se puede sugerir, asimismo, que objetivos políticos<br />
conceptualmente diferentes tales como el de "unión aduanera" o el de "libre circu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s personas"<br />
pueden tener diferentes significados, impactos y requerimientos, dependiendo de <strong>la</strong> realidad regional en <strong>la</strong><br />
que tengan lugar. Para citar un caso extremo, el objetivo de <strong>la</strong> libre circu<strong>la</strong>ción de personas, o un mercado<br />
<strong>la</strong>boral común, ha tenido resultados sumamente diferentes en dos sistemas (sub) regionales de Europa.<br />
Mientras que en <strong>la</strong> década de los '50 los países nórdicos lo lograron sin dificultad alguna y sin ni siquiera<br />
tener instituciones supranacionales, resultó virtualmente imposible dentro de <strong>la</strong> Comunidad/Unión Europea,<br />
donde <strong>la</strong> eliminación de los controles sobre <strong>la</strong>s personas sigue siendo muy problemática - aún entre los<br />
signatarios de los acuerdos Schengen.<br />
Prosiguiendo con esta lógica, se propone:<br />
• comparar los proyectos de integración regional según su nivel de ambición;<br />
• establecer para cada tipo de proyecto de integración, cuáles son sus requerimientos generales en<br />
términos de capacidades de gestión pública en el ámbito común y nacional; e<br />
• indicar <strong>la</strong>s formas de cómo <strong>la</strong>s necesidades y capacidades de gobierno de los distintos grupos de<br />
países comprometidos en esos proyectos, pueden re<strong>la</strong>tivizarse en función de sus circunstancias e<br />
intereses.<br />
1. PROYECTOS DE INTEGRACION REGIONAL Y REQUERIMIENTOS DE POLITICA<br />
1.1 Niveles de ambición integradora<br />
<strong>La</strong> idea de "ambición" puede interpretarse de diversas maneras con respecto a <strong>la</strong> integración económica.<br />
Cuando se identifica <strong>la</strong> integración con el libre comercio, se está haciendo referencia primordialmente al<br />
alcance de <strong>la</strong> liberalización. En <strong>la</strong>s Américas de <strong>la</strong> actualidad, parece absolutamente natural que los<br />
esquemas preferenciales regionales aparezcan como un nivel de opción, o como una etapa en el camino<br />
hacia <strong>la</strong> liberalización hemisférica y, en última instancia, mundial. <strong>La</strong> Comisión Económica para América<br />
<strong>La</strong>tina y el Caribe de <strong>la</strong>s Naciones Unidas (CEPAL), en su documento de 1994 sobre el "regionalismo<br />
abierto" sostiene que: "Cuando exista un mayor número de países bien encaminados por <strong>la</strong> senda de <strong>la</strong><br />
167
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
estabilización habrá mayores posibilidades de llegar a acuerdos más amplios, es decir, de multi<strong>la</strong>teralizar el<br />
proceso. En este sentido, aun cuando se reconoce <strong>la</strong> heterogeneidad que caracteriza los compromisos<br />
integradores subregionales en <strong>la</strong> actualidad, no es utópico p<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong> posibilidad de impulsar un proceso de<br />
integración que culmine - sin fecha preestablecida - en <strong>la</strong> constitución de una zona de libre comercio de<br />
alcance regional, y acaso hemisférico" (CEPAL, 1994: 14).<br />
Sin embargo, <strong>la</strong>s autoridades nacionales pueden también elegir, en cierta medida, entre niveles<br />
analíticamente distinguibles de ambición en cuanto a <strong>la</strong> intensidad deseada del acuerdo preferencial<br />
regional, además del alcance de los miembros que lo integrarán.<br />
En este sentido, los conceptos o etapas clásicas de <strong>la</strong> integración - libre comercio, unión aduanera,<br />
mercado común, unión económica - siguen siendo válidos en gran medida. Se puede ir más allá, como en <strong>la</strong><br />
taxonomía e<strong>la</strong>borada por Jacques Pelkmans (1993), que puede ser de utilidad para definir en mayor detalle,<br />
o bien los límites que se intenta poner, o bien los requerimientos políticos de ciertos acuerdos determinados<br />
(incluyendo el alcance de <strong>la</strong> cobertura). Un primer nivel de preferencialismo se desglosa en preferencialismo<br />
sectorial parcial, integración sectorial, sistemas preferenciales no recíprocos, preferencialismo parcial<br />
recíproco. <strong>La</strong>s áreas de libre comercio se dividen en aquel<strong>la</strong>s que abarcan toda <strong>la</strong> industria y <strong>la</strong>s que<br />
abarcan todos los sectores. Una unión aduanera se diferencia en varias etapas de integración del mercado<br />
de productos. Más allá de esto, se tiene también <strong>la</strong> integración del mercado de los servicios, del capital y del<br />
trabajo para alcanzar un mercado común completo y varias etapas y opciones respecto de <strong>la</strong>s transiciones<br />
hacia <strong>la</strong> Unión Económica y <strong>la</strong> Unión Monetaria .<br />
Debe seña<strong>la</strong>rse, sin embargo, que algunos aspectos de un mercado común pueden existir en ausencia de<br />
otros. En los países nórdicos, por ejemplo, se llegó a altos grados de integración social,<br />
independientemente de <strong>la</strong> integración del mercado de bienes (que so<strong>la</strong>mente se alcanzó para los bienes<br />
industriales y esto únicamente dentro de <strong>la</strong> EFTA -European Free Trade Association/Asociación Europea de<br />
Libre Comercio): lo más notorio fue <strong>la</strong> creación de una Unión de Pasaportes, que implica <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción<br />
totalmente libre de <strong>la</strong>s personas junto con un mercado común <strong>la</strong>boral que abarca <strong>la</strong> armonización de <strong>la</strong><br />
seguridad social. <strong>La</strong> cooperación monetaria tampoco depende necesariamente de <strong>la</strong> integración del<br />
mercado.<br />
<strong>La</strong> cooperación política intergubernamental puede también proceder en forma bastante independiente de<br />
toda integración económica. En el caso de <strong>la</strong> ASEAN se alcanzó una cooperación política significativa y una<br />
concertación de <strong>la</strong>s posiciones negociadoras frente a terceros países que, durante mucho tiempo,<br />
estuvieron acompañadas de una falta de interés en <strong>la</strong> integración económica regional. Parece poco<br />
probable, sin embargo, que se pueda contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> integración política, en el sentido de una fusión<br />
progresiva de <strong>la</strong>s autoridades públicas, como algo ajeno a una unión económica virtualmente completa.<br />
1.2 Requerimientos de política<br />
<strong>La</strong> taxonomía de Pelkmans es, a grandes rasgos, progresiva, porque cada nivel implica un nivel más alto de<br />
ambición y mayores demandas en cuanto a medidas positivas de integración. Es también acumu<strong>la</strong>tiva<br />
porque cada una de <strong>la</strong>s distintas etapas constituye en sí, como reg<strong>la</strong> general, un logro previo indispensable.<br />
Es muy tentadora <strong>la</strong> simplificación que hace suponer que <strong>la</strong>s formas de integración con niveles "más bajos"<br />
de ambición (llegando hasta el área de libre comercio completa) so<strong>la</strong>mente requerirán una "integración<br />
negativa", es decir, medidas para eliminar <strong>la</strong>s barreras, mientras que <strong>la</strong>s formas restantes requerirán una<br />
"integración positiva", ya que todas el<strong>la</strong>s necesitan irremediablemente <strong>la</strong> adopción positiva de normas y<br />
políticas comunes, comenzando con un arancel externo común. En realidad, sin embargo, hasta <strong>la</strong> forma<br />
"más baja" de preferencialismo parcial necesariamente crea algunos requerimientos positivos, tales como<br />
<strong>la</strong>s normas de origen comunes. Los acuerdos de libre comercio desarrol<strong>la</strong>dos están acompañados<br />
frecuentemente por acuerdos muy minuciosos en materia de reg<strong>la</strong>mentaciones técnicas, certificaciones,<br />
prácticas comerciales, solución de controversias, etcétera. Por supuesto que algunas medidas recién entran<br />
en juego a partir del nivel de unión aduanera hacia 'arriba', siendo el caso más evidente el arancel externo<br />
común, pero el punto más importante es que hay una diferencia cualitativa en el proceso.<br />
Se debe tener en cuenta, en particu<strong>la</strong>r, el grado de dinamismo, ya que afecta tanto el alcance como <strong>la</strong><br />
intensidad del acuerdo. Los acuerdos de liberalización simple son básicamente estáticos. De <strong>la</strong> misma<br />
forma que no hay probablemente un deseo político por parte de los Estados participantes de aceptar <strong>la</strong><br />
pérdida abierta del control nacional que significa un arancel común o más, no hay inserta en ese acuerdo<br />
una dinámica para el cambio, (lo cual no significa que <strong>la</strong>s autoridades nacionales no vayan a tener que<br />
enfrentarse a los problemas del cambio, a medida que el libre comercio aporte cambios estructurales a <strong>la</strong>s<br />
economías domésticas). Los proyectos más ambiciosos son, por otra parte, inevitablemente dinámicos. Los<br />
168
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
tratados constitutivos de esos acuerdos se caracterizan, justamente, por tener objetivos generales que<br />
deben alcanzarse progresivamente mediante <strong>la</strong> generación de nuevas normas. Aunque esto no fuera así, el<br />
establecimiento de una unión aduanera es prácticamente seguro que desencadene un proceso de<br />
"derrame" para el que habrá que convenir nuevas medidas para enfrentar los obstáculos no arance<strong>la</strong>rios y<br />
<strong>la</strong>s distorsiones de <strong>la</strong> competencia, o para responder a los graves desequilibrios económicos y sociales<br />
exacerbados o causados incluso, por el propio proceso de integración. En algunas áreas, <strong>la</strong>s vincu<strong>la</strong>ciones<br />
políticas resultan evidentes. Si los países acuerdan liberalizar <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s personas, por ejemplo,<br />
entonces <strong>la</strong>s consecuencias alcanzarán inevitablemente <strong>la</strong> cobertura de los controles fronterizos externos,<br />
<strong>la</strong>s políticas comunes frente a personas de terceros países, <strong>la</strong> cooperación aduanera, <strong>la</strong> cooperación policial<br />
y otras.<br />
2. ADECUACION DE LAS CAPACIDADES A LAS NECESIDADES<br />
2.1 Necesidades de gobernación<br />
Existen varios trabajos que analizan los procesos de integración en términos generales de los<br />
requerimientos del sistema, por ejemplo <strong>la</strong> aplicación por Caporaso (1974) del trabajo de Almond y Powell<br />
sobre sistemas políticos: <strong>la</strong>s funciones de conversión, <strong>la</strong>s capacidades y el mantenimiento y adaptación de<br />
los sistemas; o <strong>la</strong> división de Jacobson (1984) de <strong>la</strong>s funciones de <strong>la</strong>s organizaciones internacionales en<br />
"cinco categorías principales: informativa, normativa, creadora de normas, supervisora de normas y<br />
operativa".<br />
Desde una perspectiva simi<strong>la</strong>r, se pueden identificar una serie de requerimientos funcionales más<br />
específicos que deben ser satisfechos por <strong>la</strong>s estructuras y procesos que se desarrollen en todo acuerdo<br />
regional . Estos incluyen (Best, 1994):<br />
• toma de decisiones<br />
o normas para <strong>la</strong> enmienda de los acuerdos constitutivos<br />
o decisiones para <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas (normativas)<br />
o toma de decisiones para <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s normas<br />
• ejecución<br />
o ejecución práctica<br />
o monitoreo<br />
o solución de controversias<br />
o obligación de cumplimiento<br />
• mantenimiento del consenso y <strong>la</strong> legitimidad<br />
o aspectos de procedimiento/político<br />
• transparencia, información al público, participación de sectores, par<strong>la</strong>mentos,<br />
regiones etc.<br />
• evitando los desequilibrios excesivos entre costos y beneficios<br />
o sustantivo<br />
• desarrollo de políticas<br />
o retroalimentación y evaluación<br />
o p<strong>la</strong>nificación futura y previsión de problemas<br />
• aprendizaje y adaptación de <strong>la</strong> organización<br />
En el ámbito de <strong>la</strong>s administraciones centrales de los Estados Miembros, <strong>la</strong>s necesidades principales<br />
corresponden en gran medida a lo precedente:<br />
• acceso a <strong>la</strong> información (inteligencia)<br />
• concertación de posiciones nacionales (preparación para <strong>la</strong>s negociaciones)<br />
• participación efectiva en negociaciones multi<strong>la</strong>terales (influencia sobre <strong>la</strong> toma de decisiones)<br />
• control sobre <strong>la</strong> ejecución y divulgación de <strong>la</strong> información (ejecución)<br />
• asegurarse el apoyo público (legitimidad)<br />
Estas necesidades quedarán definidas no so<strong>la</strong>mente por el nivel de ambición integradora en términos<br />
abstractos sino también por <strong>la</strong>s circunstancias específicas de los países involucrados.<br />
<strong>La</strong> interrogante básica debe rep<strong>la</strong>ntearse, entonces, de <strong>la</strong> siguiente manera ¿cuáles son <strong>la</strong>s capacidades de<br />
gestión pública que se requieren para <strong>la</strong> ejecución del conjunto de objetivos X de integración, entre el<br />
conjunto de países Y en los ámbitos comunitario, nacional y ministerial? Lo importante es el grado de<br />
dificultad p<strong>la</strong>nteado para un grupo de países en particu<strong>la</strong>r, y para cada administración participante, de modo<br />
de enfrentar en forma eficaz un conjunto determinado de objetivos de integración en un momento dado. <strong>La</strong><br />
variable tiempo es decisiva. <strong>La</strong> integración de los mercados es más fácil en tiempos de auge económico. En<br />
169
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
los períodos de bajo grado de nacionalismo por parte de los actores dominantes, el grado de intensidad del<br />
método integrador será más alto. Esto resulta evidentemente c<strong>la</strong>ve para entender <strong>la</strong>s primeras etapas de <strong>la</strong><br />
integración europea.<br />
<strong>La</strong>s variables que conforman <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong> ejecución de los objetivos de <strong>la</strong> integración y que<br />
deberían influir sobre el desarrollo de <strong>la</strong>s capacidades para satisfacer <strong>la</strong>s necesidades de gobierno, pueden<br />
identificarse provisoriamente de <strong>la</strong> siguiente manera . Debe seña<strong>la</strong>rse que esto no implica re<strong>la</strong>ciones<br />
simples o directas. El efecto real depende de <strong>la</strong> combinación específica de <strong>la</strong>s variables en cuestión.<br />
• el número de Estados miembros<br />
Se supone con frecuencia que <strong>la</strong>s perspectivas de cooperación disminuyen siempre a medida que el<br />
número de participantes aumenta. En efecto, cuanto mayor es el número, cabe esperar que <strong>la</strong> toma de<br />
decisiones se vuelva más difícil en aquel<strong>la</strong>s oportunidades que requieren unanimidad o en áreas de<br />
sensibilidad extrema. Sin embargo, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción no es simple. Sobre todo en condiciones de votación por<br />
mayoría, un número mayor de participantes puede facilitar <strong>la</strong> toma de decisiones, en <strong>la</strong> medida en que<br />
ofrece mayores oportunidades para intercambios y compensaciones ("side-payments"), al igual que para <strong>la</strong><br />
formación de coaliciones (Milner, 1992). En todo caso, el impacto real va a depender también de otros<br />
factores re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong>s características de los países en cuestión.<br />
Esta cuestión está en el centro del debate europeo actual. En América <strong>La</strong>tina por otra parte, el tema del<br />
número de miembros no parece haber surgido como tal. Los proyectos de mayor nivel de ambición -<br />
Mercado Común Centroamericano (MCCA), Grupo Andino, Mercado Común del Sur (MERCOSUR) - no han<br />
excedido hasta ahora de 5 miembros, mientras que <strong>la</strong> organización más amplia - el Sistema Económico<br />
<strong>La</strong>tinoamericano (SELA), que incluye a toda América <strong>La</strong>tina y al Caribe - carece de funciones normativas.<br />
• los tamaños re<strong>la</strong>tivos de los países<br />
<strong>La</strong> distribución del poder en este respecto puede tener efectos de diferente índole.<br />
<strong>La</strong> presencia de un país mucho más grande que los otros, por ejemplo, puede producir un liderazgo bien<br />
acogido o una dominación temida, según <strong>la</strong>s circunstancias. Quizás el ejemplo más c<strong>la</strong>ro sea <strong>la</strong> actitud<br />
cambiante y compleja en América <strong>La</strong>tina hacia Estados Unidos, re<strong>la</strong>tiva a <strong>la</strong> cooperación hemisférica.<br />
Cuando se percibe una división entre países pequeños y uno o más países de mayor tamaño, los primeros<br />
siempre tendrán interés en asegurar que todos los miembros cump<strong>la</strong>n con los compromisos y que se tomen<br />
debidamente en cuenta los intereses de todos. Se puede escoger entre por lo menos dos alternativas,<br />
según <strong>la</strong> naturaleza básica del proyecto común. Por un <strong>la</strong>do, como en el caso de <strong>la</strong> Comunidad Europea, se<br />
puede adoptar un sistema jurídico-institucional con fuertes poderes supranacionales, en el que los países<br />
pequeños aceptan <strong>la</strong> votación por mayoría cualificada, sabiendo que <strong>la</strong> Comisión asegura <strong>la</strong> participación<br />
de todos en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas, mediante su derecho exclusivo de iniciativa legis<strong>la</strong>tiva y, junto con el<br />
Tribunal, ve<strong>la</strong> por el cumplimiento. Por el otro <strong>la</strong>do, cuando no exista un sistema parecido, no queda más<br />
que el consenso. En el sistema intergubernamental adoptado en el MERCOSUR, por ejemplo, el consenso<br />
ha sido explícitamente visto en el país miembro más pequeño (Uruguay) como "el mecanismo que ha dado<br />
<strong>la</strong> garantía por igual a todos los Estados Parte de que ninguna decisión será tomada sin su aceptación,<br />
expresa o tácita" (Pérez Otermin, 1995: 91).<br />
• los niveles re<strong>la</strong>tivos de desarrollo<br />
<strong>La</strong> existencia de diferencias significativas en el nivel de desarrollo exacerbarán los problemas de<br />
distribución que abundan en los proyectos de integración.<br />
Tal fue notoriamente el caso en <strong>la</strong> primera o<strong>la</strong> de proyectos de integración en América <strong>La</strong>tina. <strong>La</strong> percepción<br />
de una distribución desequilibrada de costes y beneficios contribuyó en forma significativa a <strong>la</strong> crisis del<br />
MCCA (incluyendo una breve guerra entre El Salvador y Honduras en 1969), a <strong>la</strong> decadencia de <strong>la</strong><br />
Asociación <strong>La</strong>tinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y, en gran medida, como una respuesta a esta<br />
situación, a <strong>la</strong> constitución del Grupo Andino en 1969.<br />
• alcance de <strong>la</strong> cobertura<br />
<strong>La</strong> inclusión de aquel<strong>la</strong>s áreas que los participantes consideran sensibles puede dificultar el acuerdo en<br />
algunos casos, aunque también es cierto que cuanto más amplio es el alcance, mayores son <strong>la</strong>s<br />
oportunidades de negociación.<br />
• impacto<br />
170
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
No so<strong>la</strong>mente se trata de <strong>la</strong> fuerza del cambio que se produce en <strong>la</strong>s economías. <strong>La</strong> complejidad deriva<br />
también del tipo de impacto: en particu<strong>la</strong>r, si los costos están ampliamente compartidos o concentrados en<br />
grupos determinados (y que éstos se encuentren más o menos organizados, etc.). Por otra parte, hay que<br />
tener en cuenta <strong>la</strong> incertidumbre del impacto de <strong>la</strong> integración - y el tiempo que transcurre antes de que<br />
puedan manifestarse los beneficios tangibles.<br />
• el grado de interdependencia real<br />
Es bien conocida también <strong>la</strong> debilidad que implica el bajo nivel de intercambios económicos pre-existente en<br />
<strong>la</strong> mayoría de los proyectos de integración regional que han sido iniciados entre países en vías en<br />
desarrollo.<br />
El caso más notorio en <strong>la</strong>s Américas ha sido quizás el Grupo Andino. En un ejercicio reciente en el Banco<br />
Mundial, se ha aplicado el índice de complementariedad comercial de Michaely para medir <strong>la</strong> probabilidad<br />
de que un acuerdo regional determinado, en el momento de su establecimiento, tenga éxito en fomentar el<br />
comercio entre <strong>la</strong>s partes. Para <strong>la</strong> Comunidad Europea el valor es 0.53. <strong>La</strong> cifra para el Grupo Andino es<br />
0.07. MERCOSUR se sitúa en medio, con 0.29, mientras que NAFTA (North American Free Trade<br />
Area/Tratado de Libre Comercio de América del Norte) supera <strong>la</strong> cifra europea, con un 0.56 (World Bank,<br />
1995: 20-21).<br />
De hecho, de un porcentaje de comercio intra-regional de un 1,8 % en 1970, apenas se subió a 4% en<br />
1980, y a 5% en 1990. En <strong>la</strong> nueva fase de integración, este porcentaje ha llegado a 10% en 1994, debido<br />
principalmente al fuerte aumento de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones económicas entre Colombia y Venezue<strong>la</strong>. Este nuevo<br />
dinamismo ha caracterizado el comercio intra-regional en toda América <strong>La</strong>tina. Entre los factores que<br />
pueden haber influido en este dinamismo, se puede seña<strong>la</strong>r tanto <strong>la</strong> revitalización de esquemas de<br />
integración existentes y <strong>la</strong> creación de nuevos proyectos, como el hecho de que el proceso generalizado de<br />
liberalización de los '80 haya reve<strong>la</strong>do áreas geográficas de comercio 'naturales' que anteriormente fueron<br />
encubiertas por <strong>la</strong> protección doméstica de industrias de sustitución de importaciones (CEPAL, 1994b; IDB,<br />
1995: 3).<br />
Un alto grado de interdependencia económica, sin embargo, no necesariamente obliga a formas de<br />
integración más intensas, como demuestra el caso nórdico y <strong>la</strong> posición actual de Suiza y Noruega.<br />
En todo caso, no se trata meramente de un asunto de interdependencia económica. Es de igual<br />
trascendencia <strong>la</strong> medida en que el sistema se base en niveles significativos de interacción<br />
transgubernamental o transnacional (en el sentido de "comunicación social" de Karl Deutsch) y <strong>la</strong><br />
importancia de los vínculos políticos e incluso de <strong>la</strong>s alianzas militares (ver por ejemplo: Mansfield 1993).<br />
• el marco político<br />
¿Existen metas políticas - u obstáculos políticos - que influyen en el proceso de integración? ¿Existe una<br />
amenaza externa común, o conciencia de impotencia internacional propia, que sea un aliciente para unirse?<br />
El papel de Estados Unidos en el hemisferio occidental ha contribuido en muchas ocasiones al<br />
fortalecimiento de <strong>la</strong> idea de <strong>la</strong> integración <strong>la</strong>tinoamericana, a veces con una cierta dimensión política. Fue<br />
con este espíritu con el que se creó en 1976, en pleno auge del "tercermundismo", el SELA incluyendo a<br />
Cuba y excluyendo a Estados Unidos.<br />
Sin embargo, <strong>la</strong> agenda inter-americana siempre ha incluido también aspectos positivos de cooperación<br />
(incluyendo en muchos casos una alianza anticomunista), mientras que <strong>la</strong> integración ha sido minada por <strong>la</strong><br />
existencia de diferencias políticas y rivalidades nacionales, incluyendo problemas territoriales, entre los<br />
propios países.<br />
Pasada <strong>la</strong> o<strong>la</strong> de liberalización y democratización en casi toda <strong>la</strong> región, parece poco probable que haya un<br />
resurgimiento de un integracionismo con ánimo de oposición a los Estados Unidos, por lo menos en los<br />
terrenos económico y político. Lo que sí se puede esperar es que haya una renovada atención a <strong>la</strong><br />
dimensión cultural - y de identidad - de <strong>la</strong> integración. Es posible que <strong>la</strong> cuestión de Cuba sea relevante otra<br />
vez en este respecto.<br />
De hecho, tanto en América como en Europa, <strong>la</strong> desaparición de una amenaza externa nos está obligando a<br />
repensar el integracionismo, y p<strong>la</strong>ntear más abiertamente preguntas a veces muy delicadas sobre <strong>la</strong>s bases<br />
reales de los esquemas regionalistas.<br />
• percepciones y valores<br />
171
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
¿En qué medida son simi<strong>la</strong>res <strong>la</strong>s percepciones dominantes en cada Estado en cuanto a <strong>la</strong> naturaleza, los<br />
objetivos y <strong>la</strong> importancia del propio proceso de integración?<br />
¿En qué medida difieren <strong>la</strong>s tradiciones constitucionales, los sistemas políticos, <strong>la</strong>s políticas económicas?<br />
¿Se perciben más <strong>la</strong>s identidades comunes o <strong>la</strong>s diferencias entre los países? ¿Existen más similitudes o<br />
contrastes en <strong>la</strong> estructura social y en los sistemas de valores nacionales?<br />
Muchas de <strong>la</strong>s variables sugeridas anteriormente se aplican también en el ámbito nacional (y subnacional).<br />
No obstante lo cual se podrían agregar:<br />
• <strong>la</strong> medida de <strong>la</strong>s interdependencias que actúan en el ámbito nacional<br />
o el número de actores afectados<br />
o el alcance de los vínculos políticos<br />
• <strong>la</strong> sensibilidad de los principales sectores participantes, <strong>la</strong> profundidad del cambio esperado y <strong>la</strong><br />
probable fuerza de <strong>la</strong> resistencia<br />
• <strong>la</strong>s actitudes nacionales hacia <strong>la</strong> integración (los sentimientos, ¿son positivos o negativos, están<br />
unidos o divididos?)<br />
2.2 Capacidades de gobierno<br />
Estas necesidades se deben satisfacer mediante un "manejo" adecuado de <strong>la</strong>s capacidades.<br />
A todos los niveles está presente una dimensión cuantitativa básica (¿hay suficientes personas cualificadas<br />
que cuenten con el apoyo material suficiente para enfrentar lo que está sucediendo?) así como los aspectos<br />
técnicos más cualitativos (¿son suficientes los sistemas de comunicación?). Igual importancia reviste, no<br />
obstante, <strong>la</strong> estructura y <strong>la</strong> organización del sistema de integración.<br />
En el ámbito común es re<strong>la</strong>tivamente fácil establecer <strong>la</strong>s taxonomías y <strong>la</strong>s matrices referidas a <strong>la</strong> naturaleza<br />
y <strong>la</strong>s facultades de <strong>la</strong>s instituciones regionales y a sus formas de interactuar con <strong>la</strong>s autoridades nacionales<br />
(y subnacionales), <strong>la</strong>s asambleas y el público (Best, 1994). Resulta mucho más difícil formu<strong>la</strong>r enunciados<br />
concretos acerca de cómo éstos se deberían ajustar a <strong>la</strong>s necesidades, incluso en un nivel teórico general.<br />
Este tema ha sido poco e<strong>la</strong>borado, especialmente desde <strong>la</strong> perspectiva abiertamente "funcional" adoptada<br />
aquí.<br />
Pelkmans (1986) identifica sugestivamente "siete propiedades institucionales esperadas de <strong>la</strong> integración de<br />
<strong>la</strong>s economías mixtas":<br />
• los compromisos estrictos con respecto a <strong>la</strong> transferencia de ciertas funciones económicas a los<br />
agentes públicos centrales y <strong>la</strong>s restricciones de algunos instrumentos nacionales;<br />
• una presencia ínfima de salidas y de cláusu<strong>la</strong>s de salvaguardia y de escape;<br />
• "<strong>la</strong> supervisión común y obligatoria de <strong>la</strong>s cláusu<strong>la</strong>s de escape y de salvaguardia y, posiblemente,<br />
incluso una autorización central previa";<br />
• ninguna posibilidad de "sacarse de encima" <strong>la</strong>s funciones "medu<strong>la</strong>res" transferidas, si bien hay<br />
mayor indulgencia en cuanto a <strong>la</strong>s acciones cooperativas complementarias;<br />
• duración ilimitada de los compromisos;<br />
• una prescripción precisa de los procedimientos y los pasos en el período de transición;<br />
• "modalidades algo sofisticadas de revisión legal".<br />
Molle, por su parte, nos propone <strong>la</strong> siguiente "jerarquía de cooperación" en <strong>la</strong>s políticas: información,<br />
consulta, coordinación (adaptación o armonización de <strong>la</strong>s leyes nacionales y <strong>la</strong>s normas administrativas,<br />
acuerdos que tengan en cuenta objetivos variables, etc.) y unificación (ya sea mediante el reemp<strong>la</strong>zo de los<br />
instrumentos nacionales por instrumentos de <strong>la</strong> unión, o mediante <strong>la</strong> adopción de instrumentos idénticos<br />
para todos los socios). Sugiere que hay una cierta re<strong>la</strong>ción entre los estados de integración y esta jerarquía<br />
de manera tal que "<strong>la</strong>s formas más altas de integración requieren instrumentos más obligatorios". Advierte,<br />
no obstante, que "ni <strong>la</strong> mezc<strong>la</strong> óptima entre <strong>la</strong>s medidas de <strong>la</strong> unión y <strong>la</strong>s nacionales, ni <strong>la</strong>s áreas en que<br />
una integración ulterior será más beneficiosa pueden determinarse de antemano sobre una base teórica"<br />
(Molle, 1994: 20-23).<br />
2.3 <strong>La</strong>s dimensiones común y nacional<br />
<strong>La</strong> "dimensión nacional" es aún más difícil de encarar dentro de un marco comparativo. Por una parte, está<br />
conformada por una variedad aún más amplia de circunstancias. Por otra, puede parecer todavía más difícil<br />
el separar <strong>la</strong>s "necesidades de integración" de <strong>la</strong>s otras modalidades de "capacity-building": ¿en qué difieren<br />
172
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
los requerimientos específicos para <strong>la</strong> 'integración' de <strong>la</strong>s capacidades que se requieren para enfrentar<br />
cualquier otro tipo de re<strong>la</strong>ción internacional?<br />
Resulta evidente que, en primer lugar, <strong>la</strong>s implicaciones reales para <strong>la</strong>s administraciones nacionales estarán<br />
en función de <strong>la</strong>s características precisas del sistema global adoptado por los Estados participantes. Más<br />
importante aún, <strong>la</strong> naturaleza de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong>s administraciones del ámbito común y <strong>la</strong>s del ámbito<br />
nacional, variará por sí misma de acuerdo con el nivel de ambición específico y el grado de<br />
interdependencia real.<br />
Primero, como reg<strong>la</strong> general "<strong>la</strong>s políticas comunes requieren instituciones comunes más fuertes cuanto<br />
mayores sean <strong>la</strong>s complicaciones de <strong>la</strong>s diferentes etapas políticas: preparación, formu<strong>la</strong>ción y ejecución"<br />
(Molle, 1994: 15). Debe seña<strong>la</strong>rse una vez más, sin embargo, que no hay re<strong>la</strong>ciones simples y no existe<br />
ninguna necesidad de una re<strong>la</strong>ción jerárquica vertical simple, fuere cual fuere <strong>la</strong> entidad de <strong>la</strong>s facultades de<br />
<strong>la</strong>s instituciones comunes en sus respectivos campos de competencia. El caso europeo sugiere<br />
precisamente que una integración más profunda no significa necesariamente que el papel práctico de <strong>la</strong>s<br />
administraciones nacionales sea menos importante, sin importar cuáles son los nuevos niveles de<br />
identificación social e incluso los cambios en lealtades políticas que puedan tener lugar. Por el contrario, <strong>la</strong>s<br />
capacidades nacionales se han vuelto cada vez más vitales para el éxito del proyecto en su totalidad.<br />
El programa estratégico de Europa para "hacer que funcione el mercado único", a partir del Informe<br />
Suther<strong>la</strong>nd de 1992, es explícito en el nuevo énfasis puesto en un 'partenariado' de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones tanto<br />
entre <strong>la</strong> Comisión y <strong>la</strong>s administraciones nacionales, como entre éstas. Vale <strong>la</strong> pena recordar, asimismo,<br />
que <strong>la</strong> Comunidad Europea, en general, no es tan jerárquicamente vertical como a menudo se <strong>la</strong> considera.<br />
<strong>La</strong>s instituciones centrales pueden verse, por el contrario, como el centro de una red horizontal (como <strong>la</strong><br />
maza de una rueda), un "federalismo político invertido sin federalismo administrativo": primero,<br />
contrariamente al sistema alemán, <strong>la</strong> institución de <strong>la</strong> CE que comprende representaciones de los Estados<br />
miembros (el Consejo) tiene mayor peso que <strong>la</strong> institución formada por individuos directamente elegidos por<br />
los ciudadanos (el Par<strong>la</strong>mento) y, segundo, son principalmente <strong>la</strong>s administraciones nacionales y<br />
subnacionales <strong>la</strong>s que ejecutan <strong>la</strong>s políticas comunitarias. (Ziller, 1993: 482-3) Incluso el sistema jurídico,<br />
quizás el aspecto más federal de <strong>la</strong> Comunidad Europea, no es indisolublemente jerárquico. <strong>La</strong> doctrina de<br />
<strong>la</strong> primacía del derecho comunitario, en realidad, no ha sido aceptada sin cuestionamientos aún en los<br />
países que forman el eje central de <strong>la</strong> integración europea. <strong>La</strong> dec<strong>la</strong>ración por parte del Tribunal<br />
Constitucional Federal de Alemania, que en el contexto de su decisión de 1993 establece <strong>la</strong><br />
constitucionalidad del Tratado de Maastricht para Alemania y <strong>la</strong> "re<strong>la</strong>ción de cooperación" entre el propio<br />
Tribunal y el Tribunal de Justicia de Luxemburgo; es una "negación lisa y l<strong>la</strong>na (y renovada) de <strong>la</strong><br />
supremacía absoluta del derecho comunitario y de su órgano judicial supremo" (Herdegen, 1994: 239).<br />
Segundo, muchas veces se pasa por alto <strong>la</strong> importancia y <strong>la</strong>s implicaciones de <strong>la</strong> "dimensión internacional".<br />
En un mercado común pleno, <strong>la</strong> protección de los intereses "propios" de un país depende también de <strong>la</strong><br />
eficacia de <strong>la</strong>s otras administraciones nacionales en esferas c<strong>la</strong>ve tales como el control y <strong>la</strong> certificación de<br />
los productos, o los controles aduaneros y de inmigración en <strong>la</strong>s fronteras externas. No se trata so<strong>la</strong>mente<br />
de un asunto de mutuo reconocimiento sino, lo que es crucial, de confianza mutua.<br />
Tercero, cuanto mayor es <strong>la</strong> intensidad de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de integración, "más grises" tenderán a ser <strong>la</strong>s líneas<br />
divisorias analíticas y prácticas entre <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de decisiones comunes y nacionales. No es so<strong>la</strong>mente<br />
una cuestión de autonomía. Cuanto más profundo y más extenso es el proceso de integración, más<br />
importante será para <strong>la</strong>s administraciones poder desarrol<strong>la</strong>r nuevas capacidades para asegurar <strong>la</strong> eficacia<br />
no sólo de <strong>la</strong> ejecución nacional, sino también de <strong>la</strong> participación en <strong>la</strong> toma de decisiones y en <strong>la</strong><br />
p<strong>la</strong>nificación política; como lo seña<strong>la</strong> Ziller: "<strong>La</strong> adaptación en Europa consiste en reforzar <strong>la</strong> capacidad de<br />
anticipación en el seno de <strong>la</strong> Unión Europea" (Ziller, 1994: 242; énfasis del autor). Al mismo tiempo, <strong>la</strong><br />
re<strong>la</strong>ción entre los ámbitos común y nacional, en el contexto de un proceso avanzado de integración, es de<br />
una separación decreciente.<br />
Gran parte de <strong>la</strong> atención se ha centrado, tradicionalmente, en <strong>la</strong>s capacidades de integración en el ámbito<br />
común y sólo cuando éstas se negocian entre gobiernos. En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong>s teorías se re<strong>la</strong>cionan<br />
primariamente a <strong>la</strong>s decisiones "constitucionales" entre los países integrantes y son por naturaleza,<br />
intergubernamentales y, consecuentemente, simi<strong>la</strong>res a otras negociaciones internacionales. Sin embargo,<br />
los mismos conceptos no se aplican necesariamente a los niveles de toma de decisiones para <strong>la</strong><br />
e<strong>la</strong>boración de políticas y su ejecución que comprenden patrones de interacción completamente diferentes<br />
en el contexto de un proceso de integración regional comparado con un marco meramente cooperativo.<br />
173
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
<strong>La</strong> diferenciación entre modelos de negociación es c<strong>la</strong>ve. El modelo de Putnam (1988) que dice que <strong>la</strong><br />
diplomacia es un "juego a dos niveles", en el que un negociador único se enfrenta primero con sus<br />
interlocutores a nivel doméstico y luego con sus contrapartes internacionales, puede ser válido respecto del<br />
proceso de negociación de tratados de prácticamente cualquier c<strong>la</strong>se. Sin embargo, este modelo es<br />
demasiado simplista en <strong>la</strong> mayoría de los casos dentro de <strong>la</strong> CE, donde los "amplios intercambios que<br />
tienen lugar entre los ámbitos nacional e internacional ya no son más canalizados a través de un único<br />
negociador nacional sentado frente a ambos tableros de juego como lo supone el modelo de Putnam. En<br />
realidad, este negociador ejerce bastante poco control sobre muchas de <strong>la</strong>s interacciones que están<br />
teniendo lugar a distintos niveles. En pocas pa<strong>la</strong>bras, debe recurrirse a otros modelos cuando los juegos se<br />
vuelven tan complejos que los grupos de interés nacionales, los grupos de interés internacionales y <strong>la</strong>s<br />
organizaciones gubernamentales internacionales se unen a los negociadores nacionales en los dos tableros<br />
de juego." (Atkinson & Coleman, 1992: 172).<br />
Resulta esencial <strong>la</strong> participación activa de <strong>la</strong>s unidades pertinentes de <strong>la</strong> administración nacional (o de <strong>la</strong>s<br />
autoridades subnacionales, por ejemplo) lo antes posible en el curso del proceso tanto para promover los<br />
intereses nacionales, como para evitar los problemas previsibles de <strong>la</strong> ejecución. Este desafío se puede<br />
enfrentar con una c<strong>la</strong>ridad, confianza y calma "Para <strong>la</strong> administración central se trata, por una parte, de<br />
disponer de <strong>la</strong>s estructuras competentes y especializadas para cada una de <strong>la</strong>s atribuciones comunitarias y,<br />
por otra parte, de permitir una coordinación interministerial eficaz para defender de manera apropiada <strong>la</strong>s<br />
posiciones del gobierno francés" (Oberdorff, 1995: 29). No obstante y especialmente en el caso de los<br />
Estados menos centralizados, el desafío de <strong>la</strong> gestión pública puede verse también bajo otra óptica. No<br />
so<strong>la</strong>mente "<strong>la</strong>s administraciones nacionales comienzan a utilizar <strong>la</strong> administración comunitaria para procesar<br />
los problemas internos". Se puede esperar que se produzca un efecto 'desestabilizador' sobre los sistemas<br />
y patrones administrativos nacionales establecidos a medida que los gobiernos en forma individual, <strong>la</strong>s<br />
regiones o los gobiernos locales e incluso parte de los mismos traten de lograr, cada vez más, en el ámbito<br />
europeo, lo que no fueron capaces de alcanzar dentro del contexto nacional (Toonen, 1992: 111) . En<br />
dichos contextos, <strong>la</strong> coordinación de políticas (Metcalfe, 1993b) es un elemento de importancia central ,<br />
entre <strong>la</strong>s múltiples necesidades que enfrentan <strong>la</strong>s adminstraciones ante los nuevos retos de <strong>la</strong> integración.<br />
3. CONCLUSIONES<br />
Todos los proyectos de integración regional requieren algún grado de gerenciamiento. De hecho, <strong>la</strong> primera<br />
capacidad requerida para hacer que <strong>la</strong> integración funcione es aceptar que existe <strong>la</strong> necesidad de pensar<br />
sobre <strong>la</strong>s capacidades, cuyo objetivo es no hacer ni tan poco ni demasiado, sin estar encegado ni por <strong>la</strong>s<br />
tentaciones de imitar modelos institucionales de fuera ni por presunciones según <strong>la</strong>s cuales no existe<br />
necesidad de ninguna institución pública y de ninguna generación de capacidades en absoluto.<br />
<strong>La</strong> comparación puede ofrecer un instrumento valioso para lograr este objetivo. Sin embargo, <strong>la</strong>s diferentes<br />
circunstancias y objetivos de los acuerdos regionales no pueden ser ignoradas ni tampoco simplemente<br />
reconocidas. Este artículo ha intentado, por lo tanto, contribuir a crear un marco conceptual que activamente<br />
incorpora <strong>la</strong>s múltiples diferencias involucradas.<br />
El marco toma como punto de partida el nivel de ambición de un proyecto de integración acordado entre<br />
Estados en términos de <strong>la</strong> pretendida intensidad de sus vínculos recíprocos. Y afirma <strong>la</strong> necesidad de tener<br />
en cuenta algunos principios generales que conciernen a <strong>la</strong>s políticas y a los instrumentos requeridos para<br />
<strong>la</strong> estabilidad de <strong>la</strong>s respectivas modalidades de proyecto. Más allá de esto, sin embargo, se enfatiza el<br />
hecho de que el logro de un conjunto particu<strong>la</strong>r de objetivos de integración será más o menos problemático<br />
en función de determinados factores que inciden en el acuerdo regional. <strong>La</strong>s complejidades resultantes<br />
podrán a su vez ser tomadas como puntos de referencia para establecer una correspondencia estable entre<br />
necesidades de gobernación y capacidades de gobernación.<br />
En ningún caso se está sugiriendo que cuanto más "capacidades", mejor. Si se trata de un alto nivel de<br />
ambición integradora, <strong>la</strong>s administraciones deberían examinar todo lo que comporta esa elección y tomar<br />
medidas de manera a adaptar <strong>la</strong>s capacidades en los ámbitos común y nacional. De lo contrario, se corre el<br />
riesgo de tener un "déficit" de capacidades, cuyo resultado será <strong>la</strong> ineficacia y <strong>la</strong> ineptitud para contrarrestar<br />
<strong>la</strong>s presiones desestabilizadoras. Este ha sido un factor c<strong>la</strong>ve que explica <strong>la</strong> escasa aplicación de los<br />
acuerdos de integración entre países en desarrollo: "<strong>la</strong> mayoría carecía de los mecanismos institucionales<br />
necesarios para alcanzar los objetivos; esto resultaba evidente por <strong>la</strong>s incoherencias existentes entre <strong>la</strong><br />
legis<strong>la</strong>ción nacional y los compromisos de integración, por <strong>la</strong> ausencia de mecanismos potentes para obligar<br />
a cumplirlos y por los procedimientos poco eficaces para <strong>la</strong> resolución de controversias y <strong>la</strong> falta de<br />
mecanismos de compensación para abordar <strong>la</strong>s preocupaciones en materia de distribución" (de <strong>la</strong> Torre &<br />
Kelly, 1992: 34). Si los países no aspiran, en cambio, a un grado de integración muy intenso (o si no existe<br />
174
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
un grado mínimo de consenso entre ellos para alcanzarlo), entonces <strong>la</strong> creación de instituciones nuevas y <strong>la</strong><br />
asignación de nuevos recursos puede crear un "superávit" de capacidad que resulta costoso y que puede<br />
debilitar incluso <strong>la</strong> legitimidad del acuerdo regional.<br />
En <strong>la</strong> práctica, <strong>la</strong> definición y re-adecuación de los sistemas será siempre el resultado de <strong>la</strong> negociación<br />
política. El análisis de <strong>la</strong>s necesidades y capacidades en los términos anteriormente descrito puede<br />
contribuir a tales debates. Lo que más importa, en todo caso, es que <strong>la</strong> adecuación de capacidades a<br />
necesidades se realice en los propios términos de <strong>la</strong> realidad regional en cuestión.<br />
El "modelo" de <strong>la</strong> CE, por ejemplo, no ha sido relevante en todos los casos de integración siquiera en<br />
Europa. A partir de <strong>la</strong> década de los setenta, <strong>la</strong> EFTA experimentó una serie de movimientos hacia <strong>la</strong><br />
CE/UE: por parte del Reino Unido y Dinamarca en 1973, de Portugal en 1986 y de Austria, Fin<strong>la</strong>ndia y<br />
Suecia en 1995. En <strong>la</strong> actualidad, <strong>la</strong> EFTA comprende so<strong>la</strong>mente Is<strong>la</strong>ndia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.<br />
En algunos círculos se considera (bajo <strong>la</strong> influencia del pensamiento neofuncionalista) que <strong>la</strong> EFTA<br />
"fracasó" porque carecía del tipo apropiado de instituciones (o del liderazgo, etc.) necesarios para un<br />
desarrollo mayor del proceso. Pero los "eftanos" en realidad no querían nada más que lo que firmaron en<br />
1960. <strong>La</strong> estructura puramente intergubernamental de <strong>la</strong> EFTA era perfectamente suficiente para el bajo<br />
grado de complejidades que se presentaban: <strong>la</strong> EFTA tenía un bajo grado de ambición integradora; a<br />
excepción de uno, los Estados miembros eran prácticamente iguales y presentaban niveles de desarrollo<br />
igualmente altos; y sus sistemas internos eran tales que aseguraban que los gobiernos cumplieran con los<br />
acuerdos.<br />
Del mismo modo, el tipo de "acción nacional parale<strong>la</strong>" (Nielsson, 1990), practicado por Dinamarca,<br />
Fin<strong>la</strong>ndia, Is<strong>la</strong>ndia, Noruega y Suecia en <strong>la</strong> Cooperación Nórdica, sin instituciones supranacionales o<br />
sistema jurídico alguno, se adecuaba completamente al tipo de objetivos que se perseguía. El sistema<br />
institucional que se creó surgió con el fin de 'gestionar colectivamente el transnacionalismo', en forma tal<br />
que reflejaba <strong>la</strong>s condiciones específicas y <strong>la</strong> historia de los países nórdicos (y en parte también sus<br />
culturas políticas internas) (Sundelius, 1978; Sundelius & Wiklund, 1979). En efecto, si se compara el papel<br />
marcadamente diferente de <strong>la</strong>s instituciones nórdicas con el de <strong>la</strong>s instituciones de <strong>la</strong> Comunidad Europea,<br />
resulta c<strong>la</strong>ramente evidente <strong>la</strong> secuencia en que <strong>la</strong> cooperación fue creciendo: el proceso comenzó con el<br />
transnacionalismo, continuó con un transgubernamentalismo creciente, para finalizar con <strong>la</strong> creación de <strong>la</strong>s<br />
instituciones intergubernamentales. Obsérvese asimismo que <strong>la</strong> primera institución, el Consejo Nórdico<br />
creado en 1952, fue un órgano interpar<strong>la</strong>mentario. El Consejo Nórdico de Ministros recién se creó en 1971,<br />
con el objetivo de consolidar lo que ya se había logrado.<br />
Es dudoso, en cambio, que los Estados miembros de <strong>la</strong> Comunidad Europea pudieran haber logrado<br />
objetivos de tan alto grado de ambición sin un sistema legal e institucional poderoso, al tiempo que esos<br />
objetivos ambiciosos eran considerados deseables, hasta inevitables, precisamente debido a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción<br />
entre los países asociados. Actualmente, <strong>la</strong> Unión está enfrentando un proceso de re-adecuación de<br />
capacidades para responder a una serie de presiones causadas por su dinámica interna, y por cambios<br />
profundos en su entorno.<br />
En América <strong>La</strong>tina también, se están dando procesos de ajuste. En los países miembros del MERCOSUR,<br />
se han proseguido <strong>la</strong>s discusiones re<strong>la</strong>tivas a <strong>la</strong> suficiencia de <strong>la</strong> estructura institucional completamente<br />
intergubernamental establecida en el Protocolo Adicional al Tratado de Asunción de 1991, <strong>la</strong> cual fue<br />
adoptada en Ouro Preto (Brasil) en diciembre de 1994. En América Central, <strong>la</strong> Cumbre Presidencial de San<br />
Salvador de marzo de 1995 determinó una revisión de <strong>la</strong> estructura institucional del 'Sistema de Integración<br />
Centroamericano'. Y en septiembre de 1995, los Presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y<br />
Venezue<strong>la</strong> formalizaron <strong>la</strong> transformación del Pacto Andino en el 'Sistema Andino de Integración' y<br />
adoptaron una serie de reformas institucionales dirigidas a afrontar los nuevos desafíos p<strong>la</strong>nteados por <strong>la</strong><br />
integración. Sería prematuro, sin embargo, intentar emitir juicio alguno sobre los resultados de estos<br />
procesos.<br />
Por último, hay que reconocer, sin embargo, que nunca se sabe. Por cierto, se deben identificar <strong>la</strong>s<br />
necesidades "técnicas" de un acuerdo regional lo más c<strong>la</strong>ramente posible, teniendo en cuenta <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>tividades impuestas por <strong>la</strong>s circunstancias políticas. Pero el desafío va mucho más allá del mero diseño<br />
de organizaciones y de <strong>la</strong> dedicación de recursos para ejecutar un programa dado de <strong>la</strong> manera más<br />
eficiente posible. <strong>La</strong>s necesidades de <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong> integración se ajustan perfectamente a <strong>la</strong> descripción<br />
que Les Metcalfe hizo de <strong>la</strong> gestión pública que funciona "en un contexto pluralista en el que no se puede<br />
dar por sentado el consenso respecto a <strong>la</strong>s metas, en el que <strong>la</strong> autoridad está dispersa, en el que el<br />
conflicto es legítimo y en el que, de todas formas, los diferentes integrantes son interdependientes y tienen<br />
intereses comunes aún cuando apenas pueda percibirse." (Metcalfe, 1993: 185).<strong>La</strong> tarea fundamental - y<br />
175
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
muy difícil - consiste en formar <strong>la</strong>s capacidades para enfrentar también <strong>la</strong> incertidumbre del entorno y los<br />
problemas imprevisibles.<br />
NOTAS<br />
1. <strong>La</strong> comparación entre Europa y América <strong>La</strong>tina a este respecto ha sido abordada en forma práctica en<br />
el marco del Programa de Formación Unión Europea - Grupo de Río para <strong>la</strong> Integración Regional,<br />
ejecutado por el Instituto Europeo de Administración Pública (IEAP) a través del Centro de Formación<br />
para <strong>la</strong> Integración Regional (<strong>CEFIR</strong>) en Montevideo. El presente artículo se basa en el capítulo del<br />
autor, Co-Director de dicho Programa, en <strong>la</strong> publicación del <strong>CEFIR</strong> "Gerenciando <strong>la</strong> Integración:<br />
Implicaciones de los Procesos de Integración Regional para <strong>la</strong>s Administraciones <strong>Nacional</strong>es de los<br />
Países Miembros del Grupo de Río", de próxima aparición.<br />
2. Pelkmans propone los siguientes ejemplos de procesos de integración preferencialista:<br />
o el preferencialismo sectorial parcial (por ejemplo: los acuerdos de complementariedad)<br />
o <strong>la</strong> integración sectorial<br />
• preferencialista (por ejemplo: el convenio Automotriz entre Estados Unidos de América<br />
y Canadá)<br />
• <strong>la</strong> integración tanto positiva como negativa (por ejemplo: <strong>la</strong> Comunidad Europea del<br />
Carbón y del Acero)<br />
o sistemas preferenciales no recíprocos<br />
• parcial (por ejemplo: <strong>la</strong> mayoría de los acuerdos entre <strong>la</strong> CE y los países mediterráneos)<br />
• completa (por ejemplo: <strong>la</strong> Convención de Limé)<br />
o preferencialismo parcial recíproco (por ejemplo: Asociación <strong>La</strong>tinoamericana de Integración -<br />
ALADI-)<br />
o zona de libre comercio<br />
• toda <strong>la</strong> industria (por ejemplo: EFTA)<br />
• todos los sectores (por ejemplo: CE-Israel, a pesar de <strong>la</strong>s restricciones en agricultura)<br />
<strong>La</strong>s distintas "etapas de <strong>la</strong> integración del mercado de productos" son:<br />
o <strong>la</strong> unión arance<strong>la</strong>ria pura (comercio al interior de <strong>la</strong> unión libre de aranceles)<br />
o <strong>la</strong> unión arance<strong>la</strong>ria-más (seguridad de despacho aduanero dentro de <strong>la</strong> unión)<br />
o <strong>la</strong> pseudo unión aduanera (movimiento libre de los productos dentro de <strong>la</strong> unión, excepto en <strong>la</strong><br />
esfera financiera o fiscal, o el libre acceso físico a los mercados)<br />
o <strong>la</strong> unión aduanera pura (comercio al interior de <strong>la</strong> unión sin aduanas)<br />
o integración de los mercados de productos sin distorsiones (aproximación a <strong>la</strong> unión aduanera<br />
como en <strong>la</strong> teoría: requiere uniformidad de <strong>la</strong>s influencias públicas en condiciones competitivas).<br />
3. Un esfuerzo interesante por aplicar un marco teórico a una experiencia específica de integración en<br />
América <strong>La</strong>tina ha sido realizado por Augusto Aninat (992: 2-14) en su estudio para <strong>la</strong> CEPAL sobre<br />
institucionalidad del Grupo Andino.<br />
4. Algunas de éstas se encuentran entre <strong>la</strong>s variables que afectan <strong>la</strong> estabilidad de los procesos de<br />
integración económica sugeridos por Pelkmans (1987)- Corresponden también, en parte, a <strong>la</strong>s tres<br />
"tareas variables c<strong>la</strong>ve" -alcance, incertidumbre e intensidad- identificadas como "indicadores de <strong>la</strong><br />
complejidad" con respecto a <strong>la</strong>s redes interorganizativas por Alter y Hage (1993). Varias pueden<br />
compararse también con <strong>la</strong>s "variables críticas" para <strong>la</strong> eficacia de <strong>la</strong>s instituciones internacionales<br />
sugeridas por Oran Young (1992): <strong>la</strong> eficacia varía directamente con <strong>la</strong> transparencia, <strong>la</strong> robustez de los<br />
mecanismos de elección social, lo estricto de <strong>la</strong>s normas de transformación, <strong>la</strong> capacidad de los<br />
gobiernos y el nivel de interdependencia, pero está circunscripta por asimetrías profundas en <strong>la</strong><br />
distribución del poder. Young agrega el punto importante de que <strong>la</strong>s "instituciones internacionales no<br />
pueden permanecer siendo eficaces durante mucho tiempo después de <strong>la</strong> erosión o el co<strong>la</strong>pso de sus<br />
subestructuras intelectuales".<br />
5. <strong>La</strong>s implicancias de <strong>la</strong> "dirección y <strong>la</strong> magnitud del ajuste de <strong>la</strong> política interna sustantiva" para <strong>la</strong>s<br />
negociaciones intergubernamentales re<strong>la</strong>tivas a <strong>la</strong> asignación de funciones en los sistemas de discusión<br />
están bien analizadas por Moravscik (1993).<br />
6. <strong>La</strong> "desestabilización" también puede afectar el dominio político. En el ámbito institucional, en algunos<br />
países europeos, los par<strong>la</strong>mentos nacionales buscaron nuevas facultades o procedimientos para<br />
enfrentar los nuevos desafíos p<strong>la</strong>nteados por <strong>la</strong> integración. <strong>La</strong> integración a su vez ha traído, en<br />
general, un aumento de <strong>la</strong>s facultades ejecutivas a expensas de los órganos par<strong>la</strong>mentarios. Esto ha<br />
tenido el efecto de exacerbar algunos debates internos por lo que <strong>la</strong> ratificación del Tratado de<br />
Maastricht ofreció una apertura para el ajuste del ba<strong>la</strong>nce interno de poderes. Esto resultó más c<strong>la</strong>ro en<br />
el caso de Francia, donde el Par<strong>la</strong>mento desempeñó un papel particu<strong>la</strong>rmente débil bajo <strong>la</strong> constitución<br />
de <strong>la</strong> Quinta República y el "asunto europeo" constituía una buena ocasión para que el Par<strong>la</strong>mento<br />
levantara <strong>la</strong> cabeza e hiciera saber al Ejecutivo que aceptaría menos fácilmente que en el pasado <strong>la</strong>s<br />
176
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
limitaciones de poderes que le inflinge <strong>la</strong> Constitución (Blumann, 1994: 397). Esto ha afectado también<br />
<strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong>s legis<strong>la</strong>turas y el público siendo más irónico quizás el caso del par<strong>la</strong>mento danés que<br />
tanto se ha vanagloriado de su control impecablemente democrático sobre el ejecutivo: si el "Folketing"<br />
fuera tan democrático, ¿cómo es posible que haya votado por el Sí el Tratado de Maastricht cuando el<br />
pueblo votó por No?<br />
7. Varios estudios han sido llevados a cabo en Europa con el objeto de comparar <strong>la</strong>s capacidades<br />
nacionales, en general con un énfasis en <strong>la</strong> dimensión inter-ministerial (Metcalfe & Zapico Goñi, 1987;<br />
Siedentopf & Ziller, 1988; Pappas, 1995). El Instituto Internacional de Ciencias Administrativas (IIAS)<br />
también realizó un programa de trabajo comparativo.<br />
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