"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR
"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR
"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
"<strong>La</strong> Función Pública <strong>Nacional</strong> y <strong>la</strong> Integración Regional"<br />
gran proyecto político con el objetivo de cambiar <strong>la</strong>s pautas de re<strong>la</strong>ción entre el Estado y <strong>la</strong> sociedad. El<br />
objetivo no es disminuir el papel del Estado, ni tampoco apunta<strong>la</strong>r sus conquistas, sino más bien redefinir<br />
sus misiones y reforzar sus capacidades para que pueda cumplir satisfactoriamente un papel que se juzga<br />
irremp<strong>la</strong>zable para el progreso y al bienestar de los ciudadanos.<br />
Los objetivos de <strong>la</strong> reforma se articu<strong>la</strong>n a partir de reconocer un profundo desajuste entre <strong>la</strong> concepción de<br />
Estado a <strong>la</strong> francesa, su modo de organizarse y responder a <strong>la</strong>s demandas sociales y los requerimientos de<br />
una realidad en profunda mutación. <strong>La</strong> respuesta es promover un cambio ideológico en <strong>la</strong> mentalidad con <strong>la</strong><br />
que operan los poderes públicos, mediante <strong>la</strong> descentralización y <strong>la</strong> desconcentración, una gestión más<br />
dinámica de <strong>la</strong>s personas, el estímulo a <strong>la</strong> asunción de responsabilidades en <strong>la</strong> línea, <strong>la</strong> evaluación de <strong>la</strong>s<br />
políticas públicas y nueva idea de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> Administración y los usuarios de los servicios<br />
públicos (ver a este respecto <strong>la</strong> Circu<strong>la</strong>r de 23 de febrero de 1989 referida a <strong>la</strong> renovación del sector<br />
público).<br />
En el caso de España <strong>la</strong> situación de partida es muy diferente. <strong>La</strong> trayectoria del Estado contemporáneo se<br />
caracteriza por una combinación de autoritarismo y debilidad estructural. <strong>La</strong> ausencia de libertades<br />
democráticas se combina con una centralización obsesiva del aparato estatal y una hacienda raquítica<br />
incapaz de atender <strong>la</strong>s necesidades de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Esto ha provocado que el Estado careciera del grado<br />
de legitimación social y política que disfrutaba en los restantes países europeos. Esto explica que el<br />
proyecto modernizador de <strong>la</strong> democracia españo<strong>la</strong> pase por el fortalecimiento de <strong>la</strong>s instituciones estatales,<br />
de modo que puedan desempeñar con eficacia <strong>la</strong>s funciones que les corresponden en una sociedad<br />
moderna. Dos retos básicos han caracterizado este proyecto en los últimos quince años: <strong>la</strong><br />
descentralización del poder político y <strong>la</strong> construcción de un Estado del bienestar equiparable al de los<br />
restantes países europeos.<br />
Como consecuencia de ello, <strong>la</strong> reforma que ha seguido a <strong>la</strong> transición democrática en España se<br />
caracteriza por su carácter expansivo, centrándose en desarrol<strong>la</strong>r sus instituciones y aumentar <strong>la</strong> oferta de<br />
servicios públicos a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. En este tiempo se ha duplicado el volumen del sector público en re<strong>la</strong>ción<br />
al producto interior bruto que ha pasado de representar <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> media europea a situarse muy cerca<br />
de <strong>la</strong> misma. Este proceso, protagonizado por el partido socialista, ha contado, no obstante, con el respaldo<br />
de <strong>la</strong>s demás fuerzas políticas, que, allí donde han ejercido responsabilidades gubernamentales, han<br />
apostado por incrementar el peso de <strong>la</strong> acción pública. A ello habría que apostil<strong>la</strong>r, no obstante, <strong>la</strong>s rémoras<br />
de <strong>la</strong> democracia españo<strong>la</strong> a <strong>la</strong> hora de construir un marco eficaz para el ejercicio y control de <strong>la</strong>s<br />
responsabilidades públicas, adaptado a su extraordinario crecimiento; ha prevalecido un peso<br />
desproporcionado del decisionismo político frente a los criterios profesionales y una obediencia a lógicas<br />
cliente<strong>la</strong>res y corporativas opuestas a <strong>la</strong> introducción de reformas en el aparato estatal. <strong>La</strong> crisis política y<br />
presupuestaria que ha padecido España en los últimos años se puede re<strong>la</strong>cionar directamente con estos<br />
déficit.<br />
2.2.4 Reformas pragmáticas<br />
En los últimos años, <strong>la</strong> mayoría de los países europeos aparecen unidos en una misma corriente de<br />
reformas que, en ausencia de una denominación más expresiva, calificamos de pragmáticas. El horizonte<br />
que persiguen es <strong>la</strong> Unión Económica y Monetaria, cuyo acceso se ha hecho depender de superar con éxito<br />
un examen macroeconómico basado en cumplir determinados criterios de convergencia.<br />
Se trata de reformas que se presentan a menudo como "<strong>la</strong> única alternativa posible", atribuidas a una "razón<br />
de Europa", a <strong>la</strong> que deben plegarse el resto de <strong>la</strong>s consideraciones. Detrás de <strong>la</strong>s medidas vincu<strong>la</strong>das a<br />
esta meta es frecuente que no haya un discurso político explícito sobre el papel del Estado, sólo una<br />
justificación de <strong>la</strong> necesidad de cumplir <strong>la</strong>s condiciones del tratado para no pagar el alto coste financiero que<br />
supondría salirse de <strong>la</strong> red monetaria europea. <strong>La</strong> ideología subyacente no es obra ni de los partidos ni de<br />
sus líderes, sino de <strong>la</strong>s burocracias fiscales de los Estados y <strong>la</strong>s instituciones europeas. <strong>La</strong> reforma<br />
ir<strong>la</strong>ndesa de mediados de los ochenta, anticipando los problemas que más tarde se presentarán en otros<br />
países, es un buen ejemplo; al menos Alemania, Francia, Italia y España se encuentran en estos momentos<br />
en <strong>la</strong> misma situación.<br />
El resultado es una estrategia de reforma de carácter esencialmente pragmático que renuncia a una<br />
valoración política de fondo sobre lo que el Estado debería hacer y dejar de hacer, sobre <strong>la</strong> financiación de<br />
los servicios públicos o sobre los costes y beneficios del modelo de empleo público y sus alternativas. Hay<br />
un cálculo sobre cómo realizar los ajustes presupuestarios con el menor desgaste político posible, lo que<br />
equivale a practicar <strong>la</strong> ambigüedad y evitar conflictos con los intereses más organizados. Cualquier desliz<br />
en este cálculo que minusvalore <strong>la</strong> capacidad de presión de los colectivos afectados puede costar <strong>la</strong><br />
8