"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR

"La Función Pública Nacional y la Integración Regional"
• Relativo a las administraciones subnacionales (regiones, departamentos, provincias, municipios), por lo
general no tienen competencias asignadas en relación a los procesos de integración. Sin embargo, en
la medida en que se trate de sistemas con grados mayores de descentralización o de regímenes
federales, se presentan múltiples iniciativas que van desde la presión a organismos centrales en
relación a estos temas, hasta la organización de oficinas especializadas y establecimiento de relaciones
directas con organismos análogos de otros países. Estas situaciones son obviamente más frecuentes
en las regiones fronterizas. En relación a esta dimensión de la acción administrativa para la integración,
existen algunos mecanismos de coordinación entre los niveles central y territorial (coordinación a través
de Ministerios del Interior o participación en comisiones de asuntos fronterizos). Las iniciativas de las
administraciones territoriales en relación a estos temas son, sin embargo, absolutamente novedosas
frente a los parámetros tradicionales de conducción de las relaciones exteriores y por lo tanto no
participan en los conductos existentes de coordinación.
• En cuanto al parlamento, su rol adquiere por lo general relieve en las fases posteriores a las
negociaciones y establecimiento de acuerdos, cuando tienen que someterse estos a su aprobación. Allí,
el análisis de estos acuerdos se realiza aún sin contar con la preparación o las herramientas suficientes
para incidir en la evolución de los mismos en la reformulación hacia el futuro de las políticas nacionales
para la integración. En algunos casos se registra la participación de las comisiones parlamentarias
especializadas en relaciones exteriores. De esta manera, el rol es decisivo en cuanto a la competencia
política de aprobación de los acuerdos, pero este rol no se ejerce aún con la profundidad de análisis que
pueda tener un impacto significativo en los procesos de integración regional.
• El sector privado y los trabajadores se expresan de manera permanente en relación a los temas de
integración y son frecuentemente convocados por los gobiernos a través de los mecanismos existentes
de concertación o por los ministerios u organismos creados para la gestión de los temas de integración.
Sin embargo, estas asociaciones expresan también sus opiniones y ejercen sus presiones ante los
organismos sectoriales lo cual genera una situación compleja en cuanto a "asimilación" gubernamental
de los diversos intereses en juego, sean estos favorables o contrarios a las políticas de integración. Al
mismo tiempo varían de manera extrema las capacidades de análisis y de gestión de estas
organizaciones.
• En general, la capacidad de coordinación en muchos países está afectada por una serie de problemas
básicos, como son la falta de recursos de todo tipo (humanos, técnicos y financieros), un
desbordamiento de los equipos negociadores (en parte debido a la inserción en una multiplicidad de
procesos) y la falta de claridad en la estrategia nacional hacia los procesos de integración.
• Tomando como referencia la Escala de Medición de la Coordinación, se puede apreciar que existen
situaciones notablemente diferenciadas en las fases de formulación de políticas, de negociación, de
gestión y de seguimiento de los procesos de integración. La independencia ministerial, la transmisión de
información, la consulta entre ministerios, el procesamiento de divergencias, la búsqueda de acuerdos
ministeriales, el arbitraje de conflictos, se registran de manera muy variada en cada una de las fases de
los procesos.
• En la fase de elaboración de las políticas suelen actuar organismos que materializan el nivel de
"independencia ministerial" que se manifiesta, de acuerdo a los elementos que se pueden extraer de
algunos de los informes de avance recibidos, principalmente de dos maneras:
a. Cuando organismos existentes y con funciones orientadas al exterior (Cancillerías, Ministerios
de Comercio Exterior) formulan sus propias posiciones frente a los procesos de integración, sin
referencia alguna a lo que están haciendo otros departamentos (apropiación de procesos por
competencias análogas). Esto mismo ocurre en relación a ministerios o agencias con
relacionamientos preexistentes con el sector privado (por ejemplo Industria y Comercio).
b. Cuando esta misma situación de formulación de posiciones independientes es generada por el
sobredimensionamiento que se le asigna a determinado ministerio (existente o nuevo) en el rol
que debe jugar en los procesos de integración (Ministerios de Economía, de Comercio Exterior,
Cancillerías).
• En las fases de elaboración de las políticas y negociación de los acuerdos se suelen omitir las
previsiones en relación a los requerimientos institucionales necesarios para la fase de implementación.
• En cuanto a la transmisión de información se registra un señalamiento de carencia o deficiencia de
bases integradas de información que dificulta este nivel de coordinación. Existen sin embargo normas
que obligan a la transmisión de información, generalmente por la necesaria comunicación de ministerios
que conducen procesos de negociación económico-comerciales que en algún momento, tanto en las
fases de negociación como de implementación, deben canalizarse por los conductos políticodiplomáticos.
• Un componente esencial para otorgar consistencia y solidez a las iniciativas de ajuste institucional es el
de la formación de cuadros y funcionarios de los sectores público y privado en relación a los temas de la
integración regional. Su ausencia o incipiente existencia en la mayoría de los países evidencia aún más
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