"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR

"La Función Pública Nacional y la Integración Regional"
EL DESAFIO EUROPEO PARA LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS NACIONALES: El Caso
de Suecia
Björn BECKMAN
Director del Proyecto Forum Europa, Oficina de Servicios del
Gobierno Central, Estocolmo, SUECIA
1. INTRODUCCION
El ingreso de Suecia en la Unión Europea (UE) fue un hecho histórico. Después de varios cientos de años
de soberanía nacional, Suecia unió su soberanía a la de otros estados europeos. La membresía en la UE le
ofrece la oportunidad a esta pequeña nación de influir y de ser responsable del desarrollo futuro de Europa.
La membresía en la UE también significa un gran cambio en el sistema político-administrativo de Suecia
dado que la internacionalización de la administración pública nacional debido a la globalización general de
las políticas y de la administración fue fortalecida aún más por una integración europea más estrecha en la
UE. En este trabajo se analizan algunos aspectos que plantea este desafío europeo al Servicio Civil
nacional sueco.
Se discutirán algunas características del sistema político-administrativo sueco. Se describirá como
antecedente el camino hacia la membresía de Suecia en la UE. Las tres secciones siguientes presentarán
algunos de los efectos que ello tiene sobre el Servicio Civil sueco.
2. ANTECEDENTES
2.1 Estructura general del Servicio Civil sueco
La organización del Gobierno sueco y su relacionamiento con la administración pública son, en muchos
aspectos, diferentes de los de otros países de la UE. Las principales características para Suecia se pueden
resumir de la siguiente forma (Larsson, 1995).
Una de las diferencias principales es la ausencia formal de una dirección ministerial. El Gobierno sueco es
responsable de más de 14,000 decisiones colectivas por año mientras que un ministro solamente realiza
unos cientos de decisiones por sí solo, la mayor parte de las cuales se refieren a cuestiones internas de su
Ministerio. El principio de la dirección ministerial no existe en Suecia. La cultura político-administrativa da
una noción positiva a la toma de decisiones colectiva preparada por una organización pequeña y bien
integrada, la Cancillería, diseñada para la planificación, preparación y coordinación.
Otra diferencia importante es la muy pequeña organización administrativa del Gobierno, la Cancillería (ver
figura 1 más adelante). En total, los Ministerios y la Oficina de Gobierno tienen alrededor de 3.500
empleados de los cuales la mitad se pueden clasificar como funcionarios públicos con tareas
administrativas. El número de funcionarios públicos en cada Ministerio es pequeño. Este también es el caso
de los funcionarios públicos en cada sección de un Ministerio.
Una tercera diferencia importante es la organización de la administración pública. El tamaño pequeño de los
Ministerios suecos se debe al hecho de que la puesta en marcha de las políticas se realiza a través de
autoridades públicas semi-independientes y de sus administraciones (Agencias Nacionales). Además, la
tarea principal del Gobierno ha sido, hasta ahora, la preparación de asuntos gubernamentales para el
Parlamento sueco, Riksdagen, lo cual se hace en su mayor parte a través de un sistema de comisiones
investigadoras gubernamentales que realizan las investigaciones y proponen ciertas acciones en un informe
oficial. El papel del Ministerio ha sido transformar en ley estas propuestas, siguiendo las indicaciones del
Gobierno.
Suecia se puede caracterizar como un sistema con una administración central dual, los Ministerios y, por
otro lado, las Agencias o autoridades públicas. Las Agencias son responsables de la aplicación de las
decisiones del Parlamento y del Gobierno. Por lo tanto, no son directamente responsables ante los
directores de sus respectivos Ministerios. La Constitución establece las directivas que rigen las relaciones
entre el Parlamento, el Gobierno y las autoridades públicas.
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