"La Función Pública Nacional y la Integración Regional" - CEFIR

"La Función Pública Nacional y la Integración Regional"
de la Comisión. La Comisión envía luego el informe resumido y los informes individuales de los
participantes a los Estados Miembros, a los correspondientes departamentos de la Comisión y las
organizaciones sindicales que representan a los funcionarios.
Hemos encontrado importante recordar los objetivos del programa a lo largo de la evaluación y considerar el
valor de los intercambios del Programa Karolus siempre en relación con esas necesidades. Más adelante se
analiza el alcance logrado por los objetivos, los métodos empleados o "sistemas de entrega" utilizados con
este fin, los problemas que se encontraron y los beneficios globales que se obtuvieron del programa.
Consideramos la relación costo-efecto del programa en su conjunto y prestamos atención también, en todas
las etapas, a la búsqueda de información sobre cómo se pueden reducir los costos de cada elemento de los
intercambios.
La evaluación es estratégica y operativa. Trasciende la revisión sobre cómo opera el Programa Karolus en
la actualidad y analiza temas más amplios sobre cómo se podrían lograr los objetivos del programa de otra
forma y, tal vez, a un costo más bajo. Hemos considerado las opiniones de todos los individuos consultados
durante el curso del estudio, pero finalmente nuestras conclusiones y recomendaciones son nuestra mejor
evaluación de la situación como consultores profesionales sobre asuntos europeos de gobierno. La
evaluación es totalmente independiente en su contenido y espíritu.
1.2 Evaluación global
El Programa Karolus es un instrumento único cuya tarea es satisfacer una amplia gama de necesidades
diferentes. Los intercambios que han tenido lugar dentro del programa son generalmente positivos y de
ayuda pero el número de intercambios ha sido bajo y muchos intercambios no están de acuerdo con el
programa de acción establecido por el Consejo en su Directiva 92/481/EEC del 22 de setiembre de 1992.
El problema parece ser que el Programa Karolus fue diseñado para un mundo más ideal que el que existe
en realidad y trata de abarcar una variedad de sectores con diferentes necesidades.
• Pocos funcionarios en las administraciones nacionales tienen la competencia lingüística necesaria para
comunicarse efectivamente en una lengua extranjera. Los cursos cortos de idiomas son apenas un
paliativo para este problema fundamental. La consecuencia es que pocos funcionarios solicitan los
intercambios. Muchos de los que solicitan los intercambios necesitan que sean largos para obtener la
fluidez lingüística necesaria pero, mientras tanto, no pueden contribuir mucho al trabajo del
departamento de acogida y, por lo tanto, representan una carga. Los intercambios largos también son
más costosos y entran en conflicto, a veces, con las responsabilidades familiares.
• Muchos departamentos de gobierno en los Estados Miembros tienen poco personal, a veces cuentan
con presupuestos bajos y a menudo con más responsabilidades que hace 5 años atrás. Encuentran
difícil liberar al personal, especialmente al personal más antiguo, durante períodos de más de una o dos
semanas y, a veces, tienen problemas con su cuota parte del financiamiento. Incluso en el caso de que
haya más funcionarios capaces que deseen hacer el intercambio, podrían haber dificultades para
liberarlos de sus tareas normales y financiar su participación. Las administraciones de acogida podrían
también no ser capaces de manejar un número mucho mayor de intercambios con el modelo actual.
• Los sectores prioritarios para los intercambios del Programa Karolus son sumamente diversos en
términos de necesidades de cooperación administrativa. En algunos sectores, la prioridad principal
radica en que los inspectores técnicos aprendan cómo se realizan las inspecciones en otras partes, en
otros casos es necesario entender el complejo derecho comunitario y en otros el objetivo es un
entendimiento de todo un enfoque administrativo que, necesariamente, lleva tiempo. El Programa
Karolus debería poder satisfacer todas estas necesidades pero no debería malgastar recursos
proporcionando servicios universales que no se necesitan en todos los casos.
Por lo tanto, a pesar que el Programa Karolus ha sido útil hasta ahora, nuestra conclusión es que ha fallado
en proporcionar una solución en muchos casos de necesidad. En aquellos casos donde se realizaron los
intercambios, el programa ha logrado cumplir bastante bien con los objetivos y valdría la pena continuar con
el mismo sobre esa base. Sin embargo, en términos globales, el programa no ha tenido el suficiente impacto
en relación a la escala de las necesidades. Si se desea lograr un aumento sustancial en la cooperación
administrativa, el programa exige un ajuste estructural para atraer niveles mucho más altos de participación.
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