Revista KIPUKAMAYO - Mayo 2015

KIPU
CULTURAL
KIPUKAMAYO / Mayo 2015
HOMENAJE A
UN AMIGO DE LA CASA:
HORACIO SEMERARO
En oportunidad de la presentación del libro
“Las Ventanas de Don Cuentopoe”, el
1º de mayo de 2014 en la 40ª Feria Internacional
del Libro de Buenos Aires, en el
stand de la provincia de Tucumán, tuvimos el privilegio
de conocer a Horacio Semeraro quien realizó
la mencionada presentación.
La obra corresponde al segundo trabajo colectivo
del Taller Literario del Colegio de Graduados en
Ciencias Económicas de Tucumán que de esta manera
quiere aprovechar la oportunidad para rendir
nuestro pequeño pero sentido y emotivo homenaje
a Horacio Semeraro, cuyo inesperado fallecimiento
nos sacudió el pasado 25 de diciembre de 2014.
Por Cr. José Schulman
Miembro del Taller Literario
Sub Comisión de Cultura CGCET
te lo cuente otra vez…? obra que tiene como
presentación en “Palabras preliminares” la crítica
de Horacio Semeraro.
Esta última será presentado en la 41ª Feria Internacional
del Libro de Buenos Aires que se realiza en
esta ciudad entre el 23 de abril y el 11 de mayo de
2015 y teníamos previsto que sea, también, Horacio
nuestro presentador.
La nuestra no fue una larga amistad, sino una
amistad reciente, pero no por ello menos intensa
y profunda. Fue de los auténticos nuevos amigos
que uno llega a tener sin otra motivación que los
intereses comunes en la literatura y su mundo.
Tenemos la suerte de decir que nos contamos en
ese grupo enorme a los que Horacio nos distinguió
con su cálida amistad.
En una sociedad en la que la mediocridad, la soberbia
y la exposición mediática escandalosa son
una cualidad mayoritaria, Horacio impuso el trabajo
serio y colaboró con entusiasmo en todo proyecto
basado en el esfuerzo y la seriedad.
Debemos, como Taller Literario del Colegio de Graduados
en Ciencias Económicas de Tucumán, dar
gracias por haberlo conocido y tratado. Sepa su
familia que tuvo la suerte de haber convivido con
una persona capaz y querible. Un ejemplo de vida
a imitar.
El reconocimiento de los atributos profesionales
como crítico de Horacio estuvieron manifestados
en el homenaje que le brindó el suplemento literario
del diario La Gaceta de Tucumán, el más importante
del NOA, el pasado domingo 18 de enero de
2015 cuando lo calificó con el título de “un valioso
colaborador”.
Ya en la publicación de ese mismo diario, el sábado
27 de diciembre de 2014, al segundo día de su
desaparición física, el cronista que daba la noticia
publicaba: “Cordial y excelente amigo, entusiasta
por todas las tareas del espíritu, su partida tuvo
profunda repercusión”.
Nos sentimos en la obligación de repetir las palabras
de Ezequiel Martínez, hijo de otro ilustre
tucumano: Tomás Eloy Martínez y sub-editor de la
Revista Ñ que manifestara: “Sólo los grandes
hombres saben disimular que lo son”. Es el
caso de Horacio.
Repetimos una vez más: su ejemplo es digno de
imitar. Los que lo llegamos a conocer en forma
personal, estamos honrados con su amistad.
Horacio había nacido el 26 de setiembre de 1945
en Tucumán, había estudiado su secundario en el
Colegio Sagrado Corazón y tenía como título de
grado el de Ingeniero Químico. Vivía desde hace
muchos años en Buenos Aires junto a su familia: su
esposa Alicia y cuatro hijos.
Su devoción, sin lugar a dudas, era la literatura,
en el ámbito de la creación literaria y en su tarea
como crítico. Esto último fue ejercido en muchos
de los medios masivos de comunicación más destacados
del país y trascienden, por lejos, en cuanto
a calidad, a la media general en la materia; y ello
se debe a mucho ejercicio tanto de lectura como
de escritura.
Pocos días antes de su fallecimiento vino en diciembre
de 2014 a su Tucumán, y en tal oportunidad
hizo en nuestro Colegio la presentación de
la tercera obra del Taller Literario: “¿Querés que
Como dice Miguel de Unamuno: “Cada nuevo
amigo que ganamos en la carrera de la vida nos
perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros
mismos nos descubre.”
De él pudimos rescatar valores que no se encuentran
de manera muy frecuente en esta sociedad
que nos considera más consumidores que ciudadanos.
Valores inapreciables como: sencillez, humildad y
capacidad fueron características que quien conoció
a Horacio no puede más que reconocer.
Una de las características que pudimos rápidamente
advertir, en el carácter y conducta de Horacio,
era su predisposición para relacionarse empáticamente
con la gente, lo que le prodigó una cantidad
incomensurable de amigos.
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