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Revista T21 Septiembre 2010.pdf

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En Portada<br />

tura local e imponiendo nuevamente,<br />

como en la Colonia, las<br />

bases del intercambio.<br />

Y es que los nuevos<br />

gobernantes tuvieron la ardua<br />

tarea de organizar al país, pero<br />

en cuestión de marina mercante,<br />

simplemente no pudieron. Como<br />

se menciona en el libro “México<br />

y su mar”: “Sin barcos, la nación<br />

prácticamente se halla a la deriva,<br />

atrapada entre los especuladores<br />

que se enriquecen con<br />

toda facilidad en las ciudades y<br />

los consorcios mercantiles que<br />

desde lejos surten el mercado a<br />

su antojo”. 1<br />

Y es que el hablar de<br />

marina mercante, apenas se<br />

refería a un reducido número de<br />

embarcaciones de vela y muy<br />

pocos barcos de cruz, utilizados<br />

en el tráfico de cabotaje.<br />

Sin Hacienda no hay estado<br />

Más que la operatividad y eficiencia<br />

en los puertos, desde ese entonces,<br />

éstos eran puntos importantes<br />

de recaudación de ingresos para el<br />

estado, sobre todo las aduanas<br />

marítimas de Veracruz, que eran el<br />

principal punto de ingreso al país.<br />

Es por ello que el 11 de diciembre<br />

de 1821 se autorizó el cobro de<br />

derecho fiscal de 24% en la entrada<br />

de todos los géneros, frutos y<br />

efectos extranjeros, sobre las tarifas<br />

del propio arancel.<br />

De lo que se recaudaba en<br />

las aduanas se sustentaba en<br />

buena medida el erario nacional,<br />

y puesto que, según ya se decía<br />

entonces, “sin Hacienda no hay<br />

Estado”.<br />

…“Tomando como ejemplo<br />

el gran valor que el comercio<br />

y exportación de bienes mexicanos<br />

le había reportado a España,<br />

los gobiernos independientes<br />

basaron sus ingresos generados<br />

en las importaciones.” 2<br />

Así, por lo general el Estado<br />

mexicano del siglo XIX tuvo que<br />

recurrir a estas medidas como<br />

medio para solventar las carencias<br />

derivadas de continuas guerras y<br />

elevados gastos militares. Los<br />

ingresos generados por las aduanas<br />

fueron, en efecto, fuente de<br />

enriquecimiento de prestamistas y<br />

particulares que entregaron préstamos<br />

al gobierno, pero también sirvieron<br />

para el sostenimiento de tropas<br />

durante las invasiones extranjeras<br />

que convirtieron a los puertos<br />

en preciados botines, tanto por el<br />

control militar, como por los ingresos<br />

que ahí se recibían.<br />

¿Puerto seguro?<br />

Al formarse como nación, México<br />

contaba con un litoral que se extendía<br />

hasta Texas y estaba formado<br />

por cinco estados: Yucatán,<br />

Tabasco,Veracruz,Tamaulipas (fundado<br />

en ese tiempo) y Texas, los<br />

cuales delineaban más de la mitad<br />

del contorno del Golfo de México.<br />

En los primeros tiempos de<br />

la vida independiente, las esperanzas<br />

de impulsar la actividad mercantil<br />

en los puertos eran muchas,<br />

por ello las autoridades mexicanas<br />

se proponían recolectar los tributos<br />

de las aduanas, reorganizar y reconocer<br />

los litorales porque era conveniente<br />

no sólo para el comercio,<br />

sino también para la defensa y<br />

preservación del territorio.<br />

Por ello, desde principios<br />

de 1822 se abrieron al comercio<br />

extranjero, con sus respectivas<br />

aduanas, los puertos de San<br />

Blas, Campeche, Mazatlán de los<br />

Mulatos, San Diego de las<br />

Californias, Soto la Marina y el<br />

Refugio (Matamoros).<br />

Un problema que México ha<br />

arrastrado en sus 200 años de historia<br />

es la falta de infraestructura,<br />

pero en 1820 esta carencia era<br />

más evidente, porque la zona costera<br />

del Atlántico mexicano carecía<br />

de la profundidad necesaria para<br />

la creación de puertos naturales<br />

que fortalecieran el comercio de<br />

altura y durante la primera mitad<br />

de la centuria decimonónica, no<br />

había condiciones para establecer<br />

puertos artificiales.<br />

Las condiciones climatológicas<br />

y geográficas contribuyeron<br />

a obstaculizar el transporte.<br />

Muchas veces, los sitios donde<br />

se ubicaban los puertos, por las<br />

barras de los ríos, los vientos y<br />

en general el clima de esos lugares<br />

complicaban en extremo el<br />

atraque de barcos, el embarque<br />

y desembarque de mercancías.<br />

“Ningún puerto en el litoral<br />

oriental de México, podría llamarse<br />

así en propiedad. Lo que<br />

abundaba eran radas inseguras,<br />

que cuando mucho constituían<br />

puentes de desembarco. Algunos<br />

extranjeros que visitaban y estudiaron<br />

con detenimiento afirmaban<br />

que (… ) por más que el<br />

artificio pudiera hacer algo para<br />

eliminar los obstáculos, nunca se<br />

estaría en condiciones de un<br />

puerto seguro, espacioso y útil”. 3<br />

En aquel tiempo, los nortes<br />

literalmente atormentaban a las<br />

embarcaciones que intentaban<br />

acercarse a los puertos. En<br />

Veracruz, por ejemplo, se han<br />

encontrado testimonios que decían:<br />

“Desde los barcos anclados<br />

en la rada no puede llegar ningún<br />

bote a tierra, y aquéllos deben<br />

levar anclas lo antes posible- tan<br />

42 I <strong>T21</strong> <strong>Septiembre</strong> 2010

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