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La Iglesia Lidereada - Mark Dever - Cimiento Estable

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Introducción<br />

6<br />

ENTENDIENDO EL PRINCIPIO REGULATIVO<br />

Ahora que hemos reunido una iglesia, ¿qué hacemos cuando nos encontramos<br />

juntos cada domingo en la mañana? ¿Cómo debemos hacerlo, y por qué de esa<br />

forma? Es más ¿tiene sentido pensar acerca de cómo ―debemos‖ hacer las cosas<br />

en una reunión de adoración colectiva? ¿No nos da la Biblia más libertad que<br />

esta? En este capítulo pensaremos acerca de las razones bíblicas para permitir<br />

que sólo las escrituras evalúen y estructuren nuestras reuniones de adoración<br />

colectiva.<br />

El Principio Regulativo<br />

Brevemente, el Principio Regulativo establece que todo lo que hacemos en una<br />

reunión de adoración colectiva debe estar claramente garantizado por las<br />

escrituras. <strong>La</strong> garantía clara puede tomar la forma de un mandato bíblico explícito,<br />

o una implicación buena y necesaria de un texto bíblico 1 . El Principio Regulativo<br />

ha competido históricamente con el Principio Normativo, cristalizado por el ministro<br />

anglicano Richard Hooker, quien defendió, junto con Martín Lutero antes que él,<br />

que toda vez que una práctica no esté bíblicamente prohibida, una iglesia es libre<br />

de usarla para su vida y adoración colectivas. En pocas palabras, el Principio<br />

Regulativo prohíbe cualquier cosa que no esté prescrita por las escrituras,<br />

mientras que el Principio Normativo permite cualquier cosa que no esté prohibida<br />

por las escrituras 2 .<br />

Es de utilidad comenzar con la nota conciliadora de D.A. Carson acerca de que<br />

―los servicios serios y teológicamente ricos de ambos campos frecuentemente<br />

tienen más contenido común de lo que cualquier parte usualmente reconoce‖ 3 .<br />

Carson continúa con la observación de que ―no hay un solo pasaje en el NT que<br />

establezca un paradigma para la adoración colectiva‖ 4 . De acuerdo. Aún en guiar<br />

al pueblo de Dios en adoración colectiva, nosotros estamos en algún sentido<br />

obligando sus conciencias a participar en cada parte del servicio. Esta obligación<br />

es legítima solamente en la medida en que tenga una positiva garantía en las<br />

escrituras, porque sólo las escrituras valen para obligar la conciencia y funcionar<br />

como la regla final para fe y práctica. Como es lógico, las escrituras están repletas<br />

con ejemplos del profundo cuidado de Dios acerca de los ―cómos‖ de nuestra<br />

adoración colectiva. 5<br />

<strong>La</strong> adoración es el propósito de la redención<br />

Muchas veces en Éxodo 3-10, se dice que la adoración colectiva es el propósito<br />

de la redención (3:12, 18; 5:1, 3, 8; 7:16; 8:1, 20, 25-29; 9:1, 13; 10:3, 7-11, 24-<br />

27). Si la adoración colectiva es el objetivo de la redención, entonces solamente<br />

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