Corresponsables 33 - Jesuitas del Perú
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ESPECIAL<br />
Recordando al P. José Luis<br />
Fernández – Castañeda SJ (Cañas)<br />
Por: Miguel Gordillo<br />
Conocí a José Luis hace diez<br />
años cuando lo nombraron<br />
Párroco y Superior de San<br />
Pedro. Lo primero que se me viene<br />
a la cabeza al recordarlo es la inusual<br />
alegría de la cual era portador.<br />
Tenía algo especial y resultaba atrayente<br />
acercársele. No me cabe duda<br />
que ese estado lo había asumido<br />
en el trato con Dios y las personas.<br />
Integrando con humor las dificultades<br />
de la vida y de la práctica de los<br />
Ejercicios Espirituales, (especialmente<br />
<strong>del</strong> Principio y Fundamento)<br />
desde donde había aprendido a hacerse<br />
indiferente a todas las cosas:<br />
“Tal manera, que no queramos de nuestra<br />
parte más salud que enfermedad”<br />
Tenía un corazón remendado, la mitad<br />
no funcionaba y lo decía de tal<br />
forma que parecía que estaba bromeando<br />
con él mismo. Lo cierto es<br />
que esa mitad de corazón le era lo suficientemente<br />
grande para querer a la<br />
gente, salir de su persona y no pensar<br />
en aquello que podía ser una causa<br />
para retirarse <strong>del</strong> trabajo y cuidar su<br />
salud. No lo sentía como un impedimento,<br />
permanecía interminables<br />
horas trabajando, acompañando espiritualmente<br />
a todo aquel que se lo<br />
solicitaba.<br />
“Riqueza que pobreza”<br />
dispuesto a servir en cualquier lugar<br />
que lo enviaran.<br />
“Honor que deshonor”<br />
Sabía ser indiferente a la fama. Había<br />
tenido muchos cargos dentro de la<br />
Compañía de Jesús, de los cuales<br />
no se consideraba merecedor. Sabía<br />
asumirlos con gran dedicación. Él<br />
siempre pensaba que, a quien más se<br />
le daba, más se le exigía y que cuando<br />
más alto era el cargo, mayor debía ser<br />
el servicio a los demás. Todo esto lo<br />
tenía como una regla para su vida.<br />
“Vida larga que corta”<br />
Él estaba siempre dispuesto a aceptar<br />
el tiempo de vida que Dios le había<br />
dado. Quería sacarle provecho a cada<br />
minuto de su existencia y los dedicó<br />
8<br />
También se hacía indiferente a la<br />
comodidad o incomodidad que podía<br />
encontrar en el servicio a los demás.<br />
Recordaba con mucho agrado<br />
cuando le tocó vivir en la sierra <strong>del</strong><br />
Perú, en una pequeña casa de adobe<br />
con piso de tierra y agua helada para<br />
bañarse. Como buen Jesuita estaba<br />
El P. José Luis Fernández - Castañeda SJ cuando fue nombrado Rector <strong>del</strong> Colegio de la<br />
Inmaculada.