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Revista AreaMinera desde Essen, Alemania
Con una extensión que no deja indiferente a
nadie, una gran cantidad de rotopalas, incluida
la más grande del mundo, Garzweiler nos dio
la bienvenida en toda su magnitud. Entre el
material removido, la veta de lignito o carbón
marrón se encuentra a la vista, rodeada por las
múltiples rotopalas que trabajan en ella.
En nuestra visita nos acompañó Ferdinand
Scheiff, Administrador de Infraestructura
Eléctrica de la mina Garzweiler, quien contó
la forma de funcionamiento de esta mina y
dijo que cuenta con 1600 trabajadores y que se
invierten 500 millones de euros, de los cuales
un tercio va a mantenimientos y dos tercios a
operación de la mina.
Entre las ciudades de Colonia, Aquisgrán y
Mönchengladbach, una de las eléctricas más
grandes de Alemania, la RWE Power AG,
tiene en explotación la mina a cielo abierto
de Garzweiler. Gracias a su alto grado de
automatización, es una de las minas más
eficientes de su tipo en Europa.
Su punto neurálgico fundamental es el centro
de supervisión de Jackerath. Desde allí se
monitorizan y controlan todos los procesos
con Simatic PCS 7, el sistema de control
distribuido por Siemens.
La mina a cielo abierto de Garzweiler se halla
en la cuenca de lignito del Rin, en el Estado
de Renania del Norte-Westfalia y se extiende
hacia el oeste desde Grevenbroich hasta la
autopista A 44 (Aquisgrán-Dusseldorf). El
lignito yace en filones, que en su conjunto
tienen un grosor medio de 40 metros. El
carbón yace a profundidades comprendidas
entre los 40 y 160 metros bajo la superficie
terrestre.
Para asegurar el suministro de energía, la
mina a cielo abierto fue ampliada a principios
de 2006 en dirección oeste hasta la zona de
explotación Garzweiler II, de 48 kilómetros
cuadrados. Allí yacen 1,3 mil millones de
toneladas de lignito. El lignito extraído se
utiliza principalmente para generar energía
en las centrales eléctricas de la región.
El transporte desde Garzweiler hasta los
consumidores, como las centrales eléctricas
y las empresas refinadoras del carbón –por
ejemplo las centrales de Frimmersdorf y
Neurath– se efectúa por el tramo ferroviario
Norte-Sur de RWE Power AG y por cinta
transportadora.
Para transportar el carbón y los escombros,
Siemens instaló en 2006 25 vías de transporte
con 60 cintas cuya longitud totaliza unos 85
kilómetros. En el punto de convergencia de
las cintas, el material se distribuye a otras
vías para su transporte. Para ello se pusieron
en servicio seis tolvas de transferencia, que al
finalizar la construcción llegarán a nueve, para
las cintas transportadoras, dos instalaciones
de conexión entre cintas así como cuatro
silos de cal para el agua y la subestación de
distribución principal, incluidas líneas aéreas
de 110 kilovoltios para alimentar todas las
máquinas e instalaciones.
Siemens aportó además los equipamientos
eléctricos para las nuevas estaciones de
accionamiento de las cintas y modernizó las
instalaciones existentes. Se implementaron en
total 40 estaciones centrales, 124 estaciones
motrices y 17 estaciones distribuidas del
tipo ABCD, cuatro conexiones para las
instalaciones de carga ferroviaria y cuatro
conexiones para las máquinas en las
carboneras o depósitos.
Formaron parte del proyecto la instalación
del nuevo centro y sistema de supervisión
de la explotación así como la conexión de
la automatización y el sistema de control
distribuidos. Todo ello se llevó a cabo
alternando entre las zonas de extracción
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Bernd Zehentbauer, Siemens; Ferdinand Scheiff, administrador de Infraestructura Eléctrica de la mina Garzweiler