El-romanismo-enemigo-de-la-Santa-Biblia

9bien dice S. Pablo: " Aun cuando nosotros 6 nn ánjel del"cielo os evanjelice, fuera de lo que nosotros os hemos"evangelizado, sea anatema" (5.). Y, diciendo ésto elApóstol, es evidente que no solo reconoce el derecho quegozan los Cristianos de leer, y formar su juicio despuésde haber leido, sobre cuales sean las doctrinas contrariasal Evanjelio, ó conformes con él, sino que intima queestán en obligación de hacerlo, y no fiarse de nadie, niaun de un Apóstol, ni de un ánjel del cielo.A pesar de estos pasajes de la Biblia, y otros semejantesá éstos, la Iglesia de Roma se arroga la infalibilidad, yquiere que todos se obliguen á ceder á su juicio y fallo(6.).Y todo Romanista profesa creerla infalible, y, según la Bulade Pió IV., así hace su profesión: " Admito la Sagrada, fEscritura según el sentido en que la ha tenido y tiene Ja'f Santa Madre Iglesia á quien perteneee e} juzgar del"verdadero sentido de las Sagradas Escrituras, y jamás" Jas tomaré ni interpretaré sino según el .unánime con-" sentimiento de los padres." •.§ 2.—Supuesta infalibilidad del Papa.La pretensión de los Papas á la infalibilidad carece detodo apoyo en la Sagrada Escritura, como en la razón yen los hechos de la antigüedad. Bien notorio es que losmismos Romanistas no 'están acordes en definir en quiendebe hallarse semejante atribución; si en el Papa, eniin concilio jeneral, ó en el cuerpo universal de los Cristianos.Y es igualmente sabido que así papas como conciliosse han contradicho unos á otros, ,de lo cual se sigue(5.) Gal. i.8. ' ' ~ ~'(6.) Véase Conc. Trid. Ses. 4a. Decreto de Edit. et usu lib. s&c,Catecismo á los Párrocos Parte i.Cap. 10? num. 18 9e