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Año 5 - Número 17 - Fundación del Patrimonio histórico de Castilla ...

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LO INESPERADO> Viene <strong>de</strong> la página anteriorbo pleito. Los vecinos quejosos aportaron doce testigos,doce; lejos <strong>de</strong> achicarse, Sánchez y Moradillorespondieron el envite con el órdago <strong>de</strong> otros tantos.En tal coyuntura entraron en liza los escribanos,así que se fabricó el oportuno cuestionario y <strong>de</strong> inmediatoprocedió el trámite <strong>de</strong> los interrogatorios,bien jugosos y repletos <strong>de</strong> pistas, documento valiosísimo,único en su género, para a<strong>de</strong>ntrarse <strong><strong>de</strong>l</strong>leno por las entrelíneas <strong>de</strong> nuestra siempre peleadaintrahistoria, ahora por fin con elogiable celo estudiadoy transcrito por Isabel Abab Álvarez y Jesús G.Peribáñez Otero (Aranda <strong>de</strong> Duero, 1503. Aranda<strong>de</strong> Duero,Ayuntamiento, 2003).Doce contra doce, las respuestas siluetean elcontorno <strong>de</strong> dos puntos <strong>de</strong> vista radicalmente enfrentados:para los primeros testigos, partidariosconfesos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes, aquel <strong>de</strong>spreciableembudo impedía el consolador discurrir, porejemplo, <strong><strong>de</strong>l</strong> Santo Viático, mientrasfavorecía el comercio <strong>de</strong>“sucieda<strong>de</strong>s con mujeres” y semostraba atascada <strong>de</strong> “perros ygatos muertos”. Lo cual, concluían,aunque antes hubiese estadomuy bien, porque allí se alzó entiempos la Sinagoga, a la sazónresultaba fatal, pues habitabanaquellos andurriales “muy honrradoscristianos” con gravedadperjudicados en el ejercicio <strong>de</strong>su <strong>de</strong>voción. Defen<strong>de</strong>r la existenciatal cual <strong><strong>de</strong>l</strong> callejón <strong><strong>de</strong>l</strong>Pozo suponía, en consecuencia, punto menos quealinearse junto a las fuerzas <strong><strong>de</strong>l</strong> mal, apostar por elpecador comercio ilícito <strong>de</strong> la carne y, por si aúnfuera poco, <strong>de</strong>clararse marrano, adicto a los malosolores, partidario <strong>de</strong> la putrefacción y amigo <strong>de</strong> lasepi<strong>de</strong>mias.Mutatis mutandis, el segundo bloque <strong>de</strong> testigos,entusiastas <strong>de</strong> la causa <strong>de</strong> Sánchez <strong>de</strong> Calahorray Alonso <strong>de</strong> Moradillo, entendía vanas futilida<strong>de</strong>saquellos razonamientos, amparando lossuyos en el gran argumento <strong><strong>de</strong>l</strong> beneficio económico:“el vino se avinagra”, argumentaban paraoponerse, “en bo<strong>de</strong>gas emplazadas en calles muytransitadas”. O sea, la calleja o el callejón <strong><strong>de</strong>l</strong> Pozocontribuía con sus angosturas a la prosperidad <strong><strong>de</strong>l</strong>a villa, prestando la serenidad requerida al reposo<strong>de</strong> los afamados caldos que, para gozo <strong><strong>de</strong>l</strong> común,encontraban provi<strong>de</strong>ncial asiento en la paz y el silencio<strong>de</strong> tales bo<strong>de</strong>gas. Manifestarse a favor <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>de</strong>rribo equivalía, insinuaban, a <strong>de</strong>clararse contrariosa la prosperidad <strong>de</strong> la villa, basada en el comercio<strong><strong>de</strong>l</strong> vino y este, a su vez, en la gran causa <strong><strong>de</strong>l</strong>as bo<strong>de</strong>gas, <strong>de</strong> interés real y tangible frente a losalifafes <strong><strong>de</strong>l</strong> urbanismo. Malos cristianos, poco edificantesy nada abnegados, aquellos que hacían <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rsu asistencia a las ceremonias y los oficioscelebrados en la iglesia <strong><strong>de</strong>l</strong> mínimo sacrificio <strong>de</strong> unpequeño ro<strong>de</strong>o; ruines cofra<strong>de</strong>s si su afición <strong>de</strong>caíaal darse <strong>de</strong> bruces con una pequeña incomodidad.Si Jesucristo hubiese aplicado esa lógica tan cicatera,<strong>de</strong> ninguna manera se habría <strong>de</strong>jado crucificarpara redimir al género humano, qué egoísmo,cuánta mendacidad, valiente alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> hipocresía,menuda exhibición <strong>de</strong> pequeñas miserias.Cogido entre ambos fuegos, Gamarra falló afavor <strong>de</strong> los peticionarios, pero a renglón seguido,como varón pru<strong>de</strong>nte, sometió su dictamen a losaltos <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> Su Majestad, remitiendo a Palacio,al Consejo Real, en abono <strong>de</strong> tal provi<strong>de</strong>ncia, lapintura “<strong>de</strong> la dicha villa y lascalles <strong>de</strong> ella” tomada a vista <strong>de</strong>pájaro por un minucioso dibujanteanónimo. En consecuencia,dichoso y feliz pleito aquel, felizy dichoso por partida doble, comoseñalé más arriba: <strong>de</strong>terminóel levantamiento <strong><strong>de</strong>l</strong> plano <strong>de</strong>Aranda <strong>de</strong> Duero, otorgando aesta noble villa la primacía entrelas ciuda<strong>de</strong>s españolas madrugadoramentedotadas <strong>de</strong> representaciónfi<strong>de</strong>digna <strong>de</strong> su trazadourbano, y vino a fundamentarpor sentencia el peso <strong><strong>de</strong>l</strong> bien <strong><strong>de</strong>l</strong> común sobre elinterés privado. Claro está, arreciarían <strong>de</strong>spués losrecursos y, como en tantas otras ocasiones, al cabonada pasó, salvo el gasto <strong>de</strong> pólizas y la fatiga <strong>de</strong>cuantiosas resmas <strong>de</strong> papel timbrado. Pero es, obviamente,es una cuestión distinta: pertenece a lahistorieta sin interés <strong><strong>de</strong>l</strong> enredo.De lo que aquí y ahora se trata es <strong>de</strong> proclamarque hemos llegado a otro quintocentenario, virtudcon algún conato <strong>de</strong> vicio <strong>de</strong> nuestro tiempo. Nosencontramos, qué duda cabe, ante un quintocentenariomenor si la comparación se establece conesos quintocentenarios en sí mismo gran<strong>de</strong>s. Ahorabien, tal vez por eso se resulte este más a la medida<strong><strong>de</strong>l</strong> ciudadano común, categoría a la que todospertenecemos, quizás indiferentes, poco onada afectado en nuestro vivir cotidiano por lossucesos mayúsculos, pero sin duda tocados <strong>de</strong> cercapor los vericuetos <strong><strong>de</strong>l</strong> urbanismo y la configuración<strong>de</strong> nuestras ciuda<strong>de</strong>s. Aranda <strong>de</strong> Duero, planoy pleito, espejo <strong>de</strong> la memoria.42 Fundación <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>de</strong> <strong>Castilla</strong> y León

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