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Marina Ioannidou-¡Sí! Abuela, ¿quieres que la hagamos juntas este año? -A Esperanza le gustaba mucho hacerpequeñas actividades con su abuela.-Venga, ve a mi viejo baúl de madera y tráeme hilo blanco y rojo de dentro de la cajametálica que verás.Le gustaba dar iniciativa a su nieta y también revelarle pequeños secretos. Todos los díaspasaban un tiempo juntas, antes de que regresaran sus padres del trabajo.Cuando abrió el viejo arcón, la niña preguntó:-Abuela, ¿debería llevarla siempre? ¿Cuando me la podré quitar?Mientras tanto la abuela se levantó para buscar unas tijeras.-Esperanza, llevamos esto durante todo el mes de marzo para protegernos del sol.Tomaremos un hilo rojo y uno blanco y los trenzaremos juntos ¿Te gustan los colores rojo yblanco juntos?-Sí, me gustan mucho. Aunque algunos niños en la escuela sólo llevan pulseras de hilo rojo -dijo Esperanza y se sentó al lado de su abuela.-¿Y tú también la llevabas, abuela?-Sí, entonces, en mi época, las llevaban los mayores y los pequeños. Era necesario, porsupuesto, que nada más acabar marzo nos las quitáramos y que las dejáramos sobre unrosal para cuando pasara una golondrina la recogiera, ya que buscan pajitas para hacer sunido en primavera!-¡Ay, qué bonito, abuela! ¡Yo también quiero hacerlo! ¡Que tengas un buen mes, abuela! -dijo Esperanza y abrazó a su abuela.-¡Buen mes y que tengamos buena primavera nosotros y todas las personas, niña mía!