cuentos-espac3b1ol-griego

Alekos Kaniaris OrtizTranquila, casi imperceptiblemente al principio, la tierra comenzó a abrirse. Algo crecía ycomenzaba a sobresalir de ella. En algunos lugares, cierto color podía verse aquí y allá, unbrillo, un resplandor. Y después comenzaron a aparecer criaturas grandes y pequeñas,criaturas salidas de mitos, cuentos, sueños. Un enorme dragón aquí, un caballo alado allí, unlobo con rostro humano más allá. Salían del suelo, se sacudían la tierra de encima ydespués, lentamente pero con seguridad, se perdían entre los altos árboles del oscurobosque.-¡Ahí está mi diente! -dijo Cleopatra un poco después. Un bellísimo pájaro surgió de la tierray voló alto hacia el cielo. Su cabeza era de un azul profundo, el cuello violeta y verde, verdey amarillo el cuerpo y de color escarlata eran las alas y la larga cola. Voló una vez alrededorde la cabeza de Cleopatra y después descendió hacia donde estaba ella y se posó a su lado.Cleopatra lo tomó en sus brazos y lo besó. El pájaro acomodó su cabeza en el cuello de laniña y después extendió las alas y voló también hacia el bosque.-¿Te volveré a ver? -le preguntó Cleopatra.